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El principio del fin por Vargontoc

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Notas del fanfic:

Este fanfic se irá desarrollando, poco a poco aparecerán sentimientos, no todo será de golpe.

Principlamente se centrará en los dos protagonistas del manga

NaruxSasu - SasuxNaru

 

EL PRINCIPIO DEL FIN

Capítulo 1

Desesperación

 

La lluvia caía triste sobre Konohagakure, había poca gente por la calle y la que había parecía dirigirse a un mismo punto con miradas perdidas por la tristeza. Los adultos de avanzada edad en sus ojos se entremezclaba las gotas de lluvia con las lagrimas que amenazaban por salir, los más jóvenes solo sentían una tristeza extraña por la caída de la lluvia no porque no podían salir a jugar simplemente por como actuaban los adultos con ellos, no les dejaba salir, los abrazaban constantemente como si ya no pudieran hacerlo más en mucho tiempo. Normal eran niños, no sabían la oscura tormenta que se cernía sobre la pacifica villa, no sabían los horrores que iban a parecer, no sabían que allá adelante, mas adelante de las grandes murallas se oían redobles de guerra no de una guerra fuerte como han habido antes en el mundo shinobi sino otra con mucha más potencia que azotaría todas las naciones, una guerra proclamada por el legendario Uchiha Madara que según las noticias de la Hokage vendría con un ejército enorme y que quizás esta vez la hoja dejaría de bailar.

 

Pero la gente andaba por las calles dirigiéndose a una parte en particular, era un edificio enorme, circular rodeado de una pequeña muralla, iban entrando poco a poco pues ese día lluvioso aparte de llorar por la guerra que iba a venir también a dejar el último adiós a un ninja, un extraordinario ninja que ya no estaba con ellos, había perecido cumpliendo una misión, era un ninja enérgico con una vitalidad enorme a pesar de su madurez, el shinobi en cuestión se llamaba Maito Gai.

 

En el techo circular del edificio se encontraban celebrando su funeral, el ataúd se encontraba frente a las caras de los Hokages, en el estaba la foto del difunto, un hombre con cara redonda, pelo moreno a lo tazón y una cejas superpobladas, era quizás la característica que más llamaba la atención, ahí estaba sonriendo parecía como si realmente les estuviera diciendo a los presentes que no se preocuparan que aun debían “Explotar al máximo la juventud”. Delante del féretro se encontraba la Gondaime la legendaria Sannin Tsunade; era una chica alta, rubia y por el vestido asomaba dos grandes bultos, a pesar de su aspecto joven era ya una anciana pero gracias a un jutsu médico podía ser joven. Abrío los ojos para dejar de rezar y empezó a hablar.

 

- Estamos todos presentes - empezó a decir Tsunade - para dar nuestro último adiós a un magnifico Shinobi - seguía diciendo su discurso mientras cerraba los puños con fuerza ya que estaba harta de la presencia de la muerte en su vida - que dio su vida por la villa y sus ideales, demos un último adiós a Maito Gai. Ahora sus más allegados dirán unas palabras - terminó de decir para dar una mirada de permiso a quien quisiera decir algo.

 

No se tardo mucho y delante del ataúd estaba un shinobi con el pelo plateado echado un poco hacia un lado, con la banda ninja echada hacia un ojo y una máscara que le cubría medio rostro. Se puso delante poniendo una mano encima del ataúd, suspiró y dijo unas palabras.

 

- Mi eterno rival - dijo con una pequeña risa, ya que era como lo consideraba Gai a él - Es cierto que eras increíble, un gran maestro ojala yo también hubiera aprendido algo de ti, se ve que en eso y más cosas me superaste, echaré de menos tus retos pero te prometo que me superare como si estuvieras al lado retándome - dijo el peli plata apartándose poco a poco del ataúd, aunque no tuviera mucho contacto con el lo consideraba un gran shinobi y un buen amigo con el que podía contar.

 

Tras dejar el ataúd otro chico se acerco, un chico castaño con una gran melena terminando en una coleta, era de piel blanquecina y lo que más destacaba eran sus ojos, ojos blancos hasta daba miedo mirarlos pero a la vez transmitía serenidad; estos ojos pertenecían al clan Hyuga que poseían un Doujutsu exclusivo, el Byakugan. Se acercó firme, no sabía que decir

 

 

- Vaya, nunca se me han dado bien estas cosas - dijo el chico - Pero lo que sí puedo decir con seguridad es que para mí ha sido todo un honor ser su alumno, nos enseñaste el sentido de superación y que no nos rindiéramos ante nada - dijo esbozando una pequeña sonrisa - Pero aun nos queda mucho por aprender pero estoy seguro de que con tus enseñanzas llegaremos a un buen camino.

 

Terminó de decir el Hyuga abandonando el lugar para ser ocupado casi inmediatamente por una joven Kunoichi, era un poco más baja que Neji, el Hyuga, era castaña tambien con unos moños en la cabeza, se acercó al ataúd con lagrimas en los ojos no podía creerlo, su sensei que parecía invencible ante todos mostrando su energía y ahora estaba sumido en el eterno sueño, no quería creerlo pero era así.

 

- Sensei, yo siempre fui la más débil del equipo - dijo Ten Ten ya sin poder evitar llorar - Pero usted siempre confió en mí, me animaba diciéndome que siempre me veía un poco más fuerte que antes, me decía que nunca perdiese la esperanza ya que me veía con un futuro prometedor como una gran kunoichi, gracias sensei por confiar en mí y hacer que confíe en mi misma, nunca lo podre olvidar

 

Lloraba apartándose poco a poco del ataúd hipeando mientras caían sus lágrimas, fue a recostarse sobre el pecho de Neji sin detener su lagrimeo, un abrazo la hizo que se presionara más a su pecho para que se desahogara mejor.

 

Al rato apareció otro chico con una expresión seria, este chico era una viva copia de su maestro y los que le conocían se extrañaban de ese semblante serio que ponía ya que casi siempre estaba de muy buen humor e igual de energético que su difunto sensei. Al verlo así de serio hacia mucho más triste la situación, el seguía con la mirada al retrato sin variar su expresión, por parte de sus compañeros esperaban que llorase o algo pero nunca pensaban ver de esa manera a su compañero Rock Lee.

 

- Sensei - dijo en un pequeño susurro.

 

Es lo único que dijo volviéndose hacia donde estaba su equipo, se puso al lado de ellos siguiendo la ceremonia. Pasó un rato y llegó el turno de dejar las ofrendas, todos los asistentes dejaban una flor encima del atad. Fue pasando el tiempo y la gente se fue yendo dejando solos al grupo con un par más de shinobis. Aún seguían observando a su sensei, Neji fue el primero que dijo algo.

 

- Será mejor que nos vayamos, nos resfriaremos - dijo Neji mientras cargaba en su brazo a su compañera.

- Id vosotros primero, quiero quedarme un poco más - respondió Lee

- Pero Lee - fue a decir su compañera cuando fue interrumpida

- No os preocupéis, en serio solo quiero quedarme un poco más - dijo Lee dirigiéndoles una sincera sonrisa

- De acuerdo - aceptó su compañera - Si necesitas algo ya sabes dónde estamos

- Lo sé, muchas gracias chicos - respondió

 

Le dejaron solo frente al retrato de su sensei, no solo su sensei, sino que Lee lo admiraba tanto como si fuera su propio padre, como si fuera un ídolo ya que se identificaba con él. Tras él se encontraba un shinobi de dorados cabellos, con ojos azules opacados por la tristeza, tenía unas pequeñas marcas en su rostro que parecían bigotes de gato o más bien de zorro si se sabía que era lo que habitaba en su interior. Se acerco poco a poco hasta quedarse al lado de su amigo, espero unos segundos y tomó la palabra.

- Lo siento Lee - dijo con tristeza el rubio

- No tienes que disculparte por nada, Naruto - le respondió su acompañante

- Sí Lee, si yo hubiera hecho algo - empezó a explicarse - si no le hubiera dejado continuar esto no habría sucedido - dijo Naruto, fue a continuar pero fue interrumpido

- No te preocupes, no tienes ninguna culpa de ello - dijo el moreno

- Pero yo.... - iba a continuar  pero volvió a ser interrumpido

- En serio Naruto, todo va bien no te preocupes y no te martirices por que no tienes culpa alguna - dijo el moreno alzando un pulgar hacia arriba poniendo la pose como la llamaban “la pose del tipo guay”.

 

Naruto sonrió un poco ante la pose de su amigo, pero aún seguía culpable de la situación en la que se encontraba y de no poder hacer nada para evitarlo. Miraba  junto a su amigo el retrato de Gai y todas las imágenes se le venían a galopando de lo sucedido y recordaba las escenas como si hubiera sido ayer.

 

 

FLASHHBACK

 

Todo sucedió hará una semana en una extraña isla donde había un santuario en el cual el jinchuriki podía entrenar a su bijuu, este se encontraba tras una cascada dentro de ella se encontraba Naruto que había acabado de controlar al Kyubi, su maestro un tipo grandullón  de tez muy morena que era el jinchuriiki del Hachibi llamado KillerBee, también se encontraba el capitán de Naruto el ex-ANBU Yamato que era un clon primer Hokage Hashirama. Salieron de la cascada y vieron la fiera batalla que mantenían Maito Gai con un miembro de Akatsuki Hoshigaki Kisame uno de los legendarios espadachines de kirigakure. Lanzaron sus más potentes ataques, Gai estaba ya muy cansado debido a que abrió las 8 puertas pero a pesar de que Kisame no tenía a su espada Samaheda no había sido derrotado del todo.

 

- ¿Ya estás agotado? Bestia salvaje - preguntó de forma burlona a su rival que estaba respirando entrecortadamente

- Yo jamás me agotaré hasta que se me acabe la llama de la juventud - gritó Gai mientras lanzaba una patada a su rival pero fue fácilmente bloqueada por este. Dio una voltereta para evitar un puñetazo de Kisame.

- Si estas apunto de defallecer - dijo entre risas mostrando una hilera de dientes puntiagudos, empezo a realizar unos sellos con la mano e inflo su pecho - Suiton: Hōsui-hō

(N/A: Suition Hōsui-hō; Elemento agua, Cañón de Agua)

 

Un poderoso chorro de agua salió de la boca de su ejecutor dando de lleno a Gai lanzándole a varios metros, antes de caer al suelo fue recogido por Naruto apenas teniendo fuerzas. Este escupió sangre debido al impacto recibido en el pecho, Naruto le dejo en suelo para intentar levantarse e ir hacia el rival pero una mano se aferró a su manga.

 

- Ni se te ocurra interponerte en mi pelea - dijo Gai mientras se levantaba llevandose una mano a su dolorido pecho.Avanzó poco a poco alejandose de Naruto

- Pero Gai sansei - replicó Naruto - Si continúa a así morirá, es demasiado fuerte

- Jajajaja, haz caso al chico del kyubi - dijo riendo Kisame - Las bestias como tu apenas tenéis cerebro - dijo mofándose de Gai que le miraba seriamente con una sonrisa de lado

- ¿Y qué me importa morir ahora? - dijo Gai manteniendo su sonrisa - Yo ya he cumplido con mi misión en esta vida, mis sueños, mi filosofía todo lo que soy y fui ya ha sido heredado, eso es lo que hace un buen maestro.- finalizó Gai cerrando los ojos esperando su golpe final

- Si tantas ganas de morir tienes - contestó Kisame mientras realizaba de nuevo los mismos sellos del anterior ataque con la mano-Entonces muere

 

Otro potente chorro con mucha más potencia que antes dió de lleno en Gai partiendole el esternón y dañando los pulmones, este cayó al suelo estrepitosamente mientras vomitaba sangre. Naruto se acercó para inclinarle un poco para que no se ahogara en su propia sangre.

 

- Maldición - gruñó Naruto - ¿Por qué continuaste si sabias no ibas a lograr nada?

- Jejejeje - rió mientras tosía sangre - Naruto - le llamó con una voz apagada dirigiéndole una mirada atenta - Tengo.... un mensaje.... para los de tu.... generación - dijo entrecortadamente entre tos y tos de sangre - Ex... Explotad... al máximo... vues... vuestra juventud - continuó esbozando una sonrisa y con apenas voz que Naruto tuvo que acercarse más para oír - Se.. que.. conse... conseguiréis...cumplir vuestros... sueños - terminó cerrando los ojos y dando un último suspiró para fallecer en los brazos de Naruto

- Ese estúpido, diciendo tonterías hasta en el lecho de su muerte - se burló Kisame y se percató de la mirada de ira que le lanzaba Naruto - Oe, oe no me mires así que él buscó su muerte - se defendió con una burlona sonrisa

- ¿Por qué? - preguntaba Naruto entre gruñidos - ¿Por qué hacéis todo esto? ¿Por qué vais a por tipos como yo? - preguntaba Naruto llevándose una mano a su estomago como si protegiese al demonio que llevaba dentro - ¿Ya no habéis causado suficiente dolor que ahora queréis una guerra? - se sentía en ese momento impotente sin entender los motivos reales de esa organización, solo entendía que buscaban una guerra.

 

Kisame iba a responder cuando una presencia empezó a ser tangible ante ellos, era un vórtice creado mediante un jutsu  temporal, del cual apareció otro tipo con las vestimentas de Akatsuki, una capa negra con nubes rojas, en el rostro solo había una máscara naranja en forma de espiral con un pequeño agujero por donde se mostraba el ojo derecho, un ojo oscuro.

 

- Porque todo es parte de mi plan, un plan para traer la paz a este mundo maldito - respondió al hacer el acto de presencia el extraño.

 

Naruto rápidamente reconoció al de la máscara, era el mismo tipo que se encontró en el pais de hierro antes de encontrarse con Sasuke, Naruto lo señalaba como el único causante de todo el dolor que había ahora; también el causante del ataque del Kyubi a Konogakure cuando nació según le relató su madre, el culpable indirecto de la muerte de sus padres, también el culpable de inducirle al odio a su mejor amigo. Recordó las palabras que le dijo el Kyubi en su pelea contra Pain “Destrúyelo todo, destruye todo lo que cause dolor”, todo el odio que tenía almacenado lo estaba canalizando hacia el de la máscara, realmente lo odiaba.

 

- Maldito seas - gritó Naruto llamándole la atención, no podía moverse debido al exceso de poder que había conseguido al controlar al Kyubi

 

Este se percató de Naruto activando el sharingan, vio el chackra de naruto alterado y débil pero vio que el chakra del Kyubi estaba totalmente mezclado con el de su contenedor, quitó su sharingan y puso un ojito feliz.

 

- Parece que has mejorado mucho Naruto-kun - dijo el enmascarado con amabilidad - Veo que has conseguido controlar el chackra del Kyubi, te doy mi enhorabuena ya que muy pocos casi ningún jinchuriki ha conseguido controlar al Kyubi -continuó diciendo dando unos pocos pasos hacia adelante - Pero lamentablemente no puedo quedarme a charlar un rato más.

 

Tras decir decir eso empezó a hacer unos sellos, tras ejecutarlos unas largas cadenas surgieron debajo de donde estaba KillerBee, agarrándolo y arrastrándolo al vórtice de donde habían surgido las cadenas, apenas puso resistencia KillerBee debido a que tenía poco chackra y todo había sido muy repentino que nadie se percató hasta que desapareció haciendo que naruto reaccionase con mucha más cólera que antes.

 

- ¿Qué coño le has hecho cabronazo? - gritó con ira Naruto mientras que sus bigotes zorrunos se sombraban remarcándose, y en sus ojos un brillo rojizo se hacía presente mientras la pupila se alargaba verticalmente dando una impresión demoniaca.

- jujujuju, nada en especial - dijo divertido ante la reacción de Naruto - Simplemente me lo voy a llevar para extraerle su bijuu.

- No me jodas - rugió con más fuerza mientras un manto rojizo  le cubría, ya que entendió perfectamente que significaba esa extracción, que era nada más y menos que la muerte de su reciente sensei

- A ti también te llevaría Naruto-kun - dijo el enmascarado mostrando su ojo sonriente - Pero me temo que si te toco antes de tiempo Sasuke-kun no me lo perdonaría

 

Naruto puso los ojos como platos al oír el nombre de su amigo, no entendía que pretendía ese tipo. Solo sabía que era un manipulador que usaba a las personas a su antojo y conveniencia y que si hacía falta sacrificar piezas de su macabro plan no dudaría en desecharlos. Estaba realmente furioso con ese tipo.

 

- ¿Qué coño pretendes? - dijo Naruto

- Ahora para Sasuke eres un suculento objetivo, está ansioso por encontrase contigo - finalizó el enmascarado

 

Tras decir esto hizo un gesto con la mano hizo un vórtice en el que se adentró llevándose consigo a Kisame dejando solos a un Naruto desesperanzado y a  Yamato preocupado ante la nueva situación

 

- Maldición - gruño el rubio hincándose de rodillas golpeando el suelo con furia - ¿Por qué? No pude salvar a Gai sensei, no pude salvar a Bee-sensei, tampoco pude traer a mi amigo - dijo derramando lagrimas de impotencia - ¿Cómo coño puedo pensar en ser Hokage si no puedo salvar a nadie?

- Naruto, las lágrimas no van hacer que todo cambie - dijo con seriedad pero con comprensión Yamato.

- Pero yo... - no podía continuar se sentía culpable de todo

- Será mejor que abandonemos ésta isla y vayamos a Konohagakure a informar a Gondaime - explicó Yamato mientras ofrecía su hombro para que Naruto se apoyara

 

 

Ahí estaba recordando esas duras escenas observando el retrato de Gai junto a Lee. Estuvo un rato más pero se dio la vuelta para dirigir sus pasos hacia su casa, estaba deprimido por los distintos acontecimientos que habían ocurrido casi en un mismo mes tras la derrota de Pain, tras esto tuvo varios acontecimientos como enterarse de los actos de su amigo, el primer encuentro con Madara, el encuentro con su amigo, el encuentro con sus padres, había demasiada información e imágenes en su cabeza necesitaba ordenarlas y sabe qué hacer. Desde el tejado del edificio del Hokage saltó hacia los edificios de la villa aterrizando en uno de los más altos. A lo lejos divisó el barrio Uchiha, parecía realmente apartado como si fuera discriminado, parecía sombrío ya que nadie se ocupaba de él ni de su mantenimiento era como si fuera darle la razón a Sasuke que todos disfrutaban de la paz al sacrificio de un clan. Desvió la mirada hacia su casa y se encaminó hacia ella saltando por los tejados, no le apetecía ser interrumpido quería estar solo, la soledad que tiempo atrás había rehuido ahora la necesitaba, entendiendo de esa manera que también las personas a veces necesitaban un poco de soledad.

 

Llegó a su casa y directamente entro por una ventana que había dejado abierta, estaba toda desordenada aunque ya estaba acostumbrado ya que era su forma de orden. Se dirigió a la cocina para coger un ramen precocinado, lo calentó echando un par de trozos de carne y se puso a comerlo aunque sin muchas ganas a pesar de ser su comida favorita, mientras comía recordó el consejo de su madre de que comiese verduras, sonrió por el consejo y prometió de corazón que mañana empezaría a comer pero sin mucha prisa. Terminó de comer y dejó el tazón en el fregadero para dirigirse a la ducha, lo necesitaba realmente para librarse de tensiones. Preparó el agua mientras se desvestía y se introdujo en ella, posó su cabeza en la pared mientras las gotas corrían por su morena piel relajándolo y haciendo que se sumiese en sus pensamientos, quería que todo eso fuese una estúpida pesadilla, quería despertar y que realmente tuviera 12 años y aun estaba el equipo 7 preparado para otra emocionante o aburrida misión, sonrió ante ese pensamiento pues sabía que eso era imposible ya que eso era el pasado pero aun tenía esa pequeña esperanza de que fuera como antes.

 

Al rato dejo la ducha y se dirigió desnudo hacia su habitación, se puso sus bóxers favoritos que tenían dibujos de tazones de ramen, se tumbó en la cama y miró a la ventana, aun seguía lloviendo como si el cielo estuviese triste por un cruel final que se avecinaba. Volvió su mirada y la dirigió a su mesita de noche, ahí estaba la foto que se hizo con el equipo 7; él estaba a la izquierda mirando de reojo a la derecha, en medio Sakura  sonriendo a la cámara y a la izquierda estaba Sasuke con un gesto de indiferencia pero con una aparente medio sonrisa y detrás de ellos estaba su sensei, Kakashi contento sonriendo también con el ojo cerrado mientras revolvía los cabellos de Naruto y Sasuke. Cogió el marco y lo llevó con él a la cama, también estaba la banda con el símbolo de la hoja rajado, el recuerdo de la batalla que tuvo con Sasuke en el Valle del Fin. Acarició la banda mientras veía la foto, unas pequeñas lágrimas asomaban por sus ojos. Hundió su rostro en la almohada y una lágrima corrió por el rostro acariciando sus graciosos bigotes.

 

- ...Sasuke... - sollozó antes de caer dormido

 

 

En una cueva alejada de Konohagakure, en la misma nación del fuego de encontraba la base de operaciones de Uchiha Madara, el enmascarado de Akatsuki, se encontraba junto a un chico de oscuros cabellos con una tez blanquecina y unos ojos negros, era otro Uchiha.

 

- Bien Sasuke ¿Cómo te sientan los nuevos ojos? - preguntó el de la máscara con un gesto triunfal

- Siento un poder enorme - respondió el moreno con una macabra sonrisa - Ahora podré destruir konogahakure de una vez por todas

- Ya te dije que me encontré con Uzumaki Naruto - dijo burlonamente Madara - ¿Qué harás al respecto?

- Tks - gruñó Sasuke - Lo que yo haga no te incumbe, simplemente quiero destruir todo lo que pertenezca a Konogahakure y revivir el orgullo del clan Uchiha

- Jujuju - rió el enmascarado viendo como estaban dando frutos sus manipulaciones - Está bien, haz lo que te plazca, pero ya sabes como de importante es el Uzumaki para mis planes.

 

Sasuke se levantó molesto del asiento de donde se encontraba, no quería oír más cosas de ese enmascarado, anduvo con calma hasta llegar a su habitación que estaba bastante lejos de la sala de donde se encontraba. Su habitación era muy vacía apenas tenía una cama y una pequeña mesita con una vela. Se sentó pausadamente en la cama mientras desenfundaba a Kusanagi, una legendaria espada que tenía una hoja de la cual decían que podía cortar todo lo que se pusiese en su camino, la clavo en el suelo y miró su rostro reflejado en la hoja, era un rostro frío que no mostraba emoción alguna como le enseño Orochimaru tiempo atrás, los ojos los tenía entrecerrados pensando en las palabras de naruto.

 

“No pasare a la historia como un perdedor. Pero tampoco pasaré a la historia como el héroe que mató a su amigo”

 

Sasuke  frunció el ceño, no comprendía por qué Naruto se preocupaba tanto por él, un ninja renegado, un ninja que casi lo mata, no entendía por que llegaba tan lejos por él.

 

“Ambos moriremos. De esta forma nos comprenderemos si ningún tipo de carga”

 

El moreno sonrío ante ese atrevimiento, como pensaba ese idiota que iba a morir; Sasuke rió porque sabía que si muriese sería después de destruir todo y revivir a su clan.

 

“Sasuke, ¿Sabes lo que hay en mi corazón?”

 

Tras recordar esa frase a Sasuke se le erizó el pelo y bufó cabreado ya que vió lo que había en Naruto, el equipo 7 reunidos de nuevo todos riendo como si nada hubiese ocurrido.

 

- Naruto... - susurró Sasuke mientras activaba el Mangenkyo Sharingan Eterno - tú...

 

 

 En otro área de la cueva se encontraba Yakushi Kabuto, era una gran sala de experimentación, estaba haciendo unas pruebas para un nuevo Jutsu para poder detener el avance de lo que parecía la esencia de Orochimaru que intentaba invadir todo su cuerpo, ya estaba al 70%.

 

- Maldita sea jejeje - dijo un divertido Kabuto - Eso de implantarme las células de Orochimaru-sama me está dando bastantes problemas

 

Seguía con las pruebas cuando de repente su mano izquierda se lanzó directamente a su cuello para aferrarse con la intención de asfixiarlo. Kabuto reaccionó clavando un kunai a la mano que le estaba aferrando haciendo que esta volviese a su normalidad. Esos espasmos le estaban ocurriendo más a menudo, quería encontrar ya la clave para poder detener esos espasmos.

 

- Vaya, si que te está dando muchos problemas tu idea - le dijo a sus espaldas una voz que se le iba acercando

- Eres tú  Madara - reconoció Kabuto - Si la verdad es que este cuerpo empieza a ser una molestia - dijo una voz siseante de la boca de Kabuto, que hizo que este se llevara la mano a la boca

- Vaya, esto empieza a ir a peor - dijo el Uchiha dándose cuenta que no era su verdadera voz si no de uno que estuvo antes en Akatsuki, ni más ni menos que de Orochimaru - Ahora somos aliados, si necesitas algo....

- Tráeme a Uchiha Sasuke - dijo de nuevo la voz de Orochimaru

- No pidas cosas estúpidas - respondió el enmascarado - Ya te prometí que te lo entregaría después de la guerra

 

Kabuto estaba temblando, un sudor frío estaba recorriendo todo su cuerpo, no podía ser estaba avanzando demasiado rápido si no se daba prisa en aproximadamente un mes el mismo podría desaparecer.

 

- ¿Qué quieres Madara? - preguntó con enfado el gafotas con su verdadera voz - Estoy ocupado, si no tienes nada que decir vete

- Tranquilo, solo vengo a traerte un libro - dijo el enmascarado

 

Le entrego un pequeño cuaderno, Kabuto lo cogió y empezó a hojear todo el libro, en el venían ninjas de renombre internacional, principalmente renegados muchos de ellos de antiguas guerras.

 

- ¿Qué quieres con esto? - preguntó con aparentemente ingenuidad a sabiendas de lo que querría el viejo Uchiha

- No eres tonto Kabuto - respondió Madara dando la espalda para dirigirse a su sala

- ¿Quieres crear un monstruoso ejercito? - respondió Kabuto esbozando una sonrisa

- Tú lo has dicho - finalizó el Uchiha despareciendo de la estancia

 

La lluvia seguía cayendo haya fuera presagiando el mayor de todos los horrores, pero un pequeño rayo de luz atravesó la tormenta, un pequeño rayo que todos los que lo miraran verían que era mínimo pero era un pequeño rayo de esperanza ante tanta oscuridad que se cernía sobre el mundo

 

Continuará  

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, opinen para poder mejorar.


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