Han pasado tantos años…
He construido mi propia empresa al lado de mi esposa, pertenezco a la primera clase de la sociedad, obtuve muchísimos reconocimientos a nivel local, regional, nacional e internacional.
Pero lo más grande que pude recibir fue una familia, aquella que de niño siempre añoré, una dada por la persona que más he amado.
Cuatro. Tuve cuatro hermoso hijos, ellos ya son adultos, cada uno tiene sus familias y me han dado nietos, esos niños tan bellos y puros.
Puros…
Tan puros como tú.
Sabes…
Ha pasado un poco más de medio siglo y aun puedo verte, estás tal y como te conocí, no has cambiado en nada.
¿Tu estado… será algún tipo de maldición?
Yo he envejecido, las arrugas ocupan lugar en todo mi cuerpo al igual en el de mi mujer. Sólo tú sigues igual de joven, sin una sola marca de los pasos de los años, años que tal vez donde tú estás no han pasado.
Pareces una estatua ¿Te has congelado?
¡Sé que no!
Pero ya no tienes intenciones de escapar, porque ese es tu lar.
Te has acostumbrado, creí imposible que alguien pudiera soportarlo, pero tú lo has logrado… eres especial, siempre lo supe.
De tus ojos ya no salen esos cristalinos lagos, están perdidos, están vacíos… tanto como tu corazón sin rumbo.
Me castigaste, me prohibiste, me privaste el volver a oír tu voz. Ya no recuerdo cuando dejaste de hablar, clamar, rogar, llorar.
No puedo saber cómo te sientes.
No sabes cuánto me arrepiento, me arrepiento tanto de haberte conocido, de que tú me conocieras no debiste hacerlo, no debiste fijarte en mí, en mi dolor… aquel que todos al pasar ignoraban.
Tú no lo hiciste.
Por querer ayudarme pagaste las consecuencias de mis vanidades sin siquiera darte tiempo de amarme y entregarte como tú lo querías.
Sé que existe un “Dios”, aquel que ahora le ruego su perdón por enviar a su ángel, precioso y pulcro, a una vida llena de tormentos.
Le pido cada día y cada noche por ti, que en una próxima vida te dé la oportunidad de realizar tus sueños, hacer felices a tus padres y hermana, tener una familia, conocer el amor. La persona que esté contigo y lo entregue todo, será la más afortunada porque tú lo retribuirás todo lo que te da y hasta más.
El tiempo de partir ha llegado, no solo el mío también el de ella.
-te amo – me dice sonriendo. Su piel arrugada por la edad marca todos los años que hemos vivido en felicidad.
-te amo- digo. Es lo que siento y nunca lo he dejado de hacer. Entrelazo nuestras manos donde están aquellos anillos que nos unieron cuando éramos jóvenes, donde juramos ante la entidad más magna, amarnos.
Cerramos los ojos a la espera de aquel que se llevará nuestras almas, y nos hará abandonar el mundo del cual formamos parte.
Te has inquietado ¿buscas algo?
¿Qué es mi pequeño? ¿Qué buscas?
Lágrimas… aquellas que te abandonaron, han vuelto a caer de tus orbes, tu respiración se agita creo que también lo sientes.
¡Claro que lo sientes!
Esta maldición está llegando a su fin.
¡Serás libre!
Volverás a nacer y crecerás. Estoy seguro que “Él” te dará una oportunidad.
Ha llegado.
Solo quiero decirte esto una última vez;
Te quedaste quieto, creo que ahora podrás escucharme.
“Yongie, mi bello niño. Cuando vuelvas a nacer, crece y diviértete correctamente, sigue siendo aquel joven que ayuda a los demás sin importarle recibir algo a cambio. Obedece a tus padres y no hables con extraños, como lo sabrás… las personas no somos como nos ves; podemos ocultar oscuros secretos y tú no debes ser partícipe de ninguno de ellos.
No permitas que tu ferviente corazón te engañe, no te dejes llevar… piensa, pequeño, piensa antes de aceptar a alguien.
Si la vida tienta nuestro encuentro… déjame. No te fijes en mí, ignórame como lo haría cualquiera. No quiero que vuelvas a sufrir, tampoco tu familia.
Ésta es la despedida, el último adiós. Cuídate pequeño, mi hermoso yongie.”
-¿ hyun..nnie? -¿me llamas? -… t..te amo – ¡te has despedido! Puedo sentir el dolor en tu voz, no quiero que lo vuelvas a tener.
-te amo… - respondo. Apenas sonríes y yo también – te amo – lo repito, lo mereces
-te amo… – repites
-adiós… yongie
-adiós… hyunnie
UN SIGLO DESPÚES
-¡Ji! No te distraigas. Hay clientes esperándote.
-perdón, perdón… - corrí hasta la mesa 10, la cual lo ocupaban dos chicas muy bonitas. Una de cabello castaño y otra rubia. – buenas tardes señoritas ¿Cuál es su pedido?
-dos malteadas, una de fresa y otra de vainilla por favor
-ahora se los traigo – les sonreí y me retiré.
Las tardes en la “FRUITLAND” suelen ser algo agitadas, pero otras muy calmadas depende del estado de ánimo de los clientes.
-Buenas noches Ji
-buenas noches chicos – me despido de mis compañeros y compañeras.
Caminé por un largo tiempo sintiendo el aire de la noche ser un poco frío, pero lo suficiente para relajarme. Mis pies me han traído nuevamente hasta este lugar, aun hay personas por aquí, es una zona comercial.
Suspiro.
-¿Cuál será tu nombre? – quiero saberlo
Captaste mi atención desde que llegué a trabajar, hace tres meses. Recuerdo la primera vez que te vi, me pareciste muy apuesto y varonil, pero a la vez te veías muy preocupado y triste. Quería ir y preguntarte, pero sé que no debo hablar con personas extrañas, aparte no tendría ningún derecho a hacerlo. No nos conocemos, ni siquiera me has mirado, pero yo a ti sí.
Me siento en tu lugar en donde tienes una privilegiada vista de mi trabajo, pero tú no le das importancia, prefieres ver la gran fuente de esta plaza.
-quiero que te fijes en mí – sé que es tonto, pero no pierdo nada pidiendo un deseo.
Los días pasan. En casa mamá, papá y nonna… engríen y cuidan mucho de mí. Estoy agradecido pero ya no soy un niño. Tengo 19 años, bueno… aún faltan unos días, casi nada.
-¿Cuántos años tendrás?
Mis compañeros y amigos son igual que mis padres son así porque ellos mismos fueron a pedírselos el primer día que entré a trabajar, realmente me avergoncé.
Era como si me estuvieran dejando en el jardín de niños y hablaran con mis profesores.
Gracias a Dios ellos lo tomaron muy bien. Son muy buenas personas, cuidan mucho de mí y eso hace que aflore mi lado infantil de vez en cuando.
-yo también quierooo… - le pido a mi hyung que se compró un algodón de azúcar.
-¿quieres éste? –sonríe y señala el suyo.
-nooo… - finjo molestarme. Es divertido.
-oh… este niño cuando cambiará – suspira
-¿me comprarás?- hago ojitos como el gato de Shrek
-sí, vamos antes de que se acaben – comienza a irse, corro y salto a su espalda -¡oye!
-cárgame… no está lejos y peso poco ¿siiii…?- ríe al verme. ¡Aish! Lo hice de nuevo, no sé porque hago mohines, no quiero, pero me salen inconscientemente.
Son las 4:55 pm, solo cinco minutos más para que llegues.
¡Ya vi tu carro! Es hermoso, brillante, lujoso en pocas palabras… igual a su dueño.
Lo has estacionado y ahora vas a ese lugar en el centro de la plaza, vistes un terno negro que se acopla a tu cuerpo perfectamente.
Suspirar es todo lo que puedo hacer desde donde estoy.
-¿de nuevo estas viéndolo?
-¡ahh!… me asustaste nonna – solo es una compañera de trabajo
-¿Por qué lo ves tanto? ¿Te gusta?
-¡claro que no! – siento que la sangre subirá a mis mejillas en cualquier instante – solo es curiosidad… como todos, no entiendo porque siempre viene a esta hora y se sienta ahí.
-es un hombre muy extraño, pero… no parece malo
-sí – afirmo, y ambos terminamos con diferentes interrogantes en nuestras mentes.
En casa hay una cena especial. Es por el novio de Dami nonna, hoy lo presentará. Toda la semana estuvo de un lado a otro para que todo esté en su lugar. Por su culpa es que soy tan detallista.
La quiero mucho, por ella lo daría todo, al igual por mis padres.
¡Ah! Y como olvidarme de mi hermoso Sharpey es tan lindo mi bebé, mi Gaho. Es mi mascota, parte de mi familia, lo tengo desde los catorce así que es muy importante para mí.
-¡ya quiero saber los resultados!
-cariño, debes tener paciencia. Aun falta para saberlo
-¿y si no obtengo la beca?
-sé que la tendrás. Has estudiado mucho así que nada de pesimismo jovencito, es más ahora mismo te vas a levantar
-¿¡¡QUEÉÉÉ!!?
-ya me escuchaste… ¡arriba!
-pero mamá aún es temprano
-¿¡temprano has dicho!? ¡Son las diez de la mañana!
-pero es domingo. Hoy no trabajo. Déjame dormir por favor, por favor, por favor… - repito y repito mi ruego hasta que ella suspira
-está bien – acepta a la vez que niega con la cabeza. – después dices que ya no eres un niño.
-¡omma!- infló mis mejillas y me tapo con las sábanas hasta el cuello
-¿o no es cierto? – sonríe
-pero… soy tu niño, el único y el que más quieres
-¿y tu hermana?
-Dije “N-I-Ñ-O”
-jajajaja…- su sonrisa es hermosa y melodiosa – tienes razón… aun eres mi niño – acaricia mi cabello – vuelve a dormir. Yo te llamaré cuando esté listo el almuerzo ¿ok?
-ok – da un beso en mi frente y sale de mi habitación.
Pasamos momentos muy divertidos junto al novio de Dami, es de su edad, y se notaba a kilómetros de distancia que está muy enamorado de ella.
-más te vale no lastimarla, si no te enfrentarás a mí y te buscaré hasta debajo de las rocas
-¡¡¡JIYONG!!! –todos en la mesa me llamaron la atención
-disculpa a mi hermano jejejeje le gusta jugar – le dice Dami a su novio con una risa nerviosa, el solo sonríe
-era una broma – susurro y mamá me mira mal
Hoy es un día especial, es el momento indicado ya lo decidí.
En la juguería “FRUITLAND” los pocos clientes ya fueron atendidos, mis compañeros están hablando entre ellos, por lo tanto no me están vigilando.
“Diosito, por favor cuídame. Quiero conocerlo, pero… si tú no lo quieres, lo aceptaré sin rechistar.” Oré mentalmente como lo hacía desde niño.
-JiYong ¡fighting! – me anime a mí mismo
Salí a hurtadillas, y después de esconderme detrás de un árbol inicie una carrera hasta la plaza.
Ahí estás. Te ves tan cansado.
Desde que llegué captaste mi atención. No sé la razón, jamás me había pasado.
-¿Quién es él?
-no lo sabemos
-toda la semana lo he visto sentarse en la plaza
-desde hace meses lo hace
-entonces…
-entonces ponte a trabajar y deja de mirarlo
-pero…
-JiYong… sabemos que ese hombre llama mucho la atención de los demás, pero no podemos detenernos por él.
-si le pregunto, quiz…
-¡NO!
-p..pero…
-no te acerques a él
-¿Por qué?
-Porque no sabemos quién es, ni como es, tal vez es un delincuente y te lastima, así que no
-… - crucé mis brazos y lo mire con enojo
-no te atrevas a molestarte, ni te acerques a él. Si me desobedeces le diré a tus padres
-¡no, por favor!
-entonces quieto – bajé la cabeza aceptando su orden.
Recuerdo que mi hyung me prohibió acercarme a ti, hasta mirarte.
Sólo unos pasos más. Que nervios. Mi corazón late a más de mil. Debo tranquilizarme.
Tus facciones, tus cabellos, tu ropa, tú… todo tú son tan… - ¡aish! Qué cosa pienso, yo solo quiero conocerte, nada más.
-Disculpe… ¿se encuentra bien?- te preguntó con cautela
¡Dios! Al fin pude hablarte
-No - respondiste secamente. Quisiera ver tus ojos, pero si continuas con la cabeza gacha no puedo.
Umm tal vez no quieres hablar, pero insistiré un poco más. Me siento a tu lado en la banca dónde estás.
-mi nombre es JiYong - te digo con muchos ánimos
-… - no dices nada, creo que no me oíste
-umm… y ¿usted?- te repregunto, quisiera una respuesta salir de tus labios, aunque sea si quiera que me mires.
-… - ¿Por qué no me hablas? ¿No lo entiendo? ¿Yo no te he hecho nada?
-¿no quiere hablar?... tal vez tiene problemas… si quiere… y-yo… puedo… ayu-u-darlo - te digo con muchos nervios.
¿Por qué tuve que decir eso? ¿Cómo pude ofrecerme así nada más? ¿Qué pensarás de mí? ¿Tal vez pienses que soy un atrevido con todas sus letras? No soy un atrevido solo quiero que me conozcas.
Creo que estoy haciendo un monólogo como… ¡Ay por Dios! Has movido un poco la cabeza para el lado contrario al mío ¡Hablarás conmigo! Lo sé. Sonrió tanto. Ya quiero verte el rostro por completo, solo voltea un poco más hacia mí, un poco, un poco, un poco y…
-¡¡¡¡ KWON JIYONG!!!!
Sentí un escalofrió enorme al escuchar esa voz, ¿Por qué cuando iba a mirarme?
-l..lo lamento debo irme- digo apresurado y salgo corriendo de ahí. ¡No es justo! Faltaba poco para conocernos cara a cara y mi hyung tuvo que llamarme. ¡No es justo!
-¿Qué necesitas? – preguntó molesto cuando llego a la juguería
-¿¡Por qué estabas con él!? ¿¡Acaso no te dijimos que no te acerques a ese hombre!?
-¡solo iba a intercambiar unas cuantas palabras! ¡No es que me hubiese ido con él! – respondo de mala gana
-no me faltes el respeto. Sabes que te quiero mucho, pero todo tiene un límite. – Está molesto, y yo muerdo mis labios para no decir cualquier barbaridad de la cual me arrepentiré después- tú no lo conoces, ni tampoco debes conocerlo. Si tiene problemas tú mantente lejos de él, las personas con líos solo arruinan tu vida, y si te lo digo no es porque yo sea mala persona, sino porque te quiero y te aprecio mucho.
Los señores Kwon me confiaron a su hijo y yo no voy a decepcionarlos. Te has puesto a pensar que pasaría si te ocurre algo, él no va a ser quien sufra ¡Va a ser TU familia! TUS padres, TU hermana. Por favor piensa antes de hacer las cosas, no puedes andar por la vida queriendo solucionar los problemas de los demás sin antes conocerlos. No todos son como los ves – sentí mis ojos húmedos, hyung tenía razón.
No pensé en mis padres, ni en nonna. Si me pasara algo ellos… ellos no lo soportarían.
Sentí que me abrazó – lo digo por tu bien, no quiero que sufras – me dijo más calmado. Sólo pude asentir, porque él siempre tiene la razón.
Ha pasado dos meses desde que ocurrió ese incidente, las cosas han regresado a la “normalidad”, se podría decir así, pero con la diferencia que yo ya no te miro, intento que salgas de mi mente, de mis prioridades, de mis anhelos… de mí.
Estoy centrándome únicamente en mi trabajo, no quiero preocupar a mis padres, ellos no merecen un mal hijo.
Aunque en mi corazón sienta dolor y tristeza, no voy a ir en contra de lo que Dios ordenó, porque yo le pedí ese día que él escogiera, y así lo hizo.
-¡Yongie! ¡Yongie! ¡Yongie! – escucho la voz de mi madre ingresar por aquella puerta distrayéndome de mis pensamientos. Voy rápidamente hacia ella preocupado, pero en cambio recibo un abrazo
-mamá ¿Qué pasa? – la separo un poco de mí. Puedo ver su rostro y no es de preocupación, sino de felicidad.
-¡eres el mejor mi vida! ¡Sabía que lo lograrías! ¡Eres mi niño hermoso, mi bebé! ¡Te amo! ¡Te amo!… - dice dándome besos por toda la cara mientras escucho la risa de mis compañeros de trabajo alrededor nuestro. No pude evitar sentirme apenado, mi rostro ardía de vergüenza.
-mamá no hagas eso – murmuro para que solo ella me escuche.
-¿Cómo le pides eso a tu madre? Todavía que vengo a darte la mejor noticia del mundo – está tan emocionada que no logra ocultarlo
Suspiro -¿Cuál es esa noticia? – pregunto desinteresado, en otras ocasiones también ha existido esa dichosa “mejor noticia del mundo” como por ejemplo, la boda de mi tía, la inauguración de la peluquería de la señora Park, el nacimiento de mis primos, aunque esa si fue una gran noticia, pero ahora no sé con qué me saldrá.
-¡¡¡TE DIERON LA BECA EN LA UNIVERSIDAD!!! – gritó tan fuerte que hasta se me bloquearon por unos cuantos segundos los oídos.
-solo por eso vienes y armas todo un… - me callo al darme cuenta de lo que dijo. La miró a los ojos directamente y, y… - ¿¡ME DIERON LA BECA!?
-¡¡¡SIIIIIIIIIIII!!!
-yo, yo, yo… ¡ahhhh! ¡¡¡¡ ME DIERON LA BECA!!!! – la abrazo tan fuerte, no lo puedo creer, esto es lo que más he deseado en la vida.
-¡felicitaciones! – dicen todos mis compañeros y se acercan para abrazarme.
-¡Nonna me dieron la beca! – lo grito a los cuatro vientos cuando llego a casa
-¿¡qué!? – preguntan sorprendidos Dami y mi papá
-así como lo oyen, ingrese a la universidad – sonrío
-¡eso es genial yongie! – me abraza
-¡felicitaciones hijo! – dice mi padre y me sacude el cabello
-¡yo siempre lo supe! – dijo mi madre haciéndose presente. Reímos, después de tantas cosas todos nos sentimos felices.
DOS MESES DESPUÉS
-¡mamá apresúrate! – gritó desde las escaleras. Mi vuelo hacia Francia sale en un par de horas y no quiero tener inconvenientes.
-¡ya voy cariño! – baja las escaleras.
-ya vámonos – digo jalándola hacia la puerta
-tranquilo – me detiene – llegaremos a tiempo – acomoda mi cabello y me sonríe, ella sabe como aquietar mis nervios.
-vuelo BA2491A por favor pasar a bordo – se escucha a través de los parlantes del aeropuerto
-JiYong, ya sal del baño hijo – dice mi padre.
Estoy muy nervioso, nunca he viajado solo a ningún lugar, y ahora debo irme a Francia por cinco años para estudiar repostería, es lo que amo, y allá esta una de las mejores escuelas, aun así eso no quita mi miedo.
-ya voy – tomo un profundo respiro y salgo
-¿Qué pasa?
-no lo sé – lavo mis manos y me miro en el espejo
-hijo todo saldrá bien, es momento de que empieces a vivir y este es el primer paso – dice poniendo una mano sobre mi hombro logrando traspasarme su calma, y asentí.
-gracias
“Ha sido una noticia muy trágica, es lamentable que no se haya podido evitar. Siendo aun muy joven, no se tiene claro cuáles fueron las razones para que acabase con su vida, pero es la decisión que él tomó. En unos minutos tendremos más noticias sobre este caso.”
En las pantallas se transmitía un terrible suceso, se trataba del suicidio de un chico, pero aun no se sabía el nombre. Al parecer por una decepción amorosa o algo así.
-El amor puede ser tan fatídico para algunos – murmuré
-el amor no es un juego yongie – dijo mi hermana - ten cuidado al enamorarte – me miró seria y yo a ella la miré confundido, luego cambio su expresión por una sonrisa y sonreí.
“Ha llegado más información. Sabemos que era un empresario muy reconocido y tenía muchos proyectos a futuro, muchos reconocimientos a su nombre, realmente alguien íntegro. Me informan que ya se conoce su nombre, es mm Choi…”
-¡JiYong tienes que irte! – mi mamá me llamó. La vi al lado de mi padre y Dami tomó mi mano y me llevo con ellos, era el último en subir.
-los extrañaré mucho – dije mientras los abrazaba
-nosotros también – dijo Dami. Podía notar lágrimas en los ojos de mi mamá, también en papá. Quisiera quedarme, pero es el camino que he elegido, es la oportunidad que he buscado y no la dejaré pasar.
-los amo, adiós – me despido e ingreso al área donde solo están los pasajeros.
Mientras camino reviso el folleto que llegó a mi casa. Muestra los ambientes de la universidad, cada espacio parece una obra maestra, realmente es una de las mejores, y yo me graduaré en ella.
-¡aww! – choqué contra una señora
-jovencito fíjate por dónde vas – me dijo un poco molesta y continuo caminando
-¡lo lamento! – exclamé para que me escuche, pero me ignoró. Recogí el folleto que se cayó, y volví mi vista a él.
Mientras leía comencé a sentir algo extraño como si de una mirada se tratase, mire a mis lados pero no vi nada, seguí leyendo, lo sentí otra vez, pero voltee y…
Era.… ¿extraño?
Un hombre alto, en terno negro, de cabellos negros, cejas pobladas y pestañas de igual proporción y color, y sus ojos tan profundos… ellos puestos en mí, creo. Me miraba con calidez, y sonrió, nunca lo había visto, pero mi corazón se aceleró ante su gesto.
-joven tiene que abordar el avión – me dijo una de las aeromozas.
-sí- le entregue mi boleto, pero antes de entrar, voltee y… ya no estaba
-joven…- volvió a llamarme
-disculpe – subí al avión.
No sé si lo que sentí por ti fue ¿amor? Nunca lo supe, las circunstancias no nos permitieron conocernos, aunque lo intenté al parecer ese no era el rumbo que debían tener nuestras vidas.
Ansiaba conocer tu rostro, pero me lo negaste solo logré ver tu silueta pero no a ti completamente. Quizás no seas la persona que necesito, quizás en un futuro cuando regrese, nos encontremos y… y… pueda ser tu… amigo.
Adiós mi chico sin nombre ni rostro, adiós.
El sueño me tiene adormecido, no duermo un cien por ciento, pero tampoco estoy despierto, debo dejar de pensar y relajarme para la nueva vida que me espera en Francia.
-te amo… yongie
-te amo… hyunnie
Despierto.
-mantengan la calma fue una turbulencia todo está controlado – dijo una de las aeromozas – ya vamos a llegar a París, alístense. Muchas gracias – se despide
¿Qué fue eso?
¿Un sueño?
Esa voz que susurró era un poco ronca, pero agradable.
Sacudo mi cabeza. Debe ser uno de esos sueños raros que tengo de vez en cuando. Veo por la ventana y ya estamos cerca de aterrizar, esta vista es grandiosa, estoy emocionado por bajar y llegar a mi nueva escuela-casa. Seré el mejor repostero de toda Corea, y todos estarán orgullosos de mí.
Nueva vida, ahí voy.
COREA DEL SUR - SEÚL
“Se halló una carta en uno de los bolsillos de su saco negro, su contenido es confuso, pero igual lo compartiremos con todos ustedes:
No sé quién eres, ni de donde saliste, ni porque ocupas espacio en mi mente. Pero cuando logro verte en mis sueños deseo correr a ti y abrazarte, cuidarte y protegerte de todo y de todos.
A veces pienso que enloquecí, ¡pero no!… sé que existes, aunque no te conozca.
Quiero verte y que me digas algo que logre hacerme cambiar de opinión sobre la decisión que he tomado, pero no estás y no tengo a nadie más que a ti y a ella, aunque por mi culpa ella tampoco está.
Tengo todo lo que ambicioné, pero no los tengo.
Ya no importa ahora, solo falta poco tiempo.
Espero que estés bien, y te estés cuidando, yo desde donde esté lo haré por ti.
En mi interior siento que debo disculparme contigo, y lo haría pero no te he encontrado, no puedo, quizás te hice algún daño en alguna circunstancia de la vida, no lo sé.
Cuídate mucho, estudia, ámate y no te dejes vencer por nadie, tú tienes una fuerza única y el apoyo del más grande de todos, aquel que nos creó y que está a tu lado en cada día de tu vida.
Me debo despedir, ya no tengo nada que hacer, todo lo que tengo está repartido entre todos los niños y ancianos que lo necesitan, a quienes fueron como yo.
¿Nos veremos algún día?
Lo deseo, pero dudo que pueda ser así. No importa.
Vive feliz, no sé si esto llegue a ti, pero necesitaba expresarlo.
Me iré lejos.
Nos vemos, tal vez en alguna oportunidad que nos brinde la vida, adiós
Atentamente.
Choi Seung Hyun ”