20.- RESCATE Y REGRESO (parte 1).
Kabuto no podía ir muy lejos por la preciada carga que tenía entre sus brazos, a lo que no pudo más que ir a uno de los antiguos laboratorios de Orochimaru, era uno que le había donado antes de morir para que hiciera sus respectivos experimentos, de el casi nadie sabía así que podía estar el tiempo que necesitara, por lo menos hasta librarse de la carga en el vientre del moreno, la cual al parecer pronto vendría al mundo, lo notaba por los repentinos espasmos que le daban al moreno, al parecer del dolor y mientras estando en la inconsciencia se tocaba su vientre, además de que sintió algo húmedo en su pierna, al parecer los donceles también rompían fuente.
- tranquilo ya hemos llegado – dijo el de lentes mientras entraba a una cueva, bajo por un momento a Iruka al piso para poder hacer un jutsu delante de unas rocas donde parecía que terminaba el camino, pronto estas empezaron a crujir abriéndose en forma de circulo desde el medio hasta un tamaño considerable para que una persona pudiera entrar, de nuevo fue hacia el moreno y lo tomo entre los brazos y se adentro, camino por un pasillo algo largo, con muchas puertas una frente a otras, llego hasta el final donde había una puerta enorme, entro y era una habitación blanca, había muchos aparatos para experimentos además de especímenes que utilizaba para ellos, líquidos de diferentes colores por todos lados y en medio de todo había una camilla que parecía como las que utilizaban para los partos, lo acomodo en el lugar para después comenzar a quitarle la ropa, incluyendo la interior, no pudo evitar mirarlo completamente desnudo, aun a pesar del vientre abultado se veía hermoso, le puso un camisón grande como el que se usa en los hospitales, pero mientras lo hacia Iruka despertaba.
- mmm… donde… dónde estoy? – Iruka miraba para todos lados algo desorientado, solo recordaba la cara de Kato mientras le ponía un trapo en la cara que le causo un cansancio enorme, además de imágenes confusas donde este mismo lo entregaba a Kabuto, después de eso nada.
- ya despertase Sensei, me alegro – dijo como si nada el de lentes.
- Kabuto?!... pero que… - intento levantarse pero el dolor de su vientre se lo impidió – ah…
- relájate, pronto darás a luz – Kabuto se acerco al moreno.
- pero… y Kakashi? Yo lo necesito, si voy a dar a luz lo necesito! – dijo en tono desesperado, sabia de la necesidad del padre para que el embarazo se llevara a término, sin él, su vida y sobre todo la de su hijo corrían peligro.
- no lo necesitas, ya lo tengo bajo control – le sonrió arrogante.
- como? – lo miro sin entender.
- supongo que recuerdas cuando fuste atacado a las afueras del paraíso, te implante un sello que no solo te daba chakra para mantenerte con vida, sino que además copiara el chakra de quien te lo proporcionara, en pocas palabras en un par de minutos tendremos el chakra de Kakashi, para poder reproducir el necesario para que no existan problemas.
Iruka lo miro sorprendido, como era posible que Kabuto pudiera hacer ese tipo de cosas –ungh! – de repente sintió un fuerte dolor que lo hizo recostarse por completo apretando las sabanas debajo de el.
- será mejor que me apresure – se dijo a si mismo acercándose a Iruka para tocar el pecho donde antes había puesto el sello – supongo que has de tener dudas de cómo se tanto de tu condición – Iruka simplemente lo miro – bueno, lo que sucede es que Shizune, la mujer perrito faldero de la Hokage, mordió la mano que le daba de comer por ciertas prestaciones que el consejo de Suna le ofreció a cambio de matar al Kasekahe – Iruka lo miro sorprendido sin creer sus palabras – sabes, yo nunca pensé que ella fuera capaz de tan siquiera pensarlo, cual va siendo mi sorpresa que ella acepta la oferta y sin saber que hacer acude a mí para pedir ayuda, claro, todo tiene un precio y el mío siempre ha sido la información – sonrió de lado mientras ponía su mano directamente donde se encontraba el pecho, una luz comenzó a emanar de ella pero Kabuto continuo hablando – quien diría que un tiempo después vendría diciéndome que los matrimonios más felices de toda Konoha – nótese el sarcasmo – serian padre, me dijo que ustedes habían planeado tener hijos de esos idiotas.
Poco a poco fue levantando su mano y debajo de ella se podía ver salir del pecho de Iruka como un liquido plateado – pronto recordé que Orochimaru antes de que Sasuke lo matara había intentado hacer donceles, me dijo que con anterioridad existieron estos seres, pero nunca pudo lograrlo, genéticamente era imposible, pero todo parece indicar, según la información que recibí de su amiga y compañera – eso ultimo lo dijo en forma de burla – el Kyubi sabia de un jutsu para hacerlo, no me extraño, después de todo en las escrituras de antes el zorro era una Dios para estos seres, era adorado y no temido como ahora, sabes, precisamente esto que estoy haciendo es un truco antiguo que salvo miles de vidas durante mucho tiempo enemigos de estos seres utilizaban esto para matarlos, esta habilidad no se compara con camuflajear el chakra como lo hacemos, siempre existe alguien que se da cuenta que el que está enfrente no es el que se siente, pero con esto, era imposible ser detectado, era tan bueno como tan malo, como todas las armas, salvan pero quitan vidas.
En un recipiente puso el liquido plateado que había extraído – acaso es… chakra liquido? – pregunto el moreno muy apenas por el dolor que sentía.
- sorprende no crees, ahora deja hago el suficiente para que de una vez nazca ese bebe.
- … - Iruka no sabía si preguntar o no, pero no sabía porque Kabuto hacia eso por él, es obvio que algo quería y lo que mas temía era que fuera a experimentar con él y sobre todo su hijo, después de todo Orochimaru al parecer le pego lo del científico loco – porque… porque haces esto?
- bueno – contestaría a la pregunta mientras trabajaba – simplemente porque deseo que seas mío sensei.
El moreno lo miro incrédulo, era completamente distinto a lo que pensaba – a que te refieres?
- se que pensaste que porque me interesaba experimentar contigo, pero no es así, ni mucho menos tu hijo, el no me interesa en lo mas mínimo – esas palabras asustaron un poco al moreno, eso le daba mala espina – como te dije, genéticamente no se pueden hacer donceles, y el jutsu el que lo conoce en su totalidad es Kyubi, además de lo demás que se necesite para que se logre completar el proceso, pero bueno, eso no responde a tu pregunta, dime Sensei, me recuerdas de antes de que traicionara a Konoha.
- … si, de adolecentes, cuando Orochimaru te llevo a la hoja, no recuerdo porque razón incluso viviste conmigo un año – hablaba sin comprender muy bien a donde se dirijia la conversación.
- en ese tiempo Orochimaru me dijo que me infiltrara con la sociedad de la Hoja para que no desconfiaran de mi y poder moverme libremente, el se fue por un año a hacer sus investigaciones y esas cosas, además de que ya estaban empezando a sospechar de él.
- eso no responde a mi pregunta…aahg – un dolor en su vientre no lo dejo hablar más.
- a eso voy, no seas impaciente, además tengo que terminar esto – dijo con la creación de mas chakra liquido – para mi ese tiempo he de decir que fue lo mejor de lo mejor, conocí lo que era la verdadera paz.
- siempre fuiste bueno… o aparentabas serlo.
- contigo me mostraba tal cual era, hasta platicaba contigo de cualquier tema, cosa que no hacía con la demás gente a menos que quisiera sacarle información – sonrió nostálgico – creo que mi forma de verte a ti era muy distinta a la forma en que veía a Orochimaru, el era lo que necesitaba para saber que era yo, que significado tenía mi existencia, el era una guía para encontrarla, alguien que apareció en el momento y tiempo justos, en cambio tu – dejo de lado lo que estaba haciendo y se acerco a Iruka con una sonrisa tranquila – tú eras una existencia, una razón para vivir encarnada en persona, un motivo por el cual salir adelante, aquel que te encontrara hubiera sido de lo mas dichoso si no es que tu encuentras primero a quien darle esa razón – bajo la mirada y volteo de nuevo hacia su trabajo – encontraste primero a Kakashi, antes de que alguien pudiera encontrarte a ti.
Iruka no pudo evitar que la sorpresa le ganara al dolor, en verdad que era algo que nunca esperaba escuchar de alguien que siempre ha sido enemigo de Konoha, aunque a decir verdad, si no fuera por la traición, seguiría considerando a Kabuto como una persona excelente, con calidad humana inigualable, claro está, esa era la imagen que Kabuto creó hacia él, pero regularmente uno juzga como le va en la feria.
- siempre observe como lo mirabas, el cómo te habías enamorado de alguien que, o que está profundamente enamorado o sentía una gran fraternidad por su amigo muerto, te sentiste atraído por alguien que se consumía en su propia miseria, en alguien que volcaba toda su frustración por no poder salvar a ese amigo muerto en ti, la ira, el odio a si mismo, frustración, ansiedad todo lo volcaba en ti y tu como idiota tras de él, soportándolo todo por el amor que le tenias, fue peor cuando las misiones ANBUS se tornaron sádicas y crueles al matar a gente inocente por el bien de una paz que no se veía llegar, su mente estaba colapsando y aun así te quedaste con el.
- el necesitaba…
- siempre que regresabas a casa en mal estado – no lo dejo hablar – decías que era porque necesitaba que alguien lo entendiera, que supiera que no estaba solo, que algún día el te vería de la misma manera en que tu lo hacías, algún día le sanarías el corazón herido, pero sabes lo peor fue verte cuando el muy maldito te… - se detuvo, la incomodidad fue algo que Iruka noto, además de que no era el único incomodo por el tema – el peor año de su vida lo había tenido con Kabuto cerca - … cuando llegue a casa esa noche después de haberme visto con Orochimaru y darle algo de información, lo primero que quise encontrar era a ti sonriéndome a pesar de que no lo merecía, no encontrarte tirado en la sala, sin la ropa de abajo, con las piernas abiertas y sangrando de tu ano, además de rostro, golpes por todos lados.
- pero como sabes… tu… no – no entendía cómo es que Kabuto lo vio en ese estado, según el ese fatídico día no, el peligris no había llegado hasta el día siguiente en la mañana.
- pensaste que la persona que te había curado había sido Kakashi, es por ello que consideraste olvidar lo sucedido, pensaste que él había sido el que te curo con manos gentiles y a base de besos tus heridas, lo sé porque decías su nombre, después de eso yo me fui con Orochimaru, Kakashi cambio, te tenía miedo, no ha ti en sí, sino a lo que te podía llegar a hacerte, lograste lo que querías en una parte, el se enamoro de ti, y porque te amaba se alejo, tu entristeciste tanto que fue cuando decidiste inútilmente olvidarlo y saliste con Mizuki, el muy cabron era un sádico, te golpeaba y además te engañaba, pero nunca te importo realmente ya que la única persona que te importaba te huía, vivías como un zombi, sonreías porque tenias que hacerlo, pero las cosas cambiaron no es así, cuando Mizuki intento matar a Naruto y terminaste siendo tu el que estuvo grave en el hospital, nunca supiste que Kakashi era el que te iba a ver durante las noches que duraste inconsciente, cuando saliste del hospital los papeles se invirtieron ¿no es verdad?, es por ello que al final fuiste tú el que le dio una oportunidad a él y después de tanto tiempo de dolor, cuando eras al fin feliz, el lo arruino.
- como… como sabes tanto – esa era su vida resumida completamente, no entendía como era que Kabuto lo sabía.
- no es la primera vez que veías a Kato, no?
Iruka se quedo meditando un momento, Kabuto tenia razón, cuando iba a visitar a Kakashi al hospital después de que regresaba de alguna misión y terminaba en él como de costumbre, pensándolo bien el que lo atendía era precisamente Kato.
- tu…
- sí, siempre estuve al pendiente de ti – se acerco con el chakra ya listo – ahora permíteme revelarte otras cosas muy interesantes en lo que tienes al bebe, haber si puedes poner atención a lo que te digo si es que el dolor te deja…
Por otro lado Naruto y Kakashi estaban que no los calentaban ni el sol, sobre todo porque no querían dejar ir solo al peligris a buscar a Iruka, ya que los que no eran tan necesarios porque sus hijos ya habían nacido estaban gravemente heridos como Neji y Sai, y los demás no sabían en qué momento podrían llegar a nacer los niños, por lo que no podían moverse del lugar, Sasuke miraba por su parte la angustia reflejada claramente en el rostro de Naruto, al igual que en el de Kakashi.
- tiene que dejarme ir, yo puedo ir solo! – decía en la demencia total.
- no, es mejor que esperemos a los otros AMBUS, si vas solo y por asares del destino llegas a morir, puede que Iruka no tenga posibilidades de salvarse en el parto… - decía la Hokage indecisa, por primera vez no sabía qué hacer.
- pero si no voy puede que ni siquiera tenga una posibilidad de llegar al parto, además puede que no me pase nada y en cambio lo traiga a salvo.
- no lo sé…
- demonios su indecisión me está costando tiempo – iba a salir a pesar de todo, pero una mano lo detuvo, iba a voltearse dispuesto a golpear a quien quisiera detenerlo, pero las palabras dichas por esa persona lo detuvo.
- voy contigo…
- pero Sasuke – Itachi se acerco, Sasuke era de los que menos debía moverse, después de todo Naruto parecía que pronto entraría el labor de parto, el azabache menor se acerco a su rubio esposo.
- Naruto…
El rubio en cuanto lo tuvo enfrente tomo sus manos con desesperación – por favor, tráelo con bien, te lo suplico, por favor…
- shhh… - limpio las lagrimas del rubio con el dorso de su mano – tranquilízate, crees que podrías aguantar?
-…si – realmente no estaba seguro, las contracciones estaban siendo fuertes.
- bien – a pesar de que veía la duda en los ojos del rubio no le quedo más que ignorarla, sin perder más tiempo se puso de pie listo para irse, era mejor apurarse y regresar lo más pronto posible.
Tanto Kakashi como Sasuke se vieron y asintieron, los dos salieron rápidamente de la cabaña, el peligris invoco a sus perros para encontrar alguna pista, no tardaron en encontrar el rastro de sangre que había dejado la mano lastimada de Iruka, lo siguieron lo más rápido que podían pero el resto de sangre desaparecía repentinamente.
- ¡demonios¡ perdimos el rastro – decía frustrado Kakashi.
- que tus perros sigan buscando, antes había escuchado que por estos rumbos Kabuto tenía un laboratorio, aunque solamente su ubicación exacta la tenía el.
Sin decir más los perros seguían buscando al igual que ellos, de pronto uno de los perros encontró otro rastro ya casi seco en el piso – Kakashi, encontré algo y no sé qué tan malas o buenas noticias sean – dijo Pakkun, el perro que había encontrado el rastro.
- ¿a qué te refieres? – pregunto Sasuke.
- rompió fuente, me temo que en este momento o está dando a luz o ya dio – eso fue un gran balde de agua fría para Kakashi.
- sigue… sigue el rastro – la garganta la tenia seca, sus ojos se cristalizaron, pero no podía quebrarse ahora.
- vamos Kakashi, tenemos que encontrarlo – Sasuke lo jalo, no era momento de perder tiempo, solo esperaba no llegar demasiado tarde.
Mientras en la cabaña, Naruto se tocaba con incomodidad el vientre, al parecer las contracciones estaban siendo más seguidas fuertes, pronto entraría el labor de parto, se fue a la habitación de Deidara para no preocupar a nadie, pero Hinata logro verlo y lo siguió.
- Naruto, ¿Qué sucede? – pregunto la chica preocupada.
- Hinata, ¿crees que Sasuke regrese a tiempo? – decía con una mueca de dolor.
- eso espero… estas próximo… - no pregunto con ver a Naruto era fácil la respuesta.
- solo espero que llegue…
- no debiste dejarlo ir cachorro, a pesar de mi chakra es necesario el de el mas porque tus hijos son dos. – la voz del Kyubi resonó en su cabeza.
- lo sé pero… si algo le pasara a Iruka no lo soportaría.
- … - Kyubi no dijo mas, sabia lo importante que era el sensei para el rubio, no se podía hacer mas, solo esperar a que Sasuke regresara rápidamente.
Por otro lado Iruka abría los ojos poco a poco, sentía un poco de dolor en su vientre, se había quedado inconsciente después de que escucho el llanto de su hijo al nacer, miro para todos lados pero no ve a nadie y no escucha nada, busca a su bebe pero no lo ve, iba a levantarse porque no podía con la preocupación, pero en eso Kabuto sale de una habitación para cerrarla detrás de él, traía una bata llena de sangre, eso hizo que Iruka se preocupara.
- ¿Dónde está mi bebe?
- no tienes que preocuparte por esa cosa – dijo de forma despectiva, Iruka entro en pánico.
-¡¿Qué le hiciste a mi bebe?! – lagrimas ya bajaban por su rostro, quería levantarse pero Kabuto se posiciono a un lado del tomando sus hombros para recostarlo en la cama.