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Si Viviesen Juntos por Sady

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Notas del fanfic:

Los personajes son de Masashi Kishimoto.

Leer advertencias: Naruto 16-17 años, Sasuke 28. AU, infidelidad, lemmon, bondage, sex toys, oral, mención SasuSaku y no más Xd

 

 

Si Viviesen Juntos

 

Sakura se mostraba un poco molesta.

—No puedo creerlo. Hoy Tsunade-sama por fin regresaría a Konoha por Naruto, pero entonces el maniático de su jefe le alarga su trabajo por una semana más. Aunque no es que me moleste mucho cuidarlo, además que es un niño agradable de todas maneras… Pero a la vez no. Mira, ya son más de las once de la mañana y no ha bajado.

—¿Pero qué dices? Sasuke tampoco es que haya bajado muy temprano —dijo Ino, la mejor amiga de Sakura—. Relax, hoy es domingo.

—La idea es que esta es la casa de Sasuke, en cambio él…

—…los chicos de ahora son así y no es como si fuera a morir si no lo alimentamos. ¿Cierto, Sasuke?

—Mh.

—Sasuke mi amor, perdón por esto, sé que fue precipitado y no te pedí permiso pero no podía decirle no a Tsunade. Naruto es su ahijado y ella estaba preocupada ya que cuando lo deja solo por dos o tres días es un descuidado total, ella no podía imaginarse qué haría en tres semanas… bueno, ahora en cuatro.

—Ah, pero no creo que a Sasuke de verdad le moleste —dijo Ino y aunque ninguna de ellas se dio cuenta, el cuerpo de Sasuke se tensó por el comentario quedando con sus manos al aire sosteniendo un cuchillo y una tajada de pan. Ino continuó—: Parecía que se odiaran al principio, pero… creo que ahora se llevan bien.  

Sasuke aliviado sonrío ante el comentario que sólo quedó en eso, en un comentario.

Sakura se levantó de su puesto al terminar el vaso con agua que sirvió para acompañar a su esposo.

—Pues  esperemos unas semana más y nuestra vida de recién casados volverá a su normalidad, ¿no es así querido? —Sakura antes de alejarse de la mesa, se inclinó sobre su esposo y le dio un corto beso, por lo que en ese pequeño lapso de tiempo fue imposible para ella darse cuenta que para ese día los besos de Sasuke no serían igual—. Y apúrate Ino que hoy es la venta de bodega…

—Pero si yo ya estoy lista desde hace un mes…

Ambas chicas se rieron y Sasuke por fin las vio tomar camino. Por eso su interior —y su entrepierna— se exaltaron. El apetito para desayunar se esfumó y…

Sakura se detuvo antes de abrir la puerta para salir mientras Ino tomaba su bolso colgado a un lado.

—¿Debería subir y llamarlo? Sasuke dijo que también quiere salir hoy, al menos sería mejor dejarle una nota y algo de dinero…

No, él no iba a salir. Era una mentira. Tenía planes en casa y muy bien que podía cuidar a Naruto… Pero Sasuke no dijo nada para no hacerle extrañar a ambas y esperó muy atento…  Sakura no debería subir. El infierno que no…

—¡Hazme el favor, Haruno Sakura! ¿No crees que él sea lo suficientemente grande como para llorar porque se despierta y no encuentra a nadie en casa?

Ok, ok… Pero sí le voy a dejar una nota…

Entonces ambas tan apegadas una a la otra se dirigieron al estudio cerca de la sala. Sasuke sintió desesperarse pero… rápidamente ese sentimiento se esfumó. Paciencia y luego recompensa…

Subió sus ojos al techo ubicando el espacio en que quedaba el cuarto que ocupaba Naruto y al pensar en la actual situación que enfrentaba el chico, se sintió muy satisfecho.

Metió una de sus manos al bolsillo justo cuando Sakura e Ino aparecían en la sala. Entonces sin sacar su mano, tomó entre ella un pequeño control remoto de tres niveles. Lo puso en “Soft”.

De inmediato se imaginó el rostro del rubio allá arriba. No pudo resistirse más, tenía que subir y lo tenía que hacer ya. Ellas dos pronto se esfumarían.

—Iré a arreglarme —dijo Sasuke dejando todo su desayuno servido.

 

 

 ***

 

Ese hijo de puta… ¿ésta era una especie de venganza? Iba a golpearlo tan pronto lo viera, iba a matarlo… iba a… entonces su garganta se tensó aunque no pudo soltar ningún jadeo de forma normal.

Su erección incrementó en tamaño y arqueó la espalda en placer muy a pesar de las incomodidades: tenía sus brazos muy bien atados tras su espalda y un pedazo de lazo amarrando su boca con una pequeña almohadilla para morder.

Y lo más importante, echado en cama Naruto tenía un vibrador incrustado en su culo. Si intentaba sacarlo por el contrario parecía meterse más.

Sin embargo había dejado de ser sólo un gran pedazo en forma de pene para pasar a vibrar enviándole sensaciones placenteras como si fuera…

—Óyeme sucio puto lascivo, ¿quieres más?

Naruto fue capaz de escuchar a Sasuke a pesar de ser apenas murmullos al otro lado de la puerta.

—¡Mn!!

—¿Ahora quién es el juguete de quién? Tienes un sueño muy pesado pero te veías tan delicioso dormido mientras te ataba y me hacía de tu culo con un vibrador… Hasta dijiste mi nombre, ¿tanto me deseas, Naruto? ¿O quizás ahora prefieras lo que tienes metido…?

Aún afuera, la sonrisa de Sasuke se volvió perversa mientras subía el nivel a “Medium”. Naruto si antes había pensado querer tener fuera de su culo el vibrador, ahora lo que pensaba era poder ser capaz de meterlo aunque sea un poco más. Deseó que el culpable de todo entrara y se hiciera responsable de todo como debía ser.

—Eres muy deleitable, Naruto. Me gustas mucho —susurró otra vez Sasuke desde afuera de la habitación.

Entonces como Naruto no podía gemir alto, mordió la almohadilla gracias a las vibraciones más fuertes en su culo y gracias a las inesperadas palabras de Sasuke… Las cuales deberían ser una gran mentira pero calaron en Naruto.

Ellos dos eran sólo unos degenerados sucios hombres que empezaron a follar  luego de una semana de conocerse, a pesar de que uno se metía en la cama con un hombre casado y a pesar de que el otro  tenía sexo con alguien que no era su esposa.

—Naruto…

—¿Ya está despierto?

Sasuke había colocado su mano sobre la perilla de la puerta pero la quitó de allí al escuchar detrás de él a Sakura. La metió en su bolsillo y sonrío más perverso sabiendo que su esposa no podía verlo.

—Algo así… Sakura —respondió Sasuke

Con claridad Naruto había escuchado las voces, las dos, la del hijo de puta y la de Sakura. Sobretodo la de la querida amiga de su madrina, la de la esposa de Sasuke.  Joder, joder, joder, joder… Sakura estaba a unos pasos.

Aunque le encantaba abrirse de piernas para el guapo hombre de oscura mirada, Naruto reconocía que lo que había estado haciendo no tenía nombre. Que eso lo convertía en una maldita bestia, en un pecador que no merecía salvación y ante todo pensaba que no quería hacer sufrir a quien no lo merecía.

 —Creo que hoy tiene que encontrarse con un amigo… tiene asuntos pendientes —le comentó misterioso Sasuke a su esposa a la vez que por fin gracias al control remoto dentro de su bolsillo, elevaba el nivel para Naruto al “Hard”.

—Entonces será mejor llamarlo después de todo… —mencionó ella.

Lágrimas vinieron a los ojos de Naruto. El vibrador sonaba tan fuerte y se movía con tanta fuerza que estaba derritiendo las entrañas del menor. ¿No escuchaban afuera  el sucio zumbido y a los sucios jadeos que lograban escapar de su boca a pesar que mordía la almohadilla tan fuerte?

¡No! ¡No! ¿Ella iba a entrar? ¿Qué clase de pretexto iba a dar? Aunque seguramente diría la verdad y él no quería eso…  él no quería que por su culpa…

—Espera un segundo, Sakura —dijo Sasuke.

—¿Qué… qué pasa? ¿Por qué pegas la oreja a la puer…?

En la escena que se desarrollaba en el corredor, Sakura se calló cuando Sasuke con un dedo en su boca le pidió silencio. ¿Ocurría algo malo? Pensó ella.

—Creo que… es mejor dejarlo solo —susurró él a Sakura y cuando ella no comprendía porqué, Sasuke siguió con su baja voz—: Creo que está…  ahora mismo ocupándose de otro amiguito… Los chicos son así ¿no?

Entonces las mejillas de Sakura se tiñeron de rojo al comprender que el chico al que le estaba dando refugio… por su madre querida… se estaba, se estaba… ¿masturbando?

—¡Sakura! Baja ya o me iré sin ti…

Y Sakura ante el grito de su amiga así lo hizo. No quería tener nada que ver con hormonas adolescentes…

No así Sasuke.

Él tan pronto escuchó la puerta de casa cerrarse, abrió con brusquedad la de la habitación del joven huésped tan especial que había tenido…

Optó por sacar su pequeño aparatito del bolsillo y apagarlo. Y entonces se deleitó con la vista dentro.

Sobre la cama un chico con cuerpo bien trabajado y en la posición en que lo había dejado. Naruto había comentado su fascinación por entrenarse y por el equipo de baloncesto del que formaba parte en el colegio, y eso se veía en los abdominales ligeramente marcados y en el lindo trasero adornado ahora con el… el regalo de Sasuke.  Entonces el mayor se tomó todo su tiempo en recorrer con sus ojos todo ese cuerpo de adonis. 

Observó los pies y piernas tensarse, el agujero entre las nalgas que había estado usando tanto… ahora “ocupado” con algo más aparte de él: mucho lubricante y un vibrador, los músculos abdominales apretados, las tetillas erectas, el cuello y clavícula brillantes en una capa de sudor, el cabello rubio con mechones pegados a su frente… y esa carita casi deformada por el placer. Vio que de sus azules ojos había evidencia de lo que fueron forzados sollozos pero… eso era parte de la diversión, ¿no?

Parte de una muy divertida escena depravada, altamente estresante para quien la vivía en carne propia, y altamente encantadora para Sasuke.

Naruto al saber que no había nadie más aparte de Sasuke cerca, hizo brotar todo el semen que guardaba.

—¿Te gustó verdad? No me digas que no.

Sasuke se acercó subiéndose a la cama encima de Naruto. Llevó sus manos detrás de la cabeza del rubio y desató la cuerda que impedía a Naruto el normal uso de su boca, y entonces, antes de que Naruto ante la libertad iba a escupirle en la cara el mayor apretó entre un fuerte agarre esos labios.

—A la próxima procura ser menos imbécil con esta boquita tuya. Dejarme duro ayer mientras te ibas riéndote… ¿quién es el juguete de quién ahora? ¿Quién lleva el control?

Los ojos de Naruto se abrieron cuando Sasuke puso frente a sus ojos el complemento de lo que tenía metido en el culo y…

“Espera”.

De nuevo, Sasuke lo puso de una vez en el nivel más alto.

El gemido alto que antes estuvo impedido de dar con libertad sonó como a Sasuke le encantaba que sonara. Tan fuerte, tan escandaloso, tan vibrante que dejara en claro que estaba en la cúspide. La espalda del rubio se dobló ocultando su rostro en medio de los cojines y soltando más jadeos sin restricción o vergüenza alguna.

—¡Sasu… Sasuke! Tú… —Sasuke se hizo dueño de una de las tetillas que le quedaron tan cerca gracias al cuerpo arqueado del rubio, a la cual mordió complacido al escuchar su nombre—. Sácalo… Sasu…ke… El tuyo, prefiero el tuyo…

El azabache volvió a parar las vibraciones y al regresar Naruto a una posición más normal, con su boca atacó esta vez el cuello del rubio mientras empezó a hablar contra esa piel:

—Sólo si me dices que esto… —una mano fue a ubicarse en la piel, ya a esta altura rojiza por el esfuerzo, que rodeaba el ano de Naruto—…es mi agujero personal…

—Sí… —dijo el rubio mientras sentía cómo Sasuke halaba fuera de él y muy despacio el juguete sexual —. Sasu…ke, sí, soy todo tuyo…

Y Sasuke ya estaba tan duro que aunque no hubiese obtenido esa respuesta de igual forma se la hubiese metido. Agarró firmemente el cuerpo bajo él y lo giró. Naruto con sus brazos entumecidos aun así no rogó por que le soltara. Ya se había rebajado lo suficiente ante Sasuke como para darle más complacencia y tampoco se quejó audiblemente cuando Sasuke le agarró de las caderas para que elevara el culo y doblara las rodillas, quedando sin un soporte entre la cama y su pecho.

Dos dedos de Sasuke entraron sin problema en el ano de Naruto.

Doblados y adentrándose en esa caliente carne acariciaron las paredes, húmedas por haberlas embardunado con lubricante con anterioridad —mientras el cara de angelito dormía con somníferos encima— y Sasuke buscó como un experto del cuerpo de Naruto.

Lo hizo chillar.

Vio las manos del rubio llenas de júbilo sexual. Vio como sin timidez acomodaba mejor el culo en su dirección. Escuchó insultar a la vez que decía que era lo mejor que sabía hacer de su puta vida. Entonces sin benevolencia sacó los dedos en un abrir y cerrar de ojos pero no le dio tiempo a Naruto de quejarse… al menos no por eso…

—Ahh, sí. —Sasuke le penetró—. Tu culo realmente me ama…

Naruto volvió a chillar. El vibrador no era parecido al jodido pene de Sasuke.

El mayor había estado follándolo casi todos los días pero el rubio sentía que nunca iba a acostumbrarse a los inicios cada vez que irrumpiera su carne… aunque, el malnacido ya no estaba usando nada de condones y él no se quejaba… como si… como si fueran una jodida pareja, como si fuera todo esto una costumbre cotidiana normal y así fuera vivir sólo ellos dos.

Naruto apretó sus dientes tanto por el movimiento salvaje cual animal monta a otro de Sasuke, tanto por el dolor en sus extremidades y tanto por ese sentimiento de ahogo y desengaño ante sus últimos pensamientos.

Entonces la mejilla de Naruto empezó a rozarse contra la cama hacia arriba y hacia abajo sin cesar, y saliva en conjunto con su elevada respiración y gemidos impregnaron la sábana. Ya iba a correrse, sus testículos no iban a esperar mucho más tiempo y por fin Sasuke liberó sus ataduras. No pudo usar de inmediato sus brazos pero no hubo necesidad de ello ya que el mismo Sasuke hizo acoplo de su fuerza para cambiar la posición, para quedar ambos sentados… Naruto sobre Sasuke recibiendo de éste besos detrás de su nuca.

—Tengo que decir… que no eres un juguete, Naruto, porque los juguetes se pueden romper y a mí me gustaría que duraras para siempre…

Y luego, sosteniendo al rubio de nuevo, lo dejó caer de espaldas a la cama.

—Eres tan hermoso… Cualquiera podría enamorarse.

Y el mayor dejó de lado los juegos.

Entre las piernas de Naruto y con sus brazos extendidos como para hacer flexiones de brazos, siguió empujando su pelvis contra Naruto, chocando sus testículos contra esa sudorosa morena piel, siguió follando al rubio aunque esa era una posición con el doble de esfuerzo para penetrarlo…

Sasuke era un monstruo que estaba haciendo todo mal, el que comenzó todo, el adulto que debía responsabilizarse de sus actos y no dejar que un chiquillo se sintiera comprometido… Pero mientras faltaba una semana más, mientras Naruto lo quisiera, mientras los dos estaban jugando a ser malos o a amarse como si Sakura no existiera, Sasuke iba a procurar que ese chiquillo tan alto como él, tan fuerte como él, que tantas veces lo dejó con la palabra en la boca, sólo disfrutara de su travesura antes de que finalizara.

Iba a tratar que cuando Naruto fuera más grande y recordara este suceso de su vida, sólo sonriera como si fuera una de sus preciadas memorias.  

Naruto se corrió y luego siguió él, llenándolo como si tuviera todo el permiso del mundo y fuera lo más normal de su vida…

Bajó su cabeza para besar los labios del rubio, ladeando el rostro y entrando con su lengua a esa cavidad que la acogió con una pequeña batalla amorosa y húmeda. El beso finalizó y Sasuke acarició la frente del menor.

Entonces, cuando iba a caer rendido al lado del hombre más joven observó que algo en la pacífica y mimosa mirada de Naruto cambiaba…

Sasuke no se dio cuenta de la energía que retomó de nuevo en los brazos morenos… hasta que un puñetazo en pleno rostro lo hizo caer de la cama.

—No me importa la cursilería última que dijiste, ¡consíguete tú mismo un puto juguete, muñeco o pelele al cual amarrar cuando…! ¿Sasuke…? ¿Sasuke?

 

 

 ***

 

—¿Cómo sigue tu brazo, Sasuke? ¿Mejor?

—Está bien, Sakura —respondió Sasuke moviendo un poco el brazo derecho doblado y colgando sobre su pecho.

—Parece que Naruto tiene mucha fuerza… Y también es muy impulsivo, ¿pegarte porque le ganaste en…?

—Hacer goles.

—Tsunade me lo advirtió pero…

—No es nada. Además me  lo merecía. Lo traté un poco mal… Y caí en una mala parte pero no porque él lo hubiese deseado así.

Ella bebió un último sorbo de jugo de naranja y limpió con elegancia sus labios. Se levantó de su puesto pero para que Sasuke no viera su ceño fruncido. Sasuke casi nunca reconocía con esa facilidad que algo era su culpa y fuera de eso había algo que no estaba del todo bien... como si Sasuke estuviese mintiendo.

Pero ella no sabía que Sasuke pronto iba a empezar a ser responsable.

—Llámame ante cualquier cosa —dijo Sakura luego de empacar llaves y celular en su bolso—. Les diré que estás incapacitado y no podrás ir a practicar para la ceremonia.

—Dudo que sea muy complejo pararme al lado del novio…

—Tienes razón… además ya tienes experiencia con nuestra propia boda, no será nada, sólo cambiar el papel de novio a padrino... Aunque espero que no te guste la novia y quieras otra vez cambiar, ¿eh, Sasuke?

Sasuke no dijo nada aunque Sakura lo había dicho para reírse los dos, o al menos para que hiciera una referencia  alegre sobre esta boda a la de ellos o… que dijera que no se estaba arrepintiendo de haberse casado con ella como su intuición de mujer le estaba exclamando.

Se acercó a su esposo para darle un beso de despedida. La forma en que correspondió Sasuke le supo muy insípida.

—Yo… te amo, Sasuke —apostó Sakura una fuerte carta.

—Sakura… —dijo Sasuke pero no continuó y Sakura se sintió mal ante la pausa. Sasuke volvió a abrir la boca para hablar—: Quisiera…

—¡Hola a ustedes dos! ¿No es adorable ver a su hijo feliz en las mañanas? —dijo una mezclada voz entre lo varonil y juvenil.

Y entonces Sasuke volteó a ver a Naruto con ojos afilados y desafiantes que Sakura nunca nunca de los nunca le había visto antes de conocer a Naruto y de los que había sido testiga últimamente.

¿Estaba celosa? ¿Por eso su resistencia de mantener al chico en su casa una semana más? ¿Celosa de un niño, de otro hombre? Sin duda estaba muy insegura de su matrimonio… Puede ser que ella era el problema pero para darse ánimos pensó que eso debía ser normal ¿verdad?, el inicio de un matrimonio no es fácil… ¿aunque no era al contrario y todo debía ser color de rosa?

—…y déjenme decirles que este hijo tiene mucha hambre, ¿qué tienes para darme, papá querido? —dijo Naruto.

Había bajado sin camiseta, descalzo y sólo con unos pantalones cortos.

—¿Qué tengo para darte? —dijo Sasuke y como no lo había hecho con el chiste de Sakura, su voz tenía una ligera tonalidad alegre—. Unos azotes en ese culo por haberme hecho romper mi brazo, sólo estábamos jugando... ju-gan-do.

—Mira, si a eso le llamas "jugar", estúpido petulante de mier…

—¿No era tu “querido papá”, imbécil?

Ese Sasuke frente a ella parecía otro, pensó Sakura. Parecía un compañero de Naruto. Ambos lucían como unos mejores amigos. Ambos usaban malas palabras y mantenían una conversación entre sus límites divertida.

Y continuaron diciéndose cosas porque ambos se habían olvidado de ella.

Y ella no sabía qué tan acertada estaba. Tenía que hablar y romper ese hechizo que no la incluía, sólo que no sabía que ya la había sobrepasado.

—Naruto-kun, puedes… dejé fruta picada en la nevera, sirves también leche con cereal y… hay algo de ramen sobre la estufa, Tsunade dijo que…

—¡Eres la mejor, Sakura-chan!

Sakura sintió sus mejillas calientes por el trato a su nombre mientras observaba esa calurosa sonrisa de niño bueno.

—No hay problema, Naruto-kun…

Entonces Sakura pensó que Naruto no tenía nada de culpabilidad. Que si a su esposo le parecía más interesante un niño que ella, era porque había algo que fallaba que debía corregirse pronto.

—Nos vemos… en la tarde.

Y con la imagen de Naruto sirviéndose ramen y la de Sasuke acomodándose en el sofá, Sakura se fue... dejándolos por ahora jugar.

—¿No le ibas a responder con otro “te amo”? ¿O eres ese tipo de hombre? El que se casa pensando que el amor de ella bastará para los dos… El padre de mi amigo lo hizo así, por lo que te puedo asegurar que si van a tener hijos los van a obligar vivir una mierda… Por ejemplo Gaara a los doce años…

—Lo soy, soy ese tipo de hombre. No lo pensé mucho antes de casarme —dijo Sasuke sin sentirse gravemente mal por eso.

Por el contrario, era un alivio encontrar a alguien a quien decírselo.

Naruto dejó de lado su desayuno y fue a pararse frente a Sasuke. Se inclinó y lo besó, tan profundo y tan bien correspondido que por eso a Sasuke se le estaba olvidando cómo besar a Sakura.

No pasó mucho tiempo para que Sasuke, aunque fuera sólo con la mano que menos control tenía, intentara bajarle los cortos pantalones a Naruto. Y entonces éste se ayudó y  quedó desnudo ante la mirada oscura de Sasuke queriendo comérselo.

Naruto lo empujó sacando una sonrisa cuando Sasuke se quejó.

—¿Te duele mucho? Pues eso me divierte, la venganza no siempre resulta como uno quiere… —El peso del rubio se instaló sobre Sasuke y con sus manos buscaron la bragueta de los negros pantalones del mayor—. ¿Y ahora cuánto deseas meterme tu cosa? ¿O paso de largo porque estás enfermo… y traigo el consolador para que me veas metérmelo…?

El “no” como respuesta lo expresó Sasuke al clavar sus dedos en una de las nalgas de Naruto. El rubio río satisfecho cuando su amante parecía desear volver a tener control de su mano lastimada. Nada lejos de la realidad, Sasuke quería agarrar su cuerpo de los costados, hacerlo caer en el suelo y tomar ambos lados de sus estrechas caderas para penetrarlo sin consideración, pero con una mano inútil…

—No te preocupes, me puedo clavar yo mismo tu polla…

Y Sasuke de nuevo se quejó al ser empujado y con más rudeza para que quedara echado sobre el sofá. Al menos su brazo quedó a la orilla, pero esto no era precisamente la cama y reposo que el médico había dicho para que su brazo sanara… Esto eran dos hombres en la sala que iban a follar, un chico ajeno de ese hogar que estaba teniendo sexo con el señor de la casa y un hombre siéndole infiel a su esposa con alguien varios años menor.

Así pasó. Sasuke tenía a un chico que iba prácticamente a chuparle la polla con su culo… Y entonces Naruto quedó a horcajadas sobre su amante y subió y bajó mientras sus paredes se abrían y acogían la carne.

—Mírame y luego bésame —ordenó y pidió Sasuke jadeando—. Me gusta cuando lo haces.

Porque así, aunque era mentira, se creaba un mundo aparte. Uno de locura. Entonces Naruto con los ojos entreabiertos más oscuros de lo normal miró a Sasuke por largo rato. Luego se inclinó sin dejar de hacer su trabajo con su trasero, lo tomó del cabello azabache y devoró sus labios.

Ambos se estremecieron y sintieron el escalofrío apoderarse de cada una de sus vertebras. Pero las chispitas llegaban a su fin. Un poco, faltaba un poco más.

Entonces Naruto sintió el temblor en su vientre y luego su pene explotar, obligándolo a que su cuerpo convulsionara transmitiéndole a Sasuke las sensaciones de su orgasmo. Sasuke se alegró de que la evidencia no manchara el sofá, sólo la piel de ambos.

Naruto dejó de besar a Sasuke aunque a pesar de la consecutiva debilidad en su cuerpo siguió el movimiento que enloquecía al mayor. El azabache optó por ayudarle con su mano útil al sujetarla en la cadera, pero casi no era necesario ya que resultado de la fuerza orgásmica en Naruto, eran contracciones tan deliciosamente estrechas sobre el miembro incrustado de Sasuke quien no resistió más llegando a la cúspide, aturdiéndose tanto por unos segundos que no le importó que su amante por fin cayera sobre él y aplastara su brazo herido.

Sin embargo fue capaz de sonreír complacido por esa personita que estaba proporcionándole tal magnitud de placer.

 —Gracias, Naruto. No sabes lo maravilloso que es hacerlo contigo.

Naruto con su cara enterrada en el cuello de Sasuke quería decirle “pervertido” e insultarlo, pero únicamente se acomodó al otro costado del azabache mientras el brazo bueno de Sasuke lo rodeaba… y sintió sus mejillas calentarse más, y no precisamente por el sexo. Naruto no quería hablar o terminaría diciendo alguna cursilería peor.

 

  

***

 

Naruto despertó exaltado. Se había quedado dormido… Y entonces Sakura iba a entrar por esa puerta y ya no lo iba a ver a él con un consolador metido en el culo sino que lo iba a ver desnudo sobre el cuerpo de su esposo y…

—Oye, ¿por qué esa cara de zorrito asustado?

Entonces se enfocó en el rostro de Sasuke.

—Ella va a volver, ¿no? Y ya es tarde y…

—¿Cuánto te gustaría que ella no volviera nunca?

Entonces Naruto bajó su azulina mirada y volvió a recargar su cabeza en Sasuke.

—Sólo no quiero que llegue y me vea…

—¿Entonces por qué no subes a tu habitación? —preguntó Sasuke y el imprudente de Naruto afiló sus uñas en la piel donde posaba su mano, esa blanca y fina piel de Sasuke que esperaba se recuperara de cualquier tez rojiza que no pillara Sakura.

—Lo que debería hacer es irme del todo de esta casa… —mencionó el rubito.

Sasuke agarró la mano que por lo visto el dueño no caía en cuenta que se estaba hundiendo en la piel del adulto. Con firmeza la apartó y cuando estuvo en su poder no pensó en mejor cosa que besarla en el dorso.

Naruto que había estado tenso se relajó.

—Sé que con las personas con las que está es muy seguro que se tarde mucho más —dijo Sasuke a su amante—. Estoy seguro que llamará para decir que viene en el carro de uno de mis amigos antes de la medianoche... Son amigos de toda la vida. Quédate como estás y…

—¿A Sakura la conoces desde hace mucho? —Naruto preguntó despacio.

A Sasuke le nacieron unas inmensas ganas de mentirle y decirle que no. Decidió no responder. Quería que Naruto dejara de preocuparse y preguntar por ella.

Y sí. Él sí la conocía desde niño como conocía a mucha más gente, pero sólo fue suficiente conocer en menos de un mes a alguien tan asombroso y loco y excéntrico como Naruto para mandar todo al infierno cuando sus manos tenían la posibilidad de tocarlo, como si fuera el catalizador con el que Sasuke nunca pensó iba a chocarse y del que nunca se recuperaría…

Era lo más imprudente que había pasado en su vida pero nunca sería algo de lo que arrepentirse.

Naruto no estaba en la lista de las cosas por las cuales Sasuke se arrepentía... Aunque sí tenía que ver con una de ellas. Pero, de nuevo se dijo el adulto, no iba dejar que el niño se involucrara.

Sin embargo el niño que se llenó de fuerzas, tenía otra cosa en la cabeza:

—Me quedan cuatro días, Sasuke. ¿Sabes lo que haré? Pero antes… ¿Quieres saber algo? Cualquier palabra bonita que me dices se guarda en mí como si eso me hiciera pensar que me pertenece, tus palabras bonitas, aunque escasas como si fueran un premio que me gano, calan como ninguna otra palabra ha hecho en mí, aunque me fuera susurrada por un mismo ángel. Me hace pensar que aunque ahora mismo te mueras, siempre te voy a recordar.

Sasuke gracias a las palabras de Naruto sonrío. No había pedido mejor resultado para ese juego antes de que finalizara.

Naruto elevó su torso y desató un delgado lazo que llevaba en su muñeca, se lo mostró a Sasuke quien elevó una ceja con duda. Naruto la alejó de su vista llevándola a la entrepierna del azabache, sus manos bajaron más los pantalones y pronto Sasuke sintió como en su todavía fláccida polla, Naruto amarraba la cuerda alrededor de la punta, atando el glande con relativa poca presión.

Volviendo a su posición anterior, casi echado boca abajo sobre su amante, Naruto lamió una tetilla y siguió hablando contra el blanco pecho.

—Y cuando te recuerde sonreiré, ¿y sabes que más, Sasuke? Cuando por fin tenga a alguien con quien haga el amor, en algún momento voy a desear que me ate las manos aunque eso esté lejos de una caricia.

Sasuke pensó que caricias y joder con Naruto sonaba a un equilibrio perfecto y le dijo eso. El rubio sonrío y Sasuke sintió el aliento sobre su ombligo. Estaba bajando y bajando como los niños buenos no debían hacer, pero Naruto era un niño travieso que no podía quedarse quieto.

—Por eso, porque te has metido en mi vida… ¿sabes lo que haré? —preguntó el rubio y el aliento, la humedad, el ardor y los labios que hablaban estaban a punto de cercar la polla que volvía a renacer del letargo, atendiendo al llamado del chico a quien el adulto nunca debió tocar si su plan era vivir al lado de una mujer—. Voy a mamártela, Sasuke. Hoy, mañana y las horas hasta el final. Antes de que se esfume el privilegio de verte todos los días, vamos a ir por unas horas a un hotel y allá a pesar que te duela el brazo, vas a follarme de tal manera que tampoco me vas a olvidar. Nunca. ¿Sabes para qué?

Naruto no dio la respuesta al ocupar su lengua sobre el glande de Sasuke. Delineó los dobleces de la punta y lamió. Sasuke se apoyó en el sofá con su brazo bueno para no dejar de verlo, y vio cómo su propia erección cobraba poco a poco el tamaño grueso, robusto y mojado para quedar tan duro como una roca… Y entonces Sasuke recordó la cuerda a su alrededor. No dolía pero lo iba a ser.  

La lengua de Naruto abarcó más espacio y entonces el adulto, el casado, el responsable,  empujó su pelvis para exigir más de ese contacto. Su mano sana podía haber forzado hacia abajo la cabeza rubia, pero pensó que era mejor mantenerse apoyado de ella para ver este otro espectáculo de Naruto.

Pero entonces la boca del rubio no quiso abrirse para comerse la polla porque dio su respuesta a la pregunta anteriormente planteada:

—Seguiremos follando tan rico para que no seas capaz de clavar tu polla en algo a menos que pienses en mí. ¿Es demasiado idealista para lograrlo con el hombre sin corazón? Solo lo digo para que ya no puedas tener sexo normal con tu esposa. Para que no sientas ganas propias de tocarla. Para que ella se preocupe más y más sobre su matrimonio, para que se pregunte con quién se casó…  Para que se dé cuenta que no la amas y se consiga otro mejor que tú… De esa forma no sentiré culpa, y de esa forma no saldrás bien librado. Tienes que pagar por lo que has hecho.

Y una de las cosas que Sasuke había hecho fue creer que por ceder por estima sería suficiente. Pero no era suficiente. Un beso era entre dos y un matrimonio lo mismo.

 Naruto masajeó con una mano el eje de la entrepierna de Sasuke.

—Lo sé, Naruto —dijo Sasuke y su respiración estaba agitada esforzándolo a pensar cómo decir las palabras para que salieran claras. La cuerda ya dolía porque la presión de su amarre llegó a un intenso límite. Sasuke siguió hablando—: Y aunque no hay necesidad de ese entusiasmo tuyo, de todas formas voy a follarte la boca y el culo mientras los abras para mí…

Entonces Naruto esta vez sí hizo una grande “O” con su boca y se apoderó del miembro maduro.

Sasuke jadeó y Sasuke clavó sus ojos en la cabeza rubia para grabársela en su mente.

—Y no tenías que decirlo en voz alta… No tenías que pensar en una solución que no te incumbe —dijo Sasuke presintiendo que el buen trabajo del rubio tenía ya una buena cantidad de esperma lista para salir—. Yo mismo… lo voy a hacer.

Naruto volvió a atender exclusivamente la punta del pene.

—Voy a finalizar con ella pero dentro de un tiempo más… —dijo Sasuke dejando el apoyo de su brazo y cayendo—. Es demasiado temprano… y  le rompería el corazón. He roto… muchos corazones en mi vida pero el de ella es especial.

Y como si Sasuke hubiese acertado en algo para una recompensa, el rubio desató la cuerda.

Y entonces Sasuke se corrió, y para no dejar evidencia el chico tragó de él. Luego Naruto volvió a usar la boca para hablar desde allí abajo:

—¿Sólo has ido rompiendo corazones? ¿Qué tanto de mal te sentirías si rompes uno como el mío…? ¿Nunca te has enamorado de alguien?

—Follo con un adolescente en la casa que comparto con la mujer con la cual me casé. ¿Qué tan mal hombre me veo? ¿Lo suficiente para dejar en claro que el amor no es para mí?

—Y si te digo que mi corazón es fuerte, Sasuke…

Y Sasuke que tenía sus ojos cerrados tras el momento relajante luego del orgasmo, los abrió para ver los azules de Naruto que había dicho eso con una vocecita tímida como si Sasuke fuera a regañarle.

Entonces vio la mirada de un niño que no quería que le dijeran “no”.

—No hagas insinuaciones de nada. NO te comprometas con nada, Naruto. Elegiste esto por diversión y me gustaría que no saliera de ahí.

Entonces Naruto llegó hasta él y le besó.

—No puedes evitar que, como un día lo hizo ella, me enamore de ti… —dijo el rubio—. Pero luego, lo que puedes hacer es pensar cómo me aceptarás y qué hacer con mi corazón…

Y Sasuke no quería dañar el corazón del chico que en poco tiempo había robado el suyo. Él no quería que Naruto alejara su cuerpo y se lo llevara a otro que le hiciera el amor… él quería que…

—Mi corazón va a esperar por ti y luego irás por él…

Entonces Sasuke tuvo que admitirlo, que quería estar juntos. Quería vivir teniendo el privilegio de ver a Naruto todos los días. No como en su juego haciéndose pasar como si esta fuera la casa de ambos… Él quería amar a la persona que estuviera a su lado y eso hacía que su papel de adulto responsable se complicara más.

—Si voy por ti, te jodo la vida, Naruto. Te jodo el culo cada día.

—Sólo si decides amarme, hijo de puta.

Sasuke esta vez tuvo unas inmensas ganas de prometerle hacerlo así.

 

 

 ***

  

—¿Sasuke? ¿¡Sasuke!? Si no eres tú juro que… voy a… esta vez voy a partirte los brazos y las piernas… ¿Sasuke?

Desnudo de nuevo había caído en un jueguito de él… a menos que el que había entrado a su casa sí fuera un pervertido que iba a violarlo para arruinarle la vida. Si no era Sasuke…

—Eres un niño demasiado escandaloso. ¿Crees que alguien te aguantaría…?

Entonces Naruto sintió un gran alivio a pesar que sus manos estaban atadas a la cabecera de su cama, y sus piernas… sus piernas estaban peor. Con lazos Sasuke se había asegurado de abrirle muy bien esas piernas, con sus rodillas dobladas y sus tobillos casi pegados a sus nalgas. Los lazos ataban la parte inferior de las piernas a sus muslos y la luz proveniente de la ventana por fin dejó ver el rostro de Sasuke con una expresión cargada de deseo y satisfacción gracias a la imagen de Naruto a su merced.

—No he podido olvidar lo de mi brazo… para que sepas.

—¡Eso… eso fue hace meses! Y no fue mi culpa, tú… juegas muy sucio, Sasuke.

Sasuke se acercó a la cama subiéndose en ella. Se ubicó entre las piernas del rubio y se inclinó para besarle luego de escuchar los alegatos del menor.

Sólo dejó de hacerlo cuando su propia respiración se cansó y Naruto se retorció para liberarse… al menos del beso.

—¿Qué haces aquí…? —preguntó el rubio  con su voz jadeante.

—¿No es obvio? —respondió Sasuke cuando el único contacto sobre el chico eran sus manos buscando por las morenas nalgas. Se deleitó con la imagen del ano tan fácilmente accesible y dispuso sus manos para prepararlo.

Naruto jadeó pero tenía cosas que aclarar:

—Entonces cambiaré la pregunta por la de ¿por qué maldita razón… entras a una casa ajena a follar a un chico al que no has visto en medio año?

—¿Por qué puta razón follaste tú en una casa ajena con un hombre casado…? Pensé que ambos no nos estábamos quejando de tener sexo… —dijo Sasuke pero sabía que esa no era la respuesta correcta, o al menos no toda la respuesta.

—Aléjate de mí si piensas que puedes usarme como un juguete algunas veces al año… —siseó el rubio e hizo fuerza para desatar sus manos. Si no lo conseguía juró que iba a escupirle a Sasuke en la cara…

Pero antes de que eso se convirtiera en una batalla, Sasuke se sinceró:

—No pude evitar venir a visitarte cuando escuché que te quedabas solo en casa por tres días… Sólo soy un hombre soltero que hace mucho rato, desde que lo abandonó su amante… no ha podido sentirse satisfecho…

Y Naruto entendió todo lo implícito de la respuesta justo en el momento en que Sasuke, habiéndolo preparado lo penetró...

—Tienes queh… ¡ahh, Sasuke! —chilló y lágrimas se agolparon a sus ojos.

—Shh… —dijo Sasuke lamiendo las mejillas de Naruto, besando luego cada ojo.

Naruto dejó su cuerpo como Sasuke lo ubicó, con su culo elevado en perfecta dirección hacía la polla del azabache, quedando casi como un ovillo patas arriba. El adulto entonces empezó a abandonar el juego al desatar las manos del rubio, las cuales fueron a apoderarse de sus hombros.

Y Naruto volvió a gritar como a Sasuke le encantaba.

—Eres tan rico…

—¡No!... Para,  tienes… tienes que recordar lo que dije… —dijo Naruto quien no sabía si llorar de impotencia o de gozo total.

—Pues es como yo también dije una vez… —habló el azabache sintiendo el abrazo que ahora Naruto le hacía… uno con el cual no quería dejarlo escapar—. Que no puede ser difícil enamorarse de ti…

De alguna forma, sus vidas comenzaban juntos. Uno al lado del otro.

 

Notas finales:

 

Nótese como la autora desvaría en un fic haciéndolo perver y llevándolo al amor…

Más de 6.000 palabras en un cap, es todo un récord para mí jodeeeeer. Solo espero que algunos  no se hayan aburrido a la mitad jeje.

Y Sakura, Sasuke no es para ti...


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