Wilson tomo su cepillo de dientes y le coloco pasta dental del gabinete de House, se le hacía tarde porque tuvo que esperar a que su amigo terminara de ducharse y alistarse. Dos personas y un solo baño no era nada tolerable, más porque House se acababa el agua caliente y a él le tocaba bañarse con agua muy fría.
Wilson llevaba tres días viviendo en casa de su amigo y en general, no era tan malo como pensaba, con excepción del baño. Wilson creyó conveniente crear un cronograma de turnos para usarlo y como consecuencia House se rió con ganas de él.
Wilson anudo su corbata de camino a la cocina, tenía que hablar con House acerca de Willian Thonson, el paciente que ambos intentaban salvar.
House creía que se trataba de un tumor maligno en su cerebro, pero Wilson ya había realizado una resonancia antes descartándolo, pero él insistía que había algo en su cerebro y que sea lo que sea debían hacerlo crecer para que se muestre a ellos, lo dijo con una de sus metáforas de autos que le costaba mucho comprender.
— House, revise el expediente completo del paciente y no hay manera que…
Detuvo sus pasos frente a la cocina muy sorprendido o mejor dicho estupefacto, vio a House con un sartén y dos platos con pan tostado mientras feria un par de huevos para esas tostadas.
— ¿Estas preparando el desayuno?
House no lo escucho venir y se sobresalto un poco, pero supo disimularlo bien con una mirada desaprobadora. — Alguien aquí debe hacerlo, no iba a esperar hasta que terminaras de alistarte. No soy inmortal.- dijo con sorna mientras cojeaba con ambos platos al mesón.
— Siéntate —le ordenó.
— ¡Gua! House esto es muy considerado…— comenzó Wilson exageradamente asombrado.
— Cállate, o te quitare el desayuno.
Él rió y empezó a comer, sería un día largo y además tenía esa cita con la asistente de contabilidad.
House lo miraba con detenimiento, sus ojos azules los escudriñaban, tenía algo que decir y Wilson ya se lo esperaba.
— Esa camisa es nueva y tu corbata —Y aquí venia de nuevo, House deduciendo que saldría con una enfermera del hospital. — Parece que quieres impresionar a alguien.
Wilson se hizo el desentendido y miro su ropa con inocencia. Su camisa celeste y su corbata azul con rayas diagonales plomas era una gran prueba que lo que hablaba House, pero intento salirse con la suya.
— ¿Esto? oh, no, no es nada.
House lo miro con seriedad, Wilson podría contar con los dedos de su mano las razones que llevaban a su amigo a mirarlo de esa manera y eso no era nada bueno, siempre se trataba de él diciéndole que dejara el vicodín, o reprendiéndolo por ser tan cruel con sus pacientes y en fin, las pocas razones que podían hacer que House se enojara con él.
House no hizo más preguntas y termino su desayuno en relativa paz, Wilson se sintió intimidado con la mirada de suspicacia que le daba su amigo de vez en cuando.
***************
House entro al hospital con dos píldoras de vicodin en su mano, las trago ambas de una sola vez y dejo su bastón en recepción.
Él había salido después que Wilson en su motocicleta, deseaba conseguir una de esas películas de doctores que anunciaban en el periódico. El fin de semana la pasaría en casa y esperaba contar con Wilson.
Dos enfermeras por poco golpean su pierna con un carrito de utensilios médicos mientras pasaban a su lado chismorreado.
Una de ellas se disculpo y House solo asintió levemente.
— ¿Escuchaste que el Doctor James Wilson y Margaret de contabilidad están saliendo?
— ¿Enserio? no, cuéntamelo todo.
House se detuvo dejando su correspondencia a un lado para escuchar los murmureos de las enfermeras. La pelirroja que parecía saber más sobre el tema dijo. — Creo que hace una linda pareja, el doctor James es muy guapo.
Eso nada le decía a House, pero los celos burbujearon en su estomago y luego todo su cuerpo se tensó. Wilson no se lo había dicho y aún pero, ¿Cómo no se dio cuenta antes? Bien, lo sospecho esta mañana, pero, confirmarlo era horrendo.
Debería hablar con Cuddy y hacer que despidan a esa tipa, pero eso sería muy infantil y lo único que haría la decana seria regañarlo por no habérselo dicho ya. Cuddy sabía sobre sus sentimientos por Wilson y fue muy vergonzoso admitirlo. La decana no era tonta, lo sospecho desde mucho tiempo atrás incluso antes de que el mismo House lo admitiera para sí mismo.
Cuddy cree abiertamente que Wilson es la única persona capaz de comprender y controlarlo. Como ella le dijo el día que todo quedo sobre la mesa en aquella reunión en su oficina. Wilson era su verdadero bastón, haciendo referencia a su cojera. House pensó que tenía razón, de hecho la tenia y mucha.
Soltó un gruñido y se apoyo de vuelta en su bastón de madera, irónicamente el único que al parecer tenia, porque su otro bastón era un bastardo mentiroso que le gustaba ocultar cosas.
De nada serviría su plan si no actuaba ya y hacia algo al respecto.
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