Capitulo 2
Te encontré
By Aniki-sama
El taxi se detuvo frente a un pequeño establecimiento con un gran letrero luminoso que decía, Ichiraku el rubio bajo tranquilamente de taxi pagándole el precio del viaje al conductor, en cuanto bajo pudo escuchar que alguien cantaba de verdad se sorprendió al ver que la canción provenía del pequeño bar, lo cual si era raro ya que nunca habían presentado música en vivo.
Cuando cruzo la puerta vio que no había mucha gente tan solo unas cuántas personas dispersadas por las mesas de el bar pero cuando su vista se enfoco asía la esquina de establecimiento donde vio a un pelinegro como de su misma edad, cantando una estrofa de la canción de el grupo que hasta hace poco momentos el representaba. Pero la forma en que la cataba era tan diferente a la forma en que lo hacia Sai.
Se acerco a la barra para poder observar mejor al pelinegro que seguía cantando de esa manera que por alguna razón le avía cautivado, es como si el de verdad sintiera la canción cuando la cantaba una gran diferencia a Sai, que solo la cantaba por mera obligación.
—Que desea que le sirva señor — la voz de el barman lo saco se sus pensamientos —Si, una copa de Sake por favor —volteo su mirada asía el cantinero por unos segundos para después voltearla asía donde se encontraba el azabache, pero el ya no se encontraba ay, miro asía todos lados pero no lo veía hasta que miro a un lado de el, y ay se encontraba el sentado a su derecha con los brazos recargados en la barra.
—Sírvame una copa de syou-chû —pidió el pelinegro, mientras su mirada se mantenía fija en la barra, por lo que Naruto pudo notar su mirada parecía estar triste.
El rubio sintió una necesidad por preguntarle por que estaba triste, el era una persona extrovertida pero no metiche nunca iba por hay preguntándoles a todas las personas como se sentían pero ese pelinegro le despertaba la extraña necesidad de saber todo lo referente a el.
—Por qué esta triste —le pregunto como si no fuera importante mientras le daba un sorvo a su bebida.
—Qué te importa —hablo seria el pelinegro para luego pagar su bebida y salir de hay rápidamente.
El rubio también pago su bebida y salió de el establecimiento, busco con la mirada al pelinegro y lo vio sentado en la banca de la parada de autobuses. Rapidamente se dirijio hacia el.
—Deja de perseguirme —dijo como si realmente no le importara mucho lo que el rubio hiciera, pero tampoco le gustaban las personas metiches como el ojiazul.
—Quien te esta persiguiendo. Que piensas que eres el único que toma el autobús —hablo mordaz el rubio, la verdad era que si lo estaba siguiendo pero el pelinegro no tenia que saberlo.
El ojinegro solo volteo el rostro algo enfadado y no solo con el rubio, es que todo le estaba saliendo mal y que mejor que desquitarse con un completo desconocido.
—Oye —dijo el lindo rubio mientras su mirada se mantenía en el piso—cantas muy bien, tienes una linda voz y no desafinas — término por decir el ojiazul sin quitar su azulina mirada del suelo.
—Tu que sabes — hablo con fastidio el moreno.
—Más de lo que tu crees.
— Eres cantante o qué.
— No exactamente en realidad soy, bueno, era manager de un grupo de rock, y por eso creo que tienes una excelente voz me atrevería a decir que mucho mejor que la del vocalista de el grupo que representaba — dijo con una serena voz el ojiazul.
Pero el rubio no se dio cuenta cuando el azabache se levanto se el asiento para abordar un camión, si pensarlo mucho siguió al pelinegro y abordo el mismo autobús, en realidad no tenia ni la menor idea de porque estaba siguiendo al pelinegro pero tenia la sensación que si seguía con el azabache algo bueno pasaría o que el pelinegro terminaría por golpearlo, pero eso era lo que menos le importaba.
De inmediato tomo asiento a lado del ojinegro que solo lo miro con una mueca de fastidio pero no le dijo nada. Pasaron unos incómodos cinco minutos hasta que el azabache se digno a hablar.
—Por que me estas siguiendo.
—Ya te dije que no te estoy siguiendo. Que tú eres el único que se pude subir a este autobús. De verdad tienes un serio problema de paranoia.
—Entonces, dime hacia donde va el autobús — hablaba con los brazos cruzados el moreno.
—Ha pues va para…— la verdad era que no tenia ni la menor idea de hacia donde iba.
— Vez, quien se sube a un autobús si saber a donde va, al menos que estés siguiendo alguien. Ahora si me vas a decir por que demonios me estas persiguiendo.
—Bueno si te estoy siguiendo pero no es por nada malo.
—Entonces por que diablos lo haces.
—Es que quiero ser tu representante —hablo con voz firme el rubito.
—Mi que —el pelinegro estaba algo confundido, por la proposición de el ojiazul.
—Tu representante, ya sabes quien te consigue lugares para tocar y buenas ofertas de trabajo y se encarga de tu difusión por distintos lugares, no es por auto van gloriarme pero yo tengo muy buenos contactos en el mundo de la música y con tu voz y tu cuerpo estoy seguro que en pocos meses serás muy conocido.
Sasuke no era idiota y sabía lo que hacia un manager, pero no estaba seguro de aceptar la propuesta del de cabellos rubios.
— Y según tu por que debería aceptar tu propuesta.
— Si quieres seguir tocando en ese bar y que nadie te escuche no aceptes pero si quieres ser reconocido, admirado e idolatrado por cientos de personas sin contar todo el dinero que puedes ganar deberías aceptar.
— Y como se que no eres un fraude como muchos que andan por hay.
—Para que me creas para mañana te consigo una tocada en — el rubio pensó por unos segundos, Para luego decir con voz segura — el antro hebi.
El pelinegro se sorprendió de verdad ese rubio tendría tantos contactos como para conseguirle poder tocar en el mas famoso y exclusivo antro de la ciudad. —Entonces que ¿trato hecho?—volvió a hablar Naruto
—Bien si tu me consigues la oportunidad de tocar en el Hebi mañana yo aceptare tu propuesta —dijo algo incrédulo el morenazo.
—Te lo aseguro que para mañana en la noche estarás hay, solo dame tu numero y yo te llamare te lo prometo.
El azabache le entrego un pedazo de papel con su número de celular, pero estaba casi seguro que el ojiazul no lo llamaría, pero que podía perder si no tenia nada en realidad.
El rubio tomo el papel y lo aguardo el la bolsa de su pantalón, nunca había estado más seguro de algo en su vida como de que ese pelinegro seria famoso ni cuando fundo el grupo rasengan había estado tan seguro.
— Y como te llamas, necesito saber el nombre de la persona que voy a llevar al éxito—dijo con una radiante sonrisa el ojiazul.
—Sasuke, Uchiha Sasuke y tú
—Uzumaki Naruto, mucho gusto en conocerte Sasuke Uchiha. Dejando las presentaciones de lado hacia donde va este autobús —dijo con una sonrisa algo nerviosa el rubio.
—Hacia el centro de la ciudad —dijo como si nada al el azabache.
—Creo que lo mejor será que me baje aquí o si no, no llegare antes de las cinco de la mañana a mi casa. Hasta luego Uchiha Sasuke, y más te vale que descanses por que mañana será un día que no podrás olvidar.
—Buenas noches Uzumaki Naruto espero que lo que dices no sea mentira por que si no la próxima vez que te vea te golpeare por hacerme perder mi valioso tiempo.
—Si lo que digas Uchiha hasta mañana — se despidió el rubio mientras bajaba del camión.
Continuara...