El ángel y el Demonio
Capitulo 14
“Segunda oportunidad”
Hacía el final del programa, LeeTeuk ya no podía fingir que nada pasaba, estaba resultando demasiado difícil, sobre todo con esa triste y desquebrajante música romántica que debían poner. En la sección de opinión varias chicas y dos chicos llamaron a contar sus experiencias y LeeTeuk se vio obligado a dar consejos para los problemas amorosos de cada uno, después de todo era parte del show.
- ¿Pero por qué los hombres son así? – Había dicho una chica con la voz casi quebrada - ¿Porqué no pueden amar como nosotras? –
LeeTeuk no supo como responder a eso. La chica había sido engañada por su novio dos semanas atrás y luego de que este le había pedido disculpas y le había pedido volver, la chica lo había rechazado y ahora sufría porque lo extrañaba demasiado, en otras palabras lo seguía amando. EunHyuk había opinado que al actitud del chico no había sido la mejor, pero que quizás tenía sus razones para haberlo hecho y le aconsejó a la chica, que si lo amaba y extrañaba tanto, debería pensarlo mejor.
- ¿Por qué las chicas son tan complicadas?- Se preguntaba después un chico de 17 años que escuchaba el programa – Si te fijas en otra chica... eso no significa que dejes de amar a tu novia –
Mientras el chico hablaba, muchas chicas dejaban comentarios en la web, ofendidas por su comentario. “Si estás con alguien, debes estar sólo con esa persona” decían enfurecidas. LeeTeuk sólo deseaba que el programa se acabara de una maldita vez, le dolía la cabeza y le dolían las comisuras de la boca por forzar una sonrisa falsa para las cámaras.
Media hora después, cuando el programa finalizó, EunHyuk le puso una mano en el hombro mientras bajaban por el ascensor hacía el parqueadero.
- Hyung...- Comenzó tímidamente – Se que pasa algo... creo que te conozco lo suficiente como para saber que pasa algo – Hizo una pausa para tomar un poco de aire – No te pediré que me lo cuentes, porque de haber tenido la intención de contárselo a alguien ya lo hubieras hecho, lo único que te diré, es que pase lo que pase, no olvides que tu eres Park Jungsoo, nuestro líder, no hay nada que tu no puedas hacer, no hay obstáculo que no puedas vencer... –
LeeTeuk se giró y abrazó a EunHyuk con fuerza. Dios como necesitaba un abrazo en ese momento. El delgado cuerpo de su compañero se sintió tibio y suave entre sus brazos. EunHyuk abrió los ojos con sorpresa frente al gesto y lo envolvió con sus brazos luego de unos segundos. El mayor se quedó en silencio, sólo lo abrazó fuertemente, las palabras se apretujaban en su boca, pero no podía decirle nada, debía tragarse las palabras aunque le doliera, aunque bajaran arañando su garganta como agujas.
- Gracias – Dijo finalmente LeeTeuk cuando se abrió la puerta del ascensor y se separó de él. – Gracias por confiar de esa manera en mi... pero a veces creo que hay obstáculos que es mejor evitar para no enfrentarlos – Comentó mirándose los zapatos. EunHyuk suspiró.
- No lo se Hyung – Aceptó EunHyuk y se encogió de hombros – Si crees que es lo mejor... sólo evítalos – Ahora salían del ascensor y caminaban hacía el auto – Pero huir de los problemas... te alivia temporalmente, pero no trae soluciones –
EunHyuk estaba abriendo la puerta de su auto, cuando notó que LeeTeuk se había quedado un par de pasos atrás de él.
- ¿No vienes? – Preguntó EunHyuk.
- Creo que iré a enfrentar los obstáculos – Dijo LeeTeuk y le sonrió. Una sonrisa con la que pretendió tranquilizar al menor, (cosa que obviamente no logró), EunHyuk asintió con la cabeza y se subió en su auto. 10 minutos después, LeeTeuk se hallaba viajando en su auto rumbo al apartamento de KangIn.
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El bar estaba decorado de manera tal que te sentías realmente en Inglaterra y por momentos olvidabas que seguías en Seúl. El bar inglés ofrecía también muchos coctéles de varios países europeos, la música no podía ser más exquisita, una banda de Jazz en vivo y ocasionalmente baladas en inglés. Sohee se veía aún más hermosa bajo la luz tenue de los candelabros cercanos a la mesa, sus ojos brillaban con una mística casi divina que lo envolvía como un hechizo, así mismo su voz y su risa.
KangIn había decidido que olvidaría por esa noche a su Hyung y tan sólo disfrutaría de la compañía de Sohee. Aún no eran nada, aunque hubieran pasado mucho tiempo juntos gracias al trabajo en el star king, aunque hubieran comido juntos casi todos los días del mes anterior y hubieran compartido muchas cosas en amenas conversaciones, esa era la primera vez que KangIn se planteaba en serio el hecho de que no eran ’nada’, que quizás, de continuar las cosas así, esa nada se convertiría en una relación de verdad. Una vocecilla comenzó a taladrarle el cerebro advirtiéndole acerca de la locura que estaba a punto de comenzar.
Habían muchas cosas en juego, su carrera por ejemplo, tener una relación con una celebridad era un peligro constante con las fans obsesivas, recordaba muy bien el penoso episodio que los chicos de DBSK habían pasado gracias a los chismes. Pero esa era de lejos la razón menos importante para él en ese momento, en su mente sólo estaba una persona. Park JungSu.
¿Lo aceptaría LeeTeuk? ¿Que pasaría después? ¿Y que si no lo hacía?
Se llevó la copa a los labios, el whiskey estaba fuerte, pero no importaba, la situación ameritaba un trago fuerte. Hyung, ¿Que haré contigo?.
Genial, ya volvía a pensar en LeeTeuk, cuando se había obligado a concentrarse en ella. Se quedó mirándola en silencio, contemplando su cara de muñeca, ella se sonrojó.
- ¿Que pasa señor Oso? – Preguntó ella con voz dulce, jugueteando con su copa semi vacía. – Estás muy callado... y eso si que es extraño en ti –
- Sólo admiro tu belleza – Respondió él, siendo consciente de que volvía a coquetear con ella. Sohee rió avergonzada.
- ¿Así es como las conquistas a todas? – Preguntó ella juguetonamente.
- No... así es como te conquisto a ti – Dijo él y sonrió. Ella se quedó mirándolo en silencio unos segundos más, algo pareció formarse en su cabeza, porque unos momentos después una sonrisa se ensanchó en sus labios.
- Y así es como yo respondo a tus palabras – Dijo ella y de repente se puso de pie, KangIn la miró con desconcierto, ella le hizo un gesto con la mano para que la siguiera. – Quiero conocer tu apartamento... –
kangIn se quedó pensativo frente a eso. Una mujer no te pide conocer tu apartamento a las 12 de la noche, aquello sólo podía significar una cosa. Esa noche no solamente sería su primer beso con ella, esa noche habría sexo y luego de eso, era más que obvio que quedaría envuelto en una relación seria con ella, después de todo, así eran las reglas con las que jugaban las mujeres en el amor.
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LeeTeuk conducía por las oscuras calles, eran las 12 y 30 minutos, había dejado de llover hacía más de una hora y el pavimento brillaba húmedo con las lámparas de neón dispuestas por toda la ciudad. Probablemente volvería a llover y seguiría lloviendo el resto de la noche, o quien sabe, a lo mejor no, a lo mejor ocurría un milagro, como el que podría ocurrirle esa noche a él. El líder de Super Junior recordaba claramente las palabras de esa chica que había llamado a la radio, ¿Por qué los hombres somos así? Se preguntó así mismo ¿Por qué no podemos amar como las mujeres? Sonrió por el espejo retrovisor. KangIn era el indicado para responder a esa pregunta.
Entonces recordó las palabras del chico, ¿por qué las chicas eran tan complicadas?. LeeTeuk suspiró, quizás estaba pensando como una mujer después de todo, estaba celoso, le dolía el corazón, se sentía traicionado, quizás estaba siendo complicado como una chica. Volvió a sonreír frenando en un semáforo.
“Si te fijas en otra chica... eso no significa que dejes de amar a tu novia”
¿Era eso cierto? Se cuestionó, ya no recordaba que había dicho EunHyuk frente aquello en la radio, pero cuando había tenido novias, había sido sólo un niño, un adolescente y con la madurez cambian muchas cosas en tu percepción de la realidad, en esa época había amado con intensidad a una de ellas, dos años de relación, recordaba, la sonata de piano que había compuesto para ella era testigo de hasta donde había llegado su amor. Las otras novias habían sido sólo pasatiempos.
Pasatiempos... que cruel sonaba eso. Pero después de KangIn, todo lo demás había sido un pasatiempo. KangIn era su único...
Amor... No, Amigo, real. Se corrigió mentalmente.
¿Significaba que KangIn le seguía queriendo así tuviera una nueva chica en su vida? Se planteó. Eso era algo que debía averiguar, el obstáculo que según EunHyuk debía enfrentar, y sólo dios sabía cuanto miedo tenía de conocer la respuesta.
Cuando llegó al edificio de apartamentos donde vivía KangIn, cuando subió las escaleras (decidió tomar la vía más larga para llenarse de valor), LeeTeuk había tomado una decisión. Iba a darle una segunda mirada al asunto.
Una segunda oportunidad.
Iba retomarlo todo desde el comienzo. Talvéz lo debía pensar mejor, tal y como EunHyuk le había aconsejado a la chica, ‘si te engaña es por algo’ , algo está fallando, quizás debía tomárselo como un hombre y dejar esos pensamientos de ‘chica’, esos celos, esa rabia... todo eso y comportarse como un hombre. Hablar las cosas como debían ser, darle una segunda oportunidad a KangIn.
Pero cuando se encontró con los enormes ojos negros y la carita de muñeca de Sohee en la puerta del apartamento de KangIn, todo cambió por completo dentro de él.
Ya no habría una segunda oportunidad.
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Sohee parecía ir en serio, pensaba KangIn cuando habían llegado a su apartamento, hasta ese momento no le había insinuado nada más, pero KangIn tenía la certeza de que esa noche se quedaría con él, no sabía como, pero lo sabía, lo presentía. Esa noche todo iba a cambiar, era consciente de ello, luego de esa noche nada sería igual.
- Bonito apartamento – Comentó ella caminando por la sala, KangIn fue a la cocina para servir más vino. – ¡Valla! ¿Tocas piano? – Dijo ella depositando sus dedos sobre las teclas que hasta ahora sólo LeeTeuk había tocado y el sonido del piano más pareció un quejido, como si el piano mismo estuviera reclamándole por esa traición.
- No... es de Teuk Hyung... – Comentó KangIn, “no lo toques más por favor” pensó perturbado con el sonido, pero no dijo nada más.
- Parece viejo – Opinó ella – Y está feo – Agregó y rió antes de agregar – Dile que se compre uno nuevo –
Aquella era una pequeña broma, pero ¿por qué había sido tan amarga? Pensó KangIn aún en la cocina, mirándo la botella de vino como un idiota. Quería continuar con ella, su instinto le impulsaba a continuar hasta las últimas consecuencias, pero algo dentro de él, le decía que debía esperar, que no debía ir tan rápido.
Entonces fue cuando sonó el timbre de la puerta y antes de que KangIn tan si quiera pudiera pensarlo, Sohee había abierto la puerta para recibir a nada más y nada menos que al mismísimo LeeTeuk.
- ¿Leeteuk-shii? – Exclamó ella con sorpresa. Entonces KangIn se asomó por detrás de ella saliendo de la cocina. Tenía las copas en las manos, cuando vio a LeeTeuk casi se le sale el corazón del pecho. Ahí estaba su Hyung, pálido como siempre, demacrado, con la misma ropa de la tarde y con una infinita tristeza reflejada en sus ojos.
- Tenemos que hablar – Dijo simplemente LeeTeuk sin mirar si quiera a Sohee, su mirada estaba fija en el rostro de KangIn atrás de ella.
- Um... – Murmuró Sohee haciendo un puchero - ¿Es muy urgente? – Preguntó con inocencia – ¿No puedes volver mañana?- Esta vez Sohee se giró hacía KangIn mirándolo con reprobación, era obvio que ella ya tenía planes para esa noche y esos planes no incluían a Leeteuk.
KangIn se quedó unos minutos más como un idiota sin decir nada, sólo mirando el rostro serio de LeeTeuk.
- Osito... – Comenzó Sohee y caminó hacía él – No te demores mucho ¿Ok? – Luego se acercó al oído de KangIn y suavemente agregó – Te esperaré en tu cuarto –
A KangIn se le revolvieron las tripas cuando ese aliento cálido había rozado su oreja y el contenido de esas palabras se había procesado en su cabeza, aquella había sido una proposición directa y obvia. Ya no habían más dudas. Pero alzó el rostro y ahí continuaba LeeTeuk, con los ojos tristes fijos en él.
- Sohee... – Dijo KangIn titubeante, tomándola por los hombros – Esto... es importante... – El rostro de Sohee pasó de dulzura sexy a sorpresa – Nos veremos mañana en el estudio de filmación ¿ok?–
- ¿Estás diciendo que me valla? - Preguntó ella indignada, casi al borde del llanto, tenía los ojos tan abiertos con la sorpresa que casi no parecía Koreana.
- Si – Dijo LeeTeuk a su espalda – Es justamente eso – Agregó.
Sohee, se dió media vuelta enojada e indignada, era la primera vez que un hombre le hacía eso ¿Cómo se atrevía? Tomó su bolso rápidamente y salió del apartamento tirando la puerta con fuerza.
El silencio dominó la habitación una vez más por unos minutos en los que sólo se escucharon los tacones de la chica bajando por las escaleras.
- Hyung... – Comenzó KangIn con una sonrisita – No creí que fueras a venir... creí que no me habías escuchado cuando... –
El terrible dolor en la nariz y en la boca lo hizo callar inmedíatamente, posteriormente el mareo lo envolvió monentaneamente para finalmente desplomarse hacía atrás calléndo sobre el piano, partiendo la madera con su ancha espalda, el instrumento se quejó con un horrible sonido de teclas reventadas. La sangre brotó casi inmediatamente por su nariz y también por la comisura de su labio.
LeeTeuk lo había golpeado tan fuerte con su puño izquierdo, que KangIn se quedó observándolo anonadado aún contra el piano semi-destrozado, pensando en cómo un cuerpo tan delgado como el suyo podía albergar tanta fuerza.