Nos separamos algo temerosos ambos, nos miramos a los ojos preguntándonos mutuamente si lo que estábamos haciendo y el rumbo que tomaba era el correcto, ninguno pronunció una respuesta pero lo supimos de inmediato: ambos deseábamos tenernos. Me tomó de la cintura y me besó de nuevo, esta vez era diferente, ambos estábamos hambrientos del otro, deseosos del otro y lo demostrábamos mientras nuestras lenguas bailaban juntas y nuestros dientes chocaban, nuestros labios hacían sonidos por demás vulgares y la saliva era demasiada para contenerla pero el sabor era….era exquisito.
Después de ese beso nos separamos sin aire, me acomodó en su pecho y yo deje caer el panda a un lado para aferrarme de su espalda y jadear tratando de recuperar el aire. Una vez nuestras respiraciones se regularon ambos nos miramos a los ojos y sonreímos cómplices de la travesura.
- Yo creía que tú eras heterosexual… -dije de pronto lleno de miedo por romper la magia que nos rodeaba pero eran más mis ansias de saber
- ¿también viste cuando dije eso? Que mal…bueno, es obvio que no lo soy pues llevo enamorado de ti un buen tiempo…solo lo dije porque la empresa lo demandó, se corrió un rumor nada lindo de que estaba saliendo con TOP, eso es malo para nuestra imagen y bueno…todo lo que es malo para la imagen la compañía lo suprime lo mejor que puede –dijo mientras me acariciaba el pelo con tal amor y ternura que no podía creerlo
- ¿enamorado? –fue lo único que pudo salir de mis labios mientras lo miraba con los ojos brillantes
- Bueno, yo creo que debe ser eso….¿no? –preguntó con dudas y yo decidí no hacerme tantas ilusiones, quizás yo solo le gustaba…pero lograría que se enamorara de mí, lo sabía
- Sí, eso debe ser… -dije sonriendo
- Bien…em…¿quieres salir aún? Mi auto está afuera y quiero llevarte a un lugar –dijo nervioso y yo sonreí encantado…poderlo ver nervioso era completamente un sueño
- Claro, vamos –dije sonriendo mientras tomaba al panda para ponerlo en el sofá y tomaba mis llaves para salir
Me tomó la mano todo el camino a su auto, una vez ahí me abrió la puerta, su auto era seguramente rentado pues uno no compra autos solo por un país en donde estará un par de semanas pero era hermoso, era un deportivo rojo con un olor a menta ligera delicioso, los asientos eran de piel y todo era muy bonito, seguramente incluso rentado era costoso.
- Lindo auto… -me atreví a decir una vez que GD subió al auto y lo encendió
- Es igual al que tengo en casa, me gusta manejar este modelo –dijo sonriéndome y arrancó
Viajamos durante casi media hora entre una agradable platica sobre lo que hacíamos, yo le contaba más que nada sobre mi vida y él no paraba de preguntar, creo que quería saberlo todo de mi así como yo había deseado saberlo todo de él, pero ahora me daba cuenta que yo conocía todo de GD el artista y nada de GD el adolescente. Así fue como le conté sobre mis padres y la homofobia de mi padre, no le hablé de mi condición pero si le conté que mi padre era militar y que yo le tenía miedo, también le hablé sobre sus planes de meterme a la universidad militar y le hablé de lo mucho que detestaba esa idea, para este momento él sabía más de mí que nadie en el planeta.
- Vaya… que mal, yo tuve la buena suerte de que mi padre me apoye en todo lo que decido, cuando le dije que deseaba ser cantante de inmediato le contó a mi madre y ella misma me buscó escuela…también cuando les dije que era gay me aceptaron perfectamente. Incluso está TOP, ese chico es mi mayor apoyo desde que nos conocimos- dijo después de todo GD con una sonrisa
- Si, muy buena suerte la tuya, pero yo no sé qué hacer –dije quejándome
- Bueno, son tus padres...deberían entenderte ¿Por qué no hablas con tu madre? Quizás ella pueda hablar con tu padre y apoyarte para que no vayas a la militar ¿Qué te gustaría estudiar? –preguntó después con una sonrisa
- Yo quiero ser artista, no como tu…quiero ser bailarín, no tengo los estudios que debiera porque a mi padre no le parece pero mi maestra de la escuela dice que es una pena que no pueda ir a una academia porque tengo mucho talento – dije alardeando de uno de mis pocos talentos
- ¿en serio? Bien, entonces quizás deberías convertirte en mi bailarín estrella –dijo sonriendo
Habíamos llegado a una zona muy ruidosa de la ciudad, había jóvenes como nosotros pero londinenses en las calles, fumaban y reían tranquilamente mientras que se veían las largas filas de los antros, él bajó de pronto y rodeo el auto para abrirme la puerta, me tomó de la mano y me ayudo a salir mientras lanzaba sus llaves a un chico con chaleco que seguramente trabajaba ahí.
- Ni un rayón o date por despedido –ordenó al chico con total seguridad y me llevó al frente de la fila.
Los chicos que estaban ahí nos miraban desde inicio, quizás por el auto tan bonito en el que habíamos entrado, quizás porque éramos coreanos, quizás porque conocían a G, yo no lo supe ni desee saberlo, sin embargo cuando nos paramos enfrente de la fila y el cadenero nos dejó entrar sin problemas supe que salir con G era completamente diferente a lo que acostumbraba.
Desde ahí el caminó conmigo por enfrente sujetándome de las caderas contra él, se sentía bien caminar así y aunque había mucha gente frotándose por ahí a mí solo me importaba el hecho de que GDragon se frotaba contra mí, me besaba el cuello suavemente mientras dábamos cortos pasitos pues la cantidad de gente era increíble.
- Ahhh –gemí –no hagas eso… - rogué aunque no tenía ganas de que parara
- ¿Por qué no? ¿no te gusta? – pregunto mientras frotaba su nariz contra mi nuca
- Ji… -dije en un suspiro mientras caminábamos –me gusta demasiado, es el problema –dije y él se aferró con más fuerza de mi cadera mientras me llevaba a una puerta, una vez ahí sacó de su cartera una tarjeta dorada del club y el sujeto nos dejó pasar a otra habitación.
Ahí no había tanta gente, de hecho se podía caminar bastante mejor, nos tomamos de la mano y caminamos a la pista, me tomó de la cintura y comenzamos a bailar al ritmo de un remix, me encantaba esa sensación, su olor, su presencia…su existencia en si era magnifico. Estuvimos bailando ahí mucho tiempo y pronto me dio sed, él me consiguió un trago con alcohol y a pesar de que yo no acostumbraba a beber descubrí esa noche que tengo muy buen aguante.
Finalmente nos sentamos en uno de los sofás en una zona oscura del antro, nos acercamos sabiendo lo que deseábamos y comenzamos a besarnos suavemente, nos acariciábamos y nos recorríamos suavemente con los dedos, nuestros labios no paraban de rozarse y eso era lo mejor…el sabor de su saliva.
Antes de que terminara la noche me sentía ya en completa confianza con él, me llevó a mi hotel y me aseguró que me llamaría para vernos en cuanto pudiera escaparse, me pidió que hasta entonces me cuidara y me besó de nuevo.
- Ahora eres mío, Seung… no dejes que te toquen o tendré que golpearlos un poco, te quiero – dijo antes de desaparecer en su auto
Si eso era un sueño vaya que era hermoso…ojalá no tuviera que despertar nunca