10.- LA FIESTA.
Las horas pasaron rápidamente para todos, los niños ya estaban en casa de Hiro, y a Shuichi le preocupo la molesta cara que puso Riku al ver como Sota saludaba a Michael con un gran abrazo.
- ¿Qué sucede Riku? – le pregunto al niño.
- Nada – decía el pequeño con un puchero molesto en el rostro.
- Como que nada Riku? si tu carita está molesta, es entonces… ¿Qué no te agrada Michael?
- No es que no me agrade…
- ¿Entonces? – pregunto aun sin entender el comportamiento del pequeño.
- … Es que… - su carita había perdido el puchero de enojo para poner una de tristeza - … Sota está muy encariñado con Michael… y no me hará caso.
Shuichi no pudo más que sonreírle tiernamente y darle un pequeño abrazo – no te pongas así, además tu lo tienes casi todos los días, en cambio a Michael lo ve de vez en cuando, mejor anda y juega con ellos.
- … De acuerdo – no estaba muy convencido, solo quería que la noche pasara rápido para volver a casa y no tener que seguir viendo como Michael le robaba la atención de Sota.
El pelirrosa no pudo evitar reírse de la situación, era tierna pero a la vez gracioso que a tan corta edad los celos se presentaran tan vivamente, se despabilo y salió corriendo a su departamento, no sin antes despedirse de su hijo y de Hiro, ahora tenía que alistarse para el evento, había comprado un traje gris obscuro y una camisa azul marino con una corbata del mismo color que el traje, todo el conjunto le sentaba muy bien, entonces, tocaron a su puerta, fue a abrir y se encontró con un adonis, Yuki Eiri, con un traje y camisa negra, corbata blanca y un pañuelo del mismo color, se veía tan bien que casi le daba una hemorragia nasal.
-Yuki…
El escritor no pensaba muy diferente respecto al pelirrosa, pero como siempre, aparentaba indiferencia – dijiste que nos iríamos juntos.
- Oh, tienes razón ya es hora – tomo sus cosas y salió del departamento, pero antes de que pudieran entrar al elevador, salió Ayaka, sorprendiendo a – Ayaka, ¿pero que haces aquí? Crei que nos veríamos en el salón.
- Lo que sucede es que vine a recoger a mi pareja – dijo sin presentar la misma sorpresa.
- ¿Tu pareja?
- ¿Qué, no puedo tenerla? – le dijo con una evidente cara de molestia.
- ¡No es eso! – Dijo nervioso, Ayaka era muy peligrosa cuando se enojaba – es que… conozco a casi a todos los de aquí, y no sé quien podría ser tu pareja, no me lo imagino.
- Ah, pues mi pareja es…
- ¡Yo! – todos voltearon hacia la voz que provenía de la puerta del departamento contiguo al de Shuichi – ¿te sorprende Shuichi?
Y no era el único sorprendido, Yuki también lo estaba, la loca vecina de Shuichi era la pareja de la jefa del pelirrosa, aunque bueno, podría ser que fueran como amigas, pero por cómo se miraban, no podían tener una cordialidad como esa, más bien parecía que se querían comer a besos y si no es que a mas.
- Si, Nami y yo tenemos una relación de unos cuantos años, es por eso que no me sorprendí que vivieras aquí – le comento Ayaka a Shuichi, mientras veía a su compañera con un vestido poco escotado, pero que la hacía ver bien, además no podía pedir mucho, ya que la psicóloga era muy extravagante.
- Son… ¿novias? – Shuichi no estaba sorprendido por el hecho de que dos mujeres mantuvieran una relación como pareja, sería demasiado contradictorio después de todo lo que ha pasado con Yuki, sino por el hecho de que dos mujeres de ese calibre se juntaran – por Dios… - Aunque claro, los otros malinterpretaron la situación, pero no duro mucho con las siguientes palabras del pelirrosa – si una sola es peligrosa, imagínate a las dos juntas – le dijo a Yuki, quien no pudo evitar soltar una carcajada ante la ocurrencia del pelirrosa, mientras las dos mujeres se sonrojaban.
- ¿Pues en qué nivel nos tienes Shuichi? – pregunto la psicóloga.
- En el de más alto por supuesto, ya que más vale prevenir que lamentar…
- Mocoso idiota – le dijo aun más roja su jefa – mejor apresúrense que llegamos tarde…
Así todos se fueron a sus respectivos vehículos, Ayaka y Nami juntas en el carro de la primera, mientras que Shuichi y Yuki en la limusina que habían alquilado para el escritor.
- Entraras como toda una celebridad por el frente, yo entrare por la parte de atrás…
- Porque no entras conmigo… como si fuéramos pareja – dijo sugerente mirándolo a los ojos, el pelirrosa trago grueso, no podía seguir negando que era algo que quería, pero exhibirse en este momento no era un lugar adecuado, además de eso, realmente no eran pareja, simplemente habían pasado cosas que eran difícil de definir.
- No es momento para tus juegos, trata mejor de sonreírle a todo el mundo y hablar con todas las personas del lugar, recuerda que serán pocos los eventos a los que asistirás, pero a los que asistas deberás mostrar la mejor cara que tengas.
Yuki no pudo evitar molestarse por las primeras palabras del pelirrosa – así que crees que estoy jugando… después de lo de… - Yuki no dijo más, si el pelirrosa creía que estaba jugando, pues jugaría, esta noche ni siquiera le pondría atención, estaba seguro que eso no le gustaría a la bola rosa, el cual sintió precisamente la molestia en el tono de voz de Yuki, además de que ya ni siquiera lo miraba, decidió dejar eso de lado y seguir con la explicación; pronto llegaron al salón de eventos, era enorme y tenía pinta de un castillo antiguo, además de que tenía un hermoso jardín y sobre todo grande; cuando el escritor iba a bajar, Shuichi le deseo suerte, pero el rubio ni siquiera lo miro para agradecer y bajo como si nada siendo recibido por una multitud de periodistas y fans, los guardias le abrieron paso al galante escritor que sonreía con coquetería, muestra de que su juego comenzaba.
Shuichi siguió en la limosina hasta llegar a la entrada trasera del edificio, bajo y corrió en medio del jardín de atrás donde llego a la puerta de servicio, paso por la cocina para ver si estaba todo en orden, en donde el chef le dijo que ya solo faltaba terminar lo que era el postre, por lo que el pelirrosa suspiro aliviado para después salir corriendo de nueva cuenta hacia el salón principal, reviso que todo lo del audio y el templete donde el escritor daría su discurso al igual que su jefa estuviera de maravilla, las mesas donde se llevaría el banquete también estaba perfecto, los invitados ya estaba en sus lugares y uno que otro platicando con algún conocido, mientras la prensa se daba vuelo con todos ellos, pero un detalle le incomodo, y era que el escritor estaba platicando con una periodista que por más que intentaba no tragaba, tal vez por sus sucias artimañas de tener reportajes de primera plana, había metido a muchas otras celebridades en problemas de faldas y sobre todo con las parejas que tenían, aunque ese no era el problema, después de todo cada quien su vida, y cada quien veía si le hacían caso y caigan en su juego, el problema era que el escritor se encontraba de lo más feliz coqueteando también con ella, soltando sonrisas seductoras y tocando de vez en cuando su cabello.
- Más vale que lo alejes de esa mujer, ella le puede causar muchos problemas y el a nosotros si eso pasa – dijo Ayaka de lo más seria, Shuichi ni siquiera se había dado cuenta cuando se le había acercado, estaba tan concentrado en la molestia que sentía, quería arrancarle la cabeza a esa bruja y castrar a Yuki.
-…- Shuichi fue hacia los tortolitos y con el máximo autocontrol que podía reunir llamo la atención de los dos – Eiri-san, lamento molestar su reunión con la… reportera, pero hay muchos invitados que aclaman su atención – el rubio lo miro desinteresadamente para luego volver su atención hacia la castaña de cuerpo delgado.
- Lo siento Maiko – se disculpo con la mujer – pero el deber me llama.
- No importa Eiri-san, ya tendremos tiempo para que sea más un encuentro por placer que por deber – dijo la mujer sonriendo coquetamente – ah Shuichi, cuánto tiempo sin vernos, así que ya te promovieron a editor, debe ser una carga muy grande ser el de alguien tan conocido internacionalmente como Yuki Eiri, no te quedo demasiado grande el puesto? – le miro burlona, ese comentario obviamente molesto a Shuichi, pero no solo a él, Yuki que solo estaba molestando a Shuichi, coqueteando con alguien más, sentía que la chica era más que una puta, pero aun cuando se molesto mucho no lo exteriorizo.
- Y tu no estás tirando también muy alto, o es que ya te aburrieron los locales? – dijo sonriendo de lado el pelirrosa – digo, de entrevistar a la gente.
- Siempre hay que ver para mejorar – dijo un poco molesta.
- Lo mismo digo, Eiri-san, vamos – el rubio se despidió y siguió a Shuichi, cuando estuvieron alejados de la chica el pelirrosa lo detuvo – no quiero que te acerques a ella, esa mujer es un problema Yuki.
- Mira enano, yo puedo acercarme a la mujer que se me pegue la gana, además ¿que no es un simple juego, como el que tu y yo tenemos? – dijo de manera acida y resentida, pero el comentario hirió a Shuichi, además de que los celos que sentía hicieron mella y miro al escritor de manera fría y molesta, sorprendiéndolo.
- Mire Uesugi-san, me importa una mierda con quien juegue o deje de jugar, pero le advierto, Maiko Yamanaka es un problema con faldas y si usted se mete en problemas, mete en problemas a la editorial, y si eso sucede me encargare de que su carrera se termine, porque esta editorial se respeta, así que más vale que mantenga a su amiguito sin alzarse ante cualquiera.
Yuki se quedo de piedra, nunca pensó que el pelirrosa le hablara de esa manera, si bien sabía que tenía su carácter, nunca pensó que fuera tan fuerte y a la vez tan frio, pero el también lo tenía y aunque una parte de él le decía que era su culpa el que el pelirrosa reaccionara de esa manera, también se sentía herido ante el comentario de Shuichi en la limosina.
- Mira baka… - iba a decir algo cuando de repente llego Ayaka.
- Eiri-san, quisiera presentarle algunos de los patrocinadores – dijo la mujer que había visto la escena y aunque no hubiera escuchado nada, con la simple mirada que tenia Shuichi sabía que era un momento de tensión absoluta.
Shuichi le dirigió una última mirada furica al escritor para después darle la espalda sin emitir alguna palabra, marchándose a hablar con otros escritores que al parecer tendría a su cargo, el rubio por otro lado estaba que se moría de coraje por dentro, tanto contra Shuichi como contra el mismo, además de que su orgullo era enorme y decidió seguir molestando al pelirrosa ahora con unas actrices y una que otra escritora.
- Porque siento que en parte su actuar es mi culpa – se dijo a su mismo Shuichi, había estado observando al rubio por un tiempo y además estaba más calmado, recapacitando las palabras del rubio, al parecer se había molestado porque le había insinuado que sus sentimientos eran un juego aun después de lo que había sucedido en el departamento de Nami, y ahora estaba pagando las consecuencias – supongo que debería disculparme, pero si lo hago… ¿el lo hará?
-¿ El que? – pregunto Nami con una sonrisa, los había estado observando durante todo el evento y estaba más que divertida por la situación.
- Nada Nami, nada – dijo serio siguiendo al escritor con la mirada.
- ¿No deberías estar con el escritor? después de todo eres su editor, o es que, ¿estás celoso de cómo trata a las bellas celebridades? – dijo la chica en tono de burla y para ver si le sacaba algo al pelirrosa, creyendo que no lo haría se sorprendió ante lo que dijo el chico.
- Claro que estoy celoso, pero lo único que me está consolando es el creer que lo está haciendo por ardido.
- ¿Ardido?
- Si, él quería que entrara con él, como pareja, creí que estaba jugando, aunque debí suponer por su mirada que no, pero al parecer se sintió ofendido.
- Tal vez va a por ti más serio de lo que alguna vez ha ido por alguien, está actuando, tal vez, enamorado de verdad, uno se vuelve muy idiota.
- Realmente por como se ve parecería que el único impulsivo aquí seria yo, pero creo que él lo es más, o por lo menos estamos iguales, además si algo llegase a suceder entre los dos es mejor manejarlo despacio ante los medios, por lo menos no en el primer evento.
- El está actuando en este momento por ardido, por no tomar enserio sus palabras, pero estamos hablando como si ya te hubieras dado cuenta de que tu estas enamorado de él, sabes que es un hombre no?
- Lo sé, y tu sabes que andas con una mujer, no? – regreso la pregunta.
-No me refiero a eso, es solo que como bien sabemos y lo que hemos visto, el se mueve en ambos lados, pero ¿tú? Es extraño a consideración por la historia que tienes con la madre de Sota.
- Admito que siempre me he creído heterosexual… aunque ¿que es la sexualidad cuando se trata del amor Nami? ¿Si Ayaka fuera hombre, tu nunca te hubieras fijado en ella?
- …. Creo que tu pareces mas Psicólogo que yo – dijo riéndose – Ayaka no es de las mujeres que son “mi tipo”, de hecho me enamore de ella por su carácter, su forma de ser, su sonrisa, su devoción por el trabajo, de cómo no hace las cosas a medias, de todo, y en lo último que me fije fue en su cuerpo, ya que si me hubiera gustado desde el principio las cosas creo que no irían tan bien como ahora, paso tiempo para que ella y yo saliéramos.
- El cuerpo no tiene nada que ver, es la personalidad que hace al cuerpo, hay muchos que pueden tener un cuerpo de infarto, pero no influyen en la vida de muchos, cuando la personalidad no atrae.
- ¿Estás diciendo que te gustan los orgullosos, con complejo de niño para hacer rabietas, malhumorado y amargado con corazones de oro? – dijo sonriendo de lado.
- Creo que si… tengo que admitirlo, estoy enamorado del rubio ese.
- jajajaja – la chica estaba maravillada, creyó que el que más se tardaría en aceptar sus sentimientos seria el pelirrosa pero fue más que una sorpresa en saber que los había aceptado como si nada y de la forma más natural, ahora solo faltaba que Yuki dejara de ser tan enojón por un momento y los aceptara también, para que al fin estuvieran juntos.
Aunque esto no le gusto a una persona que los había escuchado hablar desde el principio, por lo que había decidido que era momento de actuar, nadie le quitaría lo que creía suyo por derecho, tomaría a Shuichi aunque este estuviera enamorado de otro.
Pronto se dio el momento de que el escritor diera su discurso, empezando con la presentación que daría Ayaka y después hablando el, al terminar pasaron al delicioso banquete patrocinado por la editorial, todo iba muy bien, pero Yuki aun seguía molesto, y cada vez su molestia se acrecentaba mas, sobre todo porque un idiota había comenzado a rondar a Shuichi, al parecer su asistente, Taki Aisawa, pero no era lo único que le molestaba, sino, la forma tan lujuriosa en la que veía al pelirrosa, aunque también podía notar la incomodidad de este, algo no le gustaba para nada por lo que no le quitaría la vista a ninguno de los dos por nada del mundo.
Mientras comían, Aisawa se acerco a la mesa donde estaba Shuichi con el escritor, Ayaka y Nami, además de otros invitados, se inclino un poco hasta quedar a la altura del oído del pelirrosa, causando que este se sintiera mas incomodo de lo que ya estaba – hay un problema en la cocina, al parecer el postre no estará listo – fue lo que dijo causando confusión en el chico, ya que chef le había dicho cuando llego que ya solo faltaba eso, se puso de pie y se disculpo para ir a la cocina seguido de Aisawa que sonreía de manera siniestra.