-¿Qué clase de pruebas? –preguntó desconfiado el albino
-Pruebas médicas para comprobar las perdidas de memoria, como si no –le contestó el mayor poniéndose unas gafas de sabiondo.
Hisoka cogió una silla y la colocó en frente de su sillón. Momentáneamente, este le ofreció asiento al pequeño. Killua se quedó de pie.
-Bien, Gon, ahora te haré ciertas pruebas para comprobar tu estado.
-¿Estado? –preguntó confundido el pequeño -¿Cómo el de China?
-Sí, Gon… lo que tú digas… -le contestó el albino y el pelinaranja con unas gotitas en la frente.
Hisoka cogió una libreta y un bolígrafo y se sentó en su sillón.
-Bien, Gon, comienza la primera prueba. Consiste en hacerte unas preguntas, ¿Ok?
-Aja… -contestó un poco inseguro el menor.
-Está bien, primera pregunta –dijo el mago mientras alzaba su boli -¿Cómo te llamas?
-¡¡NO TE LO DIRÉ!! ¡He oído hablar de una libreta en la que si escribes el nombre de una persona se muere!!
-Eso es un mito… -alegó Killua mientras recordaba que en su noveno cumpleaños le regalaron uno de esos.
-No te preocupes, Ringo-Chan, no voy a acabar contigo… (tengo que esperar a que el fruto madure) Venga, te lo volveré a repetir… ¿Cómo te llamas?
-¡FLORIPONCIO! –contestó orgulloso el pequeño.
-No, tu nombre es Gon freecks… -corrigió el mago al moreno
-¿¡QUÉ!? ¡¿No me llamo Floriponcio?! ¡¡¡ME QUIERO LLAMAR FLORIPONCIO!!! ¡¡¡¡BUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHH!!!!
-¡¡AAAH, maldita sea, se ha puesto a llorar otra vez!! –se quejo el albino al oír llorar a Gon.
-No llores Gon –intentó consolarle el pelinaranja-…tu nombre es muy bonito ^///^
-No me gusta… es muy simple –el pequeño infló los mofletes y se cruzó de brazos.
-Eran lágrimas de cocodrilo… -se dijo Killua para si mismo.
-Está bien, segunda pregunta –dijo el mago –Gon, ¿cuántos años tienes?
-Un montón… -contestó el moreno sin reflejar ningún sentimiento alguno.
Killua y Hisoka se quedaron mirándolo Y este se percató de ello.
-¡¡¿Qué queréis?!! ¡¡La edad nunca se dice!!
-Eso solo se cumple con las señoras, idiota –reprochó el albino
-Bueno, Gon, tu tienes 12 años… -le contestó el pelinaranja
-¿Y si lo sabes para que me preguntas?
-Para comprobar tu estado, merluzo, tú déjate de tonterías y contesta lo que creas –explicó Killua de la forma mas amable que pudo (¡si es forma amable![XD])
-Bien, tercera pregunta –alegó el mago -¿Cuál es tu color preferido?
-Eeeemmm… el rosa…
-No… ese es el mío –le respondió el pelinaranja -¿Cuál es el tuyo?
-Mmmm… ¿Lila?
-Ese es el mío, cabezón –le dijo Killua al moreno
-Venga, no es tan difícil, Gon, mira la ropa que llevas puesta…
El pequeño observó su ropa y de la cabeza le salió una vela (no tenía presupuesto para comprarse una bombilla [XD])
-¡¡PIMIENTO!! –grito entusiasmado el menor
-¡¡AAAh, Qué asco!! –repugnó el albino
-Esa es tu verdura favorita…-Hisoka apunto algo en su libreta –Muy bien, esta pregunta se queda en el aire…
-A ver, cuarta pregunta… ¿recuerdas por que te convertiste en un cazador?
-¡¡¿QUÉ?!! ¡¡¿Soy un cazador?!! ¡¡Los cazadores matan animales!! ¡¡¡No me gustan los cazadores, son malos!!! ¡¡¡¡BUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!!!
-¡Y venga otra vez…! –se quejó el albino
-Gon, esos que dices tú son los “chulitos caza-conejos”, los cazadores que digo yo son los que buscan tesoros y detienen criminales… -intentó tranquilizar el mayor al moreno.
-¡¡¿QUÉ?!!¡¡¿Soy un cazador que detiene criminales?!! ¡¡Los criminales hacen pupa a las personas!! ¡¡¡No me gustan los criminales, son malos!!! ¡¡¡¡BUUUUUUUUUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!!! –volvió a llorar el pequeño.
Killua se tapó los oídos para no oír los berridos del más pequeño. Mientras, Hisoka volvió a escribir algo en su libreta.
-Bueno, da igual, te lo explicaré yo… -alegó el pelinaranja…. –Tú te convertiste en cazador por que querías encontrar a tu padre, el que te abandonó.
-¡¡¿Mi papá me abandonó?!! ¡¡Entonces mi papá es una persona cruel!! ¡¡¡NO QUIERO VERLO!!! ¡¡¡¡BUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHH!!!!
Hisoka volvió a intentar tranquilizar al pequeño y mientras, Killua seguía con los oídos tapados y leyendo una revista.