2.- Nuestro amado hijo, una pieza nica
-Entonces t… desde el principio… eras un…
-Te molesta eso? –el oji-verde neg con su cabeza abrumado.-Ya no quieres ser mi amigo?
-… Claro que si pero… como es que siendo nio usas vestido y el pelo…de esa forma. –indicaba con sus manitas.
-No es un vestido. –se enfad. –es ropa de nios de mi clase. –respondi observando la ropa de Trowa. (Nota: como todos sabrn, a fines de siglo XIX la gente sobre todo de clase alta usaba ropas de mucho encaje y vuelos, adems de ropa tras ropa una debajo de la otra sobre todo las mujeres; sin embargo los nios pequeos usaban una especie de capita estilo batita con encajes y un tipo de pantaln pesquero para distinguirlos de las nias, y el cabello largo era muy comn entre ellos. Pero Trowa al ser un nio de campo y que realmente nunca haba salido de su hogar no conoca mucho del mundo fuera de ah y slo observaba la diferencia entre los vestidos holgados de las campesinas con los viejos pantaloncillos semi-cortos de los hombres.)
-Mi ropa es diferente por eso yo pens. –responda cabizbajo viendo rotas sus ilusiones de algn da poder casarse con Quatre cuando fuesen mayores.
-Perdn yo tuve la culpa por no aclarrtelo. Jams pens que no sabas distinguir entre un nio y una nia.
-Claro que lo s!. –replic enfadado. -Es solo que… t parecas ms una nia.
-Me molest que me confundieras pero no me disgusta poder parecer una. –le aclar viendo el sonrojo del otro.
-Mmmh?.
-Si prefieres pensar que soy una nia est bien. –camino de regreso a Trowa pero se le atraves una piedrecilla y volvi a caer. Y esta vez no vinieron en su ayuda, algo que le pareci raro.
-Ests bien como nio. Vamos a jugar!. –respondi Trowa sin prestarle ms atencin y comenzando a empaparse. El juego comenz un poco ms rudo por parte suya y ya sin importar se salieron empapados completamente.
-Me ayudas a salir.
-No puedes solo?
-Mmff –el rubio salio como pudo un poco extraado. Se quito las ropas comprobando sin querer Trowa que en realidad era un nio. Igualmente hermoso para su pesar. -
-Trowa? Volveremos a venir de nuevo. –le dijo sentado esperando a que sus ropas secaran sobre de un rbol al igual que como vio lo hizo su amigo.
-Claro. Muchas veces. –sonri. Su actitud regresaba para con l, o eso crey Quatre al acercrsele y...
-Qu haces?!
-Slo te quera agradecer por traerme aqu.
-Pero no as. –dijo limpindose la mejilla despus de un segundo beso.
-Antes no te molesto… era porque pensabas que era una nia verdad? –sus lgrimas escurran sin poderlo evitar por sus mejillas coloradas por lo quemante del sol que cada vez bajaba ms.
Trowa se quedo pensativo. Era verdad, ahora no asimilaba el recibir besos de… “l”
-No… lo que pasa es que…
-Ya no te gusto. –su voz era triste.
-Eh?!… -De pronto el ms alto se vea descubierto. Como saba Quatre que le gustaba si todava ni el mismo lo confirmaba. Aquello le caa de sorpresa. Era entonces por eso que siempre estaba contento desde que lo conoci y comenzaron a ser amigos? por eso siempre se encontraba feliz antes y despus de ir a jugar y al igual estaba triste los das que no se podan juntar por culpa de esas clases. Por eso era? Por qu el rubio (que ahora sabia que era l y no ella) le gust desde el principio. Y no supo ms que contestar.
-Sabes algo. A mi tambin me gustabas mucho Trowa y siempre quera que estuviramos jugando juntos hasta de viejitos. Hasta te estaba preparando una sorpresa. –los ojos verdes le miraron curiosos pero se volvieron a dirigir al suelo. –Pero… YA NO ME GUSTAS!!
-Por qu? –le pregunt sin pensar volviendo la mirada al rubio.
-Porque t no quieres con el corazn sino con los ojos.
-Mentira. A mi me gustas con el corazn y con los ojos tambin.
-De verdad?
-Si.
–Gracias, ahora s que no mientes. – Una amplia sonrisa apareca en el angelical rostro mirando a los esmeraldas del castao.
-Ests sucio.
-T tambin. –Observ –a decir verdad siempre lo ests. –le dijo carcajendose de pronto.
-No es cierto. –se molest.
-Si lo es. Pero de todas formas as me gustas mucho mucho hasta el cielo. –indicaba con sus manitas
-Yo… t…
-Lo s.
-Cmo puedes saber lo que pienso?
-No es que lo sepa, slo logro entender un poco los sentimientos de las personas. Es un Don segn me dijo un da mi padre, claro que es un secreto. No queremos que la gente me odie porque soy extrao. –dijo recordando las palabras dichas por su padre.
-No entiendo mucho pero es mejor que nos vallamos, ya casi est seca la ropa. –dijo bajndola para ponrsela.
-Me ayudas? –se estiro.
-Intntalo, eres un nio debes de ser fuerte y hacer las cosas por ti mismo. –En respuesta el rubio le saco la lengua una vez ms. –Y deja de mirarme por favor.
-Es que eres un poco moreno de la cara y los brazos jejeje. Pero tienes blanca la espalda y las…
-Yaaaa no digas esas cosas y mejor vmonos porque te van a reprender. Ya se quit el sol.
-Perdn, espero que no se molesten mucho.
Corran uno atrs del otro sin parar, pero el pequeo Quatre, poco acostumbrado a las carreras que poda lograr Trowa sin ninguna dificultad, cay a la dura tierra raspndose las rodillas y echando un chillido de paso.
-Quatre!!
-Me caii.
-Ten ms cuidado, los nios no lloran.
-Me duele!!!
-No importa tienes que aguantar.
- Snif si…. –dijo levantndose como hacindose el fuerte.
-Dame la mano.
-Qu?
-No importa, aunque seas un nio esta vez voy a ayudarte porque eres ms pequeo.
-Gracias.
Y tomados de la mano llegaron cerca de la mansin donde ya lo esperaban con una buena reprimenda.
-Seorito Quatre!! Donde ha estado…nos tena muy asustados. –le dijo uno de los sirvientes tomndolo en brazos y observndole con minuciosidad. –Lady est muy preocupada por usted de verdad que si. –su cara era de angustia genuina. Pobre hombre.
-Lo siento mucho. –Quatre bajo su rostro.
-Yo tuve… -la vocecilla de otro chiquillo que le pareci conocido llam su total atencin.
-Ah!!! Olvid decirlo l me encontr cuando ca de un rbol y me ayudo a encontrar el camino de regres. –le interrumpi bruscamente.
-Pero que dice?
-Yo tena muchos deseos de dar una vuelta y me sal por un momento pero como no conoca el camino, me perd un poquito y…y… me sub a un rbol para ver la mansin y fue cuando me ca, pero este chico me reconoci y me trajo hasta aqu. Le debo LA VIDA!!! – concluy sin ver la expresin que saba (por su Don) que tena Trowa por aquellas cosas que estaba diciendo.
-Oh!! Muchas gracias jovencito, cuanto le debemos el que haya trado sano y salvo dentro de lo que cabe al seorito. Es usted hijo de uno de los campesinos cierto?
-…Si…
-Espere un segundo, enseguida regreso.
Trowa esperaba entre confuso, y un poco incrdulo de aquella historia que Quatre en un momento haba inventado. Muchas mentiras y creatividad para un nio tan pequeo.
-Aqu tiene joven. Una pequea recompensa por toda su atencin para con el seorito.
-le entregaba una gran tarta de frambuesa cuando fue interrumpido.
-Pasa por favor! –la voz autoritaria y fuerte de la mujer le hizo erizar la piel. Que le haran? Quizs le haban descubierto… pues lo enfrentara y entonces…
-Me escuchaste chico… pasa a la mansin, no tengas pena. –le condujo.- Te agradezco mucho que hayas ayudado a Quatre. …l nunca se comporta rebelde pero creo que fue culpa nuestra tal incidente. Te parecera bien venir a visitarlo de vez en cuando a la mansin, quizs le falta algo de convivencia con pequeos de su edad y t me pareces una buena opcin.
El pequeo no entenda muy bien (no era un genio como su amigo) pero pareca que iba a tener PERMISO de visitar a Quatre libremente.
-Claro que se lo notificar a tu abuelo Barton verdad, entonces aceptas?
-Si.
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Esa misma noche en el campo.
-Valla parece que tendrs un nuevo amigo Trowa, no te da gusto? ahora en vez de uno sern dos jejeje.
-Trowa sin entender a que se refera con eso de “dos” sonri igualmente ya que lo que ms le importaba era poder tener libertad de visitar al chiquillo, aunque para eso faltaba una semana que fue cuando se le autoriz la visita.
……………………………….
Una semana despus:
-Mire quien viene a visitarle seorito Quatre. Un nuevo amiguito. –le presentaba “formalmente” Lady sin saber de su antigua amistad. –se llama Barton. Trowa Barton.
-Un gusto en conocerle Trowa Barton. –De pronto notaba un rostro radiante en Quatre.
-Yo… tambin estoy feliz por conocerte. –No era de su agrado mentir pero… cualquier cosa por estar cerca de l estara bien.
-Disculpa, pero debes dirigirte a l como Seorito Raberba. –aclar.
-Seorito Raberba mucho gusto. –le dijo sonriendo apenas.
-Entonces hay que instruir un poquito tambin al joven Trowa para que no est muy en desnivel con usted seorito.
-Me parece bien Lady. Ahora me voy a tomar mi clase de idioma. –le comunic demasiado formal.
-Adelante. Yo estar platicando un poco ms con el joven Trowa. –Quatre le cerr un ojo hacindole rer un poco.
Eran las 12:30 a.m. cuando por fin pudo estar de frente a su amigo.
-Te extrae mucho amigo. –le dijo Quatre acercndose.
-Yo… tambin…un poquito.
-Quieres jugar? Ya tenemos permiso. Incluso podemos andar por toda la mansin.
-Si. –Le toco las pompas haciendo dar un salto al rubio.
-Ouch!
-Te duele mucho?
-Ya casi no. Ya me acostumbr, aunque est vez si fue un poco ms fuerte. Y como lo sabes, tambin tienes un Don?
-Yo vi, cuando te golpearon. No me poda ir as como as. Fueron dos azotes muy fuertes
-No pasa na… que haces? –dijo al sentir su abrazo.
-Ya no me importa que seas un nio, te voy a cuidar como sea y cuando seamos grandes te voy a llevar conmigo… a ti y a mi papa muy lejos para que siempre estemos juntos.
-Como ahora?
-Si, as. –se echaron a rer para despus recibir un beso en la frente.
-Trowa, pens que tardaras ms en darme un beso.
-Jams quiero hacerte llorar por nada. Slo quiero… que siempre seamos amigos.
-yo quiero casarme contigo.
-QUEE?
-Es algo malo, me dijeron que eso no se puede, ni tampoco podemos tener hijos slo que sea mujer y como no lo soy tendremos que resignarnos a nunca tenerlos.
-Pero como sabes todas esas cosas.
-Mi mam me cuenta muchas cosas y me gusta tambin leer. Soy muy inteligente, sper dotado me dijeron. -Trowa le miro con cara de no entender nada de eso que su amiguito le deca.
-Y tu mam? –pregunto de pronto curioso cambiando sin querer de tema
-De viaje llega en 2 das
-Que bueno!!
-S.
-Y tu pap?
- Igual que mi mam, slo que l nunca sabemos cuando regresa.
-Ellos, se quieren mucho verdad?
-Si, aunque… casi no estn juntos.
………………………………………..
En otro lugar muy lejos de ah
-Ya te vas?
-…Sabes que si.
-Y te ibas a ir as nada ms sin despedirte… que grosero.
-Jeh, me encanta que amanezcas de buen humor.
-Es tu culpa… me haces tan feliz!. –dijo rodando sobre la enorme cama de sbanas blancas dndole la espalda a su compaero que ya se pona en pie.
-T me haces ms feliz a m. –se acerco para acariciar su espalda.
-Pero jams podr competir contra l. Lo s.
-No, jams. Es an ms hermoso que t.
-Si, lo es… -suspir- Lo amo.
-Yo tambin… y en tu nombre lo voy a hacer muy feliz.
-Mas te vale… envale esto de mi parte –le acarici el cabello. Le bes en la mejilla derecha y despus en la frente. –Te amo angelito.
-Con gusto se lo enviar y al doble. Y sabes que? yo tambin te amo.
-Y yo a ti…cuando volver a verte?
-Ya sabes, en un mes.
-Trize?
-Mmmmh –su calzado ya estaba en sus pies y con una mano se acomodaba su cabello avellana.
-Te encargo mucho a mi hijo.
-Nuestro hijo, no lo olvides, tambin es mo.
-Me saludas a tu esposa, y a Lady dile que no pase tantos corajes o envejecer muy pronto jajajaja.
-De tu parte. Hasta luego.
…………………………………..
En la mansin
-Quatre, es hora de despedirte de tu amigo y empezar con las lecciones de urbanidad y civismo.
-Esta bien Lady One. –suspiro. –Te espero maana Trowa.
-Lo siento jovencito pero maana ser un da muy agitado lo recuerdas.
-Es verdad maana regresa mam. –la alegra volva de nuevo a sus celestes ojos.
-Felicidades que bueno!!! –se alegro el castao.
-Bien, pues vamos. Hasta luego jovencito yo te avisar cuando puedes regresar. –lo despidi.
-Hasta pronto Lady, hasta pronto Seorito Raberba.
El rubio le sonri con felicidad y melancola mezcladas.
………………………………..
-Valla Trowa, cada da pasas ms tiempo en la mansin y menos en tus deberes.
-Eso no es verdad pap…
-Jejejeje era slo para ver que cara ponas. La verdad que Dios me ha bendecido con un nio como t tan obediente y responsable. –le dijo acaricindole el cabello. –Y me gusta mucho que seas tan feliz.
-Si!! Soy muy feliz.
-Pero vamos mejor a comer que tenemos mucho trabajo y hoy y maana va a ser un verdadero alboroto con la llegada de la Duquesa De Raberba.
-(la madre de Quatre) –pens.
-Despegue de la luna jovencito. –le lanz una manzana al verle ensimismado.
-Siiiii.
“Esa muchacha te trae en calma” –pensaba sonriente el hombre.
……………………………………
A la maana siguiente.
-Duquesa. Le esperbamos. –reverencia.
-Muchas gracias Lady, pero y mi pequeo, donde est?
-AQU!!!! –un pequeo remolino dorado le abrazo por la cintura con fuerza.
-Pero que sorpresa tan linda. –sonrea la mujer de cabello negro hasta la espalda (imaginrsela) luciendo una elegantsima peineta de diamantes. –Te vez muy bien Quatre, has crecido e incluso te veo ms llenito jeje.
-AAAHhhh es que ahora me da ms hambre.
-No tendr nada que ver ese amiguito tuyo que me contaron.
-Sabas lo de Trowa?
-Algo as. Las noticias vuelan.
-Por supuesto que la Duquesa estaba enterada, fui yo quien mando la peticin para que pudiera tener compaa en sus ratos libres seorito.
-Muchas gracias a las dos. Me divierto mucho jugando con Trowa.
-Me da gusto, pero recuerda no dejar de lado tus responsabilidades por eso.
-Por supuesto madre. Ahora ya casi soy completamente feliz… slo falta pap.
-Eso es lo que yo tambin creo. –un cierto reproche se escuch en su voz- pero bien sabemos que tu padre tiene mucho trabajo y obligaciones que cumplir, nada podemos hacer. –le abrazo y tomndolo de la mano se lo llevo a tomar dulces y t. –Pero cuntame ms de tu compaero de juegos.
-Siii!! Trowa es…
………………………………..
2 das despus…
-Por que no habas venido Trowa?
-No me dejaron pasar hasta ahora pero me pareci justo, tu mam tambin tena derecho de estar contigo.
-Por eso te quiero tanto. –le abraz por el cuello.
-Espera Quatre... me da pena. –quiso soltarse pero el rubio no le dejaba. –por favor.
-No hasta que me digas que tu tambin me quieres.
-No lo dir.
-No te suelto entonces.
-No lo hagas entonces. –Y de pronto- no no no hagas eso se limpiaba la mejilla.
-Dilo.
-…Yo tambin…te quiero mucho. –un inminente sonrojo apareca
-Libre.
-Uf!
-Ves que fcil. Adems… sabes que logr descubrir casi todo lo que sientes.
-Buuuu tramposo. –Y una cantarina risa se liberaba de ambos mientras corran tomados de las manos.
…………………..
Una semana pasaba ya desde la llegada de la Duquesa y ella se encontraba muy contenta, pues el cambio de su pequeo era bastante notorio ante sus ojos. Pareca que el que su hijo tuviera un amigo le favoreca mucho.
-Maana llega el Duque Raberba Kruzhrenada tengan todo preparado. –daba ordenes mientras entregaba algunos paquetes a unos mensajeros que hacan una reverencia.
-Slo firme aqu Duquesa Winner.
-Claro.
-Por cierto Duquesa… –intervino Lady Une. -voy a comunicrselo al seorito.
-Espera…no le digas aun a Quatre quiero que sea una sorpresa.
-Entonces ir a despedir al chiquillo.
-No, no lo hagas, a Quatre le hace bien su compaa, deja que parezca un da normal, adems quiero que Trize vea tambin al hijo de Bloom, l me dijo una vez que quera recompensarlo de alguna manera por lo que hizo aqul da. Quizs hoy se le ocurra algo.
-Como diga.
…………………………………..
-No Trowa, as no es… es as: “Le petit”
-Le pedit.
-“Tittttt” no “Dit” –le remarcaba Quatre
-Perdn, no soy muy bueno con el francs.
-Pero si con el italiano, lo aprendiste muy fcil.
-…Tengo hambre.
-Yo tambin jejeje… nos vamos a poner muy gordos.
-…Otra vez. –se “quejaba” Trowa de pronto tocndose la mejilla sonrojada despus del reciente beso que su amiguito le acababa de dar.
-Es que me gustas mucho. –
-…
-Si no te gustara que te bese dejaras de venir. –le dijo- sin embargo… siempre vienes.
-Vamos a jugar.
-Muy astuto cambiar de tema no. –Y sin ms se dirigieron a la cocina -Pa…p?!! –la cara llena de sorpresa e incredulidad del rubio brillaba de felicidad ante la grata sorpresa.
-Hola jovencito.
-PAPA!!!!
-Como est el nio ms lindo sobre la tierra!!! –le cargaba en brazos
-Trowaaa!! …l es mi PAPA!!! mira Trowa a mi pap!!!
-Tu eres Trowa…Trowa Barton?! Eres su mismo retrato. –se mostraba sorprendido. As es que t eres quien se ha hecho cargo de jugar con este travieso angelito eh? Pobre de ti!!.
-Mucho gusto seor. –hizo una reverencia como le haban enseado.
-El gusto es mo, Trize Raberba de Kruzrenada. Que educado, definitivamente eres su hijo. Cuantos aos tienes?
-Casi 7
-Casi un hombre jejeje. Pues que te parece si comparten estos caramelos que he trado
desde Italia.
-Muchas Gracias.
-Pueden ir a comer al saln enseguida los alcanzo.
-Trize, que haces aqu en la cocina.
-Ah Querida Noin, le traje estos ts de tila desde Italia a Lady de parte de Milli…
-Ni lo menciones…
-Te manda saludos.
-Bien. “que se los guarde” –respondi quedito.
-Aun sigues molesta con l despus de tanto tiempo? Una mujer tan bella como t no debera guardar tanto rencor en su corazn, eso es malo. Ya paso, que ms da… nos dejo un regalo tan precioso que sino fuera por l ahora mismo seramos una mujer y un hombre sin sentido. Quatre es nuestra felicidad.
-Pues a veces no lo parece.
-Sabes que tengo mucho trabajo.
-Perdname. –se disculp. –despus de todo l ni siquiera es tu verdadero hijo, antes lo que haces por nosotros es de verdad valioso…
-No vuelvas a decir eso. Yo AMO a Quatre por que es “MI HIJO”… y tambin es el hijo de… la persona que quiero.
-Trize!! –se abrazo a su pecho feliz por lo que le escuch decir.
“Lo siento Noin pero aun no puedo decirte nada” –Pensando con algo de culpa.
Continuar
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