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Nuevo Colegio por AkikoYaoi

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Notas del capitulo:

Advierto desde ya que éste capítulo puede ser algo distinto…

6.- Me siento mal…


 


Era la hora del almuerzo del día lunes y Hanamichi se encontraba con Rukawa en la misma mesa.


-Hola, Hana -dijo Mitsui pasando cerca.


-Hola, Michi ¿cómo te fue?


-Pues, espero que bien. Para eso estuve estudiando toda la noche -sonrió.


-Siento haberte quitado tanto tiempo.


Se sentía un poco culpable por haber pedido a Mitsui que le ayudara a estudiar cuando él tenía sus propios problemas por los que preocuparse.


-No te preocupes, Hana. Lo volvería a hacer -luego se giró y se fue.


Para el pelirrojo estaba claro que no hablaban de lo mismo. Él hablaba del tiempo que le quitó cuando estudiaban y Mitsui del tiempo que ocuparon en el sexo y luego en dormir.


Le agradaba que su compañero no se arrepintiera. Se notaba que a pesar de lo que había sucedido la relación podía continuar como antes y mucho mejor, ni siquiera había tensión sexual en el trato. Le gustaba la forma de ser del chico, quizás si no encontraba a alguien que le interesara, pronto se comenzaría a fijar en él con otras intensiones.


-¿Qué fue eso? -dijo Rukawa, notando en el intercambio de palabras algo extraño.


-Nada. Michi me ayudó a estudiar el fin de semana y le quité mucho de su tiempo y como hoy tenía examen de biología debió estudiar hasta tarde -intentó quitarle importancia al asunto.


-Ya veo. Te llamó Hana -él aún lo llamaba Torpe.


-Lo sé, Zorrito. Me agrada Michi. Me gusta que tengamos esa confianza -dijo pensando en todo lo sucedido.


Rukawa no hizo más comentarios. Solo siguió con su almuerzo. Le molestaba de sobremanera no poder tener esa misma facilidad de hacer amistad. Incluso con el pelirrojo, aún no conseguía llamarlo por su nombre, sonreírle con esa complicidad o hablarle como si fuese un código secreto que solo ellos entendían.


 


˜*˜


 


Llevaba tres noches estudiando hasta tarde y desde temprano. Estaba cansado. Ahora en clases sentía que se dormiría en cualquier momento y no lo podría evitar. La clase estaba siendo tan monótona que estaba seguro que eso aumentaba la sensación que tenía de que se le cerraban los ojos. Cruzó ambos brazos y los afirmó en la mesa, luego apoyó la cabeza en ellos. Una voz habló fuerte.


-Señor Sakuragi ¿es mi clase demasiado aburrida? -ese era el profesor.


-No señor, me siento mal. ¿Puedo ir a la enfermería?


Por supuesto que era una clase aburrida, pero ahora quería dormir y la enfermería podía ser un buen lugar, solo debía conseguir llegar a ella. Sentía como el profesor lo miraba buscando en su rostro signos de mentira.


-Está bien. Vaya.


-Gracias, señor.


Tomó su bolso y a paso lento y cansado se dirigió a la enfermería. Sabía dónde estaba, pero nunca había tenido la necesidad de ir. En Shohoku las únicas visitas que hacía al lugar eran producto de peleas con el Zorro, como acá eso no ocurría no tenía porque llegar hasta ese lugar.


Abrió la puerta lentamente. Una jovencita de unos 20 años, lisos cabellos castaño con reflejos y ojos de color azul levantó la mirada para ver al recién llegado.


-Hola. Soy Hazuki Dazai, la nueva enfermera -se presentó la chica.


-Mucho gusto. Soy Hanamichi Sakuragi.


-¿Puedo llamarte Hanamichi? Solo soy un poco mayor que tú.


-Por supuesto -la chica era simpática.


-Entonces llámame Hazuki. Ahora dime ¿por qué estás aquí?


-Oh, bueno… estaba cansado y el profesor me creyó enfermo. Solo necesito dormir -pidió.


-Por supuesto, ven.


Se puso de pie para guiarlo hasta una de las camas, la más alejada de la puerta. Él la observó desde atrás con descaro. Era alta y delgada además de bien dotada, tenía un cuerpo armonioso. Era bastante atractiva.


-Descansa aquí, Hanamichi -le indicó la cama.


 


˜*˜


 


Se sentía algo confundido. Descansado, pero inquieto, como si estuviera olvidando algo. Abrió los ojos lentamente y lo recordó. Había ido a la enfermería a dormir. Miró el reloj de pared y se dio cuenta que era la hora del entrenamiento, había dormido varias horas.


Se puso lentamente de pie y trató de despejar su cabeza para poder ir al gimnasio. Tenía un poco de hambre, pero era lo de menos. Se encontraba con energías renovadas. Caminó hasta donde vio a Hazuki sentada.


-Muchas gracias, Hazuki. Me siento como nuevo -dijo con una sonrisa.


-Me alegra, Hanamichi -le sonrió de vuelta con unos hermosos dientes blancos.


-Debería irme, es hora del entrenamiento.


-No lo creo. Hace un rato mandé una nota indicando que estabas enfermo.


-Muchas gracias, necesito un poco más de tiempo para estudiar.


-Aún no agradezcas. Debo comprobar que efectivamente estas bien.


Se puso de pie y le indicó que se sentara en la silla donde antes había estado ella. Fue a buscar un termómetro y un toma presión y luego de controlar sus signos vitales, le indicó que todo estaba bien.


Hanamichi estaba con la mano en la puerta cuando escuchó a Hazuki.


-No te olvides que me debes un favor, Hanamichi. Algún día me lo deberás pagar -dijo con una sonrisa pícara.


«La vida es demasiado corta, no la pierda estando molesto por algo o con alguien. Goce el momento presente, actúe de acuerdo a lo que sienta, no se reprima de sus deseos y sufra del placer de estar vivo. La oportunidad perdida no vuelve, por eso no la pierda… hágalo todo y no se arrepentirá de nada.»


No se lo pensó dos veces. Que se hubiera acostado con dos hombres no lo hacía gay, hasta antes de eso a él le gustaban las chicas y Hazuki era realmente linda. Antes de girarse y volver sobre sus  pasos le puso seguro a la puerta.


De dos zancadas llegó al lado de la chica y la besó suavemente, pero con pasión. Se dio cuenta que la encontró de sorpresa, ella no respondía el beso, así que algo tenía que hacer. Dirigió una de sus manos a su trasero el cual masajeó y apretó sin llegar a lastimarla. Hazuki abrió la boca para decir algo y el pelirrojo lo aprovechó para introducir su lengua. Desde ese momento, la chica perdió la batalla.


Llevó sus brazos hasta los hombros del pelirrojo, él decidió complacerla unos momentos. Cuando consideró que ya era momento de disfrutar de verdad comenzó a lamer su cuello para comenzar a desabrochar el delantal y la blusa de la chica. Siguió bajando del nivel de su cuello hasta llegar a sus pechos que besó y lamió con cuidado. Una de sus manos se encargó de sacarle el sostén, mientras la otra le acariciaba las piernas por debajo de la falda.


Se lanzó de cabeza a sus pechos, besó, lamió, mordió y succionó sus pezones. Hazuki respiraba con dificultad, pero la veía morderse los labios para no gemir. Cuando se cansó de ellos la giró y mientras lamía y mordía sus oídos y cuello sus manos vagaban una por sus senos y la otra por debajo de la falda acariciando sobre la ropa interior aquel lugar que nunca había visitado. Sonrió maliciosamente.


Volvió a girarla para quitarle la falda y enseguida alzarla y llevarlas hasta una de las camas. La depositó con cuidado para luego despojarse de su camisa rápidamente. Ella lo miró, qué buen cuerpo que tenía aquel chico. Se lanzó sobre él besando su musculoso pecho y abdomen plano para llegar hasta su pantalón del cual lo despojó hábilmente.


La chica siguió con los besos, por unos minutos se dedicó a dárselos al miembro del pelirrojo por sobre los bóxer. Luego lo despojó de su última prenda para succionarlo. Hanamichi curvó la espalda para profundizar el contacto, nunca había hecho algo así y demonios que se sentía bien.


Cuando sintió que ya estaba por terminar la apartó de su pene para dejarla de pie junto a la cama mientras terminaba de desvestirla. Ahora si estaban ambos listos. Se sentó en el borde y la sentó en su miembro de un rápido movimiento. Fue increíble para los dos.


Ahora que estaba dentro de Hazuki podía acomodarla para comenzar esta actividad que tanto placer y distracción le estaba dando últimamente.


Sin salir de su interior, la tomó en brazos para ubicarla de espaldas en la cama y empezar a embestir lentamente al principio para acelerar el ritmo hacia el final, cuando la razón ya había desaparecido y los gemidos en la habitación eran audibles.


Unos minutos después terminaban, ambos exhaustos. Salió lentamente de su interior y la volvió a besar con delicadeza y pasión. Se dirigió hasta un estante donde vio que se guardaban los materiales de curaciones y con un puñado de toallas de papel se limpió mientras su compañera le seguía los pasos. Luego que ambos estuvieron vestidos y presentables Hanamichi habló.


-Por el bien de los dos, nadie puede enterarse.


-Lo sé -dijo ella-. En teoría, acabo de violar a un menor de edad -dijo bajando la mirada.


-¡Jajajajajajaja! Pero si fui yo quien te sedujo.


-En la práctica, así fue, pero a los demás poco les importa eso.


-Tranquila, Hazuki. En serio no se lo diré a nadie. Me agradas, quizás vuelva cuando me sienta cansado otra vez -dijo con una sonrisa.


-Solo si no vuelves a pagarme el favor -dijo sonrojada.


-Tranquila, no volverá a ocurrir.


-Es lo mejor -le había gustado, el chico era buenísimo, pero si alguien se enteraba… no quería ni pensar que pasaría.


-Adiós, Hazuki. Nos vemos -dijo mientras sacaba el seguro de la puerta para salir.


 


˜*˜


 


Estaba en su habitación. Acababa de llegar de su último encuentro sexual. Había sido distinto, muy, muy, muy distinto.


Para empezar había sido con una chica, eso ya era un cambio considerable. Pero no había problemas en eso, lo que le tenía inquieto es que no le había gustado. O sea, si que le gustó el sexo en sí, el orgasmo y todo eso, fue liberador. Tampoco sintió asco ni nada y ahí estaba precisamente el problema, antes y después del sexo no sintió nada.


Lo comparó con la leche. Ni le gustaba ni le desagradaba. Si la tomaba es porque era nutritiva y blablablá todas esas cosas que dicen siempre las mamás, pero no lo hacía por gusto. Podía tomarla o no tomarla y en cualquier caso, nada cambiaria.


Así había sido el sexo con Hazuki, no había sentido nada y nada había cambiado. O tal vez sí, pero más que nada debido a la reciente revelación que acababa de tener. En cuanto a sus relaciones sexuales podía ser considerado bisexual, pero si se detenía a pensar en una relación amorosa o sentimental, definitivamente era gay.


Aunque tenía que reconocer que había sido entretenido esto de jugar con fuego. El riesgo de que alguien los encontrara, sumado con el hecho de que él seguía siendo menor mientras ella ya era una mujer, y por último, el hecho de que era la enfermera del colegio lo habían hecho todo muy emocionante.


 


˜*˜


 


-Hola, Torpe ¿cómo te sientes?


-Bien -era verdad, había descansado y su actividad lo había relajado.


-Ya veo ¿qué hiciste?


-Dormir en la enfermería. Lo necesitaba para recuperar energías.


Mentalmente el pelirrojo seguía prometiéndose contarle pronto al pelinegro sobre sus recientemente placenteras actividades descubiertas. Pero consideraba que no era el momento. Esperaba una señal divina para poder reconocer ese momento cuando se presentara, porque para ser sinceros no se le ocurría en que podía ser distinta esa oportunidad, de otras.


 


˜*˜


 


Alguien tocaba la puerta. Vio como Rukawa se levantaba y abría de mala gana.


-Michi, pasa -Sakuragi estaba atento a la puerta para ver quien golpeaba.


-Gracias, Hana -dijo esquivando a Rukawa para entrar.


-¿Qué te trae a mi habitación? ¿Quieres estudiar de nuevo? -sonrió pícaro.


-Tarado, no, no quiero estudiar de nuevo -sonrojado repitió sus palabras dándole a entender que había comprendido el significado de ellas.


-¿Entonces?


-¿Te molesta que venga?


-Sabes que no. No seas bobo.


-No lo sabía, ahora lo sé. Bueno, a lo que venía. Quería saber si estabas bien -dijo demostrando su preocupación.


-Estoy bien, gracias por preocuparte, Michi.


-¿Qué fue lo que pasó?


-Nada grave. En resumidas cuentas, he estado estudiando hasta tarde y desde muy temprano, por eso he dormido poco. Fui a la enfermería para poder dormir tranquilo y estuve ahí hasta hace poco.


-Ya veo. Sabes que si necesitas ayuda para estudiar -lo miró fijamente para indicarle que estudiar era estudiar- puedes buscarme. Sabes perfectamente en que soy bueno.


-¡Jajajajajaja! Claro que lo sé… - sonrió coqueto.


-Ya no molestes -dijo avergonzado.


-No te molesto. Historia y lenguaje, lo sé.


El pelirrojo pensaba que el sexo con Mitsui había sido muy bueno y le gustaba provocar en él ese sonrojo. Además de que no le reclamaba nada. Pero solo era eso y ambos lo sabían. No se volvería a acostar con Mitsui si eso lo llevaba a provocarle daño. Si el chico decía estudiar, sería estudiar.


-Bueno, Hana. Te dejo para que sigas estudiando y puedas irte a descansar temprano. No te sobre exijas por favor -nuevamente demostraba su interés y preocupación por el pelirrojo.


-Tranquilo, Michi. Intentaré hacer lo que me dices dentro de lo posible.


-Supongo que debería estar contento con tu respuesta -dijo algo irónico.


-Pues si que deberías. No le hago caso a cualquiera que viene a decirme que hacer.


-Yo no soy cualquiera -dijo algo molesto.


-Por supuesto que no lo eres. Eres mi amigo, Michi.


-Gracias, Hana -le sonrió.


-Ya te lo dije, gracias a ti, Michi.


Luego de eso, Mitsui se despidió y volvió a su habitación mientras el pelirrojo continuaba con sus estudios.


Un chico de mirada zorruna se preguntaba cuantas veces él había mandado al pelirrojo a dormir temprano y este simplemente lo había ignorado. Suspiró. Había escuchado toda la conversación. Estaba seguro que nunca conseguiría esa complicidad con el pelirrojo.


 


˜*˜


 


Estaba acostado, tenía frío. Ya se había bañado y estaba listo para dormir, si se mantenía aún despierto era porque esperaba su conversación nocturna con Rukawa. Él venía saliendo del baño y se estaba vistiendo. Lo miraba.


Se sentía un verdadero canalla con el Zorro. Era su amigo y no podía contarle lo que pasaba. Sentía que le mentía y no podía mirarlo a los ojos o hablar con él como en un principio.


-Zorrito, ¿te parece si dejamos la conversación para mañana? Sigo cansado.


-Está bien, Torpe. No te preocupes. Descansa, buenas noches.


-Buenas noches y gracias… -se sentía peor por la preocupación y la buena disposición del Zorrito. Suspiró. Mejor se dormía de una buena vez.


 

Notas finales:

Yo sé que quieren ver a Hana con el Zorrito, pero espero que comprendan que ellos dos no tienen una relación y no se deben fidelidad. Quizás terminen juntos, pero así está la cosa de momento. Espero que comprendan si tardo un poco más en actualizar, estoy un poco desmotivada.

 

 

 

PD: Feliz Navidad a todos! :)


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