Un fúrico pelirrojo yace encerrado en una celda de seguridad, muy diferente a los de la prisión esta es completamente blanca y tiene los muros acolchados, se encuentra en el hospital del reino shinigami. Patea las paredes y la puerta con ira y usa toda su fuerza, han tratado de sedarlo pero es imposible, el pelirrojo toma la cama tubular y la arroja hacia la puerta en un intento de derribarla y huir de ahí, no es la primera vez que es enviado al psiquiatra, de niño paso parte de su infancia ahí por ordenes de su tío y tutor legal, odia estar ahí, odia a las enfermeras y a los doctores, Grell sigue arremetiendo, su energía no se acaba, comienza a atacar la puerta nuevamente aturdiendo a sus espectadores, el medico en turno, el doctor Crawford psicólogo del despacho y su jefe inmediato el señor Portman gerente de todas las áreas de la división de Londres.
Entre enfermeros y guardias sacan a la pobre enfermera que entro para sedarlo, la mujer fue victima del descontrolado shinigami, Grell no quiere dormir ni relajarse, Grell quiere ver a William, sabe que hoy es su ultimo día en Londres y quiere despedirse, lo único que Grell hace es destruir todo en su habitación y pedir por su compañero.
Parece que Grell ha cambiado de táctica, se acerca a la ventanilla de la puerta blindada y sumisamente pide por Spears, se ha dado cuenta que no conseguirá nada por la fuerza. El doctor Crawford mira al gerente Portman con ojos asombrados, el jefe del despacho asiente con la cabeza, los planes para William han cambiado.
-¿Señor Spears?- llama una joven, la secretaria del señor Portman. William alza la mirada hacia la mujer, le indica que pase a la oficina y tome asiento, William parece muy seguro de si mismo, se acostumbra a su futuro puesto. La secretaria le informa a William que es requerido en el área medica del despacho con urgencia.
William nunca antes ha estado aquí, es nuevo, todo es completamente blanco y pulcro, reluciente, avanza por los pasillos, tras el viene la joven secretaria, al fondo del pasillo se aprecian dos hombres, finalmente William se encuentra con ellos, la secretaria se despide, su trabajo termino aquí y no quiere estar cuando la puerta de la celda se abra.
El shinigami de cabellos obscuros entra a la habitación blanca, una vez adentro la puerta se cierra con llave, William frunce el ceño molesto, siente como si lo echaran como carne a un león salvaje y hambriento.
William le da un vistazo a la habitación, todo se ve tranquilo a excepción de la cama tubular que yace destrozada. Se escucha un chillido ¿alegre?.
-Wiiiill!- Grell aparece de la nada y abraza entusiasta a William, el moreno esta algo aturdido, no se esperaba ver a Grell, nadie le dijo para que era requerido.
Grell abraza fuertemente a William, ahora esta más tranquilo, no quería que su amigo se marchara sin despedirse, ambos se sientan en los restos de la cama, por lo menos lo que quedo de ella, la colchoneta, Grell no suelta William, lo mira con adoración, sus ojos están hinchados de tanto llorar, nuevas lagrimas pican sus ojos esmeralda, Grell habla y habla cosas sin sentido, entre hipos y sollozos, sorbe su nariz y se limpia el rostro con la manga de la camisa sucia, William solo lo observa, no tiene nada que decir al respecto, le incomoda el contacto físico pero no protesta, pronto entra una nueva enfermera con una jeringa en las manos, inyecta al pelirrojo ahora que esta distraído lentamente Grell se queda dormido William lo acomoda en el suelo y sale del lugar. Portman lo toma por el hombro y se dirigen a su oficina.
"¿Como comenzó todo?..."
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El ultimo pensamiento de Alexander fue Grell, toda su vida siempre a girado al rededor de la seguridad de su hijo, ¿que sera del chico ahora que el ya no estará para cuidarlo y amarlo?, sabe que Grell no esta a salvo en manos de Brendan, el pelirrojo es algo difícil de manejar, se debe tener mucha paciencia para evitar que sus instintos se apoderen de el.
Un grito desgarrador y la sangre escurre de sus labios, una lucha injusta, Alexander hizo lo tramites necesarios para la entrega de su guadaña, pero esta jamas llego, sus papeles se traspapelaron y jamas fue autorizado el cambio de Death scythe, difícil vencer a un demonio con una guadaña de estudiante, ellas no son mortalmente dañinas, solo cumplen con las funciones básicas.
El demonio lo atraviesa por la espalda y retuerce sus garras en sus entrañas, una risa macabra resuena y todo se vuelve negro, las almas son consumidas por aquella alimaña.
Grell cerro el libro con fuerza, con la cabeza gacha, sus rojos cabellos cubren su rostro, un lagrima cae en la tapa del libro, el muchacho respira con dificultad la ira invade su cuerpo, Grell alza la mirada hacia su tío que lo observa desde la puerta de su biblioteca, una mueca burlona se pinta en su rostro amargo; la misma noche del entierro Brendan le dio a Grell el registro de su padre, solo por diversión. Brendan agacha la cabeza para esquivar la lampara-proyectil que le lanzo su sobrino. Grell toma en sus brazos el libro de vida de su padre y sale corriendo de la biblioteca de su tío, corre hasta su habitación y se encierra.
Una maleta pequeña es más que suficiente entre quejidos y sollozos el pelirrojo trata de mantener la calma, pero de verdad se siente mal, jamas se lo imagino, se supone que son inmortales, ¿como es que su padre esta muerto ahora?. Su rostro esta bañado en lagrimas y sudor, esta tan rojo como su cabello, Grell termina de empacar unas pocas cosas y sale de su cuarto, por alguna razón que ni el comprende, cree que a lado de William estará seguro aunque ni siquiera sabe si el moro le recibirá. El chico desconsolado esta apunto de cruzar la puerta cuando es detenido por su tío abusivo.
-¿A donde vas?-habla amenazante Brendan.
-Sí mi padre no esta, no tengo porque permanecer a tu lado- Grell dijo con rabia entre hipos y sollozos, aun no era capaz de controlar sus emociones. Brendan sonrió arrogante, ahora más que nunca tenia control absoluto sobre su sobrino.
-¿Que es esto?- Brendan tomo el reloj de bolsillo, aquel que William compro por Grell.
-¡Es mio, dámelo!- grito el pelirrojo tratando de alcanzar su bien tan preciado.
-¿William eh?, ...los accidentes pasan Grell- la mente del viejo ya esta tramando algo más.
-No, por favor, por favor- Grell rompió en un llanto aun peor, hipo y comenzó a hiperventilar en la desesperación y el temor de perder a su amigo, Grell era un joven valiente y fuerte pero en este momento algo en su corazón pero especialmente en su mente... algo se rompió. Grell no seria el mismo nunca más.
-Te quedaras conmigo hasta que yo lo diga, hasta que me canse de ti y te eche lejos, hasta entonces seras mi compañía- escupió Brendan, en su retorcida mente enferma su principal temor era la soledad, odiaba la compañía pero le temía a la soledad, algo absurdo, una eternidad solo era demasiado para enfrentar.
-¿Entendido?- recalca el viejo shinigami y Grell solo asiente con la cabeza, aun no puede controlar sus reacciones tiembla y extiende las manos para recuperar su reloj.
-Buen chico- Brendan sonríe y devuelve el articulo.
-Ahora Grell querido, vamos a cenar, es tarde ya.- Brendan ayuda a levantar al pelirrojo y se marchan a la cocina.
-Wiiiill!- grita alegre Grell mientras se aferra al brazo de William, al parecer Sutcliff ya supero la muerte de su padre, con tan solo unos días de haberlo perdido Grell vuelve a ser el mismo de siempre.
-Will, oh, estoy tan feliz de verte, ¿Will, podemos ir al lago hoy?, hace mucho que no vamos, te tengo un obsequio- dice el pelirrojo haciendo cara de cachorro.
-Lo siento Grell Sutcliff, pero tengo mucho trabajo, mañana seré enviado a Australia y no tengo tiempo- dijo con indiferencia, tomo de la muñeca al pelirrojo haciendo que lo soltara y siguió caminando hacia la oficina de su jefe; Grell se quedo en un estado de shock por lo que acababa de escuchar, "Australia", eso esta realmente lejos de Inglaterra, la ira en Grell comenzó a crecer, todo lo que amaba le era arrebatado y de una forma cruel. El pelirrojo se fue en dirección a la sala de descanso, comenzó a destruir todo a su paso, con sus manos derribo todo y lo piso hasta romperlo, rompió documentos importantes de sus compañeros y ataco con su guadaña a quienes quisieran detenerlo, destruyo varios muebles, el tornado rojo ataco por varios minutos, nadie se atrevía a meterse con el pelirrojo, menos en ese estado, una vez que arraso con las oficinas se dirigió a la academia, si quería acabar con sus problemas tendría que erradicarlos desde raíz.
Brendan estaba revisando algunos documentos en su oficina, daría de baja a algunos jóvenes aspirantes a shinigami, o como disfrutaba ver sus caras mediocres. estaba muy concentrado cuando de repente la puerta de su oficina se abrió con brusquedad y un pelirrojo se abalanzo sobre el, Grell estaba fuera de sí, Brendan no se lo esperaba así que fue fácil someterlo Grell estaba a horcajadas sobre su tío golpeándolo sin detenerse, Brendan no se defendió ni siquiera lo intento, le permitió a su sobrino golpearlo hasta el cansancio, el pelirrojo se levanto, pero no por que se rindiera, invoco su guadaña y comenzó a destruir el mobiliario, Brendan se levanto del suelo y trato de dominarlo, pero Grell fue más rápido.
Un corte con una guadaña de estudiante no es nada serio, pero una herida hecha con una guadaña de shinigami de élite, dependiendo de la profundidad y el área afectada puede ser mortal, un corte superficial pero severo solo causara que el cinematic record salga del cuerpo del contrincante, pero un corte profundo en algún órgano vital sera la sentencia de muerte. Editar los registros de los segadores y de los humanos es algo muy serio, puede borrar por completo la memoria del ser o incluso perjudicar su mente, en caso de que el cinematic record sufra algún daño y el alma del propietario no sea cosechada, si se deja con vida a la persona dueña del registro alterado esta no volverá a ser el mismo nunca.
En estos instantes Grell era como un animal asustado que solo trataba de sobrevivir, en cuanto sintió que su tío se acerco, el pelirrojo corto el cuello de Brendan, ni siquiera estaba consiente de sus actos, actuó por instinto. El cuerpo hizo un ruido sordo al estrellarse con la losa blanca que pronto se volvió roja, la sangre salia a borbotones, esta herida no era mortal, no para un shinigami puro y veterano, pero para desgracia de Brendan Grell era muy listo y había pasado a la biblioteca antes de llegar a la academia, tal vez eran los génes del pelirrojo o su mala cabeza o años de maltrato injustificado, pero el chico había caído en la locura, de verdad estaba disfrutando esto, todo lo que su padre le enseño respecto a no atacar ni matar "inocentes" que no estuvieran en su lista de muertes programadas quedo en el olvido, lo único que importaba ahora era matar, matar a Brendan, Grell hundió sus dedos en la herida del cuello de su tío, causando que la sangre saliera con más presión,
-Oh, yo sabia que te verías bien de rojo mi amado Brendan- Grell se inclino y susurro con gran gozo al oído del viejo mientras deslizaba la mano ensangrentada por el rostro de su tío. Los ya no tan cortos risos rojos hacían cosquillas en la cara de Brendan, el hombre se sentía mareado, ya no estaba muy consiente de lo que ocurría, estaba perdiendo mucha sangre. Alguien llamo a la puerta sacando de su concentración al pelirrojo, al no recibir respuesta trataron de entrar pero Grell había atrancado la puerta par no ser interrumpido, la manija comenzó a moverse con violencia, alguien trataba de entrar, más voces se escuchaban gritando del otro lado del muro, Grell frunció el ceño con enojo, su diversión terminaría pronto. La parca roja saco un libro del interior de su saco, lo abrió y un una película comenzó a mostrarse, los ojos de Brendan se abrieron como platos, no estaba seguro de lo que su sobrino haría. Por primera vez en mucho tiempo sintió miedo, Grell podía oler eso y lo lleno de satisfacción.
Grell se sentó a un lado del cuerpo de su tío, con una gran sonrisa que mostraba sus filosos dientes tomo una de las tiras de la película que provenían del libro, le dio una ultima mira da a su familiar el cual lo observaba con ojos suplicantes, Brendan ya tenía una idea de su cruel pero "justo" destino, su sobrino comenzó a despedazar las cintas del cinematic record, primero una a una, después la adrenalina le gano y sin ningún orden destruyo el libro completo.
La puerta de la oficina finalmente se abrió tres guardias entraron y trataron de sujetar al pelirrojo desquiciado pero se detuvieron al ver la sangrienta escena, Grell miro sobre su hombro y grito molesto, no había terminado, no querida que salvaran a su tío, la joven parca clavo su guadaña en el pecho de su tío profundamente causando que lo poco que quedaba de registro saliera, ahora, según los planes del pelirrojo no podrían salvar a Brendan Sutcliff, ya no quedaba prácticamente nada del registro del hombre, su alma no era un alma productiva ni beneficiaria en nada al mundo shinigami.
Matar a un compañero shinigami, se considera traición y amerita pena de muerte, un segador que asesina a uno de su raza es un peligro para la sociedad de los dioses de la muerte, los guardias se llevaron al pelirrojo que no dejaba de luchar para liberarse, otros dos segadores entraron y se llevaron al pobre director de inmediato a la enfermería, muchos curiosos se quedaron contemplando la oficina ensangrentada, muchos rumores comenzaron a brotar sobre el ¿porque Grell había atacado a su propia sangre?, "era de esperarse", "tarde o temprano iba a atacar a alguno de nosotros", "sera mejor que lo encierren de por vida o mejor aun que lo maten", fueron algunos de los comentarios que se escucharon.
Grell iba en camino a la prisión de su reino, debía ser encerrado mientras se analizaba su situación, pero en un descuido el pelirrojo logro huir, a pesar de lo acontecido su energía no se mellaba, corrió aparentemente sin rumbo fijo, la adrenalina de ponerse a salvo lo hacia seguir a pesar de estar cansado, si se detenía ahora ya no podría seguir. Finalmente llego al despacho, no es que fuera un chico tonto como para volver a un lugar donde sabia lo estarían buscando pero por alguna razón sentía que debía encontrar a William para que le ayudara.
Finalmente Grell encontró a quien buscaba, se lanzo sobre William llorando y murmurando cosas inteligibles para el moreno, William bajo su vista hacia el pelirrojo y lo alejo de su cuerpo, pudo ver el deplorable estado de esta, con la ropa sucia y llena de ¿sangre?, toda desaliñada.
Pronto dos guardias aparecieron con sus guadañas en mano listos para atacar al pelirrojo, William estaba algo sorprendido, de verdad no entendía que pasaba, un oficial leyó los cargos que se le imputaban a Grell, (destrucción de las instalaciones de la academia y el despacho más tentativa de homicidio y ordeno se le arrestara de inmediato, Grell se aferro con fuerza a William rogando que lo ayudara, ya estaba muy cansado para seguir peleando física y psicologicamente.
Dos hombres con cautela se acercaron al pelirrojo, este comenzó a gritar y a clavar sus uñas rojas por el esmalte tal ves, aunque en parte se debía a la sangre, en el brazo de William.
-Grell Sutcliff...- William hablo sereno y tranquilo como siempre, llamando la atención del pelirrojo el cual ceso su llanto.
-...¿Como pretendes acompañarme al lago en ese estado tan deplorable?, debes asearte y cambiarte, no pienso pasar mis ultimas horas aquí contigo de esa forma tan descuidada.- finalizo Spears, tal vez se debía a su TOC el que no le permitía concebir la idea de un Grell Sutcliff tan sucio o tal vez sentía lastima por su "amigo". Grell finalmente se quedo callado, dejo de llorar y soltó a William, miro a los hombres que lo seguían y le dio una ultima mirada al moreno, la mira de William fue como siempre un acertijo.
-¿Lo prometes?-Grell cuestiono con ojos suplicantes.
-Esta tarde- respondió William, Grell sonrió y asintió con la cabeza, finalmente dejo que se lo llevaran.
William se apretó el puente de la nariz y se marcho a la oficina de su superior, aun tenia trabajo.
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Brendan seguía en el hospital, grave pero estable, son buenas noticias para Grell, si el viejo no muere, no se le puede castigar.
Después de una larga platica con el medico del despacho y de horas revisando los archivos del pelirrojo, los superiores tomaron una decisión, tal vez no la mejor para William, pero la mejor para el despacho. No pueden darse el lujo de perder un empleado como Grell, la sucursal de Francia y Grecia también desean a Grell, no les importa su conducta, lo único importante es que Grell es una maquina de matar demonios.
Seria un peligro dejar a Grell libre sin supervisión, aunque, ¿que podían hacer si el pelirrojo estaba solo ahora?, ya no tenia parientes y no respeta a ningún superior o compañero, nadie desea la compañía de Grell, ninguno excepto ... William.