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El ángel y el Demonio por Helsic

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Notas de Helsic:
Asdasdfsadasd estoy escribiendo este capítulo de pura conchuda D: tengo mucho trabajo! pero me pican los dedos x escribir! Sobre todo xq terminé de leer CUJO de Stephen King y siempre q leo una novela deliciosa siento el irrefrenable impulso de escribir XD

El ángel y el Demonio
~ Capitulo 14 ~
Perdidos en la montaña




Habían pasado unos quince minutos desde que se habían dado cuenta de que la camioneta se había ido dejándolos en aquella estación de gasolina en medio de la nada. Ambos habían intentado llamar a los demás pero por arte de magia todos los teléfonos móviles de ellos aparecían ocupados o fuera de servicio. Quizás en medio de las montañas la señal no fuera tan buena como en la ciudad, había razonado KangIn cuando hizo la sexta llamada sin obtener respuesta. Todo parecía el guión de una macabra película de terror, dos jóvenes extraviados en medio de las montañas, armados solamente con sus teléfonos móviles que de casualidad no servían y sin dinero (la compañía había corrido con los gastos del viaje) aquello no podía ser más que una broma, en cualquier momento la camioneta aparecería echando reversa en el horizonte y los demás estarían asomados por las ventanillas riendo de sus caras enojadas. Pero eso no había pasado y KangIn había comenzado a convencerse de que aquello no sucedería.

- Es mejor ir caminando - Comentó KangIn echándose al hombro la gran maleta - Vallamos hacía el norte, hacía allá debió ir la camioneta -

- No, nos quedaremos aquí - Respondió LeeTeuk secamente y se sentó sobre su maleta - Esperaremos a que regresen por nosotros, no tardarán en volver -

- Hyung… - Comenzó a decir KangIn armándose de paciencia - No van a venir por nosotros, ya han pasado casi 20 minutos… es obvio que…-

- Nos quedaremos aquí - Le ordenó mirándolo desafiante - Es más seguro, aquí hay gente, hay baño, hay comida y hay teléfono -

- No voy a quedarme aquí esperando como un idiota, si regresan por nosotros de igual forma nos encontrarán en el camino si seguimos hacía allá - Le interrumpió KangIn.

- Soy tu Hyung, soy tu líder y si digo que nos quedamos aquí, nos quedamos aquí y punto ¿entendiste? - Esta vez su voz sonó como un chillido histérico, LeeTeuk estaba enojado, parecía bastante perturbado con la situación, había indignación en su mirada.

- Yo sólo veo a un niño asustado - Murmuró KangIn con fastidio - Puedes quedarte aquí sólo a esperar como un idiota, ¡Yo me voy! - Le replicó dándole la espalda y comenzando a caminar por el borde de la carretera. No miró hacía atrás sino hasta que había caminado un par de cuadras, ese LeeTeuk, ¿Porqué tenía que ser tan testarudo? Había olvidado lo molesto que podía ser con todos esos días en los que habían dejado de hablar.

Menudo tonto, iba a quedarse allí esperando, porque algo le decía, quizás una corazonada o un sexto sentido invisible que la camioneta no regresaría, volvió a marcar, esta vez al número de Hangeng pero de nuevo no obtuvo respuesta, colgó el celular y se lo metió al bolsillo. Entonces sintió un golpe en la cabeza, no tan duro como para que le doliera o saliera sangre, pero si lo suficientemente fuerte como para hacerlo balancear hacía adelante, se giró con el corazón en la mano por el inesperado susto y entonces se encontró con el rostro del líder que tenía su maletín en las manos (con el que presuntamente acababa de golpearlo).

- ¡¿Pero que demonios?! - Rugió KangIn llevándose las manos a la cabeza - ¡Casi me matas del susto! ¿Se puede saber porqué lo hiciste? - LeeTeuk no respondió de inmediato y comenzó a caminar adelantándose un poco.

- No es buena idea separarnos en una situación así - Exclamó y KangIn comprendió que había vergüenza en las facciones del líder y por ende no deseaba ser visto.

- Cierto - Murmuró KangIn y continuó caminando al lado de LeeTeuk. Por primera vez el menor reparó en la vestimenta de su Hyung. Unos jeans anchos de color azul oscuro, un saco de suave lana blanca con capota y debajo alcanzaba a ver una camiseta a rallas. Caminaron un poco más pero el panorama seguía siendo igualmente desalentador, árboles y más árboles a ambos lados de la carretera que serpenteaba subiendo por la montaña. Quizás la cabaña estaba del otro lado, pensó KangIn por unos instantes, si llegaban a la cima quizás podrían ver la cabaña desde allí.

LeeTeuk sacó su teléfono móvil y volvió a marcar sin obtener respuesta, en su rostro la angustia parecía hacerlo ver más viejo y cansado. De repente KangIn pensó en algo que no se les había ocurrido, siendo demasiado obvio.

- ¿Llamaste al Manager Kim? - Le preguntó - Tú eres el único que tiene el número ¿no? Quizás los chicos vallan dormidos o hayan olvidado sus celulares en algún lado, pero seguro el Manager Kim contestará -

LeeTeuk lo miró receloso, quizás porque aquella cosa tan obvia no se le había ocurrido, marcó el número despacio y sin dejar de mirarlo molesto. El móvil timbró un par de veces y cuando llegó a la 5 vez, el Manager Kim contestó la llamada. El rostro de LeeTeuk se iluminó al escuchar la voz al otro lado de la bocina y KangIn se acercó un poco en un vano intento por escuchar la conversación.

- Gracias al cielo - Murmuró LeeTeuk - Estamos en la carretera, se olvidaron de nosotros… si… ¿Cómo dice? - De repente el rostro del líder se ensombreció, la sonrisa que se había dibujado desapareció fugazmente y sus ojos perdieron momentáneamente su brillo. KangIn sintió que aquello no deparada nada bueno y comenzó a sentirse nervioso mientras escuchaba al otro hablar - Si… si señor… usted tiene razón… pero nosotros no… si señor, lo entiendo pero… está bien… si señor, asumiré la responsabilidad… - Colegó el teléfono y se quedó mirando a KangIn con expresión ausente.

- ¿Qué diablos dijo? ¿Qué paso? ¿Vendrán por nosotros? - Preguntó KangIn azorado.

- No vendrán por nosotros - Comenzó a decir LeeTeuk - El manager estaba enojado… muy enojado -

- ¿Enojado? ¿Con nosotros? - Exclamó KangIn indignado - ¡Pero no tuvimos la culpa! -

- Lo se, lo se, ¡lo se! - Repitió LeeTeuk sacudiendo la cabeza molesto - Pero dijo que si no llegábamos antes de comenzar las actividades tendríamos grandes problemas -

- ¡Pero eso es ridículo - Chilló KangIn comenzando a caminar en círculos - Ni siquiera tenemos idea de donde queda esa estúpida cabaña, estamos en medio de la cochina nada ¿Cómo esperan que lleguemos así no más? ¿Caminando? -

- Parece que si… - Murmuró LeeTeuk blanqueando los ojos, metiéndose las manos en los bolsillos y comenzando a caminar de nuevo.

- No puedo creer que la academia nos esté jugando tan sucio ¡Pensé que eran más responsables! Mira que dejarnos abandonaos a nuestra suerte - Replicó KangIn comenzando a caminar también.

- No fue idea de la academia estoy seguro - Comenzó a decir LeeTeuk con cierto tono fastidiado en su voz - Esto parece obra de alguien más, una pesada y estúpida broma -

Entonces KangIn tuvo una inesperada idea que le atravesó la mente deslumbrándolo por unos instantes ¿Cómo no había pensado en eso antes?

- Hangeng - Musitó entrecerrando los ojos como un depredador - ¡Ese Chino cochino lo planeó todo! ¡Me entretuvo pidiéndome un favor! -

- No seas tonto, Hangeng es demasiado inocente como para que se le ocurra algo así - Le replicó LeeTeuk en tono burlón - Algo tan sucio como esto sólo pudo haber sido obra de HeeChul, seguro que envió a Hangeng como señuelo - Comentó manoteando como si fuera demasiado obvio.

- Ese HeeChul… conocerá mis puños cuando lleguemos a ese estúpido campamento - Bramó KangIn alzando los brazos.

- ¿Porqué todo lo tienes que solucionar a golpes? - Se quejó LeeTeuk y KangIn quien no estaba de humor para reclamos, permitió que la rabia y la impotencia de la situación hablaran por él.

- Pues es preferible que actuar como niña y solucionar las cosas con sonrisitas - Le escupió indignado - ¿O es que acaso tu encantadora personalidad nos va a sacar de aquí? - LeeTeuk se giró, parecía que iba a saltarle encima en cualquier momento, nunca antes lo había visto tan molesto.

- ¡No hables de actuar como niña cuando fuiste tu quien me besó en el cuarto! - Le gritó y aceleró el paso adelantándose.

- ¿Cómo te atreves? - Chilló KangIn - ¡Tu correspondiste el estúpido beso! - Se quejó sin podérselo creer ¿Cómo podía ser una persona tan desesperantemente molesta? Tenía ganas de cogerlo por las piernas, colgarlo a un árbol y luego salir corriendo. Su corazón latía con mucha rapidez, parecía que se le iba a salir del pecho en cualquier instante.

- ¿No podemos simplemente caminar en completo silencio? - Preguntó LeeTeuk con un tono más calmado.

- ¡Por favor! - Dijo inmediatamente KangIn.

Y ambos continuaron caminando, esta vez en silencio, al lado del otro pero evitando cruzar miradas o gestos y la carretera pareció hacerse cada vez más extensa, perderse entre las montañas como una serpiente adormilada. Caminaron alrededor de unos 20 minutos, KangIn había sacado su reproductor mp3 y había escuchado música ignorando completamente al mayor, el comentario sobre el beso, más que enojarlo lo había tomado desprevenido y debía aceptarlo, le había asustado, porque aunque deseara saber que pesaba su Hyung al respecto, a la vez tenía miedo de enterarse, tenía miedo de enfrentarse así mismo y responderse esa pregunta que había venido taladrándole la cabeza durante los últimos días ¿Por qué lo hice?

El cielo se oscureció rápidamente y las nubes se tiñeron de un azul lóbrego, había un poco de neblina que descendía perezosa desde lo alto de la montaña y los pájaros habían dejado de cantar para irse a dormir, ahora sólo el murmullo de los grillos y las ranas era lo único que se percibía en medio de la oscuridad. LeeTeuk se detuvo y consultó la hora en su móvil, eran más de las 7 de la noche, KangIn apagó la música y guardó el reproductor en el bolsillo de su pantalón negro, de repente sintió el frío al detenerse y era de esperarse si sólo llevaba puesta una delgada franela vinotinto.

- No podemos continuar - Dijo de repente LeeTeuk - No en esta oscuridad, es peligroso - Explicó alejándose del borde de la carretera que habían estado siguiendo hasta ahora y adentrándose un poco en el bosque.

- Estás loco realmente Hyung… quedarnos es mucho más absurdo - Replicó el menor, esperó a que LeeTeuk se girara enojado y le contradijera, pero el mayor hizo a un lado las altas hiervas y exploró el terreno como un felino curioso. - Hyung… ¡eh Hyung! - Le llamó KangIn.

- Hay que buscar un claro - Dijo LeeTeuk sacando una linterna de su maletín, la encendió e iluminó el lugar - Tendremos que pasar aquí la noche y en la madrugada, cuando tengamos luz, reanudaremos la marcha -

KangIn se alarmó. Aquello no podía estar pasando realmente. Por supuesto que no. ¿Cómo iban a pasar la noche en un lugar que no conocían completamente solos? Era cierto que cada uno traía un breve equipo de campamento en sus maletines, debido a que el la mañana antes de partir los Managers les habían dotado de linternas y sacos de dormir, debido a que harían un trabajo de campo en la dichosa cabaña, pero KangIn nunca imagino que tendría que usarlos en una situación de supervivencia real. Sacó su linterna y alumbró con el as de luz a LeeTeuk quien ya iba varios metros por delante de él, corrió por el irregular terreno para alcanzarlo.

- No bajes la guardia ni un segundo - Dijo de repente LeeTeuk cuando estuvieron uno al lado del otro - No sabemos que tipos de animales puedan haber y trata de no hacer mucho ruido al caminar -

KangIn sintió que un escalofrío le recorría la espalda paralizándole la columna, el miedo se manifestó como una sustancia pegajosa y desagradable que le resbalaba por la nuca. Eran sólo dos jóvenes armados con un par de linternas ¿Qué harían si aparecía un animal hambriento? No sabía donde estaban, no sabían que tipo de cosas podrían estar escondidas dentro de esos tupidos árboles que parecían una garganta enorme y envejecida que se los tragaba con cada paso que daban. Tragó saliva siguiendo los pasos del líder con mucho cuidado, procurando no hacer ruido como el mayor había dicho y caminaron así por lo que le preció una eternidad, hasta que LeeTeuk alumbró con su linterna un claro rodeado por varios pinos y sauces bastante altos. El suelo estaba cubierto por una colcha de corteza y hojas muertas gracias al Otoño que había comenzado a hacer sus estragos.

 

- Este parece un buen lugar - Dijo LeeTeuk haciendo un recorrido con él as de luz de su linterna de izquierda a derecha - Por lo menos los árboles cortarán un poco el paso del viento y no moriremos congelados -

- No digas tonterías… - Murmuró KangIn - No vamos a morir - Agregó medio en broma, pero había desasosiego en su voz. LeeTeuk sonrió y su sonrisa pareció deslumbrar más que la misma linterna, hacía mucho tiempo que no veía esa sonrisa.

- No, claro que no, tu Hyung se hará cargo de todo - Agregó sin dejar de sonreír y de repente KangIn tuvo más miedo de esa sonrisa que de la situación misma - Ahora Dongsaeng levanta la tienda mientras voy a buscar algo de madera para una fogata -

- ¿Que? ¡Espera! ¿Cuál tienda? ¡No tengo una tienda! - Se quejó KangIn angustiado - DongHae me dijo que los managers llevarían tiendas si hacía falta… sólo traje mi saco de dormir… - LeeTeuk seguía sonriendo.

- Yo si tengo una - Murmuró LeeTeuk con amabilidad, KangIn retrocedió instintivamente ¿Qué cosa le pediría LeeTeuk a cambio de dejarlo dormir dentro de ella? - La verdad es que no es muy grande… en realidad es una tienda individual, pero creo que podré compartirla… - Murmuró con una voz demasiado dulce, demasiado… aterradora.

- ¿Qué quieres que haga? - Le preguntó de mala gana. LeeTeuk puso su maletín en el suelo y sacó la tienda color azul doblada pulcramente y sellada dentro de su bolsa de plástico, en realidad era pequeña, observó KangIn, no ocupaba mucho espacio estando doblada.

- Ármala y veremos - Dijo LeeTeuk con una nueva sonrisa - Iré por la leña - Dicho esto, LeeTeuk se alejó del claro dejándolo sólo. KangIn miró a su alrededor observando los fantasmas que se formaban con las sombras en las copas de los árboles, la luna ahora se levantaba en el cielo como una enorme pelota de queso. Tragó saliva y comenzó a armar la dichosa tienda descubriendo que no medía más de un metro y medio de alto por metro setenta de ancho, con suerte cabría una sola persona adentro de ella.

El gélido clima le obligó a ponerse una chaqueta y estuvo enfrascado en su tarea por un buen rato en el que no pensó en el tiempo, al cabo de 15 minutos la tienda estaba hecha aunque se mecía terriblemente inestable con cada pequeño ventarrón. KangIn se sintió agotado y entonces notó que LeeTeuk aún no había regresado. Tomó su linterna la cual había dejado en el suelo mientras trabajaba en la tienda y comenzó a iluminar los árboles que bordeaban el claro.

- ¿Hyung…? ¿¡Hyung!? - Comenzó a preguntar en un tono moderado, caminando en círculos por los bordes del claro, sólo podía escuchar el crujir de las hojas bajo sus pies al caminar, un grillo antisocial chilló en una esquina por unos instantes y volvió a quedarse mudo. - Hyung… ¿Estás ahí? - Volvió a decir, ahora la linterna le bailaba entre los dedos, notó el sudor frío resbalándole por la frente, sintió sus labios secos y el álgido clima que se calaba dentro de sus huesos.

Escuchó que algo se movió a unos metros de él en la oscuridad y de repente quiso regresar corriendo y esconderse dentro de la tienda. Pero no lo hizo y comenzó a caminar, alejándose del claro, dirigiéndose hacía ese chasquido que había roto el silencio momentáneamente, el corazón le latía con fuerza y su respiración se había hecho más rápida también, sus pupilas estaban completamente dilatadas por la oscuridad y sentía como si miles de ojos estuvieran observándolo desde diferentes puntos cardinales.

Entonces sintió un aliento tibio y escabroso en su nuca. Cerró los ojos sintiendo una parálisis momentánea en todo su cuerpo, quería salir corriendo de allí, alejarse de lo que fuese que estuviera a sus espaldas. Pero como era obvio en medio de una situación desesperada, sus piernas no obedecieron y se mantuvieron enterradas al suelo como raíces. Entonces sintió unas manos gélidas que lo abrazaban por la espalda y le envolvían el pecho como tentáculos.

- ¡BUU! - Gritó una voz y KangIn saltó como un gato que es inesperadamente sorprendido por alguna mano peluda que salde de una caja. Inclusive gritó. Si gritó. Se escuchó así mismo gritar y entonces la particular risa de LeeTeuk inundó el silencio del lugar. Se giró sólo para encontrarse con el rostro divertido de su Hyung que aún le sostenía por la cintura. Por unos instantes experimento una extraña sensación de estrangularlo y a la vez de abrazarlo aliviado porque había aparecido.

- ¡No vuelvas a hacer eso! - Chilló KangIn aún saliendo de su shock, llevándose una mano al pecho que le subía y bajaba con rapidez, pero no lo pudo evitar, la risa de LeeTeuk era demasiado contagiosa y terminó riéndose al cabo de unos minutos. Regresaron aún riendo al improvisado campamento, LeeTeuk traía varias ramas y palos entre las manos (KangIn le había ayudado a traer las más pesadas) y las dejaron al lado de la tienda. El mayor hizo un montoncito piramidal con las ramas recogidas, aún sonreía.

Y no supo por qué pero de repente sentía que la tensión del aíre se disolvía, que lentamente todo se volvía más tibio así la temperatura continuara descendiendo. La sonrisa de LeeTeuk lograba ese efecto, pensó por unos instantes mientras observaba como el mayor buscaba dentro de su maletín algo con que encender la fogata, KangIn le ofreció el encendedor que siempre cargaba por si le entraban ganas de fumarse un cigarrillo y con mucha dedicación, LeeTeuk logró encender un par de ramitas que se fueron consumiendo lentamente, el fuego fue extendiéndose débilmente hacía las otras ramas, comenzando a tener cada vez más fuerza.

- Bueno, no moriremos congelados eso es seguro… quizás perdamos un par de kilos por el hambre - Comentó LeeTeuk sentándose frente a la fogata frotándose los brazos entumecidos. KangIn de repente recordó la comida que había comprado para Hangeng y fue corriendo por ella y la sacó de su maletín. Era una bolsa de papel café claro con la marca del autoservicio que horas atrás habían dejado en el camino.

- Es de Hangeng, pero que importa - Murmuró KangIn ofreciéndole a LeeTeuk. Dentro de la bolsa habían varios bocadillos de arequipe, diversas galletas de chocolate y vainilla, dos botellas con jugo de mora y naranja respectivamente, también había un frasco con Yogurt de durazno y dos paquetes de papas fritas y demás chuchearías que se suelen comer en un viaje por el camino.

Comieron los bocadillos de arequipe primero y bebieron los jugos en silencio, observando el crepitar del fuego frente a ellos. Y de repente la noche no pareció tan mala frente a los ojos de KangIn, observó el firmamento y aunque no había estrellas (la espesa neblina no permitía ver más que la luna) a KangIn le pareció que era una noche maravillosa, el viento traía los suaves olores de la tierra húmeda y las hojas de pino, hacía frío, pero la fogata lo mitigaba y en su lugar podían sentir un suave calor bañando sus narices gélidas frente al fuego crepitante.

- Hyung… - Murmuró KangIn sintiendo la vergüenza como una oleada de brisa tórrida - Lo de la otra noche… - Masculló suavemente - En realidad… lamento haberte dicho esas cosas -

Se quedó en silencio sin poder decir nada más, su corazón parecía querérsele salir por la boca, ¡Oh dios! estaba tan asustado. Pero sentía la indómita necesidad de decírselo, como si el silencio de todos esos días le estuviera carcomiendo las entrañas como una rata hambrienta.


Continuara…

Notas de Helsic:

Quería seguir escribiendo D:!! tengo las ideas! XD ya se q pasará! Pero juemadre ya van 7 páginas de Word y tuve que dejar el capitulo hasta aquí ^^ mis caps siempre están medidos, no se pueden pasar más de 7 páginas de Word! O_o ese es espacio suficiente para desarrollar la idea :D
Nada de dibujos D:!!! porq no tengo tiempo *llora*

 


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