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Llamado de la Jungla por GatoNegro

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Code Lyoko no me pertenece, solo los uso para mi fic, el cual hago gratis por diversión y no por una paga.

Llamado de la Jungla

Capítulo 2: Bienvenidos a la Jungla, 2° Parte

A raíz de que necesitaban un lugar donde conversar en privado, los chicos llevaron a Dulcea hasta la Ermita. Ya en la antigua casa, Dulcea sacó de un costal que llevaba con ella un pequeño saco de tela, y se puso a explicar la historia sobre su mundo.

-El mío era un reino orgulloso y ancestral, que existía en un mundo paralelo a este, pero no obstante, estábamos al tanto sobre la existencia de este mundo: era, el reino de Animaria-empezó a relatar la rubia, mientras lanzaba una especie de polvo al aire, que por arte de magia se convirtió en una especie de nube de humo, que como un proyector empezó a mostrar imágenes que maravillaron a los cinco chicos: Había una espesa jungla, y en medio de esta un hermoso valle, donde había una aldea, donde habitaban humanos y animales tanto domésticos como salvajes. Dulcea siguió su relato.

-Los animales y los humanos convivíamos en armonía, todos éramos iguales, ya que todos respetábamos la importancia de la naturaleza, todo era perfecto-mientras hablaba, apareció la imagen era un grupo de hombres, en compañía de leones, tigres y osos, todos cazando en equipo. La siguiente era de una mujer, tejiendo ayudada por una enorme viuda negra.

-Pero un día, un horrible mal apareció, que infectó a nuestro mundo con sus toxinas mortales-la imagen en la "pantalla" fue la de una criatura de espaldas. Parecía un hombre, pero a clara vista se notaba que no era humano, y vestía una enorme capa negra, y justo como relataba Dulcea, empezó a arrojar de sus manos una especie de baba morada, que aniquilaba plantas y humanos, todo cuanto tocaba. Los que no corrían la suerte de ser tocados por la baba tóxica, caían presas de horribles criaturas humanoides, todas de piel morada.

-Cuando todo parecía perdido, aparecieron ellos: los nueve Guerreros Animales, ellos habían creado, invocando los espíritus de los animales, un grupo de cristales mágicos, cada uno con el espíritu de un animal en concreto-la siguiente imagen era, como relataba la rubia, un grupo de nueve personas, seis hombres, tres mujeres, todos usaban pantalones anchos de tela de colores distintos, túnicas cortas, cinturones y hombreras. Uno de los hombres, el que parecía ser el líder, vistiendo un atuendo rojo, acompañado de un león de luz roja, combatía usando una espada a las criaturas. Una de las mujeres, con atuendo color azul, combatía con un báculo con el que lanzaba rayos de luz, ayudada por un delfín de luz azul. Dos de los hombres, uno con atuendo blanco, y que portaba una cadena que al final tenia una hoz, y otro con atuendo gris acero, y que usaba un par de filosas dagas curvas, combatían al lado de, respectivamente, un halcón de luz blanca y un tiburón de luz color metal. Otra de las mujeres, que lucía un traje color azul claro, combatía a las criaturas con lo que parecían garras de plata, acompañada de un tigre de luz blanca, cuyas rayas eran del mismo color que su traje. El cuarto de los hombres, de atuendo color morado, usaba lo que parecían ser guantes de metal, y su compañero era un enorme cangrejo violinista de luz morada. Detrás suyo, el siguiente de los hombres, de atuendo amarillo, golpeaba a las criaturas de baba con su vara de combate, mientras el gorila de luz amarilla que lo acompañaba las abatía. Finalmente, la última de las mujeres, con atuendo verde jade y acompañada de un pavo real de luz verde jade, y el último de los hombres, de atuendo negro y con un murciélago de luz negra como compañero, acababan con las criaturas restantes, la mujer con sus abanicos y el hombre con su látigo. Dulcea siguió contando

-Tras una cruda batalla, lograron derrotar al monstruo que amenazó Animaria y, con sus últimas fuerzas, disgregaron los Cristales por todo su mundo, rezando por que no cayeran en malas manos-Enfrente a la misteriosa criatura, que seguía de espaldas, estaban los nueve guerreros, acompañados no solo de los animales de luz que los chicos habían visto antes, sino por otros-un cheetah, un oso, un elefante, una morsa, un lagarto, un búho, un lobo, un ciervo, y otros más que no pudieron ver claramente-, era como si tuvieran un espécimen de cada animal existente. Aunque la criatura, si acabó con varios de esos animales, finalmente fue acabada y los guerreros, moribundos, invocaron un poderoso hechizo. Lo último que vieron antes de que la nube de humo se disgregara, fue una imagen desde el espacio de la Tierra, y vieron atónitos como varios haces de luz se elevaron de esta, y se dispersaron por todo el globo. Al volver la mirada a Dulcea, la guerrera tenía mirada seria.

-El único de los Cristales que dejaron en Animaria, como protección, fue el del León, que pasó de mano en mano por generaciones en la familia real de Animaria-explicó la mujer.

-Pero eso no explica, ¿Por qué dejaste tu mundo?-preguntó Jeremie preocupado, como si supiera que se avecinaba algo malo.

-Dos mil años luego de aquella batalla, ellos llegaron-anunció Dulcea, mientras tomaba otro puñado de polvos, y los arrobaba al aire, formando una nueva nube. En el mismo valle, se encontraba Dulcea charlando animadamente con varios aldeanos, que al parecer volvían de cazar junto a los tigres y los leones, cuando de la nada, llegaron dos figuras: Transom y Mullion, acompañados de un nutrido ejercito de Pirañatrones. Inmediatamente luego de su llegada, los robots se entregaron a una horrible orgía de destrucción, a la cual estaban sumados Transom y Mullion, ella con un láser y el con sus fuertes manos. Destruyeron casas, asesinaban humanos y animales por igual.

-La Guardia Real intentó poner resistencia pero…-justo como relataba la rubia, un grupo de hombres y mujeres con armadura tipo gladiador intentaron poner cara al ejercito, pero fueron fácilmente abatidos por los Pirañatrones. La siguiente imagen era de Dulcea corriendo, llegando a un templo de roca de basalto, que tenía estatuas de varios animales.

-Rápidamente supe que buscaban, el Cristal del León, corrí al Templo de los Ancestros, tomé el Cristal y abrí un portal a su mundo-y justo como Dulcea contaban, los chicos vieron como ella en el "recuerdo" llegaba a un altar construido a los Guerreros, tomaba la esfera de cristal, y abría un portal por el cual cruzó. La nube se volvió a deshacer, y ella siguió con el mismo rostro serio.

-En menos de un día, perdí mi reino, mi hogar, todo-dijo con voz que temblaba de furia, y los chicos no pudieron más que entristecerse por el relato de la guerrera.

-Lo siento mucho, Dulcea-fue todo lo que pudo decir Aelita, que de hecho sabía como se sentía perder a sus seres queridos.

-Pero, nosotros, ¿Qué tenemos que ver?-preguntó Ulrich interesado.

-Si mi corazonada es correcta, mucho, Ulrich-fue todo lo que dijo Dulcea-y solo hay una forma de averiguarlo-agregó, antes de ponerse a preparar una especie de ritual. Primero encendió unas antorchas, que colocó estratégicamente en las esquinas de la sala. Luego, pidió a los chicos que cerraran todas las cortinas de la casa, dejándola en una oscuridad total. Casi después, sacó del costal del que había sacado los polvos con los que creó la "nube proyector" una bolsa de cuero pequeña, aparentemente del tamaño de su mano. Ulrich, Odd, Jeremie, Aelita y Hiroki vieron extrañados todo el procedimiento.

-Dulcea, ¿Qué haces?-preguntó Aelita curiosa.

-Simple, Aelita, es un simple ritual-explicó la mujer- un ritual que los involucra-agregó, extrañando a los cinco chicos.

-¿Tendremos que desnudarnos, o sacrificar algún animal?-preguntó curioso Hiroki, haciendo que todos se le quedaran viendo como a un bicho raro (N/a: Pues claro, esta raro que el niño sepa de esto no? :p). Dulcea solo rió divertida ante el comentario.

-No, Hiroki, solo pónganse en hilera, del mayor al menor de derecha a izquierda-fue la respuesta de la rubia.

Justo mientras esto pasaba, Transom y Mullion se encontraban en la ciudad, para ser concretos desde la cima de un edificio, mirando el lugar que estaban por destruir. Mullion bufó molesto.

-Tienes que recalibrar ese teletransportador tuyo, mujer-le dijo a Transom, mientras veía con asco el lugar en el cual habían aparecido.

-En vez de quejarte, podríamos ponernos en acción-dijo la mujer indiferente, mientras sacaba un par de esferas de cristal, parecidas a la que Ulrich encontró, pero estas eran diferentes: una era azul militar, y la figura dentro era un pangolín con la cola enrollada junto a su cuerpo; el otro cristal era verde pasto, y la figura era la de una mantis religiosa amenazando con sus hoces. Transom le entregó a Mullion el cristal de pangolín, y ella se quedó con el de la mantis. Ambos villanos alzaron las manos en que llevaban los cristales, los cuales empezaron a brillar con sus respectivos colores.

-Espíritu del Pangolín-gritó Mullion triunfante, con una cara que reflejaba una sádica satisfacción.

-Espíritu de la Mantis Religiosa-anunció Transom, con voz neutral pero una sonrisa de medio lado en el rostro. Casi inmediatamente, ambos sufrieron una transformación: Mullion ahora vestía una especie de coraza color marrón, cuyas placas se extendían por todo su cuerpo, usaba pantalones de paracaidista y camisa sin mangas, ambos color azul militar, botas de combate color marrón, y una especie de casco, además de que traía garras; Transom por su parte lucía una especie de traje de cuero negro, con placas de metal verde en el pecho, las piernas, los brazos y las manos, sus anchas caderas fueron reemplazadas por una figura digna de supermodelo, la armadura tenía hombreras que parecían ojos de insecto, y el yelmo tenía tres picos, uno a cada lado y otro en el centro, traía un cinturón en el cual lucía la cara de una mantis, botas de tacón de aguja, y portaba dos grandes guadañas. Mullion miró triunfal su nueva apariencia.

- Me encanta este trabajo-dijo sádicamente feliz.

-Y se pone mejor-respondió Transom, quien a pesar de su apariencia seguía teniendo su voz nasal y si siseo-Pirañatrones-gritó con voz imperiosa, y a su orden aparecieron varios de los robots-piraña, a quienes los dos villanos dirigieron al empezar a destruir la ciudad.

Mientras Transom y Mullion comenzaban a atacar la ciudad, Dulcea se había dispuesto a iniciar el ritual del cual les había hablado a los chicos. Tal como había pedido, se habían puesto en orden: Ulrich a la derecha, Odd junto a el, Aelita en el centro, luego Jeremie y Hiroki a la izquierda. Dulcea tomó el saco de polvos, extrajo una generosa cantidad y tomó la palabra.

-Este ritual, me permitirá saber si son quienes yo creo que son-anunció Dulcea, y todos se miraron unos a otros-cierren los ojos, y descubran su interior-pidió la mujer, y los cinco jóvenes cumplieron. Dulcea extendió las manos, donde tenía los polvos, se las acercó a los labios y sopló vigorosamente. Apenas los polvos tocaron a los chicos, sus ropas sufrieron un cambio: La ropa de Hiroki fue reemplazada por una simple falda de cuero marrón, con sandalias estilo griego cuyas correas le llegaban a media pantorrilla, un cinturón de metal y protectores para brazos también de cuero marrón; Jeremie conservaba sus lentes, pero su ropa fue reemplazada por una toga gris estilo griego, unas sandalias también griegas que solo le llegaban a los tobillos, y un ceñidor de cuerda blanco; Aelita tenía un traje que parecía de amazona griega, ya que se conformaba de un peto de cuero y metal, una falta de tela blanca, sandalias tipo griegas cuyas correas llegaban a sus rodillas, bandas de metal que llegaban a los codos y una banda parecida a la de Dulcea en su frente, solo que esta era de color marrón en vez de verde; Odd usaba, al igual que Jeremie, una toga grieta, pero la suya era blanca, las correas de sus sandalias llegaban un poco más arriba que las de Hiroki, usaba un cinturón de metal, bandas de metal en las muñecas y en la frente usaba una banda de cuero blanco, además de que, de la nada, se vio usando el mismo peinado que usaba cuando llegó a Kadic; Ulrich usaba un chaleco de cuero rojo, falda también de cuero rojo, cinturón de metal, sandalias que también le llegaban a las rodillas, protectores para los brazos de cuero rojo, con los bordes rematados de metal, y una banda de metal dorado, parecida a una corona (N/a: Fangirls, comiencen a gritar tan fuerte como quieran ;)). Todos abrieron los ojos y vieron impresionados sus trajes, y Dulcea también los miraba, en su caso complacida.

-Mi supuesto era correcto, ustedes son los Elegidos, los nuevos Guerreros Animales-anunció complacida.

-Pero… ¿Cómo seríamos los Guerreros?-preguntó extrañado Jeremie-ellos eran nueve, y nosotros somos solo cinco-agregó. Dulcea solo rió por lo bajo.

-Los demás seguro irán apareciendo a lo largo del camino-fue la respuesta de la guerrera, que a decir verdad fue suficiente para los chicos.

-Pero, ¿Por qué solo el traje de Ulrich es colorido?-preguntó Hiroki.

-Por que el ha sido el único que ha encontrado su Cristal Animal-fue la respuesta de Dulcea-sus trajes cambiarán conforme cada quien vaya recibiendo uno-agregó. Pero luego la mujer abrió los ojos, con una cara que reflejaba miedo.

-Dulcea, ¿Qué sucede?-preguntó Aelita preocupada.

-Hay problemas en la ciudad-anunció-deben ir inmediatamente-agregó mirando a los chicos con seriedad, y, luego de mirarse unos a los otros por unos segundos, todos asintieron. Pero justo antes de que Ulrich saliera con los demás, Dulcea lo detuvo.

-Ulrich, en caso de necesidad, utiliza el poder del Cristal del León-le aconsejó al alemán.

-Y, ¿Cómo lo uso?-preguntó este apurado.

-Cuando lo necesites, solo invoca su espíritu, y el te responderá-fue todo lo que le dijo Dulcea, antes de dejar que se fuera con los demás.

Cuando llegaron al centro, donde se presentaban los disturbios, vieron desde lejos como la gente corría aterrada.

-Dios, esto es un pandemonio-declaró Aelita asombrada al ver a la gente corriendo despavorida-todos estan aterrados-agregó preocupada.

-Si-concordó Odd-deben estarlo para no notar como estamos vestidos-agregó, ganándose una mirada molesta de los demás-¿Qué? Es verdad, parece que nos adelantamos al Halloween-agregó, al parecer queriendo sonar gracioso.

Decidiendo no contestar el comentario del rubio, los cinco chicos corrieron para pelear contra los Pirañatrones. Ulrich, Odd y Hiroki pelearon con artes marciales, al igual que en el bosque, mientras que Jeremie y Aelita, a pesar de no ser muy conocedores del como pelear, demostraban también tener habilidad en la auto-defensa. Ninguno notó que desde arriba del edificio, Transom y Mullion, cada uno en su forma transformada, veían desde una azotea como el grupo combatía a los Pirañatrones, y de hecho les daban una paliza a los robots.

-¿Quiénes son esos mocosos?-preguntó Mullion molesto. Transom solo sacó un aparato pequeño, el cual comenzó a manipular.

-No lo sé, pero según el escáner, ese del cabello castaño tiene el Cristal-dijo con tono neutro. Mullion solo rió divertido.

-Cuando creí que este día sería aburrido-dijo triunfal-¿te unes, preciosa?-preguntó a la genio.

-Claro-fue la respuesta de la mujer-mantis. Y dicho esto, ambos saltaron de la azotea para plantar cara a los chicos, quienes quedaron atónitos al ver a los que lideraban a los robots.

-Muy bien, mocosos-dijo Mullion con voz autoritaria-no se quienes sean ni me importa, pero tu, el del mechoncito-dijo dirigiéndose a Ulrich-entréganos el Cristal del León y nadie saldrá lastimado-le dijo amenazador.

-Enfréntense a mí y serán ustedes quienes salgan lastimados-fue la respuesta del alemán quien fue rápidamente secundado por sus compañeros.

-Que así sea-contestó el hombre de color, con su típica sonrisa sádica, antes de que el y Transom se lanzaran al ataque. Los chicos se defendían como podían, esquivando las garras del hombre-pangolín y las hoces de la mujer-mantis, ya que aunque el primero era fuerte era lento, y la segunda era rápida pero débil y le costaba moverse con agilidad.

-¿No están ya un poco crecidos para jugar a disfrazarse?-se burló Odd, mientras les sacaba la lengua a los dos villanos, quienes en respuesta atacaron en equipo, aunque el rubio los esquivó.

-Oigan, intenten atraparme-los retó Hiroki, antes de ser perseguido por los dos, pero antes de que lo atraparan se escabulló entre dos autos, en un espacio tan angosto que ni Transom pasaría por el, pero la pelirroja, inteligentemente, corto ambos autos con sus hoces, agarrando al niño. Cuando parecía que lastimaría a Hiroki, Aelita saltó y de una patada la obligo a soltarlo. La pelea era pareja, ya que aunque los chicos tenían desventaja al no tener armaduras como los dos villanos, ellos eran menos y no eran tan rápidos y ágiles como ellos. Fue cuando Mullion, finalmente, perdió la paciencia.

-Suficiente-dijo apretando los dientes-Transom, ¿No dijiste que estos cristales con copias de los verdaderos?-preguntó a gritos a su compañera.

-De hecho, Mullion querido-dijo la mujer con una sonrisa, mientras sacaba su cristal-¡Mantis Religiosa, Desgárralos!-gritó mientras lanzaba su cristal al aire, el cual empezó a brillar con una luz verde pasto. Casi de inmediato, apareció una enorme mantis religiosa, la cual mostraba de forma amenazadora sus dos hoces, brillantes como si fueran de metal.

-Ahora si hablas mi idioma, nena-dijo triunfal el moreno, mientras sacaba su propio cristal-¡Pangolín, Acábalos!-ordenó mientras también lanzaba el cristal al aire, que empezó a destellar con su brillo azul militar. Lo que apareció esta vez fue un enorme pangolín, que amenazó a los cinco chicos con su larga lengua-no tienen mucha confianza ahora, ¿Verdad, mocosos?-preguntó Mullion con una sádica alegría.

-Muy bien, esto es malo-fue todo lo que dijo Jeremie.

-No se desanimen, chicos, tenemos que poder-fueron las palabras que Ulrich dijo para alentarlos.

-Ulrich, pudimos con ellos cuando eran solo ellos, ¿Cómo vencemos a dos animales tamaño caguama?-dijo Odd alarmado, mientras agitaba los brazos para representar el tamaño de los dos animales.

-Dulcea cuenta con nosotros, y no le fallaremos-fue todo lo que Ulrich dijo, y como si fuera un encantamiento eso armó a los otros cuatro de valor.

-Que tierno-dijo Transom con fingida ternura-pero a ver si su valor puede con esto: ¡Mantis Religiosa, Cuchillas de Metal!-ordenó al insecto gigante, el cual sin chistar agitó sus hoces, lanzando un par de cuchillas de luz.

-Y con esto-agregó Mullion-¡Pangolín, Látigo de Lengua!-ordenó a su vez, y el pangolín atacó con su lengua, la cual antes de atacar empezó a brillar. Ambos ataques dieron en el blanco, lanzando a volar a nuestros héroes. Pero, aún lastimado por la fuerza de los dos ataques, Ulrich se levantó y se puso en posición de pelea-Que conmovedor, el niño quiere defender a sus amigos-se burló Mullion.

-No solo lo hago por mis amigos, lo hago por Dulcea, por vengar lo que ustedes le arrebataron,- empezó a decir Ulrich decidido-y es por eso… ¡QUE NUNCA ME RENDIRÉ!-gritó, antes de empezar a brillar con una fuerte luz roja. Sus amigos solo pudieron ver atónitos lo que sucedía con su amigo. Sin que ninguno lo viera, Ulrich sacó el cristal, y alzó la mano en que lo tenía-Espíritu Del León-gritó enérgico, y la luz se intensificó. Cuando esta se disipó, el traje de Ulrich había vuelto a cambiar: Ahora era una elegante armadura de metal reluciente, abajo se veía que usaba cota de malla, y un yelmo, además de portar espada, y un escudo con la imagen de un león(N/a: si han visto las crónicas de narnia, solo imagínense la armadura de peter).

-Wow, Ulrich, te ves… tan imponente-dijo Odd completamente impresionado, mientras sus mejillas se teñían de rojo.

-Ulrich y Odd sentados en un árbol…-empezó a canturrear Hiroki divertido, pero no pudo terminar por que Odd le dio un tremendo golpe en la cabeza.

-Gran cosa, el chico tiene el poder del cristal, con solo vencerlo podremos llevárnoslo-declaró Transom con voz neutral-Mantis Religiosa, ¡Cuchillas de Metal!-volvió a ordenarle a su animal, pero en vez de salir herido, Ulrich simplemente bloqueó las cuchillas con su escudo, dejando perpleja a la mujer.

-Como piquetes de mosquito-declaró Ulrich, sonriendo de medio lado.

-Mira como se hace, Transom-le dijo Mullion a su compañera, antes de chasquear los dedos-Pangolín, ¡Látigo de Lengua!-ordeno al mamífero, el cual atacó al alemán con su lengua brillante, solo para que este se la cortara de un tajo de su espada, enfureciendo al hombre.

-Déjenme mostrarles un verdadero animal-les dijo Ulrich, mientras sacaba el cristal, antes de arrojarlo al aire-¡León, Ruge!-gritó, y del cristal surgió una luz roja. En el interior de éste, se distinguía la imagen en chibi de un león, que fue envuelta en llamas, creciendo, y de pronto apareció un enorme león rojo, cuya melena, garras y la punta de la cola eran de un rojo mas profundo que el resto del cuerpo. El león emitió un potente rugido. (N/a: kienes hayan visto dino rey si, me basé en como se hacen grandes los dinos para hacer esto).

-No puede ser-dijo Transom incrédula.

-Si puede-dijo Ulrich alzando su espada-León, ¡Bola de Fuego!-ordenó vivazmente, y a la orden el león empezó a correr en dirección a los dos animales, pero a media carrera su cuerpo enteró se cubrió de llamas, hasta que básicamente era lo que decía su ataque, una bola de fuego, que alcanzó y carbonizó a la mantis y al pangolín, y con ellos a sus dueños. El impacto del ataque fue tanto, que los dos Cristales Artificiales se rompieron en mil pedazos, y con ellos no solo desaparecieron los dos animales, sino que Transom y Mullion regresaron a la normalidad.

-¿Qué? Pero… ¿Qué pasó?-preguntó Mullion atónito, al ver que ya no usaba la armadura.

-Ese mocoso destruyó mis cristales, lo que deshizo la transformación-dijo la mujer indignada y molesta. Pero al ver que el león gigante seguía allí, simplemente sacó un aparatito-nos vamos, pero volveremos-fue todo lo que dijo antes de activarlo, yéndose con su compañero lejos.

Una vez fuera de peligro, el león se volvió hacia Ulrich, y sumisamente le postró a sus pies, mientras el alemán le acariciaba la cabeza hasta que desapareció, envuelto en una luz roja y regresando al cristal. Luego el chico se volvió a sus amigos, mientras unas llamas empezaron a envolverlo y, cuando estas se disolvieron en el aire, vieron que el usaba su atuendo de gladiador.

-Ulrich, eso fue genial-dijo Aelita emocionada, mientras corría a abrazarlo. Mientras todos sus amigos corrían a felicitarlo, Ulrich simplemente te quedó sorprendido, ya que ni el acababa de creer lo que había pasado.

-Mejor nos vamos antes de que las autoridades vengan-apremió Jeremie, y dicho y hecho todos se fueron de regreso a la Ermita. Cuando volvieron, Dulcea los recibió como héroes.

-Estoy muy orgullosa, lograron no solo detenerlos, sino mantener a salvo el cristal-dijo orgullosa a sus nuevos amigos, quienes solo se ruborizaron de orgullo, todos menos Ulrich, que permaneció serio-¿Qué sucede, Ulrich?-preguntó Dulcea al notar el rostro del joven.

-Esto apenas comienza, ¿verdad?-preguntó Ulrich simplemente. Dulcea solo suspiró.

-Si, así es-fue su respuesta-este fue solo el primero de los cristales, aun quedan varios por recuperar-les explicó a los cinco chicos.

-Y algo me dice que esas personas, Transom y Mullion, también los quieren-expresó Jeremie, mientras ponía rostro pensativo.

-Bueno, que lo intenten, porque no son rivales para nosotros-dijo Odd con una sonrisa, que se propagó entre sus amigos.

Mientras tanto, en el Laboratorio, el Dr. Willow castigaba a Mullion y a Transom por haber fallado, sometiéndolos a una severa tortura de electrochoques, mientras sus dos lacayos rogaban por sus vidas.

-Esos mocosos no me detendrán-fue todo lo que declaró el cerebro, sordo a las súplicas del hombre y la mujer-los cristales, y el mundo, serán míos-declaró con voz siniestra. Dulcea y Ulrich tenían razón. Esto era solo el principio…

Continuará…

Notas finales:

El 2° capitulo de Llamado de la Jungla, por favor todos a los que les haya gustado dejen comentarios. Si no les gustó el diseño del traje de Ulrich perdonen, es que pensé que el traje de samurai ya estaba muy usado y quería usar otra cosa que igual reflejara el valor de Ulrich. Bueno eso es todo. Chao.


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