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Ore Ni Tenshi por Karychan

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II
Esa voz


-No es verdad!!!- inquirio el joven defendiéndose –yo evitare que eso pase!!!-

-Un angel con tan poca experiencia como tu no podria salvar ni a una mosca a punto de ser apachurrada por el matamoscas- le contesto el joven de ojos negros mientras admiraba cada gesto de inquietud que hacia Quatre.

-No te voy a escuchar!!- le contesto como simple respuesta Quatre cerrando los ojos y tapando sus oidos con los dedos.

-Y lo peor es, que estas haciendo que crea que esta loco... solo cree que eres una alucinación.. no crees que eso le esta haciendo mas mal que bien... oh pero yo de que me quejo?... para mi sigue asi... y pronto podre quedarme con su alma-

-El... el no morira... yo me encargare de eso!- le contesto ya enfrentándolo de una vez por todas, aunque la semilla de la duda ya había sido plantada en el, ¿qué tal si todo era verdad.. y terminaba por arruinar en lugar de salvar la vida de Trowa.

-Toda va en contra tuya...- contesto tranquilamente el demonio que ahora lo miraba.

-Ya no quiero escucharte...- se quejo mientras era envuelto por unas plumas plateadas y desaparecía en el acto, no era bueno quedarse escuchando por mas tiempo a ese sujeto.

El otro chico ya no lo siguió, pero sus ojos negros resplandecieron con alegria –tal vez tu no me quieras escuchar... pero se de ciertas personas que si lo haran... se de una que me ha estado escuchando desde hace tiempo. Y despues el tambien desaparecio.


Al salir del baño Trowa se desoriento al no encontrar al pequeño esperándolo.... volvio a reir irónicamente... tan rapido se había acostumbrado a la presencia de ese chico.... bueno... al menos en su casa ya se respiraba paz... y soledad...

Se termino de cambiar, ese dia iria a terminar todo lo que podria dejar pendiente, le llevaria unas flores a su hermana... antes de salir totalmente del departamento miro hacia atrás... quiza esperando encontrar a Quatre sonriéndole de esa manera tan serena, como queriéndole decir con esa sonrisa que todo estaria bien, sacudio la cabeza... no el no debia encariñarse con nadie.. no debia...

El aire frio no dejaba de hacerse presente ese dia, el cementerio estaba solo... extrañamente la paz que ahí se respiraba no le inspiraba soledad... era ironico que precisamente en un lugar como aquel no se sintiera solo... llego hasta tres tumbas que se encontraban juntas, colocó una rosa roja frente a una, otra rosa blanca en otra... y por ultimo un ramo de margaritas sobre la tercera, fue en esta ultima donde se arrodillo, sus ojos recorrieron el nombre de la lapida lentamente.

“Catherine Barton”.... ¿hace cuanto que ella se había ido?... podian haber sido solamente unos años, pero el lo sentia toda una eternidad... primero sus padres... ellos habian muerto en un accidente automovilistico.. y el.. el tambien iba en ese coche... un milagro dijeron todos... aunque el no veia en absoluto donde estaba el milagro en ver como tus padres agonizaban cubiertos de sangre para al final morir...

Catherine se hizo cargo desde ese entonces de el.... ella prometio no dejarlo solo nunca... Trowa dudaba de creer de esa promesa... pero aun asi le creyo a su hermana... pero años despues se arrepintió de haber creido... Catherine tambien murio... esa maldita enfermedad acabo poco a poco con ella... el tambien la vio morir lentamente... agonizar hasta acabar con el ultimo aliento de vida...

Sí, el estaba acostumbrado a la muerte... no mentira... aun no la entendia... ni mucho menos se acostumbraria a ella, mas sabia que siempre lo acompañaria.. por eso... decidio no encariñarse con nadie mas... de que servia querer a alguien si al ultimo siempre lo terminaban abandonándolo y haciendo que la antigua cicatriz de su corazon no cerrara y se hiciera mas profunda... no... lo mejor era estar solo... asi... asi no tendría que sufrir por que alguien mas lo abandonara..

Aunque no solamente la muerte era lo que le arrebataba a sus seres queridos... tambien.. simplemente les daba por irse sin dar una explicacion... Nidia, una antigua novia, eso había echo.. miles de amigos que el creyo siempre estarian ahí para el en las buenas y las malas tambien desaparecieron... asi que... era mejor estar solo.. sí... esa era la creencia que se había obligado a seguir.

“Nunca has pensado tu eres el que hace que ellos se vayan?? Quiza tu eres el unico culpable aquí ¿no?” una voz profunda, una voz a la que estaba acostumbrado y que siempre había creido que era su propia conciencia le hablo de nuevo... “tal vez se van por que no te soportan.. asi ue no seria mejor que....”

-Sí... pronto estare con ustedes... hermana... padre... madre...- dijo mientras se levantaba, ni una lagrima salia de su rostro... solo se podia ver la profunda pena que lo embargaba, miro por unos segundos las lapidas y luego decidio partir...- pronto todo terminara... hasta pronto- dijo mientras cerraba los ojos y sonreia... no lloraba... hace mucho que no lloraba... aprendio pronto que las lagrimas no solucionaban nada en esta vida.. asi que tampoco tenia caso llorar.

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-No puedo, no puedo, no puedo...- repetia Quatre sin cesar mientras volaba.... tan metido iba en su propio pensamiento de que no podia con la mision dada que no se fijo cuando se topo con cierto angel de largisima y sedosa cabellera castaña.

-au...- se quejo el otro angel cuando ambos fueron a parar al piso formado por nubes.

-oh! perdoname Duo... no me fije a donde iba...- se disculpo Quatre mientras ayudaba al otro angel (solo un poco mas alto que el) a levantarse.

-No hay cuidado Quatre... ¿pero como volviste tan pronto?... apenas bajaste a la Tierra ayer..- lo miro sorprendido, no esperaba que Quatre fuera a hacer tan rapido su primera mision.

-Es que Duo...- dijo el pequeño mientras sus ojos se llenaban de lagrimas -yo no sirvo para eso!!! lo harto, lo harto!!... lo voy a acabar matando... tal y como dijo ese sujeto!!!- dijo mientras se soltaba a llorar largo y tendido.

-uh... cálmate, cálmate- le dijo Duo dandole unas palmaditas en su espalda a Quatre -a ver, ¿porque me dices que lo hartas...? y ¿cual sujeto te dijo que lo vas a acabar matando?-

-es que el se harta de que lo siga... y fue el... Wufei... el me dijo que lo iba a matar...-

-Ay Quatre...- le dijo Duo acariciando el pelo rubio -no debemos de escuchar a los enviados de Satanás, ellos solo nos dicen cosas malas y equivocadas...-

-Pero yo hago tan mal trabajo que si lo haré!! te debieron mandar a ti y no a mi- hizo berrinche el chico.

-Ay Quatre que poca fe te tienes- le riño el angel de ojos amatista.

Quatre solo bajo la cabeza.

-Si lo haces enojar por que lo sigues entonces toma tu forma invisible y ya esta...- le sonrio dándole animos.

-tambien se enoja cuando entro al baño con el...- dijo quitándose de los ojos las lagrimas.

-al baño?... no Quatre... a ese cuarto van ellos solos... si ves que se tardan mucho puedes ir a ver por un segundo...- había tantas cosas y reglas que el ya sabia por propia experiencia para explicarle al pequeño ángel.

-y si sigo tus consejos ya no lo enojare...?-

-no, verás que no- le sonrio mientras acariciaba el dorado cabello.

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El sol otoñal se reflejaba en el parabrisas, asi tambien el frio aire le pegaba en la cara debido a que llevaba la ventanilla abierta. Conducia sin rumbo aparente; tranquilo e intranquilo a la vez... no podia sacarse al extraño pequeño de su mente... ¿por qué habria aparecido? Seguramente todo había sido producto de su imaginación pues no encontraba otra respuesta logica.

Era viernes, recordo que era el dia de esa fiesta que organizaba la oficina. Tambien recordo la insistencia del pequeño que le había dicho llamarse Quatre por que fuera alla... no sabia a ciencia exacta la razon por la que se decidio, mas dio medio vuelta al vehículo y condujo hasta el lugar donde se llevaba a cabo la fiesta.

Al entrar al edificio lleno del bullicio de la gente se sintio inmediatamente fuera de lugar, el no pertenecia a esa clase de ambiente, a veces no sabia como llegaba a escoger las opciones menos indicadas, por ejemplo... ir a esa fiesta.

Tomo una bebida del bar y se paseo por la mesa donde estaba el bufet, sintiéndose a disgusto en medio de tantas personas decidio ir a un lugar mas calmado, asi que fue al balcon. Era curioso pero el aire frio despejaba su mente de cualquier pensamiento, como si el aire se los llevara y lo dejaba con solamente una extraña paz.

Dejo su cuerpo descansar recargándose en el balcon, la cara del pequeño rubio se le vino de nuevo a la mente, como si de una fotografia se tratase... aunque solo fuera producto de su imaginación le dolia que ni siquiera asi alguien le cumpliera la promesa de estar a su lado.

“¿Lo ves?.... tú... tú eres el unico que hace que se alejen, se alejan por tu culpa... pero asi es mejor ¿no?... asi nadie te lastimara de nuevo nunca jamas” esa voz... esa voz era la que nunca lo había dejado y que siempre le había dicho lo mismo... unas palabras que antes se negaba a creer, y que ahora ya no dudaba eran simplemente verdad.

Un escalofrio cruzo por su espalda cuando sintio una mano en su hombro, pues el contacto con otra persona no se lo esperaba y había sido demasiado repentino, al voltear se encontro con Heero.

-Me sorprende verte aquí, crei que no vendrías-

-me estas diciendo antisocial?- pregunto fingiendo molestia, Heero era una de esas pocas personas con las que se sentia a gusto, no lo queria considerar un amigo, mas sin embargo eso era lo que era.

Hero se encogio de hombros como simple respuesta y tambien se recargo imitando a Trowa –tu eres el que esta aquí bebiendo solo-

-Ahora estas aquí...-

Su compañero solo rió –Kiri estaba triste, se alegrara en cuanto te vea-

-Me pregunto por que se preocupa por mi- penso Trowa en voz alta mientras miraba como el sol se metia tiñendo el cielo.

-Es bastante obvio para mi – le contesto Heero mientras tomaba un trago –por que te quiere..-

Trowa volvio a reir -pues pierde el tiempo...- le contesto mientras caminaba para entrar de nuevo al edificio.

-La verdad Trowa, eso suena muy pretencioso de tu parte- le dijo su amigo.

Mas él ya no le contesto, los dias que viviria ya estaban contados, ademas... sonrió para que pensaba en otras cosas, tomo otro trago “todo pronto acabara” le dijo nuevamente esa voz.

Sus ojos violáceos miraban impacientes alrededor, por los visto el no vendría... y ella que había esperado a esa noche en especial para... su mirada se clavo en el, despues de todo ¡Si había venido!, se quito un mecho del cabello rojizo que caia sobre su cara y sonrio esperanzada.

Su corazón se acelero, había pasado toda la noche esperando verlo, y cuando por fin lo hacia se volvia un manojo de nervios.

-”Vamos Kiri, camina... ve con él!”- se animo ella misma, ya se iba acercando cuando al sentir su cara roja dio media vuelta y se devolvió a la barra.

Tomó otro trago mas, era solo para darse valor, de la forma equivocada, pero de todas formas el alcohol siempre le hacia sacar un poco mas de valor en su personalidad... ¿pero que le diria? Penso algo angustiada... estaba tan nerviosa, sus manos sudaban y su corazon palpitaba casi descontroladamente. Y es que era mas facil el pensar en decirle “Senpai Trowa, usted siempre me ha gustado”... si muy facil, penso mientras su rostro de nuevo se teñía de rojo, y despues de eso.. ¿qué haria? ¿ como reaccionaria el senpai Trowa?. Sin darse cuenta tomaba mas tragos de lo que ella podia tolerar, y el calor de sus mejillas ya no era precisamente efecto de los nervios.

De repente, una voz gruesa pero a la vez seductora le hablo, la piel de la chica se erizo pues pudo jurar que sentia el aliento e inclusive el cuerpo de la persona misma a lado suyo, pero el problema era que ahí no había nadie.

-“Yo se como puedes tenerlo cerca y para ti sola” le dijo esa desconocida y atrayente voz.

Kiri trato de no mover mucho los labios al preguntarle –¿cómo?...

-“Una sencilla palabra... sexo”-

El cuerpo de la chica se paralizo ante la sola mencion de que ella intentara algo asi –se que el senpai Trowa se negaria.. y ademas yo..- la chica no queria hacer algo como eso, aunque al parecer el alcohol ya comenzaba a dominar su cuerpo y sus pensamientos, el alcohol y algo mas, algo que le recorria el cuerpo... algo que la hacia sentir sumergida en un hechizo.

“Creelo, el no se negara... lo quieres sentir cerca de ti ¿no es asi?”

Asintió muy despacio con la cabeza, tomo otro trago y esta vez camino decidida, asi tal vez el senpai Trowa ya no podria evitar o, aparentar, que no se daba cuenta de sus sentimientos... cielos... hasta un ciego veria lo que sentia ella por el.

Batallo para encontrarlo de nuevo, aquel edificio era grande pues estaba fucionado con salones de eventos, restaurants y habitaciones todo en un solo complejo. Encontro a Trowa donde momentos antes lo había encontrado Heero, solo que ahora admiraba las estrellas y la gloriosa luna llena que el mes de octubre ofrece.

Tomo aire antes de comenzar a hablar... –sen...- no... era mejor hablarle mas directo –¿Trowa?-

Trowa se giro para mirarla, se sonrio al ver a Kiri, las palabras de Heero le llegaron de repente –hace frio para que estes aquí afuera- le dijo solamente.

-Solo queria estar con...tigo—le contesto acercándose otro poco a el.. si comenza a hablar perderia todo el valor, realmente lo creia, asi que sin mas lo besó.

El primer impulso de Trowa fue separarse de Kiri, pero esa voz conocida ya para el se lo impidio “vamos... una noche con ella no te hara daño”

-“yo no quiero estar con nadie...”- penso Trowa contestándole a la voz.

“No te involucraras... una noche de placer no requiere sentimientos.”

-“Pero ella... Heero dijo que ella me...”

“Oh vamos! Que va a saber ese tipo de relaciones? Siempre esta solo!” Wufei ya se estaba hartando, convencer a la jovencita de entregarse a ese chico fue facil, principalmente por ayuda de todo el alcohol ingerido, pero a el... sus dudas morales siempre habian sido el peor defecto de ese muchacho, si lo sabia el que desde hacia años había estado dándole “buenos” consejos... para su propia conveniencia claro esta.

Al parecer el joven demonio tendría que echar mano de sus propios poderes una vez mas para que Trowa cediera.

Un extraño aire se apodero de sus sentidos, y en lugar de apartar a la chica la estrecho aun mas contra su cuerpo, sus labios y cuerpos no se separaron hasta que llegaron a una de las habitaciones.

El joven demonio sonrio satisfecho desvaneciéndose en cuanto constato que aquel par ya no se separaria, pronto tendría el alma de ese chico y ese estupido angel saldria perdiendo.

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-Entonces, debo cuidarlo sin atosigarlo- dijo el pequeño angel rubio un poco mas animado.

-Esa es la idea Quatre- le contesto con una sonrisa el angel de mirada violeta llamado Duo.

-Bien! en cuanto regrese ya no lo sacare mas de quicio!- dijo recuperando a cada segundo la confianza en que el era un ángel, y un ángel podia lograr lo que se propusiera.

-Esa es la actitud!- le celebro Duo, de pronto recordo otro consejo que darle a su amigo, mas tambien justo en ese momento fue solicitada su presencia en otra parte, trato de decirle rapido –tampoco debes entrar a la habitación si el...- volteo donde segundos antes había dejado a Quatre pero ya no estaba – esta con alguien mas...- se llevo una mano a la cabeza -... bueno creo que sacara eso el sentido comun..- dijo no muy convencido de sus propias palabras.

Wufei se alerto al sentir la presencia angelical de Quatre viajar a la habitacion donde había dejado a aquel par de “tortolos”.

-Maldicion...- ya iba a interponerse en el camino del angel para que no arruinara sus planes cuando otra mejor idea le llego... ah! Como le gustaba hacer sufrir a un ángel... en especial a ese ángel llamado Quatre... los otros ángeles crecian o maduraban cada que una misión les era asignada, pero a el no le habian dado ninguna hasta ahora por lo que se podria decir apenas era un niño, y como un niño era tan facil hacerlo llorar... queria ver su reaccion.. esa noche sin duda era muy divertida.

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