Capítulo 15: Que la locura empiece – Parte I
Abría los ojos lentamente, tratando de acostumbrarse a la luz que se colaba por las ventanas. Se incorporó sobre la cama y en cuanto pudo enfocar la vista supo que aquella no era su habitación. Extrañado por eso intentó ponerse de pie y apenas si lo logró, pues todo su cuerpo –en especial las caderas– estaba adolorido. La cabeza y el estómago le dolían a horrores, además que tenía la boca seca. Su ropa tirada le hizo sospechar lo que hizo anoche, pero casi le da un infarto apenas desvió la mirada a su derecha: una persona dormía a 'pierna suelta', sin otra cosa más que una sábana blanca sobre sus partes nobles. Se le subieron los colores a la cara en cuanto le reconoció, y un grito silencioso salió de su garganta.
–Tiene que ser una broma –susurró con cierta molestia mezclada con ¿decepción?
Vio que eran las diez y media de la mañana, y haciendo acopio de sus fuerzas se puso la ropa, incluso la interior. De nuevo se puso colorado. Pretendía despertar a esa persona, pero un mensaje que llegó a su móvil lo obligó a irse, no sin antes tapar bien a esa persona y dejarle una nota.
Un rato más tarde se encontraba en casa. Agradecía que traía sus lentes de sol, pues de lo contrario las marcas bajo sus ojos hubieran delatado su estado. Entró en completo silencio esperando encontrarse con cierta persona, pero 'Jashin-sama' estaba de su lado. Se dirigió inmediatamente a la ducha, pues tenía la piel impregnada de cuatro aromas mezclados: alcohol, tabaco, sudor y semen.
Living easy, living free
Season ticket on a one-way ride
Asking nothing, leave me be
Taking everything in my stride
Don't need reason, don't need rhyme
Ain't nothing I would rather do
Going down, party time
My friends are gonna be there too
I'm on the highway to hell…
(Viviendo fácil, amando libre
Boleto de ida en una sola dirección
No me pregunten nada, dejadme vivir
Me llevo todo a mi paso
No necesito razones, no necesito versos
No haré nada que no quiera hacer
Voy hacia abajo, es tiempo de fiesta
Mis amigos van allí también
Estoy en la carretera del infierno…) (1)
En tanto otra, otra persona despertaba en las mismas condiciones, excepto porque estaba en completa soledad y el techo bajo el que durmió era conocido.
–Qué fiesta la de anoche –soltó en una especie de queja mientras se sobaba la sien.
Tomó uno de los cigarrillos sobre el buró al lado de su cama y luego de encenderlo y darle unas cuantas caladas, lo dejó sobre el cenicero. Suspiró con pesadez y fue a ducharse, pues sentía la piel pegajosa.
"¿Pero qué rayos pasó? Se supone que juré no volver a 'ponerme hasta atrás' (2)… desde que se separó la banda…"
–Hmm… –soltó con tono irónico– Si Aramis me viera así, se reiría en mi cara por ser tan débil
Algunos minutos después salió del baño, fresco como una col. No tenía ganas de cocinar nada así que se dispuso a ir a una cafetería cercana, pero la nota sobre la mesita de la mini-sala definió su destino.
»Miyagi-sensei: Tengo que hablar con usted de un asunto muy serio. Por favor espéreme en El Cuartel del Metal a las doce del día«
Se preguntaba si la persona que le dejó la nota sería la misma que dejó su espalda llena de arañazos. No especificaba quién era, pero por el trato y el lugar, podía inferir que se trataba de alguna jovencita de la universidad Mitsuhashi que conoció anoche.
Estaba tan horrorizado ante esta teoría que hasta la resaca se le fue. Sabía lo que implicaba aquello de ser cierto, y por esta razón debía aclarar que todo fue un error y llegar a buenos términos.
Well I met this girl for the first time on Saturday night
Standing in the queue at the Odeon alright
Oh I took her by surprise
When I gave her one of my lines
She started smiling at me real fine, ha
That´s when I said
Can I sit next to you girl…
(Vi a esta chica por primera vez un sábado por la noche
Esperando en la cola del Odeon, sí señor
Oh, la cogí por sorpresa
Cuando le solté una de mis frases
Me sonrió de una manera imponente ¡ja!
Entonces le dije
¿Puedo sentarme a tu lado, nena?...) (3)
Se encontraba en una mesa en el segundo nivel mientras veía a unos sujetos jugar billar. Ya los conocía, eran los mismos que se amanecían ahí después de cada presentación de Exilieth. Como fuera, mientras esperaba a su 'cita', intentaba recordar los acontecimientos de anoche, pero ciertamente el alcohol había hecho estragos en su memoria y lo último que recordaba era a Misaki Takahashi siendo llevado por nadie más ni nadie menos que el novelista Akihiko Usami.
.
Vio al baterista de Exilieth entrar. Le extrañó un poco ya que el chico siempre se iba del lugar inmediatamente después de tocar, y no se volvía a aparecer hasta el siguiente sábado –o al menos eso tenía entendido–, pero más raro le pareció que estuviera dirigiéndose justo a donde él estaba.
–¿Lleva mucho tiempo esperando? –espetó con tono serio, pero no frío
–¿Ah?
–Iré directo al grano –el muchacho parecía nervioso, pero decidido. Su gesto serio no cambiaba, aunque sus mejillas estaban ligeramente rojas– Usted me gusta
–¿Qué? –el mayor estaba más que sacado de onda, pues no se esperaba eso, y menos de su excuñado– Estás de broma, ¿verdad? –esperaba que así fuera, pues en esos momentos esperaba que 'ella' llegara, y no tenía cabeza para otra cosa
–¡Por supuesto que no! –el menor elevó la voz mientras fruncía el ceño– ¡Y menos después de lo que hicimos anoche!
Thunder…
…I was caught
In the middle of a railroad track (Thunder)
I looked round
And I knew there was no turning back (Thunder)
My mind raced
And I thought what could I do (Thunder)
And I knew
There was no help, no help from you (Thunder)
Sound of the drums
Beatin' in my heart
The thunder of guns
Tore me apart
You've been – thunderstruck
(Truenos…
…Fui recogido
en el medio de las vías del ferrocarril (Truenos)
Miré alrededor
y supe que no había forma de regresar (Truenos)
Mi mente corrió
Y pensé en qué podría hacer (trueno)
Y supe
que no habría ayuda, ninguna ayuda tuya (Truenos)
El sonido de los tambores
suena en mi corazón
El estruendo de las armas
me desgarró
Has quedado – Estupefacto) (4)
Estupefacto. Aquel calificativo quedaba corto para describir la expresión de Miyagi Yö al escuchar tales palabras. De las posibilidades que se había planteado ninguna contemplaba ésta. Debía ser una broma de muy mal gusto o una pesadilla. El silencio, roto únicamente por la canción que se reproducía en la rockola, se sentía aplastante ya que aquel 'sí, es una broma' que esperaba estaba tardando demasiado.
–¿Estás seguro? –preguntó, aun sin creerle una sola palabra
–Tan seguro como que soy Takatsuki Shinobu… un 'metalhead' y baterista de Exilieth
–Chico –el pelinegro se negaba a creerlo y empezaba a perder la paciencia– Tu broma ya no es divertida
–¡¿Cree que lo cité aquí para semejante estupidez?! –el rubio estalló– Lo diré una vez más: me gusta –luego se levantó y golpeó la mesa con ambas palmas– ¡Y tiene que hacerse responsable por eso!
Hecho una furia, y evidentemente dolido por la obstinación del mayor, Shinobu Takatsuki salió del lugar dejando al adulto bastante aturdido.
"¿Acaso es tan difícil de entender?" se preguntaba el ojigris, que iba de camino a ninguna parte "¡Por amor a Jashin-sama! ¡Tiene que aceptarlo, es el destino! ¡Nadie puede escapar de él! El destino quiere que estemos juntos ¡lo demostró anoche!"
Sus pómulos se encendieron apenas mencionó aquello. Ciertamente había sido un acontecimiento muy importante a sus apenas 18 años ¡y aquello no se iba a quedar así! Giró sobre sus talones de vuelta al Cuartel, encontrando al adulto todavía en su sitio.
–Le diré lo que pasó, con la condición de que asuma su responsabilidad –soltó bruscamente, apenas tomó asiento
–¡Ah! –el mayor soltó un gritillo, pues no esperaba que el menor regresara
–Aun no me cree ¿verdad?
–¿Tú qué crees?
–¿Quiere saberlo sí o no?
Aquella pregunta le generaba dudas al profesor, pues el tiempo transcurría y 'ella' nunca apareció. ¿Y si el chico decía la verdad y sí hicieron 'cosas' anoche?
"¡Eso es ridículo! ¡Ambos somos hombres!"
–¿Cómo sé que no me estás tomando el pelo? –preguntó, desconfiado
–Lo que le voy a decir, y téngalo muy presente –dijo el rubio, sin cambiar su tono serio pero decidido– es tan verdadero como el tatuaje de AC/DC que tiene en el hombro izquierdo
Un escalofrío siniestro recorrió la espalda del hombre, pues aquel tatuaje que mencionaba Shinobu nunca lo había mostrado a nadie, ni siquiera a su exesposa, y lo peor era que el ojigris acertó su ubicación.
"¿Ahora debería creerle?"
–Bien –el rubio carraspeó y comenzó su relato.
CONTINUARÁ...