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El ángel y el Demonio por Helsic

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El ángel y el Demonio
~ Capitulo 9 ~
Sonata



LeeTeuk despertó muchísimo mejor al día siguiente, la fiebre le había bajado por completo y el color había vuelto poco a poco a sus mejillas, en el desayuno, cuando todos se preparaban para ir a la escuela fue inevitable que SungMin le hiciera el reclamo al líder por no haberles avisado que estaba enfermo, todo porque habían encontrado los empaques de la medicina en la basura.

- ¿Por qué no lo dijiste? - Preguntó SungMin con una cuchara en la mano.

- No quería preocupar a mis Dongsaengs - Explicó LeeTeuk sonriente.

- ¡Hyung! - Gritó ShinDong - Tu salud es importante, ¡Te hubiéramos cuidado! - Le dijo con una mirada inquisidora.

- No te preocupes, Youngwoon me cuidó - Comentó llevándose una bocanada de arroz.

- ¿Youngwoon? - Preguntaron todos a unísono. KangIn los miró tratando de afrontar el momento embarazoso.

Y era que resultaba totalmente inverosímil creer que KangIn con su temperamento de Oso gruñón pudiera hacerse cargo precisamente del líder, para ninguno era un misterio que el líder y él no se llevaban precisamente a las mil maravillas, eso había quedado claro desde el primer momento, todos podían sentir el aura pesada que se cernía sobre ellos a cada momento, sólo bastaba con que el líder abriera su boca para proponer alguna idea, para que KangIn estuviera contradiciéndolo y haciéndole ver a todos que estaba equivocado o que podían hacer algo mejor.

- Se los dije ayer en la mañana… JungSu tenía fiebre - Respondió KangIn a la defensiva.

- ¿En serio? ¿Lo dijiste? - Preguntó EunHyuk parpadeando rápidamente.

- ¡Claro que si! - Se quejó fastidiado y se llevó un gran bocado de arroz. - Se los dije… cuando entraron en la habitación… y… - Explicó sintiéndose cada vez más fastidiado.

- Ah… Es verdad - Comentó DongHae probablemente recordando la embarazosa escena de los dos Hyungs durmiendo juntos.

- En todo caso, debiste decirnos, nos hubiéramos quedado para cuidarte Hyung - Comentó Yesung frunciendo el entrecejo.

- Vale, ya estoy bien y si no se apuran llegarán todos tarde la escuela - Intervino LeeTeuk. El rostro de EunHyuk se suavizó casi inmediatamente.

- ¿Seguro que estarás bien? - Preguntó por última vez cuando ya habían terminado de comer y se disponían a irse dejando al líder sólo en el apartamento.

- Nos veremos esta tarde en la sala de ensayos - Les tranquilizó LeeTeuk.

- Descansa Hyung, no trabajes en la mañana y come bien - Le recomendó DongHae, había preocupación en sus ojos brillantes. LeeTeuk asintió y los empujó hasta la puerta.

- Vale, salgan ya o los regañarán - Les dijo cuando finalmente bajaron por la escalera vestidos con sus trajes negros de colegial.


***

KangIn siempre fue un estudiante promedio, hasta ese día nunca se había abstraído de esa manera en clase, siempre había estado pendiente de las clases aunque sin mostrarse demasiado interesado (eso de mostrar mucho interés era para los ‘ñoños’) pero él definitivamente sabía como mantenerse cool y aún así ser un buen estudiante. Pero ese día no sería así. Durante la hora de Química había estado constantemente distraído, mirando furtivamente el cielo limpio de final de verano que se apreciaba a través de los enormes ventanales del salón. En dos ocasiones se sorprendió así mismo preguntándose que rayos era lo que la profesora tanto explicaba en el tablero. Luego había seguido la clase de matemáticas, finalmente el endemoniado examen que definiría si se graduaría o no había llegado.

El día anterior, luego de hacer las paces (si podía llamarlo así a discutir todo el día con LeeTeuk en buenos ‘términos’) el mayor realmente le había ayudado a estudiar, se habían pasado el resto de la tarde en el cuarto, LeeTeuk acostado cuan largo era en su cama, cambiando de posición cada minuto, jugando con una pelota de goma roja y él en su cama, lleno de libros de algebra, trigonometría y papeles por doquier. LeeTeuk le decía la respuesta si él no conseguía dar con ella, se tomaba su tiempo para explicarle rayando sus anotaciones con un marcador rojo y empujándolo cada que se equivocaba.

Ahora KangIn se sentía un poco más seguro y aunque las ecuaciones le gritaban desde el papel, no se dejó intimidar y terminó resolviendo con seguridad la mayoría de los ejercicios, estaba seguro de que ganaría el examen así fuera con un promedio bajo, el caso era que lo pasaría y era lo importante. Al la salida, cuando el sol intentaba descender desde el centro dejando entrever que el medio día moría y daba inicio a la tarde, su novia se acercó a él y lo abrazó por la espalda, estaba tan hermosa como siempre. Con su cabello largo tintado de castaño cobrizo, con esas cejas depiladas que hacían ver sus ojos más mordaces y esos labios carnosos que se ofrecían como una fruta madura, se acercó a él con su agradable olor a perfume acaramelado.

- Esta vez no escaparás - Dijo ella con un puchero y le robó un beso en la mejilla. Algunos alumnos rezagados terminaban de salir por la puerta principal para regresar a sus casas, de la misma forma en que KangIn planeaba hacerlo - Este fin de semana no nos vimos - Agregó ella comenzando a caminar a su lado tomándolo de la mano cuando atravesaban la reja de hierro de la entrada. - Tampoco contestaste ninguna de mis llamadas -

- Estuve ocupado Junnie - Explicó él sin muchas ganas de hacer una frase más larga - Estuve estudiando y… resolviendo algunos problemas con JungSu Hyung - Ella lo miró interesada.

- ¿Jungsu? ¿Es ese chico que vino la otra vez? - Preguntó y KangIn estuvo totalmente seguro de que lo que atisbó en sus pupilas fue esa misma expresión coqueta con la que le había conquistado a él.

- Si con él - Aceptó, notando que la sensación que ahora lo embargaba distaba completamente de los celos, aquello que se cernía a su pecho como una melaza desagradable era incertidumbre que amenazaba con convertirse en miedo. - ¿Aún quieres su teléfono? - Le preguntó.

- ¡Claro! - Exclamó sin dudarlo - Es decir… quiero conocer a tus amigos de SM - Finalizó. Y aquella fue la frase más falsa que sin duda le había escuchado a su novia jamás. El joven le extendió su celular y ella lo tomó emocionada buscando el número de LeeTeuk, al cabo de segundos lo había anotado en su móvil. Siguieron caminando un rato más hasta que la pregunta la hizo sobre saltar.

- ¿Me amas? - Fue lo que dijo KangIn cuando habían llegado a una bifurcación de la calle y debían separar sus caminos. Ella se quedó tan sorprendida como el verano que había sido sorprendido inesperadamente por los brazos del Otoño justamente esa mañana fresca.

- ¿Cómo? - Dijo ella - ¿Por qué lo preguntas? - Rió nerviosa - No me digas, ¿Te hice falta este fin de semana pastelito? ¿A que si? - Dicho esto miró hacía ambos lados cerciorándose de que no hubiera nadie en la calle y depositó un provocador beso en sus labios, los mordió levemente, aquella técnica que sabía enloquecía a su novio. Pero KangIn parecía esculpido en hielo en esa ocasión pues se mantuvo imperturbable - Nos vemos esta noche luego de tus ensayos, llámame - Finalizó antes de irse por el camino derecho.

KangIn se quedó suspendido un rato más disfrutando de la brisa otoñal que golpeaba su nuca refrescándola, el calor infernal del verano moría lentamente al igual que su relación con ella.


***


Esa tarde en el estudio, estuvo más callado que nunca, haciendo con dedicación todos los movimientos de la coreografía, equivocándose constantemente, pero demasiado sumido en sus pensamientos como para enojarse por ello. Cada que se equivocaba, se limitaba a comenzar de nuevo en silencio, su ceño fruncido en una expresión un tanto impropia en él. De aquella forma la tarde sucumbió rápidamente y la noche lo tomó desprevenido. Hacía las seis cuando el ensayo terminó, todos habían tomado sus cosas y planeaban irse a comer, KangIn también lo hubiera hecho así de no ser porque Hangeng se acercó a él con un papelito en la mano.

- Hyong Líder dijo yo que si valla a sala de Música - Dijo el Chino leyendo el papel, KangIn se quedó mirándolo sin comprender el sentido de la frase, Hangeng comenzó a ponerse nervioso, como siempre le pasaba cuando no podía hacerse entender - Hyong líder te esperando en sala de música - Consiguió decir, iba a repetirlo pero KangIn le dio las gracias dándole a entender que el mensaje había sido asimilado con éxito.

¿Qué querría ese idiota? Pensó mientras subía los solitarios peldaños de la escalera, el salón de música estaba dos pisos más arriba de los salones de ensayo, aquella academia de Sm era enorme, estaba seguro de que aún no recorría todos los lugares por completo, algunas veces se había encontrado con oficinas inexploradas y alargados pasillos cruzados esporádicamente por algunos estudiantes superiores. Finalmente llegó a la sala de música, abrió la puerta levemente y la estancia vacía en su mayoría (con algunos instrumentos guardados en sus respectivos estuches al final de la pared) llenó su visión.

Había un piano de cola negro enorme en medio de la vacuidad y el piano era bañado por una luz moribunda que se filtraba por encima de sus cabezas del enorme ventanal que daba con la calle. Conforme la tarde moría, el rayo de luz amarillento y aperezado se dispersaba por el lugar, dibujando el perfil del rostro de una persona. Esa persona que estaba vestida con una simple camiseta blanca, tenía sus lánguidos dedos depositados suavemente sobre las blancas y pulcras teclas del piano. Tenía los ojos cerrados en una expresión de apremiante ensimismamiento y al entrar KangIn, el mayor abrió los ojos y se giró, el rayo de luz jugueteó en su cabello pintándole una aureola dorada por encima de su cabeza, LeeTeuk le sonrió con gentileza.

Y el menor no supo que hacer. Se quedó allí de pie contemplando el cuadro impresionista frente a sus ojos, aquella obra que parecía salir del más exquisito gusto de un artista del siglo 19, LeeTeuk con su pálido rostro, su delicado perfil, el cabello cayendo suavemente sobre sus mejillas, acariciándolas y el blanco resplandeciente de su camiseta casi deslumbrándolo.

- Cumpliré mi promesa - Dijo simplemente - Tocaré para ti -

// nota: Por favor, abran una ventana nueva con esta dirección o descárgenla al disco antes de continuar leyendo, porque es la canción que LeeTeuk tocará y para mejores efectos del fanfic, léan lo siguiente mientras escuchan la melodía:
http://helsic.kumalabs.com/music/ForYou(PianoVer).mp3 ///

 
KangIn se quedó mirándolo inquieto, sin saber que decir o como actuar, cuando la primera nota lo tomó desprevenido. La nota fue nítida y cristalina y luego llegó una cascada de notas que la siguieron en un remanso suave y armonioso. Se repitió una y otra vez suavemente, sin prisas, era como si el piano estuviera contándole una historia, una muy triste y a la vez muy bella. KangIn cerró los ojos, fue inevitable que lo hiciera, la música lo estaba transportando a otro lugar sin darse cuenta. Sonrió envuelto en aquella deliciosa sensación incorpórea, era como si de repente pudiera viajar como un pájaro atravesando el cielo rojizo del atardecer, una sensación de extraña libertada mezclada con nostalgia, por que aquellas notas hablaban de una felicidad que había muerto en algún punto del pasado.

Volvió a abrir los ojos y entonces divisó a LeeTeuk dibujado por la luz vespertina moviéndose al compás de las notas, su cabeza moviéndose a ambos lados lentamente y sus manos delicadas, suaves, largas y frías subiendo y bajando en una danza perfecta, sus dedos hundiendo las teclas gradualmente como si en vez de tocar, acariciara aquel piano frente a él y el piano sonreía. Si, el piano le sonreía con cada nota, el piano estaba feliz siendo tocado de esa forma, expresando todas esas cosas que probablemente llevaba mucho tiempo sin decir.

KangIn se acerco un poco más caminó alrededor de su compañero que continuaba tocando sin inmutarse, le dio la vuelta por completo y noto la ancha espalda que culminaba en la estrecha cintura, aquel cuerpo frágil que lograba controlarlo a su antojo si quería, esas manos cuya delicadeza y suavidad podrían ser completamente inútiles para una pelea pero que probablemente serían las creadoras de las más exquisitas caricias.

Esas manos que, aquella novia afortunada de su pasado habrían sentido numerosas veces explorando los rincones más insospechados de su cuerpo, KangIn contempló embelezado esas manos hábiles, níveas, tersas y deseó sentirlas también. Un extraño impulso de tomarlas entre las suyas y sentir su textura. Un impulso que por supuesto contuvo y guardó vergonzosamente en lo más recóndito de su mente.

Dios, aquella sonata, el sentimiento que transmitía era tan real que el sonido parecía juguetear en la sala como una bailarina de color azul, si, aquel sonido era azul y llenaba la habitación con su lánguida belleza.

No quería que terminara, quería que durara para siempre, quedarse allí sin pensar en nada más, sólo escuchando esa cadencia de notas dulces y perfectas, pero lentamente la melodía llegó a su fin y KangIn regresó de nuevo a la realidad.

LeeTeuk abrió los ojos con suavidad y suspiró, quizás esperando que el menor dijera algo, se giró un poco y observó a KangIn con una preciosa expresión de incertidumbre. ¡Le estaba pidiendo una opinión con su silencio, con su mirada suplicante!, KangIn tragó saliva antes de recuperar el hablar.

 

- Tocas muy bien - Dijo escuetamente, no siendo capaz sobreponerse a la sensación que le había dejado la melodía. Pero al parecer bastó para LeeTeuk porque le sonrió de vuelta.

- La compuse yo… hace mucho tiempo - Dijo en medio de su ensoñación - Toco piano desde hace mucho tiempo ¿sabes? Desde muy pequeño, siempre hemos tenido uno de estos en casa - Explicó.

- ¿En serio la compusiste tu? - Preguntó KangIn incrédulo y LeeTeuk asintió - Es que… es demasiado… hermosa - Comentó sin encontrar un adjetivo apropiado para describir la sensación que le había producido - ¿Cómo se llama?-

- Mmm… aún no tiene nombre - Dijo LeeTeuk llevándose una mano al mentón - Aunque es vieja, me llevó mucho tiempo terminarla porque… bueno, porque comenzó en primavera y terminó en invierno… - KangIn no supo si aquello había sido una metáfora o si en realidad, el mayor se había pasado todo un año componiéndola.

- ¿En que te inspiraste Hyung? - Preguntó KangIn paseando un dedo por la superficie negra y pulcra del piano, el rayo de luz estaba finalmente muriendo y un rayo azuloso de luna comenzaba a remplazarlo en su lugar. El mayor suspiró y se quedó unos segundos en silencio antes de responder.

- En ella - Dijo simplemente y KangIn comprendió que se refería a su antigua novia, la que había dejado por… el piano. - Esta melodía es la traducción a sonidos de muchos sentimientos, entre ellos la tristeza, la melancolía y probablemente el amor - Explicó y se quedó observando el piano con detenimiento, luego pasó su mano por la superficie tocando apenas las teclas - Pero ella nunca llegó a escucharla -

- ¿Por qué no? - Preguntó KangIn intrigado.

- Por que… no deseaba que la escuchara antes de que pudiera terminarla, ahora está completa, pero ella no está en mi vida… Que ironía ¿No crees? - KangIn asintió azorado por las palabras del líder. - Ven aquí - Le invitó LeeTeuk y se hizo a un lado en la silla, KangIn se acercó dubitativo pero se sentó a su lado, la silla era muy pequeña y era inevitable sentir la piel de sus brazos semi descubiertos contra los suyos. - ¿Sabes tocar? - Le preguntó.

- Solo una que otra tontería - Respondió KangIn - Sólo lo que aprendí en el colegio - Explicó y LeeTeuk le tomó sus manos con delicadeza, justo como minutos antes había imaginado que sería, las manos de LeeTeuk estaban frías y eran suaves, frágiles como la última capa de hielo antes de comenzar la primavera. Su corazón comenzó a latir más rápido de lo normal sorprendiéndolo, un extraño hormigueo le recorrió por la espalda, mientras el mayor conducía sus manos hacía el piano.

- Quiero escucharte tocar - Dijo LeeTeuk depositando sus manos en el piano y la mente de KangIn se quedó en blanco.

- Realmente no se… - Comenzó KangIn avergonzado, pero LeeTeuk sonreía apremiante, el menor volvió la vista hacía las teclas y puso sus dedos con rudeza sobre ellas. Y lo único que brotó de ellas fue una canción popular infantil, la cancioncita era sencilla y alegre, hablaba sobre un gato negro y muchos animales de la selva.

- ¿Y bien? - Preguntó KangIn al terminar la canción. LeeTeuk ahogó una risita.

- Apestas - Dijo simplemente y se hecho a reír, con esa risa que rompía el ambiente de cualquier situación y que siempre lograba contagiarlo de alguna forma.

- Pues enséñame - Se quejó KangIn entre malhumorado y avergonzado - Quiero aprender… -

- No… tus manos son demasiado toscas - Comentó examinando sus manos como un doctor, volvió a tocarlas, haciendo que a KangIn se le erizaran los pelos de la nuca.

- Idiota - Murmuró quitando sus manos y frotándoselas - Tus manos delicadas de niña no servirían para dar golpes tampoco - Se quejó en venganza.

- Hagamos un trato - Propuso entonces LeeTeuk, de nuevo tenía esa sonrisa y ese brillo endiablado en sus ojos que nunca presagiaba nada bueno. - Si me enseñas Taekwondo, accederé a enseñarte a tocar piano - KangIn no lo dudó mucho pues no percibió una doble intención en las palabras.

- Esta bien - Aceptó - Pero luego no te quejes si te golpeo muy fuerte - Le advirtió, LeeTeuk le sonrió de nuevo.

- Lo tendré en cuenta - Aceptó tranquilamente - Bueno, creo que es hora de irnos ¿no? Los demás ya deben haberse ido -

- Hyung… - Murmuró KangIn avergonzado - Podrías… -

- ¿Si? -

- ¿Podrías tocar de nuevo? - Le pidió con las mejillas coloradas, no sabía porque lo hacía, pero quería sentir esa sensación de paz de nuevo, quería disfrutar ese momento. Y leeTeuk obedeció sin chistar, comenzó a tocar nuevamente la misma sonata con la misma perfección de minutos antes y estando allí a su lado, pudiendo percibir el aroma de sus cabellos, pudiendo observar su cuello delgado y la gallardía de sus manos, KangIn experimentó por primera vez el deseo perturbador y confuso de abrazarlo.

Esa noche regresaron un poco después de las 8 al apartamento, LeeTeuk había tocado el piano por casi dos horas y KangIn había permanecido en silencio simplemente sentado a su lado escuchando. Olvidó llamar a su novia, olvidó que ella dijo que se verían ese día en la noche, olvidó todo eso y no se sintió culpable por ella, se sintió miserable si mismo.

Continuara

Notas finales: Me esmeré mucho con la parte del piano ;A; escuché muchas veces la canción para intentar pasar a palabras la música ^.^ Para quienes no lo sepan, esta canción es de ‘Winter Sonata’ es un Kdrama que fue popular hace un par de años y cuya música es simplemente hermosa y se acomodaba perfectamente al giro de la trama que quería dar~

Espero les halla gustado *_* Les debo un par de dibujos de este capítulo :D pero hice dibujos de los anteriores, los pondré aquí para q opinen también! ^0^









Esto no pasó lo se xDDD pero quize dibujarlo~~

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