- Ichinomiya Kantarou ese es su nombre – fue la escueta respuesta del sujeto delante suyo – si quieres encontrar algo tan estúpido como un Tengu – tomo el vaso de cristal entre sus manos y se bebió el contenido en un solo trago – entonces el te puede ayudar
- Porque me dices eso – sus ojos azules le miraron con desconfianza – no es que me moleste que me ayudes A--- pero
- Puedes tomar mi consejo o dejarlo – se levanto de inmediato el efecto del alcohol se dio a notar – total, lo único que quiero es que ese idiota deje de decir estupideces
- Ichinomiya Kantarou, Kantarou – repitió saboreando cada letra de ese nombre que le hizo saltar el corazón
Los dulces sollozos de ese chiquillo llenaban el estanque, su voz era suave y tierna propia de su edad, sus ojitos rojos miraban las luciérnagas que volaban cerca de él pero que no apaciguaban la gran amargura que lo embargaba
- ¿Estás bien, kan-chan? – pregunto un pequeño youkai asiéndose de su yukata
- ¿Por qué lloras? – se unió otro más con forma de ave
- Es porque… es porque ellos se estaban burlando de ustedes… - contesto con su vocecita quejumbrosa – ellos dijeron que los Youkai son repugnantes – soltó con enojo
- Así son los humanos – lo consoló el primero
- Exacto, así que para de llorar – pidió el segundo
- Algún día seré mucho mas fuerte… – dijo convencido – para que ellos puedan saber mas sobre ustedes y…
- ¿Fuerte? – pregunto el espíritu que aun se sostenía a su pantalón holgado rojo
- Si eso es lo que quieres, Kan-chan ¿Por qué no te haces amigo del Tengu- come demonios?
- ¿Oni kui tengu? – pregunto con esa carita de ángel que solo él podía poseer
- Si, dicen que es más fuerte que cualquier demonio, Haruka el Tengu legendario
- ¿El más fuerte? ¡increíble! Y ¿en donde esta? – ahora estaba contento y emocionado con la idea
- Dicen que fue sellado en algún lugar
- ¿Sellado? Eso no es bueno – esas preciosos rubíes se entristecieron de nuevo
- ¡No digas eso! ¡tú puedes romper el sello!
- Me pregunto si en verdad puedo hacerlo – sus piecitos se movían con ritmo de enfrente hacia atrás
- ¡Tu puedes hacerlo! ¡con tus habilidades seguro que lo conseguirás!
- Tu puedes, tu puedes
- Gracias – se puso de pie sobres sus frágiles piernitas – muy bien, el más fuerte de todos los demonios, Haruka el más fuerte de los demonios, Haruka el poderoso, Haruka-chan , Haruka-chan
- Si - una voz sexy lo saco de su sueño – para que me llamabas
- Eh!!!!! A eto pues – el chico se arrincono en una de las esquinas de su pieza, no le tenía miedo al Tengu lo sorprendió el verlo tan ¿temprano?
- Si no necesitas nada me gustaría que bajaras a desayunar antes de que deje de ser desayuno y se convierta en comida – se levanto de su sitio junto al futon y salió
- Eh! Ah! Si ya voy – suspiro cansado observando la ancha espalda del pelinegro – otra vez ese sueño – se dijo así mismo levantando sus artículos de dormir – pensé que ahora que él está junto a mí eso dejaría de pasar pero…
Cerró la puerta corrediza justo detrás de sí, dios tal vez uno o dos pasos y se detuvo.
- Te encontré, al fin te encontré… soy muy feliz. Yo siempre te he admirado. Quería encontrarte diciéndome a mí mismo que me volvería mas fuerte… solo para encontrarte… soy muy feliz… Haruka… - sus ojos del mismo color que la sangre lloraban ¿por él?
Chasqueo la lengua con disgusto, porque recordaba algo así en ese momento, además aun estaba ese sentimiento que vino después, cuando recibió su primera orden
- No la mates – grito el chico
No podía creerlo de sí mismo, su cuerpo reaccionaba a ese joven. Lo peor de todo. Le resultaba natural. Esa cuestión aun perduraba desde ese día.
Se encamino al comedor, después de todo hacia mucho de eso y era mejor ignorarlo.
Youko se encontraba acomodando la mesa, el tazón del Tengu como siempre estaba dispuesto en su lugar, unos minutos después apareció el albino. Se notaba que un tenía algo de sueño. Con ese yukata blanco parecía más joven y tan frágil.
- Kan-chan porque siempre te despiertas tan tarde – decia algo irritada la chica zorro – no es posible, es como si últimamente durmieras mas de… - y ahí se quedo el cuerpo del peliblanco callo de lado
- Kantarou – Haruka se estiro lo mas que pudo y atrapo al chico antes de que impactara contra el suelo – Kantarou – decia mientras lo zarandeaba un poco para que reaccionara
- Haruka – abrió un poco los ojos – no te vayas, yo siempre he querido encontrarte, conocerte no te vayas ahora – y comenzó a llorar aferrándose al traje negro del Tengu
- Tiene fiebre – Youko había puesto su mano sobre la frente de su maestro – Haruka llévalo a la habitación preparare algo para bajarle la temperatura
continura.....