Una apuesta sin sentido
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen
By Paz
Capítulo 2: Perfilando su plan
Apenas llegan a su piso Kaede mete bajo el chorro de agua fría a su koi para despejarle.
Tras un chorro de protestas y un café bien cargado, Hanamichi esta en condiciones de llevar una conversación coherente.
-¿Sabes la estupidez que has hecho hace un rato? –le recriminó furioso.
-Recuérdamelo… -pidió dando un largo sorbo al café, llevándose luego las manos a la cabeza en un vano intento de calmar el golpeteo que siente dentro de ella.
-Sendoh… -al ver que le miraba aún ido por completo- La apuesta que hiciste con él -vió que su koi se ruborizaba al recordar.
-Lo reconozco ha sido una chiquillada, no tienes que preocuparte, no nos tomará en serio sabía que habíamos bebido en exceso, solo fue una broma por su parte, nos siguió la corriente.
-Eres un idiota si realmente piensas así, por supuesto que la apuesta continuará en pie.
-¿Qué quieres decir? –le miró con expresión desconcertada.
-Él no tiene ningún interés ni un Kogure ni en mi, le basta decir que ha conseguido de nosotros lo que se propuso y tú y tu amigo tendréis que dejaros joder –le dijo crudamente para que supiera lo que les esperaba, no le importaba tergiversar la razones de Sendoh, después de todo él había sabido aprovechar la oportunidad que se le presentó, él no iba a ser menos inteligente que ese hentai.
Desde que se conocieron había observado el interés que mostraba hacia él, de seguro que se le hubiera declarado si Hanamichi tarda un poco más en hacerlo. Lo supo aquella tarde, cuando al término de un partido con Ryonan se abrazaron y besaron delante de todos. Habían ganado el Campeonato Nacional y aquel gesto fue su propia celebración. La mirada de Sendoh lo decía todo, había perdido su oportunidad. Lo que Sendoh ignoraba era que nunca hubiera aceptado su declaración, porque su fama de seductor le precedía y sus relaciones sentimentales no le duraban más de una semana, lo que era él ya eran muchos días. Ahora ni siquiera estaba con uno más de tres noches, dejando tras de si muchos corazones rotos. Él no deseaba tener sexo una noche si y otra no, buscaba por encima de todo una relación duradera y junto a Hanamichi la tenía, aunque su engreimiento y torpeza comenzaban a cansarle.
-Él no puede hacer eso.
-¿Por qué no? Vosotros vais a dejarnos con él, esa noche pueden pasar muchas cosas –no se dejo impresionar por el enojo que comenzaba a mostrar- Aunque no lo hiciéramos, -intentó calmar su frustración- si el dice que si, ¿A quién vas a creer?
-A ti –dijo rotundo.
-Es un alivio saberlo…, -Hanamichi podía ser un torpe fanfarrón, su fe en él casi le hizo desistir de su plan- pero si él insiste y os acusa de no querer cumplir con vuestra parte del trato. Puede decir que nosotros estamos mintiendo para evitar vuestro enojo.
-Sendoh puede ser muchas cosas, pero no un mentiroso. –aseguró Hanamichi.
-En la guerra y en el amor todo es valido, Hanamichi, no lo olvides. –Le rebatió- Sendoh siempre ha mostrado interés por nuestra relación, ¿acaso olvidas cuando te preguntó cuando te cansarías de mi?
-Fue una de sus bromas…
-Después de esta noche sigues pensando igual…, en esta apuesta él ganara y tú tendrás que cumplir tu parte –le recordó, la expresión de Hanamichi le hizo saber que su cabeza comenzaba a pensar en lo que estaban hablando.
-No se… -titubeó, lo que decía Kaede tenía sentido, siempre pensó que Sendoh era un bromista consumado, que siempre dejaba escapar chanzas respecto a ellos, nunca antes se le ocurrió pensar que tuviera hacia él sentimientos ocultos, por ese motivo le consideraba un buen amigo, ahora se daba cuenta que Kaede tenía razón, es como si estuviera al acecho, esperando que rompieran para no perder la oportunidad de caer sobre él, y él estupidamente le había dado la ocasión por bocazas, también Mitsui se había apresurado a aceptar la apuesta y ahora estaban los dos en un buen lío- No puedo pensar con claridad, tengo que dormir. Mañana estaré más despejado, encontraré una solución.
-Como quieras… -aceptó aún sabiendo que acabaría pidiéndole consejo a él.
Aunque faltaba poco para el nuevo amanecer eso no fue óbice para que Hanamichi tuviera ganas de hacer el amor con él, fue tan apasionado que parecía como si estuviera disculpándose por su torpeza, Kaede disfrutó cada segundo a su lado y mientras Hanamichi se esforzaba para que gozara al máximo esos momentos de pasión, sintiéndose a punto de arrepentirse de la estratagema que estaba preparando para dar por el traste la apuesta sin sentido que esos imbéciles habían provocado con sus rotundas afirmaciones, como si ellos fueran sus amos y señores, sin embargo, aunque su cuerpo ardía, su mente estaba muy fría y desechó apenas surgió ese pensamiento.
Pues no, les demostraría que a partir de ese momento, Hanamichi sería un gatito en sus manos y Sendoh su perrillo faldero, que solo vería lo que él quisiera y con ese sugestivo pensamiento alcanzó el orgasmo, con su grito ocultaba también el placer que sus pensamientos le proporcionaban.
Hanamichi se derrumbó sobre su espalda, permaneciendo quieto algunos instantes, hasta que su respiración fue normalizándose, se apartó de dentro suyo para atraerlo contra su costado y abrazados se quedaron dormidos.
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Tal como había imaginado, Hanamichi no sabía como resolver la apuesta sin ser él el perdedor.
-Tú que harías? –preguntó Hanamichi cuando se canso que pensar.
-¿A que te refieres? –se hizo el despistado.
-A la apuesta… -vió que apartaba la mirada del libro que estaba estudiando.
-Me temo que no hay solución posible… o lo hacemos nosotros o vosotros…, aunque tal vez hay una tercera posibilidad.
-Si… -sus ojos brillaron esperanzados confiaba ciegamente en Kaede, de los dos era el más inteligente.
-Podéis dejarle que sea él quien gane la apuesta, como no lo habéis hablado podéis proponerle que sea un trío, vosotros sois dos contra él.
-Diría que somos unos tramposos…
-Él tampoco ha jugado limpio con vosotros.
-En eso tienes razón… ¿tú crees que lo conseguiremos? –preguntó dubitativo.
-No me cabe ninguna duda, todo saldrá perfecto. –sus planes nunca fallan pensó, y esta vez tenía muchas cosas en juego. Sería más que interesante, era fuerte la apuesta que estaba poniendo sobre el tapete, por lo que no podía perder, no es que no le gustara ser uke, Hanamichi era muy cariñoso y un amante ardiente que le hacía disfrutar cada copula, pero él necesitaba más, era consciente que Hanamichi nunca le dejaría tomar la iniciativa, él tenía que buscar esa oportunidad en otro lado. Inesperadamente, ese idiota de Sendoh, sin saberlo iba a proporcionarle la ocasión que anhelaba, o tal fuera Mitsui, su ideal de amante perfecto, nunca le había mirado bajo ese punto de vista, de una cosa estaba seguro, después de esa noche lo sabría- Tienes que hablarlo con Mitsui, no sea que se le ocurra pensar mal de Kogure. Hazle saber que Sendoh puede engañarles para conseguir sus fines. –del mismo modo que lo estaba haciendo él.
-Pero… y si Sendoh nos dice que lo hizo con vosotros…, todo se acabó.
-Si es así, es que espera que os enojéis con Kogure y conmigo. Posiblemente lo que busca es romper nuestros compromisos, así cuando estemos separados él pueda ir con la persona que realmente le importa o pueda creer que tiene cuatro presas más a las que tratar de conquistar.
-Cierto… -asintió al oír su planteamiento- Llamaré a Hisashi. Podemos encontrarnos con ellos antes de ir a casa de Sendoh. Nos pondríamos de acuerdo como actuar ante él.
-Me parece bien…, sobre todo, hazle saber que todo ha sido idea tuya.
-Lo haré… gracias a ti, haremos grandes cosas, tú y yo juntos somos invencibles.
-Y que lo digas… -aceptó sus palabras- Mientras te pones de acuerdo con Mitsui, voy a salir un rato, iré a comprar algunos juegos para distraernos esta noche.
-Es una buena idea… -aprobó Hanamichi.
Kaede regreso una hora después, llevaba consigo un par de bolsas, parecía que había comprado más de lo que dijo. Sin embargo, no dejo que Hanamichi lo viera. Iba a ser una sorpresa, no solo para Sendoh, sino también para Kogure.
-Nos vamos… llevas todo lo que necesitas.
-Si, estoy preparado.
Media hora después se encontraron con Mitsui y Kogure, este se mostraba inquieto y su koi tenía que tranquilizarle, asegurándole que confiaba en él y que sabía que sería un buen chico.
-¡Idiota! –Pensó Rukawa mirándole- Me aseguraré que esta noche Kogure disfrute como nunca antes… y los dos quedaréis como lo imbéciles que sois, así aprenderéis a no hacer apuestas sin sentido, decididamente Kogure no me atrae es demasiado manso, en cambio Sendoh y Mitsui tienen una fuerte y atrayente personalidad, sentiré un inmenso placer cuando tenga que cogeros, en cuanto a ti Hanamichi –deslizó su mano por su pecho y como si le hablará a él su mente se llenó de planes- te haré gozar al máximo, te haré pedirme una y otra vez que me hunda dentro de ti y ten la seguridad que a partir de entonces serás un gatito ronroneante en mis brazos, nunca te cansarás de mi y prometo que alguna vez te dejaré que seas tú quien me tome.
Continúa en el próximo capítulo…