Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Atrápame León, y después muérdeme por Suzume

[Reviews - 100]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Era de mañana, y Blaise sigue bostezando cada dos por tres. Remuevo sin muchas ganas el café solo, dando un suspiro. Yo también tengo ojeras, y sé, que mis compañeros lo han notado.

-Ya no soy el único que no duerme- dice Blaise riéndose como si se tratase de un chiste y lo es, y me reiría si no fuera por una mirada de la mesa de los leones.

-Pero sigues siendo el único que duerme fuera de la sala- le devolví mientras seguía removiendo, haciendo que el líquido marrón cayera por los bordes.

-Tchs… punto para Malfoy, pero Blaise no se queda detrás y le sigue el juego diciendo: “Lo vi todo”

Derramo la taza, haciendo que el café se desplace por toda la mesa. Miro a Blaise alarmado y el solo sigue mordiendo su tostada, inmune a mi mirada de loco psicópata.

-¿Qué vistes?

-En realidad, ¿quieres que lo diga?- bebe un poco de su zumo de calabaza y se levanta y yo, hago lo mismo.- hay muchas personas que nos miran.

-No, mejor no, vamos.

Salimos del gran Comedor, el comiendo otro trozo de pan y yo, sintiendo la mirada furtiva. Seguimos nuestro camino hasta una de las aulas vacías, cerramos la puerta con un hechizo y silenciamos el aula. Me giro para enfrentar a Blaise, que esta sentado en la mesa del profesor, soltando otro bostezo.

-¿Qué quieres que te diga? ¿Que te vi besando a Potter? Si es eso, si, lo vi todo y tranquilo no pienso decirlo a nadie, para eso eres mi mejor amigo y entre amigos hay confianza y no preguntes lo que hacía por allí, ya te respondo yo, solo fui para coger el libro que se me olvido. Fue tooodo casualidad, menos lo tuyo, claro.

Ahora si, Draco 1 y Blaise 2.

-Gracias… y, en realidad me pillo todo de golpe. Él se acercó, yo retrocedí y de golpe me vi en un juego de…

-¿Labios y saliva?

-Iba a decir primero de palabras y después eso… pero lo… lo que me confundió fue al final, cuando susurro que me amaba.

Blaise se atraganto y comenzó a toser y toser, volviéndose cada vez más rojo. Le golpeo la espalda con fuerza y escupe la comida por el impulso. Respira agitadamente y me mira con los ojos desorbitados.

-Vaya Draco… contigo me llevo muchas sorpresas en un día. Lo tendré en cuenta para la próxima vez, no estar comiendo a tu lado… Ahora si… ¡¿Qué te dijo que?!

-Que me amaba… ¡Merlín! Sé que soy hermoso y todo eso, ¿pero porque Potter?

-E incluso en estos momentos de desesperación tú sigues siendo engreído…A ver, ¿te dijo algo más?

-Emm… si…- me sonrojo pero no me importa, estoy enfrente de Blaise-, que si alguien se atrevía a tocarme, se las vería con el y que no solo temerían al Señor Tenebroso, si no que él le haría competencia.

-Vaya amenaza, propia del niño que vivió. Lo que tienes que hacer es… ¿Te gusta?

-¡Por supuesto que no! ¿Cómo se te ocurre pensar eso?

-Malfoy…- el solo dice mi apellido cuando habla en serio-, La verdad.

-Puede ser… no lo se…. ¡Admito que llevo días pensando en él! Pero eso no puede decir gran cosa.

-Yo digo que te gusta y punto… Lo que tienes que hacer es aclarar tus sentimientos y si realmente te gusta dile que si y si no, le das calabazas. ¿Ves que fácil? Pues andando, que llegamos tarde a clase y ya sabes como se pone Mc Gonagall con los retraso, echa una fiera.

Salimos del aula, yo aliviado por tener los consejos de mi mejor amigo y él, con la advertencia de no comer delante de mi si no quiere ahogarse con mis sorpresas. Corremos hacía la primera clase, llegando justos pero llegamos antes que la profesora; nos pusimos en la cuarta fila a esperar, sin darme cuenta que delante se encontraban la comadreja y la sangre sucia, pero no el cara rajada. Me centro en su conversación al escuchar el nombre de Potter.

-Ron, ¿Dónde estará Harry? Si no llega dentro de 5 minutos…

-Y yo que sé Hermione, se fue corriendo detrás de Malfoy.

¿Corriendo detrás de mí? Bueno, no pudo escuchar nuestra conversación por lo menos… pero algo, algo esta latiendo muy rápido en mi pecho. Me giro hacía Blaise para mirarle, pero él esta centrado en el pelirrojo, observando cada moviento.

-¿Blaise?

-Mmm…- se gira hacía mi, despertando de su sueño.

-No estarás….

Y justo en ese momento aparece Mc Gonagall, haciéndome callar.

-¿Qué?

-Nada… hablamos después.

Y miro hacía adelante, encontrándome, para mi sorpresa a Potter que intenta aclarar un asunto con sus amigos, haciendo que Granger le regañe y que Weasley se ría para sus adentros.

¿Cómo? ¿Cómo ha podido llegar así de rápido? Es ilógico, imposible a no ser que se haya aparecido, pero en Hogwarts no se puede aparecer. Así que volvemos de nuevo a la palabra imposible.

-Hoy comenzaremos un nuevo hechizo…- comenzó la clase la profesora, haciendo que algunos bajaran las cabezas dispuestos a dormir y entre ellos Blaise y la Comadreja.- Haremos parejas de dos… Vamos a ver… Granger con Nott; Lavender y Goyle; Weasley con Zabini, Dean con Crabe….-así sucesivamente hasta llegar a mi turno,- Potter y Malfoy. Ya podéis comenzar a practicar.

-¡No!- digo haciendo que varias cabezas se giren hacía mi.

-¿Hay algún problema, señor Malfoy?- me advierte Mc Gonagall.

-Ninguno, profesora.

Me acerco a Potter lentamente, dando un resoplo. Porque siempre me toca a mí… Debí de haberlo previsto.

-Hola Malfoy- me saluda Potter sonriente.- ¿Has dormido bien?

-Hola Potter- me siento a su lado.- Estupendamente, gracias por preguntar ¿y tú?

-Lo mismo, solo que mis sueños han sido muy dulces… ¿Sabes porque?- me pregunto mostrando picardía en la mirada.

-No quiero saberlo- le corté claramente, sacando mi varita de mi túnica- ¿Practicamos o hacemos otra cosa?

-Hacemos otra cosa, total te sabes este hechizo igual que yo. ¿Te parece si hablamos? Tengo muchas preguntas que quiero preguntarte.

Doy un suspiro al acierto de sus palabras.

-Dispara.

Sin mucho interés miro a la Comadreja sonrojarse cuando su mano toco sin querer la muñeca de mi amigo. Blaise sonreía divertido, pero discretamente. Eso me desconcierta.

-¿Malfoy?

-Ehh… ¿si?- dije bajando de las nubes y mirándole.

-¿Cuál es tu color favorito?

-El Negro y ¿el tuyo Potter? No será el rojo…

Él se ríe y niega con la cabeza antes de jugar con la pluma que tiene entre sus manos.

-No, es el verde ¿curioso, verdad?

-Bastante. Tu un Griffindor echo y derecho que le guste el color verde. Es gracioso.

-Pero sabes… También hay otro color que me llama la atención, y que no dejo de pensar.

-¿Cuál?- digo distraído.

-El color de tus ojos… ese plateado brilla más que una estrella. Luminoso y que muestra tantos sentimientos que me desconciertan… son misteriosos y hacen que quiera investigarlos a fondo.

Y el muy cabronazo me lo dice en el oído, sensualmente. Riéndose ante mi notoro sonrojo.

-¿Cuál es tu comida favorita?- me pregunta, alejándose algunos centímetros. No lo suficiente para calmar mis nervios.

-No tengo un plato específico. Pero me encantan los dulces.

-Con razón tus labios eran tan irresistibles- me dijo soltando su aliento en mi oído, haciendo ver que pasaba las páginas del libro de Transformaciones, para que nadie sospechara. Aunque ya sospechában, no nos estábamos peleando.

-Puedes dejar de decir tonterías- busqué a Blaise con la mirada, pidiendo ayuda un consejo, pero lo vi centrado en Weasley que intentaba hacer el hechizo y sin mucho éxito.- es molesto…

-Molesto no, te pongo nervioso Draco. Admítelo, te gusto, o por lo menos un poco como dijiste hace un rato.

Me congelo y le miro con la boca abierta y con mi labio temblando de furia y vergüenza. Lo ha escuchado. ¿Cómo es posible? ¡Merlín, que humillación!

-¡Eres un jodido Cabron, Potter!- chillo tan alto que Mc Gonagall y toda la clase se gira para vernos.

-¡Malfoy, castigado! Y tu también Potter. Algo has tenido que hacer para enfadar al señor Malfoy. A las 6 en mi despacho-mira su reloj y da un largo suspiro,- podéis retiraros, ha terminado la clase. No olvidéis practicar para la próxima clase.

Potter sonríe mientras se cuelga su mochila en el hombro.

-Nos vemos, encanto- y sin más se va con sus amigos que comienzan a atacarle con preguntas.

-Jodete- le susurro, pero dudo que lo haya escuchado.

Blaise ya esta a mi lado, aguantando las ganas de reírse.

-Pareceis una pareja de recién casados.

-Vaya ejemplo pones, Zabini. ¿No tenías uno mejor?- le digo irónicamente.

-Es el primero que ha venido a mi cabeza- se encoje de hombros y seguimos hacía delante, hacía la siguiente clase que es  doble de Pociones justo de nuevo con los Griffindors.

“Bueno, míralo por el lado positivo. Potter será ridiculizado de nuevo por Snape”

Nos sentamos en la segunda fila y sacamos nuestras cosas para estar preparados. Los leones poco a poco van llegando, dando quejas de todo y entonces, aparece el grupo dorado. Y  justamente tienen que sentarse detrás de nosotros. Seguro que es obra de Potter.

-Este año comenzaremos con la poción Multijugos, quiero que con parejas de tres o de dos-dijo mirándome a mi y a Blaise,- hagáis la complicada poción, tenéis las dos horas para hacer más o menos… algo que sirva para aprobaros. Comenzad.

-Blaise, pásame la mitad de los ingredientes. Cortaré, pelaré y sacaré el jugo de esta mitad, puedes hacer lo mismo con la otra- ni siquiera le miro cuando enciendo el fuego y añado un poco de agua al caldero.

-No hace falta que lo digas, Draco. Ya lo estoy haciendo.

Me giro y lo veo haciéndolo, sonrió satisfecho y vuelvo a ignorar a Potter, que me guiña el ojo ante la mirada incrédula de Granger.

-Añade la espina de Dragón junto con un poco de veneno de araña y corta lo que tienes en la mano. Después lo remoleré al contrario de las agujas del reloj, menos una que lo haré al sentido real. Después caliéntalo durante 5 minutos a 120 grados y después apágalo un poco para que se enfrié…

Blaise sigue mis instrucciones al pie de la letra y sonrió ante el poder que pongo en esta clase. Ni siquiera me contradice cuando le digo que le eche un poco de menta para el buen sabor.

-Psss… Malfoy… ehh… Malfoy- susurra Potter detrás de mí. Vuelvo a ignorarlo y barajó la substancia de color gris. Falta poco para que se convierta en un plateado, como mis ojos,- Malfoy…

-¿Qué?

No tengo paciencia definitivamente.

-¿Eh?- dice Blaise, mirándome confuso. Niego con la cabeza y señalo detrás de nosotros a Potter específicamente. El me mira durante un momento y susurra un “Suerte” y sigue a lo suyo.

-Nada- susurra Potter y vuele a reír.

Maldito hijo de…

-Malfoy… eh… encanto…

Aprieto mi mandíbula fuerte y cortó algunos ingredientes, leyendo el libro. Snape se pasea muy cerca de nosotros, solo un poco más y Potter… ¡Ja! Potter estará ridiculizado.

-Malfoy… Psss… Draco…- le oigo dar un resoplo cuando Snape, de golpe, se planta delante de él.

-Parece, que el Señor Potter esta tan aburrido que decide molestar a otros… Potter, castigado, a las 6 en mi despacho y 10 puntos menos para Griffindor.

Intento aguantar la risa y me tapo la boca con la túnica, pareciendo que me tapo la nariz al añadir uno de los ingredientes.

-Pero señor, a las 6 tengo otro castigo con Mc Gonagall- se queja, empeorando la situación.

-Ya hablare yo con la profesora Mc Gonagall… como te vea molestar a otra persona lo lamentaras señor Potter- y sigue hacia delante, deteniéndose en mi caldero para asentir con aprobación.

-10 puntos para Slytherin para cada uno, buen trabajo Malfoy, Zabini.

Sonrió orgullosamente y miro de reojo a Potter, que, por primera vez en horas no me mira, parece molesto y descarga su furia hacía Weasley y Granger, que intentan ayudarle a calmarlo.

Las dos horas terminan y me dirijo a mi Sala Común. Blaise ha vuelto a desaparecer con la escusa de olvidarse de algo. Con claridad, sé que sale con alguien y supongo que le da vergüenza contármelo. No me importaría si fuera un Tejón o un Griffindor, me alegraría por el, porque esa persona le hace feliz… y es que lo noto en sus ojos.

Me detengo y miro a mí alrededor. Hace rato que siento que alguien me observa, podría ser los pares de ojos de los cuadros, pero lo dudo… están tan a lo suyo que no me prestan atención.

-Sera cosa mía…- y sigo, llegando a un pasillo desierto y sin salida. Me acerco y susurro,- Basilisco-  los ladrillos se apartan para hacer aparecer una hermosa puerta que se abre sin necesidad de tocarla, mostrando los colores de mi casa.

Entro ignorando a todos, subiendo las escaleras hacía mi cuarto, donde entro, cerrando la puerta detrás de mí. Pero cuando estuve en mi cama la puerta vuelve a abrirse y nadie entra por ella, solo se vuelve a cerrar.

-¿No te cansas de seguir a las personas? Primero fue en el expreso, después por los pasillos y ahora, Potter, entras en mi cuarto sin permiso.

La cara del niño que vivió aparece en mitad de la nada, con una de sus sonrisas encantadoras.

“¡Pero que estoy pensando!”

-Nunca me cansaría de perseguirte, Draco. Eres interesante, incluso cuando duermes.

Abro los ojos como dos quaiffs, mientras me levantó.

-¿Me has estado mirando mientras duermo, Potter? Si quieres vivir, di que no, por lo que mas quieras di que no.

-En verdad, no pude no sabía la contraseña, pero ahora que la se…- murmura algo muy bajito que no puedo escuchar-. Pero seguro que igualmente, eres interesante. En mitad de esa cama, dando vueltas con tu precioso pelo rubio despeinado… Ahora que lo pienso, nunca te he visto despeinado ¿Cómo será? Tengo que averiguarlo- me dice el jodido, acercándose, pasándome de largo y tumbándose en MI cama.- Es cómoda y tiene tu aroma… mmm,  vainilla, chocolate y… regaliz. Un plato de los mejores dulces… pero mira que tenemos aquí- Potter saca de debajo de mi almohada mi reserva de dulces, los únicos que me quedan para aguantar este mes.- encontré tu tesoro por lo que veo.

-Dámelos Potter, te lo advierto. No estoy en mis propios cabales para aguantar tus tonterías.

-No son tonterías… vamos a ver, que me ofreces si te devuelvo tus dulces.

-¡No te ofrezco nada! ¡Suéltalos!
-Shhh… ¿quieres que nos oigan? ¿Y si te propongo que dejare de molestarte por toda la tarde? ¿Que me ofreces?

Dudoso pienso. Es bastante poco lo que me ofrece, solo una tarde y encima que estado aguantándole durante días. Poco… muy poco.

-Una semana y te ofrezco… hacerte los deberes de pociones, sé que no es lo tuyo. ¡Ahora dame mi chocolate!

-Es un buen trato si- dice esquivando mis manos por intentar coger la bolsa,- pero también, quiero una cita contigo, este fin de semana, el domingo, eso y hacerme los deberes y yo,  como siempre cumplo mis promesas te devolveré tus dulces y te dejare en paz… durante una semana, di que si, porque es mi limite… en realidad mi limite son 2 horas, pero creo que podre aguantar.

¿Una cita con el? Veo peligro, mucho peligro… ¿Qué hago? Son mis dulces, sin ellos no puedo vivir…

-Y claro, te comprare todos los dulces que quieras.

-¡Acepto!- digo de inmediato y el, vuelve a reírse a carcajadas mientras coge mi mano y me atrae hacia él, dándome un beso cargado de pasión.

Intento escapar, pero el me sujeta de la cintura, y me empuja hacia delante, colocándome encima suyo.

-Suéltame…- susurro, antes de que pueda tomar de nuevo mis labios.

-Draco… te amo- y vuelve apoderarse de mí.

“Me ama… me ama…me ama… ¡Coño, que me ama! Aunque claro, ya me lo dijo la última vez que me beso, pero ahora… es un momento tan intimo, yo encima de él y el, acariciándome la espalda por debajo de la camisa… Un momento… ¡Por debajo la camisa!”

-¡Basta!- y salto de su regazo para ir a cavar en el suelo. Se incorpora y me mira, tocándose los labios.- Bastardo pervertido…

-Esta vez, sabías a café. Sera el de esta mañana…- sigue en su ensañamiento y aprovecho ese momento para arrancarle los dulces y protegerlos en mis brazos.- Bien, el trato esta cerrado, nos veremos el domingo a las 5 en punto… ¿quieres otro beso a modo de despedida?- me pregunta mientras se levanta.

-¡No! ¡Largo!- le chillo y el solo niega con la cabeza antes de coger su capa  y cubrirse con ella. Ahora no lo veo pero espero que su sano juicio le advierta que no se acerque. La puerta se abre y se cierra y suspiro aliviado antes de caer en mi cama…- mierda, huele a él.

Pero huele bien, un olor bastante peculiar.

-Potter…

Y la puerta vuelve a abrirse para mostrar a Blaise.

-Y yo pensando que no te gustaba… Adivino, Potter te siguió, entro en tu cuarto, te robo tus preciadas gominolas e hicisteis un trato para que te las devolviera y tu accediste, te beso y salió tan tranquilo, teniendo una cita contigo y un mes sin hacer los deberes de pociones.

-Y yo ahora te pregunto… ¿¡Como lo sabes!?

-Me cruce con su cabeza en las escaleras- me dice como si fuera normal ver una cabeza flotante.

-Blaise… eres raro ¿te lo dije alguna vez?

-Cada vez que tienes oportunidad. Por cierto, tengo que contarte algo.

-¿Puede ser después? Quiero descansar, me duele la cabeza- cierro los ojos y comienzo a relajarme.

-Pues te va a doler mucho más.

Abro los ojos y le miro.

-Haber dime, que seguro que es una chorrada.

-Estoy saliendo con Ron Weasley.

¡Y una mierda, no es una chorrada!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).