Un nuevo y renovado William yace sentado en su nuevo escritorio revisando documentos, no ha pasado mucho tiempo desde el incidente de la familia Sutcliff.
Ahora William tiene nuevas responsabilidades, su aspecto ya no puede ser el de un joven inexperto, ahora sus cabellos que antes caían sobre su rostro yacen pulcra mente peinados hacia atrás, ahora William tiene un porte aun más serio, camina rumbo a su oficina nueva, los demás empleados le saludan y hacen reverencia Will se siente importante, aun es joven para el puesto al que ha ascendido pero no defraudara a sus jefes, el motivo principal de su acenso en Londres es Sutcliff, Grell Sutcliff. William permanecerá en la sede de Londres como gerente y principalmente como supervisor del pelirrojo el cual ha demostrado empatía y obediencia por Spears. El despacho como siempre, esta corto de personal, los mayores no pueden darse el lujo de perder dos elementos tan buenos como Spears (como jefe por su poder de mando y capacidad de mantener el control en situaciones apremiantes ademas de inteligencia) y Sutcliff (con una fuerza descomunal y aunque poco ético su falta de empatía hacia otros es de ayuda), si ambos se llevan bien que mejor que aprovecharse de la situación.
Buenas tardes señor gerente, un hombre sonriente y de cabellera plateada entra y saluda. William abre mucho sus ojos, por sorpresa y emoción hace tanto que no veía a su maestro,
-Señor- William se levanta y con una inclinación de cabeza da la bienvenida a Spencer.
-Mi William, me alegra ver como has progresado en tan corto tiempo, es raro que shinigamis impuros tomen estos rangos de mando, estoy orgulloso- habla el mayor con felicidad.
-Gracias señor- William trata de sonar tranquilo pero en realidad un rubor trata de apoderarse de su rostro.
-¿A que debo su visita señor?, hay rumores de que estaba desaparecido- cuestiona el joven gerente.
-Bueno... hijo- el peliplata muestra un marcador rosa con la actitud de un niño que cuenta sus travesuras a sus amigos.
-Vine por un trabajo, uno especial, lamento haberme ido tan repentinamente pero ¿ sabes?,... me he retirado, aunque sigo en el negocio de la muerte- dice con una sonrisa retorcida.
-Prometo enviarte cartas con esas palomas tan lindas tuyas y quien sabe, tal vez nos veamos pronto, realmente deseo cortarle la cabeza a la vieja reina jejeje, seguramente me encierren por eso- Spencer habla como si se tratara de lo más natural, aunque no da muchos detalles de su nueva vida, William asiente con la cabeza y sonríe.
-Señor, si no es mucha molestia, a que trabajo especial se refiere?- William no puede contener la curiosidad sabe para lo que sirve el marcador rosa y conoce bien a su maestro sabe algo no muy coherente puede salir de sus intenciones, Spencer sonríe y se encoje de hombros, de verdad no es muy importante lo que vino a hacer.
-Se trata de ese amigo tuyo, ese lindo pelirrojo, es triste, ha pasado por unas semana difícil tus jefes quieren ponerlo en funcionamiento lo antes posible, pero cada vez que despierta de los sedantes se torna muy agresivo, solo vine a ayudarlo, edite sus últimos días de vida- explica Spencer, William se sorprende mucho, editar registros es ilegal.
-No te preocupes Will, Grell no se olvidara de ti, solo... le cree un final más feliz,- dice en tono coqueto, William frunce el ceño no le agrada el tono de su mayor.
-Por cierto, cuando lo fui a ver estaba muy atontado por las drogas con las que lo mantienen sometido pero me dio esto para ti es un lindo cuento- el viejo le entrega un libro a William, cuando este ve la portada del libro se alarmo, ¿a caso su mayor leyó esta historia? y ¿porque Sutcliff la conserva aun después de tantos años? "La historia de Will el shinigami".
-Gracias- William lanza el libro dentro de un cajón.
-Y no solo eso mi querido gerente, también vine por esto- Spencer saca su guadaña y la mira de forma cariñosa, William no dice nada solo observa, aunque por dentro piensa que los rumores son ciertos, su padre ha perdido la razón, una vez jubilados los shinigamis deben entregar sus guadañas, analizando bien la situación, su maestro no porta sus importantes gafas tampoco, tal parece no quedo en buenos términos con la sociedad de shinigamis, William se aprieta el puente de la nariz y suspira.
-Bueno hijo, confío en que seras un buen chico y no delataras a tu padre ¿cierto?, si no, tendré que cortar tu lengua- después de ese comentario en tono de amenaza el peligris estallo en un ataque de risas sin control. William no se sorprendió ni temió ante la advertencia, la vida de su mayor no era de su incumbencia.
Una vez recuperado de su repentina risa, el mayor se levanto y abrazo a William, fue un abrazo cargado de energía, este era un adiós aunque no definitivo si seria muy largo, Will estaba feliz por la visita de su viejo tutor. Los hombres se separaron. Y Spencer camino hacia la puerta, estuvo a punto de salir pero antes, con la mano en la perilla hablo.
-Por cierto Will, tus jefes quieren verte en el sanatorio donde se encuentra Grell- el viejo dice con una sonrisa y abre la puerta, William esta a punto de hablar pero es interrumpido.
-Vamos, olvídate de formalismos, llámame "Undertaker"- lo ultimo que dice y desaparece, William enarco una ceja, un nombre peculiar pero le queda bien al viejo.
William volvió a su asiento y continuo revisando documentos, firmo algunos, le dio un vistazo al reloj de pared y se levanto, si querían verlo era mejor darse prisa, el moreno salio de su oficina y se dirigió al hospital, ya conocía la habitación del pelirrojo así que llego de inmediato, en la puerta de este estaba su jefe inmediato el señor Portman y doctor Crawford, ambos charlaban , parecían entusiasmados; al ver a William guardaron repentino silencio, saludaron amistosa mente al moreno, le explicaron breve mente lo que hicieron con Grell y le permitieron la entrada a la habitación.
La habitación había sido arreglada, seguía siendo tan blanca como la nieve, la cama fue reemplazada, aunque no contaba con una ventana estaba muy frió ahí dentro, en el fondo, donde la cama estaba, había un bulto rojo estático sin ningún movimiento, ni siquiera el de la respiración William camino hasta donde el pelirrojo y se sentó a un lado junto a las piernas de este, lo observo y momento, Grell no respiraba, William se alarmo, que tal si usaron demasiados sedantes y esta había muerto, William aun no conocía mucho sobre las funciones del cuerpo de un dios de la muerte. El gerente se levanto rápido para pedir ayuda pero fue detenido por una delgada y helada mano que lo sujeto por la muñeca.
-Will- Grell hablo casi como un susurro y con una sonrisa en su rostro, estaba cansado, no quería moverse, ademas de muy drogado, las drogas humanas no hacen el mismo efecto en los shinigamis, para noquear a uno de ellos se necesita diez veces más de lo normal de medicamentos.
William dirigió su atención hacia la parca roja, la vio tan demacrado, tenia la mirada algo perdida, entre la realidad y su inconsciencia.
-Sutcliff- William le brindo una especie de sonrisa, una mueca no muy definida.
-No respirabas Sutcliff- William se sentó junto al pelirrojo de nuevo.
-Tonto- dijo Grell con una sonrisa forzada, trataba de mantenerse despierto pero le era muy difícil.
-Yo no respiro al dormir, dudo que tu lo hagas, estamos muertos Will querido- explico Grell dejando caer su cara de lado, el sueño le venció de nuevo.
William frunció el ceño, no le agradaba que Grell le faltara el respeto, meno ahora que era su jefe, William suspiro y giro la cara del pelirrojo hacia el, Grell abrió los ojos y hablo.
-Debes besarme Will- Grell hablo tiernamente y se volvió a dormir, William golpeo su cabeza con el puño cerrado lo suficientemente fuerte para despertarlo más no para lastimarlo.
-AAaawwh! Will, si quieres que la princesa despierte debes besarla antes, ¿nunca has leído un cuento de princesas?- se quejo el pelirrojo volviendo a cerrar los ojos.
-No tengo tiempo para tus tonterías Sutcliff, necesito un informe de los últimos acontecimientos, debo justificar tu ausencia en la oficina- reprendió William mientras entregaba unos documentos al pelirrojo. Grell los recibió los miro e hizo a un lado, suspiro y se volvió a dormir, William ya se había ido.
Grell no cuestiono nada ni se quejo, ni pidió ir al lago, hacia más de una semana que habían acordado ir pero esa promesa jamas se cumplió, efectivamente Undertaker borro algo de su memoria.
Después de una hora una secretaria llamo a la oficina de William, entrego el informe de Sutcliff al gerente junto con su expediente y algunos documentos más acerca del pelirrojo, William los estudio a fondo, se sorprendió al leer el informe, toda una farsa, ¿que clase de recuerdos le fueron añadidos a Grell?.
Grell detallo todo un ataque demoníaco durante una misión en conjunto con su familia, efectivamente su padre murió en el ataque y aparentemente su tío estaba desaparecido. Esto no le pareció al gerente, era incorrecto.
William continuo revisando los demás documentos, estaba tranquilo hasta que se topo con algo serio, no le sorprendió mucho de la vida del pelirrojo, prácticamente sabia todo de el, Grell no le mantenía secretos o al menos eso es lo que creía.
Encontró una hoja con los datos básicos de su subordinado, el nombre de sus familiares, Alexander Sutcliff "finado", Brendan Sutcliff "tío de Grell, hermano de Alexander" pero esperen, el nombre de la madre no esta presente, el espacio esta en blanco, William sabia que la madre de Grell había fallecido el día de su nacimiento pero le pareció extraño que el nombre no estuviese escrito. El shinigami siguió leyendo pero no encontró nada especial, solamente el nombre ausente de la madre del pelirrojo en todos los documentos, no es que a William le interesara la vida personal de Grell pero le intrigaba el porque era tan importante aquel chico para el despacho.
La tranquilidad de William se vino abajo cuando de repente Grell Sutcliff irrumpió en la oficina sin previo aviso, William se sorprendió un poco, Grell se veía mucho mejor, tan animado como siempre.
-Wiiiiill!- Grell corrió hasta donde su compañero y lo abrazo con mucha fuerza.
-Sutcliff!- William trato de soltarse de las garras del pelirrojo.
-Will, muchas gracias, me alegra tanto que decidieras quedarte a mi lado- Grell se rehusaba a soltar a su amor mientras seguía parloteando, William enarco una ceja, al parecer también le mintieron a Grell respecto a su estancia en Londres.
-Eres mi mejor amigo Will- Grell hablo con un gran sonrojo y soltó a William para tomar asiento frente a el. William no dijo nada ante este comentario aunque se sintió incomodo.
-Sutcliff- William recobro la compostura y llamo la atención de su empleado.
-¿Cual era el nombre de tu madre?- cuestiona el gerente, Grell se tensa de inmediato, conoce a la perfección el odio de su compañero para los demonios, Grell agacha la mirada y se aclara la garganta pero no dice nada.
-Will, ¿recibiste mi regalo?- Grell cambia el tema, aunque no se avergüenza de su origen, para el es muy importante la aprobación de William. El gerente no dice nada, solamente le ofrece una mirada molesta. Grell se hace pequeño en su asiento y suspira con resignación.
-Astaroth- dice rápido y como un murmullo esperando que William deje de molestarlo. William enarca una ceja, ese es nombre de un demonio, mueve los labios para hablar pero es interrumpido.
-Se lo que vas a decir Will, pero... así es, mi madre era un demonio, fue asesinada el día de mi nacimiento, yo también hubiera sido asesinado de no ser por Brendan, ahora que lo sabes no quiero hablar más respecto al asunto- concluyo el pelirrojo y se levanto de la silla para retirarse de la oficina.
-Sutcliff- llama en tono severo causando que Grell se detenga.
- Me parece que tenemos una visita al lago pendiente.- William se levanta de su asiento y camina rumbo a la salida, los ojos de Grell se iluminan de felicidad y ambos se marchan.
-Gracias Will- Grell sonríe mostrando todos sus afilados dientes, se siente feliz y tranquilo en compañía de William aquí en el lago, por un instante se pensó solo en la vida sin nadie a su lado pero no, aquí estaba junto a William, juntos en Inglaterra ninguno fue separado y mejor aun William no lo juzgo por su origen.
William volteo el rostro hacia donde yacía el pelirrojo a su lado para contestar, pero se topo con unos carnosos labios sobre los suyos, William no hizo nada, se quedo paralizado, era un beso agradable, ¿hacia cuanto no besaba a nadie?, pudo sentir una húmeda pero tibia lengua rosando sus labios pidiendo permiso para entrar en su boca, William accedió y profundizo el beso tomando al pelirrojo por la nuca, pero en cuanto sintió una mano vagar por sus piernas, primero acariciando el muslo y después viajando a su entre pierna el moreno de inmediato entro en razón y arrojo a Grell a una distancia considerable, su rostro estaba rojo, era difícil decir de vergüenza, excitación o ira.
-Will!- Grell grito sorprendido.
-¿Que demonios pasa contigo Sutcliff?- William estaba fúrico, se levanto del suelo, se sacudió la tierra del pantalón y se limpio la boca de aquel beso.
-Will, yo pensé que...- fue interrumpido.
-Pensaste ¿que?, ¿que me gustas?, ¿que estoy aquí por que quiero algo contigo?, si estoy en Londres es por tu maldita culpa, me han condenado a cuidarte ya que no respetas a nadie, y ahora veo que ni siquiera a mi- William termino de despotricar en contra del pelirrojo y se dio la media vuelta para alejarse del lugar, Grell se quedo con la boca abierta estaba algo sorprendido, pero esa mueca se convirtió en una sonrisa, cuando Grell quiere algo, Grell lo obtiene, y el pelirrojo puede ser muy paciente, después de todo tiene toda su vida inmortal para esperar por William y más si este estaba obligado a hacerle compañía.
Grell se levanto y corrió hasta alcanzar a su jefe, una ves cerca Grell se prendió del brazo de William y recargo su cabeza en su hombro, William miro de reojo al pelirrojo y suspiro, seria una larga eternidad junto a Grell.