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¿Acaso aquella noche tendría algo que ver?... sería mucha coincidencia.
-La última vez que lo vi fue un sábado… el lunes tenía que regresar a trabajar y ya no se presentó, pero esa noche si pasó algo…
Hermione lo miró haciéndose adelante en su asiento mirándolo muy atenta.
-¿Qué paso?
Nick se tomó su tiempo antes de empezar a hablar.
-Era mi despedida de soltero y mis amigos y yo la organizamos en un bar, lo rentamos y llegamos ahí después del trabajo; Harry fue y entre los invitados estaba mi hermano; y entre el calor de las copas y todo eso planeamos hacer enojar a Harry, provocarlo para divertirnos un poco.
-¿Provocarlo? ¿Cómo?
-Un día antes fuimos a su casa a tomar unas copas y mi hermano conoció a Draco Malfoy, de hecho pasaron un rato a solas en la cocina y fue con eso que comenzamos a molestarlo.
Al oír eso, Hermione comenzó a darse cuenta hacia donde iba la broma, aunque aun así dejó que Nick terminara de hablar.
-Al final se le echo encima a mi hermano y nosotros no podíamos quitárselo de encima, después se fue de ahí y hasta entonces no lo hemos visto.
Hermione cerró los ojos mientras se masajeaba las sienes sintiéndose agotada… así que había sido eso, si… no podía ser otra cosa.
-Me enojó mucho que mi hermano terminara en San Mungo con la nariz rota y un pómulo destrozado, sin embargo yo sabía que nosotros nos lo habíamos buscado, principalmente Steve cuando ya no supo detenerse a tiempo y por eso quería hablar con Harry… decirle que si por él estaba bien, podíamos dejar todo en el pasado y continuar nuestra amistad pero… bueno, ya no pude… dime ¿crees que eso influyo a su estado? –preguntó muy preocupado.
-Al día siguiente fui a verlo a su casa, su elfo me llamo desesperado… -dijo ella sin levantar la cara y sin dejar de masajearse las sienes- le dio una terrible paliza a Malfoy…
Nick apretó los labios y suspiro tenuemente.
-Bueno, es un mortífago después de todo, lo que me preocupa realmente es el estado de Harry.
-Mira Nick –respondio viéndolo al fin dando una estampa de agotamiento, mental sobre todo- no tengo tiempo, pero sobre todo ganas de explicarte que Malfoy no es un simple mortífago.
-¿Por qué no? ¿Qué no asesino a muggles?
-Si, lo hizo y entiendo tu odio hacia él por eso, lo mismo sentimos todos por aquellas personas que lastimaron gente inocente.
-¿Pero…? –insistió él a pesar de que ella no tenía intenciones de hacerlo cambiar de opinión.
-Mira Nick, no quiero hablar de esto porque estoy francamente cansada de luchar para que las personas entiendan la situación de este hombre en especial, ya hasta termine con mi novio por esta razón… él y su familia son buenas personas y sin embargo se han negado a entender, y si eso pasa con ellos ¿Qué me espero de un auror?
Nick la observó por un momento mientras ella sacaba una aspirina de su cajón y se servía un vaso de agua de la jarrita que tenía en su escritorio.
-Bueno, entonces ¿Qué puedes perder?
Hermione tomo su aspirina y luego miro a Nick, quien evidentemente esperaba que ella hablara, por lo que alzándose de hombros dijo:
-Si, de acuerdo… mira, Draco Malfoy fue condiscípulo nuestro en Hogwarts.
-¿En serio?
-Ajá y fue un hijo de puta en toda la extensión de la palabra, disculpa mi lenguaje.
-He oído cosas peores, sigue.
-Bueno, él era partidario de las ideas de Voldemort, tu sabes… es un sangre pura y su familia era millonaria, de hecho a mi me llamaba sangre sucia.
-Que fuerte… -dijo alzando ambas cejas.
-Cosas de chiquillos… -respondio alzándose de hombros- lo importante es que aunque le dio entrada a los mortífagos a Hogwarts e intento matar al profesor Dumbledore, lo hizo porque su familia estaba amenazada por Voldemort y Harry vio de primera mano que cuando tuvo a su merced al profesor, no pudo asesinarlo porque simplemente no es un asesino.
Nick sabía que Draco había aceptado el asesinato de la familia muggle por la cual había sido condenado a Azkaban, sin embargo sabia que el relato de Hermione llegaría a ese punto, así que decidió esperar en silencio.
-Su familia desapareció, fueron llevados a la fuerza por Voldemort según dijo después y él apareció como un mortífago hecho y derecho… asesino a una familia completa y el resto ya lo sabes…
-¿Y la conclusión es…?
-Dije que no era un asesino ¿verdad? –dijo sintiendo con agrado que el propósito de su aspirina ya estaba surtiendo efecto- eso es porque Voldemort lo obligó y créeme que es difícil que alguien se resista a una orden suya; Draco no hubiese matado si no lo hubiesen obligado… él no es malo, nunca debió ser condenado a cadena perpetua, incluso Harry testifico a su favor pero de nada sirvió.
-Pero entonces ¿Cómo es que tú aceptas su inocencia y tu novio y su familia no?
-No lo sé, francamente no lo sé… -dijo alzándose de hombros de nuevo- era tan odioso en el colegio y nos fastidiaba en cada oportunidad, a la familia de Ron los humillaba cada que podía, por eso lo odian tanto.
-Pero a ti y a Harry también ¿Cuál es la diferencia?
-Ya te dije, no lo sé… era odioso, pero éramos niños… en fin, Draco nunca debió estar en prisión y mucho menos ser el entretenimiento de Harry.
-Tú no estabas de acuerdo por lo que puedo ver.
-Por supuesto que no, pero ese ya es otro asunto; a lo que voy es que tú dices que la golpiza a Draco no importa por ser quien es y yo te digo que no es correcto… Draco estaba muy lastimado, al igual que Harry.
-Harry recibió si acaso un par de golpes de parte de Steve, realmente no lo lastimo.
-Pues cuando yo llegue estaba fatal… los dos estaban muy mal.
-¿Y qué paso después?
-El asunto es que ambos fueron a dar al hospital y después Malfoy regresó a Azkaban.
-¿Harry lo regreso?
-No lo sé, no quiso hablarme de eso.
-Entonces ¿crees que el estado de Harry tenga que ver con Draco Malfoy?
-Creo que si… ¡oh Dios, creo que sí pero no sé cómo ayudarlo! –Respondio exasperada- no recibe a su psicomaga.
-¿Era atendido por una psicomaga?... vaya, Harry sí que tenía sus secretos.
-Secretos que seguirán siendo secretos.
-Calma, entiendo, es solo que nunca, jamás, toda mi vida, pensé que Harry El niño que vivió tuviese esta clase de conflictos.
-No saben nada de Harry…
-Oye pero, entonces su estado actual si tiene que ver con Malfoy ¿no?
-Eso parece, pero lo que pasó entre ellos esa noche, solo ellos lo saben.
-Por lo que me dices, Harry golpeo a Malfoy después de la fiesta en el bar… ¿entonces estaba celoso, no? digo, en el bar dio miedo cuando Steve comenzó a decir cosas cada vez más atrevidas… entonces ¿está enamorado de Draco Malfoy? –concluyo Nick con cierto dejo de incredulidad en la voz.
Hermione se quedo en silencio unos momentos mientras su mente procesaba todo lo escuchado.
-Hace tiempo yo lo pensé pero luego deseche esa idea… ahora ya no sé, tal parece que sí.
-¿Entonces porque regresó a Malfoy?
-Ya te dije que no lo sé, no sé qué paso esa noche, Harry no me dijo nada, pero siendo como haya sido, eso esta matándolo.
-Tal vez de verdad sigue creyendo que Steve si tuvo algo que ver con Malfoy.
-Yo no lo sé, pero… oye ¿estarías dispuesto a decírselo? Digo, si es eso, tal vez sirva de algo –concluyó con una pequeña esperanza renaciendo en su interior.
-Claro… de hecho, te dije que quería disculparme… en su momento no me pareció correcto que Harry le diera tanta importancia a Malfoy, pero si tú dices la verdad, bueno pues, con mayor razón lo haré.
Hermione no pudo menos que sonreír mientras negaba con la cabeza.
-¿Qué?
-Nada, es solo que… bueno, es curioso… -respondio alzándose de hombros.
-¿Qué es curioso?
-Que tú hayas aceptado sin más ni más la explicación que te di sobre Malfoy… que los Weasley habiendo conocido el episodio de la torre de astronomía, que fue donde Dumbledore fue amenazado por Malfoy y todo eso, no hayan aceptado la injusticia que se cometió con él.
-Bueno, no es que simplemente crea lo que me estás diciendo sobre él, más bien estoy aceptando que tal vez sea verdad… digamos que estoy dejando espacio para la duda.
-Eso ya es mucho de todos modos.
-Oye, pero entonces Harry no es tan inocente como aparenta… digo, eso que se haya llevado a Malfoy a su casa para cogérselo cada vez que tuviera ganas, tampoco es muy loable ¿no?
-Si, es cierto… -respondio sonriendo cansinamente- pero te diré que los últimos meses ya no llevaban ese tipo de arreglo.
-¿A qué te refieres?
-Harry ya no tenía relaciones con él, decía que había cometido una injusticia y que era igual que Voldemort al haber hecho eso con Malfoy.
-Es una broma ¿cierto?... haya sido como haya sido, la vida de Malfoy en casa de Harry era infinitamente mejor que en Azkaban.
-Sí, pero aun así Harry estaba muy atormentado… decidió que aunque ya no iba a requerir a Draco para esos servicios, aun así no iba a regresarlo a Azkaban, que iba ayudarlo lo más que pudiera; así que todo este asunto es muy confuso, por eso quiero probar con lo que acabas de contarme, a ver si con eso damos en el blanco y reacciona de alguna manera.
-Bueno, pues cuando tu digas.
-¿Estás muy ocupado en estos momentos?... mira, estoy muy angustiada por lo que Harry pueda llegar a hacer que siento que estoy luchando contra el tiempo, quisiera ir ahora.
-Adelante, estuve de guardia nocturna y tengo el resto del día libre.
-Tendrías que ir a dormir, pero te agradezco esto –dijo tomando un pergamino para escribirle a Tombo, pues ya ni siquiera podía hacer llamadas vía flú.
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-Nada… dice Tombo dice que no quiere recibir a nadie… mucho menos a ti –dijo desesperanzada leyendo la respuesta del elfo.
-¿Entonces?
-Mira… déjame seguir intentándolo.
Después de varias respuestas, Hermione aventó el pedacito de pergamino que acababa de recibir de Tombo.
-Nada… pero debo seguir intentándolo, oye ¿puedo llamarte cuando logre convencerlo? Sé que tienes que irte, ya es muy tarde.
-Si, debo irme, pero llámame, puedes hacerlo a mi casa o al trabajo.
-Gracias.
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-Amo Harry, amo Harry… -exclamó Tombo con un pergamino en la mano a un lado de la cama- la señorita Granger insiste en que tiene que hablar con usted… amo Harry…
-Déjame en paz… ya te dije que no quiero hablar con nadie…
-Por favor amo Harry… dice que es urgente, que es sobre el señor Malfoy.
-No… tengo sueño…
-Pero amo… -musitó Tombo escuchando casi enseguida unos suaves ronquidos.
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“Harry, no destruyas el vociferador, necesito hablar cont…”
-Incendio…
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“¡Este vociferador es importante Harry, es sobre Draco malf…!
-Incendio…
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-¡Es sobre Draco, hay algo que…!
-Incendio… -musitó fastidiado.
Dejó caer su varita al suelo y suspiró mientras se estiraba perezosamente en la cama; luego se sentó y se recargó en los cojines… miró las cenizas del vociferador en la colcha. Tomó un fragmento y lo disolvió entre sus dedos; pasó su lengua por sus labios resecos y notó que tenía sed, con mano un tanto temblorosa tomó el vaso y la jarrita de cristal con agua que tenia en su tocador, pero debido al peso se le resbaló yendo a dar al suelo.
Aunque la alfombra amortiguó la caída, la jarra se partió en tres pedazos; Harry la miró un rato antes de agacharse y tomar uno, el cual miró por un largo rato como si estuviera en trance para luego pensar:
-Es hora de un baño…
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-Penny, envía esta nota a… ¡Nick, justo iba a llamarte!
-Hola Hermione.
-Ven, pasa por favor.
Ya a solas en la oficina de Hermione, él comenzó a hablar mientras tomaba asiento.
-Como ya pasaron dos días y no te habías comunicado, decidí venir; de hecho aun no acaba mi turno, pedí permiso porque la verdad este asunto no se me va de la cabeza.
-Si, gracias por venir, he intentado comunicarme con Harry, le pedí a su elfo que le diera el recado, que le mencionara que era un asunto relacionado con Malfoy pero no quiso escucharlo, le envié también muchos vociferadores y nada.
-Dices que no puedes entrar ¿verdad?
-No, tiene barreras… ya lo intenté de muchas maneras y aunque soy muy buena en hechizos de protección, no he podido traspasarlos.
-Bueno, es que una cosa es ponerlos y otra quitarlos.
-Sí, ya lo noté.
-Además Harry es auror.
-Si… sé que las hace más complejas.
-Pero yo también lo soy y muy bueno.
-¿Quieres decir…?
-Vamos, intentaré quitarlas para poder pasar; debemos entrar a esa casa de algún modo.
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Cuando la tina estuvo llena hasta el borde con agua caliente, Harry se desnudo y se metió en ella cerrando los ojos con deleite cuando ya estuvo acomodado sintiendo con agrado el cálido liquido como si fuera un abrazo; entonces abrió los ojos y miró el trozo de vidrio que había llevado consigo… sintió su filo con el pulgar y suspiro sintiendo que se ahogaba dentro de sí mismo… ya no lloraba, sentía sus ojos secos y tampoco tenía las energías para hacerlo; solo deseaba dormir… ya no pensar, ya no sentir… nunca más…
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-Bien, déjame analizar qué tipo de hechizos aplicó –dijo Nick varita en mano fuera de la casa de Harry.
-Bien.
Hermione veía al auror trabajar, ir de un lado a otro agitando su varita, murmurando hechizos que nunca había oído en su vida.
-Es complicado, sus hechizos son poderosos –exclamó media hora después secándose la frente con la manga- pero ya casi lo logro, tranquila.
-Si, si… -respondio impaciente, deseosa de poder demoler la entrada de un solo golpe; sintiendo en su corazón una extraña y desesperada ansia por entrar ya.
Después de una hora de haber comenzado, Nick dijo:
-¡Ya está!... ¡Alohomora!
La puerta de entrada se abrió automáticamente siendo empujada por Hermione, que entró corriendo encontrándose con Tombo en la sala.
-¡Señorita Hermione! ¿¡Cómo logró entrar?!
-Necesito ver a Harry ¿sigue en su habitación?
-Si señorita.
Hermione subió las escaleras de dos en dos seguida por Nick, quién decidió esperar fuera de la habitación hasta que ella lo llamara para hablar con Harry.
Ella en tanto abrió la puerta y entró viendo la cama vacía.
-¿Harry, estás en el baño?... sé que no quieres ver a nadie, pero necesito verte… saber cómo estás… ¿Harry? –dijo deteniéndose en la puerta cerrada del baño- Harry, no voy a irme; no voy a dejarte solo aunque me corras a patadas, no me iré de aquí… ¿Harry?
Sintiendo su corazón comenzar a latir apresuradamente, abrió la puerta y casi se cae de espaldas al ver lo que había ahí.
-¡No, Harry, Noooo!
Nick entró corriendo apenas escuchó el grito de Hermione, llegó hasta el baño para encontrarla abrazando a Harry en una bañera con el agua completamente roja, como si la hubiesen entintado, pero el brazo que estaba fuera de la tina chorreando sangre, no era para nada pintura.
-Necesitamos asistencia médica en la calle Cromwell numero 341 -exclamó Nick invocando un Patronus en forma de zorro- tenemos un auror que presenta heridas en las muñecas y gran pérdida de sangre –y sin decir más lo envió a San Mungo para después correr hacia el interior del baño.
-¡No Harry, no te vayas, no te vayas! –gritaba Hermione olvidando por completo todo su temple, toda su entereza y todo su valor al sentir por primera vez que Harry en verdad se estaba yendo.
-Déjame revisarlo… -dijo Nick inútilmente mientras ella abrazaba a Harry con desesperación haciendo que el agua roja desbordara de la tina empapándoles las piernas y los brazos- ¡Hermione reacciona!
Ella pareció entrar en razón porque al instante lo soltó dejándole el paso libre a Nick, quien enseguida le puso los dedos en el cuello para saber si seguía vivo.
-Está vivo, pásame esa toalla…
Con su varita aplicó un hechizo tipo torniquete en ambas muñecas convirtiendo la toalla en cintas, después metió los brazos en el agua y sacó a Harry sorprendiéndose de encontrarlo tan liviano para llevarlo a la cama, en donde lo cubrió con la colcha dejándole el paso libre a Hermione.
-Harry, cariño… aquí estoy, siempre estaré aquí para ti, no te vayas… -decía entre sollozos mientras le tomaba cuidadosamente una mano.
-¿Por qué tardan tanto? –pensaba Nick muy nervioso e impresionado.
El barullo se dejó oír un par de minutos después cuando un equipo de dos medimagos entraron corriendo a la habitación guiados por Tombo, quien al ver a su amo tumbado en la cama con sangre en las sabanas comenzó a chillar angustiado causando más revuelo.
-¡Amo, mi amo!... ¡amo Harry!
-Relaxis –exclamó Nick apuntándolo con su varita dejándolo callado al instante.
Hermione se había hecho hacia atrás para dejar a los medimagos trabajar en tanto se estrujaba las manos con desesperación. Los hombres en tanto checaban sus signos vitales y le aplicaban estabilizadores para poder transportarlo.
-Listo… -dijo uno de ellos haciendo un hechizo para aparecer una camilla y colocar ahí a Harry.
Cuando ya estuvo en la camilla, lo cubrieron con una sabana y lo aseguraron con unas correas para el traslado.
-Tengo que ir al hospital –dijo Hermione saliendo aprisa seguida por el auror.
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En San Mungo, ninguno decía nada, simplemente esperaban; ella de pie, caminando de un lado a otro y él sentando.
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