IV
PAIN
Sus huellas se marcaban en la nieve, ese día no estaba nevando, incluso aprecia ser soleado, pero eso era imposible en Rusia, no había días como tales, aunque el cielo estuviese despejado nunca mostraba un sol brillante y gigantesco capaz de derretir la nieve que imperaba ahí, simplemente ese día no nevaba.
Bryan Kutzenov había sido elegido para entrar en la abadía Balkov después de haber demostrado sus habilidades como un bey luchador, había superado con creces a muchos bey luchadores de distintas partes del país y había logrado hacerse un lugar en la abadía junto con otros chicos.
La abadía le parecía increíblemente imponente, por mas que le hubieran contado del aspecto de está y se la hubiese imaginado un millón de veces jamás pensó que fuese tan gigantesca e imponente.
Las gigantescas puertas metálicas se abrieran frente a los que serian los nuevos integrantes, lugar donde serían sometidos a un arduo entrenamiento que no todos podrían superar, pero el estaba mas que decidido a eso y más, él no solo soportaría el intenso entrenamiento si no que se haría un lugar en el torneo mundial y representaría a Rusia.
Unos hombres altos de ropas negras con capucha les guiaron por uno de los lúgubres pasillos del lugar para mostrarles sus respectivas habitaciones y de paso el gimnasio, lugar en el que deberían estar a las seis de la mañana del siguiente día para comenzar con sus respectivos entrenamientos.
Ese día les habían traído como locos por toda la abadía con el fin de mostrarles las instalaciones para así evitar cualquier retraso que pudiese suscitar el desconocimiento del lugar. Al final del día cada uno se fue a sus respectivas habitaciones, todos hechos polvo.
Bryan suspiro pesadamente y paso una de sus manos por su cabello lavanda, antes de poder posar su mano sobre la manija escucho el rechinido de una puerta. Volteo a ver a su lado izquierdo, justo donde provenía el sonido y vio salir a un chico pelirrojo de ojos de un azul opaco, ojos sin brillo, pero un chico imponente de mirada penetrante, el pelirrojo paso a lado de él sin decir nada y se alejo de el.
En toda la noche no había dejado de pensar en aquel misterioso chico, con ese porte tan imponente y elegante que el se sintió atraído apenas lo vio, tenia ganas de hablarle pero no tenia idea de cómo hacerlo. Quizás ahora no supiera como acercarse a ese chico pero seguramente ya encontraría la manera de hacerlo.
Bryan lo recordaba perfectamente, como si hubiese sido ayer, ese fue el día en que conoció a Yuriy, no podría olvidarlo de ninguna manera. Desde ese día él siempre lo espero, se esforzó por conocerlo, entenderlo, por que a cada segundo que pasara a su lado ganará un lugar en el corazón del pelirrojo, siempre lo hizo o al menos eso procuraba, ansioso, furioso, paciente, amoroso, sin importar el dolor que la espera le causaba siempre lo hizo pero hoy su paciencia se ha agotado.
En cuanto oyó la propuesta de Kai supo que Yuriy se iría de su lado, Bryan podía consentir que amará a otro, inclusive que prefiriera a Kai antes que a él, a pesar que ello le pusiera furioso, pero lo que no podía consentir ni permitir es que se fuera de su lado.
Por eso tuvo que hacer algo al respecto.
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La nieve caía lentamente sobre su cabeza, su hermoso cabello azul se dedicaba a recibir la nieve al igual que todo su cuerpo, recargado sobre uno de los pilares de la entrada miraba hacia el insondable y oscurecido cielo. Una noche sin luna ni estrellas, eso fue lo que vio, bajo su escarlata mirada y miro la abadía, su ceño se frunció en un notorio gesto de enfado.
–tsk, ¡maldición!.- dijo para después comenzar a caminar, sus pasos quedaban marcados sobre la nieve, pasos que poco después serian borrados por la que caía del cielo.
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Yuriy intentaba quitarse a Bryan de encima con movimientos torpes y limitados de su cuerpo, pero todo aquello era inútil, Bryan había metido la mano bajo su playera y acariciaba la blanca piel de su abdomen mientras su lengua recorría el cuello de este.
–¡¿por qué?!- preguntó Yuriy totalmente desesperado.
–por que te ibas a ir de mi lado.- fue la simple respuesta de Bryan a la pregunta del pelirrojo, el chico de cabellos color lavanda miro por un momento a Yuriy para toparse con sus ojos azules, ojos que no paraban de derramar lagrimas, por un instante sintió un poco de remordimiento por lo que había hecho, pero no quería perderlo, no quería perder a Yuriy. No quería dárselo a Kai.
Intentó juntar su boca con la de Yuriy pero este giro la cabeza hacia otro lado sin mirarlo ni una sola vez.
–¿te haces el digno?, entiende, Kai se fue, el jamás volverá por ti. El ya no estará nunca más a tu lado.- Al decir esto el pelirrojo cerró con fuerza sus ojos tratando de impedir que mas lagrimas fueran derramadas, pero aquello no sirvió de nada, estas simplemente no paraban de salir.
Bryan le tomo con ambas manos del rostro y le obligo a voltearse para así poderlo besar, su lengua se paseaba sobre los labios del pelirrojo exigiendo una entrada que nunca seria concedida por voluntad, así que molesto por su terquedad de no ceder ante él mordió fuertemente su labio inferior, haciendo que este abriera un poco la boca por el dolor, aquel gesto le basto para introducir su lengua a la calida cavidad del pelirrojo, se topo con la lengua de este y comenzó a acariciarla.
Yuriy parecía no responder a ninguna de sus caricias, simplemente no se movía ya, y cuando lo hacia era para seguir su ya perdida pelea por desatarse, bajo su boca hacia su cuello y comenzó a lamerlo lentamente.
Su mano que permanecía bajo la camisa del pelirrojo subió lentamente hasta toparse con uno de sus pezones, el cual comenzó a acariciar, Yuriy intentó contener inútilmente un gemido, se sentía pésimo, no quería que su cuerpo reaccionara ante las caricias de aquel chico al que había considerado como su amigo. Por ello decidió morderse los labios, tenia planeado contrarrestar el placer que podría sentir con el dolor de atravesar la fina piel de sus labios con los dientes.
–¡no te resistas!- dijo Bryan en un susurro para después ir bajando su mano lentamente hacia toparse con la virilidad del pelirrojo.- ¡no sabes cuantas veces desee tenerte así!
Yuriy se removió una vez mas con desesperación, sus dientes se clavaban fieramente en su labio inferior haciéndole sangrar, aquel dolor contrarresto por un momento el placer que sintió cuando Bryan posó su mano en esa parte tan sensible de su anatomía.
Bryan alzo la vista y vio un hilillo de sangre emanar del labio de Yuriy. Se acercó lentamente y con la lengua limpio aquella sangre, Yuriy cerró los ojos fuertemente e intento pensar en cualquier otra cosa que le brindará paz, que lo alejará de todo aquello.
–¡Si te resistes, esto te dolerá!-dijo Bryan con una voz claramente henchida de lujuria.
–¡no tanto como a ti!- se escucho la voz de Kai, clara, autoritaria y firme inundar aquel oscuro cuarto, Yuriy abrió de par en par los ojos sin poder creer aquello, intento mirar hacia la puerta pero el cuerpo de Bryan le tapaba la vista.
Yuriy intento decir su nombre pero un nudo en la garganta se lo impidió, Bryan había detenido todo movimiento al escuchar la voz del poseedor de dranzer, y sus ojos se abrieron de para en par mostrando el desconcierto que le embargaba, cuando quiso voltearse para mirar a Kai fue recibido por el puño de este.
Kai le tomo de la ropa y le quito de encima de Yuriy, le tiro al piso para después comenzar a asestarle una serie de golpes en el rostro. Cuando vio que este comenzaba a escupir sangre por la boca se levanto de el y miro a Yuriy.
–¡Kai!-susurro el pelirrojo aun sin poder creer que todo aquello no fuera un sueño. Kai se acercó a Yuriy y comenzó a desatar el nudo que mantenía inmóvil su mano izquierda.-¿cómo supiste?
–no lo sabia- contestó Kai sin mirarlo mientras liberaba la mano de este.
–¿entonces…
–Te dije que venía por ti, en mis planes no estaba el aceptar un no de tu parte…aunque tuviera que forzarte a venir conmigo. –interrumpió Kai para después posar su granate mirada sobre la del pelirrojo, le miro atentamente, viendo cada detalle del rostro de este y se percató de que el labio de Yuriy comenzaba a inflamarse. Le miro una ultima vez antes de acercarse lentamente y unir sus labios a los de él en un beso superficial pero tierno.
Una vez roto el beso Yuriy le miro atentamente sintiendo que las lagrimas amenazaban nuevamente con salir pero está vez vio como Kai abrió los ojos desmesuradamente, gesto que fue acompañado por el sonido de un vidrio quebrándose, pocos segundos pasaron cuando vio que la sangre de Kai comenzaba a mancharle el rostro. Las rodillas de Kai se doblaron y este apenas logró apoyar los brazos sobre la cama, las blancas sabanas de está se mancharon de su sangre .
Yuriy vio que detrás de Kai estaba Bryan con tan solo la boquilla de una botella en su mano, el rostro de este se había deformado en una sonrisa sádica, su pupila parecía haberse hecho mas pequeña y su vista penetrante era algo amenazante.
–¡no te lo llevarás!- sentencio Bryan para luego tomar a Kai por los pies y comenzarlo a arrastrar. Bryan había acomodado de tal forma a Kai que este iba boca arriba, sintiendo el frío del suelo sobre su espalda.
Al ver esto Yuriy comenzó a desatar su otra mano de manera desesperada, quería hacer aquello rápido pero los nudos estaban muy bien hechos como para deshacerlos tan fácilmente.
Bryan que llevaba a rastras tras de si a Kai, sintió un fuerte golpe en su nuca, haciéndolo tambalear y soltar los pies de Kai para sostenerse a la pared mas cercana para así evitar caer.
La vista se le nublo un instante y cuando por fin se hubo recuperado vio a Kai agacharse para recoger su beyblade del piso, entonces entendió que este le había golpeado con dranzer. ¿cuándo se había puesto de pie?, en el momento en que lo soltó seguramente, pero ¿cuándo había sacado su beyblade?, ¿y como si se supone que estaba medio inconsciente?.
–¡estoy harto de esto!, ¡no tengo tiempo para jugar contigo!-dijo Kai antes de lanzarse contra Bryan, cerró su puño y lo estrello con todas sus fuerzas contra la cara de este, el golpe hizo retroceder abruptamente al pelilavanda haciendo que su cabeza chocara contra la pared del lugar y después cayera sobre sus rodillas. Kai le tomo del cabello y le miro sádicamente.
–¡Yura es mío!- y después soltó a Bryan y este cayo al suelo inconciente.
Kai volteo a ver a Yuriy y le ayudo a desatar uno de su pies, mientras el pelirrojo se encargaba de desatar el otro.
Una vez libre, Yuriy tomo su maleta y salio corriendo tras de Kai, Kai se volteo un instante y extendió su mano hacia el, Yuriy sonrió levemente y encantado tomo su mano. Ambos habían logrado salir de las instalaciones de la abadía, se dirigían a la puerta que los llevaría fuera de aquel lugar cuando Kai se detuvo abruptamente logrando que Yuriy hiciese lo mismo.
–¡Boris!-dijo furioso Kai
Boris estaba parado en la puerta principal mirándolos tras aquella nauseabunda mascara negra. Sonrió socarronamente antes de comenzar a hablar.
–¿a dónde van con tanta prisa?, Kai, ¡acabas de llegar, deberías quedarte un poco mas con nosotros!
–Lo dudo Boris, este lugar me da asco. –contesto Kai para después comenzar a avanzar cerniendo con mayor fuerza su mano a la de Yuriy.
Estaba mas que decidido a salir de aquel lugar a cualquier costo cuando varios hombres de traje negro les rodearon.
–¡¿qué significa esto Boris?!-espeto furioso Kai mientras Yuriy miraba alrededor en busca de una posible salida, pero no lograba encontrar ni una sola, estaban totalmente rodeados por aquellos hombres.
Kai le soltó y saco de uno de sus bolso sus beyblade y apunto hacia Boris.
–¡Saldremos de aquí a cualquier costo!.
Yuriy imito a Kai, sacó de su bolsillo se beyblade, junto su espalda a la de Kai y escucho susurrar a Kai.
–Después de esto, tengo algo importante que decirte, Yura.
Yuriy miro por un momento a Kai, y vio como este no despegaba su escarlata mirada de Boris. Asintió y volvió su vista a su objetivo. Definitivamente tendrían que salir de esto.
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–¡viejo, esto se ve grave!, ¿en serio se recuperará?.
–El doctor dijo que si, Tyson.
–pero no lo hará nunca si no lo dejamos descansar.
–Ray tiene razón chicos, hay que dejarlo descansar.
Esas voces… si menos mal recordaba eran de esos mocosos, pero, ¿por qué oía esas voces?. Esto no tenia coherencia, si menos el recordaba, había traicionado a los blade breakers y se unió a los demoliton Boys para llevarse a Yura, ¡Yura!, ¡eso es!.
Abrió los ojos y miro agitado a su alrededor en busca de Yuriy, pero en toda aquella habitación no había ni rastro del pelirrojo.
–¡Kai que bueno que despertarse, creímos que estabas muerto viejo!.
Kai volteo a ver mas que desconcertado a sus antiguos compañeros de equipo, todo aquello era tan confuso.
–Deberíamos dejarlo descansar.
–¿qué pasó?- pregunto Kai mirando a cada uno de sus compañeros exigiéndoles una respuesta.
–Pues..bueno.. hace tres días te encontramos tirado frente al hotel muy mal herido, todos nos asustamos mucho y te trajimos aquí.
Kai se había quedado atónito, ¿cómo era que había sucedido todo aquello?, si menos mal recordaba, el había estado peleando contra los sirvientes de Boris, él y Yura había acabado fácilmente con la mitad, pero aquellos tipos no dejaban de aparecer uno tras otro y las cosas se iban tornando cada vez mas feas.
Y después de aquello ningún recuerdo estaba claro, lo único que sabia era que Yuriy seguía en esa maldita abadía, intentó ponerse de pie pero un dolor en sus costillas le hizo volver a sentarse.
–¡aún no estas bien!, ¡no deberías esforzarte!-dijo Ray mientras le miraba con preocupación.
Aun así con el dolor y todo se puso de pie y comenzó a quitarse la horrible pijama azul que traía puesta, tomo su ropa que estaba perfectamente bien doblada en una de las sillas de la habitaron comenzó a cambiarse.
–¡Oye Kai estas mal!, ¿lo entiendes?, ¡debes quedarte aquí!-dijo Tyson en un intento por detenerlo.
–¡cállate, no he pedido tu opinión!- contesto mordaz Kai mientras miraba de modo amenazador a sus ex compañeros.
–¡esta bien, haz lo que quieras, para la otra te dejáremos morir!- contestó molesto Tyson para después salir molesto de la habitación con Kenny tras el.
–¡Kai no se por que estas tan molesto, pero no deberías ser así!, ¡todos te hemos ayudado aun cuando nos…
–¿los traicione, cuando ni siquiera quería estar con ustedes?- interrumpió Kai a Ray mientras se colocaba su característica bufanda blanca.- …yo jamás les pedí que me ayudarán.-dijo para después tomar su chamarra blanca y salir del cuarto ignorando las quejas de Ray.
El tenía algo más importante que hacer que escuchar quejarse a sus ex compañeros de equipo. Camino con paso firme y rápido ignorando aquel punzante dolor. El no podía esperar a curarse sabiendo que Yura estaba en aquel maldito lugar, encerrado con el psicópata de Boris y su fan obsesivo de Bryan, simplemente no podía quedarse quieto y esperar a curarse.
Había legado a la abadía, se paro frente a la entrada y no encontró ninguna clase de vigilancia en esta, eso era algo extremadamente raro, pero aunque aquello le diera mala espina se adentro a esta, sabía que no era una buena idea y que seguramente ya le estaban esperando pero aún así pensaba arriesgarse, por Yura, por él, por todo lo que significaba Yuriy en su vida no pensaba dejarlo atrás, ¡eso jamás!, ¡al menos no de nuevo!.
Se adentro en la abadía y se paro frente a la gran puerta metálica que daba al interior de esta, la empujo y para su gran sorpresa esta estaba abierta. El entró al lugar cuidándose de que nadie estuviera esperándole ahí dentro con alguna trampa. Todo el lugar estaba oscuro así que se vio forzado a agudizar el odio ya que no podía ver con claridad.
Cuando estuvo completamente dentro del lugar las puertas se cerraron fuertemente tras de él y miles de velas comenzaron a encenderse simultáneamente iluminando aquel lugar.
Sus ojos tardaron un poco a acostumbrarse a la repentina iluminación del lugar, pero cuando lo hicieron se llevo una gran sorpresa.
Yuriy estaba frente a él, tenía algunas heridas que estaban cubiertas por banditas y vendas, pero parecía verse bien, le miraba fijamente sin decir nada, su expresión serena parecía algo inmutable, parecía que no le había sucedido nada malo.
–¡vamonos!-dijo Kai para acercarse a Yuriy y tomarlo de la mano, pero apenas lo hubo intentado cuando Yuriy dio un paso atrás y movió bruscamente su mano evitando así que Kai le tocará.
–no me gusta que alguien que no conozco se tome tantas confianzas conmigo.
Kai vio atónito a Yuriy sin poder dar crédito a lo que acababa de oír.
–¿qué demonios…?
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