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Nuevo Colegio por AkikoYaoi

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9.- Gracias por el consejo


 


El entrenamiento de esa tarde se desarrolló con normalidad. El entrenador les seguía exigiendo, pero no hasta el límite de sus energías, producto de la deshidratación de que fue víctima Rukawa había recibido un buen regaño de parte del director. Por eso ahora se tomaba los entrenamientos con relativa calma.


Al finalizar el entrenamiento de ese día, el pelirrojo buscó a su compañero de habitación para volver juntos… pero no estaba. Quizás se había sentido mal o le había sucedido algo, se dirigió raudo hasta el dormitorio. Al abrir la puerta lo vio de espaldas sentado en la cama.


-¿Zorrito?


-…


-Zorrito ¿te encuentras bien?


-Déjame tranquilo, Torpe -dijo entrando al baño y cerrando de un portazo.


El pelirrojo se preguntaba que había sido aquello. Al parecer, Rukawa estaba molesto con él. Aunque decir que estaba molesto le parecía que era quedarse corto. Rukawa no era de los tipos que perdían la compostura fácilmente y acababa de dar un sonoro portazo, cosa que nunca antes había hecho. Quizás si lo hubiese golpeado, por lo que fuera que estuviese enojado, se sentiría un poco menos preocupado, por lo menos esa sería una reacción normal en su compañero.


Se sentó a los pies de su cama mirando la puerta del baño y se armó de paciencia. El Zorro en algún momento tendría que salir y en ese instante hablarían. Aunque tuviese que obligarlo a decirle que es lo que le pasaba. Después de un rato que le pareció eterno, vio salir a Rukawa del baño. Se paró de un salto para encararlo.


-Ya dime qué demonios te hice, Zorro -dijo a un metro de él.


-Me mentiste -dijo con furia en su mirada.


-¡¿Qué?!


-Me dijiste que eras virgen y resulta que no lo eras -así que eso era, pensó el pelirrojo.


-No te mentí, en ese momento así era. Perdí mi virginidad unas semanas después.


-¿Por qué no me lo dijiste?


-No sabía cómo explicarte que había tenido sexo con un tipo en el baño solo por calentura y que no te enojaras conmigo -dijo bajando la vista.


-Solo diciéndolo, Torpe, como ahora. ¿Quién fue? -aún estaba molesto, lo que no significaba que no sintiera curiosidad.


-Sendoh… -dijo entre dientes, esperaba que no preguntara más.


-¿Cuántas veces? -se supone que ambos eran rivales de ese tipo, se sentía un poco traicionado.


-Solo una y definitivamente no se volverá a repetir -entendía su molestia. Se llevaban bastante bien con Kyota y Jin, que provenían de Kainan, pero por alguna extraña razón, su relación con los chicos del Ryonan no avanzaba mucho.


-¿Cómo…? -suspiró avergonzado- ¿Cómo es? ¿Qué se siente?


-¿En serio quieres que te cuente… todos los detalles? -preguntó sorprendido.


-Si -fue escueto, estaba lo suficientemente avergonzado como para explayarse.


-Bueno… lo llevé hasta el baño, una vez allí se lanzó a besarme y yo le correspondí…


-¿Besaba bien? -interrumpió.


-Sí, no me quejo. Era mi primer beso así que no estoy muy seguro. Fue fácil, instintivo, el único problema fue que con la poca experiencia no podía acompasar el movimiento de mis labios al de mis pulmones. El aire se acababa con facilidad -explicó.


-Ya veo. Continúa, por favor.


-Nos acariciamos un poco, pero no teníamos mucho tiempo ni ganas de esperar y…


-¿Qué… qué se acariciaron? -volvió a interrumpir.


-Pues yo le acaricié el abdomen y le pellizque los pezones. Y él la espalda y las nalgas.


-Sigue.


-Estaba demasiado excitado como para esperar más y lo giré y lo penetré de una embestida y…


-¿Eso… que se siente? -preguntó completamente rojo.


-Depende. Yo sentí placer por la forma de penetrar, estaba demasiado estrecho. A él, claramente le causó dolor porque no lo preparé. Aún así, no se quejó.


-¿Y luego de eso?


-Llevé una de mis manos a su pene para masturbarlo y que olvidara el dolor. Luego lo envestí hasta que comencé a rozar su próstata y no pudimos resistir mucho más. Eso es todo.


-Maldición, me excité -susurró.


El pelirrojo lo vio entrar al baño. Ya sabía qué es lo que haría, seguramente masturbarse. Lo más probable era que lo que acababa de decir o bien pensó que no lo había escuchado o creyó que solo lo había pensado sin decirlo. Suspiró y miró su entrepierna, él también necesitaba el baño. Tendría que esperar.


Lo vio salir con un leve sonrojo en sus mejillas y respirando un poco más rápido de lo normal. Lo encontró adorable, el chico no tenía ninguna experiencia y él prácticamente le había dado un relato con lujo de detalles de su primer encuentro sexual. Con este pensamiento entró a toda velocidad al baño, ya estaba empezando a dolerle bastante.


 


˜*˜


 


Una semana había pasado de la conversación de Hanamichi y Rukawa y la relación de ellos parece que había mejorado de nuevo.


Hubo un tiempo en que el pelirrojo era incapaz de mirar a su compañero a los ojos porque se sentía como un mentiroso, ahora que ya le había contado más o menos que era lo que pasaba e incluso le había dado unas mini clases de educación sexual, las cosas habían vuelto a ser como antes.


En cuanto a Rukawa, había descubierto qué era eso que le ocultaba Hanamichi. No era tonto y se daba cuenta de que el chico le escondía algo y ahora que lo sabía y le había confiado incluso pormenores de su primera relación sexual se sentía más tranquilo y confiado en cuanto a su amistad. Eso no significaba que no se hubiese masturbado ese día pensando en él siendo penetrado por el pelirrojo en uno de los baños de la Preparatoria, debía reconocer que la cara de placer con que se veía lo tenía un poco perturbado. Aunque decidió no darle muchas vueltas al asunto, Sakuragi era su amigo y un encuentro entre ellos estaba totalmente fuera de los planes de ambos.


 


˜*˜


 


Esa mañana, no era su mañana. No sabía por qué, no había una razón en especial, pero no se podía concentrar para nada. Su cabeza andaba vagando por ideas nada santas, recuerdos y estupideces varias. Nada en concreto, ni siquiera a sus pensamientos podía pedirles un orden lógico ese día.


-Señor Sakuragi, acompáñeme a mi oficina -le habló el profesor.


-¿Eh? -no entendía que había pasado.


Miró al Zorro en busca de ayuda y este levantó los hombros dándole a entender que no tenía idea. Luego volvió a mirar hacia el frente, el profesor que lo había llamado era Hiroto, lo cual le indicaba que estaba en clases de matemáticas. Se levantó de su asiento y siguió al profesor hasta su oficina.


-¿Qué ocurre, Hanamichi? Te vi toda la clase en las nubes.


-Nada, solo pensaba.


-¿Y en qué pensabas?


-En ti y en tu consejo -en parte era verdad.


-Me hiciste caso -fue una afirmación.


-Sí.


-Cuéntame ¿qué has hecho?


-Puedo mostrártelo si estás de acuerdo.


-Me gustaría.


-Y sería en parte mi agradecimiento por tan fabuloso consejo.


-Me parece.


-Bien.


«La vida es demasiado corta, no la pierda estando molesto por algo o con alguien. Goce el momento presente, actúe de acuerdo a lo que sienta, no se reprima de sus deseos y sufra del placer de estar vivo. La oportunidad perdida no vuelve, por eso no la pierda… hágalo todo y no se arrepentirá de nada.»


De un rápido movimiento se puso de pie hasta quedar en frente de Hiroto y delineó con la punta de la lengua sus labios, entrando hasta el fondo de su garganta en cuanto abrió su boca. Comenzó a besar con fuego en sus labios consiguiendo una pronta respuesta de Hiroto que respondió al beso mientras pasaba sus brazos por los hombros del chico.


Sakuragi comprobó así que cuando el profesor se le acercó la primera vez fue con una segunda intención, por eso se presentó con tanta familiaridad y le dio aquel consejo. Quizás esperaba que en algún momento llegara a ponerlo en práctica con él.


Se dedicó tiempo extra a besarlo y saborear sus labios, lengua, dientes, encías y cada rincón de su boca. Quizás por ser el mayor de todos sus amantes a la fecha, era el que tenía más experiencia, porque el beso que le estaba dando, además de sabroso, era con conocimiento de causa. Como Hiroto no reaccionaba a hacer nada más, pensó que estaba dejándole tomar la iniciativa. Mejor, se dijo.


Lentamente comenzó a despojarlo de su camisa para dedicarse a sus pezones. Mientras se encontraba en esta tarea, su profesor intentaba desabrochar los pantalones para acariciar su sexo por debajo de la ropa. El pelirrojo dio un respingo. No se había equivocado, ese hombre sabía lo que hacía.


Cuando sentía que no podría resistir más, le bajó los pantalones y lo giró, apoyándolo en el borde del escritorio. Lo masturbó un par de veces fuerte y rápido, consiguiendo una reacción inmediata, luego apoyó su miembro en la entrada de Hiroto. Entró a la mínima presión, lo que le indicó, uno que estaba muy excitado y dos que este tipo ya había estado con otros hombres antes. No le importaba.


Marcó su espalda, un lugar un poco menos visible que el cuello, donde se lo hiciera a Kyota. Aún no olvidaba que estaba con un hombre mayor y que además era su profesor, tendrían grandes y graves problemas si se enteraban.


Las embestidas eras fuertes, llegando a ser incluso un poco salvajes y descontroladas. Ahora no tenía el miedo de que pudiera llegar a dañarlo como con alguno de sus compañeros anteriores. Salía por completo de su interior para volver a entrar solo por el gusto de sentir como su entrada se cerraba y ejercía más presión y roce sobre su miembro.


Unos minutos después, ambos habían terminado. Fue distinto de todo, no hubo gritos, no hubo una conversación posterior, no hubo reproches, nada de nada. Todo había sido demasiado fácil, además de placentero. Ojala todos los muchachos fueran así, pensó Hanamichi.


Luego de arreglar sus ropas y quedar más o menos en las mismas condiciones en que entraron al despacho, Hiroto acompañó al pelirrojo a su salón. Debía disculparlo con el profesor por el atraso diciéndole que estaba hablando con él en su oficina. No hubo problemas, Hanamichi entró a la sala de clases como si nada hubiese pasado.


 


˜*˜


 


-¿Qué quería? -susurró Rukawa.


-Saber si me pasaba algo. Se dio cuenta que no presté atención.


-¿Qué le dijiste?


-Más o menos la verdad. Que estaba pensando en otras cosas y le conté algunas para distraerlo. Nada del otro mundo -le restó importancia.


 


˜*˜


 


-Michi ¿ocurre algo? -preguntó el pelirrojo durante el entrenamiento.


-Nada, es solo que en el examen de hoy de matemáticas creo que me fue mal y la materia del próximo examen será aún más complicada. No quiero reprobar ningún ramo -dijo algo intranquilo.


-Tranquilo, Michi. Te irá bien, yo lo sé, te esforzaste demasiado. ¿Te hace Hiroto?


-Sí, él. Lamentablemente el esfuerzo no sirve de nada si no se refleja en las notas.


-¿Confías en mi?


-Por supuesto que sí, Pelirrojo.


-Bien, yo confío en ti. Y sé que te fue bien en el examen -lo miró fijamente a los ojos y Mitsui no pudo dudar de sus palabras.


-Gracias, Hanamichi.


-No me lo agradezcas, Michi. No me gusta verte así -dijo mientras pasaba sus brazos por sus hombros en un gesto de camaradería.


Luego de eso continuaron el entrenamiento como si nada. Mitsui estaba algo más tranquilo y relajado, independiente de la nota que obtuviera, debido al apoyo y la confianza del pelirrojo. Suspiró, hubiese sido realmente feliz si el chico le hubiese correspondido a sus sentimientos, pero con el paso del tiempo había aprendido a verlo como un gran amigo, casi un hermano.


Por otro lado, Sakuragi planeaba una idea en su mente, pero no quería pensar mucho en ella ahora. Ya después lo planearía o simplemente improvisaría sobre la marcha, lo que fuese necesario, se dijo.


 


˜*˜


 


Respiró profundo y golpeó la puerta con los nudillos.


-Pase -escuchó desde el otro lado


-Hiroto -dijo entrando a la oficina


-Hanamichi, ¿ocurre algo?


Hiroto pensó en la posibilidad de que hubiese quedado alguna conversación pendiente en la mañana. Pero la única que se le ocurría era más que obvia ¿qué iba a pasar con ellos ahora? Pues nada. Era simple, lo de ellos había sido solo sexo de una vez y creyó por la actitud del muchacho que lo tenía claro. Por eso le sorprendía su presencia en su oficina.


-Sé que no tengo derecho, pero necesito pedirte un favor.


-¿Y qué sería?


-Te pagaré si es necesario.


-Hasta donde sé estás estudiando con una beca deportiva.


-No hablaba de dinero. Hablaba de sexo.


-Oh, ya veo. ¿Qué es ese favor tan importante que vienes a ofrecerme sexo a cambio de él?


-Uno de mis mejores amigos cree que le fue mal en tu examen.


-¿Cómo se llama?


-Hisashi Mitsui -vio como revolvía entre sus papeles hasta encontrar el que estaba buscando.


-Efectivamente. Tiene un 50. ¿Qué nota quieres que le coloque?


-¿Eh? Yo… yo no lo sé.


-Veamos… -miró un libro donde salían las notas anteriores- con un 75 estaría promediando de momento un 60. Después ya solo dependería de él pasar el ramo ¿te parece?


-Si…


-Bien, ya está.


-¿Quieres que te pague de inmediato?


-No, Hanamichi. No es necesario. ¿Te das cuenta que prácticamente estabas vendiendo tu cuerpo por tu amigo? Suena feo, lo sé. Pero también me parece un gesto noble. Ambos sabemos perfectamente que lo que pasó en la mañana no se volverá a repetir. Solo fue un encuentro sexual, y será el único. Quédate tranquilo, no me debes nada. Y tu amigo nunca se enterará, porque estoy seguro que no sabe que estás haciendo esto.


-No, no lo sabe.


-Vete tranquilo, Hanamichi.


-Gracias, Hiroto.


 


˜*˜


 


Al otro día escuchó que alguien le hablaba desde la puerta del salón. Miró y era Mitsui con una sonrisa radiante. Se le acercó. No esperaba que el chico le lanzara los brazos a los hombros para abrazarlo estando tanta gente presente, pero no le importó. Lo cogió de la cintura para estrechar el abrazo.


-Gracias, Hana. Gracias por todo, en verdad.


-Ya dime que ocurre, Michi. Me causa curiosidad.


-Obtuve un 75 en el examen de matemáticas.


-Ya ves, te lo dije. Pero tendrás que seguir estudiando. La próxima vez espero que me digas de inmediato que te fue bien. Idealmente me gustaría que me buscaras para contarme que obtuviste un 100.


-No seas tarado, eso es prácticamente imposible.


-Está bien. Solo no vayas a reprobar el ramo, por favor. Ningún ramo.


-Te lo prometo, Hana.


El pelirrojo solo estrechó el abrazo. Le tenía demasiado cariño a ese chico tan frágil y sensible.

Notas finales:

Considerar un 100 como la nota máxima y por debajo de un 60 reprobado.


Espero poder actualizar con rapidez ahora que acabo de comenzar otro fic, así que si me demoro un poco, compréndanme.


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