Capitulo 4: Tus recuerdos en el espejo
Canción de inicio: Midorikawa Hikaru-soshite yami no saki ni
De regreso a la época actual, Takao asistió una vez mas a clases, esta vez con el rostro triste y melancólico, y el primero que lo descubrió fue Kai, al salir de las clases, para ir ambos como siempre a casa.
--¿te sucede algo?, te ves mas serio que antes—le preguntaba, con las manos en la cabeza
--O.O fue la misma pregunta que él me hizo —entonces, sin pensarlo, le agarró las mejillas, para verlo a los ojos, cosa que le extrañó a Kai, haciendo que se sonrojara.
--¿estás bien?—le volvía a preguntar, mientras le agarraba las manos, mirándolo con extrañes, y Takao le respondía con lágrimas en los ojos, para después abrazarlo
--¡Kaaai!
--¿o.O, que es lo que te picó?, ¿y ahora por que lloras?—lo abrazó también
--snif, snif, si se parecen T.T--pero Takao no le respondió ni una sola pregunta, se quedó en silencio todo el camino, hasta que hubo llegado a casa, y entonces, sin razón alguna, lo besó en los labios, después lo agarró de la mano, y lo invitó a pasar a su casa, le pidió se sentara en la entrada, y así lo hizo, mientras, Takao subió a su habitación a dejar la mochila, y se cambió de ropa.
--¡eres rápido, Flash!—se burlaba de lo rápido que se había cambiado
--si—le respondía con una sonrisa, para después sentarse a su lado.
--¿Por qué no me dices lo que te pasa?, ¿Por qué te me quedaste viendo así, y por que ese beso tan repentino?—exigía saber, cruzándose de brazos un poco molesto por el comportamiento del moreno.
--lo siento, es que…no me he sentido muy bien últimamente, además…me gustaría contarte que conocí a alguien durante tu ausencia.
--¿o.O?
--¡no, jeje, no te preocupes, no es ningún otro amor! O.O, ¡bu…bueno, si pero…es que…es raro, por que…se parece a ti—Kai seguía sin comprenderlo, así que le pidió lo dejaran así, pero Takao le mostró la espada, y Kai inmediatamente la reconoció como una reliquia de sus ancestros.
--¿de donde la sacaste?
--mi abuelo la compró en un mercado sabía que se le hacía conocida —sonreía, mientras la sostenía en sus brazos.
--¿se te hace familiar?
--o.O, a-algo, es una de las reliquias de mis ancestros—con eso hizo que Takao se sorprendiera, pues todo lo que Zaeta le había dicho era cierto.
Se la pasó contándole sobre Zaeta, y el parecido que tenían, e hizo que Kai le creyera, dejándolo con el ojo cuadrado de la sorpresa.
--¡jajaja, parece mentira lo que me dices, pero…te creo, pues la espada ciertamente tiene el poder de llevarte a la época de donde es originaria!
--¿o.O, como lo sabes?
--mi abuelo me lo comentó hace tiempo, antes de echarla de la casa, es que estaba contaminando el ambiente. Te sugiero que la tires, pues tal vez algún día el sello se rompa por completo, acabando con esta época—no le hizo mucho caso, pero la volvió a llevar a la bodega, y en cuanto lo hizo, continuó platicando de todo lo que Zaeta le decía, al final, Kai se aburrió, quedándose dormido en sus piernas.
--se ve taaan lindo —se decía, mientras le acariciaba los cabellos.
Inicio del romance: Hitomi-Stories
Pronto hubo pasado una hora, para que llegara la noche, entonces Takao se levantó, dejándolo acostado en la entrada, y fue a su habitación por una cobija para cubrirlo del frío que hacía. Aprovechando que no estaba su abuelo (ya que se había ido de viaje con su padre), pasó por la cocina por unos aperitivos, pero cuando llegó, ya no encontró a Kai
--o.O, ¿A dónde habrá ido?, ¿habrá regresado a su casa?, quien sabe. ¡Hm, que mal, tan bien que la estábamos pasando!—pero no se percató de quien estaba detrás suyo
--¿me buscabas?—lo abrazó por detrás deslizando su mano por el interior de la playera del moreno, mientras le acariciaba el pecho suavemente.
--¡ah…Kai, no-no sabía que estabas adentro!—se sonrojaba, mientras trataba de conservar la calma.
--dime una cosa, ¿Zaeta jugaba contigo?
--O.O ¿huh?, n-no, pero…
--¿pero?—lo besó en los labios, mientras dirigía su boca hacia su cuello, para jugar con él. Pero el moreno no se quedó atrás, y dándose la vuelta hacia él (para quedar de frente), acercó los labios a sus oídos y la mano a su pantalón.
--Te amo—le susurró, mientras que, a través de la suave tela del pantalón, pudo sentir como su miembro se endurecía, entonces frotó el material con suavidad.
--yo también—le respondía el mayor, tratando de retirarle la mano, para que evitara avanzar, pero no lo consiguió, ya que el moreno le bajó el cierre, tocándole el sexo con la punta del dedo índice.
--¡No juegues!—le sacaba la mano lentamente, mientras le sonreía burlonamente. Para después darle otro beso y llevarlo poco a poco a las escaleras que daban a su habitación. Takao se percató de ello, sorprendiéndose un poco, ya que no podía ver hacia donde caminaba.
--¡Ah, las esca…le…!
--no te preocupes, si te caes yo te atrapo—le volvía a sonreír, llevándoselo en los brazos hasta la habitación. Ahí, juntos, en el centro de la habitación, comenzaron a desvestirse ambos, al final, Takao le desabrochó el cinturón y el pantalón, bajándolo junto con los calzoncillos. Notó como su miembro seguía erecto, entonces Kai lo tomó de los hombros, guiándolo hasta la cama, donde lo obligó a sentarse. El corazón de Takao latía con fuerza, mientras intentaba resistir el calor que lo invadía en esos momentos. Kai se acercó a él, lentamente, para después empezar a jugar, besándolo en el cuello, y al poco tiempo, él hizo un movimiento tal que ambos giraron y Takao quedó encima. Lo jaló hacia abajo para chuparlo y lamerlo. Mientras que él hacía lo mismo. Conforme lo recorría con la boca, se volvía mas largo y firme. Lo que Kai le estaba haciendo se sentía muy bien. Su lengua entraba y salía rápido, le chupaba donde era sensible, y otra vez entraba y salía. Sentía que el calor se le escapaba una y otra vez, quemándole los muslos, y sabía que estaba mojado, empapado. Empezó a tomar aire profundamente, sintiendo que perdía el control. En un momento que pasó demasiado aprisa como para recordarlo, antes de que pudiera detenerlo, lo acomodó sobre la cama, y lo penetró, con movimientos largos y continuos. Apenas tuvo tiempo para doblar las rodillas, empezó a gemir, acercándose más a él en el movimiento final.
Se quedó encima de él, adentro, y Takao se dejó envolver por el sueño. Pero cuando él se retiró, se despertó y lo observó con los ojos entreabiertos. Kai caminó por la recamara se vistió, y se dirigió al espejo del baño, observando su reflejo. Notó algo totalmente distinto a las veces anteriores, en que solía verse. Sin duda había algo, pero no sabía que era. Sin tomarle mucha importancia al asunto, se dirigió a la ventana, y se sentó, observando la luna. Takao, como queriendo traerlo de vuelta a la cama, lo llamó, pero el bicolor solo volteó a verlo con una sonrisa en sus labios, haciendo que se levantara y se pusiera la pijama, para acompañarlo también, después que lo volvió a ver, ahora mas de cerca, para después abrazarlo, notó en sus ojos el brillo que tenían hace tiempo los de Zaeta. Sin duda esa noche parte de aquél ángel los acompañaba a ambos.
FIN