-Seguramente se largo con uno de sus amantes Spears, no debes preocuparte por el promiscuo de Grell- se burla Eric al ver la desesperación de William; ganándose un codazo en el estomago y ojos de reproche por parte de Alan.
Slingby no esta feliz con la desaparición de su compañero, todos tiene exceso de trabajo ademas de soportar el mal carácter de su jefe y para empeorar todo William esta preparando un equipo de "rescate" para Grell, nadie sospecha que la parca es el responsable de las muertes de las prostitutas.
William sabe que Grell se ha ido por voluntad propia, sabe que es con una mujer, pero no sabe donde y el porque no lo puede, o más bien no lo quiere creer, ¿Grell enamorado de una mujer?, ¿la ama tanto como para abandonarlo?, William sabía que algo así podía pasar, es por eso que se cerro al amor o a cualquier sentimiento similar. El gerente sanciona a Eric y lo despide de su oficina, ahora debe encontrar a su subordinado, se alarma un poco al no poder sentir su presencia, teme que algo malo le halla pasado, aunque el pelirrojo es fuerte, es muy descuidado y confiado.
La prioridad de William es encontrar a Grell sano y salvo, ya se encargaría de castigarlo de la manera más cruel que se pueda imaginar. Un rencor creció en el frío corazón del supervisor.
La misma rutina, día con día , año con año, décadas, la soledad, el deseo, regalos, presentes, lo que sea por ganarse una palabra de afecto o aprobación, pero el sexo no lo era todo, Grell necesitaba amor y solo recibía reprimendas y rechazos, sus besos no eran bien recibidos, sus abrazos eran castigados.
William ya no era requerido en el corazón de Grell, Spears había sido reemplazado y con creces, la solución para Grell una mujer, las coincidencias, las necesidades, el amor, la sangre, la adrenalina, un complemento. Las visitas disminuyen a la mitad, no más besos, no más atención, no más amor, libertad, soledad, algo falta "rojo", William quería sentir, pero no estos sentimientos, ira, celos, necesidad de calor.
Grell suspira y se mira frente al espejo una vez más, es denigrante, una bella mujer, icono de la moda, rebajada a esto... sin vida sin personalidad, sin "rojo", pero no tiene opción, si permanece en su forma de segador, William lo encontrara inmediatamente, tampoco puede usar sus importantes gafas y mucho menos su hermosa death scythe, el ex-pelirrojo gira su cabeza sobre su hombro para apreciar su bella sierra de cadena, sonríe con nostalgia, finalmente tuvo tiempo para modificarla ilegalmente antes de partir a la mansión Barnet y ahora no puede usarla, le costo mucho esfuerzo, muchos favores y trabajos especiales pero valió la pena, el no podía darse el lujo de esperar un mes a que el maldito papeleo se autorizara para finalmente recibir a "su bebé" que ahora yace en una esquina junto a la cama con dosel de la habitación de su amante.
Grell vuelve al espejo, con su mano enguantada de blanco toma un lazo rojo y ata cu castaño cabello aburrido que no tiene ni una tercera parte de la cantidad y volumen de su roja melena de fuego, pero debe ser paciente, un ultimo vistazo y se ajusta sus nuevas gafas, no puede portar nada que lo relacione con el reino shinigami; por medio de sus bienes, todos los segadores están conectados, es una forma de mantenerse seguros y protegidos entre ellos, por una parte Grell agradece el no estar tan ciego como William, ahora debe conformarse con unas gafas ovaladas del reino de los mortales, que aunque no son de su graduación, le ayudan un poco a ver mejor, los lentes son sin marco y sin su hermosa cadena con cráneos.
-¿Grell?- Angelina ha entrado a su recamara y llama a su nuevo "mayordomo".
-Te he estado buscando, es hora- dice sonriente. Originalmente, como un sirviente más Grell debería de dormir con los otros criados, pero obviamente la parca se rehúso a compartir su espacio personal con la servidumbre, después de todo, ¿porque no podía quedarse a dormir con su amante?. Grell se acerca a Madam Red, pero abre mucho los ojos, Angelina se ha cortado el cabello, su larga cabellera a desaparecido, el castaño sonríe nuevamente y besa el dorso de la mano de su señora, los cambios pueden ser buenos a veces.
Grell toma su abrigo y acompaña a Angelina al carruaje, le ayuda a subir y se ponen en marcha, en busca de la próxima ramera. Los demás criados solo los observan marcharse y rumorean a cerca de la relación de Madam con el nuevo mayordomo, Madam Red es una mujer sensual y fuerte, no entienden que interés tiene en el flacucho e inútil de Grell, pero saben que son amantes pues duermen juntos, y todos están obligados a servir a Grell también, como si se tratara del señor de la casa.
Cada asesinato los une más, la sangre, el rojo, el amor y la tristeza, tienen tantas cosas en común, al principio Angelina era muy nerviosa, después de asesinarlas, la mujer rompía en un llanto desesperado, pero Grell supo como contenerla, la pelirroja solo conocía la paz en brazos de la parca, quien diría que la muerte puede ser tan cálida, los besos y las caricias se sienten tan bien en manos de la muerte escarlata.
Un calor profundo creció en el corazón de Sutcliff, ¿amor?, empezaba a amar a Angelina, más allá de la lujuria o la pasión por el rojo, la parca tenia buenos sentimientos, se sintió inseguro sobre lo que sentía por William, después de todo con el gerente no pasaba más allá del sexo por compasión por su empleado, por lo menos así sentía Grell.
Deseo, lujuria, dos cuerpos, el pecado, amor, un corazón roto, un juego, la traición.
-Grell- su nombre en un gemido lleno de placer lo saca de sus cavilaciones. Sonríe y besa aquellos rojos labios que claman por el y que prometen no dejarlo ir nunca.
Aunque Grell suele preferir la compañía de los caballeros y jugar a la dama en apuros, de verdad era gratificante dormir con una mujer, el es un gran amante en su rol masculino.
Los amantes pelirrojos deben ser cautelosos, la reina le ha encomendado a su perro guardián restablecer el orden y la paz, las prostitutas deben dejar de morir, el pueblo Londinense tiene miedo y para empeorar las cosas el perro guardián, Erl Ciel Phantomhive es el sobrino de Angelina, a Grell siempre le han gustado los niños, pero este en especial no le agrada, de hecho lo aborrece es un pequeño cretino engreído y arrogante, además de que acapara toda la atención de su tía, Grell esta celoso del mocoso, pero no hay nada que se pueda hacer, la pelirroja ama a sus sobrino.
El odio para Ciel crece, el niño posee al hombre más sexy del mundo, su mayordomo, Sebastian Michaelis, aunque Grell no tiene un buen presentimiento sobre aquel mayordomo, hay algo especial en el, "su olor" es singular y es demasiado perfecto para ser humano; Grell simplemente hace a un lado esos pensamientos y decide disfrutar su estancia en el reino humano, pensamientos invaden su mente de nuevo, no puede estar tranquilo, aunque es feliz con Madam Red, extraña a William, se pregunta como estará y si le extraña, obviamente después de lo que esta haciendo con su amante, jamas podrá regresar a su hogar en su reino, a lado de William ¿o sí?, se convertiría un desertor, William ¿le perdonaría?.
Grell sale de sus pensamientos de modo brusco, choca la carroza de su señora contra un árbol de la finca del conde Phantomhive, últimamente se ha vuelto muy torpe y descuidado, Angelina le felicita, cree que es intencional, claro, ¿quien podría sospechar de un torpe y tierno mayordomo?, pero la realidad de Grell es otra, extraña demasiado a William, en la actualidad se siente atrapado en una jaula de oro, solo es libre cuando salen de noche para hacer "justicia", durante el día debe mantener un perfil bajo, claro, como mayordomo de la casa Barnet, acompaña a Madam Red a todos los eventos de gala, pero no puede divertirse ni socializar.
Tras el estruendo del choque los sirvientes del conde, junto con Sebastian, salen a ver que paso, Ciel se golpea la frente con la palmea de la mano y niega con la cabeza, no simplemente su tía viene a su casa sin ser invitada o siquiera avisar, ahora trae a su estúpido mayordomo que siempre que esta presente causa problemas, la primera vez que se hicieron presentes Ciel desconfió de Grell, demasiado tonto para ser humano, ademas de que noto la atención en el rostro de Sebastian cuando estuvieron uno frente al otro, algo no estaba bien con ese mayordomo, el conde cuestiono a su mayordomo del infierno que opinión tenia respecto a Grell pero el diablo guardo silencio, ni siquiera el esta seguro, Grell parecía ser realmente inofensivo, e igual de torpe que los tres idiotas con los que laboraba, además, nunca había visto a uno de "su especie" antes en el mundo de los vivos, por si acaso mantendría un ojo sobre el pequeño mayordomo.
Sebastian ayudo a salir Madam Red como todo un caballero, dejando de lado a Grell, el castaño quedo maravillado de aquel hombre, tan frío, tan perfecto, tan guapo, tan "William", el mayordomo entristeció ante el recuerdo y alcanzo al mayordomo cuervo y a su señora.
-Hey Ciel, mi Grell es tan torpe que es totalmente un inútil, ¿puedo pedirle a Sebastian que le enseñe a trabajar como mayordomo? pregunta entusiasmada Angelina, pretende dejar a su pequeño Grell en entrenamiento bajo la tutela de Sebastian.
-Te pagare hermosamente bien por ello- ofrece la pelirroja con un encanto difícil de ignorar. Ciel asiente alegre, el tiene un plan, tal vez su demonio se descontrole y mate o por lo menos torture al patético mayordomo. Angelina esta feliz, todo va de acuerdo al plan, durante la estancia de Grell en la mansión Phantomhive, el shinigami investigara al niño y a su mayordomo, en ese lapso de tiempo Angelina seguiría atendiendo a las prostitutas para hacer crecer la lista de muertes.
-Grell, trae tu equipaje, te quedaras con Ciel y te portaras bien, procura no destruir nada- dice dulcemente la pelirroja a su mayordomo, Grell asiente sumisamente y sale por sus cosas, Ciel mira molesto a su tía, sospecha que Grell es más que un mayordomo para su tía, siempre la sigue fielmente y a pesar de sus errores Angelina no lo castiga.
Grell se dedico a cometer errores todo el tiempo, aunque no le gustaba parecer o que lo consideraran tonto, debía hacerlo por su señora que tenia toda sus confianza puesta en el, aunque se sentía mal por el sexy Sebastian que tenia que limpiar y componer sus desperfectos todo el tiempo y no solo los suyos, también los de los demás criados, pero Sebastian siempre tenia una amable sonrisa para todos, bueno, a veces si solía golpear a los sirvientes, Grell llego a sentir su vida en riesgo cuando lo vio castigándoles, recordó como William lo golpeaba cuando se equivocaba.
Ya habían pasado unos días desde su llegada, la parca de mayordomo ya tenia checados los horarios y movimientos del conde y su sirviente así que Grell se dispuso a investigar más a fondo, inspecciono todas las habitaciones, la oficina del conde en busca de información a cerca del caso de Jack el destripador, ellos estaban a salvo, no eran sospechosos "aun".
-En verdad usted es un pésimo mayordomo Grell san- Sebastian susurro al oído del mayordomo aprendiz, el cuervo no era tonto, no se le puede engañar.
-S..Se...Sebastian!- Grell se paralizo al sentir al hombre tras de el, tan cerca y peor aun, lo habían descubierto.
-¿Que pasa Grell san?, parece que vio a la "MUERTE" misma- se burlo de su comentario Sebastian, le haría saber a Grell que tenia un ojo puesto en el.
-Oh!, no, más bien me sentí como si hubiera visto al diablo- Grell podía jugar este juego, después de todo el era la muerte de mayordomo y no se dejaría ganar por un vil mortal o lo que sea que Sebastian fuese.
Sebastian enarco una ceja pero sonrió de inmediato, tomo por los hombros a Grell y lo saco de la oficina de su amo. Grell se sorprendió de no ser atrapado pero dio gracias a Dios por mantenerlo vivo y seguro, el ex-pelirrojo sonrió hizo una reverencia y se marcho rápido.
-Sebastian san, es un desastre, es un inútil, no sabe hacer nada- se quejaron los tres sirvientes con el mayordomo, el incidente de la mañana los perturbo a todos, en especial al pobre Finnian que termino bañado en té hirviendo.
XxX
Grell se dispuso a prepara el té de la mañana, Sebastian pretendió ayudarle pero el castaño se rehúso, quería sentirse útil hoy, el pequeño hombre no es muy diestro, siempre ha tenido a su disposición quien le prepare los alimentos y realmente cuando se encuentra en la casa Barnet los verdaderos sirvientes son los que les sirven a los pelirrojos amantes, Grell esta listo para salir con el carrito de servicio ya con el té y algunos bocadillos, su atención se centra en los últimos detalles cuando de pronto...
-Sabia que no eras pelirroja natural- una voz gruesa con acento escoses se burla a sus espaldas.
-¡Eric!- grita con asombro el mayordomo escuálido, grande fue su sorpresa al voltear sobre su hombre y ver al fornido hombre de cabellos castaños y peinado peculiar; del lado derecho de la cabeza lleva recogido el cabello en prolijas trenzas que el mismo ex-pelirrojo ayudo a tejer hace un tiempo, el hombre tiene un aspecto desaliñado, la corbata suelta y camisa desabotonada hasta los tres primeros botones, Eric tiene una sonrisa burlona en el rostro.
-¿Como te atreves?, por supuesto que soy pelirroja natural, esto es...- grita molesto mientras agita los brazos en un modo de berrinche infantil, esta apunto de explicar el motivo de su cambio cuando se da cuenta de que ha sido atrapado y mantiene un silencio sepulcral.
-¿A que estas jugando Sutcliff, definitivamente el castaño no es un color que le siente bien a tu cara de pervertido, - el hombre mayor toma entre sus dedos un mechón castaño , lo observa y suelta con desdén, mientras barre con la mirada al mayordomo analizando y juzgando su apariencia.
-¿Como llegaste aquí?- interroga Grell sin mostrar preocupación por haber sido descubierto.
-Spears esta muy molesto contigo, te esta buscando, hay todo un equipo de shinigamis buscando al "indefenso y estúpido Grell"- dice en tono de burla Eric.
-¿Will?, oh Will esta preocupado por mi- chillo con alegría el mayordomo
- No lo creo, Spears parece una mujer dejada y amargada, abandonaste a tu hijo sin previo aviso y dejaste una montaña de papeles pendientes- explico el escoces.
-Tú pudiste hacerte cargo del chico Eric, sabes que no tengo interés en los niños, Ronald estará bien al cuidado de William- concluye Grell, su atención regresa a su tarea inicial de servir el té.
-Yo tengo a mi propio alumno, no voy a hacerme cargo del tuyo.- Eric suspira y se encoje de hombros.
-Huuuh!, Eric, eres un chico malo, sabes que no esta permitido tener relaciones entre empleados- Grell gira hacia Eric y se burla en sus narices, es obvio que conoce los sentimientos de su compañero por cierto joven castaño y adorable.
-¿Como esta Alan?- cuestiona el hombre pequeño, causando que Eric se tense de inmediato, pero el pelirrojo no ganara esta batalla.
-Ese disfraz tuyo es muy lindo Grell- contraataca Eric mientras se acerca intimidantemente al shinigami de mayordomo, lo arrincona en la pared de la cocina provocando que Grell quede sentado sobre el carrito de alimentos.
-Aunque... no puedes ocultar tu olor, William te esta pisando los talones Grelly- el castaño susurra al oído de Grell provocando que un escalofrió recorra la columna vertebral del mayordomo. En esa distracción Eric lanza al mayordomo inútil sobre el carrito por un pasillo fuera de la cocina causando un gran alboroto que culminaría en empapar con el té hirviendo al inocente jardinero, ademas de tirar todos los alimentos en busca de una servilleta para tratar de limpiar al pequeño rubio que llora de ardor. Grell entra en desesperación, ya no sabe si esta actuando o de verdad se siente agobiado toma un cuchillo y trata de hacerse daño, sabe que el arma blanca no le hará ningún daño, por lo menos no mortal, pero necesita descargar su frustración.
Como siempre Sebastian se hace cargo de la situación, evita que Grell se "suicide" y da una clara y perfecta demostración de como preparar té perfectamente, todos quedan impresionados y toman nota, Grell, bueno Grell se ha enamorado otra vez.
XxX
-De verdad creen que están en posición de juzgar a Grell- cuestiona el demonio, tratando de hacerles ver que ellos son igual de ineptos, pero tal parece que sus cerebros de mantequilla no comprenden la indirecta.
-No se metan en problemas y sean amables, Bocchan y yo saldremos esta tarde por su nuevo bastón, no quiero regresar a encontrar la mansión hecha pedazos y a un Grell muerto, ¿entienden?.- advierte Sebastian para acto seguido retirarse, los tres empleados asienten resignados y comienzan con las labores del día, pero Grell tiene más sorpresas para todos hoy, y tratara de limpiar sus nombre en más de una sangrienta ocasión
Al volver Sebastian y Ciel se llevan una gran sorpresa, no solo el obsequio de Grell con los arbustos también la presencia de la prometida de Ciel, Lady Elizabeth Middleford que decoro el lugar especialmente ridículo para todos, cayendo en sus manos también en desgracia el pobre Grell, ahora si que deseaba morir, se sentía ridiculizado y humillado en extremo, la mocosa rubia tampoco era de su agrado.
Para fortuna de Grell, tuvo la oportunidad de demostrar sus dotes como cantante, la parca es poseedora de un gran talento. Afortunadamente la noche llego rápido y Grell pudo volver a casa con Madam esa misma noche, pro no sin antes dejar a la pequeña Elizabeth en su propio hogar, dando un discurso al despedirse que, quien sabe leer entre linea hubiera descubierto a la parca.
-¿Como te fue Grell?- pregunta Angelina en un tono serio, Grell le informa de los pocos resultados que obtuvo, ademas de contarle de lo grandioso que era Sebastian y como le salvo de morir, Angelina enarco una ceja, ¿estaba celosa?, con un apasionado beso hizo callar a su amante mayordomo y se alistaron para matar a la siguiente prostituta.
Mientras Grell y angelina se divertían descuartizando mujerzuelas y se entregaban a la lujuria, William perdía cada día más la paciencia, se encontraba en un estado de animo deplorable, había enviado a Slingby a buscar a su subordinado rojo, pero este llego con la noticia de no haberle encontrado, esto desanimo más al gerente.
¿Porque Eric no delato a Grell?, bueno, ni el mismo lo sabe, ¿lealtad?, tal ves, aunque el pelirrojo suele ser desesperante, es como su "hermana" menor y tuvo el instinto de protegerlo, después de todo, tal parece que Grell no esta haciendo nada malo, solo esta jugando con los humanos, ni siquiera Eric sospecha de que Grell es Jack el destripador, ademas Slingby quiere ver hasta donde llegara su compañero en este juego. Sutcliff tiene mucha suerte.
William yace sentado en uno de los ataúdes de Undertaker, lo ha visitado frecuentemente con la esperanza de tener información respecto su subordinado y amigo, mira con nostalgia una foto de la época de la academia, Grell lo mira sonriente mientras lo abraza, mientras el parece indiferente, el gerente regresa la fotografía a su dueño, el sepulturero sonríe y la recibe, recuerda ese día en que el pelirrojo le insistió para que le ayudara a conseguir una foto de William, el peliplata accedió y al momento de verlos juntos no pudo resistirse a perpetuar ese instante en papel, se veían tan felices, aunque el moreno pareciera serio o molesto, se veía la alegría en sus ojos. Undertaker deja de lado el retrato y alza la mirada hacia su hijo que se ve tan mal emocionalmente, suspira y lo abraza, William se tensa ante el contacto pero se relaja segundos después, a pocas personas le permite el gerente tocarlo.