15.- CONVIVIENDO.
Todos los ukes se fueron a sus respectivos consultorios seguido de sus médicos y los ANBUS que se encargaban de su custodia, Tsunade y Kyubi decidieron ir primero con los chicos que se encontraban inconscientes, llegaron a la habitación de Kiba, Tanimoto llevo todo lo necesario para el ultrasonido mientras Shino hacia acoplo de toda su fuerza de voluntad para no aventarse a la cama y llorarle en las piernas a su amor por perdón, pero no pudo evitar que lagrimas traicioneras salieran de sus ojos, tuvo que voltearse hacia la ventana y morder su labio para tratar de parar ese sentimiento.
- bien, al parecer el bebe va bien, esta noche no será necesario que te quedes Tanimoto, puedes ir a tu habitación a descansar, en ANBU se quedara en su lugar para cuidarlo, cualquier anomalía él le llamara – dijo la Hokage sin opción a replica en su voz, todo era por el hecho de que la rubia ya le había dado indicaciones a Shino de que cuando estuviera solo con Kiba le inyectara algo de chakra en su vientre.
- como usted diga Tsunade – muy a regañadientes Tanimoto acepto.
Shino aparto la mirada de la ventana para ver la imagen de la pantalla donde se veía a su bebe, la emoción que embargaba en su pecho contrataba con la tristeza de ver a su niño postrado en la cama, deseaba tanto preguntar cuál era el sexo del bebe y al mismo tiempo sabía que no tenía el derecho de ni siquiera mirarlo, pero no podía evitarlo, los amaba, ahora más que nunca lo comprendía, por lo que se sentía tan miserable el saberse culpable de la situación actual.
- es un hermoso varón – dijo la mujer como si leyera la mente y agradeció por ello – bueno, en el suero pondremos las vitaminas que le hacen falta, ahora vamos con Iruka.
Siempre que se hacen los exámenes a los chicos, los médicos están todos juntos para saber el estado de ellos, entonces Tanimoto tuvo que salir de la habitación junto con los demás, dejando solos al ANBU y a Kiba, Shino se acerco despacio a la cama donde se encontraba el cuerpo inconsciente del moreno, camino hasta él y con sus manos temblorosas intento tomar la mano del chico pero se detuvo en medio camino, su mano la cerro en un puño lleno de frustración, su cuello estaba húmedo por las lagrimas que ocultaba la máscara.
“…no tengo derecho de tocarte Kiba, ya que no tengo perdón de por lo que he hecho, voy a cuidar de ti y nuestro hijo, es lo menos en este momento puedo hacer…”
Pronto ya estuvieron dentro de la habitación de Iruka, Kakashi prácticamente había perdido a habilidad para respirar al ver a su hermoso delfín dormido en su cama, sus cabellos largos castaños expandidos en la almohada, su cara un poco mas pálida de lo normal pero con un semblante tranquilo, el médico que le correspondía preparo todo lo necesario para el ultrasonido, pronto en la pantalla se dejo ver la silueta de un hermoso bebe.
-es un varón que parece saludable, al parecer el jutsu solo afecto en la llegada del chakra para su protección – dijo la rubia.
- que va a hacer al respecto con eso Tsunade? – pregunto Kato.
- ya veremos cómo lo resolveremos, por el momento solo podemos seguir vigilando que el chakra que está en el vientre no se agote, si no se mueve y no tiene emociones fuertes o esfuerzos innecesarios estará bien, así que por el momento dejémosle dormir, el sabrá cuando debe despertar – se puso de pie y Kato se puso a guardar el equipo en el consultorio para ir a la siguiente habitación, pronto Kakashi quedo solo con su delfín.
- Iru…ka… - camino hasta él y puso sus manos en el abultado vientre del moreno, una luz resplandeciente salió de ellas, estaba transfiriendo un poco de chakra al bebe que crecía en el vientre del amor de su vida – te…vez…hermoso… Dios… cuanto lamento todo lo que… todo lo que te hice… te amo Iruka… voy a cuidarlos, te lo juro, no voy a permitir que nada le pase a este niño… porque sé que tu lo deseas… porque sé que lo amas… yo lo protegeré, te lo juro…
Tsunade entro al consultorio de Lee, el chico ya estaba preparado por lo que no perdió tiempo – mira nada mas, esa hermosa princesa Lee, está muy saludable y es algo inquieta eh?
- sí, me patea seguido – sonrió tiernamente causando un estremecimiento en el cuerpo del ANBU que lo cuidaba, Lee era mucho más hermoso que antes ante los ojos de Neji, el embarazo le estaba sentando de maravilla.
- bien, te seguiré recetando las vitaminas y come nutritivamente, tu y Gaara están comiendo muchas golosinas, de hecho ahorita también le voy a llama la atención, no quiero que después tengan problemas con el azúcar – dijo haciendo que Lee se pusiera sonrojado por la vergüenza de ser descubierto.
- ya no comeré tanto Tsunade-sama.
- mas te vale – dijo para después dejarlo solo con el ANBU el cual utilizo sus ojos para poder examinar el a Lee y al niño, quería que realmente todo estuviera bien con ellos, cualquier cosa que se le escapara a Tsunade podría ser peligroso, aunque sabía que Hinata hacia también su revisión, pero era mejor para el cerciorarse el mismo.
- bueno… - la voz de Lee lo saco de sus pensamientos, después de tanto tiempo su voz era dirigida a el pero sin que el otro lo supiera - … espero no causarte problemas – decía algo cohibido el uke, el otro no podía dirigirle la palabra, y se moría por decirle que nunca causaría problemas, por lo que realizo lo único que tenia permitido, asentir con la cabeza, Lee medio sonrió aun incomodo por la situación y mejor salió hacia su habitación seguido de cerca del ANBU.
“…no me siento ni con el derecho de ponerme a llorar a tus pies, tengo que ser fuerte y protegerte, se que habrá un momento en el que tu y yo podremos hablar, sé que no me perdonaras pero aun tengo la esperanza que tu hermoso corazón encuentre una razón para hacerlo…”
- bien Gaara, al igual que Lee necesito que dejes de comer tanta azúcar, es demasiado lo que comen y ya sabes que las cosas en exceso son malas – decía la rubia.
- lo sé, seré mas responsable con los dulces y también podre en régimen a Lee – dijo con decisión el pelirrojo.
Sai por su parte solo miraba con mucha atención la pantalla donde se podía ver a su bebe, la verdad es que no podía describir lo que sentía por dentro, Gaara le implantaba muchos sentimientos que no comprendía, siempre había sido educado por no sentir, que cada nuevo sentimiento lo aterraba aunque pareciera que estaba maravillado por ellos aunque realmente estaba muerto de miedo y extrañamente sintió un nudo en la garganta, así como sus ojos picaban, por las lagrimas que deseaban salir de sus ojos.
“…a pesar de las dificultades de tu vida, eras mejor sobre los sentimientos que yo, quisieras que me explicaras que es este sentimiento que siento al ver a ese ser creciendo dentro de ti, por favor Gaara dímelo, te lo suplico…”
- bien Gaara, es todo por hoy, ahora voy con Naruto – la mujer y los demás salieron dejando solos a Gaara y a Sai, el pelirrojo se arreglo sus ropas y salió sin mirar al ANBU, el pelinegro sabia a la perfección que el Kage estaba acostumbrado a estar con escolta y el hacer como si no existieran, así que no hizo más que seguirlo.
Naruto por su parte se encontraba muy feliz viendo la pantalla donde se veía el contenido de su vientre, inclusive Sasuke estaba inclusive temblaba imperceptiblemente ante la emoción de ver a su hijo.
- vaya Naruto, tus hijos están muy sanos – dijo la mujer con una sonrisa de oreja a oreja.
- “” ¿hijos?” – se pregunto Sasuke.
- quien iba a pensar que iba a tener gemelos! – decía muy emocionado Naruto.
- así es Naruto-kun, me alegro que te cuidaras desde el principio para que tus hijos no tuvieran ninguna complicación – dijo Hinata.
- pero recuerda que también tiene la ventaja de Kyubi – comento Tsunade – pero bueno, deja ver si ahora si quieren mostrar que son…. – movía el escáner para saber el sexo de los bebe, que hasta ahora no se habían dejado ver tapándose mutuamente sus partecitas – bien… parece que después de tanto tiempo al fin se dejaran ver…
- ¡de verdad! – Naruto estaba muy emocionado que contagiaba a Sasuke, pero lamentablemente no podía expresarlo libremente, aunque conociéndose lo más que haría sería sonreír y abrazar fuertemente a su rubio.
- cálmate mocoso y deja de moverte para que Tsunade te pueda decir – dijo renegando el zorro.
- pues tú me hubieras dicho desde antes ttebayo – decía haciendo un puchero ante un atento y desesperado Uchiha que ya quería saber sobre sus hijos, pero no pudo evitar sonreír ante la mueca de Naruto.
- na, me gusta tu incertidumbre - dijo sonriendo de lado.
- quieren callarse y dejarme hablar – dijo la rubia ya desesperada también, Naruto con puchero en cara se quedo callado – bien, felicidades Naruto, eres padre de dos niños - sonrió.
- dos niñitos ttebayo – de sus hermosos ojos azules cayeron lagrimas, que desde hace unos cuantos meses dejaron de ser de tristeza, sino de alegría, esperanza, añoranza, Sasuke tuvo que utilizar toda su fuerza de voluntad para no ir y abrazar a Naruto, su máscara impedía que se vieran sus lagrimas y sus puños estaban fuertemente cerrados, todos estaban tan metidos en la pantalla donde se veían los bebes por lo que aprovecho para darles la espalda y retirar un poco la máscara, limpio sus lagrimas y con una cara más neutra volvió a ponerse la máscara, sin percatarse de que Kato lo miraba sonriendo de lado, al parecer lo había descubierto, pero decidió no decir nada, por el momento.
“…dos hijos Naruto, espero que tengan tus hermosos ojos azules, sin duda sería lo mejor que se parecieran a ti y en nada a mí, Dios… me muero de ganas de abrazarte y escuchar los latidos de los corazones de nuestros niños en tu vientre, me siento tan frustrado y a la vez tan feliz…”
- ahora es el turno de Deidara, después de esto dormiré un momento, hoy ha sido un día cansado – la mujer y todos los demás salieron entrando a la habitación del rubio mayor, cuando entraron vieron que el chico estaba completamente alejado del ANBU haciendo como que leía un libro, Tsunade le dijo que se preparara y al poco tiempo todos veían la pantalla – tu también tienes a tus gemelos muy sanos, tu niña y niño están creciendo de maravilla, has cuidado bien de tu Deidara…
- me alegro escucharlo Tsunade… - dijo con una sincera sonrisa el rubio.
- sigue como hasta ahora y no tendremos problemas contigo.
- como están los demás? – se notaba su preocupación en sus palabras.
- bien, Lee y Gaara con un poco de azúcar de mas pero bien, Naruto también muy sano, Kiba… pues bien aunque en coma, pero el bebe va creciendo bien, su tamaño es un poco más chico en tamaño ya que no recibe todos los nutrientes naturales de los alimentos pero si todo sigue bien nacerá sano, Iruka por otro lado está bien, pero aun no despierta, esperemos que pronto lo haga y su bebe va bien, tiene buen tamaño y está sano, solo faltan algo de vitaminas pero no está mal.
- me alegro de verdad – dijo el rubio arreglando ya sus ropas.
- bueno, voy a descansar un poco, nos vemos después cualquier cosa sabes dónde encontrarme – dijo la mujer y todos salieron para hablar con Tsunade para las indicaciones generales, dejando a Itachi solo con Deidara, el cual le miro un momento para después suspirar pesadamente, paso a un lado del hasta su habitación, Itachi sabía que al rubio no le gustaba que lo vigilaran así que por eso no le dio importancia a su comportamiento, además de que tenía algo mejor en que pensar y eso eran los hermosos hijos que tenía con el rubio, había hecho hasta lo imposible por no ir y abrazar a Dei mientras lloraba como magdalena, camino tras el rubio con pasos temblorosos, la impresión de ver a sus bebes crecer en su amor era algo que lo tenia fascinado y que incluso le ponía la piel de gallina, una y mil veces más quería darse contra la pared porque por sus errores no estaba con su niño como debía, más que nunca estaba desesperado no solo porque está perdiendo al amor de su vida, sino que ahora estaba perdiendo a la familia que tendría con él.
“… no sé como Dei, pero lograre que me perdones y me dejes estar a tu lado, no puedo permitirme que tu y yo formemos esa familia que viene en camino, te amo y de alguna forma te lo demostrare, ya no me permitiré más errores, te necesito a mi lado, los necesito a mi lado…”
Itachi iba a entrar a la habitación de Deidara cuando se topo de frente con Sasoe, los dos se miraron fijamente y al ANBU se le hizo muy familiar esa mirada, algo en ese ninja medico no le gustaba y más que nada lo ponía algo nervioso, al parecer no era al único ya que había notado que Deidara se ponía también algo inquieto con su presencia, pero si sabia una cosa, que ese pelirrojo no traería cosas muy buenas y el estaba dispuesto a proteger a Deidara aun en contra de lo que parecía ser fantasmas.
Paso un mes y para entonces los chicos ya tenían siete meses de embarazo cada vez estaban más cerca de dar a luz a sus hijos y la convivencia entre ANBUS y Ukes no era tan mala, Naruto a veces se sentía nervioso porque se sentía muy observado por el pero no decía nada, Gaara como siempre ignorándolo magistralmente, Lee extrañamente nervioso ante su presencia, Kiba siendo cuidado todo el día y casi todas las noches por Shino causando gran enojo a Tanimoto, en cambio con Deidara e Itachi el que se sentía nervioso por la mirada del otro era el ANBU, a veces sentía como si el rubio lo hubiera descubierto, pero decidía ignorarlo porque no sabía como el rubio podría saberlo, después de todo había cambiado con un jutsu la forma de su chakra y su cabello que era lo único que estaba a la vista de su aspecto, era de diferente color, además de lo que le preocupaba mas no era Deidara, sino el tipo que era su médico, algo en él se le hacía muy familiar y sentía el odio en su mirada hacia él, como si el también supiera quién era el, algo le decía que las cosas en esa cabaña no eran del todo normal, sobre todo, como demonios supieron que alguien saldría del perímetro protegido aprovechando la oportunidad para atacar.
- Deidara-san es hora de sus medicinas – Sasoe siempre le miraba intensamente, pero de una forma muy conocida para él, era tanto como estar viendo a Sasori antes de morir y cuando tenía una relación con el, antes de Itachi.
- gra-gracias… - tomo las pastillas sin mirarle a los ojos, vio pasar a Naruto ya que la puerta de su habitación estaba abierta así que salió corriendo tras él, huyendo de la habitación o más bien huyendo de las personas que estaban dentro, del ANBU y de Sasoe - ¡Naruto!
- oh, hola Deidara… voy a comer ramen, ¿se te antojaría comer conmigo? – dijo el pequeño rubio.
- … de acuerdo – no es que tuviera hambre pero la verdad es que necesitaba distraerse de la presencia de los otros, aunque también estaba el ANBU de Naruto, el menor sabría como distraerlo.
Por otro lado Gaara seguía ignorando a su ANBU, siempre platicaba con Lee o con Naruto, muy pocas veces con Deidara, no es porque no se cayeran bien, sino, simplemente nunca se han sentado a charlar como se debe y el rubio mayor piensa que aun le tiene algo de resentimiento el pelirrojo por cuando lo secuestro y que prácticamente lo mataron con lo del bujui, pero lo que el mayor no sabe es que esas cosas para el pelirrojo ya eran pasado, de hecho planeaba hablarlo ahora que su único apoyo eran ellos mismos.
Shino por otro lado no tenía muy buena cara y ese día había caído inconsciente durante la noche cuando le tocaba vigilar a Kiba, Neji fue el que lo encontró, cuando los otros ANBUS se enteraron, Itachi y Sasuke se ofrecieron a cambiar turnos en lo que Shino se recuperaba, este antes de caer completamente en la inconsciencia tomo el brazo de Sasuke – no… lo dejes…solo, te lo imploro… algo no…anda bien con… Tanimoto… no confió… no confió en el… - después de esas palabras cayó en un profundo sueño.
- ¿pero qué sucedió para que este en este estado? – pregunto Hinata que había ido a atenderlo por pedido de Neji, este le había tenido que escabullirse a la habitación de la chica y decirle su verdadera identidad ya que Tsunade no se encontraba en ese momento, la chica al principio no sabía cómo reaccionar, pero no le quedaba más que cumplir con su deber Ninja, claro mantendría el secreto de que ellos eran los ANBUS pero les advirtió que no se acercaran mucho a los chicos, ella había visto como los ukes sufrían por lo que no estaba dispuesta a ver como ponían en riesgo su salud.
- ya oíste, no sé porque no confía en ese Tanimoto, solo sé que los días que no le toca guardia aun así se queda en la habitación de Kiba, no ha dormido como se debe, era cuestión de tiempo que sucumbiera al cansancio – comento Neji.
Sasuke ante esas palabras fue a la habitación de Kiba, cuando abrió la puerta vio que Tanimoto estaba dentro de ella, cuando lo vio no le gusto el hecho que se estuviera acomodando la ropa y que tuviera una mirada de insatisfacción y resentimiento hacia él.
- vaya… creí que hoy no vendría un ANBU a su habitación por lo que pensé quedarme yo a vigilarlo, así que porque mejor no te retiras y me dejas a mi – Tanimoto estaba demasiado frustrado, desde que los ANBU llegaron el médico no había tenido oportunidad de volver a hacer suyo a Kiba, por lo que estaba muy al pendiente de cuando hubiera oportunidad, había notado la postura del ANBU que le había tocado al chico perro y su postura era de alguien cansado, pero no estaba seguro que así fuera porque no le podía ver la cara, así que ese día no soportaba mas y le pidió a cierta persona que le diera la comida con un pequeño somnífero que haría estrago en el cansado ANBU, cuando supo que la misión había sido completada espero un poco y entro a la habitación de Kiba sin cerrar la puerta con llave, había empezado a jugar con el chico, poniendo la mano del uke en su miembro pero entonces sintió la presencia de alguien acercándose, se acomodo rápidamente la ropa y en eso entro el ANBU de la máscara blanca.
Sasuke no tenia permitido hablar, por lo que solo se hizo a un lado y señalo la salida, dando a entender que no se retiraría y prefería que el médico saliera, Tanimoto lo miro con demasiado odio impregnado en sus ojos y salió de la habitación, el ANBU camino hasta Kiba y miro la mano que caía a un costado de la cama, cosa extra por el hecho de que el uke está en coma y por consecuencia no se mueve, puede que por reflejo lo hiciera, pero sería un movimiento muy largo, tomo con su mano la del chico notándola un poco húmeda, con la misma sabana la limpio, tendría que decirle a Shino lo que vio y lo que encontró, aunque algo le decía que debían esperar a agarrarlo completamente con las manos en la masa, ya que ellos no estaban en el mejor concepto y sin pruebas más fuertes estaba seguro que Tsunade no les creería, de repente sintió una pequeña punzada en su mano izquierda, vio que había enterrado sus propias uñas en la piel ya que había olvidado ponerse los guantes y sin la protección de ellos se había hecho daño tanto que sangro de ella, sentía tanto coraje y odio hacia ese medico, pero estaba seguro de que Shino sería quien quisiera matarlo, cuidaría a Kiba en lo que se recuperaba el otro Tanimoto no lo volvería a tocar de esa manera, agradecía mas que nunca que Hinata fuera la medico de Naruto, de seguro si alguien le hiciera lo mismo a su uke lo más seguro es que quijera descuartizarlo, así que dejaría que Tanimoto muriera a manos de Shino.
Había pasado un mes y unos días más, ya eran pasado de los ocho meses, pronto los bebes nacerían e Iruka aun no despertaba, pero eso no sería por mucho tiempo, antes de anochecer Iruka despertó, pero extrañamente con una sentimiento de angustia, en la habitación se encontraba Kato y salió rápido a buscar a Tsunade, después desapareció sin decir nada y nadie lo extraño porque todos estaban muy ocupados con el despertar del moreno, Kakashi estaba feliz de verlo despierto, pero estaba preocupado por la angustia que desprendía Iruka, la Hokage entro de repente casi aventando a Kakashi al suelo.
- Iruka… santo cielo, hasta que despiertas – dijo preocupada, al poco tiempo entro Kyubi que se había retrasado impidiendo la entrada de Naruto y los otros que querían saber cómo estaba el sensei, cerró la puerta y se acerco a la cama para ver al sensei.
- llame… llame a Kakashi… por favor… - a Iruka le salían lagrimas de sus ojos, no se sabía que era lo que pasaba por su cabeza.
- pero ¿porque tan de repente? – pregunto la mujer mirándolo sin entender.
- se… lo suplico, necesito verle, necesito que este aquí, por favor.
La angustia de Iruka preocupo a los presente, Kyubi se acerco a Kakashi diciéndole que saliera por la ventana, se cambiara de ropa y deshiciera los jutsus que lo hacían parecer otra persona y que tocara la puerta principal de la cabaña, el iría a recibirle haciendo parecer que él nunca había estado aquí y que había sido llamado por el mismo zorro, Kakashi no lo pensó dos veces para hacer lo que le dijo.
El zorro y la Hokage se miraron directamente a los ojos, si Iruka pedía algo como eso era porque realmente lo necesitaba, así que no había razón para no hacer lo que pedía con tanta desesperación, pero había dos preguntas rondando en sus cabezas, ¿Por qué Iruka pedía tan desesperadamente la presencia de Kakashi? Y ¿ cómo reaccionarían los ukes al ver a Kakashi?