Un tono rojo sangre para los labios y un par de pestañas postizas son el botín de esta noche, una visita a los humano. Se siente el más bonito de todos los shinigamis, no deja de admirarse, pero debe mantenerlo todo en secreto, no es que sea algo malo, pero...
El picaporte de su habitación se mueve, alguien quiere entrar, Grell se quita las pestañas y guarda su nuevo juguete en un cajón de su cómoda, se limpia los labios con la manga de la camisa y trata de parecer tranquilo. Brendan entra en la habitación del muchacho, examina el cuarto, camina hacia Grell y lo mira acusadoramente, Grell traga duro, se siente amenazado.
El mayor toma al muchacho por el cuello de la camisa, suspira con fastidio, toma su brazo y puede notar la manga sucia con labial, rosa su pulgar en los carnosos y castos labios, Grell ha sido descubierto.
-Marica.- Brendan empuja al pelirrojo haciéndolo caer, el ruido sordo de su trasero golpeando el duro piso es lo único que se escucha. el viejo sale del cuarto.
Grell sonríe ya no es el niño temeroso de su tío abusivo, tiene 19 años, oh si, mañana tendrá la revancha, es día de entrenamiento y le dará una buena paliza al tipo.
Los meses han pasado, Grell esta feliz, por fin se alejara de su tío, entrara a la academia y vivirá lejos de casa, aunque no puede evitar estar triste, nunca antes estuvo separo de su padre, pero su consuelo era la libertad que imagino tener en unos días. Se llevaría una desagradable sorpresa.
William despierta, ha sido un largo tiempo desde que no dormía tan bien, aun no podía creer lo que había ocurrido, sus últimos recuerdos como humano, eran sobre su suicidio pero no esta muerto, puede contemplar su cuerpo inerte desangrándose.
Se suponía que William ya estaba muerto, su cuerpo yacía en el suelo con un agujero en la sien y en un charco de sangre, pero despertó y había un hombre de cabello largo y gris vestido de negro junto a el.
-Bueno hijo, las amamos y nos llevan a la locura ¿no? jejeje.
-Vamos, tenemos un largo camino que recorrer.
Han pasado varios meses desde que William se fue a vivir con este extraño shinigami, aunque no puede negar que es agradable, todos los días William practica con este hombre, pronto entrara a la academia para shinigamis, y si es lo que su maestro esperaba, William se convertirá en shinigami de élite y algún día sera un veterano importante como su tutor.
James, no acostumbra llevar niños a su casa, pero no todos los días te encuentras con un alma con potencial, James se hará cargo del muchacho hasta que este se gradué, día a día lo entrena e instruye respecto a lo que es ser un dios de la muerte.
Por fin, es el gran día William comenzara su educación como segador de almas. Esta tranquilo y relajado, su rostro aunque juvenil se muestra estoico, siempre fue un joven pacifico nunca le gusto el alboroto, William se encuentra rodeado por cientos de jóvenes entusiastas todos reunidos en un gran salón el nuevo director de la academia se presentara y les dará la bienvenida. William analiza el lugar, esta un poco distraído todo es nuevo para el, de pronto un muchacho pasa corriendo junto a el y lo derriba.
-Fíjate por donde caminas.- el chico es un pelirrojo de cabello corto que lo mira con ojos asesinos.
Todos los muchachos toman asiento, se escuchan muchos murmullos en el aire, El director se hace presente y todos guardan silencio, parece ser un hombre gentil y amistoso, saluda a los chicos, dice un breve discurso, se siente honrado de ser el nuevo director. Un grito se escucha entre la multitud -"¿Que diablos?", el pelirrojo sale corriendo de la sala.
Grell se siente frustrado, pensó liberarse del yugo de su tío y ahora lo tendría como director en la academia, Grell espera a que el estúpido evento termine y se dirige a la oficina de su tío.
-Grell querido, es de mala educación gritar blasfemias.- dice con una sonrisa el viejo.
-¿A que estas jugando?.- grita el joven pelirrojo.
-¿No te lo dije?, que distraído de mi parte, Grell, mi querido sobrino, el director sufrió un mortal accidente y ahora yo tomare su lugar, debo decir que estoy orgulloso, aprende de mi muchacho, si te esfuerzas lograras lo que te propongas.- el viejo se pone de pie, camina rumbo a Grell y lo abrazo con un brazo por los hombros.
-Ahora hijo, ve a ver donde te alojaras.- Brendan saco al muchacho de la oficina y se encerró Grell sabia que su tío hizo algo para quedarse con el puesto, se pregunto si esto era un castigo, un Dios vengativo se burlaba de el o en verdad debía pagar por el pecado de sus padres.
Pasan las semanas, todos los chicos comparten las habitaciones, dos jóvenes por cuarto. William se adapta rápido, aunque no es muy sociable ni amistoso, lleva una buena relación con su compañero, a diferencia de Grell, Grell se apodera de la recamara, debido a que no tuvo hermanos ni amigos en su niñez, nunca aprendió a socializar ni compartir, siempre todo era para el. No solo en la habitación, también su mal comportamiento se extendió a las aulas y para los maestros. Ser sobrino del director tenia sus ventajas, aunque Brendan prefería mantener un perfil bajo, no podía evitar dar favoritismos a su sobrino.
-Sutcliff, pon atención.- grita el profesor de ética al chico distraído.
-Tu clase aburre.- Grell se burla y bosteza, recarga su cabeza en sus brazos para dormirse.
-Sutcliff, retírate del salón - el maestro esta harto, ha sido muy paciente con el chico, todo por ser el "hijo" de quien era, pero no aguantaría más.
Grell sale con una sonrisa socarrona en su rostro, Grell quería ser un buen alumno, el mejor para que su padre estuviera orgulloso de el, pero sus planes cambiaron al saber quien seria el director, le daría batalla a su tío, después de todo, todos sus malos modales se los enseño el.
A Brendan realmente no le importaba mucho lo que Grell le hiciera a los demás su objetivo era que el muchacho sobresaliera por sobre todos y lograra todo lo que el no pudo hacer en su juventud. Tal vez solo una ligera llamada de atención para aparentar. Grell saca provecho de su situación, se siente intocable y superior a todos, Brendan cuando no lo golpeaba e insultaba, se encargaba de engrandecer el ego de Grell, le hacia saber que era superior a todos.
William se adapta rápido, es por decirlo de algún modo, el mejor alumno, no es perfecto, solo busca juntar los requisitos y calificaciones necesarias y básicas, no busca sobre salir de más, no es necesario.
Spears, es por mucho uno de los alumnos favoritos de la institución, es felicitado por todos, incluso comparado con el terror de otros salones, Sutcliff, hasta ahora Sutcliff es solo un comentario, aun no lo conoce, eso es lo que cree.
Llega la hora de cambiar de salón, es hora de la practicar, los chicos se enfrentan entre si, aunque por ser demasiados chicos todos van en salones distintos, pero en esta materia todos los alumnos se revuelven, para competir. van pasando por turnos, a William se le hace un poco tarde, perdió tiempo conversando con un maestro, de verdad era molesto los hombres lo abrazaban o golpeaban su espalda cariñosamente a William le irritaba eso, estas personas no conocían el respeto por el espacio personal, el joven moreno, acelera el paso, nuevamente choca con ese chico pelirrojo.
-Idiota.- grita Grell y se va corriendo, esta ansioso por practicar, últimamente el estrés se acumula en su cuerpo y necesita darle una paliza a alguien.
William suspira con fastidio, olvido su libreta, suele tomar apuntes de todo, aunque para esta materia no los necesitara, el chico regresa corriendo a su aula, ya tiene su cuaderno en manos y regresa rumbo al área de practicas, grande es su sorpresa, por lo regular todo es muy ordenado en las practicas, sereno y tranquilo, pero ahora todos gritan desesperados, en el centro del patio todos se amontonan y empujan, William se abre camino entre los otros alumnos, y puede ver a un delgado pero desquiciado pelirrojo a horcajadas sobre otro pobre chico que trata de cubrirse el rostro mientras llora y pide piedad, nadie sabe porque se salio de control la practica, de pronto el pelirrojo es levantado, un profesor logra separarlos, rápido se llevan al muchacho herido y Grell es arrastrado hacia la oficina del director, todos aprecian la sonrisa de triunfo en su rostro.
Grell cae al suelo, un golpe con el puño cerrado en su mejilla lo hace caer.
-¿Que pasa contigo Grell?.- Brendan esta furioso.
-El se lo busco.- se justifica Grell.
-Demonios Grell, ¿que voy a hacer contigo?, sal, no quiero verte.- suspira el director ya cansado.
-¿Soy un error?.- cuestiona el niño como un susurro.
-¿Que?.- Brendan se sorprende.
-Ese desgraciado dijo que era un monstruo, un error de la naturaleza.- Grell trata de sonar fuerte, pero su voz esta entre cortada.
Brendan se sorprendió al ver este lado tan vulnerable de su sobrino, camino hacia el y lo abrazo.
-Bueno Grell..., si, no deberías estar aquí, pero eso no es tu culpa, tu tonto padre cometió un error, pero ya estas aquí y no podemos hacer nada.- el hombre miro a los ojos al pelirrojo y sonrió.
-Puedes ser difícil, eres algo antinatural, el producto de una relación deshonrosa... pero te amo, no importa lo que digan, eres el más fuerte shinigami.- Brendan dijo para consolar a Grell, aunque no era lo que el chico quería oír, si lo impresiono y lo hizo sentir mejor.
Grell abrazo a su tío y salio de la oficina, estaba cansado, debía asearse para quitar la sangre de sus puños y ropas.