Las clases habían terminado el día de hoy, William estaba cansado y quería dormir, pero antes se decidió a ir a la biblioteca shinigami, estudio un poco algunos registros para tener bien clara la idea de que almas valía la pena dejar vivir y cuales almacenar en un libro, quería llevar a buen fin su examen y por fin unirse a las filas de shinigamis de élite que laboran en las oficinas de la cede, por fin dejar de ser un alumno para convertirse pronto en un hombre como su tutor de cabellos plateados, el sabia que era un buen shinigami, pero la primera impresión que le dio su colega Sutcliff le decía que seria difícil.
-Hey William, mis más sentidas condolencias.- un chico castaño se acerco a Will y palmeo su espalda.
-¿A que te refieres?.- William suspiro con fastidio y recargo la cara entre sus manos, no estaba de humor para lo que le esperaba.
-A tu sentencia de muerte, ya supe que te emparejaron con ese enfermo sádico y amanerado de Sutcliff.- dijo entre risas el chico, pero lo pagaría caro.
-Realmente lo siento William, jajaja, ese maldito, quien diría que es sobrino del director, ahora entiendo porque el loco nunca recibe castigo, aunque no entiendo como alguien tan agradable como el director Brendan puede tener parentesco con ese monstruo rojo.- el muchacho de verdad se divertía haciendo mofa del pobre pelirrojo ausente, William no decía nada, solo observaba, no le parecía de buena educación hablar de las personas cuando no podían estar presentes para defenderse.
-Vamos Will, ríete, ¿porque tan serio?- el chico se empezaba a poner nervioso, aunque William no era del todo su mejor migo, no solía mantenerse tan callado cuando se reunían.
-¿Will?- el chico volteo a sus espaldas y un profundo terror invadió su cuerpo, quiso gritar, correr, lo que fuese para salvar su vida pero estaba paralizado. El demente del que se burlaba hace unos instantes estaba tras de el, lo escucho todo, "¿porque rayos William no le advirtió?".
-¿De quien hablas basura?.- Grell tomo al chico por el cuello de la camisa.
-Por favor Grell san, discúlpame, estaba bromeando, lo juro, haré lo que quieras - el muchacho trato de calmar la ira del pelirrojo, pero no parecía servir, Grell lo lanzo con una patada en el estomago contra una pared de la biblioteca, el chico salio volando, su cuerpo hizo un ruido en seco contra el muro, la pared se cuarteo, ahora el niño tenia algunas costillas rotas.
-No eres más que escoria al igual que el idiota de Brendan.- escupió el pelirrojo furioso, después de acercarse para apreciar mejor su obra cruel contra el chico.
-Bien mediocre "B", solo vine para decirte que mañana comenzamos con la investigación del humano inútil al que hay que juzgar, pasa por mi a las 8:00.-Grell se refirió a William de forma despectiva mientras salia de la biblioteca, debía marcharse pronto antes de que llegara algún supervisor y lo llevaran a la dirección por destruir parte de antiguo edificio.
William suspiro y se acerco a su compañero, lo ayudo a levantarse, ambos salieron del lugar, el pobre chico herido tuvo que guardar silencio, sabia que si acusaba a Sutcliff este lo haría pagar caro el ser un boca floja.
El día y la hora de reunirse por fin se presento, William no tenia interés en tener problemas con su compañero de examen, aunque no le temía, prefería ahorrarse momentos incómodos como el que ocurrió días anteriores, primero en la sala de asignación y después en la biblioteca. William paso por su compañero, una reverencia como saludo, la cual no fue correspondida por el pelirrojo, que salio indiferente de su habitación, ambos se marcharon al reino humano.
Ambos jóvenes yacían en un tejado en busca del condenado a muerte, tenían un mes para juzgar si el chico debía morir o no, seria un mes difícil Grell odiaba el mundo de los vivos, eran sucios, tontos y en exceso promiscuos, las prostitutas y borrachos pululaban por donde quiera que voltease, las calles apestaban horrible, las personas eran sucias. Grell solo pedía que esto se acabara pronto. Para su sorpresa el "mediocre B" encontró al incauto, "Thomas Wallis, un joven rubio, nacido en Bristol en el año de 1775, aspirante a novelista".
Seria tarea fácil un aspirante a escritor, los había por todas partes, eran tontos y pobretones, sin talento ni popularidad, nada importantes, uno menos no le haría daño al mundo, Grell tomo su hoja de alma asignada a juzgar, el sello de tarea completada y se decidió a marcar el fin de la vida del chico en ese momento. Para su inconformidad, paso algo que nunca ocurría fue desobedecido.
-Verifiquemos eso durante este mes-William tomo la carpeta en sus manos y sugirió seguir al chico durante un mes completo, de verdad quería cumplir esta misión sin falla alguna.
-¿Me estas desafiando?- la mirada enferma del pelirrojo se vio oculta por el reflejo de sus lentes de aprendiz, su voz se oscureció un poco para después volverse algo lujuriosa.
-Me gusta.- Grell amaba los retos, de verdad hacia mucho que no luchaba con nadie, si este tonto quería retarlo, lo había logrado, Grell tomo su pequeña guadaña y dio el primer golpe aunque fue bloqueado gentilmente por William, un brillo desquiciado ataco la mirada perversa del delgado pelirrojo, una patada en el costado de William fue el mejor ataque, el pobre moreno voló hasta estrellarse contra una chimenea de tabiques, de verdad este pequeño y delgado pelirrojo era descomunalmente fuerte, su apariencia era engañosa. Sangre escurría por la comisura de la boca de William, pero el no se rendiría, no permitiría a su compañero acabar tan pronto con la vida de Thomas.
Este chico si que era aburrido, Grell no tenia ningún interés en el, lo dejaría vivir por hoy, no quería problemas por matar a su compañero de examen. Ambos tomarían rumbos distintos, Grell haría como de costumbre lo que le plazca, mientras que William se concentraría en seguir a Thomas, no se reunirían de nuevo hasta la fecha programada, "16 de diciembre de 1799 a las 4:00 de la tarde".
William regreso solo a casa, después de que Sutcliff lo dejo botado y malherido, estaba cansado ademas de molesto, su colega era un engreído y tonto niño mimado. William caminaba por los pasillos de la institución, rumbo a su habitación, en el camino pudo apreciar que su ex-tutor platicaba con el director, fuera de las aulas, William suspiro de alivio y paso muy cerca de ellos, no era como si quisiera llamar la atención pero no le molestaría recibir algo de ayuda.
Spencer vio pasar a su "hijo" ahora malherido, eso le sorprendió en la mañana el chico se encontraba bien y ahora su aspecto era deplorable, "¿que había pasado, que no se había reunido con ese lindo pelirrojo para supervisar a su victima?" Spencer se despidió de Brendan y camino rumbo a William.
Brendan sonrió para sus adentros, William había conocido a su querido sobrino. El viejo se encerró en su oficina para regocijarse en su soledad, de verdad disfrutaba cuando Grell demostraba ser superior a otros.
El anciano de cabellos plateados se llevo al joven William a su casa y atendió sus heridas, no era tan grave, solo necesitaría una noche de buen descanso para estar como nuevo en la mañana. El hombre no podía creer lo que su alumno le contaba, "¿ de verdad el pequeño pelirrojo le había hecho esto?", era algo cómico si lo analizaban, William era incluso de mayor edad que Grell, era más corpulento, aunque no mucho pero si más que el niño rojo. Spencer sonrió si esto era cierto, pronto le daría su merecido a ese dulce niño pelirrojo, nadie se metería con sus protegidos.
William llevaba su bitácora de seguimiento, aunque solo llevaba tres días descubrió que el joven rubio era muy dedicado y trabajador, el chico laboraba en una imprenta por las mañanas y por las noches se dedicaba a escribir sus novelas en el pequeño cuarto donde habitaba, un lugar muy humilde, se alumbraba con una vela y el cuarto contaba con una ventana que daba hacia la calle. El chico promovía sus novelas con los editores pero siempre era rechazado, un circulo vicioso, la misma rutina de siempre, pero el joven no se rendiría fácilmente.
Por otro lado, Grell se dedico a perder el tiempo, aunque no podía sacar de su mente a su compañero, de verdad quería golpearlo hasta desquitar su frustración, aunque no podía negar que ese William era un chico muy guapo.
Grell visito a su padre esos días, el chico esta realmente feliz, ya no tenia que ir tan seguido a la escuela y podía ir más seguido a las oficinas de la cede para admirar a esos hombres guapos. Además de que Alexander colmaba de obsequios a su hijo, estaba también muy feliz de tenerlo más seguido en casa y se sentía orgulloso de que pronto su amado hijo se uniría a las filas de los shinigamis de élite, obtendría su propia guadaña y saldría a cosechar almas, aunque rogaba por que el chico no se topara con ningún demonio en su camino como futuro segador de almas.
William seguía a todas partes a Thomas, realmente tampoco tenia muchas otras cosas que hacer. El moreno también era seguido por alguien, aunque muy esporádicamente, el pelirrojo de vez en cuando lo espiaba. Hoy era uno de esos días, Grell se arreglo mejor posible, su padre le había comprado algo de ropa humana, aunque Grell detestaba a los humanos no podía quejarse sobre el buen gusto que tenían estos para diseñar ropa, nada que ver con los aburridos uniformes de la escuela y el despacho, el pelirrojo hubiese deseado un vestido, encontró uno rojo hermoso en un aparador de una modista, pero para su mala suerte Brendan los acompaño, Grell no estaba muy seguro de si su padre hubiera aprobado la compra de un vestido para su único hijo varón, aunque no perdía nada con preguntar, pero si su tío estaba presente era seguro que se ganaría unas buenas bofetadas en su bello rostro. Pero consiguió buena ropa ese día, muy elegante, ropa cara y muy fina.
William estaba concentrado en el joven rubio, lo siguió hasta un parque donde el chico se sentó a descansar un rato, Thomas se sentía desilusionado, otra ves su novela fue rechazada. De pronto Un extraño Grell apareció de la nada, William se sorprendió, su compañero vestía un atuendo raro y muy llamativo, demasiado para su gusto, aunque se veía bien.
Grell había ido a supervisar si su compañero ya se había decidido para matar al joven Thomas. El pelirrojo no era nada paciente no quería perder su valioso tiempo, para su gran sorpresa William hizo lo impensable, se acerco al joven rubio y se presento con el, Grell estaba en shock, "¿a caso era idiota este tipo?".
William se sentó a un lado del chico y leyó la novela de este, pudo notar que era poco concisa Thomas no era muy bueno escribiendo, Grell no lo soporto más y se acerco a los dos idiotas, sentía unos profundos deseos de matar a ambos, aunque William solo hizo lo que se le pidió, darse prisa en su juicio. Aunque en el proceso revelo cierta información confidencial, que aunque no esta prohibida revelarla era sentido común para todo shinigami.
Thomas se impresiono mucho ante la presencia de estos hombres, más por la del pelirrojo, era tan hermoso, jamas había visto a alguien con tez de porcelana como la de este "actor", Grell quedo hipnotizado, el pelirrojo era hábil seduciendo y acosando a las personas, pero cuando los roles cambiaban el joven no sabia como reaccionar, lo único que Thomas logro fue engrandecer aun más el ego de esta "actriz".
La investigación quedo arruinada por el espectáculo ridículo de Grell, el pelirrojo no sabia comportarse. Aunque su actitud para con Thomas cambio mucho, ahora para el era un chico talentoso y no solo eso paso, Thomas tuvo la mejor idea del mundo, escribir una novela de romance y tragedia, titulada "La historia de Will el shinigami", lastima que el mundo jamas conocería esta gran obra maestra.
La historia trataba sobre un shinigami que se enamora de una mortal, algo imposible, es por eso que deben trabajar sin sentimientos, Grell estaba atrapado por la historia, el chico debía vivir, pero William ya había tomado una decisión, la presencia de Thomas en este mundo no cambiara el rumbo de la historia, Thomas no servia de nada, no valía la pena dejarlo vivir, su alma seria cosechada puntualmente a las 4:00 de la tarde del 16 de diciembre.
En esta ocasión, Grell no estaba de acuerdo pensó salirse con la suya como ya era su costumbre, usando la fuerza bruta, para su desdicha William no seria humillado por el nunca más. William fue más rápido ya conocía los movimientos de su contrincante, el aprendía rápido y Grell era muy confiado y engreído. El pelirrojo no permitiría que se burlaran de el, mucho menos un tipo de rango "B", pero William era incluso tan fuerte como el, golpes directos y concisos acribillaron el delgado cuerpo de la futura parcas escarlata. Fue orgasmico para Grell, un hombre tan dominante, fuerte y apuesto, por fin alguien digno de su atención y respeto, Grell se había enamorado, enamora del hombre más frío y estoico del mundo, el era un masoquista.
William se fue para terminar su misión, pronto Thomas fue arrollado por una carreta, los caballos le pasaron por encima, rompiendo sus huesos, una muerte dolorosa y un poco lenta, pero el no se daría por vencido, lucharía hasta el ultimo instante, ahora su alma era un alma vengativa, de esas que atacan a los shinigamis y se convierten en espinas de la muerte, después de que William libero el cinematic record, este lo ataco, comenzó a penetrar su carne, "su alma", William pudo sentir el dolor, las alegrías y tristezas de Thomas, "sentir", algo prohibido para los dioses de la muerte, cuantas veces no se lo explicaron en la academia, su tutor amado se lo dijo incluso ese día por la mañana.
Ahora William era tan vulnerable como un recién nacido, había perdido sus anteojos, la verdad nunca les dio mucha importancia, si, le servían para ver, pero de ellos dependía su vida, para su suerte Grell lo salvo, el pelirrojo no permitiría que cualquier gato ladrón tocase a "su hombre".
Ese día William conoció el valor de las importantes gafas, jamas lo olvidaría, gracias a su compañero y futuro mejor amigo. Ambos terminaron de cosechar el alma, ahora entendían porque los exámenes se realizaban en equipos de dos compañeros. Los jóvenes terminaron su misión con creces, no solo se convertirían en shinigamis de élite más cambios surgieron ese día, en especial en Grell.