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El ángel y el Demonio por Helsic

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El Ángel y el Demonio
capitulo 33
~ Ridículamente romántico ~

 

 

Finalmente había pasado. Había ocurrido de verdad, Esta vez ¿Cuál sería la excusa? No había alcohol ni apuestas de por medio, todo había sucedido porque ambos habían querido. KangIn abrió los ojos luego de que la intensa sensación pasara y se encontró con que LeeTeuk aún continuaba acostado sobre su pecho, su respiración comenzaba a aquietarse y varias gotitas de sudor resbalaban por su cuello y se perdían más debajo de su clavícula. Aquella visión lo aterró. Deseó salir corriendo de ahí, romper la ventana y correr por la calle como un loco para alejarse lo más que pudiera de ese chico de cabello negro que ahora descansaba sobre su pecho. Momentos atrás, LeeTeuk había sacado su miembro y KangIn experimentó un extraño vacío mezclado con alivio. Le había dolido mucho, hubo un momento en el que creyó que su cadera se partiría con las embestidas de su Hyung, pero como estaba perdido entre el placer y el morbo que aquello le provocaba no le prestó mucha atención. Ahora que todo el ajetreo había acabado, sentía una ligera incomodidad en su cadera, como cuando uno hace mucho ejercicio y se desgarra un músculo.

 

- Hyung… - Comenzó a decir una vez habían pasado varios minutos de silencio en los que el mayor continuaba tumbado sobre él, solamente abrazándolo. - ¿Qué pasará ahora? -

 

- ¿Te gustó? - Le interrumpió LeeTeuk alzando ligeramente el rostro. KangIn intentó esconder el suyo en algún lugar pero le fue imposible. Sus mejillas volvieron a estar rojas una vez más.

 

- Si… - Murmuró avergonzado.

 

- Eso es lo único que importa… por ahora - Dijo entonces LeeTeuk y se levantó lentamente para tomar un pañuelito Kleenex de los que previamente había sacado del armario. Lo paseó por el vientre de KangIn limpiando la humedad. KangIn se sintió sumamente incómodo de que alguien más le estuviera ‘limpiando’, pero LeeTeuk parecía no tener ninguna segunda intención, simplemente lo hacía como si fuera algo normal. Luego de esto, se limpió así mismo también.

 

- Hyung… - Volvió a decir KangIn - Estoy hablando en serio… ¿Qué pasará ahora? - Entonces esta vez LeeTeuk le puso un par de dedos en los labios para callarlo.

 

- Yo también estoy hablando en serio - Le dijo sin retirar los dedos de ahí - No dañes el momento… ya… tendremos el resto de nuestras vidas para arrepentirnos de esto, para pensar, para deprimirnos… para lo que quieras -

 

KangIn se quedó mirándole. Esos ojos negros parecían tan llenos de todo y a la vez era tan complicado descifrarlos, la sonrisa de LeeTeuk ahora era triste y no le gustó para nada. Le transmitió una sensación muy parecida a la que sientes cuando estás a punto de trasbocar, fue como una nausea invisible y no le gustó que ese sentimiento flotara en el aire. Quizás LeeTeuk tenía razón y era mejor no pensar.

 

Por ahora.

 

LeeTeuk se levantó y se puso su pijama de nuevo, parecía perderse en sus propias reflexiones interiores pues su mirada estaba perdida en algún punto lejano, cuando terminó de vestirse apagó la lámpara de noche y sin girarse hacía KangIn le dijo un simple y seco “Que descanses” y se montó en la cama. Luego de esto la habitación quedó sumida en ese aterrador silencio que KangIn tanto odiaba.

 

Ese silencio que era el preludio de que algo estaba mal, muy mal. KangIn se quedó mirando el techo de su habitación sintiendo unas inexplicables ganas de llorar, de hecho las lágrimas se abultaron en sus ojos y comenzaron a arder, pero no quería cerrarlos o pestañear porque las lágrimas quedarían libres y no quería eso, no quería llorar. Tragó saliva mientras se vestía él también y volvía a quedarse tumbado en la misma posición como una especie de momia. ¿Y ahora que pasará? La pregunta volvía a su cabeza aunque no quisiera pensar. ¿Y ahora que pasará entre nosotros dos? ¿Qué soy yo ahora?.

 

Se giró de medio lado y se sintió infinitamente pequeño y sólo, de repente el colchón era tan ancho que le pareció estar en una planicie africana y no en su habitación. Mañana… mañana… mañana enfrentaría las consecuencias, mañana…

 

Pero aún no era mañana.

 

KangIn dudó mucho antes de levantarse del colchón lentamente y gatear hasta la cama donde estaba su Hyung. Se subió en ella y se acostó a un lado del LeeTeuk y con una timidez que pareció muy impropia en él acercó sus brazos para rodear al mayor por la espalda. Entonces fue cuando lo notó.

 

LeeTeuk estaba llorando silenciosamente.

 

Lo notó porque su espalda se movía entrecortadamente y logró escuchar unos débiles suspiros cuando estuvo cerca de él. Entonces lo abrazó con más fuerza sin saber que decir o que hacer, sólo abrazarlo fue lo que se le ocurrió. LeeTeuk se encogió como un niño pero tomó una mano de KangIn con las suyas dándole a entender que el abrazo estaba bien.

 

- Hyung… - Murmuró KangIn no muy seguro de cómo terminaría la frase.

 

- Estoy… estoy muy asustado… - Sollozó LeeTeuk.

 

- Yo… también - Respondió KangIn casi al instante. Deseó no estar asustado para poder darle algún consuelo, decirle algo que le hiciera sentir mejor, que le hiciera sentir seguro, pero no podía porque al igual que él era la primera vez que se sentía de esa manera. - Sólo… vamos a dormir ¿vale? - Le dijo entonces KangIn.

 

LeeTeuk asintió y se giró para corresponder el abrazo de KangIn y escondió su rostro en el pecho de este, mojándole la pijama con sus lágrimas.

 

 

***

 

 

El sol despuntó en la mañana tenuemente porque por esos días el Otoño comenzaba a volverse cada vez más frío. Los rayos chocaron contra la cortina de la ventana y retozaron allí iluminando la habitación con un suave color caramelo. Una esplendida fría mañana de domingo. KangIn abrió los ojos suavemente y lo primero que divisó fue el cabello oscuro de su Hyung. Entonces recordó todo lo ocurrido la noche anterior y un escalofrío recorrió todo su cuerpo en cuestión de segundos. Esta vez podía recordarlo absolutamente todo con una claridad y con tantos detalles como una película que hubiera visto repetidamente. Había hecho el amor con LeeTeuk. Habían tenido sexo porque habían querido, sin excusas de por medio. ¿Cómo habían llegado a esa locura? KangIn no encontraba una explicación lógica a ese gran problema, por que por más que intentaba recordar, no encontraba un punto de quiebre en todo lo acontecido con LeeTeuk como para que llegaran a algo como eso. Todo lo que había pasado entre ambos habían sido peleas y discusiones ¿Cómo era posible que ahora hubiera amanecido con él en su propia cama luego de una noche de sexo? (Maravilloso sexo además…) no, aquello simplemente no tenía sentido.

 

¿Desde cuando el amor tiene sentido KangIn?

 

No… aquello no podía ser amor. No podía serlo. Estaba simplemente yéndose por el camino fácil y obvio. Pero él no podía estar enamorado no. ¡Claro que no! A él le gustaban las chicas, había tenido tantas novias que no podía ni recordarlas.

 

Quizás LeeTeuk es como una chica para ti…

 

No, eso tampoco era. Si bien LeeTeuk tenía un rostro delicado, LeeTeuk seguía siendo todo un hombre a su modo. Era varonil a su modo y por supuesto no tenía comportamientos de chica. Era un líder con mucho carácter (que manipulaba todo a su antojo) y le gustaban las cosas de chicos. Quizás si era delicado, pero eso podría atribuirse al hecho de tener una vena artística. KangIn había leído en alguna parte que las personas que tenía una especial conexión con las bellas artes y la música, eran personas más sensibles que el resto de los mortales, en cierta forma esto les hacía delicados.

 

LeeTeuk se revolvió y murmuró algo entre dormido y luego abrió los ojos lentamente. A KangIn le parecieron dos pinceladas negras que lentamente se iban haciendo más gruesas con forme abría los ojos. Por unos instantes pareció sorprenderse, pero se quedó quieto y continuó en esa misma posición, abrazado a KangIn.

 

- B…buenos…días - Murmuró KangIn incómodo.

 

- Hola… - Dijo LeeTeuk y bostezó, una pequeña lágrima le salió del ojo derecho, se la limpió con un gesto torpe - ¿Dormiste bien? - Preguntó.

 

- Si… - Aceptó KangIn - ¿Y tu? - LeeTeuk asintió con la cabeza como respuesta. Se quedaron de nuevo en silencio. ¡Por un demonio! ¿Por qué era tan difícil abordar el tema? KangIn frunció el ceño molesto consigo mismo por no poder articular en palabras todo lo que estaba pensando.

 

- Hyung… - Comenzó a decir haciendo un esfuerzo sobrenatural para que las palabras salieran - Nosotros…-

 

Y justo entonces la puerta sonó. Alguien estaba tocando la puerta de su habitación, luego escuchó la voz de su madre.

 

- KangIn, Hijo - Comenzó a decir la madre. KangIn pegó un salto tan grande que casi se pega del techo, ¿Le había puesto seguro a la puerta del cuarto? No lo recordaba, si su madre la habría en ese momento, no tendría tiempo de tirarse al colchón y le encontraría abrazado a su Hyung. Lo descubriría. - Hijo, el desayuno pronto estará listo, bajen al comedor los dos -

 

Entonces escuchó pasos, su madre se alejaba. Y KangIn sintió que el alma le volvía al cuerpo. Se llevó las manos a la frente y suspiro. LeeTeuk dejó escapar una risita por la situación.

 

- Será mejor que bajemos - Dijo KangIn y se sentó en la cama, estiró los brazos y bostezó. LeeTeuk saltó de la cama y se agachó para recoger algo que había en el suelo.

 

- No has abierto mi regalo - Exclamó LeeTeuk y se giró. Tenía el empaque de regalo que había traído en la noche anterior.

 

- Hyung… no tenemos tiempo, hay que bajar - Respondió pero LeeTeuk le extendió el empaque y tuvo que recibirlo. Comenzó a destaparlo, cuando pudo abrirlo no alcanzó a ver el contenido porque los labios de LeeTeuk rozaron los suyos en un beso rápido y fugaz. El calor se le subió de inmediato hasta las orejas al sentir el suave contacto.

 

- Vamos a desayunar - Dijo rápidamente LeeTeuk corriendo hacía la puerta. KangIn observó el contenido de la pequeña caja de regalo y vio que había una nota que decía “Reclama tu regalo en la sala de música” alzó el rostro pero LeeTeuk ya estaba abriendo la puerta y cuando iba a preguntar, escuchó como su madre volvía a llamarlos a desayunar.

 

 

***

 

Ese día desayunaron sin ningún contratiempo, para alivio de ambos, los padres de KangIn no habían escuchado sonidos extraños durante la noche y no sospechaban absolutamente nada, el desayuno fue bastante agradable, pues LeeTeuk le cayó muy en gracia a su padre y se la pasaron hablando de temas al azar, como la noche anterior. El ambiente se sentía familiar y eso hacía sentir a KangIn tranquilo, había estado preocupado por el hecho de que su familia tratara a LeeTeuk con mucha frialdad y viceversa. Que se sintiera esa sensación de ‘Aquí sobra alguien’ pero no fue así. Era como si LeeTeuk hubiera sido su amigo de toda la vida y sus padres lo invitaran a desayunar todos los fines de semana. Luego del desayuno, LeeTeuk se bañó y se puso la ropa del día anterior. KangIn también se bañó, se vistió y cuando salió de su habitación se encontró con que su madre le estaba mostrando el álbum de fotos familiares a LeeTeuk.

 

- Y esta es donde se disfrazó de Batman a los 8 años - Decía su madre con aprensión. LeeTeuk dejó escapar una risita.

 

- Le queda bien el cuero - Comentó y su padre fue esta vez quien rió. KangIn volvió a cerrar la habitación avergonzado. ¿Por qué tenían que mostrarle esas fotos a él? Pensó molesto, recostado en la pared, entonces súbitamente recordó la foto en donde salía disfrazado de chica por una apuesta perdida a los 11 años. Abrió la puerta y bajó las escaleras como un loco y se abalanzó sobre el álbum de fotos como si su vida dependiera de ello. Pero su mama lo esquivó hábilmente y KangIn cayó en uno de los muebles de la sala.

 

- Y esta es cuando perdió una apuesta y lo vestimos de niña - Dijo la mamá con dulzura - ¿No quedó adorable? - Dijo su madre llevándose una mano a la cama. Su padre reía mientras sostenía un periódico en las manos.

 

- Si… adorable… realmente parece una niña - Exclamó LeeTeuk y KangIn notó el esfuerzo sobre humano del mayor para no reír.

 

- ¡MAMÁ! - Gritó KangIn - ¿Por qué le muestras esas fotos? - Se quejó colorado hasta las orejas.

 

- Es la primera vez que traes a un amigo a la casa hijo - Exclamó la mamá como si aquello fuera obvio - Siempre quise mostrarle el álbum familiar a un amigo de mi hijo… como en las series de televisión -

 

- Mujer, deja de ver tantas series Americanas - Dijo entonces el Padre riendo con una risa que sonó algo así como un ‘Ho ho ho’  de Papa Noél.

 

Entonces fue el turno de reír de LeeTeuk y luego de que su risa de bruja loca inundara el lugar, los padres de KangIn se quedaron observando a LeeTeuk como sin creer que ese sonido hubiera salido de su boca, acto seguido rieron también. KangIn quien quería meter su cabeza dentro de un matero, no pudo evitar sentirse aliviado de tener un rato de alegría, antes de afrontar la realidad.

 

Luego del episodio del álbum de fotos, LeeTeuk se fue casi hacía el medio día, a pesar de que su madre intentó que se quedara también a almorzar. Pero LeeTeuk la rechazó elegantemente diciendo que iría a visitar a sus padres también. Finalmente la noche llegó y KangIn se despidió de sus padres para regresar al apartamento que compartía con los demás chicos de SM.

 

- Tu Hyung Park Junsu es un chico encantador - Le dijo su mamá mientras le organizaba unos mechoncitos rebeldes de su cabeza en el pórtico de la entrada de la casa - Tu padre le ha cogido aprecio rápidamente y ya sabes como es tu padre - KangIn asintió, aquello era cierto, su padre era demasiado serio con los extraños y siempre lograba ahuyentarlos con su mirada. - Me ha dicho que cuando quieras volver a invitarlo a venir, no dudes en hacerlo y yo también pienso igual, cuando quieras venir de nuevo a casa con él, es bienvenido -  Finalizó con un gesto cariñoso - Fue muy bonito de su parte haber venido a tu comida de graduación, los chicos de hoy en día sólo quieren ir a fiestas y tonterías así - KangIn volvió asentir - Si tienes oportunidad, salúdame a la señora Park seguro que es una buena mujer -

 

- Si Mamá… lo haré - Exclamó KangIn antes de despedirse para regresar al apartamento. La señora Park y el señor Park, pensó KangIn mientras caminaba por la calle, solo faltaba que los dos matrimonios se volvieran amigos, pensó antes de tomar el tren. Aquello ya sería ridículamente romántico.

 

Por lo pronto, eso de que “Reclama tu regalo en la sala de música” le tenía intrigado. ¿Qué sería su regalo? Por unos instantes pensar en ello le hizo olvidar sus preocupaciones en torno a la noche de locura y pasión con su Hyung. Si, quizás era mejor no pensar tal y como había dicho LeeTeuk, quizás era mejor esperar a que fuera el tiempo el que ayudara a desenvolver mejor las cosas.

 

El tiempo… el tiempo que todo lo cura pero que también destruye.

Ten mucho cuidado KangIn…

 

 

Continuará

 

Notas finales:

Notas de la Autora:

*^* Ame la escena Angst luego del ajetreo y tmb la escena con la familia ^^. Nuevamente este capítulo ha sido basado en cosas de la vida real xD, en la vida real, KangIn y LeeTeuk se llevan muy bien con los padres de ambas familias ^^ yo leí q KangIn llama “Papá” y “Mamá” a los padres de LeeTeuk y viceversa, porq una vez Kangino fue a recoger a LeeTeuk al Kiss the Radio (luego del accidente) y la madre de Teuk (o era el padre no recuerdo D:) también fue y una fan q estaba con un grupo de fans a la salida, vieron como Kangin abrazaba a LeeTeuk al saludarlo y llamaba ‘Mamá’ (o papá XD) a uno de los padres de Teuk.

 


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