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Nuestra Pequeña Rutina por lakyday

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Notas del capitulo:

Holaaass!! aqui vengo con otro capitulo!

realmente siento que me ha salido rápido y quiero que sepan que ustedes los lectores han influido en gran medida :D

Muchas gracias a quienes leen y gracias dobles a los que comentan n0n!

me hace feliz que me acompañen en el camino de la creación de este fanfic que estoy haciendo con tanto empeño y cariño

La idea de este capi es mostrar como están las cosas antes de que la tormenta se desate...

Desde el principio les digo que en el capitulo que viene los chicos se darán cuenta por fin de sus sentimientos amorosos, sin embargo, aún no habrá confesión... sí, que mal, insultenme todo lo que quieran porque puede parecer que este fanfic va muy lento!! 6.6 ... pero no importa!!! porque estoy segura que les gustará la recompensa ;)

... ya... mentí, sí me importa ¡por favor no me insulten! TTmTT

En fin, ya les puse sobre aviso... y sin más que agregar, aqui está el tercer capitulo! :D

Capítulo 3:  “Dicen que hay calma antes de una tormenta”.

 

Era día de semana y la jornada escolar había terminado, así que Kyu caminaba por la acera rumbo al punto de encuentro con Ryu para irse juntos a la DDS, como siempre hacían.

Había pasado más de un mes desde que comenzó a salir con Megumi y, de hecho, habían tenido una linda cita cuando celebraron su cumplemes. Además, luego de la charla con el dragón le había contado a su madre sobre su noviazgo. La mujer se había puesto muy feliz y luego de la nada comenzó a llorar, balbuceando algo sobre que su bebé estaba creciendo y todas esas cosas que dicen las madres. Pero al fin y al cabo estaba feliz, porque Megu era una muchacha muy linda e inteligente y le agradaba mucho basada en lo que su hijo le había hablado sobre ella. Por tal razón, había invitado a la pelirrosa a cenar un par de veces a la casa, invitación que había sido aceptada cada vez. Al parecer, la familia había crecido un poco más.

El muchacho de visos verdes se detuvo frente a la puerta de entrada de la cafetería donde encontraría a Ryu, mas cuando iba a ingresar una voz le llamó:

 

- ¡¿Kyu-kun?!

 

Se volteó, encontrándose con tres compañeras de curso. La que le había hablado se llamaba Yamada Akira, tenía la piel clara, el pelo castaño y ondulado y era muy amistosa.

 

- konban-wa... –les saludó con una sonrisa.

- ¡konban-wa, kyu-kun! :3 ¿vas a entrar? ¿vienes con alguien? ¿Dónde está? No veo a nadie –habló bastante rápido puesto que era un poco inquieta.

- no, sólo vengo a encontrarme con un amigo.

- ¿qué clase de chicos se juntan en este lugar?

 

Peguntó extrañada la segunda joven y con un tono levemente despectivo. Su nombre era Matsumoto Aiko, tenía el cabello negro, largo y liso. Era muy linda y por eso también muy creída.

 

- n-no lo digas de esa manera, Aiko-san.

 

Le reclamó algo tímida la tercera muchacha, cuyo nombre era Kimura Keiko. Usaba lentes, chasquilla y el cabello hasta los hombros de color negro.

 

- ¿por qué lo dices, Aiko-chan? –le preguntó curioso el moreno, con una expresión inocente.

- tche, no me llames así… uu* no me importa que seas famoso en la escuela, no te he dado la confianza…

- ¡A-Aiko-san! ¡No le hables así a Renjou-sama! –exclamó la de lentes.

- ¿Renjou… sama?  ._.  ¡¡no me llames de esa forma, Keiko-chan!! ¡Suenas como si yo fuera un viejo! ((8 > ^ < 8)) –reclamó el chico en un berrinche infantil.

- a-ah… g-gomen nasai, Kyu-kun…

- nee, ¿qué no sabes, kyu-kun? Este café es muy famoso entre las chicas je.je.je!… u w´u - le explicó Akira con una pose de persona sabia muy cómica.

- ¿ah, sí?

 

El moreno paseó la vista por el local a través de la vitrina y, la verdad, tenían razón. El lugar estaba lleno de chicas.

 

- sip *v* este lugar se hizo famoso hace un tiempo cuando llegó un empleado nuevo y entre las chicas se pasó el rumor de que era muy guapo ¡y era verdad! *¬* cuando el dueño vio que contratar chicos guapos era una buena estrategia, trajo otros más ¡pero aunque también son unos bombones, no tienen comparación con nuestro príncipe azulino!

- ¡Sí! Y es por eso que él será mi novio, ¡somos perfectos el uno para el otro! – exclamó Aiko con el fuego de la pasión reflejado en sus ojos.

- s-siempre dices eso Aiko-san, pero él siempre pasa de ti  9_9 –confesó keiko.

- .///.

- YOSH! ¡ENTONCES ENTREMOS, CHICAS! ¡VAMOS A POR ELLOS!- gritó animadamente Akira.

- HAI! –respondieron las otras dos.

 

La de pelo castaño agarró a Kyu de la muñeca y lo obligó a seguirlas. Ubicaron una mesa despejada y se sentaron.

 

- ¡Ahí viene! ¡Es él, so lucky! –susurró Akira a las demás chicas.

 

El joven aspirante a detective estaba distraído admirando el extraño comportamiento de sus compañeras cuando el chico del que tanto hablaban se acercó a la mesa y les habló:

 

-  Konban-wa... - les saludó respetuosamente dejando en evidencia por qué le llamaban príncipe- ¿qué desean ordenar?... ¿eh?… ¿Kyu?

 

El muchacho fijó su mirada dorada en esa persona y le saludó de vuelta:

 

- ¡Oh! ¡Konban-wa, Ryu!

- QUÉEEE??!!!- exclamaron las tres chicas al unísono sorprendidas a más no poder.

- ¡¡¿se conocen?!! –preguntó exaltada Akira, levantándose de su asiento.

- ¡¡claro que sí, viste que se llaman por sus nombres!! ¡¿Son amigos?! –preguntó bruscamente Aiko, también habiéndose puesto de pie.

- s-sí… -respondió un intimidado moreno mirándolas hacia arriba.

- ¡n-no nos dijiste nada, Kyu-kun! x.x –le reclamó Keiko, perdiendo la compostura y zamarreándolo por los hombros.

- gomen ¡jeje! nnU no sabía que hablaban de Ryu… -se disculpó rascándose la nuca.

- ¡baaaka, si hasta le llamas por su nombre! –le insultó Aiko.

- ¡Amakusa-kun –llamaron al dragón desde la cocina- tu turno terminó, puedes irte!

 

Un lamento generalizado se escuchó en todo el local, que hizo ruborizar un poco a Ryu. Nunca se acostumbraría a tanta atención femenina.

Por otra parte, Kyu admiraba sorprendido la escena. Generalmente llegaba más tarde y el azulino le esperaba por la puerta de atrás, listo para marchar, así que era la primera vez que veía algo así.

 

- Lo siento, chicas –se disculpó el dragón- le pediré a otra persona que las atienda.

 

Luego se marchó a los camerinos que los garzones tenían en la parte trasera del local.

El moreno lo iba a seguir cuando sus tres compañeras le detuvieron, obstruyéndole el paso.

 

- ¡Kyu-kun, no nos puedes dejar así! ¡Tienes que presentarnos formalmente! –exigió Akira.

- anda, no seas egoísta, debes presentarnos. ¡Yo estoy predestinada a ser su novia! ¡¡Porfis, Kyu-chan!! –exclamó Aiko con un puchero y una sospechosa simpatía.

- eh… etto nnU tendrá que ser en otro momento, ahorita tenemos clases en la DDS…

- ¡¡encima es un detective!! ¡¡Ese chico tiene que ser mío, Kyu-chaaaaan!! TT0TT –le zamarreó Aiko por el cuello de la camisa, envidiando la suerte del tonto de Kyu.

- ¡g-gomen será para otra vez!... ¡Bye-bye!

 

Se despidió y fue hacia la habitación en donde estaba el azulino, no sin antes saludar al cocinero y dueño del local quien estaba muy agradecido con él por haberle presentado a la joya de Ryu.

El dragón había decidido trabajar cuando comenzó a vivir en la casa de su amigo, ya que si pensaba desligarse de Meiosei debía ser independiente en todo sentido. Como había estudiado en casa, puesto que no había asistido a ninguna escuela,  a sus cortos 12 años recibió la certificación de haber completado la escolaridad, por lo cual sólo le restaba trabajar o ir a la universidad. Así, durante la semana, cuando Kyu iba a la escuela él trabajaba en esa cafetería hasta la hora en que su amigo lo pasaba a buscar para ir a la DDS.

Cuando el de visos verdes entró al camarín, el peliazul ya se había quitado el uniforme, el cual constaba de un delantal de cintura color negro y una camisa blanca que usaba con los dos primeros botones desabrochados (según lo exigió el dueño). Sacó su bolso del casillero y en su lugar dejó un pequeño sobre, con una estampilla de corazón, encima de una pila de otros parecidos.

 

- ¿Los estás coleccionando? –le preguntó el moreno sin poder evitar que un tono extraño, parecido al reproche, le tiñera la voz.

- ¿estás celoso? –le preguntó el peliazul con un dejo de burla, pero en broma mientras cerraba el casillero y le ponía llave.

- ¡¿q-qué?! ¡¿p-por qué debería estar celoso si eres un chico?! >///< -preguntó alterado y ruborizado.

 

Ryu rió suavemente y, dirigiéndose a la salida, le contestó:

 

- ¿qué estás pensando? Habló de que estás celoso de que yo tenga tantas admiradoras…

- a-ah… eso…- “¡sí, kyu! ¡¿qué estás pensando?! ¡No puedes estar celoso de ELLAS! ¿por qué siempre pienso todo al revés?”- jeje sí, eso…

- vamos…

- HAI!

 

Emprendieron su camino a la DDS y, durante todo el trayecto, el joven de ojos dorados no pudo quitarse el extraño malestar que sentía desde que habían salido del local. Malestar que fue desplazado de sus pensamientos cuando llegaron al salón y fue a saludar a su linda novia Megumi con un beso en la boca.

((N/a: Muajajá! Qué mala soy! Y qué masoquista! >m< ¡Aguante KyuxRyu! jajajaja!... sí, lo sé, estoy loca 6.6))

 

...

 

Al finalizar las clases y no siendo un día particularmente emocionante, cada aspirante a detective tomó su rumbo. A Kazuma lo fue a buscar su mayordomo en su despampanante limusina y Kintaro salió volando al trabajo. Mientras que los dos mejores amigos se quedaron limpiando el salón, pues era su turno durante esa semana, con la pelirrosa ayudándoles para terminar pronto, así ella y Kyu pudieran tener más tiempo para salir a dar una vuelta a solas.

((n/a: a solas… a solas…. a solas… ¡a solas! ¡¿Por qué tengo que escribir esta basura?!... me odio >^<))

Una vez en la salida principal de la escuela, el peliverde y la pelirrosa se despidieron del dragón y tomaron su propio camino. Por su parte, Ryu ya se había acostumbrado a volver solo a casa. Sus dos amigos se iban juntos luego de las clases casi siempre, así que la situación no era en absoluto novedosa.

En ocasiones, aprovechando que nadie le veía, desviaba su trayecto e iba a visitar a Yurie. Pasaba por su antigua casa para saludar a su tutora, decirle que estaba bien y que mantenía su deseo de desligarse de Meiosei. Le contaba de sus triunfos y los casos que resolvía en la DDS, evitando claro está dar muchos detalles, pues había abandonado su misión de espionaje. Mientras tanto, la mujer trataba de convencerle de que volviera o le ponía al tanto sobre su abuelo o le daba sus recados.

 

- Maestro, debo informarle que el Rey Hades está molesto porque usted está trabajando.

- Yurie, te pedí que no le contaras nada acerca de eso –le reclamó sumisamente.

- lo siento, Príncipe, fue Anubis quien se lo dijo y yo no pude negarlo. Recuerde que mi fidelidad es hacia usted. Sin embargo, por sobre usted está su abuelo y de ÉL es mi completa devoción.

 

Luego de eso volvía a la casa de Kyu.

 

Al llegar iba directamente al balcón que tenía la habitación de su amigo y se instalaba a pensar en todo lo que Yurie le decía. Que algún día volvería. Que el querer vivir como una persona normal era sólo un capricho pasajero. Que llevaba en su sangre el deseo de poder y la maldad. Que algún día se daría cuenta de eso, porque llegaría el momento en que nada del mundo exterior le llenaría o le haría sentir pleno. Que fuera de Meiosei no había nada para él, nada a su altura y nada tan gratificante. Que sólo con ellos, su familia, encontraría el sentido de su existencia y ese sentimiento de pertenencia.

Se preguntaba si algún día Yurie tendría la razón y llegaría el momento en que se aburriría de llevar la vida de un chico normal. Que quizá estuviera en lo correcto y por sus venas sí corriera la maldad de su linaje. Sin embargo, daba la casualidad de que en aquellos usuales y sombríos momentos en que las palabras de la mujer casi lo convencían, en que estaba a punto de darle la razón y resignarse a aceptar su maldición, Kyu llegaba a su lado iluminando cada rincón de su oscura alma con su vívida mirada dorada y su infantil sonrisa, derritiendo su helado corazón. Y entonces sus dudas desaparecían y sabía con certeza que Yurie se equivocaba, que no volvería para reclamar su poder ni su lugar, porque nunca se aburriría de ese chico. Jamás podría darle la espalda a la persona que le había enseñado sentimientos tan cálidos. Aquella persona que se había convertido en la luz de su vida. 

 

Pero... últimamente... tenía una extraña sensación en su pecho que no le dejaba en paz... algo no andaba tan bien como parecía...

 

Continuará...

 

Notas finales:

muy bien! eso fue el tercer capi :3

me pregunto si se esperaban la sorpresita jejeje!

no sé que piensan ustedes, pero me divertí mucho escribiendo la parte de la cafetería *u* y sí, las chicas tenían las típicas personalidades xP da igual, cada una aporta lo suyo ;)

si hay algun error con los saludos culpen a wikipedia que me dijo que el ohayou gozaimasu se usaba en cualquier horario siempre que fuera para saludar a alguien a quien no se había visto

... es verdad, tuve que investigar ciertas cosas...

 

ya, chau!


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