CAPITULO 2: RECUERDOS DE NUESTRO AMOR PARTE II
—Ya hemos llegado a tu casa Naruto—el blondo seguía sumido en sus pensamientos, todo parecía un sueño, desde los diez años se había enamorado del moreno y los mismos años bastaron para que Sasuke fuera su pareja, la felicidad del Naruto era indescriptible.—Dobe, ¿me escuchas?.
—Sí—la ensoñación de Naruto desapareció al oír al moreno— Gracias por traerme a casa Sasuke—el rubio hizo una ligera reverencia y tocó la puerta esperando que Deidara le abriera.
—Te faltó esto Naruto—el menor volteó a ver a Sasuke y éste aprovechó para darle uno de sus besos rápidos.
—Cierto, Sasuke se me había olvidado—Naruto estaba rojo y feliz.
Nuevamente Naruto tocó la puerta, pero Deidara no abría.
—Naruto ¿No trajiste tu llave verdad?.
El rubio rió nerviosamente—No—respondió, haciendo que el moreno arqueara una de sus cejas.
—Si no abre Deidara estamos fregados.
—¿Estamos? —a completó el menor.
—Claro, no me voy a ir hasta que entres a tu casa
—Sasuke en verdad no es necesario que te quedes, me haces sentir como una chica.
—Digas lo que digas, no me moveré de aquí—Sasuke cruzó sus brazos y se sentó en el frio piso de la terraza del rubio.
—….—
El rubio decidió sentarse en el piso, esperando que su hermano abriera la puerta.
—¿Qué estará haciendo Deidara? —el rubio dijo aquello en voz alta.
—Pues no tengo idea Naruto, tú deberías saberlo. Hablando de Deidara, creo que aún no debería de saber de lo nuestro, él me odia ó eso me da a entender.
—Deidara no te odia—el rubio al ver que aquello no convenció al moreno prosiguió—descuida Sasuke no pensaba decírselo a nadie.
Naruto y Sasuke empezaron a platicar de cosas triviales, sin darse cuenta habían estado ahí veinte minutos, cuando de repente oyeron unas voces.
—Deidara fue un gusto estar contigo—aquella voz masculina llamó la atención a Sasuke puesto que le pareció como la voz de…
—¡Itachi?, ¿Qué hace él aquí? —Sasuke se levantó del suelo y pegó su oreja en la puerta, ignorando que el rubio lo mirara de manera extraña.
—¡Sasuke encontré mi llave!—el rubio sonrió triunfal al ver que la llave de “emergencia” estaba donde siempre, debajo de la maceta; Sasuke sintió un gran alivio puesto que le llenaba de curiosidad saber que hacía su hermano con Deidara. Naruto metió la llave en la perilla de la puerta, abrió la misma y una gran sorpresa los embargó.
Tanto Deidara e Itachi estaban muy cerca de besarse, las respiraciones de ambos chocaban, el rubio por instinto miró a ver la puerta, puesto que ninguno de los mencionados había oído el ruido de la cerradura abrirse, y se llevó una gran sorpresa al ver a los menores ahí.
—¡Itachi idiota! —el rubio mayor empujó al moreno dándole un golpe en la cabeza.
—Eres cruel Dei-chan—Itachi se sobaba su cabeza.
—¡Nada de “Dei-chan”!, mira quien llegó—con su dedo índice señaló a los dos “intrusos” haciendo que Itachi quedara pálido por la impresión.
—Hola Sasuke—Itachi actuaba como si nada hubiera pasado—en este preciso momento te iba a pasar a ver.
—Nos vemos Naruto—Sasuke ignoró el comentario de su hermano y se dirigió a la puerta.
—Hasta pronto Deidara, fue un placer hacer negocios contigo, nos vemos Naruto—Itachi fue tras su hermano.
—Tienes mucho que explicarme Deidara—Naruto se sentó en el sillón de la sala esperando una explicación.
El rubio suspiró y se sentó en el sillón de al lado; a pesar de ser una casa “sencilla” la sala era muy acogedora, en ese lugar era donde los dos hermanos hablaban de sus cosas, puesto que había mucha confianza entre los dos.
—Itachi y yo hemos comenzado una relación—al decir aquello el mayor sonrió—hoy la hicimos formal, desde hace tiempo he estado enamorado de él y viceversa. Naruto bien sabes que cuando nuestros padres murieron yo me deprimí mucho puesto que tenía muchas responsabilidades: cuidarte a ti, las acciones de la empresa, ver por mis estudios y los tuyos, hacer que nada te faltara…
—Siempre te voy a agradecer por eso hermano.
Deidara revolvió los cabellos alborotados de su hermanito y prosiguió: Itachi siempre estaba conmigo, sin darme cuenta me enamoré de él.
—Me da gusto oír aquello Deidara. —para Naruto la felicidad de su hermano lo hacía feliz, Deidara había sacrificado muchas cosas con tal de hacer que todo se mantuviera en orden.
—Pero hay un problema Naruto, como bien sabes por ser hombres nosotros no podemos procrear hijos, sólo los donceles pueden hacerlo. —La sonrisa del mayor cambió a una sonrisa triste—cuando sea la hora de que Fugaku se retire Itachi tendrá que rehacer su vida con una mujer, ya que estando a mi lado no podrá tener descendientes, nosotros también deberíamos de pensar en lo mismo con tal de hacer que todo el esfuerzo de nuestros padres no se pierda.
El rubio se quedo en blanco, era verdad lo que decía su hermano, ellos no eran donceles, por lo tanto, tarde o temprano sus respectivas parejas y ellos mismos tendrían que rehacer su vida con alguien más, eso era inevitable. Naruto al pensar que Sasuke sería feliz con alguien más le destrozaba el corazón, pero el menor no sería egoísta y dejaría que su azabache hiciera su vida con alguien más, mientras tanto cuando llegará el momento lo enfrentarían de la mejor manera posible.
—¡Sasuke no vayas tan rápido! —Itachi trataba de alcanzar a su hermano pero este iba más rápido. —Puedo explicarte como sucedió todo.
—¡Lo que hagas o dejes de hacer con tu vida es tu problema, no el mío! — Lo que en realidad le molestaba a Sasuke era que contaba con su hermano para que Itachi tuviera descendencia en vez de él, pero al ver aquello todo se desmoronó. El menor sintió más coraje hacia su hermano, puesto que Itachi era quien siempre tuvo la “preferencia” por parte de su padre, Sasuke tenía el deber de hacer que la descendencia se cumpliera, eso era lo que realmente le molestaba, él y siempre él se sacrificaba para que todo siguiera en orden, cuando por fin había encontrado la felicidad venía alguien y se lo arruinaba. Sasuke no se daba cuenta de que estaba siendo muy egoísta, pero ¿Quién lo comprendía a él?, la soledad siempre era su amiga desde que tiene memoria. Después de la muerte de su madre, su padre se encargó de meterle muchas actividades, para que fuera el mejor en todo, su padre siempre decía <<>>.
—¡Sé que con esto me dejarás de hablar pero entiéndeme que con Deidara soy feliz, cuando tengas a alguien especial me comprenderás!.
—Alguien especial—se repetía mentalmente Sasuke, los recuerdos de Naruto le invadían la mente, las sonrisas que le dedicaba a Naruto, todo, absolutamente TODO se iba al caño.
—Itachi dime una cosa ¿estás seguro que Deidara no es un doncel?.
—Sí, él no es un doncel.
—¿Cómo puedes estar tan seguro, ya lo comprobaste?.
—Sasuke ya lo hemos comprobado, ni él ni yo somos donceles.
Al imaginarse a Itachi de pasivo Sasuke sintió un escalofrío.
—¿Cuántas veces lo intestaste? —la privacidad de las demás personas era lo que al menor no le importaba en lo absoluto, pero Sasuke se llenaba de curiosidad al oír que su hermano se había comportado como alguien dócil y pasivo.
—¡Eso es algo que no te importa Sasuke! —Itachi intentaba guardar la calma, esa intimidad no pensaba sacarla a la luz pero las circunstancias fueron necesarias para que aquello se supiera. —Sasuke tú puedes dejar descendencia puesto que tú no tienes a tu persona especial. —el mayor cambió de tema, dándole a entender al menor que nunca le diría ese dato.
—¿Eso cómo lo sabes?, ¿no te has puesto a pensar en que Naruto puede ser mi novio?.
—Entonces mis sospechas eran ciertas—aquello sonó más a una afirmación que a una pregunta, el mayor era igual de intuitivo que su hermanito.
Al ver que Sasuke no respondía Itachi continuó hablando: Sasuke aún tenemos tiempo de convivir más con nuestras parejas, nuestro padre aún no quiere retirarse pero llegará el momento en que tú y yo tomemos una decisión.
—Aún no quiero pensar en ello, seguiré como si nada, si quieres vivir feliz te recomiendo que hagas lo mismo Itachi.
Sasuke siguió con su camino hacia su departamento. Itachi respiró y decidió irse a su propio apartamento; intentar hacer razonar a su hermanito era algo muy difícil, a lo mejor al siguiente día el moreno estaría mejor.
Cuando el menor llegó a su departamento cerró la puerta y se dejó caer al suelo, sus puños estaban cerrados y golpeaba el piso con los mismos varias veces.
—¡Maldito sea el maldito mundo!, ¡Maldito sea! —los puños del moreno dolían por el impacto pero eso era lo que menos le importaba en ese momento, ahora necesitaba desahogarse, llorar no era una opción, él era un Uchiha, no era una pequeña y frágil niñita para ponerse a llorar.
El celular del moreno sonó, éste vio que era un mensaje de Naruto.
Sasuke nos vemos mañana en la escuela, descansa.
Sasuke sonrió, Naruto siempre le sacaba una sonrisa.
Tu igual descansa dobe.
Empezaría una relación con Naruto, de ser mejores amigos a ser pareja, un paso grande que no le daba miedo dar, después de todo se trataba de Naruto.
Adiós Teme.
Sasuke guardó su celular y subió a su recámara, hoy era uno de esos días en los que quizá el dormir no formaba parte de sus planes, por suerte mañana no había examen. El moreno miró la hora en su celular y notó que eran las diez y media, el tiempo había pasado volando, los pensamientos acerca de su futuro lo embargaban lentamente.
La mañana siguiente hizo su aparición y la alarma del moreno sonó, con mucho disgusto apagó el ruidoso aparato, bostezó y se estiró.
—Son más seis de la mañana, es hora de levantarme—Uchiha Sasuke no era de aquellas personas que decían: cinco minutos más, él era muy disciplinado gracias a su padre. Sin muchos ánimos se metió a una relajante ducha, aún estaba cansado, el moreno durmió sólo cinco horas pero eso era lo de menos, total ya estaba acostumbrado a desvelarse.
Los baños calientes era lo que le animaba mucho, pero más adelante los baños fríos serían necesarios en su vida, sentía que con ello se relajaba, Sasuke podía pasar horas y horas en la tina pero el tiempo no daba tregua y el azabache lo sabía.
—Fue una ducha relajante—el moreno se secaba con cabello con una toalla mientras que buscaba su uniforme escolar, Sasuke sólo tenía un bóxer puesto y andaba descalzo en su casa. —Aquí está —el moreno dejó se sacarse su cabello son la toalla y al hacer aquello sacudió su cabeza haciendo que algunas gotas de agua de su cabello, aún mojado, salpicaran algunas partes de su recámara.
Terminó de vestirse y peinarse. Tomó su auto, cortesía de su padre, algo sencillo pues a Sasuke no le gustaba llamar mucho la atención y salió a la universidad. Se preguntarán ¿y Naruto?, pues el rubio igual tiene su auto y con él va a la escuela.
—¡Buenos días Naruto! —saludaba Sakura, la amiga del rubio y una de las admiradoras de Sasuke.
—Hola Sakura. —el rubio sabía que aquella iba tras de Sasuke pero la trataba amablemente.
—Naruto ¿y ese milagro que llegas temprano?. —Naruto a pesar de ser un universitario, en la carrera de economía al igual que el moreno y en el mismo salón del mencionado, mayormente llegaba veinte minutos después, por suerte Iruka –su maestro de economía general– lo pasaba por alto. Suerte que aquel maestro “casualmente” le tocaba todos los días y a las primeras horas.
El rubio se quedo pensando lo que le dijo Sakura, en verdad era sorprendente que él llegara temprano, pero algo debió hacerle llegar temprano, ¿el amor quizá?.
—Pues ni yo mismo lo sé Sakura—Naruto buscó su asiento y se acomodó en el mismo, buscó su celular y checó la hora, se sorprendió al saber que había llegado quince minutos antes. —Creo que me pase de puntual—el rubio se rascó su cabeza.
Al poco tiempo llegó Sasuke, el moreno entró como siempre lo hacía: con cara de pocos amigos. El azabache tomó asiento detrás de su rubio novio, el blondo observaba cada movimiento del moreno, al azabache se le veía cansado y algo perdido.
—¿Estás bien Sasuke? —el mencionado salió de sus pensamientos.
—Sí ¿por qué habría de estar mal?. —Sasuke mentía, aún le dolía tener que separarse algún día del rubio, es verdad que Sasuke aún no estaba enamorado del rubio, pero no era difícil enamorarse del escandaloso Naruto.
—Sólo decía Sasuke.
—Hola Sasuke. —Sakura se acercó enérgicamente al moreno pero este sólo hizo un ademán con la cabeza. —¿Cómo amaneciste? —aquella chica no se daba por vencida, siempre intentaba hacerle plática al moreno pero este siempre era frío con ella.
—Igual que siempre—el moreno suspiró hondo, ya estaba harto que ella se le acercara con otras intenciones… ¿De qué otra forma podría hacerle entender que él no estaba interesado en ella?, Sasuke sigilosamente volteó a ver al rubio y vio que este estaba ¿leyendo un libro?, eso era raro de Naruto, el blondo sólo leía libros cuando había examen.
Mientras Sakura hablaba y hablaba, el moreno veía lo hermoso que se veía el rubio con su cabello alborotado, como siempre, su traje azul con el escudo de la universidad, pantalones del mismo color y corbata roja. Pero lo que más amaba eran las orbes azules de Naruto, parecían un par de zafiros.
—¿Sasuke me estás oyendo?.
—Si Sakura, si te oí—contestó asteado el moreno.
Cuando Sakura iba continuar “entreteniendo a Sasuke con su interesante plática”, llegó la salvación del moreno.
—Hola Ino—saludó el rubio, la rubia correspondió el saludo con una gran sonrisa.
Yamanaka Ino, una atractiva chica de cabello rubio, ojos azules y buen cuerpo. Aquella joven era la mejor amiga del moreno. Aquella muchacha era parte del club de fans de Sasuke, pero la rubia era la más cuerda de todas las locas que conformaban aquel club, ya que la chica no estaba tan obsesionada con el moreno; ella decía que tanto hablar de Sasuke fastidiaba, las otras chicas siempre la apedreaban (literalmente) y le decían que se saliera del club, pero ella decía que era divertido estar ahí.
Es verdad que Sasuke alguna vez pensó en salir con la rubia, Naruto estaba enterado de aquello, pero se arrepintió puesto que Ino le dijo: Sasuke fíjate a tu alrededor, es cierto que yo te amo, pero hay una persona que te ama con todo su ser, ¡Sasuke eres un idiota date cuenta de quién es!. Ino hablaba de Naruto ya que la rubia sabía de los sentimientos del blondo. Pero Sasuke el despistado no se había dado cuenta de que Naruto le amaba, mejor dicho no se dio cuenta hasta que el rubio se lo dijo en la cara.
Sakura bufó puesto que esta sabía de la gran amistad de la rubia y el moreno.
—Hola Ino, que gusto verte—dijo sarcástica Sakura.
—¡Qué bueno que a ti te de gusto verme porque ver tu cara me da náuseas! —Ino no se llevaba bien con la chica de cabellos rosas. El motivo era que la Haruno siempre hablaba del moreno, Sasuke esto, Sasuke aquello, Sasuke lo otro, siempre era el azabache, no es que Ino estuviese celosa, pero cuando alguien habla mucho de una persona llega a hartar. —Hola Sasuke—Ino se sentó al lado del moreno y eso hizo que la Haruno se fuera molesta.
—Gracias por quitarme a Sakura—era raro que Sasuke hablara y mantuviera una amistad cercana con una mujer, Ino era la excepción, aquella rubia era un gran apoyo para el moreno.
—No hay de que Sasuke, dime ¿ya son novios? —Ino estaba al tanto de los sentimientos “confusos” de Sasuke, ella sabía que el moreno sentía algo más “especial” por Naruto, estaba enterada de que el blondo iba a declarársele al moreno. La Yamanaka le dio ánimos al menor para que éste le dijera al azabache de sus sentimientos.
—Si ya somos novios desde ayer. —Sasuke inconscientemente soltó una sonrisa que no pasó desapercibida por la rubia.
—¡Me da gusto oír eso! —Ino le dio unas palmaditas al moreno en forma de felicitación. —¿Ahora que sigue Sasuke, ya lo hicieron?. —la mirada de ella pasó a una pervertida.
—No, aún no…eres una pervertida —el moreno se repetía una y otra vez, “Dame paciencia con esta loca” —además si lo hacemos nunca te lo diría.
—Eres cruel Sasuke, pero tendré mis formas de saberlo—Ino volteó a ver al rubio y éste seguía con leyendo el libro.
—Estás loca Ino, MUY LOCA—recalcó lo último haciendo que la rubia riera.
—Alumnos es hora de empezar la clase—Iruka había llegado al aula, acomodaba sus cosas pero se percató que el rubio se encontrara en el aula ¿leyendo?. El promedio del rubio era bueno, más no excelente, el mayor se sorprendió ver al rubio ahí—¡Es un milagro, Naruto llegó temprano! —al decir eso las risas no se hicieron esperar.
Un año pasó volando, la relación de Sasuke y Naruto cada vez iba mejor, puesto que su relación de amistad iba mejorando. Ahora ellos eran amigos y novios, se contaban todo y se la pasaban muy bien estando juntos. Los conocidos más cercanos del rubio ya sabían acerca de la relación de ellos dos, algunos le dieron las gracias al rubio por hacer que Sasuke dejara de estar de amargado, el club de fans de Sasuke lloraron por tal decepción pero ellas no negaban que ambos, Naruto y Sasuke, hacían una perfecta combinación.
Por su parte Sakura aceptó la derrota y felicitó al rubio y al moreno, aquel acto sorprendió a Ino y hasta el mismo Sasuke, pero qué más daba si Sasuke era feliz, ella también. El rubio sabía que en cualquier momento llegaría el siguiente paso de la relación, eso lo ponía nervioso y a la vez ansioso puesto que se daría a conocer si el rubio era doncel o no.
—¿En qué piensas? —Sasuke estaba en una heladería junto con el rubio, ambos estaban comiendo un helado y el rubio estaba pensativo, eso hizo que el moreno sintiera curiosidad acerca de los pensamientos de Naruto.
—En nada importante—Tanto Sasuke y Naruto habían ocultado su sentir acerca del día de la separación; el moreno prefirió olvidar aquello por el momento, él no planeaba preocupar a su rubio amor, aunque Sasuke tuviera curiosidad de saber si su rubio o él eran donceles.
—Dobe, hoy cumplimos doce meses. —el moreno le hacía feliz mencionar aquello, Naruto le cambiaba su vida.
—Sasuke—el rubio llamó al moreno, haciendo que este lo viera fijamente.
—Dime, Naruto —Sasuke sabía que el momento había llegado, igualmente quería poseer al rubio y saber si este era un doncel.
—Quiero otro helado—Sasuke por poco se cae de la silla, pero su rubio era así y no lo cambiaría por nada.
Ambos ya habían regresado de la plaza, Naruto había conseguido su helado y estaba feliz. Sasuke había dejado a Naruto en su casa y estaba a punto de despedirse, pero el rubio le paró y lo invito a pasar. El azabache entró, cerró la puerta y de un momento a otro Naruto le besó ferozmente. Aquel beso se tornó más salvaje y los cuerpos chocaban debido a que el moreno había hecho que el beso se profundizara.
—Sasuke ya es tiempo—dijo un agitado Naruto al separarse del beso.
—¿Estás seguro?, ¿Qué ocurre si tu hermano nos descubre?. —Sasuke quería hacerlo pero tenía cierto temor en Deidara y la reacción de éste, puesto que el rubio mayor era un poco sobreprotector con el rubio.
—¡Eso que importa?, yo quiero sentirte—aquella palabra dicha por el rubio encendió a Sasuke.
Tratando de mantener la cordura, el moreno y el rubio se fueron a la habitación del último. Al llegar a la misma, Sasuke cuidadosamente acostó a Naruto en la cama, el blondo empezó a quitarle la camisa al moreno, Sasuke no se quedó atrás e igual le empezó a quitarle la camisa al rubio.
Las manos de Naruto desabrochaban desesperadamente los botones del moreno; cuando por fin había desabrochado el último botón, Sasuke se la quitó desesperadamente, dejando al descubierto su abdomen, el cual se veía que estaba trabajado. Naruto no se quedaba atrás, el igual hacía ejercicio, puesto que estaba en muchos deportes, fútbol, natación, basquetbol….La desesperación de ambos hizo que sólo estuvieran en bóxer.
—Eres muy rápido Sasuke. —se burló el rubio.
—¡Calla Naruto!—Sasuke se bajo su bóxer dejando ver que su “amigo” necesitaba atención.
El rubio jaló a Sasuke y lo besó, haciendo que el miembro de Sasuke chocara con el suyo, eso hizo que el rubio soltara un gemido en la boca del moreno, Sasuke tocaba el bóxer del rubio para bajárselos, al encontrar aquella prenda la tiró sin pudor alguno, haciendo que el blondo estuviera en las mismas condiciones que él.
—Ahora ya estás desnudo.
Naruto se sonrojó hasta las orejas al oír aquel comentario, pero después de todo Sasuke era el único que le veía desnudo, era el único a quien le iba a dar su virginidad, el moreno iba a ser el primero y último.
—Dobe elige, ¿boca o manos?.
—¿A qué te refieres con eso? —el rubio era algo lento en aquello.
Sin esperar respuesta Sasuke metió en su boca aquel trozo de carne, haciendo que el rubio arqueara su espalda por el placer, las lamidas no se hicieron esperar, lamía aquello como si fuera lo más delicioso y único.
—Sasuke más despacio, que me voy a venir rápido—la voz de Naruto se oía llena de lujuria, eso al moreno no le importo y siguió haciendo su labor aún más rápido.
La boca del moreno fue inundada por la semilla del rubio.
—Perdóname Sasuke—Naruto estaba apenado por aquello.
—No te preocupes, dobe—al decir eso Sasuke lamió sus dedos como si la semilla del rubio fuera un dulce, el rubio estaba muy sonrojado.
—¡No hagas eso! —regañó el rubio.
—¿Por qué no?...prueba un poco de tu semilla —Sasuke besó al rubio haciendo que éste probara de su propio semen, la lengua del azabache jugaba con la del rubio, ambas lenguas chocaban.
Mientras el beso estaba en su mayor intensidad, los dedos juguetones del azabache tanteaban la entrada del menor, el primero dígito empezó a entrar, eso hizo que el rubio se retorciera por el dolor.
—Relájate Naruto —el primer dedo iba ensanchando aquella entrada, sin esperar más el segundo dedo entró, aquel dígito era menos incómodo que el primero pero aun así dolía.
Una mano del moreno se dirigió al miembro del rubio y empezó a hacer movimientos lentos, entreteniendo al rubio Sasuke metió el tercer dedo, Naruto dio un respingo, el mayor seguía masajeando la parte noble del rubio, aquella ola de placer era indescriptible. Sasuke parecía un experto al hacer tal cosa, al rubio le entró cierta duda si Sasuke era virgen, pero recordó lo que el moreno le dijo: <<Tú has sido mi primer beso Naruto>>, eso calmaba al menor pero no estaba demás en preguntar.
—Sasuke me vengo—Naruto gimió y soltó de nueva cuenta su semen.
—Lo sé.
—Ahora es mi turno de venirme—el moreno colocó las piernas del rubio en sus piernas—si te duele dime.
—Tengo nervios Sasuke.
—Yo igual —eso lo dijo en voz alta haciendo que Naruto se asustara más.
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó un asustado rubio, la calma se había ido al caño.
—Deja de hablar que necesito venirme —Sasuke se acercó más al rubio, le acarició sus hebras rubias y de una sola estocada haciendo que Naruto apretara sus labios y agarrara con fuerza la sábana blanca. —¿estás bien? —Sasuke se había asustado con la reacción del rubio.
—Estoy bien Sasuke —Naruto respiraba agitadamente—pero me duele.
—Lo sé, pero aguanta, pronto se te pasará, me avisas cuando pueda moverme ¿sí? —Sasuke no aguantaba más, su miembro necesitaba soltar su semilla, pero por el rubio era capaz de aguantar horas, bueno tanto así no, pero minutos sí.
—Ya puedes moverte Sasuke—Naruto movió sus cadera para acomodarse mejor.
Sasuke empezó a moverse en el rubio, Naruto arañaba la espalda de Sasuke y gemía desesperadamente.
—Naruto, voy a ir más rápido.
El rubio asintió.
—Te amo Naruto.
Naruto abrió grandemente sus ojos ante tal impresión.
—¿Enserio Sasuke?.
—Sí, te amo con locura—al moreno le costaba hablar puesto que seguía embistiendo al rubio, las gotas de sudor resbalaban por sus mechones negros.
—Yo igual te amo Sasuke—el rubio sonrió ante tal confesión. —más rápido Sasuke—pidió el rubio con pasión.
Sasuke siguió embistiendo al rubio, éste –con su entrada– apretaba el miembro del moreno, haciendo que el mencionado no aguantara más y se viniera dentro del rubio, el rubio imitó el moreno pero este se vino en el dorso de Sasuke.
Sasuke cayó encima del rubio y salió de éste.
Ambos estaban cansados, dormir un rato no les haría mal.