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El Ángel y el Demonio (Segunda parte) por Helsic

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El Angel y el Demonio
capitulo 6

『 Como una esposa 』


- Toca para mi – Había dicho KangIn con una sonrisa luego del abrazo y LeeTeuk le hizo una venia ceremoniosamente y se sentó con elegancia frente al piano, imitando a los viejos músicos Europeos que alguna vez había visto en televisión. Segundos después la magia salió de sus dedos al depositarlos en las teclas. El delicado y vibrante sonido del piano se extendió por la habitación como una oleada cálida y se mezcló con el sonido de la lluvia en el exterior. Las notas resbalaron cadenciosas por las paredes convirtiendo ese simple y feo apartamento de estudiante en un castillo mágico. KangIn sonrió mientras le observaba tocar, preguntandose una vez más, como esos dedos delicados, frágiles y delgados podían producir tan hermosa melodía y a la vez las más desquiciantes caricias.

Dale vida a este lugar con tu música


Se dijo así mismo y se dejó caer cuan largo era en el sofá de la sala, cerrándo los ojos y permitiendose viajar con la melodía del piano a parajes inospechados y recónditos a los que sólo podía acceder a través de la música de LeeTeuk.

A través de tus manos...


Y miles de recuerdos de todos los momentos importantes en los que LeeTeuk había tocado para él llegaron a su mente, recordó el sueño que años atrás tuvo con él, en el que ese chico sin rostro tocaba esa hermosa melodía, ese chico que resultó ser su Hyung. Recordó también su regalo de cumpleaños. LeeTeuk le había regalado una canción, había llegado tarde por ayudar a Hangeng con las clases de Koreano, pero el líder no se había enojado y le había sorprendido con una hermosa canción que le llegó a lo más profundo del corazón. Había sido un tonto por esas épocas, no había querido aceptar sus sentimientos a pesar de que su corazón parecía explotar como una bomba nuclear cada que LeeTeuk lo besaba, ahora las cosas eran distintas y a pesar de que seguía siendo dificil decir las cosas directamente, siempre terminaban por arreglarlo todo sin palabras.

Justo como ahora. Con la magia de la música.


LeeTeuk tocó por un buen rato, en realidad KangIn no supo cuanto tiempo, se perdió en ese delicioso mundo fuera del espacio tiempo al que sólo las notas del piano podían transportarlo.

Entonces la música del piano se detuvo. KangIn se quedó esperando a que reanudara la melodía, pero entonces sintió un peso sobre su cuerpo y el olor de LeeTeuk lo invadió por completo, aún sin abrir los ojos, sintió el cosquilleo del cabello del mayor sobre su cara y la tibieza de su aliento sobre su nariz.

- Déjame terminar lo que empecé hace unas semanas... - Dijo LeeTeuk con suavidad y lo besó sin prisas, beso que KangIn correspondió aún con los ojos cerrados recordando el humillante episodio en el cuarto de aseo semanas atrás.

- Soy tuyo – Murmuró KangIn mientras el otro comenzaba a desabotonar su camiza y a dejar un rastro de besos en la piel expuesta lentamente. Pronto esa misma boca rodeó su entrepierna y su aliento le envió escalofríos por toda su columna vertebral.

Lo lamió con dedicación, en un comienzo léntamente, convinando aquello con otras caricias, rosando esa entrada íntima con sus dedos, de vez en cuando metiéndolos allí con esa misma suavidad desquiciante que lo caracterizaba. KangIn simplemente se relajó y disfrutó de aquello sin pensar en nada más, navegando en el oleaje de placer que el otro le producía hasta que inevitablemente alcanzó ese orgasmo tan deseado desde tiempo atrás. Un orgasmo que vino acompañado de un grito que rompió el sonido de la lluvia una vez más y su cuerpo se tensionó deliciosamente antes de dejar escapar su semilla. Se llevó una mano a la frente y suspiró.

- Simplemente perfecto – Exclamó mientras su respiración volvía lentamente a su estado normal.

- Lo se – Dijo LeeTeuk mostrando una sonrisita arrogante, jugando como siempre, montándose sobre él una vez más para besarlo, esta vez en la frente, cosa que lo sorprendió. LeeTeuk siempre lo besaba en los labios, pero ese beso en la frente fue inesperado y KangIn abrió los ojos con curiosidad – Si sientes lo mismo que yo, besa mi frente -

- ¿Que? - Preguntó KangIn aún confundido.

- El guión... ¿Ya no lo recuerdas? - Preguntó LeeTeuk y le dió un golpesito juguetón en el hombro, KangIn se sentó en el sofá y continuó mirándolo sin entender – El mini drama... ¿Acaso ya lo olvidaste? -

- Ahh... - Entonces KangIn recordó el asunto del minidrama que pronto grabarían, dentro de las diferentes historias que iban a presentar había una en la que harían 'KangTeuk' – Lo había olvidado, de hecho no he mirado bien el guión – Comentó.

- Ten señaré el guión esta noche – Dijo LeeTeuk y KangIn iba a protestar porque no quería pasar la noche estudiando un guión cuando vio que el mayor se sacaba la camiseta y su pecho pálido quedó al descubierto, entonces comprendió que tipo de 'guión' le iba a enseñar LeeTeuk.


***

El sol despuntó en la madrugada, metiéndose entre las cortinas y generando caprichosas formas entre las sábanas bajo las cuales ahora dormía plácidamente KangIn. Y ese mismo sol caprichoso fue el causante de que forzosamente tuviera que abrir los ojos, el calor también había aumentado gracias que el verano estaba en su más fuerte apojeo, por lo que la necesidad de salir de la cama se hizo más urgente. Se giró aún semi dormido para abrazar a LeeTeuk quien naturalmente había pasado la noche con él pero terminó abrazando una fría almohada. Esto terminó por despertarlo completamente.

Con el ceño fruncido se sentó en la cama y bostezo tirando la almohada lejos y esta resbaló por la pared hasta caer al suelo.

- Hyung... - Llamó con voz ronca como un Oso que recién sale de la hibernación y caminó por el corredor bostezando por segunda vez.

- Ohh, por fin despiertas, un poco más y comienzo a creer que estabas muerto – Bromeó LeeTeuk saliendo de la cocina, vestía un traje negro simple y elegante, se estaba organizando la corbata.

- ¿A donde vaz? - Le preguntó KangIn rascándose la cabeza, con el cabello hecho un nido de pajaros desordenado. - Hoy no tenemos agenda en la mañana...-

- Tu no tienes agenda, los chicos tampoco – Lo interrumpió LeeTeuk mientras miraba su celular para asegurarse de la hora – Pero tu lider tiene mucho que hacer hoy -

- Ohh ¿en serio? - Se quejó KangIn un tanto... decepcionado.

- Claro que si, sabes que siempre atiendo a reuniones los sábados en la mañana – Comentó LeeTeuk como si fuera más que obvio. Entonces tomó su maletín negro, en el que había traido la ropa y del que ahora sobre salían un par de documentos y papeles. - No se si pueda ir a almorzar con los chicos, quizás termine tarde, en fin... -

-... Es...espera – Titubeó KangIn y lo alcanzó por el brazo cuando el otro ya estaba a punto de abrir la puerta. - Vuelve aquí para almorzar... juntos -

- ¿Aquí? - Preguntó LeeTeuk extrañado - ¿Cocinarás tú? - Agregó.

- Pues... si, cocinaré yo – Aceptó KangIn. LeeTeuk se rió con ganas y se puso el maletín contra el estómago.

- Entonces será mejor que valla a almorzar con los chicos o terminaré comiendo ramen instantaneo – Se burló, pero KangIn tenía las mejillas levemente coloradas y estaba frunciendo el ceño.

- Cocinaré algo diferente Hyung – Comentó con una voz entre molesta y avergonzada, cosa que pareció notar LeeTeuk porque dejó de reír.

- Ahh... wow... entonces... haré todo lo posible por terminar pronto... te llamaré si algo ocurre – Agregó incómodo con la situación y luego del embarazoso momento de silencio, sonrió y salió del apartamento con un simple – Adios -

KangIn se quedó allí viendo la puerta cerrada con una mezcla de rabia y frustración. ¿Porqué de repente se sentía tan avergonzado y tonto?

Por que pareces una esposa...


La vocecilla de su subconciente lo aterró con ese pensamiento y sus mejillas se colorearon aún más, se dio media vuelta hecho una furia consigo mismo y la sensación lo acompañó durante toda la mañana y se afianzó aún más cuando se metió en la cocina y observó con frustración la alacena vacía.

Recordó la risa de LeeTeuk, maldición, realmente había pensado en preparar ramen instantáneo. Pero no quería darle el gusto a su Hyung de que se burlara de él otra vez. Se llevó una mano al mentón pensando en que tipo comida prepararía, pero nada llegó a su mente, primero debía ir a compar los ingredientes, pero no tenía ni idea de que prepararía ni como lo prepararía. Una sopa de Kimchi, pensó, pero desechó la idea porque era demasiado cotidiano, ¿Pero que demonios haría si no sabía cocinar nada más?

Esta vez se llevó ambas manos a la cabeza y se despelucó el cabello con frustración. Entonces recordó el teléfono celular que descanzaba silencioso en su bolsillo.

Necesitaba ayuda.

- Hola... Wookie, ¿como estás? - Saludó KangIn con voz nerviosa.

- Oh, hola Hyung, ¿Que pasa? ¿Necesitas algo? - Preguntó el otro con su suave voz.

- Eh... ¿Acaso no puedo llamar simplemente para hablar? - Preguntó KangIn molesto.

- KangIn Hyung... ¿Estás bien? - Esta vez el tono de voz de Ryeowook sonó preocupado.

- Aigo... si necesito un favor – Se vio obligado a decir KangIn sumamente avergonzado. - Necesito... preparar el almuerzo... ¿Podrías...? -

- Claro Hyung, ya voy para allá – Exclamó Ryeowook con voz feliz.

- No espera, Wookie... no es necesario que veng... - Pero el otro ya había colgado – ¡Maldición! - Exclamó cuando la líena quedó muerta.

Media hora después se encontraba en el supermercado más cercano con un carrito metálico recorriendo las estanterías llenas de alimentos junto a Ryeowook. El menor estaba explicando con una seriedad digna de un erudíto en la culinaria porque el Ají importado frances no se debía mezclar con los pepinillos y a su lado KangIn no pudo evitar pensar que en definitiva se sentía como una esposa que busca sorprender a su trabajador marido con un buen almuerzo y busca ayuda en su mejor amiga.


***

- Y bien Hyung ¿Que quieres que te prepare? - Había preguntado Ryeowook una vez regresaron al apartamento y llevaron los ingredientes a la cocina. En realidad lo que había hecho Ryeowook era comprar lo que según él debería estar en toda cocina sin importar que tipo de receta ibas a preparar. KangIn miró el techo sin saber como abordar el tema sin que sonara sospechoso.

- En realidad... quiero cocinarlo yo – Comenzó KangIn desviando su mirada, intentando sonar casual y desinteresado.

- ¿Quieres aprender a cocinar? - Dijo Ryeowook con un extraño brillo curioso en sus ojos.

- Eh... si, ahora que vivo aquí, tendré que cocinar para mi de vez en cuando – Explicó encontrando su excusa muy convincente, así que sonrió con más seguridad.

- Ah... bien, entonces comencemos con lo básico – Comentó Ryeowook con su sonrisa de siempre y abrió la nevera.

- Espera... Wookie – Lo llamó KangIn – En realidad... quiero hacer un plato complicado – No podía terminar haciendo kimchi o ramen porque le había prometido algo 'diferente' a LeeTeuk. Entonces Ryeowook se giró y su silencio estaba lleno de cuestionamientos y preguntas que hicieron sentir muy incómodo a KangIn – Ahgg... está bien... invité a alguien a almorzar... es por eso que quiero hacer... la comida -

KangIn bajó el rostro realmente avergonzado, sus mejillas se colorearon inclusive. Era la primera vez que mostraba ese lado a Ryeowook, el siempre seguro KangIn estaba ahora ahí avergonzado por una tonta comida.

Quien lo diría... todo por un Hyung.

Pero cuando alzó el rostro, no había ningún rastro de arrogancia en la expresión de Ryeowook, tampoco divisó burla, lo que encontró allí fue una limpia sonrisa, fresca y sincera.

- Se justo lo que necesitas – Comentó Ryeowook como si la revelación de que KangIn tenía a una 'persona especial' no lo hubiera afectado en lo absoluto. - Caerá rendida ante tus pies, te lo aseguro – Agregó y corrió hacía la sala donde previamente había dejado su maletín y cuando regresó traía un libro plastificado en sus manos cuya portada decía en grandes letras doradas “Manual del Chef Internacional- Recetas del mundo”.

Ryeowook ojeó el libro con una expresión tal de seriedad que KangIn imaginó que podría haber estado haciendo una operación de corazón abierto en un paciente en un hospital. Luego de unos minutos de búsqueda, abrió el libro de par en par y le señaló a KangIn la receta. El mayor hechó un vistaso.

- ¿Cocina Afrodisiaca Francesa? - Exclamó KangIn alzándo una ceja y llevándose las manos a la cintura. Ryeowook se encogió de hombros.

- Dicen que es afrodisiaca... pero no está comprobado – Comentó Ryeowook con soltura – En realidad, lo afrodisiaco no es la comida en si, sino el hecho el detalle como tal, ella estará tan feliz con una sorpresa así, que probablemente se acueste contigo – Explicó y al ver la cara de incredulidad de KangIn, carraspeó y continuó – Ejem... no lo digo por experiencia propia claro, eso lo leí en internet... - KangIn continuaba en silencio así que Ryeowook agregó – El punto es que todo el mundo sabe que los Franceses son románticos, con una cena francesa le robarás el corazón -

KangIn asintió, en realidad no estaba muy seguro de la idea, de hecho no había pensado en ser “romántico” con LeeTeuk, si no más bien práctico y obligarlo a tragarse sus palabras, pero era mejor que Ryeowook creyera que era para una chica, digamos... que era más conveniente.

- Si...parece una buena idea – Dijo entonces KangIn – Manos a la obra – Agregó y Ryeowook sonrió feliz.

- Bien, tu puedes comenzar cortando esas verduras en julianas y yo prepararé el postre de Tiramizu – Comentó Ryeowook con una expresión de radiante felicidad.

- ¿Ju...lianas? - Preguntó KangIn y Ryeowook gustósamente le mostró como se hacía primero.

La siguiente hora se la pasó cortando vegetales, mezclando salsas, moliendo pimientos, hirviendo camarones y ostras, rallando queso, mientras el menor preparaba el famosisimo postre Italiano que según Ryeowook era uno de los más románticos y eróticos postres del mundo.

Una hora y media después, todo el apartamento olía exquicitamente, KangIn miró con satisfacción su trabajo, todo estaba perfecto, por supuesto sin la ayuda de Ryeowook hubiera sido imposible, pero se sentía muy orgulloso de haberle puesto empeño y dedicación, ahora sabía un montón de cosas sobre la cocina que antes ignoraba. Era increíble como detrás de algo tan simple como cocinar, se pudiera encontrar un facinante mundo lleno de anécdotas a través de la historia.

- ¿Y ya has preparado lo demás? - Preguntó Ryeowook cuando el Tiramizu reposaba en la nevera y la comida marina estaba terminando de cocerse en las ollas.

- ¿Que...? - Preguntó KangIn sin entender.

- ¡Pues todo lo demás! - Comentó Ryeowook como si fuera obvio – El mantel especial, las flores, la música suave... - KangIn dejó escapar una sonrisa al imaginarse la cara que pondría LeeTeuk si él pusiera flores, musica suave y un mantel bonito para decorar la cena.

-No... creo que sea necesario – Comentó KangIn aún con la imagen de LeeTeuk en su mente.

- ¿Necesario Hyung? - Increpó Ryeowook y KangIn se sorprendió al ver tal determinación en su expresión – ¡KangIn Hyung! No hay una sóla mujer en todo Korea que no se derrita al ver unas delicadas flores descansando en la mesa junto a una deliciosa comida preparada por un chico -

- Wookie... en serio, no es necesario – Continuó KangIn, pero ahora Ryeowook lo miraba con indignación.

- Nunca sobra nada cuando se trata de agradar a una chica – Comenzó Ryeowook de nuevo y KangIn blanqueó los ojos – Me lo agradecerás después – Agregó y salió del apartamento.

15 minutos después había regresado con una simple y austera rosa roja envuelta en un delicado hilo plateado que terminaba en un moño. KangIn suspiró abatido cuando vio a Ryeowook organizando la desordenada y descuidada mesa de madera que usaba como comedor. Al cabo de un rato, la rosa le dió un ligero toque de elegancia mediterránea a la mesa como por arte de magia.

- Bueno... es medio día, imagino que no tardará en llegar – Comentó Ryeowok quien había comenzado a empacar sus cosas en el maletín.

- Eh... Dongsaeng – Lo llamó KangIn volviéndo a sentirse avergonzado con la situación – ¿Podrías... guardar el secreto? - Ryeowook lo miró con desilución – Quiero decir... no es que no confíe en los chicos... pero aún no es nada... 'oficial' nada seguro ¿entiendes? y no quiero que se adelanten a los hechos y... - El mayor estaba tratando de explicar las cosas sin quedar en evidencia, pero era tan complicado aún siguiendo la mentira de la supuesta chica. Ryeowook suspiró, cerró los ojos por un instante y luego le dedicó una nueva sonrisa.

- Puedes confíar en mi Hyung – Comentó dirigiéndose a la puerta – Mucha suerte -

- Gracias – Le dijo KangIn con sinceridad y luego de una última mirada de complicidad, Ryeowook se fue.

Cuando KangIn estuvo solo, se quedó mirando la delicada rosa con frustración, pensando en si debía dejarla ahí o no.

Por supuesto que no. ¿Cómo la vas a dejar ahí? ¿Acaso estás esperando a una chica?


Tomó la rosa en sus manos y se dirigió a la cocina para botarla en la basura, pero antes de hacerlo se detuvo.

Quizás a LeeTeuk le guste...

No claro, que no ,es un chico a los chicos no les gustan las flores. Se obligó a pensar y la verdad era que no se imaginaba a LeeTeuk feliz por una flor. De nuevo estuvo a punto de tirarla, pero terminó por dejarla en su lugar.

Tonto. No es por LeeTeuk... es por ti mismo. Te gusta como se ve...


Sus mejillas se sonrojaron de nuevo. Él no era un chico romántico, bueno no lo era... hasta ese momento. Porque nunca había tenido una novia en serio en el pasado. Entonces fue inevitable recordar las novias que tuvo en el instituto antes de conocer a LeeTeuk, chicas con las que salía sólo por pasar el rato y divertirse, chicas que solían lucirlo como un trofeo, cosa que naturalmente el disfrutaba. Ya no recordaba el rostro de muchas de ellas y tampoco recordaba haber hecho para ellas algo especial.

- Tonto LeeTeuk...- Susurró sin poder creer que le hubiera pedido ayuda a Ryeowook para cocinar un buen almuerzo para él.

Entonces su teléfono movil comensó a sonar, KangIn lo tomó desdeñosamente y vio el nombre de LeeTeuk en la pantalla alumbrando en color azul.

- ¿Hyung? - Preguntó KangIn y esbozó una sonrisa... pero pasados unos cuantos segundos la sonrisa se disolvió lenta y agríamente en sus labios – Ah...no te preocupes... lo comprendo... si, el trabajo es más importante... - Agregó frunciéndo el ceño - ¿Molesto? No... claro que no, Hyung... haz lo que tengas que hacer, si es urgente... si... no hay problema... esperaré -

Colgó y tuvo ganas de tirar el movil lejos. Pero se contuvo, aquello no solucionaría nada. Eso no haría que LeeTeuk cambiara sus prioridades y dejara todo tirado por venir a comer con él ¿verdad?

Que estupidez...


Si, que tontería más grande. KangIn tomó la rosa que descanzaba inocente sobre la mesa y la tiró al canasto de la basura sin dudarlo esta vez, luego se tiró cuan largo era en el sofá y observó el techo con frustración.

Notas finales:

Notas de Helsic: D: me vuelvo romántica con la vejez...
KangIn: Me estás haciendo quedar en ridículo con tus escenitas de niña romántica!
Helsic: D:
LeeTeuk: Y a mi me haces quedar como un idiota frío a quien no le importan los sentimientos de los demás!
Helsic: ;_; sorry
Ryeowook: *Comiendo crispetas mientras lee el capitulo del fic* A mi me gusta *-*
Yesung: *saliendo desnudo del baño* ¿Porque a mi nunca me has cocinado nada especial?
Ryeowook: Porq la última vez dijiste q la cocina para gays!
Helsic: LOL
Yesung: Aigo... no me refería a ti...lo decía por el delantal rosado... ¿tienes que ponertelo para cocinar?
SungMin: *saliendo de debajo de la cama y haciendo puchero* ¡pero si yo le confecioné un conejito rosa en la parte de adelante! ¡Wookie tiene que usarlo siempre!
KangIn: *toce* volviendo al tema... déja de hacerme quedar en ridiculo y escríbeme como el Macho que soy! *patea a Helsic*
Helsic: ok ok... lo intentaré D:


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