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FOUR SEASONS por Kitsune Nishizono

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Notas del capitulo:

PAIRING: QMI, HANCHUL

RATING: N-17

Notas del Autor: Muchas gracias a alien, yariichula09 (y sus arrimones virtuales -no lo supera-), Inexys, Kuri Makino, rosale, marcy, Yuuka y Arian por sus comentarios!!!.. Las loveo harto!!!!.. ^o^ .... Y gracias a mi profesor de chino, que jamás leera esto (o no podré verle a los ojos) por hacerme llorar internamente con las pronunciaciones... 

Sinopsis: Es normal encontrarse nervioso si vas a impartir cátedra entre un montón de primates poco evolucionados.... y aún más normal entrar en pánico si... (?)

Capítulo 2: Verano 2.0

 

-¡SALUD! -Las copas se entrechocaron sonoramente. Risas y barullo en general. ZhouMi se ríe, divertido, al ver como HeeChul discute con HanGeng hasta convencerle de dejarle sentar en sus piernas (u obligarle). SungMin paladea con deleite un trago grande de vino que ha llevado para celebrar la ocasión.

-¡Ya eres maestro! -el de ojos zorrunos le daba una palmada en la rodilla y el chino asentía entusiastamente.

-¡Estoy tan nervioso! ¡Por un momento pensé que no pasaría el examen!

-¡Ese hubiese sido tu fin! -el mayor de todos le apuntaba acusadoramente con un dedo -¡Te hubiese matado! -HanGeng aprovechó la situación para picarle los costados al de ojos almendrados, haciéndole gritar chillonamente.

-¿El fin de quién, eh?

-¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!... ¡BASTA, HANNIE, BASTA! -Heechul pataleaba entre risas, intentando soltarse del de cabello teñido, con nulos resultados. La copa del mayor se agitaba con fuerza, derramando su contenido contra la ropa de ambos, el suelo y el sofá. Ninguno parecía realmente preocupado por ello. SungMin se limitaba a mirarlos con una mezcla de condescendencia y cariño.

-El tinto no se quita de los textiles... -los otros dos dejaban de forcejear de inmediato, mirando casi asustados al de ojos zorrunos puesto que su sofá es de un color hueso y ahora se decora con sendas gotas rojas por doquier.

-¿En serio? -Heechul abre mucho los ojos. El sofá no es elegante, pero si resistente (ha soportado los embistes de sus gatos, Heebum y Champange) -¡Ahora parece que tiene sarampión! -le da un codazo a HanGeng en las costillas -¡¿Ves lo que provocas?! -El chino, acostumbrado a los cambios de humor, ríe del lado y, tras besarle suavemente en la mejilla, se dedica a hablarle de manera suave en chino. Eso parece calmar de inmediato a HeeChul, que vuelve a acurrucarse en los brazos del menor para prácticamente comenzar a ronronear de felicidad.

-Si, en serio no se quita... y a eso le llamo "técnica ninja ultra secreta para controlar a personas temperamentales"...

-No puedo evitarlo... -Responde el mayor - en cuanto comienza a hablar en chino, siento un nudo en el estómago y se me olvida que pasó...

-Funciona con este tipo de situaciones... pero no es útil si se trata del trabajo o de sus gatos... -aclara HanGeng -entonces, no hay ser en el mundo que pueda controlarle... una vez dejé la puerta entreabierta del departamento. Heebum se escapó y Heechul me hizo dormir una semana en la calle... literalmente... me dijo que quería verme siendo miserable desde la ventana del departamento... así que dormí en la calle, justo bajo la ventana, durante siete días... por favor, jamás se metan con su trabajo o con sus gatos...

-¡Yah! ¡No suenes tan miserable! ¡el día que te dejé regresar, tuvimos el mejor sexo en meses!

-Ungh... -SungMin entrecierra los ojos, fingiendo un disgusto que no siente -deberían de dejar el romanticismo para cuando nos hayamos ido...

-¿Y qué pasó con el chico guapo del bar? ¿Creí que esta vez te duraría más de cinco minutos? -preguntaba HanGeng, preocupado por el puchero que el menor desplegaba.

-Yo también lo creí... al parecer, tengo suerte para conocer tipos con fobia al compromiso -SungMin suspiraba ostentosamente -es porque soy contador, ¿verdad? Nadie cree que un contador es divertido... debí ser actor o cantante y ya tendría un montón de conquistas y gente suplicándome por atención...

-¡Los contadores no son aburridos! -se apresuraba a aclararle ZhouMi, sintiéndose un poco mal por SungMin -¡y tú eres fabuloso! -el mayor le sonrió ligeramente, demostrando que sus palabras eran más drama que realidad.

-Mi, en serio, si no resulta con tu novio actual... salgamos... te pondré casa con tal de poder  ver tu sonrisa todos los días...

-No hagas promesas que no puedas cumplir... -canturrea contento Heechul. SungMin puede jurar que cada vez que les observa, la mano de HanGeng está más cerca de la entrepierna del de ojos almendrados. Espera que no se pasen de melosos hasta que él se haya ido. No desea quedar con daño permanente al quedarse con ciertas imágenes en la cabeza.

-¡Gege! -reclama ZhouMi -¡Lo dices como si lo mío con Kui Xian no vaya a durar! -El mayor le quitaba importancia al comentario con un simple movimiento de mano.

-¿Y dónde está ese fabuloso novio del que tanto hablas?

-Está en la Universidad. Tiene cursos hasta las 8 pm. Prometió venir para acá en cuanto terminase. Le di la dirección y le hice un croquis de toda la zona...

-¿Seguro vendrá? Me hace pensar que tiene miedo de hablar con nosotros... ¿Por qué será? -los ojos almendrados brillaron con cierta malicia.

-¡El vendrá! ¡Y si no lo hace es porque le viste desnudo y te burlaste de él! -tanto SungMin como HanGeng abrían mucho la boca. El primero, de incredulidad; el segundo por que prefería poner cara de sorpresa a admitir que en realidad ninguna acción de su novio podía sorprenderle ya.

-¡Como si no le encantase que un perfecto desconocido le viese desnudo!

-¡No soy un desconocido! ¡Soy su novio! ¡A ti no te gustaría que cualquiera te viese desnudo! -HeeChul se soltaba a reír, negando con esa acción las palabras del menor -¡Gege es tan raro! -Todavía debieron esperar un par de minutos más de conversación antes de que el timbre de la puerta sonase. ZhouMi se levantaba de un salto para ir a abrir, no queriendo que el mayor sea quien vaya a recibir a su novio y aproveche para incordiarle aún más. Abre la puerta con rapidez y se encuentra con un KyuHyun que le mira con una mezcla de felicidad y nerviosismo -¿Estuvo muy pesada la escuela?

-Para nada... -intenta mirar por encima del hombro del chino pero es bastante más alto y no lo consigue -Ahm… yo... ¿Tú amigo raro está aquí? -ZhouMi le jala un poco de la camisa para poder cerrar la puerta y luego lo abraza.

-Perdona... quizá no fue buena idea celebrar aquí...si de verdad te sientes muy incómodo, deja que me despida y nos iremos... ninguno de mis otros amigos se lo tomará a mal...

-No... no... todo está bien... yo... te traje un regalo... para festejar...

-Awww... Kui Xian... ¡no debiste! -El mayor se siente apabullado con todos los pequeños detalles que el menor le proporciona. Por no hablar de los GRANDES detalles. KyuHyun se limita a encogerse de hombros.

-Claro que debí... ya es oficial que tienes trabajo... eso es bueno para mí... significa que habrá Mi para rato... -saca una pequeña caja del portafolio que porta -es... algo sencillo y yo... no sé si te gustará... pero... -le da la caja. ZhouMi la mira con curiosidad. es una caja pequeña. Debe de tratarse de joyería. Debe de tratarse de...

-¡Oh por Dios! -la última palabra sale ahogada de la garganta del chino. Un torrente de emociones le envuelve por completo porque dentro de la caja se encuentra una argolla plateada de apariencia sencilla pero sofisticada. La observa boquiabierto, completamente sorprendido por el regalo -Esto...yo...

-¡Tranquilo! ¡Solo es un anillo! ¡No te lo estoy dando por ningún motivo raro ni te estoy pidiendo matrimonio o algo así! -KyuHyun se apresuraba a aclararle las cosas al chino pues este no quitaba la cara de profundo shock -Lo vi en la calle y... y pensé que te gustaría... mira, ni siquiera lo he grabado para que no pienses que es algo raro...

-...me encanta... -le sonríe ligeramente antes de sujetarle por el cuello de la camisa y besarle apasionadamente. Kyuhuyn deja escapar un sonido de sorpresa para luego rodearle el cuello con ambos brazos y responderle al beso de manera más que deseosa.

-Condimentado... ¿ya vienen o están follando en mi recibidor? -La voz de HeeChul reverberaba por todo el lugar, haciendo que KyuHyun prácticamente se ahogue a mitad del beso. ZhouMi enrojeció hasta alcanzar un tono escarlata encendido. Dejaron de besarse, por supuesto, al tiempo que cada uno se reacomodaba la ropa y se acicalaba.

-Ya... ya vamos... -respondió el chino con voz temblorosa, aún falto de aliento.

-Empiezo a odiarlo... lo juro... -murmuró el menor entre dientes, sintiendo que las mejillas le ardían de lo calientes que se encontraban -¿No pudo enamorarse tu amigo de alguien menos extraño? -Una pequeña risilla nerviosa escapó de la boca de ZhouMi.

-¡Ni se les ocurra ensuciar el tapete! ¡Mis gatos son dueños de ese tapete!

-¡Gege! ¡No estamos haciendo nada en tu tapete! ¡Kui Xian se está quitando los zapatos! -se escucharon las risas estridentes de HeeChul seguidas por algunas palabras murmuradas de HanGeng y la risilla bien intencionada de SungMin.

-¿Puedo ahorcarlo? -Kyuhyun seguía hablando bajo para que nadie más pudiese escucharle.

-No... Geng ge nos mataría antes de dar dos pasos... sabe artes marciales... tranquilo... es agradable... solo... raro... -el menor gruñía ante las palabras. Le parecía que "raro" se quedaba corto -ven, vamos... -ZhouMi le tomaba de la mano a modo cálido, envolviéndola con la suya. Entraron finalmente en la pequeña sala y comedor. De inmediato, tres pares de ojos se enfocaron en KyuHyun de manera intensa. HeeChul sonreía de oreja a oreja, divertido. HanGeng miró con desconfianza al nuevo novio de su amigo y SungMin abrió mucho los ojos de la sorpresa -Ahm... pues... es él... -le soltaba la mano para que KyuHyun pudiese hacer una pequeña reverencia nerviosa.

-Yo... soy KyuHyun... mucho gusto... -el silencio se hizo por un par de segundos hasta que Heechul dejó de sonreír y, dando un par de palmadas, exigía la atención de todos.

-Muy  bien encanto, nos conocimos hace unas horas, así que puedes dejar el nerviosismo del lado y colocar tu lindo trasero en algún punto del sillón...

-¡Hyung! -SungMin miró a HeeChul como si hubiese insultado al menor -No le hables así o jamás dejará de sentirse retraído...

-SungMinnie... defensor de las causas perdidas... -declaraba el de ojos almendrados, encontrando toda la situación sumamente divertida. HanGeng se rió con fuerza a su lado pero, para evitar que el mayor continuase acribillando de manera vergonzosa a KyuHyun le susurraba en el oído algo. De inmediato, la malicia en los ojos de HeeChul se intensificaba y, girando el rostro en dirección de su novio, se dedicaba a besarlo profundamente. ZhouMi suspiró, aliviado. Había terminado el momento de burlarse de KyuHyun.

+++

2 semanas atrás.

                KyuHyun abría los ojos al sentir los rayos del sol lamiéndole lánguidamente la piel, sobre todo los párpados. Gruñe. Su mucama ha olvidado cerrar las cortinas, cosa que es extraña pero no imposible. Se sienta y bosteza largamente, estirando ambos brazos. Parpadea. Frunce el ceño. Su habitación luce desierta por excepción de unas cuantas cajas. Entonces recuerda el bar, al chino de piernas eternas y sonrisa encantadora, el baile, el departamento. Eso le despierta por completo. Mira a su alrededor pero solo está él, medio cubierto por una colcha rosa con estampado de perritos pekineses. Totalmente vestido.

"¡Maldición! ¡Me dormí!"

                Se siente como un completo imbécil. Se ha dormido antes de poder acostarse con ese hombre que tanto le ha gustado.

"¡Que vergüenza! ¡Si Victoria me pregunta y le digo la verdad, se reirá de mí durante meses! ¡Y ni que pensar si le digo a ChangMin! ¡Soy tan torpe!"

                Siente como las mejillas le queman de lo avergonzado que está. Ahora deberá enfrentar a un chino sexy, seguramente muy desilusionado y enojado.

"Dios, si me amas un poco, si me tienes aunque sea una pizca de misericordia, MÁTAME en este preciso instante"

                Pero Dios se encontraba muy ocupado con plegarias más serias como para atender la suya. KyuHyun espero unos segundos para ver si sentía un relámpago fulminante, más nada ocurrió. Desilusionado, se levantó de la cama y, haciendo puchero, se acercó al espejo de pared. Intentó acomodarse el cabello pero tuvo que darse por vencido. Su cabello tenía más actitud que una feminista en una protesta.

"Te odio. Un día te raparé y cuando crezcas serás lacio"

                Abrió la puerta tentativamente y dio un paso fuera de la habitación. El hombre se encontraba cantando felizmente al tiempo que preparaba de desayunar. Contempló su espalda ancha y su cintura estrecha, ceñida por un delantal rosa. KyuHyun parpadeó, confuso. Se trataba de una visión que jamás hubiese esperado del hombre enfundado en cuero que le había coqueteado la noche anterior.

-Bu... buenos días... -dijo apenado. ZhouMi dejó de cantar en el acto para girarse abruptamente. Se miraron a los ojos y ambos se sonrojaron profusamente -¡Lamento haberme quedado dormido! ¡La universidad puede ser agotadora!

-¡Lamento haber sido tan aburrido! ¡Debí ofrecerte otra cosa! ¡Soy el peor anfitrión de la historia! -volvieron a mirarse al darse cuenta que ninguno culpaba al otro. ZhouMi le sonrió tímidamente -Yo... preparé desayuno... es algo sencillo pero... ¿quieres? -antes de que pudiese contestar, el estómago de KyuHyun lo hacía, sonando con un gruñido que dejaría en vergüenza a la fiera más salvaje. Entonces, la sonrisa de ZhouMi se ensanchaba, ocupando todo el rostro, iluminando toda la estancia. En ese preciso instante, el menor decidió que podía morir de felicidad.

"Cho KyuHyun... este hombre es justo lo que estás buscando. Tienes que hacer LO QUE SEA para conseguirlo"

+++

-No sé a quién detesto más... si a HeeChul o a sus gatos... -KyuHyun se sobaba una mano donde unas cicatrices pequeñas pero profundas empezaban a resaltar.

-Intentaste bajarlo de un manotazo... eso no fue lindo de tu parte... -ZhouMi tomaba la mano ofendida entre las suyas, acariciándola suavemente. Habían regresado al departamento del mayor tras la velada de celebración. Después de sobarla unos momentos, le besaba el dorso de la mano, como si con eso consiguiese borrar el dolor de la misma. KyuHyun se giraba para besarle dulcemente en los labios de manera rápida.

-No dejaba de restregarse contra mí... me estaba llenando todo de pelo...

-Aun así... y afortunadamente logró morderte, si hubieses conseguido golpearlo, HeeChul ge te mataría...

-Mudémonos lejos de él... -ZhouMi se rió, encontrando la situación divertida. KyuHyun lo había dicho en serio. Al parecer el de ojos almendrados no había contado nada a ZhouMi pero si a sus otros dos amigos. Le habían mirado fijamente durante un largo momento, evaluándole con intensidad. Al menos resultaban menos abruptos que el mayor y en algún punto, terminaban departiendo con él sin mayores complicaciones.

-Por desgracia trabajaré en la misma escuela... si me mudo, él sabrá donde localizarme... y te culpará por todo... -acarició ambas mejillas del menor de manera tierna, recorriéndola con sus pulgares, para después volver a besarle dulcemente. Suspiró contento. A eso podía llamarle vida perfecta. Casa, trabajo, novio insuperable... si en algún punto había tenido sus dudas con respecto a mudarse de país, en ese momento se esfumaron por completo.

-Al menos nos dejaron regresar temprano... no quiero tener que irme a la casa sin antes acostarme contigo aunque sea una vez...

-¿Debes volver? -ZhouMi no quería que su voz sonara tan infeliz pero no podía evitarlo -¿Por qué no le dices a tus padres que te mudarás conmigo? No tienes que decirles que soy tu novio... comprendo que no quieras confesarles nada, pero podríamos decirles que simplemente somos amigos... muchos universitarios viven solos...

-Mmmmhh... me encantaría mudarme... -KyuHyun le besa repetidamente, dando énfasis a sus palabras -pero no es cuestión de madurar  y que me den libertad... mi familia es... -parece dudar en escoger un adjetivo -... especial... -el chino suspira al tiempo que asiente un poco.

-Comprendo...

-No te pongas así -eliminaba a besos el ligero puchero que ya se formaba en los labios del mayor -mejor piensa en que tu anillo no ha sido lo único que compré para esta noche... -movía ambas cejas de arriba a abajo, como si le hubiese confesado una enorme fechoría. ZhouMi parpadeaba, confundido y curioso, al tiempo que instintivamente acariciaba el anillo en su dedo -Dios... con esa cara que pones... mmmh... espera... veré si logro salvarme de la casa hoy... -sacaba su celular de su abrigo -llamaré a mis padres...

-¡No, no no! ¡No quiero ponerte incómodo con tu familia!

-No lo harás... -le daba otro beso en los labios antes de abrir la puerta y salir del departamento, dejando al chino con una enorme interrogante en la mente:

"¿Por qué siempre que habla con ellos se va a donde no puedo oír la conversación? Sé que es asunto familiar y privado pero, no es como si yo vaya a entrometerme en su intimidad"

                Y como debía esperar un par de minutos, decidió buscar algún cd con el cual pudiese amenizar el ambiente, o al menos, alejar su mente de cualquier pensamiento menos que favorable hacia la familia del menor.

+++

2 semanas atrás.

-Yo... sé que no he sido una buena cita anoche... -KyuHyun miraba sus hotcakes en lugar de levantar la vista para enfocarla en ZhouMi -pero... creo que... ¿Podríamos tener otra oportunidad? Yo... no voy por ahí hablando con extraños pero, de verdad me has gustado... y... y... -empezaba a acribillar su desayuno, picándolo nerviosamente una y otra vez con el tenedor. El mayor le miró fijamente, completamente atontado. No había esperado que de verdad el hombre frente a él siguiese considerándole como una opción tras los eventos de la noche anterior.

-¡Sí! -Abría mucho los ojos, dándose cuenta de lo desesperado que eso había sonado -Digo... si.. sería... un placer... bueno... ya sabes... salir y esas cosas... -El menor terminaba riéndose un poco de lo encantador que lucía el chino -¿Cuándo estaría bien?

-Pues... -KyuHyun parpadeó, meditando las posibilidades. Revisó mentalmente varias veces su agenda -Si tú pudieras hoy... como has dicho que todavía no empiezas a trabajar formalmente y aún tienes algo de tiempo libre... -El corazón de ZhouMi da un salto mortal directo a su café recién hecho de la enorme emoción que siente. No sabe como pero se ha conseguido al hombre perfecto. Es guapo, amable, simpático... pero sobre todo, un hombre profusamente interesado en él. Le falta tacto y le sobran comentarios sarcásticos (como ha comprobado en los últimos 40 minutos) pero son pequeñas cosas que no llegan ni a los talones de sus cualidades.

-Hay un restaurante que me recomendaron... no he podido ir todavía... y los precios son accesibles... -no quiere remarcar el escaso dinero con el que cuenta, pero no le parece que un chico universitario pueda realmente costearse algo elegante, así que prefiere aclararle que se tratará de algo casual. KyuHyun sonríe, parece meditarlo. Finalmente asiente.

-Tengo que irme a clases pero... ¿Cómo a las 7 está bien?

 

+++

 

                KyuHyun regresaba tras hablar con sus padres tan solo para prácticamente lanzársele encima al mayor. Los labios entrechocaron de manera abrupta  mientras que las manos del menor parecían no poder evitar tocar todo lo que estaba a su alcance. ZhouMi soltó una risilla entre besos, un tanto curioso del modo en que el menor parecía excitarse tan fácilmente. Dejó escapar el cd que tenía en las manos, sin preocuparle que este cayese sin más al piso. Le parecía imposible concentrarse en nada que no fuese el hombre frente a él.

-¿Et eee ij...ron... ? -Pretendía ser un "¿Qué te dijeron?" pero la boca del coreano bloqueaba cualquier forma de oración completa, dejando la oportunidad tan solo para respirar ligeramente y gemir. Aun así, el mensaje era captado de algún modo.

-Me quedo... -dejaba de besarle en los labios para poder recorrerle vorazmente la barbilla y el cuello. Los dedos se infiltraban entre el textil de la camisa de ZhouMi y liberaban apresuradamente a los botones de la efímera prisión que resultaban los ojales.

-¿No tendrás problemas? -ZhouMi empezaba a considerar la idea como riesgosa. No deseaba poner en malos términos al menor con su familia, sobre todo si realmente se trataban de personas "especiales". A modo de respuesta, KyuHyun le sujetaba por el cinturón, jalándole en dirección a la habitación.

-Te contaré un secreto... les he dicho que estoy en casa de un amigo, terminando un maldito ensayo para la clase de composición...-el mayor abría un poco la boca, dispuesto a reclamar por la mentira pero casi de inmediato volvía a cerrarla. Después de todo, gracias a ello podía pasar toda la noche con el de cabello alborotado. Entraban al cuarto y el menor le soltaba tan solo para comenzar a retirarse la camisa de manga corta que vestía.

-Eres malvado...seguro que ni siquiera planeas hacer ese ensayo...

-¿Cuál ensayo? Tan solo era un modo de quitarme a mis padres de encima... -ZhouMi suspiró, resignándose a la actitud un tanto desdeñosa del coreano. Este pareció percatarse del desacuerdo porque de inmediato colocaba sus manos a cada lado de la cadera del chino y, suavizando sus facciones, le besaba dulcemente en los labios.

-Hey... no pasa nada... sé que esto afecta a tu sensibilidad de futuro profesor pero, créeme, llegará el día en que ellos y yo hablemos de... "esto"... -señalaba a ZhouMi y luego a él mismo para dar a entender la relación que ambos comparten -y no me importará si están de acuerdo o no, aunque espero lo estén, yo me mudaré contigo y se acabarán las pequeñas mentiras hacia ellos... ¿de acuerdo? -el corazón le dio un vuelco al de piernas eternas con semejante comentario, sintiéndose nuevamente flotar de la felicidad que su relación le produce.

-Bien... -se inclina a besarle un hombro ya descubierto y sonríe tímidamente -perdona por volverme un completo gruñón cuando se trata de responsabilidades... o de mentiras... -volvía a besarle, esta vez en el cuello, haciendo que KyuHyun tiemble ligeramente y se ría, nervioso.

-Eres perfecto, pero si decides ser más paciente al respecto... -dejaba la frase inconclusa en aras de recibir gustosamente los labios que se le ofrecían nuevamente. sus dedos ya volvían a encontrar su camino hasta el abdomen del mayor, acariciándolo en su recorrido en dirección a los oscuros pezones del chino. Apenas se trataba de un ligero y juguetón roce pero no se necesitaba más para que el mayor ya estuviese gimiendo, deseoso de toda la atención que el menor pudiese proporcionarle. Retiraba el último botón del ojal para poder quitarse la camisa antes de abrazar firmemente a KyuHyun.

-¿Qué compraste? Ya no me dijiste... -aleja un poco el rostro para que, al ver a KyuHyun a los ojos, la visión no se deteriore hasta volverle un bizco. El menor sonríe enigmáticamente, quizá de manera un tanto maliciosa.

-¿De verdad quieres saber? -ZhouMi asiente y el menor deja escapar una risilla contenta -lo puse en tu cajón del buró cuando me lo entregó el portero en la mañana...

-¿Te lo entregó? -le mira confuso y curioso, esperando una explicación a semejantes palabras.

-Sí. Creo que empieza a sospechar de tu relación conmigo... me miró extrañado... aunque quizá solo porque le arrebaté el paquete con tanta rapidez como mis reflejos me lo permitieron... -ZhouMi hacia puchero.

-Espero que realmente no crea que hay nada entre nosotros. Sería problemático e incómodo, en el mejor de los casos. KuiXian, debes comportarte y no arrebatarle las cosas a las personas...

-¡Escúchate! ¡Suenas como un anciano! -A consecuencia, el chino bajaba un poco la mirada mientras que las mejillas se le teñían de un lindísimo tono carmesí. KyuHyun se reía por lo bajo antes de besarlas suavemente -eres un anciano adorable...

-Lamento si mi coreano es muy formal...

-Al menos lo pronuncias correctamente... ¡¿Qué le pasa a tu amigo?! ¡Lleva ya un buen tiempo viviendo aquí y no parece poder hablar correctamente ni si su vida dependiera de ello!

-Ahm... pues... no creo que necesite hablar demasiado... da clases de baile y en casa, HeeChul hace casi toda la conversación...

-¿Cómo puede ser una conversación si solo una persona habla?

-Te sorprendería verlos interactuar... -KyuHyun se encogió de hombros, ya no lo suficientemente interesado en el tema para continuar preguntando.

-¿Vas a sacar lo que compré? ¿No te mueres de la curiosidad?

-Definitivamente... -soltaba al menor para caminar hasta la cama y, sentándose en esta, poder abrir el cajón de la cómoda. Dentro había una caja grande. La sacó y se le quedó viendo, sorprendido. De pronto, una idea le llegaba a la cabeza.

-¿Fue esto lo que compraste por internet el otro día?

-Si...

-Eres el mentiroso más grande del planeta... dijiste que era un nuevo videojuego...

-No quería que lo vieras hasta que estuviera aquí...-se sentaba junto a ZhouMi, pasándole un brazo alrededor de la cintura, empinándose un poco para poder besarle la oreja tentativamente -¿No quieres usarlo?... son diez velocidades... yo quiero que lo uses... en mí... -sacaba su lengua para acariciar con ella el lóbulo antes de recorrerle el contorno de la oreja con la misma. El chino suspiró pesadamente al tiempo que se estremecía, sintiendo ya los inicios de una erección.

-Dios, Xian.... eres el novio más fetichista y sexualmente desesperado que he tenido... en serio... - el menor se limita a mordisquearle la oreja hasta hacerle gemir ligeramente. Los dedos del chino pelean contra el empaque que contiene el pequeño pero potente vibrador al tiempo que una mano de KyuHyun desabrocha eficazmente el pantalón de Zhoumi. De inmediato ya tiene la palma del coreano restregándose suavemente contra la entrepierna del mayor.

-Te encanta... -el chino hace un sonido gutural de manera aprobatoria mientras que finalmente consigue retirar el juguete sexual de su empaque. Avienta la envoltura, junto con la caja y los plásticos protectores, en una esquina de la habitación.

-Si, me encanta... me encantas... -recorre lentamente la superficie del vibrador en forma de un huevo un tanto alargado que se conecta a un control mediante un cable delgado y resistente. Sonríe de manera maliciosa al pensar en todas las posibilidades -mmmh... hay un  ligero problema... -coloca su mano encima de la de KyuHyun para indicarle exactamente a qué ritmo desea que le acaricie -no tenemos pilas...

-¿Por quién me tomas? -ejerce un poco más de presión contra la erección del mayor. Este sisea, girando un poco el rostro para poder besar al menor en los labios. Es un beso corto y apasionado, cargado de promesas prontas a cumplirse. Tan solo unos segundos después termina, dejando a ambos deseosos y agitados -también las puse en el cajón... - con premura ya se encuentran separándose tan solo para que ZhouMi pueda colocar las pilas. Cuando regresa su atención a KyuHyun, este ya se ha quitado los pantalones y toda la ropa interior, quedando completamente desnudo en medio de la cama, sonriendo ampliamente.

-Vaya, mi cumpleaños llegó temprano este año...

-Ya puedes ir imaginando el regalo de aniversario que te daré... -ZhouMi se sonroja, básicamente porque no comprende cómo es que ha terminado con alguien tan atrevido como KyuHyun. No es que se queje, de cualquier forma. Se sube a la cama y el menor separa las piernas tanto como puede para recibirle de manera gustosa. El chino se coloca en medio de ellas y de inmediato es atrapado por ellas a la altura de la cintura, rodeándole eficazmente.

-Para eso todavía falta...

-Y más te vale que duremos lo suficiente como para celebrarlo -el de piernas eternas se inclina sobre KyuHyun para besarle suavemente en los labios. Este le pasa los brazos por el cuello y lo atrapa por completo hasta que ambos se quedan sin aliento. ZhouMi enciende el vibrador por error, ocupado como está adorando al de cabello alborotado. La sensación le da en una mano al mayor y en la mejilla al coreano. Ambos dejan de besarse, sorprendidos, para acto seguido echarse a reír, apenados de haberse asustado tan fácilmente.

-¡Wow!... eso... ¡sí que está potente! -El chino apaga el vibrador, notando que ni siquiera ha estado en el nivel más alto. KyuHyun sigue riéndose porque está seguro de que ha dejado escapar un pequeño grito de terror ante la extraña sensación. Ahora se siente completamente tonto.

-Ya no puedo esperar para que lo uses... -se acaricia la mejilla distraídamente, sintiendo un ligero cosquilleo donde le ha golpeado un poco el aparato -quítate de una buena vez la ropa -deja caer sus pies contra el colchón para permitirle movilidad al mayor. Sin dilación alguna, ZhouMi se medio incorpora para retirarse la ropa que aún trae puesta y, una vez que ha tomado también el lubricante, vuelve a colocarse encima de KyuHyun.

-Eres tan hermoso que me ciegas por completo... -el menor se sonroja y oculta su rostro con ambas manos.

-¡Basta! ¡No digas esas cosas cursis que me pongo nervioso! -el chino le besa ambas manos de manera dulce. Le parece que KyuHyun luce tan tierno de ese modo que contrasta de un modo extraño con el hombre cuyo deseo sexual parece no poder ser satisfecho nunca.

-Mmmmh... pero es verdad... anda, quita las manos y déjame verte... -el menor retira las manos, dejando al descubierto unas mejillas completamente escarlatas. ZhouMi se limita a inclinarse un poco más para poder besar con dulzura esa boca que aún conserva un ligero sabor a vino. Las manos del menor empiezan a recorrer el cuerpo desnudo del chino, concentrándose particularmente en los costados, pues sabe que son el punto débil del hombre encima suyo. Este jadea, conteniendo el terrible deseo de olvidarse de toda preparación en pos de satisfacer sus necesidades del modo más salvaje y primitivo existente. Las manos continúan su viaje hasta dar con el trasero del mayor para masajearlo un poco. El de piernas eternas responde al acto atrapando el labio inferior de KyuHyun con los suyos; entonces succiona, una y otra vez, obteniendo como recompensa una serie de palabras deseosas y entrecortadas -Tan brutalmente hermoso... -suelta los labios tan solo para gemir quedamente pues el menor ya está rozando su escroto con un par de dedos -¿Qué debería hacer contigo, Kui Xian?

-De todo... -los dedos se ciernen contra la erección del mayor, acariciándola apreciativamente, asegurándose de recorrerle el glande, pellizcando muy ligeramente la suave piel, obteniendo como recompensa los murmullos jadeantes del chino -bésame, lámeme, muérdeme... márcame y cógeme de todas las maneras posibles...  -ZhouMi gruñe ante las palabras, perdiéndose completamente en el deseo que estas le inspiran.

-Te voy a hacer llorar tanto de placer... -le besa el cuello y luego el pecho, deteniéndose un momento a la altura de la clavícula para dejar una hilera de chupetones y mordidas que le adornan toda el área, como si se tratase de un extraño collar. Después continúa con el descenso, enfocándose en acariciar ligeramente un pezón con su lengua. Este reacciona de inmediato, endureciéndose hasta convertirse en un pequeño nudo al cual ZhouMi se aferra para poder succionar avariciosamente.

-Si... sí... mmmh... -KyuHyun le araña la espalda cuando sus manos suben por la misma hasta quedar a la altura de los hombros del mayor y empujar hacia abajo, incitándole a continuar con el reconocimiento de su cuerpo. El de piernas eternas, pronto a complacer, se deja guiar, permitiendo que su lengua recorra el vientre del coreano hasta llegar a su ombligo, donde lo rodea para luego mordisquear suavemente la piel que lo rodea -Mi... eso... Dios... más...  -levanta las caderas y se restriega un poco contra el pecho de ZhouMi. Este se ríe por lo bajo ante la inminente desesperación del menor.

-Intenta relajarte un poco... ni siquiera hemos empezado...

-¿Relajarme?... No quiero relajarme... quiero que me hagas venirme una y otra vez -vuelve a empujar sus caderas contra el pecho del mayor, restregando insistentemente una erección que necesita ser atendida de inmediato -ohsisisisisisi.... -ZhouMi niega un poco con la cabeza pero encuentra la situación adorable. De una manera extraña y pervertida pero, a fin de cuentas, adorable. Se incorpora un poco, haciendo que KyuHyun gruña desaprobatoriamente.

-Shhh... espera un poco... quiero que puedas apreciar del espectáculo... -con cuidado, se acomoda una pierna en cada hombro y luego, tomando de la cadera al menor, lo jala hasta que los muslos del mismo quedan a cada lado del cuello del más alto. El de cabello alborotado queda con tan solo la cabeza recargada en la cama. Sonríe maliciosamente, comprendiendo perfectamente cómo serán las cosas. ZhouMi imita el gesto, curveando sus labios de un modo un tanto sardónico para inclinarse a besar uno de los muslos e inhalar el aroma del menor, que ya se le impregna por todas partes antes de sacar su lengua y acariciarle desde la parte interna del muslo hasta el inicio del glúteo. Ahí se entretiene un momento, mordisqueando suavemente la suave piel de la unión. Luego hace el recorrido llenando de besos hasta el perineo. KyuHyun admira toda la escena con los ojos entreabiertos, fascinado por la manera en que los labios del mayor se encargan de producirle una sensación parecida a cientos de descargas eléctricas.

-Mi... por... usa tu lengua... -el chino obedece, acariciando el perineo y contorneando un par de veces el esfínter anal del menor. Este se agita un poco ante las sensaciones que le produce el de piernas eternas. Clava sus uñas en la palma de las manos de lo fuerte que las tiene cerradas. Respira de manera agitada y temblorosa, intentando no gritar demasiado al sentir como la lengua del mayor se desplaza tortuosamente hasta su escroto. La expresión de ZhouMi es de semejante placer que KyuHyun siente que puede explotar ahí mismo de tan solo verle. Los labios se parten un poco más para luego acariciar con ellos los testículos, dejando que el aliento cálido produzca un temblor intenso en el menor, que ya no deja de gemir suavemente -M...i...Mimi...

-Apuesto a que quieres un poco de esto... -toma el vibrador y, aún sin encenderlo, lo presiona contra el perineo y escroto del menor, haciéndole lloriquear de anticipación.

-porfavorporfavorhazlo... - el mayor apenas si alcanza a distinguir lo que KyuHyun dice entre bocanadas, a modo de pequeños mantras intermitentes. Quisiera reírse del modo desesperado en el que el menor intenta abrirse más, ofrecerse de mejor manera al de piernas eternas pero no puede hacerlo porque la escena resulta demasiado erótica y dulce para siquiera pensar en mofarse. Por el contrario, se dedica a repartir pequeños besos y lamidas por todo lo largo de la erección de KyuHyun hasta llegar al glande. Lo rodea con sus labios y comienza a succionar y acariciar lo mejor que puede con su lengua. Es un tanto torpe al no estar utilizando ninguna de las manos pues estas están ocupadas en acariciar los testículos del menor al tiempo que con la otra enciende el pequeño juguete sexual para volverlo a presionar contra el perineo y ano -¡DIOS! ¡OHohahaaahhhh! -De inmediato, los dígitos del coreano se aferraban a la base de su pene y al cuero cabelludo de ZhouMi, ayudándole y guiándole a tomarle más profundamente. Apenas están comenzando pero el de cabello alborotado sabe que no durará mucho más. No con el modo en que todas las sensaciones se le agolpan en el vientre bajo, creándole una quemazón rápidamente en aumento- M..i... tu... boca... ¡Dios, eres tan bueno ysimplementeamo tubocaytulenguay...! -continúa gimiendo mientras enlaza frases entrecortadas sin demasiado sentido la una con la otra. El chino se obliga a tomarle más profundamente, sintiendo ya a KyuHyun golpeteándole contra el fondo de la garganta. Respira a un ritmo preciso, evitando las arcadas. Se siente tan bien de poder escuchar todos los sonidos aprobatorios que el menor desgrana gracias a él. Resulta una potente droga que le deja sin otro pensamiento como no sea complacer al de cabello alborotado. Los dedos se le clavan cada vez con más fuerza, los gemidos se convierten en gritos, las pupilas del coreano se dilatan y, con un quejido gutural estridente explota, derramándose en sendos chorros blancuzcos de placer -¡AAAAAAAAHHHHH...AAHHH...Aaaahh! -sigue emitiendo gemidos y quejido aprobatorios bajos mientras ZhouMi le paladea y después limpia con su lengua -Eres tan bueno...

-Mmmmh... lo sé... -el mayor se da permiso de ser un tanto presuntuoso al tiempo que deja el cuerpo de KyuHyun descansar contra la cama para acomodarse encima del mismo y besarle lánguidamente. El menor responde del mismo modo, abriendo la boca y exigiendo una atención más profunda. Las manos acarician distraídamente el cuello y orejas del chino, sintiendo la fina capa de sudor que lo cubre. Sabe que él está mucho más húmedo que ZhouMi tras el orgasmo y le parece completamente injusto. Porque, para ser sincero, no cree que exista nada más sexy que el hombre encima de él empapado hasta la última célula de dermis existente.

-No... realmente dudo que sepas lo bueno que eres... debes haberte acostado con un ejército de personas para poder hacer lo que sea que haces con esa lengua tuya que me pone a todo con solo pensar en ella... -ZhouMi se ríe entre besos, pensando que KyuHyun exagera enormemente. La verdad no cree ser tan bueno como le describe el de cabello alborotado. Y tampoco es verdad lo del ejército de hombres que han pasado por su cama. De hecho, duda poder contarlos más allá del número seis -¡No te rías! ¡Lo digo en serio! -le da un ligero empujón en un hombro. Como las risas no hacen más que aumentar, el menor se aferra a la cintura del chino con las piernas para poder restregarse descaradamente contra la erección del mayor, parcialmente olvidada por los besos y la conversación. De inmediato gime, entrecerrando los ojos en el proceso.

-Kui Xian... malvado Kui Xian... -lo besa en los labios, en la mejilla, en la barbilla. Baja por el cuello hasta la clavícula al tiempo que sus manos le acarician, asegurándose de excitarle nuevamente -Quiero que te gires... -se quita de encima del menor para darle espacio y este de inmediato se coloca en sus manos y rodillas, permitiéndole un mejor acceso al de piernas eternas. Recibe un beso en el inicio de la columna y una suave nalgada a modo de premio. KyuHyun gime suavemente.

-Eres una total molestia... no deberías jugar tanto conmigo...

-Oh ¿No debería?... -posa su lengua contra el pequeño hueco de la espalda que se ofrece antes de desplazarla hacia arriba, saboreando cada milímetro de piel expuesta, recorriendo los ligeros montículos que cada vertebra producen, haciendo que el menor gruña con una mezcla de deseo y desesperación que jamás dejará de producirle asombro.

-Mi... no seas así... -deja escapar un quejido largo, un tanto agudo -te quiero dentro de mí... -y el tono usado es tan agudo y necesitado que ZhouMi sabe que debe dejar el jugueteo del lado o arriesgarse a conocer el enojo del menor. Cosa que ha conseguido evitar hasta el momento y que, prefiere evitarse en conocer el mayor tiempo posible (claro, sabe que tarde o temprano discutirán en algún momento, sobre algún tema, pero mientras pueda librarse de ello, piensa hacerlo). En lugar de ello, toma el lubricante y lo esparce generosamente contra el plástico del vibrador y sus dedos, los cuales desliza brevemente entre las nalgas de KyuHyun antes de introducirlos lentamente. El coreano sisea por lo bajo, sintiendo como su cuerpo cede con facilidad. No por eso le resulta menos incómodo. Esta seguro de que es una sensación a la que jamás se acostumbrará si bien tampoco rechazará nunca. Y es tan solo los primeros momentos los que pasan de manera un tanto extraña. Después de ello, los largos dígitos de ZhouMi golpean de lleno la próstata del menor y este siente que las piernas le tiemblan y los huesos se transforman en gelatina.

-Justo ahí ¿eh? -KyuHyun asiente mientras busca con una mano la almohada para poder abrazarse a esta y morderla un poco. No quiere que los vecinos golpeen enojados a la puerta porque "la novia" de ZhouMi no les deja dormir. Con está acción sus caderas completamente en alto en contraposición del resto de su cuerpo. El chino le besa un par de veces los glúteos y las piernas antes de sacar los dedo y comenzar a empujar el vibrador dentro del menor.

-Ah...Mi... enciéndelo...

-Espera un poco... -continúa metiendo de una manera tortuosamente lenta el juguete, produciendo toda clase de quejidos por parte de KyuHyun. Y el mayor está seguro de que buena parte de esos sonidos son a causa del extraño placer que le produce al menor el hecho de intentar cosas nuevas.

-¡OH! -la exclamación sale un segundo antes de que el menor pierda la capacidad del habla por unos momentos -¡Ahí, Mi, ahí! -ZhouMi comprende que ya está tan adentro como debe estar. Es entonces que remueve sus dedos por completo. KyuHyun respira elaboradamente, sintiendo una presión ligera pero incesante contra ese nudo de nervios que lo enloquece.

-Vaya... -el chino deja escapar una risilla burlona ante las respuestas del menor.  La situación se ve muy prometedora si KyuHyun ya está clavando las uñas en la almohada, maldiciendo por lo bajo y temblando como una hoja de papel en el viento. Lentamente, enciende el vibrador y va aumentando su nivel de potencia, observando de manera fascinada la manera en la que las reacciones del coreano se hacen presentes. Primero esos gruñidos sorprendidos y deseosos, el rubor en las mejillas desplazándose hacia el cuello y orejas, los jadeos suplicantes de "un poco más fuerte", "tus manos en mí" hasta llegar al punto en que KyuHyun no puede soportar por más tiempo de manera pasiva y comienza a masturbarse frenéticamente. Y las manos y boca de ZhouMi le acarician de una manera tan deseosa y desesperada, clavándole los dígitos en la cintura, lamiéndole las caderas, explorándole exhaustivamente -Si pudieras verte justo ahora... -susurra el mayor al oído del otro mientras que mentalmente se dice que habrá que comprar un espejo grande para tal función, y luego se empala contra aquella entrada ya bien lubricada y deseosa que le acepta de inmediato. Puede sentir la vibración en la carne trémula del menor, llevando a ambos a un nivel desesperado de caricias y movimientos poco coordinados, frenéticos en su totalidad. Las nalgas de KyuHyun son golpeadas con dureza por los prominentes huesos iliacos del chino. Una y otra vez al tiempo que una mano se une a modo de cómplice con la del menor.

-¡SISISISISISISISISISI! ¡ASI MI! ¡SOLO SOLO...! -El orgasmo le acomete de modo intempestivo, chorreándose entre ambas manos, empapando las sábanas de sudor y semen. El grito, cargado de placer y satisfacción, es tan animalístico que ni siquiera suena remotamente a KyuHyun. Es totalmente perfecto. Zhoumi continúa empujándose intempestivamente, sintiendo como los músculos internos del menor se contraen una y otra vez, incitándole a derramarse tan profunda y prolongadamente como le sea posible. Por supuesto, es justamente lo que ocurre, llenándole hasta el punto de sentir como algo del líquido blancuzco se escurre fuera del cuerpo de KyuHyun, resbalando lánguidamente por sus muslos internos. Un quejido escapa de los labios del menor cuando ZhouMi sale de su interior antes de apagar el vibrador y removerlo lentamente con ayuda del cable que lo une al control del mismo -La Navidad llegó temprano este año... -El chino se ríe ante semejantes palabras mientras se acurruca contra el cuerpo delgado de KyuHyun, besándole dulcemente la frente.

-Totalmente...Kui Xian... ese vibrador ha sido la mejor idea que has tenido en tu vida...

-Te lo dije... soy un genio... -besa el cuello de ZhouMi a pesar de que ya se siente sumamente somnoliento. Y es quizá esa visión, cómoda y amodorrada, de KyuHyun lo que hace que el mayor desee simplemente pronunciar palabras apresuradas de amor y totalidad. Por supuesto, se conocen desde hace muy poco tiempo y pronunciarlas en ese nivel de la relación no puede resultar bien para nadie pero son tan tentadoras que se enredan en la lengua del chino antes de conseguir reprimirlas. El hombre entre sus brazos parece poder percibirlas de todas formas porque se mueve hasta poder mirar directamente a los ojos del mayor.

-Yo... bueno... va a sonarte esto tonto... -KyuHyun se sonroja, intentando encontrar las palabras correctas -He estado pensando... y creo que de verdad funcionamos juntos... y creo que estás gustándome cada vez más y... -ZhouMi sabe a dónde van esas palabras. Se sonroja completamente al saber que no es el único que piensa de ese modo.

-Me estoy enamorando de ti...  -El menor le mira, abriendo exageradamente la boca, intentando decirle al mayor que es justo lo que planeaba decirle. Farfulla algo. Ambos se ríen y terminan besándose dulcemente, una y otra vez, entremezclando promesas de amor con sonidos aprobatorios. Terminan durmiéndose en un amasijo de piernas y brazos, con ZhouMi acurrucado contra el pecho de KyuHyun y este desparramándose en la cama.

+++

12 días atrás.

-¡¿Aquí?! -ZhouMi miró el establecimiento, sintiéndose tonto y anonadado. Pero sobre todo, sintiéndose muy pobre. La cena del día anterior había resultado encantadora, con ambos colaborando profusamente para que todo funcionase a la perfección. Se habían reído, habían comido bastante pero sobre todo, habían encontrado tantos puntos encantadores en el otro que se decidían por repetir la hazaña y volver a cenar en un restaurante. Para desgracia del chino, le tocaba en un establecimiento seleccionado por KyuHyun y, al parecer, en esta ocasión no resultaba nada módico. Observó los ventanales altos, los pequeños setos acomodados debajo de los mismos, la apariencia occidental y lujosa del lugar -Ah.. yo... -tenía que aclararle que de verdad no podía pagar por aquello. El menor sonrió al ver la cara ofuscada del chino.

-Se come increíble... por cierto... no tienes que preocuparte por el pago, yo me encargo...

-¿Aquí? -Seguía siendo lo único que le podía venir a la mente. ¿Cómo podía pagarse un lugar así un estudiante de música?

-Mi familia tiene algo de dinero... no hay problema... -Y como el ceño fruncido no desaparecía del de piernas eternas, le daba un golpecito en el hombro -anda, pasemos... de verdad no hay problema...

                Cena exquisita, caminata nocturna. El último tren hasta el departamento de ZhouMi. Pedir un café, platicar sobre todo y nada. Y luego revisar el reloj y darte cuenta que las 3 am no es una buena hora para regresar a casa bajo ninguna circunstancia. Besarse. Primero de manera tímida pero ganando confianza rápidamente. Disfrutar del sabor afrutado de un trozo de pastel de cereza compartido por ambos. Terminar durmiendo juntos. La promesa de un posible romance a la mano. Tan dulce. Tan suave.

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-¡Por Dios! ¡No recuerdo como se dice!... ¡PORDIOSPORDIOSPORDIOS! -ZhouMi empezaba a entrar en pánico al tiempo que agitaba su cuchara de forma vigorosa en el aire. HanGeng parpadeo lentamente, analizando la situación, encontrando entretenido el modo en que los eternos brazos de su amigo se movían con cero gracia dentro del perímetro requerido.

-Mi... tranquilo... -la voz es baja y suave, como el mayor siempre acostumbra a hablar -todo va a estar bien...

-¡Voy a ser el peor maestro de la historia, Gege! ¡Cuando alguien quiera hacer referencia a un mal maestro, usarán mi nombre a modo de sinónimo!

-Deberías dejar de hiperventilarte y comenzar a respirar en forma... vas a ser un buen maestro...

-¡¿Cómo voy a ser un buen maestro cuando ni siquiera recuerdo como se dice esto?!... -y continuaba agitando el utensilio de cocina frente a la nariz del peliteñido. HanGeng suspiró al tiempo que negaba un poco con la cabeza. A su lado, Heebum ronroneaba plácidamente, sintiendo la mano de su amo acariciarle detrás de las orejas.

-Es una "cuchara" y es normal que se te olvide... por eso darás clases de chino, no de coreano...  -ZhouMi dejaba de agitarse para mirar con odio a la antes mencionada.

-Tan fácil y yo lo había olvidado...  -el puchero se acrecentaba considerablemente. HanGeng se soltó a reír sonoramente.

-Realmente no entiendo que te preocupa tanto... es seguro que sabes más chino que tus alumnos... no van a intentar saber más que tú...

-Pero... pero... van en la preparatoria y los adolescentes siempre han sido malvados...

-Bueno... sí... pero estoy seguro de que te amarán.. todo el mundo te ama...

-Gracias... -dejaba salir una pequeña sonrisa, sintiéndose un poco menos miserable -Por cierto... Heechul ge, ¿Dónde está?

-Mañana empiezan las clases así que fue a que le cortasen el cabello, ya sabes las políticas de la escuela con respecto a la apariencia... -ZhouMi asentía para luego meterse otro bocado de pastel en la boca.

-¡¿Mi corte está bien?! ¡¿No les pareceré demasiado liberal o algo?!

-¡Relájate, Mi! ¡Luces perfecto! ¡Les vas a parecer un excelente maestro siempre y cuando no empieces a correr en círculos! -el menor de los dos se desparramó contra el sillón, haciendo un enorme puchero y sintiéndose completamente perdido. El domingo anterior al inicio del ciclo escolar había llegado más rápido de lo esperado y aún no se sentía preparado para recibir al lunes -¿Qué te ha dicho tu novio sobre estos estados de pánico?

-Que todo estará bien... y se burla de mí en cuanto se me pasan... -empezaba a patalear un poco, deseando ser tan infantil como HanGeng se lo permitiese (y un poco más, de preferencia).

-¿Lo ves?... -De pronto, el mayor se ponía serio -Por cierto... ¿no vas un poco rápido con él?... Ya prácticamente vive en tu departamento...

-No veo cómo puedes tú decirme eso... Te acostaste con HeeChul gege unas horas después de conocerle y te mudaste para acá tan pronto como el papeleo te lo permitió...

-Supongo que tienes razón... sólo... no siempre es fácil, ya sabes... a veces uno pelea y demás y, en esos casos, yo no tengo realmente a donde ir... claro, tú puedes sacarle de tu departamento pero... si de pronto se le ocurre que quiere quedarse con todo lo que compró en venganza... va a dejarte sin un solo mueble... -ZhouMi escondía el rostro entre ambas manos.

-Ya sé que es una pésima idea haberle dejado comprar todo.. pero ... es tan difícil decirle a alguien que no cuando tienes su boca alrededor de tus genitales... -pataleaba al escuchar la risa sonora de HanGeng.

-Así que resultó ser un manipulador... sé algo de eso...

-Yo no lo compararía con HeeChul ge... Kui Xian no sería capaz de lastimar a nadie... -El mayor se encogía de hombros, no demasiado convencido de semejante argumento -y, de todas formas, no tenía mucha opción... él quería un lugar en mi departamento para jugar... y yo no tenía ni siquiera televisión... y de pronto ya está comprando pantalla gigante 3D y todo tipo de consolas y reproductor de mp3 con bocinas y bafles y no sé qué tantas cosas de las que no tengo ni idea... también exigió que cambiásemos la cama porque la segunda vez que se quedó a dormir yo terminé en el suelo... es que suele patear... y es muy muy complicado negarse cuando parece poder desperdigar el dinero de la manera más pródiga posible...

-Bueno, es obvio que escaso de dinero no está... - miró con cierta preocupación al menor, que seguía con la cara entre las manos, esperando su aprobación -... ten cuidado, vale... -una palmadita a modo de confort y ZhouMi ya está prácticamente encima de HanGeng, intentando averiguar que le ha dicho Heechul sobre KyuHyun.

-Gege... -usa un tono lastimero, tratando también de poner en uso la técnica de chantaje emocional -¿Qué te ha dicho Heechul ge sobre él? -HanGeng le mira confuso, con ambas cejas muy juntas a causa del ceño fruncido.

-¿Decirme de qué? -ZhouMi se muerde el labio inferior, contemplativo. El mayor no parece estar ocultando nada y su cara interrogante luce totalmente verídica.

"Pero si no les comentó nada ¿Por qué todos le veían raro el otro día? ¿Qué hay tan peculiar en él para qué lo noten y yo no?... es jovial, dulce, agradable, inteligente, guapo, energético, divertido, con esa carita un tanto redonda y angelical... mmhhmmm... de verdad me encanta... "

-No, nada... creo que los nervios me están traicionando...

+++

                Sentía la cama enorme debido a que esa noche no tenía que compartirla con nadie. Abrazó la almohada a su lado e inhaló el aroma de KyuHyun impregnado en dicho objeto. Gruñó por lo bajo, percibiéndose como una adolescente enamorada.

"Solo es una noche... y es por mi bien... para que yo pueda descansar y empezar a trabajar mañana... porque además, si él se hubiese quedado a dormir, seguro que mañana no me levanto a tiempo"

                Cerró los ojos, suspirando pesadamente. Si lo pensaba bien, la verdad es que una noche de tranquilidad tampoco sonaba tan mal. Nadie necesita los gritos al otro lado de la recámara mientras su novio maldice por la situación del videojuego en el que se haya enfrascado. Se obligó a respirar lenta y pausadamente y de inmediato el cansancio se hacía presente. Finalmente se quedaba dormido ante la visión de un par de ojos oscuros y una sonrisa linda y divertida.

+++

                Kim HeeChul sonreía un poco cada vez que un alumno le saludaba con una breve reverencia. La verdad es que, en un principio, la idea de dar clases de literatura en aquella escuela no le había sonado para nada tentador. La única razón para haber entrado era su necesidad de dinero y la disponibilidad de la escuela por obtener un maestro dispuesto a no usar las técnicas clásicas de enseñanza. Sin gritos, sin insultos, sin golpes. Para el de ojos almendrados era una oportunidad de hacerse de algo de curriculum en lo que conseguía publicar su primer novela (la cual, hasta ese día, sigue inconclusa). Ahora, tras un par de años de enseñanza, podía admitir que disfrutaba enormemente enseñar a esas jóvenes mentes para moldearlas. O torturarlas. Todo dependía del punto de vista. Y es que, ciertamente, si algo disfrutaba Kim HeeChul, era hacer sufrir a sus alumnos con sus extrañas ideas. Entró al salón de maestros, donde Zhoumi intentaba abrir un paquete de endulzante pero sus manos temblorosas se lo impedían.

-¡YAH! -el chino dejaba caer el sobrecito antes de girarse con una cara de completo terror.

-¡Gege! ¡Me vas a matar de un susto!

-Pffft... ¡Estás más nervioso que una chiquilla en su primera vez! -algunos profesores se reían quedamente ante la alegoría mientras que las maestras comenzaron a ver a HeeChul con cierta aprehensión, amonestándole silenciosamente por semejantes palabras.

-¡Matarme del susto no va a ayudarme! -se agachaba para recoger su sobre y, al levantarse, se daba de lleno en la cabeza contra la mesa -¡Ah! -con lágrimas en los ojos, el chino se incorporaba, sobándose insistentemente la coronilla. Algunos maestros hicieron amago de ayudar al nuevo, algunos otros ocultaron su sonrisa burlona pero, en general, ni se inmutaron de lo ocurrido.

-Condimentado.... eres un desastre... dame eso... -le quitaba el sobre de azúcar, lo vertía en el café y, antes de que ZhouMi pudiese tomar el vaso, HeeChul se apoderaba de él, dándole un trago largo. El menor hizo un encantador puchero.

-Ge...ge...

-Tranquilo... hay más vasos y más café... -tomaba otro vaso y lo llenaba del vital líquido antes de vaciar el azúcar, revolverle y entregárselo al menor -ya está...

-Gracias...

-Ayer me enteré que estabas hecho un manojo de nervios... mi esposa me lo contó todo... -ZhouMi asintió, viendo un tanto raro a  HeeChul. Sabía que delante de todos no podía hablar de HanGeng como tal y se limitaba a mencionarle en femenino para evitar cualquier tipo de sospecha. Aun así le sonaba ajeno -preparó arroz frito de Beijing y te empacó una porción, preocupada de que olvidaras incluso tu comida con los nervios como los tienes...

-Gra...cias... -no estaba seguro de que decir. Normalmente abrazaría al mayor y de inmediato le marcaría al chino para agradecerle entre sendos "gege" pero no podía hacer eso.

-No es nada... -abría su portafolio y sacaba un envase de plástico con el nombre del de piernas eternas escrito en un costado, con marcador indeleble. ZhouMi sonreía, encantado de ver su nombre en pulcros caracteres en lugar de hangul. HeeChul volvía a cerrar su portafolio, se acomodaba el saco y, tras darle una palmada al hombro, se preparaba para salir -Por cierto, ¿A qué hora es tu primer clase?

-A las 10 am...

-¿Por qué llegas a esta hora entonces? Podrías haber dormido más...

-Yo... bueno... quería evitar perderme... y... también quiero darle unos cuantos repasos a la clase, para asegurarme que todo saldrá bien... -HeeChul sonrió del lado.

-Tan dedicado... a mitad de semestre te conformarás si tus alumnos asisten... aún si no aprenden nada... -el resto de los profesores asentía. ZhouMi hizo puchero. No podía creer que todos pensasen de esa forma. HeeChul salía antes de que el menor pudiese añadir algo más. Caminó apresurado, deseando entrar uno o dos minutos antes de la hora al salón tan solo para poder sorprender a sus nuevos alumnos. Le encantaba empezar el año con carne fresca. Por supuesto, él era el único maestro de literatura de la escuela y, por tanto, en realidad ningún alumno podía librarse de él pero, los más divertidos siempre le resultaban aquellos que caían en sus garras por primera vez.

"El primer día de clases siempre es el mejor. SIEMPRE"

                Sonrió al tiempo que daba vuelta a la derecha y luego, sin más, entraba en el salón indicado. Como la campana aún no sonaba, la mayoría de los alumnos no hizo ningún intento por levantarse o saludarle aunque uno o dos, los más educados, vieron nerviosos al resto de sus compañeros, como esperando una señal de alguno. HeeChul sonrió, tomándose su tiempo para sacar una botella de agua de su portafolio, desabrocharse el saco, acomodarse los lentes de pasta que portaba y, para cuando había dado dos tragos a su botella, el sonido de inicio de clases se extendió por todo el lugar. Algunos alumnos entraron corriendo, otros se sentaron un poco más derechos o guardaron sus revistas. Finalmente veían al maestro y se sorprendían bastante de su apariencia. Varias de las chicas escondieron su rostro entre sus manos mientras que otras no pudieron evitar sonreírle ampliamente. HeeChul empezó a repasar mentalmente los rostros. De tan solo verlos ya había localizado a dos de los chicos que seguramente le darían problemas, con su apariencia completamente desaliñada, la pose relajada y, sobre todo, esa actitud desafiante.

-Bienvenidos a Literatura I: Introducción a la literatura nacional contemporánea... Lindo título ¿no creen? -los ojos se enfocaron en él, sin saber si deben o no responder a ello -mmmmh... tan jóvenes, tan lindos, tan callados... veremos si dentro de una semana siguen estando tan atentos... -se giraba para escribir en el pizarrón su nombre y, justo en ese momento, alguien decidía aventarle un papel a la cabeza. HeeChul ni siquiera lo sintió, pues el papel era pequeño y no había llevado fuerza pero alguien se reía ante el acto y eso, por supuesto, desataba la alarma del mayor. Se giró grácilmente, cruzando los brazos y sonriendo sardónicamente -¿Qué es tan divertido? -todos guardaron silencio, por supuesto. No llevaban ni dos minutos de clase como para ya estarse metiendo en problemas. El de ojos almendrados alargo la sonrisa hasta convertirla en una mueca sádica y, caminando despacio, se paraba justo enfrente de la chica que se había reído -Dije ¿Qué es tan divertido?

-Ah.. pues... -HeeChul se inclinó sin dejar de sonreír, acercando su rostro tanto al de la chica que esta retrocedió en su asiento, encogiéndose tanto como pudo. No quería decirle al maestro que había ocurrido porque no deseaba meterse en problemas con nadie del salón pero los ojos almendrados le observaban tan fijamente que daban miedo -a... alguien le tiró un papelito...

-Ooooh ¿en serio? ¿Quién fue?... -la chica negó con la cabeza de manera profusa, indicando que realmente no tenía idea -¡Es una verdadera lástima! ¡Ahora deberé castigarlos a todos! Quiero para mañana un análisis de una novela no más reciente al siglo XVIII. Por supuesto, lo quiero con comentarios y notas al pie de página, con al menos dos o tres referencias en las que se mencione en qué página y renglón de la novela vienen incluidas. El análisis debe incluir un estudio a fondo de al menos cuatro personajes y no deberá ser menor a 15 hojas... -se volvió a poner en posición erguida, admirando como la mayoría abría la boca, completamente sorprendidos de que se les pueda pedir algo de ese calibre. Se lamió los labios, casi paladeando sus próximas palabras -También quiero una reflexión de como dicha novela influyó a la literatura contemporánea y ... ¡casi lo olvido! Sé que suena redundante que se los aclare pero siempre sale el alumno que no parece haberlo comprendido bien.... la novela debe ser coreana, obviamente y... me siento tan sorprendido de que aún no me hayan dicho quién fue el irrespetuoso que osó aventarme a la cabeza un papel y por tanto el trabajo tendrá un valor total del 50% de su calificación final...

-¡¡¡FUE ÉL!!! -al menos 3 alumnos apuntaron hacia un chico de facciones ligeramente redondeadas y aspecto francamente hosco. No habían querido delatar a nadie pero arruinar su calificación desde el primer día no sonaba nada bien. HeeChul asintió, satisfecho de descubrir quiénes serían sus soplones favoritos y quien sería su mayor problema. Se acercó al lugar del joven y este frunció el ceño, aún nada intimidado.

-¿Cómo te llamas? -el chico resoplaba pero daba su nombre de todas formas.

-Kim YoungWoon...

-Un verdadero gusto... me llamo Kim HeeChul, como puedes notarlo, ya que está escrito en el pizarrón... sabes... creo que tú y yo nos vamos a llevar muy bien... tan bien, que creo que durante el receso me sentaré a desayunar diariamente contigo ¿no te parece fabuloso? -El chico le miró con los ojos como platos. Sentarse a la mesa con un maestro sería igual a su ruina social.

-¡No puede hacer eso!

-Claro que puedo... soy Kim HeeChul... puedo hacer lo que sea, créeme...-el de ojos almendrados caminaba de regreso al frente del salón. Aplaudía un par de veces para sacar del estupor a todo. Claramente no estaban acostumbrados a ese tipo de trato -Y como me dijeron quien fue el culpable... reduciré su castigo...

-¡¿Seguimos castigados?! -preguntó uno de los chicos que habían indicado al culpable.

-Por supuesto... no me gusta hacer una pregunta y que nadie quiera responder... quiero el trabajo para entregar a mitad del semestre... -anotaba la fecha en el pizarrón -y, para su desgracia, sigue teniendo un valor del 50% de su calificación total... -escuchó a todos gruñir o gimotear por lo bajo, disfrutando de su primer victoria en el año -ahora, comencemos la clase... -y sonrió. De verdad disfrutaba torturando a sus alumnos.

+++

-¡Aléjese de mí!- YoungWoon le gritó a HeeChul que, de alguna manera, había terminado junto a él en la fila para comprar la comida.

-Nunca... -dijo por lo bajo el mayor, que tan solo compraba algo para beber pues tenía el arroz preparado por HanGeng.

-¡Heenim! -el de ojos almendrados se volteó y sonrió.

-¡Hey! ¡Pero si se trata de Park JungSu! ¡¿Qué tal las vacaciones?!

-¡Increíbles! ¡Sora y yo fuimos a Jeju durante un par de semanas! -YoungWoon aprovechaba el momento para escabullirse entre la multitud y correr fuera de la cafetería -¿Está acaso ese chico huyendo de ti?

-Siempre hay uno o dos de esos en el año... vamos... seguro que se ha ido a la azotea... estos vándalos no tienen nada de imaginación... -el otro maestro empezó a reirse mientras negaba un poco con la cabeza.

-¿Sabes que te llaman el "Inquisidor"?

-Lo sé... me encanta... -el mayor de ambos se reía, haciendo que todo mundo voltee a verlos. La risa de Park JungSu es más llamativa que una sirena de ambulancia.

-Un día le causarás un trauma a alguno de estos chicos...

-Mejor ellos que yo... -se encogía de hombros. Luego, notaba como algunos chicos revoloteaban alrededor del maestro nuevo, encantados con la apariencia atractiva y amable de este -Condimentado lo está haciendo bien...

-¿Condimentado? -JungSu tildaba un poco la cabeza, intentando entender por qué alguien se llamaría así.

-Sí. Vamos con él para que nos acompañe en nuestra cacería de chicos problema... -Ambos caminaron hasta donde ZhouMi le escribía a una chica su nombre en caracteres chinos. Esta sonreía profusamente antes de agradecerle con sendas reverencias y tímidas sonrisas. Los chicos observaron a los otros dos maestros y, en el fondo, se sorprendieron de lo atractivo que todos ellos resultaban.

-¡Gege! -ZhouMi sonreía, demostrando lo contento que se encontraba ante la buena disposición de los alumnos hacia él.

-Veo que tu primer día es fabuloso... necesito que nos acompañes a desayunar afuera....

-¿Afuera?...

-Ya te platicaremos en el camino... -los alumnos hicieron puchero y una clara cara de desavenencia al saber que iban a separarlos de su nuevo profesor favorito pero les dejaron irse para enfocarse en tomar el almuerzo propiamente.

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-¿Creen que fumar los hace "chicos rudos"? -La voz clara y amable de LeeTeuk se escuchó por todo el lugar. A su lado, HeeChul sonreía malévolamente, completamente feliz de haber encontrado a su presa mientras que ZhouMi miraba todo con curiosidad, preguntándose si en verdad estaba bien que los maestros actuasen del modo en que ellos se estaban comportando. Habían tenido que subirse a dos azoteas antes de lograr divisar a YoungWoon en la azotea del edificio principal. Apenas tendrían tiempo de comer ahora pero, si HeeChul lograba probar su punto, entonces sentía que había bien valido la pena. Los chicos gruñeron. No habían esperado semejante visita.

-Se los dije... no tienen nada de imaginación... de hecho, el profesor DongHee tiene una tabla estadística de en qué partes podemos localizar a los chicos problema con mayor frecuencia... las azoteas siempre están en primer lugar. Ahora, ¿les parece si desayunamos todos juntos? -Los chicos retrocedieron un poco, sintiendo que se iban a meter en graves problemas. Sobre todo cuando HeeChul le quitaba el cigarro a YoungWoon sin dejar de sonreírle cual gato de Cheshire para darle una larga calada él mismo antes de apagarlo contra el piso. Horas más tarde, YoungWoon tendría ganas de llorar, al notar que, de algún modo, HeeChul contaba con cuenta de facebook y que, contra lo pensado, el grueso de la población estudiantil le tenía agregado. Y ahí, como nueva foto de perfil, estaba la imagen de los 3 maestros sonrientes, abrazando cada uno a algún estudiante, o dos, conviviendo con ellos como si se tratasen de grandes amigos. Por supuesto, los alumnos tenían cara de horror o de desavenencia absoluta pero, eso era lo de menos. Heechul se había tomado la molestia de editar la foto para poner corazoncitos y estrellitas por doquier, con frases como "amigos por siempre" y "somos los mejores". Todo el mundo iba a burlarse de ellos al día siguiente. Se golpeó la cabeza contra su escritorio, recordando aún las palabras del mayor rezumbándole en los oídos:

"Esto ni siquiera ha comenzado, lindura... vuelve a darme problemas y conocerás el significado de la palabra humillación. En letras mayúsculas y rojas. También, más te vale que te vaya bien en todas las materias... si recibo queja de ti, créeme, soy capaz de ir a conocer a tus padres para decirles lo dulce y lindo que es su hijo que se ha ofrecido a ayudarme todas las noches con mis deberes. Te haré llorar tanto que desearás haber sido siempre un estudiante modelo"

                Sin pensárselo dos veces, YoungWoon sacaba sus libretas para revisar la tarea pendiente y hacerla de inmediato.

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                ZhouMi se sentía contento con lo que llevaba del día. La mayoría de los chicos se comportaban bien con él, mirándolo con una mezcla de admiración y respeto. Quizá ayudaba su altura, que conseguía intimidar a un buen puñado de los chicos, en especial de los primeros cursos, pero también influía el hecho de que su sonrisa parecía capaz de dejar paralizada a cualquier persona y, finalmente, el hecho de ser conocido de HeeChul. No llevaban ni un día completo los chicos de primer grado cuando la mayoría ya sabían que meterse con el de ojos almendrados no constituía una buena idea.

                Ahora, el chino caminaba alegremente hacia el salón de clases indicado. Su última clase de la tarde antes de poder regresar a su departamento, bañarse y esperar la visita de KyuHyun. Lo cual tenía bastantes inconvenientes si lo meditaba, pues sabía que en cuanto estuviesen frente el uno con el otro, prácticamente se arrancarían la ropa con los dientes en lugar de solo acurrucarse un rato para acto seguido cumplir con sus pendientes del trabajo y la escuela. Aun así no deseaba otra cosa que besar esos suaves labios y aferrarse a la cintura del menor durante horas. Siempre quedaba el pretexto de festejar por su primer día satisfactorio de clases.

                Entró al salón entre un barullo general. Sin embargo, en cuanto atravesaba la puerta, los estudiantes comenzaban a ocupar sus lugares y a dejar de parecer criaturas salvajes. Estuvo a punto de cerrar la puerta en la cara de dos estudiantes, un chico y una chica, que entraron corriendo entre reverencias a modo de disculpa y frases cargadas de excusa. El profesor se limitó a sonreírles, en lo absoluto molesto. Dejó sus cosas sobre el escritorio y, tomando uno de los marcadores, escribía en caracteres curveados y alegres su nombre, seguido de la versión coreana para que los chicos pudiesen entenderlo.

-¡Hola! ¿O debo decir "nihao"? -ZhouMi gesticulaba, contento, usando mucho sus manos y brazos, haciéndole parecer un enorme zancudo feliz. Resultaba una visión bastante dulce si se le meditaba un poco -Me llamo Zhou Mi... pero pueden llamarme Joo Mi si eso les facilita la pronunciación... al menos de momento -sonrió, mostrando todos los dientes. Varios alumnos se quedaron embobados con el gesto y probablemente no escucharían el resto de la lección -Deberían llamarme Seonsaengnim pero, como este es el nivel básico de chino, creo que es mejor si me dicen "laoshi"... se los escribiré en hangul y luego en hanzi, ¿correcto? -todos asintieron, entusiasmados ante el tono alegre y prometedor del chino. El de piernas eternas se tomó su tiempo en plasmar en caracteres grandes la palabra maestro antes de girarse y volver a ver a sus nuevos alumnos -¿Alguien quiere intentar pronunciarlo? -todos desviaron la mirada o negaron con la cabeza, aterrados de ser los primeros en convertirse en blanco de preguntas u observaciones -Awwww... todos son tan tímidos... ¡Que linduras!... pero no deben temer, no estoy aquí para regañarles, si no para corregirles y ayudarles... -paseó la mirada por cada estudiante, intentando adivinar cuál debería de ser el adecuado para comenzar. Finalmente se decidía por uno que se hallaba completamente oculto tras su libro de chino, como si se encontrase leyéndolo detenidamente -el libro es bueno... pero sería mejor si me dejas guiarte... ¿Cómo te llamas? -el chico no contestaba. Por el contrario, se aferraba más al libro hasta prácticamente enterrarse bajo el mismo. ZhouMi hizo puchero por un segundo, antes de decidir que, aunque él estaba en contra de la fuerza, en ocasiones debía de ser utilizada. De un par de zancadas cruzaba todo el salón y, con un agarre firme, tiraba del libro. El chico intentó jalar de regreso pero, el acto le había tomado por sorpresa y, antes de realmente poder usar su fuerza, el libro le era arrebatado.

-Y...yo... laoshi... -unos ojos oscuros le miraron de manera implorante mientras que el labio inferior era capturado entre los dientes hasta hacerlo sangrar. ZhouMi parpadeó, horrorizado. Dio lentamente un paso hacia atrás, luego otro, sin atrever a dejar de mirar al chico que parecía querer soltarse a llorar en cualquier momento.

-Qué... les parece... si... abren el libro en la primer página y leen la introducción y la primer unidad... yo... acabo de recordar... -el color se había esfumado completamente de sus facciones - que no... traje la lista correcta... -tomaba la hoja con la que pensaba tomar asistencia- quizá tarde un poco... sean buenos, ¿de acuerdo? -Y tras esas palabras, prácticamente salía volando del salón. Todos se quedaron viendo a la puerta, sin comprender exactamente qué había ocurrido. Todos menos KyuHyun, que cerró los ojos, completamente abatido. Si la expresión de Zhoumi se acercaba un poco a lo que debía estar pensando el mayor, el de ojos oscuros ya podía irse olvidando del chino. A su lado, un chico le sacudía un poco.

-¿Qué fue eso, Kyu-ah? -le susurraba al oído. KyuHyun suspiró pesadamente, sintiendo una creciente necesidad de ir en busca del mayor.

-Min... ¿Recuerdas que te dije que me conseguí un novio?... Yo, quizá... le mentí un poco a esa persona para que se fijara en mí... -ChangMin observó la puerta un momento, dejando que las ideas se conectaran unas con otras.

-Carajo...

-Eso mismo... carajo... tengo que ir a buscarlo...

-Mejor no... ¿Qué tal si alguien empieza a sospechar que es tu culpa el que el maestro haya huido? -KyuHyun asentía, dejando caer la cabeza en el pupitre, sintiéndose la criatura más miserable del universo.

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Notas finales:

Kyaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!... Kitsune is back! (baila Sherlock)... 

 

Muchas gracias por leer este capítulo!!!

 

Y bueno, como siempre, hartas notas al final solo porque puedo (?)

 

Se supone que este capítulo saldría para el día que LeeTeuk se enlistara... como siempre, eso no fue posible pero, deben admitirlo, lo intenté!!!... 

 

Y bueno, ¿No adoran de maestro a HeeChul?... Yo sí.. *0*... de hecho, estaba pensando hacer algún fic ligado a este en el que HeeChul demuestre sus habilidades en la enseñanza... (o sus métodos de tortura pasiva.. XD) 

También, deben quererme porque este capítulo fue eterno, así que no se enojen conmigo por tardarme milenios en actualizar... y hay smut.. mucho smut.. y el smut continuará en cada capítulo de este fic.. (les dije que sería más porno que Determinación)

Y ZhouMi... bueno, es medio despistado mi ZhouMi (en todos mis fics, para acabarla pronto....XD)... 

Y...y... 

¡¡¡FELIZ HALLOWEEN!!!

¡¡¡FELIZ DIA DE MUERTOS!!!

 

Nos veremos en Determinación

O en Disfunctional... el que consiga acabar primero... 

 

Y luego.. será Navidad y ya... XD

 

Besos!!!


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