Al día siguiente, hyoga fue el primero en despertar, encontrándose al menor dormido hecho un ovillo.
Se ve realmente tierno, fue lo que él pensó, y en sus adentros quería fulminar al moreno, pues por su culpa no se llevo a cabo…
¿Qué cosa?... ¿Qué le estaba pasando?.... acaso….
- Ya hyoga no pienses tonterías – se decía asimismo removiéndose la cabeza para quitar ese pensamiento.
Y sin más salió de la habitación del menor, para dirigirse a la suya con sus ropas de la noche anterior…pues llevaba puesta su pijama.
Al terminar de cambiarse y asearse bajo a desayunar encontrándose con sus camaradas y la diosa con sus respectivas parejas, desayunando en la mesa principal de la mansión.
Seiya se sentía realmente apenado, pues entendía que se sentía ser interrumpido justo en esos momentos, y aunque sus amigos le dijeron que sería solo una relación falsa, el no debió entrar de esa manera a la habitación, tuvo que tocar primero…
El rubio le dirigió una mirada de recelo al moreno, como echándole la culpa, ahí seiya supo que el rubio rogaba aunque sea por una noche a solas con shun, ya había algo.... no había duda….
Así que para enmendar su error hablo en voz alta para que todos los presentes le atendieran.
- Es un buen día para ir a la playa ¿no creen? – hablo el moreno con su mismo semblante jovial que lo caracterizaba invitando a que los demás participaran.
- Si… hace mucho calor – dijo saori entusiasmada por la idea.
- ¿Tú qué dices hyoga? – pregunto el moreno a su amigo haber si lo animaba.
- No lo creo – dijo aun cortante el cisne.
- Podríamos hacer fogata y quedarnos a dormir….- dijo el moreno haciendo hincapié en la última palabra, esperando que su amigo comprendiera el mensaje.
- Sii!! – grito june eufórica besando a su novio en los labios.
Hyoga lo entendió y se lo agradeció con la mirada….
Seiya se lo correspondió con una sonrisa.
En eso bajo shun, con su carita recién lavada.
- ¡Shun qué bueno que vienes! – exclamo seiya feliz
- ¿Por qué?... ¿Qué pasa? – pregunto el menor extrañado
- Estamos pensando en irnos de campamento a la playa y quedarnos a dormir – hablo june animando a su amigo y hermano
- No, lo siento no tengo ganas – dijo shun intentando evadir aquel nuevo aprieto.
- Ohh shun… siempre te niegas, no seas aguafiestas, vamos te divertirás – dijo seiya animándolo.
- Pues. ..- el menor se quedo pensando mirando de reojo a su “novio”, quería ir, se moría por ir y jugar con sus amigos con la arena, divertirse…. pero…
- ¿Shun qué dices? – pregunto june esperando su respuesta.
- De acuerdo – dijo shun apenas en un susurro.
Como sea, solo iría a divertirse, y por una noche inconclusa no se detendría ¿no?....
- Bien entonces manos a la obra – hablo saori efusiva cerrando el caso.
- Nosotros nos encargaremos de las carpas y los colchones – hablaron seiya y shiru levantándose de la mesa y comenzando el empaque de las cosas para la noche.
- Nosotras haremos los sándwich y malvaviscos – dijeron las tres chicas en equipo completamente efusivas.
- Yo traeré el auto para meter las cosas y las sombrillas – participo Julián.
- Si mi vida – hablo la peli morada plantándole un beso corto en los labios.
- Y nosotros ¿qué hacemos? – pregunto la pareja pues no tenían ni una función.
- Ustedes pónganse sus tangas y busquen bloqueador nos espera una tarde divertida - finalizo divertido el Pegaso sonriéndole de reojo a la pareja antes de irse a ayudar a shiru con las carpas.
La pareja asintió nerviosa, cumplieron con sus quehaceres y después de que todo estuviera listo, se dirigieron a la playa más conocida de Japón.
Construyeron las 4 carpas con los colchones incluidos y dejando lista la fogata con las provisiones para la noche, se pusieron sus tangas y bikinis (en el caso de las chicas) y se fueron al mar para meterse un chapuzón, cada quien con su pareja y de vez en cuando en grupo.
Shun y hyoga se olvidaron por un momento de su timidez por la noche anterior y se divirtieron como la “pareja” que eran.
Hubo sonrisas enviadas y forcejeos en son de juego por parte de la pareja y muchas miradas profundas, pero ninguno hablaba.
Jugaron con la arena se empaparon del tan buen sabor que tenía el mar con sus aguas, hicieron carreras, juegos con la pelota y se divirtieron al máximo pasando una tarde de playa inolvidable.
Realmente inolvidable....
El sol ya se ocultaba, y comenzaba a oscurecer, por lo que cada quien se fue a cambiar para poder cubrirse del frio.
Ya de noche solo la luna resplandecía, y una redondéela de 8 muchachos se encontraba alrededor de la fogata.
Cada quien abrazando a su pareja, hyoga tenia abrazado de la cintura al menor disimuladamente y shun sin saber porque, se recostó en el hombro del mayor, mientras escuchaban atentos la historia de terror que el moreno contaba alrededor de la fogata.
Aquel contacto era realmente bueno… pensaban ambos….
Pues se encontraban experimentando el mismo contacto que la noche en la que bailaron su pieza.
Hyoga de la cintura y shun recostado en su hombro, solo que ahora en una posición distinta y más acogedora.
El mayor apegaba más a su cuerpo el del menor con disimulo, y el menor sin saber porque, se dejaba. Era una vista realmente linda.
Al momento que seiya término de contar la terrorífica historia, asaron los malvaviscos en la fogata y después de consumirlos, cada quien con su pareja se fue a dormir, a esperas del día siguiente.
Solo habían traído 4 carpas, así que solo alcanzaba por pareja, esta vez la pareja no se negó, al menos por parte del rubio hubo una respuesta afirmativa casi inmediata, y el moreno sabía bien el porqué, por lo que sonrió feliz de haber podido ayudar a su amigo rubio y remendar su falta de la noche anterior.
Se dieron las buenas noches, y vaya… sí que eran “buenas noches”…. Muy muy buenas…
Y cada quien se fue a su carpa con su respectiva pareja.
Shun entro a la suya con hyoga, aquella carpa lamentablemente era muy pequeña, pero el colchón muy cómodo y fresco, y aun dentro se podía sentir la brisa de la playa corriendo por sus rostros.
A diferencia de la noche anterior, hyoga se puso como pillama un polo manga cero, y un short a la cadera, al igual que el peli verde.
En la carpa no había luz, (como ya sabrán), y solo había la luz de la luna que alumbraba esas 4 carpas en donde cada pareja ya había comenzado con su rito amoroso.
Menos shun y hyoga….
Otra diferencia que se pudo notar a comparación de esa noche que durmieron juntos, fue que ya no se daban las espaldas, sino se miraban de frente.
- La pase genial hoy… - hablo en peli verde mirando de frente a los ojos celestes del cisne que se alumbraban bien debido a la oscuridad de la carpa.
- Yo también shun – hablo el cisne esbozándole una sonrisa y acariciándole levemente el mentón.
Shun no opuso resistencia por el contrario se acerco mas al cuerpo del cisne, haciendo que la distancia de sus labios se vayan haciendo mínimas poco a poco…
Sus respiraciones ya se sentían, sus corazones latían descontrolados, el calor del ambiente eran exquisito, y se lanzaban miradas profundas, a cada milímetro que sus labios se iban acercando.
- Shun… - hablo en un susurro casi inaudible el mayor, acariciando levemente el mentón del menor y nuevamente sus labios ya casi eran uno…
- ¿Sí? – dijo el menor en un susurro… esta vez ya nadie los interrumpiría.
- Yo…- el corazón del cisne latía descontrolado y su mirada se perdía en esos ojos esmeralda.
- Dime…- pidió el menor en un susurro sus labios eran casi uno…
La respuesta fue única, el cisne aprisiono de una los labios del menor, y esta vez se hicieron uno…
Se besaban con pasión, como si fuese la ultima vez, unían sus lenguas con real deseo y necesidad entrando en una batalla de lenguas en donde el cisne salió ganador.
Shun no opuso resistencia, muy al contrario aprisiono con sus manos el cuello de su amante que ahora se posicionaba en sus piernas, para besar cada parte de su cuerpo con detenimiento.
El cisne reclamaba su cuello con mucha propiedad, besándolo con real ímpetu dejando leves marcas en el mismo.
Mientras el cisne recorría con su lengua cada parte de la anatomía del menor, le iba quitando el polo y el short con cuidado, sin dejar de degustarlo.
Shun lo acompaño quitándole las prendas de igual manera, sin dejar de gemir descontrolado por aquellos excitantes besos cortos que el cisne le propinaba en su cuerpo.
Se deshicieron de lo último que les quedaba, las playeras… para poder continuar explorándose con detenimiento, el cisne con su lengua y shun con sus manos acariciando el cabello del mayor, su espalda , sus caderas, su retaguardia, no podía dejar de disfrutarlo… era una sensación única…
- Ohhh hyoga …- gemía el menor al sentir como el cisne, se encontraba ya degustando sus pezones con habilidad…
El cisne no articulaba palabra solo lo besaba con mucha pasión y deseo…. Lo necesitaba….
Continúo con el recorrido, pasando por el tórax dándole pequeños besos en él y finalmente llegar a la hombría del menor, el cual después de masajearlo se lo llevo a la boca para comenzar a degustarlo.
- Mmm….- el menor se arqueaba del placer en aquel colchón de aquella carpa.
El cisne continúo con su cometido, y al ver que el menor estaba a punto de venirse, paro aquella acción y detuvo su pronta erección con un dedo.
Shun se abrió involuntariamente para recibir al mayor en su interior y hyoga al entender el mensaje, con sus dedos, comenzó a tantear aquella entrada que pronto recibiría su hombría.
Después de dilatar aquella entrada, el mayor comenzó a entrar de a pocos en las entrañas del menor, metiendo primero la puntita para luego introducirse por completo..
Un quejido de dolor y placer se escapo de los labios del menor...
- ¿Te lastime? – pregunto el cisne preocupado.
- No … sigue por favor – pidió el menor en gemidos
- De acuerdo.., - afirmo el cisne, para luego comenzar un vaivén rápido y placentero convirtiéndose asi, en el disfrute de ambos.
- Ohh shun mmmm…- gemia el cisne ante esas placenteras embestidas que le propinaba al menor.
- Hyoga… hyoga – el menor no dejaba de repetir su nombre en gemidos ahogados.
Entre fuertes y placenteras embestidas hyoga se vino dentro del menor, y shun en el vientre del mayor.
Sin salir aun del menor Hyoga se recostó en el pecho del menor, ya exhausto pero satisfecho, oyendo la respiración del peli verde y como su corazón latia con fuerza.
Shun recuperaba el aliento… asimilando a cada segundo lo que acababa de ocurrir.
- Shun… - llamo nuevamente el mayor mirándolo a los ojos.
- Shh… no digas nada… solo descansa ¿sí? – pidió el menor en un susurro.
Y hyoga haciéndole caso, se acurruco en el pecho del menor, esperando ahí el nuevo amanecer.