Uno:
El felino se pavoneaba sobre la falda del Espada. La muchacha se acerc a los dos jvenes solicitando permiso con su mirada para acariciar al inquieto cuadrpedo:
—Qu lindo gatito… Cmo se llama?
—Cul de los dos? —pregunt Ichigo ignorando la mirada asesina que su compaero le dedic.
***
Dos:
—Nombre? —ni siquiera se molest en mirarlo, hasta que el otro le revel la informacin solicitada.
—Grimmjow Jeaguerjaques.
—Podra deletrermelo? —eso hizo el joven de porte y cabellera extravagante—. Parentesco con el paciente?
—Ninguna! —se ofendi—En qu puedo parecerme yo a ese humano?!
—Quiero decir: vnculo.
—Ah… pues, slo somos enemigos—. La mujer ya entrada en aos arque sus cejas. Ante la mirada perpleja de ella, aclar efusivo—: Muy buenos enemigos. Aunque yo pretendo llegar a otros trminos, como amante; claro, si no se muere despus de la paliza que le di.
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Tres:
—Ah… bonita camiseta —ironiz al ver el frustrado intento del Espada por vestir segn las reglas del mundo humano.
—Combina con mi pelo! —se defendi sealando con ahnco su cabellera, buscando as demostrarle al otro que entenda mucho ms de moda que l.
—Un color mas gay no haba? —las carcajadas no se hicieron rogar.
—Bueno, en ese caso combina contigo.
—Hey! —dej de rer de manera abrupta frunciendo su ceo.
Qu ms daba el color? Le durara puesta los minutos que le tomaran regresar a casa.
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Cuatro:
Grimmjow no sola salir slo a socializar, por eso le sorprendi que en esa ocasin fuese distinto. Algo sospech y no ces hasta que le dijese que era eso tan urgente que tena por hacer.
—Est bien —se dio por vencido frente al insistente shinigami—; me qued sin maquillaje. Acompame a comprar si quieres.
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Cinco (by Yageni):
Uryuu destrab la computadora tras un par de intentos y despus hizo la tan temida pregunta:
—Por qu diablos tienes “Grimmjow15x6” como contrasea?
Poda haberle preguntado cmo se las haba ingeniado para bloquearla o por qu haba dejado pasar tanto tiempo sin actualizar el equipo… pero no. El nerd se ajust las gafas esperando por la respuesta.
Mir hacia un lado evitando sus ojos:
—Me dijeron que deba ser algo que nadie conociese y que yo recordase con facilidad —. Y l se acordaba del Espada con mucha frecuencia.
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Seis:
Las lgrimas caan, una a una, sin piedad. Grimmjow odiaba perder, y esa ocasin no era la excepcin.
Cuatro a tres sealaba el marcador, y la sonrisa ladina del adolescente.
—Hoy me toca arriba —se ufan Ichigo dejando el joystick sobre la consola de video juegos.
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Siete:
—An me odias?
—No te odio shinigami.
Ichigo sonri ante esas palabras. Supo por la forma en decirlo que en el lenguaje del Espada, ste le estaba confesando que lo amaba.
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Ocho:
Los labios entreabiertos dejando escapar un leve sonido gutural. Lo contemplaba, maravillado por tanta presencia en tan slo un cro humano. Estaba all porque tena que matarlo, pero algo le dio una noche ms de vida:
—Grimm… jow…
El Espada, sin estar bien seguro de las razones que le privaron de llevar a cabo su misin —quizs por el simple hecho de escuchar su propio nombre surgir de esa boca, la manera en decirlo o que lo deseaba con locura; lo que fuese— dio la media vuelta y se fue por la misma ventana por la cual haba ingresado.
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Nueve:
—Mi nuero!
Un fuerte codazo en su costilla por parte de su hijo le impidi llegar a los brazos de Grimmjow.
—Es “yerno” en todo caso, gordo idiota—acus an con su codo incrustado en l.
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Diez (by Yageni):
Ichigo, muy a su pesar, tuvo que retar con severidad a su hermanita ms pequea. Yuzu, otra vez, haba trado un gato callejero y haba intentado infructuosamente teir el pelaje del mismo de color rojo. Cmo explicarle que su gato azul no era en realidad un gato?
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Once:
—Cunto cobras?
La burla consigui que Grimmjow frunciese su frente.
—No soy esa clase de gato —. Lo medit un instante—Pero si tan interesado ests: a ti, gratis.
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Doce (by Yageni):
Ichigo lleg cerca de la medianoche y se sinti muy extraado de no recibir la tpica patada voladora de su padre. Se encontr con algo peor: Isshin le dio un susto de muerte al asomarse por el lobby, blanco como un fantasma.
—Al menos dime que est vivo —pidi sealando al tipo del gigai con pelo azul que se alejaba.
El adolescente ya saba que su padre haba sido shinigami. Ahora ste estaba al tanto de que no slo le gustaban los hombres del bando enemigo si no que, adems, era masoquista.
***
Trece:
Haban llegado a la puerta de su casa.
—Ignora a mi padre, es un idiota —apoy su mano en el picaporte.—A mi hermana Karin le gusta hacer preguntas raras, no las respondas —gir al fin el pasador pero antes de entrar le pareci oportuno aclarar otro punto—: La menor tiene la facilidad de ponerme en situaciones incmodas y es fisgona como mi padre —haba puesto un pie dentro de la casa. —Ah! Kon… l…
—Ya! Con un demonio, entremos!
***
Catorce:
Luego de semejantes embestidas y tan sublime orgasmo, Ichigo slo poda pensar que el otro, sin dudas, era el “Rey de las bestias”.
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Quince:
—Dime al menos que est vivo —rog el hombre al borde de las lgrimas.
—Qu te crees?! Ser gay y masoquista pero no necrofilico.
—Nooo! —exclam jalndose de los cabellos—Demasiada informacin! Demasiada informacin!
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Diecisis:
Las espadas brillaban bajo la luz refulgente de la luna llena. Un rpido movimiento y el filo que roz ligeramente el pecho descubierto.
—Duele, Grimmjow? —se ufan.
—No tanto como te va a doler el culo cuando pierdas y me toque por fin arriba, shinigami.
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Diecisiete (by yageni):
—Duele? —le pregunt tocando la mscara de hueso.
—No, claro que no.
—Me refiero a que si alguien se ha enganchado con ella antes.
—Nunca enganch a nadie. Igual imagino que debe doler. Quieres intentarlo?
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Dieciocho (By Yageni):
—Toma —le dijo una noche Karin entregndole un cartn de leche larga vida sin abrir. Ichigo la mir sin comprender nada—Es para que pap y Yuzu no sospechen. Igual ayudara que no digas tan fuerte “Gatito, gatito, aqu est tu leche”.
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Diecinueve:
La primera salida, juntos, y la consecuente primera visita al zoolgico. No se tard en or el grito burlesco de Ichigo en el pabelln de los felinos: “—Liberen a Grimmjow!”
***
Veinte:
Tard en entender porque los amigos del Shinigami lanzaban esa risilla extraa cuando l comentaba que, entre todas las cosas, lo que ms le gustaba del mundo humano era ver televisin.
—Y qu programa te gusta ms?
—Ichigo me ha dicho que es un dibujo viejo, pero me ha encantado la forma que tiene para transmitir mensajes de manera clara y sin dilogos.
—Aj Y cul es?
—La pantera rosa.
Y ah, otra vez, esa risilla molesta.
—La pantera cyan, versin moderna —acot Kurosaki logrando que todos estallasen en carcajadas sin inmutarse por la mirada iracunda del antiguo enemigo.
FIN
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