Capítulo II: Boda y todo el cortejo.
Sasuke, vestido en un kimono celeste que tenía el símbolo Uchiha y un hakama azul oscuro, rápidamente emprendió su viaje hacia la casa de Iruka. Él, por su propia vida, no podía recordar ningún otro momento en el que hubiese estado tan nervioso como lo estaba ahora. Sentía como si fuese a ser ejecutado con la guillotina, lo que era bastante tonto como para que lo pensase. Después de todo, sólo iba a pedir la mano de Naruto en matrimonio. ¿Qué tan difícil podía ser aquello? Su mente respondió esa pregunta enviándole imágenes de ese tiempo en que había herido a Naruto, haciéndolo gruñir.
Tomo un profundo respiro antes de golpear la puerta de Iruka. Como esperaba, Naruto fue quien abrió la puerta y dándole una deslumbrante sonrisa a Sasuke.
“Te ves horrible, bastardo,” comento el rubio, “no te preocupes. Las cosas irán bien.”
Sasuke le hubiese creído a Naruto, si tan sólo no hubiera visto como esas morenas manos temblaban mientras intentaban alcanzar las suyas. “Vamos. Están esperando,” oyó decir al rubio a la vez que era jalado dentro de la casa y guiado hacia el living.
‘¿Están?’Mentalmente repitió Sasuke. Su nerviosismo aumento diez niveles mientras asumía que ‘están’ se refería a Tsunade y Jiraiya. Pero a pesar de lo que estaba sintiendo entendía que los dos sannin tuviesen el derecho de estar allí ya que los dos trataban a su rubio como familia.
Nada había preparado a Sasuke cuando se percato, una vez que puso un pie en el cuarto, que ‘están’ no solo significaba los dos sannin, sino que a todos los novatos, Sai, el equipo de Gai y todos los equipos con sus respectivos senseis. Qué demonios, grito la mente de Sasuke con todo lo que podía. ¿Acaso se había encaminado a una misión informativa o alguna reunión?
Miró a Naruto, su mirada silenciosamente preguntaba ‘¿Por qué están aquí?’
La mirada de Naruto replico ‘muérdeme. Ellos ya estaban aquí cuando llegue. Probablemente se corrió la voz.’
Por una fracción de segundo, el Uchiha deseo que se abriese el suelo y tragase a todas estas personas que no habían sido invitadas, las que lo estaban agitando más.
Para acomodar a todos, los muebles habían sido colocados a los lados y todos estaban sentados en el piso y ahora observaban a Sasuke quien por un segundo permaneció enraizado al suelo, antes de que en conjunto con Naruto se sentaran frente a todos.
Dirigiéndose a todos en vez de tan solo a Iruka como lo había planeado, dijo solemnemente, “permítanme a mí, Uchiha Sasuke, casarme con Naruto.” Entonces puso sus dos manos frente a él y sobre el suelo, y se inclino exageradamente, su frente tocaba la alfombra. Palabras de aliento y persuasión flotaban en su mente. El no permitiría que este día terminara sin la aprobación de ellos, especialmente sin la de Iruka.
Todos pensaban que el Uchiha se detendría luego de haber realizado esa inclinación así que todos estaban impactados cuando escucharon al ninja pelinegro, que aún estaba agachado decir, “por favor, permítanmelo. Se los suplico.”
Naruto estaba demasiado nervioso como para percatarse de la sorpresa de todos y asumió que su silencio significaba que todos estaban en contra de su matrimonio, así que sigo a Sasuke y también rogo. “También se los ruego.”
Sasuke estaba por continuar rogando cuando sintió a alguien ubicarse frente a él. “Levanta tu cabeza, Sasuke-kun, Naruto,” dijo gentilmente Iruka. Encontrando la oscura mirada de su estudiante, puso una mano sobre el hombro de Sasuke y dijo, “te entrego a Naruto. Por favor hazlo feliz.”
La felicidad inundo el rostro de Naruto mientras parpadeaba en el rostro de Sasuke antes de que asintiera afirmativamente. El resto de ellos comenzó a aplaudir y entonces alguien ofreció copas de champagne.
Naruto y Sasuke se pusieron de pie, uno al lado del otro, en el balcón, observando la noche inundada de estrellas mientras que los otros se divertían dentro. El rubio ubico su cabeza en el hombro de su prometido y suspiro.
“Estoy tan feliz.”
Sasuke levanto uno de sus brazos para envolver los hombros de Naruto, acercándolo. “Serás más feliz,” murmuro, antes de agacharse para darle un apasionado y conmovedor beso.
La boda Uchiha-Uzumaki no era un evento publico de Konoha ya que tanto Sasuke como Naruto querían que su boda fuese entre esa gente que llamaban amigos.
Así que el resto de los novatos, sus senseis, Iruka, Jiraiya, Shizune, Raido, Genma, Izumo, Kotetsu Udon, Konohamaru, Moegi, Sai, Gaara y sus dos hermanos, Teuchi (el dueño de Ichiraku) y su hija—Ayame fue la única testigo mientras intercambiaban los votos frente a Tsunade en la cima de la montaña Hokage.
Sasuke y Naruto estaban vestidos en formales y negros kimonos y haori, ambos llevaban sus respectivos símbolos familiares, y grises hakama. Tsunade y Gaara usaban sus trajes de kages. Ayame y su padre eran los únicos que utilizaban vestimentas formales mientras el resto llevaba su respectivos y perfectamente planchados uniformes ninjas.
Mientras el primer rayo de sol caía sobre la tierra, Tsunade declaraba a Sasuke y Naruto como marido y mujer, emm, marido. Entonces la Godaime le dio a Sasuke permiso para besar a su rubio y sonrió diabólicamente antes de darle un tirón a su esposa y caer sobre esos besables labios.
Los aplausos de la audiencia se detuvieron para ser reemplazados por silbidos a lo que supuestamente debía ser un casto beso y que se había transformado en uno largo y apasionado, el que hubiese continuado si Tsunade no se hubiese aclarado su garganta de una forma amenazante.
La recepción se sostuvo en la mansión Uchiha y mientras todos ingresaban, Sasuke espero a Naruto junto a la puerta corredisa. Una pequeña sonrisa agraciaba sus labios mientras su mirada caía sobre su anillo de matrimonio. Su sortija era lo apuesto a la de Naruto. La suya tenía grabada el símbolo Uzumaki en el exterior, mientras que el símbolo Uchiha estaba en el interior. Se sentía extraño ver que algo decoraba su mano derecha pero no significaba que fuera desagradable. La cinta era más que la conexión tangible que tenía con el rubio, esta era la parte tangible de su amado que siempre llevaría. Le recordaría que pertenecía a alguien, así como alguien le pertenecía a él y que el tan sólo era la mitad de su círculo perfecto.
Alzo la vista a la vez que sentía que Naruto se acercaba al otro lado de la puerta. La corrió y sonrió apreciativamente mientras veía a Naruto usar uno de sus regalo hechos por el—un profundo kimono azul rey que ahora llevaba el símbolo Uchiha.
“¿Bueno?” Naruto pregunto casi tímidamente. Sólo había una cosa en las cómodas ropas que Sasuke le compraba que lo hacía sentir incomodo y torpe, como si no fueran para él.
“Te ves hermoso,” contesto suavemente Sasuke y su sonrisa se volvió traviesa mientras agregaba, “pero te apuesto a que te ves despampanante cuando no la ocupas.”
Naruto se sonrojo y balbuceo, “pervertido.” Coloco su mano sobre la que Sasuke le ofrecía.
Sus invitados se quedaron en silencio mientras observaban las suaves bromas entre la pareja. Sasuke entonces se dirigió a todos ellos y anuncio orgullosamente como si hubiese encontrado el tesoro más grande sobre la tierra, y en su opinión lo era, “Damas y caballeros, mi esposa, Naruto Uchiha.”
“Un brindis por los recién casados,” grito Kiba rompiendo el silencio como olas en aguas tranquilas.
Un murmullo de “aquí, aquí” retumbo antes de que Konohamaru hiciera otro brindis. No termino hasta que todos hubiesen hecho un brindis por la pareja.
Y entonces estaba solo y desnudo en la gran cama de Sasuke, en su enorme cuarto. Sasuke descansaba a su lado izquierdo, su cabeza sobre su codo mientras dejaba sus ojos vagar sobre su más grande posesión.
Bajo esos oscuros, depredadores y posesivos ojos, el respirar de Naruto se volvía superficial y agitado. Se preguntaba porque Sasuke no lo estaba tocando siendo que desde su compromiso, el apenas mantenía esas manos lejos de él.
“¿Sasuke?” pregunto, sus aprensivos ojos azules chocaron con ojos negros.
“Pídeme que te bese,” dijo Sasuke roncamente.
“Bésame.” Y Sasuke lo hizo, lenta y cuidadosamente como si Naruto fuera una cosa muy frágil.
“Pídeme que te toque.”
“Tócame.”
Y cuando Sasuke dejo sus manos vagar posesivamente, marcando todo lo que tocaba como suyo, sus besos se volvieron rudos y desesperados.
Naruto respondió a las abrasadoras atenciones de su esposo. No queriendo dejarlo ir o que se detenga, daba más de lo que tomaba. Estaba sintiendo muchas sensaciones intensas y se preguntaba porque seguía vivo cuando esta sobrecarga de sentimientos lo podía haber matado. Pero era suficiente… nunca suficiente cuando se trataba de Sasuke.
“Mas… quiero más,” gimió mientras Sasuke le daba pequeñas y agudas mordidas. Sintió esos perversos labios rozarse contra su cuello mientras Sasuke murmuraba, “yo también.”
“¿Entonces que estas esperando?”
Sasuke recorrió con su dedo sus muslos, haciendo que los músculos de Naruto se relajaran y sus huesos se hicieran jalea. Esos pequeños sonidos que Naruto hacia lo estaban destruyendo a él y a su control, pero se aferro a lo que tenia de cordura. Quería satisfacer a Naruto, tanto como su consumación.
“Tómame, Sasuke. Complétame.” Era un susurro pero fue tan fuerte como un trueno para los oídos de Sasuke y esta vez se soltó. Libero al animal que había permanecido dentro de él. El no tan solo violo esa dulce boca sino todo. No dejo nada que permaneciera sin ser tocado o saboreado.
Sus manos eran tan avaras como las de Sasuke. Su boca tan agresiva como la de él. Naruto sabía que estaba siendo comido vivo pero en vez de detenerlo, lo animo. Rindiéndose a su depredador. Gritando mientras Sasuke agasajaba sus pezones. Se pego a él mientras sus manos se conducían felizmente sobre el cuerpo de Sasuke, sintiendo y probando. Grito mientras Sasuke se adentraba en el, calor con calor, llenándolo por completo hasta rebosar.
Luego de una eternidad y con un gemido gutural, Naruto insto a Sasuke a moverse. La sensación producida por el empuje era una poderosa explosión que dejo a Naruto viendo luces tras sus pestañas e inundando su alma. Aferrándose a Sasuke, lo emparejo en velocidad y agresividad.
Más de Naruto era en todo lo que podía pensar mientras ese aro de músculos se relajaba para aceptarlo. Se sumergió aún más mientras sentía más de si ser jalado dentro. Desquiciado por el placer del estar dentro de Naruto, observo su rostro, totalmente contorsionado con indescriptible placer. Sus ardientes ojos se encontraron y Naruto jalo a Sasuke para darle un profundo beso.
Sasuke tomo a su rubio más rápido más profundo, y la explosión los meció en las mismísimas raíces de su alma, dejándolos mareados y completamente perfectos. Y a la vez que Naruto se derretía bajo el, Sasuke vertió su esencia dentro de él. Se rindió a él de la misma forma que Naruto lo había hecho con hace unos minutos atrás.
Continuara…