El ángel y el demonio segunda parte.
Capitulo 20
“Rechazo”
La primavera arrazó con el invierno como un brote de esperanza y vida, los parques se fueron llenando paulatinamente de niños, flores y enamorados, él sol se atrevía a salir tímidamente entre las nubes para bañar con su cálida caricia la superficie de Seul. El ánimo colectivo no influyó en lo absoluto en el estado de ánimo de LeeTeuk quien continuaba encerrado entre esas mismas blancas, lugubres y espantosas paredes de hospital. No podía quejarse de la atención, porque tanto médicos como enfermeras habían sido amables y le habían atendido casi como a un rey, el problema era que por primera vez en su vida, se sentía como una carga para los demás y eso era algo que odiaba, más que el dolor mismo de las agujas que a diaro le enterraban en sus venas.
Con el pasar de los días, sus padres se habían cansado de llorar (o quizás ya no lo hacían delante de él) y los miembros de Super Junior habían vuelto a sus actividades, así que hacía la segunda semana de su encierro, todos los demás volvieron a trabajar como si nada hubiera pasado. Inclusive habían dado de alta a EunHyuk y a ShinDong, lo cual resultaba más frustrante aún.
Pero quizás, lo peor de todo era la filmación de la pelicula. LeeTeuk había soñado con actuar en una pelicula desde hacía mucho tiempo y se había entusiasmado mucho con la idea. Aunque su perfil no era precisamente la actuación como en el caso de Kibum, la sóla idea de que Super Junior lanzara una pelicula le había hecho soñar y desear interpretar su papel allí. De hecho ya había ensayado algunas líneas (todo claro, antes del accidente) por lo que resultaba frustrante estar allí haciendo nada productivo mientras los demás disfrutaban del trabajo en el largometraje.
Ya había pasado mucho tiempo desde la última vez en que KangIn se había quedado en el hospital a dormir con él y sus visitas se habían vuelto un poco más exporádicas. LeeTeuk lo entendía pefectamente, el menor tenía un papel protagónico en la historia, por lo tanto debía prestar especial atención en el desempeño de su personaje, lo que implicaba obviamente invertir mucho más tiempo aprendiendo diálogos y ensayando escenas. LeeTeuk no quería ser el culpable de que hiciera un mal trabajo por perder el tiempo con él en el hospital, así que cuando el menor sacaba un rato para visitarlo al hospital, evitaba hacer comentarios como “Oh, cuanto tiempo sin verte” o “Te extrañe”. Aunque realmente deseaba que KangIn le acompañase por más tiempo, LeeTeuk intentaba llenarse de valor y madurez para afrontar sólo esa dura época que le había tocado vivir.
Lloró como un tonto en silencio en su habitación, cuando los chicos habían partido para Estados Unidos. Era la primera vez que Super Junior actuaría en America y el viaje lo había llenado de expéctación. Así que fue inevitable que las lágrimas se derramaran por su rostro una tras otra, silenciosamente por largas horas. Esa misma noche había ido a visitar a KyuHyun a cuidados intensivos, le había sonreído y se había quedado con él, dándole ánimos que ni él mismo se creía.
Así pues que cuando el médico le anunció que su recuperación había superado las expectativas y que podría regresar a casa y continuar cuidandose por si mismo sin necesidad de las enfermeras, LeeTeuk sintió que por fin algo de felicidad y tranquilidad volvía a su vida. El medico le advirtió vehementemente nada de actividades laborales de ningún tipo, debía descansar en casa casi bajo las mismas condiciones del hospital. Sus padres estaban felices y ese día lo acompañaron con el papeleo legal para la salida del hospital. El mayor estaba muy ansioso por volver al apartamento y le costó bastante convencer a sus padres de que lo dejaran regresar por su cuenta, su madre deseaba que él pasara una temporada en casa para poderlo cuidar ella misma. Pero LeeTeuk sentía que si regresaba a casa estaría igualmente alejado del mundo y no habría mucha diferencia con el hospital.
Ya había tomado todas sus cosas y se había despedido de KyuHyun (¡Sin derramar ni una sóla lágrima!) y bajaba por las escaleras a la salida del hospital de la mano de sus padres, cuando un auto que conocía muy bien parqueó en la entrada al lado del taxi que esperaba a la familia Park.
Del auto, salió KangIn. Vestía una simple camisa blanca y un pantalón negro, usaba corbata, proablemente acababa de salir de alguna actividad. La familia Park lo saludó alegremente ondeando la mano mientras el menor se acercaba a ellos.
-¿Has venido a recoger a nuestro hijo? - Preguntó la madre con una sonrisa enternecida – Que buen amigo eres, Youngwoon, te lo agradesco mucho, pero ya hemos pedido un táxi y pensabamos acompañarlo hasta el apartamento -
-En realidad... si venía a regocer a Jungsoo Hyung – Comentó KangIn devolviéndole la sonrisa a la madre – Pero para llevarlo a mi apartamento -
-¿Como dices hijo? - Exclamó esta vez el padre de LeeTeuk.
-¿A tu apartamento? - Balbuceó el aludido sin entender.
-Así es, pensaba encargarme personalmente te ti- Comentó KangIn y se apresuró a agregar – En la casa hay mucho ruido por los miembros, así que no podrás descanzar apropiadamente -
Los padres de LeeTeuk encontraron aquella razón muy lógica y asintieron complacidos con la amabilidad del menor.
-Eres un buen chico – Exclamó la madre y le posó una mano suavemente en el hombro – Pero también eres un hombre ocupado ¿Estás seguro de que es una buena idea? -
-He organizado mi agenda con el manager Kim – Explicó KangIn alzándose de hombros – Prácticamente tengo toda la semana libre a partir de este momento, la filmación de la película terminó con éxito mucho antes de lo esperado, así que puedo encargarme de todo -
-Bueno, ¡pues no se diga más! - Exclamó el señor Park -Me siento mucho más seguro que mi hijo esté en tus manos a que esté en ese nido de salvajes -
-¡Papá! - Se quejó LeeTeuk avergonzado – ¡Tengo más de 20 años! - Su padre rió con ganas, con una risa extrañamente similar a la de LeeTeuk, lo cual resultó sumamente más gracioso.
-Está bromeando, ya sabes como es - Explicó la señora Park con dulzura – Pero en parte tiene razón, si Youngwoon puede cuidar de ti, nos sentiremos mucho más tranquilos -
-Entonces vallamos a comer algo ¿Les parece? - Preguntó KangIn, la familia Park asintió y todos entraron en el auto de KangIn.
Cuando se sentó junto a su madre en el asiento de atrás (su padre se sentó adelante junto a KangIn) LeeTeuk sintió que un inesperado arranque de miedo lo invadió como un torrente de espesa leche podrída que resbalaba por su columna vertebral. Cerró los ojos por unos instantes mientras escuchaba el motor del auto ronronear, sus manos temblaron y las aferró contra sus rodillas. Tragó saliva y deseo que por nada en el mundo los demás se dieran cuenta.
Veinte minutos después se hallaban en un restaurante de comida típica no muy lejos del camino a casa, disfrutando de un buen vino y de una buena comida. LeeTeuk observaba a su padre tontear con KangIn, haciendo chistes viejos y malos, haciéndo avergonzar a su esposa, KangIn reía, siguiéndole la corriente, parecía que fuera un segundo hijo para ellos y eso le traía un cálido sentimiento en el interior de su pecho. Desde aquel viaje a Pusan con su familia, KangIn le había caido en gracia a sus padres y siempre lo habían tenido en cuenta en casi todas las celebraciones familiares, se podría decir que llevaban una excelente relación, tanto así que el mismo KangIn osaba llamarle “Papá” a su propio padre.
KangIn era el hermano menor que nunca había tenido, pensaba a veces LeeTeuk, aunque no tienes sexo con tus hermanos, claro está, pero era como su hermano en los demás aspectos de la relación.
Por unos instantes, se preguntó en que pensarían sus padres si se dieran cuenta de la pecaminosa relación que ambos habían tenido durante tantos años a sus espaldas. ¿Verían a KangIn con los mismos ojos? ¿Continuarían tratándolo como a un hijo?. Se llevó un pedazo de camarón a la boca y lo masticó suavemente, si lo hacía con brusquedad, le dolería la mitad del rostro donde había sufrido los golpes.
Media hora después, KangIn llevó a la familia Park a la estación de Tren, en donde partieron finalmente hacía casa. LeeTeuk suspiró cuando recorrian las calles de regreso, aún sentía esa vaga sensación de miedo en la boca de su estómago. Quería bajarse pronto del maldito carro, no quería volver a subir a uno en un buen tiempo, aunque fuera consciente de lo ilógico que era ese pensamiento.
Simplemente deja de pensar en ello Jungsoo. Estás vivo y dos accidentes de auto no le pasan a la misma persona en menos de 4 meses.
Pero aunque su lado racional le decía aquello, sus dedos seguían aferrandose a sus rodillas como garras, los nudillos estaban blancos por la fuerza que les imprimía de manera inconciente.
-Más... despacio – Murmuró entre la vergüenza y el miedo. Pero que más daba era KangIn, si había fingido frente a sus padres era porque sabía que de no hacerlo, ellos no podrían regresar tranquilos a casa.
-¡Lo... lo siento Hyung! - Se disculpó KangIn alarmado y disminuyó la velocidad.
En ese momento, LeeTeuk se sintió tan avergonzado, que la posibilidad de haber muerto en el accidente y haber dejado todo atrás, no le pareció tan mala idea. Giró su rostro hacía la ventana, de nuevo unas estúpidas lágrimas querían escapar de sus ojos y se odio así mismo por llorar por absolutamente todo.
Eres un chico patético. ¿Como no te extraña que KangIn halla conseguido una novia? ¿Quien querría estar al lado de alguien tan débil y patético?
***
El fantasma de Sohee aún visitaba su habitación en sueños. A pesar de que KangIn hubiera terminado con ella hacía ya más de un mes, ella seguía atormentándolo, todo le recordaba a ella, su rostro, sus palabras, inclusive sus caricias. ¡Todo! Y KangIn nunca creyó que el recuerdo de una mujer pudiera ser algo tan doloroso y perturbante.
Pero lo más perturbante del asunto, no era el hecho puntual de recordar a Sohee, sino era la manera en como la recordaba. Lo que ella le hacía recordar, no ella misma. Ella le hacía recordar en como le había roto el corazón a su Hyung, ella le hacía recordar en como las lágrimas habían llenado los ojos de LeeTeuk y como sus puños se habían cerrado sobre su cara. Ella le hacía recordar la sonrisa triste que había adornado el rostro de LeeTeuk durante los primeros dos meses, le hacía recordar esa desgarrante y dolorosa amabilidad con la que el mayor lo trataba aún a pesar de todo.
Sohee le hacía recordar, lo increiblemente egoísta que había sido. Pensar en ella le hacía pensar en si mismo como un adolescente inmaduro que simplemente experimenta por placer y que no piensa en los sentimientos de quienes lo rodean. Él no había pensado en LeeTeuk en ningún momento, pero el mayor, siempre había estado ahí para él, se había mantenido ahí a pesar de todo.
Eres un imbécil. Ni siquiera fuiste capaz de terminarle a ella, tuvo que ser ella la que terminara para que reaccionaras... No eres más que un egoísta.
Esa voz en su cabeza tenía toda la razón. No era más que un egoísta pero eso estaba por cambiar, se esforzaría por borrar esa marca maldita de su piel, de borrar las huellas de sus pasos deliberados y construir un mejor camino delante de él. Con la misma valentía y fuerza con la que enfrentaba a diario todos los desafíos de su carrera, afrontaría el desafío de reconstruir el corazón de LeeTeuk.
Así pues que preparó todo para esa semana, haría todo lo que fuera necesario para ver una sonrisa verdadera en el rostro de su Hyung otra véz, lo cuidaría como al más valioso de los tesoros.
-Valla... has limpiado tu apartamento – Comentó LeeTeuk cuando entró en la sala, el apartamento lucía limpio y ordenado, como si KangIn hubiera dejado de vivir en él por semanas.
-Aunque no lo paresca... - Comentó KangIn – Estoy convirtiéndome en un hombre diciplinado – LeeTeuk rió suavemente.
-Eso parece.. después de todo el orden comienza en casa – Comentó, KangIn tomó el maletín que el mayor había traído consigo desde el hospital.
-Pondré tus cosas en mi habitación – Se apresuró a decir el menor – Y si necesitas más ropa, sólo dime cual e iré por ella al apartamento de los chicos... -
-Youngwoon... - Murmuró LeeTeuk con la mirada en el suelo – No hay necesidad de que hagas esto -
KangIn se giró y la imagen del delgado y pálido cuerpo de LeeTeuk pareció como un frágil cristal a punto de quebrarse. Se acercó a él lentamente y lo rodeó con sus brazos.
-Lo hago, porque quiero – Comentó juntando sus labios y nariz contra el cabello castaño del otro. - Lo hago, porque... eres tu -
Los labios de KangIn buscaron los labios del otro, anhelando ese contacto que hacía tanto tiempo no sentía, pero cuando todo parecía perfecto, LeeTeuk giró el rostro y evitó el beso. Entonces KangIn comprendió, que la herida que había creado en el corazón del mayor era mucho más profunda de lo que creía. En ese momento, su pecho se contrajo con la angustia y el simple abrazo que LeeTeuk le dio le dolió tanto como una puñalada en las costillas.
-Gracias – Dijo simplemente LeeTeuk y luego lo soltó.
Su teléfono celular había comenzado a sonar. Lo tomó sin muchas ganas y entonces vio el nombre de la persona que lo llamaba y sonrió.
-Si, estoy aquí – Dijo LeeTeuk con una sonrisa y KangIn sintió unos estupidos celos embargárlo rápidamente por quien fuera que hubiera llamado y causado esa sonrisa cálida en sus labios.
20 minutos después se dio cuenta de que el causante de esa sonrisa había sido DongHae. Pues había llegado al apartamento junto con EunHyuk, SungMin, Siwon, Yesung y Ryeowook. Habían comenzado a cantar desde el corredor, inclusive antes de tocar la puerta, estaban cantando algo en un inglés mal pronunciado, pero LeeTeuk pudo reconocer perfectamente la frase “Teukie, Teukie comeback” KangIn abrió la puerta con una media sonrisa y los chicos entraron en la sala como un grupo de mariachis. DongHae tocaba la guitarra y Ryeowook inclusive usaba un sombrero enorme. LeeTeuk no pudo evitar reir mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, pero esta vez, eran lágrimas de felicidad. Luego del rap de EunHyuk y de su baile, todos se acercaron a él y lo abrazaron al mismo tiempo, por unos instantes, todo a su alrededor fueron caras sonrientes y palabras de ánimo y aprecio. Siwon casi le parte las costillas con el abrazo que le dió y LeeTeuk se quejó adolorido, llevándose una mano a la espalda.
No podía ser más feliz.
Dos horas después llegaron los demás, Hangeng había comprado un pastel enorme y cuando se preguntaban como harían para comerselo todo, ShinDong y SungMin respondieron a la pregunta pidiendo un segundo y tercer plato para ellos.
¿Entonces te quedarás aquí? - Preguntó Yesung alzando una ceja, Ryeowook le limpió un pedazo de crema que se le había quedado en el labio inferior con el dorso de su dedo índice y luego se lo chupó. KangIn lo notó y no pudo pensar en otra cosa que en lo 'gay' que había sido ese gesto, pero ¿Quien era el para juzgar que tan gay era Ryeowook?.
-¡Hyungggggg! - Se quejó DongHae rebotando en la silla montando un numerito de pucheros y caprichos – ¡Yo quiero que regreses con nosotros, yo me encargaré de cuidarte! -
-No me digas... Ni siquiera puedes cuidar de ti mismo... - Se quejó KangIn llevándose las manos a la cintura. Ningun niño pucheroso iba a quitarle el derecho de tener a LeeTeuk sólo para él por una semana.
-Es cierto que no puedo cuidarme a mi mismo... - Aceptó DongHae con vehemencia y con toda la seriedad que el caso ameritaba y luego alzó el dedo índice – Pero para eso está EunHyuk, el cuida de mi y así yo puedo cuidar de Teukie Hyung -
-Genial, un niño cuidando a otro niño – Esta vez el sarcásmo llego de labios de HeeChul.
-Tu no hables mucho, no podrías cuidar a nadie más que a ti mismo – Respondió DongHae ofendido.
-¿Así de egoísta crees que soy? - Exclamó HeeChul con indignación y se puso de pie - ¿Alguien más cree que lo soy? -
Ante la pregunta indescreta, todos fingieron tener algo más importante que hacer o simplemente no haber escuchado la pregunta.
-Realmente... el sólo hecho de que HeeChul considere cuidarme, se me hace una muestra de su falta de egoísmo – Comentó LeeTeuk rompiéndo le incómodo silencio.
-¿Ven? ¿lo ven? - Respondió HeeChul y luego pareció reconsiderar las palabras de LeeTeuk - ¿Que estás queriendo insinuar? - Se acercó peligrosamente enseñándole un puño, pero sólo abrazó a LeeTeuk por la cintura. LeeTeuk rió suavemente y le devolvió el abrazo.
-En realidad nadie podría cuidarlo mejor que KangIn – Comentó Siwon con amabilidad – KangIn Hyung es fuerte, valiente, tenaz... -
-Testarudo, salvaje, terco... - Terminó Yesung alzandose de hombros. KangIn lo fulminó con una mirada de toro enfurecido. Yesung se concentró en su pedazo de pastel.
-Bueno, ¿Y que estamos esperando? - Dijo de repente HeeChul – ¡A celebrar como es debido! - Gritó sacando un par de botellas de Sohu de su maletín.
-¡Hyung! - Lo recriminó Hangeng, cosa que raramente hacía - ¿Cómo puedes traer licor a un enfermo? -
-No es para Jungsoo – Explicó HeeChul con una sonrisa amplia – Es para mi -
Quince minutos después todos se encontraban bebiendo (a ecepción de LeeTeuk que por obvias razones no debía y EunHyuk quien seguía manteniendo su promesa de no hacerlo nunca). KangIn se sentía extrañamente tranquilo con los chicos en el apartamento, después del beso frustrado que intentó darle a LeeTeuk, no se sentía con los pantalones suficientes como para afrontar lo que vendría después. Ahora más que nunca temía de lo que pudiera estar pensando LeeTeuk y en las repercuciones que esto traería para él.
¿Debería Intentarlo de nuevo? ¿Deberían las cosas ser como antes?
Miró a su Hyung de reojo, reía con un chiste de ShinDong, especialmente porque mientras lo contaba le había tirado la bebida encima a Kibum.
Dios, fuera lo que fuera, su corazón no dejaba de latir con fuerza cada que ese hoyuelo travieso se formaba en la mejilla del otro. Fuera lo que fuera, KangIn estaba dispuesto a correr el riesgo.
Continuará...