Ritsu no entendió lo que pasaba, se despertó por la mañana pensando en el trabajo en que tendría que ver de nuevo a Takano. No quería despertarse pero en ese momento la alarma sonó, se departo, se levantó de la cama entonces sintió que algo extraño sucedía que era ese no era su departamento se alarmo, ese definitivamente no era su departamento porque era más grande, muy lujoso ¿Qué estaba pasando?
-Buenos Días Ritsu- una voz familiar sonó, era la chica
-Tu quien eres y que hiciste – dijo gritando y asustado
-Yo soy, yo y cumplí tú deseo, tu nunca conociste a saga masamune, este es tu futuro sin el – dijo sonriente
-¿Qué?- aún estaba sorprendido
-jajá será mejor que te apresures o vas a llegar tarde a tu trabajo,- dijo la chica señalo al escritorio y desapareció cuando Ritsu volteo no sabía que estaba pasando, recogió el sobre, se vistió con lo que había en su amplio armario, entonces abrió la puerta intento hablar con los vecinos pero estos lo ignoraban, todos lo miraban de una forma extraña, llegando al estacionamiento un hombre con uniforme lo recibió.
-Buenos Días señor Onodera – dijo abriendo la puerta del coche Ritsu dudo pero entro.
-Ehh este...- intento hablarle al chofer pero no sabia su nombre
-Alfred señor – dijo amablemente
-Este Alfred, me podría decir como soy, es decir donde trabajo como es mi vida.- pregunto
-Es raro en usted dirigirme la palabra pero usted heredo la empresa de su padre ahora está a cargo de ella, si tuviera que describirlo y no se valla a enojar es frio, distante, no convive con nadie el año pasado se divorció, siempre está trabajando casi no sonríe y por lo que ha pasado por este auto ha tenido muchas aventuras señor por favor no se .- el conductor volteo un segundo a ver a Ritsu se sorprendió al ver su cara era como si lo hubieran masacrado – Señor está bien- pregunto
-Ehh si Gracias – dijo reponiéndose del shock
-Seguro no es normal en usted hablar conmigo ni menos decir gracias – el chofer estaba sorprendido
Ritsu no digo nada más en el camino, de verdad ese era el, en verdad que no lo creía, al llegar a la editorial, todos los trabajadores lo veían con cara de amabilidad pero en realidad no les agrava su jefe y era por lo duro y frívolo que era. Ritsu se sintió mal en ese ambiente si se había enfrentado a cosas como que hablaran a sus espalda pero esta vez tendría que darles la cara. En la oficina parecía que todo lo que había aprendió en el campo de la literatura lo estaba poniendo en práctica pero aun asi se sentía vacío que clase de vida era la que ahora tenía. Al fin el día termino el chofer lo llevo a su departamento ahí se dio cuenta estaba enorme y era muy bonito, pero algo le faltaba. Entonces oyó que alguien tocaba la puerta del su departamento, abrió la puerta y para su sorpresa era una niña de unos 7 años con un vestido rojo un polo blanco, cabello corto negro con dos listones en forma de moño en su cabeza, ojos verdes, una mochila de panda en su espalda y lo estaba mirando.
-Este.. tu acaso te perdiste niña –dijo amablemente entonces vio a la niña agachar la mirada.
-¡TE ODIO ONEDERA RITSU! –dijo gritando mientras le daba una patada en la pierna, Ritsu no entendía para empezar quien era esa niña.