Ya han pasado tres semanas desde que me dieron de alta, y no volví a saber nada de aquel hermoso hombre de gemas azules, quien fue capaz de hacer que mi corazón se detuviera y al mismo tiempo se acelerara con tanta pasión; solo el, Grimmjow Jeagerjaques … ahhh… Grimmjow, ahora que lo pienso, lo he tenido presente durante este tiempo. ¿Quisiera saber que es este sentimiento?, nunca antes había sentido algo así, es verdad que es muy bello pero, a la vez, duele. ¿Por qué? Tal vez, porque se, que jamás lo volveré a ver, que ese deseo de estar junto a él, nunca podrá volverse realidad…
- Hmmmmmm… - suspire larga y calmadamente.
- Que te pasa onii chan, ¿Estas bien? – pregunta mi hermana Yuzu con preocupacion.
- No te preocupes Yuzu, todo está bien- dije mirándola con ternura.
- Eso espero, recuerda que te estas recuperando – agrego ella. – Vamos comete todo el desayuno para que estés muy fuerte onii chan.
- Gracias hermana, esta delicioso. – dije con animo.
- Mmmm no será que tendrás alguna novia por ahí que te tiene suspirando tanto – dijo mi padre en tono pícaro.
- No vale papa, que cosas dices – dije algo sonrojado.
- Ajaaa mira como te pusiste rojo - agrego mi padre.
- Jajajajajaj – todos rieron, incluyéndome.
- Onii chan, recuerda que tienes que ir al medico para que te chequeen – agrego mi hermana Karin que se encontraba a mi lado.
- Si es verdad Karin, gracias por recordármelo – dije con algo de prisa.
No se como pude pensar en quitarme la vida, tengo una familia que me ama y que daría todo por mi, no seria justo para ellos.
- Sayonara onii chan, que te vaya bien en con el Dr. – Se despidieron Karin y Yuzu al mismo tiempo.
- Gracias – respondí con una gran sonrisa en el rostro mientras me alejaba de casa.
De camino al hospital, me quede pensando en el comentario que hizo mi padre… ¿Por qué me ruboricé? Solo me vino a la mente aquel hermoso ojiazul. No no no, ya me lo tengo que sacar de la cabeza, además, no creo que lo vuelva a ver, no vale la pena esperar cosas imposibles. Me dirigí con prisa a la cita con el medico. En el camino pensé en muchas cosas: en el colegio, en la universidad, chicas, chicos… ¿Es verdad? que voy a hacer con eso… mmm lo mejor será que niegue esos sentimientos que no valen la pena, lo único que me han hecho es sufrir, quizás sea mejor que me busque una novia, si, eso voy a hacer. Recordé que en mi clase hay una hermosa pelinaranja llamada Inoue Orihime; se preoucupa mucho por mi, y sé que le gusto, anduvo pendiente de mi durante las tres semanas que tuve de reposo, pero, porque no le puedo corresponder, es decir, ni siquiera me gusta, la aprecio y la quiero, pero… como amiga… ahhhh definitivamente soy muy complicado.
Llegue pronto al hospital, una vez allí, proseguí a dirigirme al consultorio del Dr. Tofu (el fue quien atendió mi caso y si el mismo de Ranma 1/2). En fin, iba caminando por el pasillo y logre divisar al Dr. a lo lejos, pero, cual fue mi sorpresa al vislumbrar junto a el, a mi lindo ojiazul. No lo podía creer, estaba allí, hablando con el Dr. Tofu; pero, ¿Qué hacia allí? ¿Le habría pasado algo? ¿Estará enfermo? Muchos pensamientos me invadieron en aquel instante y me di cuenta de que me estaba preocupando más de lo normal…
- ¡Cónchale Ichigo!, ya basta… - dije en voz alta.
Sencillamente no puedo, decidí no dejar ganar a estos sentimientos que de una u otra forma me van a terminar haciendo daño. Aun así, tenia unas ganas enormes de verlo, y de tan siquiera decirle HOLA, a aquel hombre que robaba mis pensamientos. Decidí retirarme, ya luego vendría a la consulta con el Dr., pero, justo antes de dar la media vuelta:
- Hola muchacho, ¿Cómo has estado? – escuche una voz fuerte y segura, muy familiar, obviamente deduje quien era en un instante: Grimmjow Jeagerjaques, ese nombre quedó grabado en mi memoria en el instante en que salió de su boca.
Solo sentí como si una corriente eléctrica atravesara todo mi cuerpo, el escuchar su voz de nuevo me estremecía por completo, era como un latigazo que invadía todo mi ser.
- Hola ¿Como estas?, cuanto tiempo – le dije cabizbajo y con cierta sorpresa, aunque sin duda, era feliz.
- Todo esta muy bien peli naranja – me dijo mientras ponía su enorme y cálida mano sobre mi cabeza y me sonreía amablemente, cosa que me estremecía aun más.
- Y que haces aquí. ¿Estas enfermo? – pregunte con inquietud.
- No. La verdad vine porque quería saber como estabas – me dijo mirándome a los ojos.
¿Cómo?, se preocupaba por mí. Esto no puede ser. Eso simplemente reforzó mas mis sentimientos por el, ayyy que tonto eres Ichigo T-T.
- Además me debes algo. – dijo en tono pícaro.
- ¡ALGO! – dije algo exaltado mientras me imaginaba que cosa podría ser. Pasaron por mi mente ciertos pensamientos que sin duda alguna me gustaría que se hicieran realidad.
- Yo te dije mi nombre pero, tú no me dijiste el tuyo. – agregó él despreocupado.
- Ahhh… - suspire con algo de alivio y decepción – Mi nombre es Kurosaki Ichigo peliazul. Es un placer. – dije sonriendo.
- El placer es mío, Ichigo – me contestó devolviendo la sonrisa. – en vista de que ya estas mejor, aceptarías una invitación.
- Una invitación, ¿a donde ojiazul? – le dije entusiasmado.
- Quisiera que tomáramos un café, realmente quede inquietado después de lo que paso y quisiera hablar contigo. Que dices peli naranja – dijo el ojiazul con cierta expectación.
- Ahmmmm… esta bien no hay problema. – le dije resignado.
¿Esto es un sueño?, me preguntaba. Juro que me pellizqué. Nooo era real, muy real, me encontraba con mi hermoso ojiazul, ¿Como podía ser esto posible? Será el destino. No. Que estoy diciendo, solo quiere hablar conmigo y preguntarme porque me tire encima de su auto; también querrá que le pague lo que gastó en la clínica, ¡es cierto!, el cubrió todos los gastos, que pena. En fin, además un hombre tan guapo seguramente tiene novia. Será mejor no hacerme ilusiones. Por lo pronto, solo disfrutaré de su compañía.
Nos dirigimos hacia la cafetería en su auto, por cierto, muy lujuso, debía ser adinerado, pero era muy joven, le ponía unos 20 – 21 años, tal vez sea de familia adinerada… en dado caso no es mi problema… después de esto, dudo que lo vuelva a ver…
- Ichigo – dijo el ojiazul, interrumpiendo mis pensamientos (como siempre sumergido en ellos).
- Dime – le conteste algo agitado pues me saco abruptamente de mi mente.
- Disculpa si fui duro contigo cuando te dije que no importara la razón nunca debes intentar quitarte la vida – me dijo algo preocupado.
- No Grimmjow no te preocupes, esas palabras me abrieron los ojos… te prometo que nunca mas lo vuelvo a hacer
– le dije con una gran sonrisa.
- Eso me alegra mucho, en verdad peli naranja – me dijo en tono alegre
Y decidí empezar con un pequeño interrogatorio, quería saber aunque sea algo de el. Era el hombre que invadía mis pensamientos, que hacia estremecer mi cuerpo con tan solo el sonido de su voz, deseaba llevarme algún recuerdo, así sea una conversación.
- Y que edad tienes ojiazul – le pregunte.
- 21. ¿Y tu Ichigo? – me respondió.
- ¡Vaya!. Yo tengo 16 ojiazul. – le dije, y en efecto acerté su edad.
- Que pasa, luzco mayor para mi edad jaja – me dijo burlándose un poco.
- Nooooo jaja, al contrario eres muy joven. Yo soy el mocoso – dije apenado.
- No vale Ichigo, se nota que eres muy maduro para tu edad… quiero que obviemos lo que paso y que seamos amigos. ¿Qué dices peli naranja? – me dijo mientras conducía.
Al escuchar estas palabras, mi corazón casi sale de mi pecho de la alegría, no importaba como, solo quería estar junto el, así sea solo… como amigos.
- Si Grimmjow será un placer ser tu amigo – le conteste muy emocionado – A propósito ojiazul – recordé – Disculpa tantas molestias, te prometo que te voy a devolver cada centavo que gastaste en mi – lo mire apenado.
- ¿Cómo? – me dijo en voz seria y enojada – como me dices eso, yo lo hice con la mejor intención, no tienes que pagarme nada Ichigo jaja… no seas tonto… - me dijo poniendo una mano en mi hombro, casi me derrito al sentirlo sobre mi.
Al fin llegamos a la cafetería, nos sentamos en una mesa, y nos dispusimos a conversar un poco. Me di cuenta, que soy un mocoso a su lado, no solo por la edad, sino que además, es todo un profesional, es Abogado y tiene su propia firma; me dijo que se graduó a los 18 años, fue el primero de su clase y logro establecerse rápidamente como uno de los mejores de la ciudad. Quede perplejo ante tales hazañas siendo tan joven. Poco a poco, durante la conversación, me di cuenta que me estaba apegando de alguna manera, mas a el; ya no solo me atraía físicamente, sino también, intelectual y profesionalmente. Pero, lo que mas me gusto de el, fue su forma de ser, es un ser humano maravilloso, lleno de buenos sentimientos (empezando por el hecho de que me llevo a una clínica privada, cubrió los gastos y no me permitió reembolsarle nada yupiii *-*).
- Y vives tu solo Grimmjow – le pregunte con algo de descaro.
- Si Ichigo, apenas me gradué, decidí irme de mi casa, la situación allí era insoportable – dijo algo triste.
- Porque lo dices, y disculpa si te incomodo – pregunté apenado.
- No vale tranquilo. Es que, mis padres se la vivían peleando, mi padre le pegaba a mi madre desde que tengo memoria. Un día simplemente mi madre se fue, y me dejó solo con el. Desde entonces todo fue una pesadilla – me dijo mientras le daba vuelta a su bebida con el pitillo.
- Disculpa no quería que recordaras cosas tan dolorosas – de cierta manera me sentí identificado, ya que mi madre tampoco esta conmigo. Pero al parecer, el ha vivido sufriendo desde hace mucho tiempo y, aquí esta frente a mi… todo un triunfador… y yo, que por una tontería casi… soy un tonto…
- No ichigo jaja, no te preocupes, sabes, todas son experiencias que te enseñan que la vida continua a pesar de las dificultades – agregó él sonriendo.
Solo mire mi bebida y dije:
- Que idiota soy – de repente y sin darme cuenta, comenzaban a hacerse presentes unas cristalinas en mis ojos cafés – no me daba cuenta de lo afortunado que soy y, aun así no se como fui capaz de tratar de…
- No llores por favor. Sea lo que sea, puedes contar conmigo, recuerda que te dije, desde hoy vamos a ser muy buenos amigos, así que, estaré allí para ayudarte – me dijo tiernamente.
Luego hizo algo que quedo en mi memoria para siempre, acercó su mano a mi rostro y con uno de sus dedos limpio una mis lagrimas; el sentir aquella cálida mano en mi rostro, con aquella dulzura y delicadeza, hizo que cesara mi llanto. En ese momento solo quería lanzarme a sus grandes brazos, quería que me protegiera, que me besara, que me hiciera suyo… ¿Que es esto?, nooo, eso no, ya basta, se supone que no iba a permitirme estos sentimientos… pero, ¿Por que no puedo? … siento que cada vez se hacen mas grandes y me es imposible contenerme… que voy a hacer… de todas formas, solo quería disfrutar aquel mágico momento… y deseaba que aquel reencuentro inolvidable durara para siempre…