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Contra la corriente por RAMSIN

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Notas del capitulo:

Sasuke tratando de huir de las ataduras paternas, Itachi con muchos misterios a exponer y Naruto siempre causando lios.

Bienvenidos, este es mi primer fic de Naruto, algo tarde no, pero bueno, por algún lado se comienza esto, espero lo disfruten, el fic es un Sasu x Naru( típico pero me encanta ), también otras parejas que saldrán a su debido tiempo y no quiero dar mucho spoiler XD. Mundo alterno, mpreg ( al que no sepa que es, largo, no quiero quejas después) Yaoi como todos mis amados fics, y nada más que decir, esto será algo de romance, humor, amor y angustia. Ah… Naruto no me pertenece, es de Kishimoto – sama, espero no se enfade por todo lo que le hare a Naruto y Sasuke je je je.

 

Contra la corriente

 

Capitulo 2

Los líos son de color amarillo

 

Necesitaba reubicarse en su cabeza, quizás lo que sucedía no era verdad y solo tenía una desagradable pesadilla producto del golpe que se dio el día anterior por culpa de aquel chico rubio, sí, eso debía ser, seguro seguía bien dormido en su cama ese lindo sábado por la mañana y no allí parado frente al enorme acuario de la ciudad sujeto del brazo por una acosadora peli rosado.

 

-          ¿Sasuke? – la chica le apretó mas del brazo al notar que el moreno estaba como perdido en sus pensamientos y no le prestaba la mas mínima atención. –

-          No estoy dormido, no es una pesadilla… es la más asquerosa realidad. – susurro con frialdad al tiempo que trataba de liberar su brazo de las manos de Sakura. –

-          ¿Qué dijiste?

-          Nada, solo que pasemos al acuario. – emprendió la caminata alejándose de la chica –

-          Está bien. – frunció el seño algo enfadada. – Sasuke… esa frialdad te la quitare hoy mismo ¡o dejo de llamarme Sakura!

 

Esta linda chica estaba realmente enamorada del serio y frio Uchiha, se había prendado de él como una mosca a la miel, desde que lo conoció en una de las fiestas del trabajo de su padre, apenas era una niña pero cuando le miro supo que sería el hombre de su vida, así Sasuke no sepa ni remotamente los planes que ella tiene para “ambos”. En fin, los años solo incrementaron la pasión secreta de Sakura para con él, se valió de muchas cosas para lograr que fuera transferida al mismo colegio donde estudiaba Sasuke, la misma clase y todo en lo que el moreno estaba metido, allí llegaba ella dispuesta a serle útil y hacerse ver por él.

 

-          Son realmente hermosos… - Sakura miraba embobada los enormes tanques de exhibición donde había peses de todos colores y tamaños, aquel acuario era el lugar perfecto para que dos “enamorados” pasearan en un ambiente cerrado a media luz y sereno. –

-          Mmm… - Sasuke estaba parado a su lado mirando con desinterés a los peces, como deseaba estar en su cama todavía durmiendo y no allí. –

-          ¡UN CABALLITO DE MAR! – se movió lejos de donde Sasuke para mirar a aquella extraña especie de ser marino con tanta peculiaridad. –

-          Esto es aburrido a muerte… - miro el raro reflejo de algo en el vidrio del estanque. – ¿qué diablos es eso?

 

Sasuke se sintió tentado a alejarse de su compañera de paseo, había notado como algo “amarillo” se restregaba de un punto a otro del otro lado del estanque, la exhibición del acuario estaba en el centro de un salón por ello se podía ver ambos extremos del tanque con dificultad, aquella mancha amarillenta que paseaba de un lado a otro lo atrajo a tal punto que se movió por el borde de vidrio siguiendo aquel vaivén extraño y tentador. Estaba muy entretenido con aquello hasta que giro y se encontró cara a cara con la casualidad vuelta persona, frente  el estaba el mismo chico de cabellos rubios restregando la cara del vidrio del estanque y haciendo algunas muecas muy extrañas a algo que no podía saber a precisión que era.

 

-          Asustas a los peces. – hablo con severidad tras el rubio. –

-          Eso no es tu problema. – ni si quiera miro a Sasuke, seguía muy metido en estampar su rostro del vidrio sacando muecas grotescas. –

-          Es verdad. – se quedo cruzado de brazos mirando a Naruto un buen rato, al menos era más entretenido que escuchar a Sakura chillando por los pececitos de colores. –

-          ¡SE FUE! – despego la cara del vidrio con rabia. –

-          ¿Ya te divertiste?

-          ¡TU! – Naruto lo señalo con el dedo asombrado. –

-          ……….. – una gota de sudor resbalo por su frente. – al menos no tienes ramen contigo, si no me vería obligado a golpearte.

-          ¡Necesito un favor! – tomo de la mano a Sasuke y lo jalo fuera de la exhibición con rapidez. –

-          ¡¿PERO QUE HACES?! – trato de soltarse de la mano del rubio pero le fue imposible, este estaba aferrado a él con fuerza. –

-          Se me perdió alguien importante y debo encontrarlo… - se detuvo en la entrada del acuario jadeando un poco. –

-          ¿Creías que estaba dentro del tanque de peces? – recordó lo que hacia Naruto en la exhibición. –

-          Créeme, podría estar en cualquier lado en este instante. – poso su mano sobre el hombro de Sasuke. –

-          No estoy para tus historias tontas, debo regresar con… -recordó la “cita” que tenia y lo aburrido que era. - ¿Quién se te perdió?

-          ¡Gracias! – sujeto los brazos de Sasuke con emoción. – se me perdió un niño que estoy cuidando…

-          Quien en su sano juicio te deja un niño a tu cargo… - susurro para sí con malicia. – ¿trabajas de niñero también?

-          Solo los fines de semana, pero lo que importa es conseguir a Konohamaru… - se rasco la barbilla pensativo. – ¿donde se metería ese demonio?

-          ¿Cómo es?

-          Bajito, con una gorra en la cabeza y le falta un diente adelante… lo mudo hace unas semanas… - hablo con toda emoción ante el suceso. –

-          Suenas mas como su mama, lo que quiero decir es que como esta vestido, algún color en específico, o algo que lo distinga.

-          Tiene puesta mi chaqueta preferida Naranja… el muy desgraciado me la quito esta mañana y no me la quiso devolver. – arrugo el entrecejo con rabia. –

-          Una chaqueta naranja… al menos es llamativo. – Sasuke se cruzo de brazos pensativo.- vamos a reportarlo como perdido en la caseta de seguridad del acuario, ellos nos ayudaran a buscarlo.

-          ¡NO!,! NO LO HAGAS! –Naruto  grito totalmente asustado. –

-          ¿Porque no?

-          Porque si sabe que lo buscan se saldrá del acuario y yo perderé mi empleo… tiene la mala costumbre de esconderse de mi cuando lo saco a pasear.

-          Repito, ¿quien en su sano juicio te deja un niño? - el moreno suspiro derrotado. –

-          Solo ayúdame quieres… - miro a Sasuke de arriba abajo con seriedad. – no se tu nombre.

-          Sasuke, Sasuke Uchiha y tú eres…

-          ¡Naruto Uzumaki! – extendió su mano sonriendo de lo lindo. –

-          Eres un caso perdido. – apretó su mano contra la del rubio en un saludo fuerte. -

 

De tener una cita con una chica, ahora el moreno estaba recorriendo medio acuario junto a un rubio realmente atolondrado, debía admitir que se estaba divirtiendo más que con Sakura, jamás paseo por el acuario en plan de detective, se metían de un sitio a otro en busca del niño que cuidaba Naruto. Aquel chiquitín malicioso era escurridizo y siempre trataba de hacerle la vida de cuadritos al rubio, estaba paseando solito por el café del acuario, el sitio quedaba en el último piso del lugar, una hermosa terraza al aire libre llena de pequeños jardines y algunas estatuas de mamíferos marinos, aquel sitio estaba lleno de personas, el sábado era el día perfecto para salir en familia y Konohamaru deseaba un helado y dar fin a su escape de rutina con su “niñero”.

 

-          ¡Un helado! – alzo la vista donde la barra del café mirando como preparaban aquellas golosinas frías, había de tantos sabores y colores, que de inmediato se le aguo la boca. –

 

Cerca de allí, también alguien más estaba en la búsqueda de su “cita”, Sakura despedía un aura realmente negra, sus pasos eran pesados y aquella dulzura de chica tímida se le había ido al infierno cuando vio que Sasuke estaba perdido, o eso deseaba creer ella y que al contrario le había dejado plantada en su primera cita, daba gruñidos de un segundo a otro, hablando para ella sola en voz alta y asustando a mas de una persona en su recorrido hacia el café del acuario.

 

-          ¡Porque los hombres son así de inmaduros! – le lanzo una mirada fulminante a un chico que estaba parado cerca de ella. – deberían llevar collar… son como perros.

 

Entre insultos y alaridos no noto que un dúo paso algo lejos de ella y siguió en dirección al café, era el último sitio que les quedaba por registrar, ambos mirando a todos lados hasta que Sasuke vio a un chiquitín sentado en una mesa comiendo una barquilla enorme y cargaba puesta una chaqueta naranja más grande que el.

 

-          ¿Ese es? – le hizo señas a Naruto con su dedo. –

-          ¡KONOHAMARU! – en un segundo Naruto pesco al chico de la chaqueta y lo alzo para que no escapara de el nuevamente. – ¡¿dónde estabas metido pequeño demonio?!

-          ¡SUELTAME! – pataleo unas cuantas veces tratando de que Naruto le bajara pero fue infructuosa su lucha. – ¡SOLO QUIERO COMER MI HELADO!

-          ¡SASUKE! – aquel grito hizo que todo el café volteara a ver hacia la chica que entraba en él, su rostro era el de una asesina en potencia mientras movía rítmicamente su pequeño bolso de manos como si se tratase de una cadena. –

-          ¡Esa mujer asusta! – chillaron al unisonó Naruto y Konohamaru. –

-          Es mi cita. – hablo Sasuke fastidiado y sin preocuparse en lo mas mínimo. –

 

Después de aquel grito se sintió liberada y decidió respirar profundo, acomodar su vestido blanco de verano y tratar de hablar con Sasuke sobre su desaparición, dio unos pasos rápidos donde el mismo y miro seria al chico rubio que le acompañaba.

 

-          Te busque por todo el acuario. – se cruzo de brazos seria. –

-          Necesitaba ayudar a un amigo. – señalo a Naruto sin interés. –

-          Un… amigo… - sus ojos se clavaron más aun sobre la pobre humanidad del nombrado. –

-          Jem… jem… yo como que mejor me retiro. – trato de bajar a Konohamaru pero este seguía pataleando con el helado en mano. – ¡dame eso o ensuciaras mi chaqueta!

 

Entre la pataleta del niño logro quitarle aquella barquilla enorme de chocolate, fresas y lluvia de colores, se sintió feliz de que su amada chaqueta naranja se salvara de una segura mancha pero lo que no previo Naruto fue que su mano choco contra algo y gracias a ello la barquilla acabo encima de otra prenda de vestir muy diferente a la suya.

 

-          Sasuke… ¿cómo se llama tu amigo? – la peli rosado hablo con un aire realmente dantesco y mirando como una enorme bola de chocolate se resbalaba por su pecho rumbo al suelo y manchando en el proceso aquel bello vestido blanco. –

-          Naruto.

-          Ok… MALDITO NARUTO… ¡IDIOTA! – le lanzo un derechazo con toda su alma, aquel pobre chico trastabillo un poco y termino en el suelo con Konohamaru encima muy sonriente por la gracia que causo su helado. - 

-          Duele… - susurro con debilidad mirando a aquel monstruo rosado que lo golpeo. –

-          Vámonos Sasuke. – salió del lugar limpiando precariamente su vestido ya no tan blanco. –

 

El Uchiha suspiro derrotado, ya su diversión se termino, pero como disfruto ese rato con aquel rubio atolondrado y muy propenso a que le pasen cosas raras.

 

-          Fue divertido. – hablo algo inseguro al rubio que ahora estaba sentado en el suelo sujetando al chiquillo que cuidaba. –

-          Igual… - sonrió a medias. – pero ten cuidado con tu novia, es peligrosa.

-          No es mi novia… es una pesadilla que llevo pegada al cuerpo.

-          ¡SASUKE! – el grito de Sakura le alerto otra vez. –

-          Adiós…

-          Adiós… - miro con algo de melancolía como el moreno se iba. –

-          Oye Naruto… acaso eres un blandengue, como te dejaste pegar por esa chica… ja ja ja!! – el chiquillo se burlo divertido ante lo que paso.-

-          Me golpeo por tu culpa, ¿y de donde sacaste dinero para un helado?

-          Tu billetera estaba en el bolsillo de tu chaqueta… - mostro sus dientes con orgullo. –

-          ¡TE VOY A MATAR!, ¡ESE ERA EL DINERO DE MI TRABAJO!

 

Aquella salida sabatina se volvió todo menos encantadora, Sakura iba medio cabizbaja atrás del Uchiha, caminaban silenciosos de regreso a la casa de ella, por más que Sasuke no le gustara debía ser caballeroso y acompañarla hasta donde debía, ambos sin emitir palabra alguna seguían el paso hasta que Sakura quiso volver a romper el hielo entre ellos.

-          Tu amigo es un idiota.

-          Eso es seguro. – respondió tajantemente y sin ánimos. –

-          Debería pagar la lavandería por mi vestido… - se miro el manchón marrón que adornaba el mencionado traje blanco. –

-          Mmm…. Je je je...  – por más que quiso no pudo detener una carcajada, Sasuke solo recordó lo que le sucedió y como de seguro Naruto debe tener algún acuerdo con alguna lavandería, de tantos tropiezos con comida que causa. –

-          No es chistoso Sasuke. – se quedo contemplando aquella risa tan feliz que emitía el Uchiha, era la primera vez que lo veía reír así, siempre serio y frio, ahora estaba sonriendo por alguna razón que ella desconocía. –

-          Tengo que preguntarle eso. – hablo para sí con un aire divertido. –

-          Llegamos a mi casa. – Sakura miro el portón blanco al que llegaron por una pequeña calle de una zona residencial. –

-          Si.

 

Otra vez serio, solo el mirar como cambiaba de personalidad era impresionante, como un total extraño le hacia reír así y ella no lograba si quiera sacarle unas palabras amables. Era un completo misterio, pero aun así, seguiría tratando de enamorarlo, tenía la ventaja de que sus padres querían que ambos se conocieran mejor y en verdad ella deseaba ser en un futuro no muy lejano “la señora Uchiha”.

 

-          Sasuke, gracias por acompañarme. – se detuvo frente al moreno con algo de vergüenza. –

-          Bien. – miro la hora en su reloj, estaba desesperado por acabar esta farsa de cita. –

-          Si gustas, puedes pasar, puedo prepararte algo de comer… no se…  - restregaba sus manos contra su pequeño bolso, estaba tentada a dejarlo entran sabiendo que sus padres no estaban en casa. –

-          No importa, adiós. – se dio media vuelta alejándose sin más de la casa, al fin libre de esa cita y de esa mujer. –

-          Hastapronto. – una rabia visceral le recorrió por dentro, toda una semana esperando esa cita y viene un estúpido amigo de Sasuke y se lo quita, aquel rubio desconocido se había ganado su odio con facilidad. –

 

Quizás la vida no es tan simple, Sakura no sabe qué tan profundo puede ser la mente de Sasuke, ni que deseos verdaderos giran en su mente, esta cegada por ser alguien para él, sin saber quién es él.

 La tarde avanzaba y la casa de los Uchiha estaba silenciosa, sus padres habían salido y su hermano mayor de seguro estaba en su habitación estudiando o trabajando en algún proyecto que le dejara su padre encomendado, con paso suave camino hasta la cocina y miro que no había nada de cenar, seguro Itachi se comió su cena, indignado subió las escaleras a la segunda planta y toco varias veces a la puerta de la habitación de su hermano.

 

-          Llegaste temprano. – el mayor le miro amablemente al abrir. –

-          ¿Donde está la cena que dejo mama?

-          No dejo, salieron a una reunión, o no recuerdas que tú también estabas con la hija de su jefe.

-          Como olvidar a esa gritona. – paso dentro de la habitación de Itachi y se sentó en su cama. – no quiero volver a salir con ella.

-          Pues… creo que deberás acostumbrarte a eso, papa quiere que estés seguro en tu futuro. – se acomodo en el suelo donde tenía algunos libros abiertos. –

-          ¿Porque no lo hizo contigo? – miro con saña a su hermano mayor. –

-          Se canso de hacerlo… lo que sucede es que tú estabas muy chico para recordar eso Sasuke. – miro con melancolía a su hermanito. – estabas muy pequeño.

-          ¿Y te revelaste antes de que te casara con alguna loca hija de sus superiores?- pregunto curioso, Itachi le superaba por varios años y era un hombre hecho y derecho capaz de hacer su vida solo. –

-          Solo paro, se detuvo de insistir en casarme con alguna mujer… solo eso. – centro su vista en los libros. –

-          No me parece que papa sea de los que deje algo sin culminar.

-          Sabes Sasuke, mejor ve a pedir comida por teléfono, tengo hambre. – golpeo con suavidad la frente de su hermano como siempre hacia. –

-          Está bien. – salió de la habitación con rapidez, hablar con Itachi era algo parecido a querer abrir una caja fuerte sin combinación, podía pasar de todo, desde que se deje abrir a la primera combinación, que nunca abra o que la rompas pero que nada importante haya dentro, así que sacarle información era caso perdido por ahora. –

 

Bajo las escaleras hasta la sala, tomo las páginas amarillas, tenía ganas de comer algo bueno así que busco algún local que llevara comida a domicilio, entre las paginas que pasaba sin interés, se tropezó con un anuncio que le pareció familia, el nombre del local era “La cueva del gran Senin”. Miro y miro el numero hasta que recordó que así se llamaba el lugar donde trabajaba el rubio atolondrado, sin muchos ánimos anoto el numero y la dirección, no supo porque, pero lo hizo, quizás llamaría después allí por algo de comida.

 

-          ¿Llamaste? – Itachi apareció prácticamente de sorpresa por detrás. –

-          No. – rayo lo que había escrito en una hoja de papel. –

-          ¿Y ese número?

-          Eh… no trabajan lo sábados. – no supo porque, pero recordó que el rubio repartidor no estaría allí si llamaba, era su día libre. – escoge tu un sitio.

-          Sasuke.

-          Dime.

-          Lucha por lo que quieres, no dejes que papa te domine la vida… no quiero que sufras… - le restregó con cariño la cabeza y tomo las páginas amarillas para buscar algún sitio de comida a domicilio. –

-          Algún día me dirás como tú te libraste de eso.

-          Tienes razón, algún día te diré como le hice… - sus recuerdos de hace 15 años atrás le hicieron que un dolor en el pecho le oprimiera con fuerza, no quería que Sasuke pasara por lo mismo, no podía dejar que eso sucediera una segunda vez. –

 

Continuara…

 

Ya deben tener preguntas muy buenas, como que paso con Itachi hace 15 años atrás, y como se libro de las ataduras de su padre, que pasa con esos ánimos de Sasuke, el único ser capaz de hacerlo reír fue Naruto, pero un tercer encuentro se dará y con ello más de un lio se armara para desdicha de más de uno.

 

Próximo Capitulo:

Una mala idea.


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