Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

L'EAU ET LE FEU por karenka sutcliff

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

ADVERTENCIA! AMADAS LECTORAS, ANTES DE COMENZAR A LEER, CONSIGANSE UNA CAJA DE PAÑUELOS, POR SI ACASO, MUY PROBABLEMENTE TENGAN UNA HEMORRAGIA NASAL JAJAJA.

POR FIIIN! LEMON JAJA, LO SE, HAN ESPERADO 18 CAPÍTULOS PARA ALGO DE BUEN SEXO JAJAJA, LO SIENTO PERO NO HE ESTADO MUY ANIMADA JEJEJE.

FELIZ LECTURA.


 

 



William, suspira y pasa una mano por sus ahora despeinados cabellos cortos, su respiración es pesada, la habitación se vuelve cada vez más caliente, puede sentir la deliciosa humedad de esa boca cálida rodear su miembro más que duro ahora, lo lame, no, lo devora como si no hubiera mañana, le preocupan un poco esos dientes, pero sabe que esta a salvo, siempre lo estará a lado de Grell, "su" Grell, no importa a cuantos hombres ame, el era suyo ¿no?, Grell lo prometió aunque sea solo como amigos, Grell era su compañía, no lo dejaría marcharse.

William echa la cabeza hacia atrás cuando una oleada de placer lo inunda, esta próximo a su liberación, que Grell, oh su dulce Grell, sabe como hacer que esto continúe, con mano firme pero suave comienza con las caricias lascivas, usa la presión justa para darle el máximo placer sin lastimarlo o provocar que se corra antes de tiempo, nuevamente con la punta de la lengua comienza a jugar con su cabeza enrojecida, su miembro lagrimea y aquel pelirrojo succiona la sustancia cristalina como si se tratara del más delicioso néctar, pequeños besos a lo largo de su longitud, tratando de dejar marcas de amor, la lengua de Grell se aventura más abajo, su mano izquierda le brinda un masaje mientras unos dedos escurridizos se abren camino hacia lo más profundo de su intimidad hurgando en su interior. William puede contemplar su mirada llena de éxtasis, extiende su mano para retribuir el favor, toma el pene del pelirrojo y lo rotura lentamente, Grell gime su nombre, solo el suyo y el de nadie más, ambos cuerpos convulsionan de placer, sus cuerpos empapados de sudor, la semilla del moreno se ha liberado, una sustancia algo pegajosa, blanca y tibia baña la mano del gerente, William abre los ojos y frunce el ceño al apreciar lo que su sucia mente ha logrado, "se masturbaba pensando en Grell Sutcliff", su compañero, amigo, colega y subordinado, peor aun, Sutcliff es otro hombre, William se reprende mentalmente, esos pensamientos son inmorales y sucios, ¿como empezó a hacer eso?, ¡¿porque?!.

Todo es culpa de Sutcliff, últimamente ha estado muy cariñoso, tal parece que la parca roja esta en "celo", aprovecha cada oportunidad que tiene para insinuarse le a su jefe, para tocarlo y decir cosas lascivas a su oído todo empeoro después de su ultima misión juntos, por lo regular las misiones se realizan individualmente pero en esta ocasión William decidió acompañar a Sutcliff para evitarse papeleo y horas extra innecesarios.

XxX

Ambos hombres se hospedaron en una pequeña casa, debían cosechar el alma de un hombre que hizo un contrato con un demonio, tenían que ser más rápidos que la alimaña, otro motivo por el cual decidió acompañar al pelirrojo, Sutcliff, mataría al ser infernal mientras William se encargaba del alma y el papeleo para que fuese llenado correctamente, el hombre a morir era un científico, con un gran futuro por delante, debía vivir, pero al vender su alma al diablo perdió toda posibilidad de seguir en la tierra.

La casa donde se quedaron no estaba muy lejos de la del científico, obviamente no podían quedarse muy cerca para no ser descubiertos por el demonio, los dos shinigamis se quedaron en la misma habitación, con una sola cama, aunque William ganaba suficiente dinero, era un poco tacaño, además, ya había compartido la cama antes con el pelirrojo, así que no haría gastos innecesarios, pues el despacho no le reembolsaría su dinero.

Una vez instalados en la que seria su habitación, ambos se prepararon para dormir William se cambio su traje de trabajo por una pijama poco sexy en opinión de Grell, era blanca a rayas azules, muy básica pero cómoda, ideal para dormir, cumplía perfectamente su misión, en cambio Grell, bueno, el pelirrojo traía puesto un conjunto femenino; a diferencia del moreno que entro al pequeño baño para cambiarse, el pelirrojo se cambio frente a el, sin ningún pudor y con una sonrisa de cheshire en el rostro, William se preguntaba de donde sacaba esa ropa su compañero, era un conjunto negro con detalles en rojo como el encaje y unos moños pequeños, no muy provocativo pero evidentemente no era algo que usara un hombre, Grell sintió la mirada de su jefe y sonrió para sus adentros, una vez listo dio rienda suelta a su plan de esa noche.

-¿Que pasa Will?, parece como si nunca hubieras visto a un hombre en ropa interior- dijo picaramente

-Ciertamente nunca en ropa de mujer- contesto monótonamente.

William se retiro los lentes del rostro, froto sus cansados ojos y se acomodo para dormir, Grell le siguió y se metió bajo las sabanas a su lado, lo abrazo y decidieron dormir, lo cual le fue imposible a William, el pelirrojo olía deliciosamente bien, Spears se pregunto si los shinigamis podían tener instintos tan primitivos como los humanos, era obvio que los dioses de la muerte no necesitan reproducirse, pero cual animales William sintió un terrible deseo de... algo malo e impensable. El olor de Grell, al igual que el de una hembra en celo que llama a su pareja lo hacia caer en sus más bajas pasiones, Grell deseaba a su jefe y el moreno deseaba a su subordinado.

Grell giro sobre su espalda para poder ver a William que tenia un ligero rubor en el rostro, el pelirrojo sonrió tomo la mano de su jefe y la lamió de una forma sensual a los ojos de William, ahora la parca obscura estaba en una especie de trance.

El pelirrojo deslizo las sabanas fuera de su cuerpo y subió su corto camisón para dejar al descubierto su pálido pecho, uso la mano de su compañero para frotarse a si mismo mientras gemía lujuriosamente, todo con la intención de excitar a William, el moreno no entendida lo que pasaba, estaba confundido, Grell era su amigo, ambos eran hombres pero parece que al pelirrojo no le importa y de verdad quería esto, si su padre lo viera seguramente estaría decepcionado de el, seria la vergüenza de la familia, pero bueno... el oficial Spears no estaba aquí, ni siquiera estaba con vida. William tomo a Grell por la cintura como si se tratara de un niño pequeño y lo sentó en su regazo, un beso apasionado comenzó, la parca roja rompió el beso para desagrado de William e hizo un tortuoso viaje hacia el sur de la anatomía de su amante, mordió un poco la mandíbula, no muy fuerte, se sentó correctamente para apreciar el tonificado pecho de Spears, lo froto con ambas manos relamiéndose los labios, se inclino y empezó a lamer los pezones ahora erguidos, con la lengua dibujo pequeños círculos sobre la cerne dura, un escalofrió recorrió la columna de William su piel se erizo y y una de sus manos se aventuro a acariciar los rizos rojos para hacerlos a un lado y tener acceso libre a la espalda, William bajo la mano hasta llegar al trasero más que firme de Grell, sus dedos traviesos se abrieron paso entre los montículos de carne pero para su desgracia el pelirrojo se movió más abajo dejando sus glúteos lejos del alcance de su amante.

William grito de dolor cuando sintió los filosos colmillos clavarse a un costado de su cuerpo, justo sobre el hueso sobresaliente de la pelvis, Grell lamió la herida y trago la poca sangre que extrajo.

-Sutcliff, soy tu jefe, no me muerdas- reprendió William tomando por los cabellos a su amante para alzar su rostro y hacer contacto visual, pero Grell le brindo una linda sonrisa con esos carnosos labios algo rojos por la sangre. William soltó su agarre y sonrió, Grell se relamió los labios otra vez al llegar a su objetivo, tomo el pantalón de William por los costados y lo deslizo fuera, una vez libre el miembro de William, este por fin se mostró, los ojos de Grell se abrieron mucho, su espera al fin había terminado. El carmín tomo el gran falo entre sus manos y lo masajeo como todo un experto, William frunció el ceño, de cierto modo, aunque se juraba a sí mismo el que no le importaba la vida privada de su subordinado, el hombre estaba celoso, Grell seguramente había hecho esto para otros y otros más que obvio, habían puesto sus sucias manos sobre aquel cuerpo de la discordia. Pronto William salio de sus pensamientos al sentirse rodeado por completo por la boca del pelirrojo lujurioso, la lengua experta le brindo placer, Grell tomo en sus labios el glande de su amante para besarlo tiernamente, era una visión bizarra, un acto tan vulgar como el sexo sin amor se veía tan tierno en manos de Grell Sutcliff.

William se acomodo mejor sobre la cama para darle más espacio a su amante rojo entre sus piernas, Grell también se acomodo, sobre sus rodillas y bajo una de sus manos para darse a si mismo la atención que su miembro solicitaba más gemidos salieron de la garganta de la muerte escarlata, esto era un acto depravado y sensual a la ves, "la depravación en Grell era sensual" William sintió un creciente calor bajo su abdomen al mirar al pelirrojo masturbarse, William estaba cerca de terminar, pero no, no quería terminar aun ni de esa forma tan vulgar, en la boca de Grell, William tomo por los brazos al pelirrojo y lo jalo cerca de su rostro, un nuevo beso empezó, el moreno tomo la longitud de su amante y lo froto con ansia.

-Nnhg- espera Will, harás que termine antes de tiempo.- protesto el pelirrojo que envolvió su mano sobre la de su jefe para indicarle el ritmo con el que debía tocarlo.

William estaba emocionado, no aguantaría mucho, tiro a Grell bruscamente sobre el colchón, dispuesto a hacerlo suyo, lo beso y acaricio, trato de meter su miembro hinchado en la pequeña entrada sin preparar de Grell arrancándole un grito de dolor al pelirrojo, William se detuvo, estaba agitado y sonrojado, continuo con movimientos inseguros y más lentos, pero finalmente se sentó a un lado de la cama.

-Will, ¿que pasa?, parece como si nunca hubieras hecho el amor- se burlo Grell pero guardo silencio, al ver que William se ruborizo aun más y evito verlo, efectivamente William nunca había tenido sexo con nadie, se daba una idea de como debía practicarse por los registros cinematográficos, pero jamas había visto como lo practican dos hombres.

-Oh Will,- Grell sonrió y lo beso tiernamente en la sien.

-Yo te mostrare, aunque me gustaría poder hacerte mio, te dejare que tu seas el dominante- dijo con un ligero rubor Grell, por lo regular Sutcliff acostumbraba dominar a sus parejas, pero por ser William, le permitiría robarle lo poco de castidad que le quedaba.

Grell lamió tres de sus dedos y una vez que estuvieron bien lubricados, los comenzó a introducir, uno por uno en su interior, gimiendo un poco de dolor en cada movimiento, uno a uno, poco a poco, dilato su entrada, era la primera vez que hacia esto para si mismo, suspiro, gotas de sudor brillaban en su rostro y cuerpo, finalmente una vez listo estiro los brazos hacia William como indicación de que estaba listo.

William observo detenidamente, prácticamente tomo nota de los pasos a seguir, le sorprendió ver a Grell completamente desnudo, su cuerpo era delgado y menudo, casi como el de una mujer, un pequeña curva se marcaba en su cintura, sus caderas eran un poco estrechas pero ciertamente el hombre tenia curvas, aun, aunque le faltaban unos carnosos y redondeados pechos, Grell tenia un muy agradable cuerpo, le sorprendió al moreno que alguien tan aparentemente frágil fuese poseedor de tal fuerza.

William se recostó sobre Grell y lentamente en esta ocasión introdujo su pene en el estrecho, cálido y agradable interior de su nuevo amante, William seguía las instrucciones del rojo, aunque se sentía estúpido por no poder cumplir por si mismo una tarea tan fácil, espero a que el cuerpo bajo el se adaptara a su tamaño y comenzó a mover sus caderas, con movimientos erráticos al principio, eran dos cuerpos que buscaban encajar uno con el otro, William aumento la velocidad de sus envestidas, pronto gritos y gemidos llenaron la habitación, mismos que traspasaron las paredes.

XxX

El shinigami de cabellos obscuros toma un pañuelo y limpia su desastre, se limpia la mano y tira la servilleta al cesto de basura, pronto, al alzar la mirada, se da cuenta de que tiene publico, un sonriente Grell lo observa, William se sobresalta, maldice interiormente a su empleado por no llamar antes de entrar, parece que el pelirrojo no lo sorprendió mientras se daba placer a si mismo pues no dice nada y se sienta frente a el, colocando unos documentos sobre su escritorio.

-Will cariño, he terminado, ¿podemos ir al lago?- pregunta esperanzado.

-No Sutcliff, estoy muy ocupado, tal vez en otra ocasión, además, se avecina la llegada de nuevos reclutas, no deberías de perder el tiempo.- William estaba enojado consigo mismo, no debió de desquitarse con su amigo, pero se sentía frustrado y sucio, quería alejar a Grell de el, quería que se fuera que desapareciera por hacerle sentir ese tipo de deseos...

-Bien, iré con Eric a beber- un molesto Grell salio de la oficina azotando la puerta de la misma.

...Pero a la vez William lo quería cerca, muy cerca y solo para el y nadie más. El supervisor suspira y toma los documentos del pelirrojo para comenzar a examinarlos, enarco una ceja y los rompió, estaba llenados con tinta roja, se levanto rápido de su lugar y salio tras su subordinado rojo, lo encontró pendido del brazo de Slingby mientras charlaba con Humphries, hablaban de los últimos detalles para salir a un pub. William enfureció no solo Sutcliff lo atormentaba en sus pensamientos, hacia mal su trabajo, era un holgazán de primera y aun así pretendía salir a pasear, William se acerco sin que se percataran de su presencia y tomo por el cabello a Grell, enredo los largos mechones escarlata entre sus dedos y tiro con fuerza de ellos, arrastro al pelirrojo hasta su oficina para después encerrarse ambos en ella, dejando a un Eric y Alan muy sorprendidos, después de unos segundos, ambos empleados se retiraron.

Esa noche Grell no salio, permaneció encerrado en la oficina con William hasta que termino de llenar correctamente su papeleo, Grell estaba más que molesto y William, bueno William estaba tranquilo como siempre.

Y esta es la misma historia, día a día, año tras año, un William inseguro que no se siente lo suficientemente bueno para Grell, que lo desea y fantasea con lo bien que se vería el pelirrojo bajo el gimiendo y gritando su nombre en las más vulgares poses sexuales, marcando ese delgado cuerpo para mostrar que Sutcliff es suyo y de nadie más, pero cuando abre los ojos y se da cuenta de su realidad recuerda que el pelirrojo es libre, cual mariposa de flor en flor su amigo va de cama en cama en busca de un amor verdadero, pero sus aventuras nunca duran lo suficiente como para convertirse en algo formal, la mayoría son aventuras de una noche, todo empieza con una sonrisa, un presente, una salida a cenar para terminar en un hotel barato del mundo humano y finalmente el corazón de Grell termina destrozado, William siempre es quien esta ahí para sanar las heridas de su empleado, para cuidarlo, podría hacer felices a ambos y entablar una relación seria con el pelirrojo, pero con Grell nada nunca es serio, se aburre muy rápido y William sabe que si Grell le traiciona terminaría matándolo, prefiere mantener distancia y tenerlo con una correa muy corta, después de todo no importa cuan mal trate el gerente a su empleado este siempre anda tras el como un perrito , pero se debe ser cauteloso, pues aun los perros más tranquilos pueden morder.

William necesita sacar de su mente a Grell, es solo una molestia, lo hace pensar distinto, le hace feliz, pero William le teme a ser feliz, siempre que algo bueno pasa, es más que seguro que algo realmente malo lo arruinara todo.


Sera una noche especial este día para el despacho, se le dará la bienvenida a los nuevos shinigamis recién egresados de la academia, se realizara una pequeña fiesta para recibirlos, una gran oportunidad para todos.

William no era muy aficionado a estos eventos sociales, pero como gerente de la división de Londres, seria una vergüenza que el no estuviera presente, ademas de que tenia que vigilar que todo estuviera bajo control.

Grell yacía sentado en la misma mesa que Eric y Alan, el pelirrojo estaba impaciente, no había visto a William en todo el día, así que se dedico a molestar a Eric hasta que Alan llego, la parca roja no fue feliz, odia no ser el centro de atención. Eric suspiro aliviado al ver a su compañero castaño, ya podía liberarse de Grell, los tres charlaron un poco; aunque Grell parecía feliz por dentro estaba muy deprimido.

Finalmente William se hizo presente, dio un pequeño discurso de bienvenida, Grell lo miraba con adoración, se veía tan guapo, si alguien en este mundo sabia portar un traje ese era "su" William. El discurso se termino y la fiesta comenzó, el gerente se dirigió hacia sus tres subordinados y tomo asiento con ellos, aunque su lugar estaba con los otros jefes de los demás departamentos del despacho, el moreno se sentía más cómodo donde Grell estaba y sabía a la perfección que no podía llevar a Sutcliff a sentarse con los mayores, pues no dejaría de ponerlo en ridículo.

Una vez terminado el evento, todos se marcharon a sus respectivos hogares, excepto William que acompaño a Sutcliff a su departamento con el pretexto de que "una dama no debe andar sola por las calles en la noche".


Un William de cabello desordenado despertó en una recamara ajena, estaba cansado y muy cómodo, no querida moverse, pero debía irse, no le gustaba dormir en esa habitación, pero el cansancio lo venció, ahora debía marcharse, las cosas eran más fáciles antes, menos responsabilidades, nada de sentimientos. Antes de que William tomara las riendas de la división de Londres todo era más fácil y esto funcionaba para ambos.

William ya no quería estar ahí, se levanto con cuidado para no despertar a su compañero, salio de la cama, coloco los pies descalzos en el frío suelo, un escalofrió recorrió su cuerpo, tomo su ropa y se vistió, se puso de pie y avanzo rumbo a la puerta.

-¿Will?...

-...¿A donde vas?.- Grell despertó.

-Es tarde.-dijo el moreno sin mirar al pelirrojo.

-¿Por que no te quedas?.- Grell estiro su brazo para tomar de la mano a William y regresarlo a la cama, William solo suspiro con fastidio, "¿cuantas veces había pasado ya por esto?"

-¿Por que insistes Sutcliff?, creí habértelo explicado antes.- dijo William con el ceño fruncido.

-No soy tonto William, se que no me quieres, "solo tomo lo que puedo".- el pelirrojo hablo con la mirada hacia el suelo y con un tono de voz miserable.

Solo se escucho el ruido de la puerta cerrándose, un abatido Grell Sutcliff se quedo solo en su cuarto, de verdad estaba tan feliz de tener a "su" William en su cama, pero su amigo había cambiado todo era "trabajo, trabajo, trabajo, siempre el maldito trabajo ante todo". Grell solo se dejo caer en su cama en posición fetal y volvió a dormir, de nada servia llorar.

Después de su ultima misión juntos, donde ambos se entregaron a la pasión, William le había gritado a la mañana siguiente dejando bien claro que ese evento jamas se volvería a repetir, desde entonces la actitud del gerente para con Grell se volvió tortuosamente distante, aun así Grell no se rendiría y finalmente siempre encontraba la forma de llevar a la cama a su jefe, Grell sabia que William le amaba también, aunque no entendía el porque se negaba a aceptarlo.

Grell aprendió a no llorar para William, la ultima vez este le amenazó conque si veía una sola lagrima salir de sus ojos le daría motivos suficientemente e fuertes para llorar de por vida, ante tal comentario Grell se estremeció y aprendió a guardarse su dolor para el mismo, aunque pronto encontraría a su alma gemela.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).