El ángel y el demonio segunda parte.
Capitulo 28
"El precio de la felicidad"
No era la primera vez que lo hacía, había perdido la cuenta de todas las veces que había tenido que mentirle a los chicos para salvar su pellejo (y por ende el de LeeTeuk) así que no estaba del todo asustado. Cuando la eucaristía terminó y la gente fue desalojando la iglesia, los chicos los rodearon con rostros preocupados y con las preguntas abultándose en sus bocas. Parecían vuitres hambrientos sobrevolando una presa en medio del desierto. Incluso KangIn podía sentir a HeeChul respirándole en la nuca, esta vez parecía enojado en serio, no era una más de sus pataletas semanales, había preocupación real en sus ojos. DongHae parecía estar al borde de las lágrimas y a la vez parecía que en cualquier momento podría golpearle.
KangIn se apresuró a explicar que debido al estado de LeeTeuk, había decidido que el descanzo sería lo mejor, quería que se recuperara rápido, así que escondió su telefono y le permitió pasar los días en su apartamento, recostado en su cama viendo televisión y descanzando. También aclaró que había apagado su movil para evitar que lo llamaran a él y pidieran hablar con LeeTeuk. Al comienzo los chicos se mostraron ecépticos a la versión, pero cuando LeeTeuk habló al final, la confianza regresó a ellos fácilmente.
¿Y es que como iban a dudar de las palabras de su lider? Al fin de cuentas, si no podían confiar en LeeTeuk no podrían confiar en nadie más. KangIn lo había hecho por el bienestar de su Hyung, había antepuesto los intereses de todos por la salud del mayor y había sido un acto de buena fe. En cuestión de media hora, todos reían y bromeaban, muchos más tranquilos cuando se hubo resuelto.
LeeTeuk agradeció a los padres de Siwon por tan bonito detalle aunque él no fuera muy religioso, sabía lo significativo que era para la familia Choi y lo más importante, la buena voluntad con la que había sido preparado todo. Luego de ser invitados a una increible comida que más bien parecía un banquete real en la mansión Choi, los chicos, satisfechos y felices regresaron al apartamento. LeeTeuk comentó que pasaría esa noche en el apartamento de KangIn porque toda su ropa continuaba allí y que los vería al día siguiente en la oficina. La mayoría se mostraron molestos con la idea de que el lider volviera a trabajar tan pronto, pero él les explicó que la quietud en vez de aliviarlo lo estaba enfermando más.
Una vez en la noche, en el apartamento de KangIn, cuando el mayor salía del baño con una toalla anudada a su cintura y todo su cuerpo destilando agua provocativamente, su rostro mostraba una expresión muy diferente a la sonrisa amable y tranquila que había esbozado en la tarde.
- ¿Que te pasa? - Preguntó KangIn quien se encontraba recostado en su cama viendo una pelicula de acción China. LeeTeuk se pasó una mano por el cabello y lo lanzó hacía atrás y silenciosamente se sentó a su lado. KangIn hubiera preferido que no 'pasara nada' para poder tener buen sexo (la visión de su Hyung de esa manera era irresistible), pero sabía por experiencia que si no se hablaban las cosas a tiempo tendrían grandes problemas en el futuro.
- Estuve pensando - Comenzó LeeTeuk y KangIn suspiró. Aquello iba para largo - Sobre las mentiras que dijimos esta tarde -
- ¿Que pasa con ellas? - Preguntó KangIn recostandose en el codo y poniendo su cabeza en la mano derecha - Se lo comieron enterito... - Sonrió. Pero LeeTeuk no le devolvió la sonrisa.
- Estoy cansado de mentir - Confesó LeeTeuk y bajo la mirada hacía las sábanas color crema. - No me gusta mentir -
- A mi tampoco - Aceptó KangIn - Pero somos un expertos por naturaleza ¿Sabes cuantas mentiras les hemos dicho a los chicos? -
- Eso no me hace sentir mejor - Se quejó LeeTeuk haciéndo un puchero.
- No estoy intentando hacerte sentir mejor, estoy siendo realista - Aclaró KangIn y su voz sonó dura, rasgando la habitación como un puñal - Si no quieres mentir, podemos decirles la verdad, ¡Estamos saliendo juntos! -
LeeTeuk lo golpeó en el hombro con un puño. No muy suave. KangIn sabía que no era un golpe de broma, pero era necesario.
- No digas eso ni en broma - Lo regañó, esta vez sonrió - Realmente me aterra que algún día tenga que decir la verdad -
- Ese día no tiene porque llegar - Comentó KangIn y esta vez le pasó una mano por encima de los hombros para abrazarlo y reconfortarlo - Por eso debemos seguir mintiendo -
- No me gusta... - Susurró LeeTeuk con gesto mimado.
- ¡Quien te viera pensaría que sólo has mentido una vez en tu vida! ¡cuando fuiste tu quien me enseñó a hacerlo tan bien! ¿Quien me engañaba vilmente cuando aún no habíamos debutado? ¿Quien me chantajeaba a diario y jugaba conmigo? soy tan bueno porque tengo el mejor maestro - Comentó KangIn manoteando con su mano libre. Esperó a que LeeTeuk reaccionara como siempre, como un niño pequeño, tomara la almohada y lo golpeara en la cara con ella y luego lo atacara a cosquillas, pero el mayor permaneció en silencio asimilando las palabras.
- Es cierto - Aceptó finalmente, dejó caer su rostro en el pecho de KangIn y se quedó un rato más allí, perdido en los recuerdos - Pero esta vez... fue diferente -
- ¿Diferente en que sentido? - Se apresuró a decir KangIn sintiéndose incómodo e intrigado.
- Por unos momentos sentí, que mi mascara se quebraría, mientras veía la rabia en los ojos de HeeChul, mientras veía las lágrimas contenidas en los ojos de DongHae... oh, la sonrisa de alivio de Siwon - Se quedó unos segundos en silencio antes de continuar - Quize gritarles la verdad, gritarles que estuvimos de paseo en una isla felizmente mientras ellos morían de preocupación... -
Esta vez KangIn no supo que decir. Aunque también se le diera fácil mentirle a los chicos, las palabras de LeeTeuk eran demasiado ciertas, de inmediato recordó cada una de las expresiones de los chicos y no pudo evitar que el corazón se le encogiera. Se quedaron otro rato más en silencio, pensó que LeeTeuk lloraría (últimamente lo hacía muy a menudo) pero este permaneció con la mirada perdida en algún lugar de la habitación.
- Hyung... - Comenzó KangIn quebrando el silencio, apretando suavemente el hombro de su compañero para atraerlo un poco más hacía su cuerpo - ¿Estarías dispuesto a decir la verdad? -
- No - La respuesta fue rápida y cortante.
- Valla... no lo tuviste que pensar - Comentó KangIn sorprendido - ¿Nunca aceptarías que... bueno, que me quieres? - LeeTeuk pareció muy incómodo con la pregunta y se revolvió un poco en las sábanas.
- Sólo si es estrictamente necesario - Murmuró suavemente y se atrevió a mirar a KangIn que parecía desilucionado con la respuesta - Hey, no lo tomes a mal, no es nada personal... -
- Nada personal... ¿Entonces que es? - Preguntó KangIn desviándo la mirada hacía otro lado, deshaciendo el abrazo.
- Estoy siendo realista - Aceptó LeeTeuk, repitiendo las palabras que el menor había dicho antes - No me gusta mentir... pero eso no significa que quiera decir la verdad, es sólo que a veces me gustaría no tener que mentir con tanta frecuencia -
- Bueno, esperemos que nunca tengamos que decir la verdad entonces ¿Quieres postre de leche? -
- Si - Finalizó LeeTeuk y KangIn abandonó la cama para dirigirse a la cocina.
Si hubieran sabido que ese día estaba más cerca de lo que esperaban no hubieran podido dormir bien en esa noche, ni en las siguientes, pero no fue si no hasta una semana después que la mayor tormenta que habían tenido que enfrentar en sus vidas, se desató.
***
Había ido a visitar a KyuHyun a diario. Dándole fuerzas y animandolo con mucho entusiasmo, sabía lo dificil que era y no quería que el menor sintiera lo mismo que el sintió; la impotencia frente a la compación de todo el mundo.
Ese día era soledado y caluroso, el verano comenzaba a hacer presencia con fuerza, los chicos se encontraban en el salón de ensayos, todo lo relacionado con la pelicula había concluido y ahora se preparaban para el lanzamiento del cover que le harían a la legendaria banda HOT y ninguno podía evitar sentirse nervioso ante tal responsabilidad. LeeTeuk había asistido a la práctica aún cuando le habían advertido no hacerlo y se mantuvo sentado en un rincón viendo a los demás preparar la coreografía. En unos días podría volver a practicar (o eso esperaba) puesto que la quietud era peor que los efectos secundarios del accidente. Además su espalda se encontraba muy bien, ya no le molestaba al bañarse o vestirse y sólo de vez en cuando sentía un pequeño escosor.
Entonces fue cuando el mensaje llegó al salón de prácticas. El manager los necesitaba en su oficina inmediatamente. Sólo a ellos dos.
Los chicos se miraron algo desconcertados, pero no hicieron preguntas, al fin y al cabo al tener actividades individuales, no era de extrañar que los citaran por separado. KangIn se cambió rápidamente la ropa sudada con la que ensayaba y seguido por LeeTeuk subieron en el elevador los muchos pisos que los separaban de la oficina.
Una vez allí, tan sólo con entrar en la oficina supieron que algo iba mal. Inclusive el aire se sentía pesado, el manager estaba sentado al final de una larga mesa, tenía un sobre de carta color cafe sobre la mesa y lo miraba como si se tratara de una bomba nuclear. KangIn y LeeTeuk caminaron hacía la mesa, el hombre allí presente se mantuvo en silencio y se llevó las manos a las cienes masajeandoselas. El señor Byun era uno de los managers que había estado con el grupo desde sus inicios, junto al señor Lee. Era un hombre de casi cuarenta años, de sonrisa tranquila, pero ojos duros como una piedra, su frente estaba surcada por varias arrugas y siempre peinaba hacía el lado izquierdo su cabello corto. Usaba gafas, rectangulares y delgadas, dándole un aire de cientifico o doctor. Era estricto e implacable a la hora de imponer el orden, pero tenía la pasciencia de un padre para darte un consejo si lo necesitabas. Era uno de los 'Hyungs' más queridos por todos y también uno de los más respetados.
- ¿Necesitaba vernos? - Preguntó LeeTeuk haciendo una venia.
El señor Byun alzó finalmente el rostro y los contempló seriamente en silencio, luego vociferó la pregunta que por poco les arranca el corazón a ambos.
- ¿Donde estuvieron la semana pasada?-
KangIn cerró los ojos por unos momentos e intentó que su respiración se calmara, no podía delatarse estúpidamente, si había podido mentirle a sus más cercanos amigos, podría mentirle al manager. Y justo estaba abriendo la boca para decir la misma versión que habían dicho a los chicos, cuando el señor Hyung deslizó el sobre por el vidrio liso de la mesa hasta ellos dos.
Ambos miraron el sobre en silencio como un par de idiotas sin atreverse a cogerlo. Entonces fue KangIn quien lo tomó entre sus dedos y esbozó una sonrisa confiada (o eso intento) al manager, mientras lo abria.
KangIn creyó que envejecía 10 años al contemplar las fotografías. Ambas de 12 cm x 18cm, lo suficientemente grandes y nítidas como para poder apreciar como dos chicos disfrutaban de una velada muy romántica en un pequeño barco. En la primera foto, uno de ellos abrazaba al otro por la espalda y este tenía su rostro girado hacía un lado en lo que se suponía era un beso, aunque por el ángulo no se podía apreciar bien. En la segunda foto, por el contrario, los rostros de ambos se veían claramente, uno de ellos estaba sentado en una silla y el otro arrodillado frente a él sumergía sus manos dentro de su camiza, ambos sonreían.
El tiempo se detuvo, ¡su corazón se detuvo! y se le olvidó respirar porque cuando pudo reaccionar se sentía mareado, sus ojos seguían clavados en las fotos y cuando finalmente levantó el rostro notó que LeeTeuk estaba tan blanco como la pared, su expresión de horror era la misma que había puesto aquella vez que había sido mordido por ese perro, cuando se perdieron en la montaña. Las fotos resbalaron de los dedos de KangIn y se esparcieron por la mesa suavemente, por primera vez en su vida, se sentía completamente indefenso, estaba tan asustado que ningún pensamiento coherente llegaba a su cabeza.
El silencio que llegó después pareció eterno, hasta que finalmente el señor Byun tomó las fotos y las guardó en el sobre.
- Tenía la esperanza de que fuera un montaje - Comento el manager con desilución - Pero sus rostros me acaban de confirmar que es completamente real - Ambos chicos seguían en silencio. - Junto con las fotos recibimos una carta, un chantaje para ser más precisos - Sonrió con ironía - El anónimo dice que tomó las fotos en la isla de Cheju-do y también cito la hora exácta, al parecer estaba de vacaciones y tuvo la fortuna de descubrir algo interesante con el lente de su cámara -
- Señor Gyu... - Comenzó LeeTeuk, pero fue interrumpido por las palabras del manager.
- Y nos pidió una considerable suma de dinero por su silencio, al parecer una publicación de chismes sobre famosos, le hizo una buena propuesta, así que nos está pidiendo el doble - Finalizó el manager.
- ¡Yo lo pagare! - Exclamó KangIn saliendo de su letargo. - ¿Cuanto quiere ese imbécil? -
El manager rió amargamente y luego su expresión se endureció tanto que ambos retrocedieron un paso.
- El dinero vale una mierda Yongwoon - Comentó el manajer golpeando la mesa con sus manos - Nuestra compañía puede pagarle todo el dinero del mundo, no es cuestión de dinero, el problema es que ustedes dos acaban de violar todas las malditas reglas de la empresa y las consecuencias podrían ser tan desvastadoras que no sólo les costaría el trasero a ustedes dos, ¡nos undiremos todos!-
Ambos se quedaron sin habla frente a esto, en primer lugar porque jamás habían escuchado una mala palabra en los labios del siempre tranquilo señor Gyun y en segundo lugar, porque si comprendían la magnitud del problema, el juego se les había salido de las manos y ningún dinero en el mundo lo podría pagar.
- Supongamos que pagamos el dinero - Continuó el manager recuperando la compostura - ¿Quien nos asegura que este anonimo no guarde una copia? -
- ¿Podríamos demandarlo...? - Preguntó KangIn cautelosamente, el Manager sólo sonrió con ironía y meneó la cabeza.
- No, con una demanda sólo obtendríamos dinero en caso de ganarla, pero a cambio SM perdería toda su credibilidad, ya puedo imaginar a la asociación de padres quejándose por el ejemplo que Super Junior le está dando a sus hijos. No, un golpe como este sólo undiría al grupo para siempre, saben como es este negocio, sus caras lindas y su actitud perfecta es lo que vale, a nadie le importa como os sintaís una vez abajo del escenario, mucho menos a los padres y a las personas que tienen el poder - Explicó el manager y LeeTeuk y KangIn sólo bajaron más la cabeza. - Estuvimos hablando sobre el asunto en una reunión esta mañana... -
- ¿Cu...cuantas personas lo saben? - Preguntó LeeTeuk con una voz que casí pareció un susurro.
- Sólo las necesarias - Contestó el manager poniendo las manos frente al sobre cruzándo los dedos entre si - Y hemos tomado una desición al respecto, sólo necesitabamos confirmar si las fotografías eran verdaderas, normalmente, una falta de esta magnitud podría ser motivo de suspención o inclusive cancelación del contrato... -
Al escuchar esas palabras, KangIn sintió que el corazón se le volvía a detener y que el mundo de repente se desmaterializaba a su alrededor. ¿Cancelación del contrato?. Sus manos de repente temblaban, por lo que las ocultó tras su espalda.
- Pero Super Junior no aguantaría una perdida así, seamos francos, el grupo no está pasando por un buen momento, la película no dió los resultados esperados y también tenemos el tema del accidente automovilístico, conocen de sobra las críticas hacía el grupo por los performances en vivo, sacar al líder y al 'segundo al mando' sería un golpe que Super Junior no podría aguantar... ¿Quieren arruinar las vidas de sus 11 compañeros? -
LeeTeuk se apresuró a mover la cabeza negativamente, sus ojos estaban cecos por el esfuerzo que hacía de no parpadear.
- Bien, entonces asumirán las concecuencias de sus actos como es debido - Continuó el manager - No volverán a hacer 'fanservice' durante las nuevas presentaciones al publico -
- Bueno... eso - KangIn sonrió, esperaba una sentencia peor - Eso no es ningún problema, a las fans les gusta y no creo que sospechen nada acerca de nosotros, es decir saben que no es real, todos lo hacen... -
- Creo que no has comprendido mis palabras Youngwoon - Lo cortó el manager - No habrá necesidad de fingir nada, porque no existírá NADA entre ustedes... ¿Entendido? - Hubo un pequeño silencio.
- Señor... ¿Nos está pidiéndo que terminemos...? - Murmuró KangIn con incredulidad.
- No se, ni me interesa saber que tipo de relación hay entre ustedes dos - Aclaró el manager - No se si por la edad estén confundidos o si esto lleve más tiempo, lo único que se es que a partir de ahora no existirá más -
- Pero ustedes no pue... - KangIn había comenzado a quejarse cuando el codo de LeeTeuk le golpeó las costillas con disimulo.
- No volverán a compartir habitación, hablando al respecto en la reunión creemos que tenemos algo de culpa al sujerirles vivir juntos, por lo que se ha decidido que dejarán de vivir juntos, tenemos entendido que Jungsoo se ha quedado varios días en el nuevo apartamento de Youngwoon ¿es verdad? -
- Si - Aceptó LeeTeuk - Youngwoon-ah se hizo cargo de mi luego del accidente -
- Si, se nota - Comentó el manager con ironía. - Así pues que esperamos no tener que advertirlo dos veces, si quieren mantenerse en la empresa y por el bien del grupo mismo, deben evitar todo contacto físico cariñoso en público como también dejar ese comportamiento inmoral y desagradable en privado -
Ahora las manos de KangIn temblaban con más intensidad, el miedo que sentía se había mezclado con la rabia que ahora lo embargaba. Comprendía perfectamente que debían ocultarlo del publico y sabía que tenía toda la culpa por llevar a LeeTeuk a esa isla sin tomar ninguna precaución, pero eso no significaba que tuvieran que terminar de verdad, podrían mantener el secreto como habían hecho hasta ahora ¿cierto?
- Oh, justo a tiempo - Dijo el manager, entonces KangIn notó que la secretaria Ra, había entrado a la oficina con unos documentos en unas carpetas blancas, se los entregó al señor Gyun y haciendo una pronunciada venia, salió del lugar.
El hombre que alguna vez se había ganado todo el respeto de KangIn y que ahora no era más que un homofóbico egoísta, revisó los papeles y se acomodó las gafas.
- Sus nuevos contratos - Explicó deslizando las carpetas por el vidrio.
KangIn y LeeTeuk tomaron las carpetas con indesición. Entonces fue cuando el menor realmente comprendió la magnitud del problema:
Habían modificado el contrato para incluir una nueva clausula que les prohibía cualquier tipo de relación entre ellos dos que no fuera estríctamente profesional. Y cualquier desacato a la clausula, equivalía a la cancelación del mismo.