Loki frunció los labios de esa manera tan especial y me tomo en su mano, me sonrió
- Él realmente no puede hacerte nada así que por favor no tengas miedo… - me dijo mientras caminaba saliendo de la habitación y comenzaba a subir unas escaleras con forma de caracol, realmente no caminó mucho pero finalmente golpeó a una puerta de madera barnizada en rojo y con metal por muchos sitios
- Pasa… - dijo rápidamente una voz ronca al otro lado de la puerta
Loki entró llevándome con él sobre su mano y miró a su padre sentado en la cama con una corona enorme de oro puesta sobre su cabeza, sus cabellos negros estaban desalineados y tenía una espesa barba y bigote, miró a Loki, Fárbauti estaba de pie a un lado de la habitación
- ¿Por qué trajiste al humano? – preguntó su padre, Laufey
- Porque el me lo pidió, desea conocer como vive la persona con la que compartirá su mortalidad… - dijo Loki
- ¿y que harás cuando Sigyn se entere? – preguntó Laufey
- Yo no tengo nada que hacer, no estoy comprometido con ella ni mucho menos, tu eras quien le metía ideas a la cabeza relacionadas con que ella y yo nos íbamos a casar…¿ves a la creatura en mi mano? Su nombre es Clinton Françoise Barton, vive en la tierra y mide menos de dos metros…sin embargo él me ama…y yo lo amo también – dijo Loki siendo valiente
- ¡¡¿QUE NO ENTIENDES QUE ESA CREATURA NO PUEDE DARTE HIJOS!!? – gritó su padre levantándose y vociferando su aliento sobre el rostro de Loki
- No, no puede darme hijos para gobernar, no hijos de nuestro tamaño…pero puede darme hijos humanos, mitad dios…y eso estaría bien si es lo que él quiere – dijo Loki
- Ningún humano podría gobernar nunca en esta tierra, lo destrozarían antes – dijo Laufey con apariencia cansada mientras volvía a sentarse
- Por eso en cuanto mis hermanos tengan edad pienso dejarles el trono, realmente Clinton es mas importante para mi que cualquier trono… - dijo Loki
- ¡¡IMPOSIBLE!! Eres tu el hijo heredero y por tanto eres tu quien debe gobernar, no tus hermanos…esta bien…acepto al miserable humano…después de todo que tanto puede durar vivo… - susurró su padre mirándome con desprecio –no lo quiero cerca mio y por tu bien espero que tampoco cerca de tus hermanos…no quiero que lo rompan… - dijo y se recostó
Loki hizo una reverencia como las que le habían estado haciendo y salió del cuarto, me miró sobre su mano y me sonrió de nuevo mostrándome esa enorme dentadura color marfil. Yo lo mire también, encantado por su mirada, cuando de pronto por el pasillo se empezó a escuchar una corredera como de caballos. Loki me miro, sus ojos estaban mas abiertos que de costumbre pero finalmente solo me puso sobre su antebrazo y me dejó recostarme contra su costado.
Entonces fue que aquellos pasos doblaron en la esquina y los vi, eran dos muchachos, uno bastante corpulento y otro bastante delgado, ambos se veían jóvenes, uno de no más de lo que calculaba como 17 años humanos y uno no mayor de 15, ambos reían como haciendo una travesura, eran…realmente a mis ojos y aún para ser Jotun no eran nada agradables, el mayor de ellos tenía el cabello grisáceo y los ojos negros, profundos y con una apariencia pantanosa, una nariz fina pero una boca grande y podía ver sus dientes amarillos y feos, era un tipo como ya dije muy delgado…pero no lucía agradable. El otro de ellos, el corpulento y menor tenía el cabello blanco y corto, mal cortado en mi opinión y parecía mascado por un burro, tenía manchas color blanco en la cara y ojos como los de Loki pero bastante menos brillantes, no era tan feo…a no ser por esa barriga que asomaba por debajo de su ropa negra
- ¡lo hemos olido! – dijo acosadoramente el gordo con voz nasal y desagradable
- ¿nos dejas jugar con el? Prometemos no romperlo… - dijo el delgado con un tono bastante burlón y molesto además puesto que su voz era chillona
- No es un juguete, les prohíbo tratar de acercarse a él – dijo Loki
Y sin embargo aquel extraño par de muchachos me seguían mirando con los ojos fijos y francamente dignos de miedo, de pronto sus ojos se tornaron rojos y el delgado saltó sobre mi pegándome un manotazo que a pesar de la velocidad ni siquiera sentí como doloroso, no mas que un impacto contra algo cercano. Esperaba caer al piso y entonces vi al muchacho gordo correr, seguramente pretendía patearme…o aún peor…pisarme. Pero yo jamás caí al piso y al contrario de pronto ambos muchachos se levantaron en el aire siendo tironeados de una de sus orejas picudas. Loki me tomo entre sus brazos, yo estaba como dentro de una burbuja invisible….era increíble.
- Helblindi, Býleistr ya les he dicho que no intenten meterse con mis cosas, sé que no están muy felices con mi presencia…pero siempre supieron que volvería y nunca trataron de demostrarle a padre que son mas que un par de pubertos perpetuos… - dijo Loki refiriendo primero al delgado
- ¡ya bajanos, Loki! – grito el gordo
- ¡madre te ha dicho que no uses tu magia con nosotros! – grito el delgado
- No es mi culpa que ustedes no aprendieran a usar la magia…les advierto una sola vez más antes de que los cuelgue de sus calzoncillos de la torre mas alta del palacio para que por la mañana cuando salga el sol todo mundo pueda apreciar sus traseros…. Aléjense de mi novio y aléjense de mis cosas…si descubro que algo mas mio ha desaparecido sin importar que sea…los convertiré en mis esclavos mentales un mes… - dijo Loki
Ambos muchachos se miraban entre si con expresión adolorida mientras flotaban por el pasillo conforme Loki y yo avanzábamos, Loki me miró
- ¿¡HAN ENTENDIDO!? – exclamó
- ¡si, hermano! ¡ya bajanos, nos duele! – gritaron ambos a coro
- Este humano se llama Clinton Françoise Barton y es mi novio, quiero que lo respeten…Halconcito: ellos son mis hermanos menores Helblindi y Býleistr, no usan magia, entrenan para ser guerreros…pero no son tan hábiles aún ¿verdad? – preguntó a los muchachos con severidad y luego los bajo, les sonrió –pero no me cabe duda de que lo serán… serán los mejores guerreros de Jötunheim… - dijo con orgullo y los dos muchachos sonrieron apenados mientras el azul en su rostro se tornaba obscuro
- Perdónanos por atacarte, Clinton…es que… - empezó Helbindi, el delgado
- …es que realmente eres muy pequeño ¡nosotros no conocemos a los humanos! Queremos saber que tanto resisten, Loki siempre dice que no son muy fuertes… - dijo el gordo, Býleistr
- Pues…comparados con ustedes realmente somos muy débiles ahora que lo veo…pero…nosotros creamos armas para defendernos… - dije muy a la ligera
- ¿armas? ¡yo quiero saber sobre armas! – dijo Helbindi –un día tienes que prestárnoslo, Loki…queremos que nos cuente cosas de la tierra – siguió
- El decidirá si quiere ir con ustedes o no…así que si quieren saber realmente tienen que ser buenos con Clint – dijo Loki y ambos muchachos me miraron
- ¡nos vemos luego, Clinton de la tierra! – dijeron al coro y se marcharon corriendo
- Me quede con el hermano guapo, sin duda alguna… - dije riendo
Loki me miró y me acarició con su dedo pequeño, me sonreía más bien curioso, me regalo una tierna sonrisa y susurró
- Ya ha pasado todo el dia en la tierra… ¿quieres volver? – preguntó
- ¿¡tan pronto ha pasado?! – pregunte alterado, ciertamente no quería separarme de Loki
- Asi es…Tony debe haber comenzado a buscarte…¿volvemos? Te prometo que iré por ti de nuevo cuando me lo pidas… pero no en menos de un día humano.. - me dijo
- Como tú digas, Loki…pero prométeme volver… - le dije y me sonrió.
Es lo ultimo que recuerdo, su dulce sonrisa antes de despertar en mi cama cubierto con esa piel y con esas extrañas botas puestas, estaba un poco mareado y desde la cama podía ver por la ventana como todo estaba obscuro afuera, era muy de noche. Entonces la puerta se abrió dejando entrar a Natasha que se quedó un poco congelada al verme ahí, corrió hacia mí y me abrazó
- ¡que alegría que estés bien! – me grito y me abofeteo –nos tienes a todos con el alma en un hilo… ¡tienes mucho que explicar, Clinton! – ella no estaba ya feliz y me miraba severamente…yo sabía que esto no sería fácil