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Nuestra Pequeña Rutina por lakyday

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Notas del capitulo:

ahora es cuando he de poner una...

ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE LEMON (O ALGO ASI) ASI QUE NO ES RECOMENDABLE PARA MENORES DE 18.

 

por fin algo de lemon *u* espero no decepcionar porque esto recien comienza jajaja

Capítulo 18: Un nuevo comienzo, parte II.

 

Luego de tener todo listo se sentaron a la mesa a comer los deliciosos platillos. De vez en cuando Kyu insistía en darle a Ryu la comida en la boca y éste lo rechazaba avergonzado en cada oportunidad. Hasta que por su tozudez se rindió y lo dejó hacerlo, entonces Kyu supo que en realidad no era nada especial y lo dejó en paz. El dragón agradeció aquello y pensó lo mismo.

Cuando terminaron de comer levantaron la mesa y se dispusieron a la tarea de lavar todo lo que habían ocupado. Como hacía calor no demoró en surgir una pelea con agua que empezó Kyu y pronto terminó Ryu porque no tenía ropa para cambiarse.

Estaban tranquilamente terminando de secar todo cuando una melodía sonó en el aire. Ryu se acercó a su bolso para coger su celular que era el causante del ruido. Vio en la pantalla que se trataba de Yurie, colgó y se lo metió en el bolsillo del pantalón. Toda la felicidad que estaba viviendo, desde la mañana hasta ese momento, se había hecho cenizas con esa llamada y el recuerdo de su gran secreto. Cuando volvió al lado de Kyu y retomó su tarea éste sonó otra vez. El dragón iba a colgar de nuevo, sin embargo, un preocupado peliverde le ordenó que contestara.

 

- qué quieres? - fue lo primero que dijo en un tono muy descortés.

- me gustaría saber dónde está para ir a recogerlo, maestro.

- no necesito que vengas por mí, desde aquí voy directo a la DDS -respondió molesto, ya que no quería tener nada que ver con Meiosei cuando estaba con Kyu.

- está en la casa de ese chiquillo, no es cierto?

- y qué con eso?

- no me traicione por favor -le rogó vulnerablemente la mujer sin lograr convencer al dragón.

- ya para con eso.  No lo haré, así que déjame en paz.

 

Y colgó.

 

- qué fue eso...- murmuró atónito el peliverde.

- es Yurie que no para de acosarme -le respondió molesto sin verlo a los ojos.

- debe estar preocupada, le dijiste que venías a mi casa?

-no...

-ves, sólo estaba preocupada por ti.

 

Ryu chasqueó la lengua y mientras salía de la cocina, ya que había terminado su tarea, le murmuró:

 

- tú no entiendes nada...

 

Kyu se quedó parado mirando hacia donde el peliazul había desaparecido. Claro que no entendía nada, precisamente porque Ryu nunca le decía nada. Y odiaba eso.

 

Luego de que el peliverde terminara también, siguió a Ryu a su habitación, ya que no lo encontró en los demás lugares. El dragón estaba sentado en el suelo junto a la mesita que había allí, hojeando el cuaderno de tareas que el peliverde había estado resolviendo en la mañana.

 

- ya se van a acabar las vacaciones y todavía no termino mis deberes jeje - se rascó la nuca avergonzado, ya que Ryu siempre le regañaba porque no se ponía a ello.

- necesitas ayuda?- le preguntó el dragón con un tono calmado que dejaba en el olvido el episodio en la cocina.

- onegai... - suspiró resignado el peliverde.

 

Luego de ayudarle con algunos conocimientos, Ryu se levantó, tomó uno de los mangas de Kyu y se tendió en la cama a leerlo mientras el peliverde hacía su tarea. Al parecer el dragón había superado la molestia de antes y estaba muy calmado. Sin embargo, a Kyu todavía le daba vueltas en la cabeza aquella escena, sobre todo la última frase que le había dicho. Aún así trató de imitar a su compañero y se sumergió en su deber.

 

Ryu estaba por terminar el manga, aún tendido en la cama de Kyu, cuando éste tomó aire ruidosamente y luego se llevó ambas manos a la cabeza para frotársela con desesperación, mientras maldecía al aire. Ryu sonrió de medio lado al verlo, le hacia mucha gracia.

 

- quieres que te ayude?- le preguntó con tono despreocupado.

- aha... -le respondió abatido, no le gustaba hacerle perder el tiempo a Ryu y por eso prefería cuando no tenia que explicarle la misma cosa dos veces.

 

El azulino fue a su lado, se arrodilló y centró su atención en los garabatos que había hecho el peliverde en su cuaderno. Cuando comprendió qué estaba mal le pasó un brazo por los hombros para consolarlo y comenzó a explicarle su error.

Kyu miraba lo que el dragón escribía y oía la explicación que le daba, sin embargo, no podía concentrarse en una ni la otra. Su mente estaba totalmente ocupada en sentir aquel suave abrazo y el dulce calor que emanaba del cuerpo tan próximo de su novio.

 

- Kyu, me estás escuchando?

- ah, lo siento jeje... Qué me decías?

 

El peliazul suspiró un poco molesto y empezó a explicar todo desde el principio. Pero a la mitad se detuvo porque sintió que Kyu no dejaba de mirarlo.

 

- oye, de nuevo no estás poniendo atención? -preguntó molesto.

- no... -le respondió sinceramente con un poco de culpa en la voz.

 

Ryu retiró su brazo, se separó de él y se iba a poner de pie mientras le regañaba y le decía que no volvería a repetirlo, cuando el de ojos dorados le tomó de la ropa a la altura del pecho para detenerlo y juntó sus labios en un beso casto. Al separarse Ryu estaba dócil y él le murmuró:

 

- lo siento, me estabas abrazando y estabas muy cerca de mí, así que no podía concentrarme...

- ah... si fue eso entonces no lo haré más -le dijo en algo que pareció una disculpa.

- no! quiero decir, me gusta tenerte cerca y sé que no eres de las personas que  demuestran sus sentimientos fácilmente, pero no quiero que sea como antes. Ahora somos novios cierto? -el dragón asintió atento a las palabras de su compañero- sip, entonces no tiene que ser como antes, cuando tenía cuidado con mis gestos porque tenía miedo de molestarte. Quiero ser libre de demostrarte todo lo que me haces sentir y quiero también que tú lo hagas, porque me hace muy feliz saber que me quieres, sólo a mí. Por eso, quiero sentirte más cerca que antes, así que por favor no te alejes donde no puedo alcanzarte - le dijo recordando lo ocurrido en la cocina- No te contengas.

 

Ryu quedó muy sorprendido por las palabras del peliverde, tan atrevidas como inocente era su intención. Luego sonrió de medio lado con resignación.

 

- está bien... Siento tener, aún en este punto, secretos que guardar. Te prometo que algún dia sabrás todo de mí y podrás entenderme completamente. Por ahora... estoy demasiado feliz al saber que me quieres, así que por favor no me presiones.

- entonces lo sabré todo algún día -reafirmó Kyu.

- es una promesa -le aseguró Ryu.

 

Luego acercaron sus rostros algo ruborizados y se besaron. Fue un beso suave y tierno que hizo a ambos suspirar de bienestar mientras saboreaban los dulces labios de su amante. Al separase (aunque no mucho), los dos chicos jadearon de placer y Ryu le susurró a Kyu mientras lo miraba a esos hermosos ojos dorados que le habían robado el corazón:

 

- me gustas... en serio me gustas mucho... quiero que seas sólo mío.

 

El peliverde sonrió de gusto al escuchar esa confesión y le respondió:

 

- soy tan tuyo como tú eres mío.

 

Ryu sonrió de esa manera que derretía al moreno y lo dejaba rendido a sus pies. Siempre quiso escuchar que era tan especial para Kyu como el peliverde lo era para él. Por eso ahora y tal como el moreno lo había dicho, no había razón para contenerse.

El peliazul se acercó a su novio y lo tomó con una mano por la nuca para atraerlo y devorar sus labios con lujuria. Kyu no se resistió, no se hizo de rogar ni tampoco lo detuvo, nada de eso cruzó si quiera por su mente, ya que lo único que quería era más y más. Y bebió del dulce éxtasis de sus labios con la misma pasión y necesidad con que los suyos eran reclamados. Así, pronto sus cuerpos adoptaron un estado febril, sus mentes se embriagaron del placer y sus pulmones no pudieron ser saciados con pequeños suspiros que se perdían en la boca del otro y quedaron sin oxígeno, por lo que tuvieron que separarse.

Sus respiraciones estaban agitadas, sus labios rojos por el desenfreno  y brillantes por la saliva, no precisamente la propia. Ryu se relamió el labio inferior en un gesto que le provocó un mini infarto al moreno, luego le tomó la mano y le ordenó en un susurro que lo siguiera. El peliverde sólo se dejó guiar. El dragón los dirigió hacia la cama donde se sentó con la espalda apoyada entre unas almohadas y contra el respaldo de aquella, mientras hacía que un tímido Kyu se sentara sobre él a ahorcajadas. El moreno se sonrojó fuertemente por la descarga eléctrica que bajó por su espalda cuando adopto aquella postura tan erótica y excitante.

- estás cómodo así?

El peliverde asintió con la cabeza sin confiar en su voz, pero antes que pudiera preguntar ¿cómodo para qué? Ryu había vuelto a besarle como antes.

"hooo... se siente tan bien" pensaba el moreno mientras respondía al apasionado beso, con los brazos al cuello de su novio y en aquella deliciosa posición. "waaaa!...-dio un respingo ya que el azulino había deslizado sus manos bajo la ropa, acariciándole la espalda desnuda- oh, Ryu..." su mente de apoco perdía la capacidad de hilar cosas coherentes.

El moreno sin darse cuenta metió también sus manos bajo la ropa del azulino, empezando a acariciarle el duro y trabajado torso, mientras que iniciaba un suave vaivén. Ya no sabía lo que hacía, porque su cuerpo ya no le obedecía a él sino a las caricias de Ryu. Entonces el dragón se separó de sus labios para bajar hasta su cuello, donde le besó y lamió, haciéndole estremecer y suspirar de placer. 

 

-Kyu... -susurró contra su sensible piel y con la voz ronca.

 

Luego tiró del borde del pantalón del peliverde acercando sus caderas y comprobando que Kyu tenía una erección abultada entre sus piernas.

 

- me alegra que estemos en las mismas condiciones... - le susurró separándose para mirarlo.

 

Kyu parpadeó confundido y miró hacia abajo notando lo que el dragón había querido decir. "wow... " fue lo único que pudo decir ante la excitación que recorrió su cuerpo al ver la erección punzante en el pantalón del azulino. Sin detenerse a pensar y para sorpresa y deleite de Ryu, el moreno llevó una de sus manos a aquella parte y comenzó a masajearla de arriba a abajo obteniendo un gemido gustoso por parte de su amante. Ryu lo imitó y sobó con su mano el bulto en los pantalones de Kyu mientras sus frentes estaban apoyadas una contra la otra, sus miradas fijas en los ojos del contrario y los dulces jadeos que salían de sus labios se mezclaban en uno sólo.

 

- quiero tocarte más...

 

Le pidió el moreno en un murmullo con una voz ronca que difícilmente reconoció como propia.

 

- entonces tócame más... por favor.

 

Respondió entre jadeos el azulino.

 

Kyu le desabrochó el pantalón y bajó el cierre de éste liberándolo en algún grado. Luego ente jadeos excitados de Ryu, coló su mano bajo el boxer y atrapó el duro miembro del dragón, liberándolo finalmente de la ropa interior y masturbándolo de arriba a abajo. Ryu gimió ante la dulce sensación y también tomó el miembro de Kyu y lo masajeó. Dominados por la lujuria y el placer juntaron luego sus labios y se besaron apasionadamente al tiempo que se masturbaban.

 

Ryu nunca en su vida hubiera imaginado que dejaría a alguien tocarle de esa manera y menos que se sentiría tan deliciosamente. Pero así era, sólo por ser Kyu lo dejaba y sólo por ser Kyu se sentía tan placentero. Por su parte, Kyu no pensó que avanzarían tan rápido, es decir, tres meses fue novio de la pelirrosa y nunca hicieron algo parecido, pero apenas llevaba ese día de novio con Ryu y ya se estaban tocando, de cualquier manera se sentía como si una gran espera hubiese terminado quizá la que inició con esa pequeña rutina, y estaba feliz sintiéndose derretir de placer entre los brazos de Ryu. Claro que estos pensamientos nunca lograron aflorar al consciente de ninguno porque en ese momento estaban demasiado ocupados en sentirse y hacer sentir bien.

 

El beso ya no era como los anteriores, éste estaba interrumpido constantemente por jadeos, gemidos y susurros agonizantes de placer del tipo "kimochi, Kyu..." o "Ryu... ah, sí así...".

 

No pasó mucho tiempo cuando los inexpertos jóvenes se sintieron cada vez más tensos y al borde del orgasmo.

 

- Kyu... voy a...

- ah... yo también...

 

El ritmo de la caricia aceleró vertiginosamente mientras el beso se hacía mas necesitado y menos controlado, provocando uno que otro choque de dientes. Entonces el orgasmo los alcanzó, sus cuerpos se estremecieron espasmódicamente y eyacularon uno en la mano del otro con un ronco quejido de insoportable placer. Kyu se dejó sostener en el cuerpo de Ryu mientras su frente estaba apoyada en el hombro del azulino y trataba de normalizar su agitadísima respiración. El dragón echó la cabeza hacia atrás mientras que se tapaba los ojos con su antebrazo libre, rendido de cansancio y sintiendo su pecho agitado chocar contra el del moreno.

Después de algunos minutos y un par de suspiros, estaban recompuestos y Kyu se alzó nuevamente frente al cuerpo de Ryu.

 

- eso se sintió taaaan bien - sonrió el peliverde mordiéndose el labio inferior y con un genuino brillo en sus ojos dorados.

 

Ryu se acercó y los besó dulcemente, se estaba dando cuenta de que cada vez le era más difícil estar lejos de esos labios. Cuando terminó la caricia Kyu se bajó del cuerpo de Ryu y alcanzó una caja de pañuelos que estaba guardada en un cajón de su mesa de noche sacó uno y se la ofreció al azulino para que se limpiara también. Una vez hecho ésto se acomodaron la bastante desarreglada vestimenta y estuvieron en mejores condiciones de verse a la cara.

 

De pronto, Kyu habló pensativamente:

 

- esto... será lo que llaman sexo de reconciliación?

 

Ryu se carcajeó ante la extraña observación del moreno.

 

- no sabía que estábamos peleados - comentó el peliazul aún con una sonrisa en el rostro.

- claro que sí! tú te enojaste porque no te ponía atención y yo estaba enojado porque nunca me cuentas nada y por eso nunca entiendo nada de lo que pasa entre tú y tu madre.

- pero si después nos besamos y... Sabes qué? Olvídalo, esta discusión es demasiado estupida - volvió a reír Ryu.

 

Kyu hizo un puchero porque lo que estaba meditando con tanta dedicación resultaba ser una tontería para su novio y entonces Ryu lo tomó del mentón con una mano y le dio un beso para hacerle sentir mejor. El moreno observó que por un beso que había iniciado él, el dragón ya le había dado tres y pensó que le sería muy fácil  acostumbrarse a esas matemáticas.

 

continuará... lo prometo jajaja

Notas finales:

bueno, eso es por ahora, espero que les haya gustado y cualquier comentario es bienvenido :DD

AH! SIENTO HABER BORRADO LOS ANTERIORES COMENTARIOS DEL CAPITULO 17, SE BORRARON CUANDO ELIMINE EL CAPITULO Y DEBI HABER IMAGINADO QUE ESO PASARÍA... :C


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