No sabe cuanto tiempo lleva dormido, y gracias al cielo sin soñar con su hermano. Se da la vuelta bostezando cuando siente que hay alguien echado a su lado. No le hace falta abrir los ojos para ver quien es, sabe que es él.
Se queda muy quieto donde está. Tumbado de espaldas sintiendo como su hermano se le acerca más y rodeando su cintura con una mano se acomoda mejor suspirando.
Siente como su cálido aliento le roza la piel del cuello, como miles de escalofríos le recorren el cuerpo por dentro…
Solo están durmiendo juntos, no hacen nada malo. Levanta muy despacio un brazo y lo pasa por encima de su dormido hermano, atrayéndole más a él y poniendo los labios contra su pelo, aspirando ese aroma que tan familiar le era.
Su hermano olía a fresas. Le encantaba que usara esos productos para peinar su cabello con olores frutales. Siempre había algo que le recordaba a él, cuando desayunaba solo en la habitación del hotel pedía fresas…se las acercaba a la nariz y respiraba profundamente con los ojos cerrados para sentir así su presencia…
Se muerde los labios para ahuyentar así las ganas de besarle que le estaban entrando. Solo en la mejilla….quizás un poco más abajo…¿en la comisura de sus labios?
Suspira y decide tratar de volver a dormir, todavía faltaba mucho para llegar a su destino…. ¿o acaso no estaba en sus brazos dormido?
Espera pacientemente hasta que le oye respirar con suavidad. Por fin se había quedado dormido. Solo entonces abre los ojos y se permite respirar hondo. Cuando le sintió moverse no lo pudo reprimir y se volvió en su busca, acomodándose en su pecho abrazando su cintura.
Pero no contaba con que su hermano levantara un brazo y le abrazara. Se puso tenso, esperando el momento en que quizás se aprovechara y le diera un beso….
Pero su hermano era distinto a él en ese aspecto, no sentía lo mismo, solo le quería como el buen hermano que era.
Siente que los ojos se le llenan de lágrimas, pero no hace nada para impedir que salieran. Se merecía llorar, por pensar de esa manera. Se merecía sentir dolo por amar a su hermano cuando sabe que no debiera.
Sollozando en silencio va cayendo de nuevo en un dulce sueño….
-Bill…-oye la suave voz de su hermano.
Se da la vuelta y le ve llegar corriendo, con los brazos extendidos sobre los cuales se arroja sonriendo.
-Te he echado mucho de menos-le dice si dejar de besar su cuello.
Tom ríe y le abraza más fuerte. Siempre le gustaba que le demostrara cuanto le amaba, aunque tuviera que hacerlo cuando nadie miraba.
-Solo he estado fuera un minuto-exagera abrazando su cuerpo.
-Para mi ha sido un año entero…no me dejes solo nunca más….no me dejes de abrazar…-suplica entre sollozos.
-Nunca más….aunque solo sea un sueño…
-Soñamos lo mismo…nos querremos en ellos, nadie podrá impedirlo.
Tom asiente y cogiendo su cara entre sus manos la acerca lentamente a sus labios, rozándolos con la lengua antes de probarlos.
Sonríe al sentirle gemir en su boca, como se aferra más a su cintura…como poco a poco le hace abrir los ojos…
-¡Bill!-susurra despierto del todo.
-Calla…no rompamos el sueño-le suplica contra sus labios entre abiertos.
Pero eso ya no era un sueño, era la cruel realidad en la que vivía….separados de día, bien juntos de noche…
-Nos pueden pillar…y esto no está bien-dice con firmeza.
Le suelta sin saber como llegó a abrazarle tan fuerte, pasa por encima de su cuerpo con prisas al sentirle duro y dispuesto, y solo por un simple beso.
No se vuelve para verle, ni se molesta en calzarse. Solo echa correr escaleras abajo dejando a su hermano llorando solo en su cama.
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