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El Ángel y el Demonio (Segunda parte) por Helsic

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El ángel y el demonio segunda parte.
Capitulo 25
"El precio de la libertad"


Despertar en los brazos de la persona que amas es el deseo que toda persona enamorada desearía cumplir algún día. Curiosamente KangIn había despertado al lado de LeeTeuk en muchas ocasiones y en la mayoría de ellas le había gritado o lo había golpeado. Recordó por ejemplo aquella vez que despertó con LeeTeuk abrazándolo por el pecho y él lo había tirado de una patada al suelo. En aquella ocasión los chicos los habían visto y había sido muy vergonzoso, se suponía que el mayor estaba enfermo, pero aún así no había perdido oportunidad de hacerle quedar en ridículo. Pero bueno, así era su relación. Nunca sabía que podría pasar por la mente de su Hyung, nunca podría predecir lo que sucedería aunque últimamente sentía que había estado tomando las riendas de la relación y eso le gustaba.

Abrazó el cuerpo de su amante aún con los ojos cerrados, aquella mañana cálida de primavera en esa hermosa isla, en ese idílico hotel, nada podría interrumpir su momento especial; esa sensación de saber que despertaba en los brazos de alguien y que lo primero que verían sus ojos sería el rostro apaciblemente dormido de LeeTeuk. Lo apretó un poco más, estaba un poco frío y sin abrir los ojos frunció el ceño, encontes recostó su rostro, buscando sus labios. Un beso para comenzar el día, no podía ser más cursi y perfecto.

Pero sus labios se encontraron con la fría tela de la almohada blanca que se encontraba abrazando contra su pecho. Abrió los ojos y ningún LeeTeuk apaciblemente dormido apareció frente a sus ojos. KangIn tiró la almohada que se estrelló contra la pared y cayó sobre la alfombra sin hacer ningún ruido. Se levantó despacio, estregándose los ojos con el dorso de las manos. Estaba sólo en la amplia cama matrimonial del hotel.

¿Donde demonios estaba LeeTeuk?

Se preguntó con el ceño fruncido. De repente se había llenado de frustración y eso lo hizo sentir aún más idiota. Se levantó de la cama y mientras estiraba los brazos hacía atrás, divisó la delgada figura de su Hyung sentado en el alfeizar de la ventana que daba con el pequeño balcón. Llevaba una camisa blanca sin abotonar, abierta en el pecho y unos pantalones cortos del mismo color. Parecía un personaje irreal de algún cuento de hadas, pintado delicadamente con el marco de la ventana como cuadro. Debía algo en una taza de porcelana del mismo inmaculado color. La brisa marina jugueteaba con sus cabellos y los desorganizaba tranquilamente mientras él simplemente miraba hacía el firmamento infinito que se extendía varios pisos bajo él.

KangIn se acercó y se recostó a un lado del marco, LeeTeuk no pareció notarlo y se llevó la taza a los labios, bebiendo lo que parecía café.

- Buenos días - Dijo entonces KangIn y LeeTeuk se sobresaltó.

- Oh... buenos días - Respondió con una sonrisa - ¿Quieres café? - KangIn negó con la cabeza suavemente y se sentó también en el alfeizar, iba sin camisa, sólo el pantalón ancho con el que había dormido.

- ¿Cuando hace que estás aquí? - Preguntó el menor.

- No mucho... quizás unas dos horas - Respondió.

- ¿DOS HORAS? - Casi gritó KangIn y miró el reloj cosbre la mesita de noche, eran casi las 10 de la mañana - ¿Has estado aquí sentado dos horas? ¿Porque no me despertaste? -

- ¿Para que? - Preguntó LeeTeuk y sonrió - Todo el mundo sabe te pones de muy mal humor cuando te despiertan - KangIn se avergonzó.

- Tonto... contigo es diferente... te hubiera hecho compañía - Le explicó molesto porque sabía que era cierto.

- No pasa nada - Comentó LeeTeuk y se llevó la taza a los labios de nuevo - La vista es hermosa, el clima es perfecto... y de vez en cuando es bueno estar solo y pensar -

KangIn se quedó mirándolo por unos instantes y luego observó el paraíso isleño que se extendía hasta el horizonte. ¿Que cosas tenía que pensar LeeTeuk?

- ¿Y... que pensabas? - Preguntó KangIn intrigado. LeeTeuk volvió a sonreír.

- Nada...nada importante - Respondió, KangIn hizo un puchero.

- Hyung... -

- Esta bien... si pensaba en algo... pero... es una tontería... no quiero decirlo - Agregó, de repente LeeTeuk miraba hacía un lado y sus mejillas se habían tornado rojas.

- Hyung - Volvió a llamarlo KangIn y se quedó paraíso fijamente a los ojos - Creo que hemos llegado a un punto en el que los secretos entre nosotros son innecesarios, creo que después de todo lo que hemos pasado, podemos decirnos hasta las más estúpidas tonterías -

LeeTeuk alzó el rostro, lo contemplo unos instantes, se humedeció los labios con la lengua y se tomó su tiempo en responder.

- Esta bien... sólo pensaba en que... en que nosotros dos - Hizo una pausa para suspirar - Nunca podremos tener una cita, una cita de verdad como las demás parejas - Se quedó en silencio esperando que KangIn hablara, pero como este no lo hizo, continuó - Nunca podremos aceptarlo abiertamente - El menor continuaba en silencio y sólo lograba que LeeTeuk se sintiera más nervioso - ¡Lo vez!... era una tontería, no me prestes atención -

Entonces KangIn dio un salto y quedó de pie, lo tomó de la mano y lo jaló casi logrando que regara el poco café que le quedaba en la taza.

- ¡Oye! ¿que haces? - Se quejó LeeTeuk terminándose el último trago de café.

- Hoy tendremos una cita - Dijo con entusiasmo - Y gritaré con todas mis fuerzas, para que todos se enteren - Finalizó.

- ¿Estás loco?- Exclamó LeeTeuk y casi rió con lo absurdo que había sonado KangIn, pero entonces reparó que en su rostro había una sonrisa maliciosa, esa misma mirada maliciosa de un niño que está a punto de hacer una travesura.

***

- ¿Porqué hemos venido aquí? ¡Espera! - Se quejó LeeTeuk luego de caminar y caminar por el enorme muelle a un par de kilómetros del hotel. KangIn no había dicho nada más al respecto, pero ambos se habían vestido y luego de almorzar en un restaurante cerca del hotel, el menor había insistido en lo de la cita y lo había llevado a ese lugar. Un apestoso lugar por cierto, lleno de barcos pesqueros malolientes y de marineros mugrosos que escupían constantemente en el suelo.

KangIn se adelantó y LeeTeuk lo vio hablar con un par de pescadores, pasaron casi 15 minutos en los que se arrepentía de haber dicho lo que pensaba en la mañana, de lo contrario aún podrían estar descansando en el hotel y no ahí esperándolo como un idiota.

Cuando KangIn regresó con él, LeeTeuk se llevó una inesperada sorpresa.

- ¿Que has dicho? ¿Has rentado un Velero? - Exclamó LeeTeuk siguiendo a KangIn por el muelle hasta que estuvieron frente a un pequeño barco de unos 6 metros de diámetro, tenía un par de blancas velas alzadas contra el horizonte, KangIn ya se estaba subiendo.

- No pasa nada Hyung, vamos sube - Exclamó KangIn con la misma sonrisa de antes, extendiéndole la mano al mayor.

- ¿Estás loco? ¿Sabes conducir Veleros? - Casi gritó el líder de Super Junior llevándose las manos a la cintura.

- ¡Claro que si!- Respondió KangIn - No es muy distinto de un auto... además el encargado me lo explicó todo, no es nada complicado, es prácticamente automático - Agregó.

- Dios, no puedo creerlo... - Musitó el mayor llevándose una mano a la frente - Estás loco... no voy a subirme -

- Oh por favor Hyung, es sólo un barco, además ¿No era esto lo que querías? Deja de quejarte y sube de una vez -

20 minutos después navegaban por el eterno azul océano a unos cientos de metros del puerto, a lo lejos los edificios y las casas cerca a la playa parecían pequeñas cajitas de cartón y los autos diminutas hormigas laboriosas. Y ahí estaba él, Park JungSu, líder de Super Junior, en medio del mar con su mejor amigo sin razón alguna.

KangIn efectivamente sabía como manejar el Velero, aunque no era la gran cosa, puesto que era automático y a prueba de turistas, la brisa los abrazaba refrescándoles plácidamente en esa inusualmente calurosa tarde de primavera.

- ¿A esto le llamas cita...?- Preguntó LeeTeuk con una sonrisa. La verdad era que aunque quisiera mostrarse testarudo, la idea le había encantado, estaba feliz allí en medio de la nada, sólo con KangIn como compañía. Era increíble como las pequeñas cosas podrían tomar un valor tan significativo si estás con una persona importante para ti.

KangIn le devolvió la sonrisa con una cerveza en la mano, la dejó en la mesita de madera al lado del mástil principal y caminó hacía el borde del barco. Entonces gritó con todas sus fuerzas:

- ESCÚCHENME TODOS... ¡ESTAMOS SALIENDO JUNTOS¡-

LeeTeuk sintió que todos los colores se le subían al rostro y al mismo tiempo su corazón se aceleró y saltó emocionado en su pecho. Ese tonto, de repente estaba gritando como un loco.

- ¡¡¡ESTOY ENAMORADO!!!- Gritó KangIn con todas sus fuerzas mientras se aferraba al borde de madera. Nunca se había sentido tan ligero y libre. Tenía la impresión de que era como una gaviota y que si saltaba por la borda podría volar libremente por el cielo. Por primera vez en su vida no tenía miedo a decir lo que sentía.

- ¡Cállate... tonto! -Se apresuró a decir LeeTeuk y lo tomó por la cintura, haciendo que KangIn se girara, el menor se encontró con unas mejillas muy coloradas y un LeeTeuk completamente avergonzado.

- Te quiero Hyung - Murmuró KangIn - Te quiero de verdad - Y ahí estaba él diciendo las palabras mágicas. Palabras que no recordaba haberle dicho nunca a LeeTeuk por segunda vez en todo ese tiempo. Recordó que sólo lo había dicho una vez cuando estuvieron juntos en las aguas termales de Pusan cuando habían ido a visitar a los abuelos de LeeTeuk, habían pasado años desde entonces, pero el sentimiento seguía increíblemente intacto.

- Lo se... pero los peces no tienen porque saberlo - Respondió LeeTeuk y lo abrazó suavemente y lo besó en los labios, un beso cortó y puro como de pareja adolescente que recién comienza a salir.

- ¿VIERON ESO PECES? - Gritó de nuevo KangIn girándose hacía el mar - ¡ESTA LOCO POR MI! -

- ¿Quien dijo eso? - Se quejó LeeTeuk atrayéndolo de nuevo contra si mismo - ¿Quien estaría loco por un tonto como tu? - Agregó y volvió a besarlo, esta vez más apasionadamente, lo atrajo contra su cuerpo pegándolo a su piel, metiendo su lengua y jugueteando con la de KangIn, cada vez que lo besaba, sentía que perdía el equilibrio, que se derretía como la mantequilla cerca al calor, sentía que dejaba de ser LeeTeuk para convertirse en Park Jungsu.

- Soy un tonto ¿eh? - Murmuró KangIn caminando lentamente con el mayor aún en brazos - Un tonto que habla con los peces ¿verdad? - Agregó y sentó a LeeTeuk en una de las sillas de madera de la cubierta - ¿Entonces porque estás aquí besándome eh? -

- Porqué así obtengo un paseo por el mar gratis - Comentó LeeTeuk mientras KangIn le besaba el cuello y sus manos se deslizaban peligrosamente por su pecho - Y porque me gustan tus besos... -

- ¿Sólo por eso? - Preguntó KangIn y desabotonó la camisa de LeeTeuk dejando su pecho al descubierto, comenzó a besarlo y a bajar con sus labios hasta el ombligo, aspirando su aroma varonil, el deseo de poseerlo creciendo en su interior con una velocidad vertiginosa.

- Y porque... me gusta como lo haces con la boca - Agregó LeeTeuk sonriendo, había malicia en esa sonrisa. KangIn obedeció y se sintió como el primer alumno de la clase, la clase llamada "anatomía de Park Jungsu", la cual jamás reprobaría. Entonces se metió el miembro del otro dentro de su boca y lo lamió con gula.

- Almuerzo gratis, paseo en barco gratis... y un excelente trabajo ahí abajo... que buen servicio, recordaré contratar esta misma agencia de nuevo... - Murmuró LeeTeuk con la respiración entrecortada por la excitación y con el calor subiéndose a la cabeza.

- Has firmado un contrato conmigo para toda la vida - Comentó KangIn acelerando sus movimientos, logrando que LeeTeuk sólo pudiera gemir inteligiblemente y aferrarse al borde de la silla con fuerza. El mayor cerró los ojos y unos minutos después se corrió con fuerza, disfrutando de la deliciosa sensación del orgasmo.

Luego LeeTeuk le había bajado los pantalones y había sido su turno de demostrarle que tan buen alumno era y como podía lograr que KangIn perdiera el juicio en cuestión de segundos. KangIn también alcanzó el orgasmo fácilmente, su Hyung siempre lograba excitarlo rápidamente, sabía exactamente como moverse, en donde tocar, a que velocidad, era demasiado perfecto como para pararse a reflexionar en torno a ello.

- Es la primera vez que lo hacemos en un barco - Comentó KangIn 20 minutos después, luego de que LeeTeuk había llegado en su interior. Ahora ambos descansaban semidesnudos en la proa del barco, sus respiraciones volvían lentamente a la normalidad. Le gustaba sentir a su Hyung dentro de él, a veces le parecía más significativo.

- Lo tacharé en la lista de lugares inusuales en los que hemos follado - Comentó LeeTeuk alcanzando la cerveza olvidada en el borde con la mano derecha, bebió un poco y se la ofreció a KangIn.

- ¿Tienes una lista? - Exclamó el menor luego de beber - Valla si eres pervertido -

- ¿A quién llamas pervertido? Si lo hemos pasado tan bien... - Agregó LeeTeuk con una sonrisa, KangIn dejó escapar una risita.

- ¿Y que lugares inusuales nos hacen falta? - Preguntó KangIn con interés.

- Um, no se, quizás en un avión... ¿Que tal el avión de regreso? - Preguntó LeeTeuk, KangIn rió con ganas.

- ¡No podemos hacerlo en el avión! el baño es pequeñísimo y hay azafatas por todos lados - Se quejó KangIn - Pero quizás en el aeropuerto... ¿Sabes lo enorme que es el aeropuerto Incheon? Los baños son muy grandes y la gente está muy ocupada pensando en sus vuelos como para sospechar algo... -

- Youngwoon... estaba bromeando - Aclaró LeeTeuk y se quedó mirándolo a los ojos alzando una ceja - No puedo creer que hayas contemplado la idea -

- Oh... bueno... pero podría ser - Murmuró KangIn muy avergonzado y se terminó la cerveza de un sólo trago.

- Pervertido - Rió LeeTeuk y lo empujó cariñosamente, KangIn rió también.

Aquel perfecto idilio parecía ser el fin a una tormenta de problemas y preocupaciones pasadas, ahora estaban juntos, habían sido sinceros y nada podía ir mal esta vez...

Aunque por supuesto, si hubieran sabido que a cientos de metros de distancia, una cámara con un enorme Zoom de aumento había obturado muchas veces capturando comprometedores momentos de su idilio, no estarían tan tranquilos y felices.

Un hombre sonrió satisfecho detrás de la enorme cámara profesional, acaba de encontrar una mina de oro, que por nada del mundo dejaría de aprovechar.

Notas finales:

Ahh finalmente he vuelto a escribir *-* obtuve mi inspiración viendo el drama Taiwanes Meteor Garden!!! si no lo han visto se los recomiendo muchisimo ^^ gracias por la espera!!

LeeTeuk: No lo puedo creer, recién nos reconciliamos ¿y ya nos metes en otro problema?
Helsic: La vida es dura mi querido lider...
KangIn: *la golpea con el teclado* Esto es un fic, se supone que es más fácil que la vida, además somos los protagonistas...
Helsic: ;0; no tenías porque pegarme, bruto animal! además ya deberían estar acostumbrados a mis fics...
LeeTeuk: . . . eso es lo que temo... acostumbrarme...

Foto del velero que rentó KangIn:


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