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LA HISTORIA DE UNA VIDA por Rikkathum

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Notas del capitulo:

hello!!!

muchas gracias a:

pato
 thoru kanname
nika071
 dulce_kokoro
Amethyst Tilly
 Ro Cio
pauangel85
 Aline Phantomhive

por comentar y muchas gracias por leer jejeje

lo que pongo a continuacion en el capi, sobre lo de la custodia de a los niños lo saque de una pelicula jajaja

ahora no me tarde tanto!!!

creo jajaja

espero que les guste

14.- COMPLICACIONES.

- Ryuchi…

- Shuichi…

Azul y amatista se toparon de nueva cuenta después de años sin verse, ocho años sin saber uno del otro, muchas emociones se podían ver en  esos pares de ojos.

- ¡Ryuchi Sakuma! – Tatsuha se emociono al verlo, el peliverde de ojos azules y piel canela que estaba en la puerta del departamento de su mejor amigo, era nada más que el más famoso cantante que ha tenido Japón en mucho tiempo, había escuchado que se había ido a Estados Unidos y que había crecido mucho como el artista musical que era y él se consideraba el más grande fan, inclusive lo consideraba como su amor platónico y ahora lo tenía enfrente en carne y hueso.

A Eiri por otro lado, no estaba maravillado por la presencia del cantante, al cual conocía por Thoma, pero si estaba bastante intrigado de su presencia en el departamento, aunque más por el hecho de que los dos había dicho sus nombres de pila como si se conocieran de mucho tiempo, por otro lado los niños miraban la escena sin comprender mucho, aunque a Rikku si le llamo demasiado la atención algo.

- son los mismos ojos que Sota… - comento el pequeño rubio haciendo así salir de su estupor al peliverde y al pelirrosa, el cual miro con terror al pequeño Rikku y luego a Sota por lo que había escuchado, después miro la pequeña mesa donde descansaban sus llaves del departamento y las tomo.

- lo siento, en un momento regreso – dijo para salir del departamento y cerrar de un portazo.

-Shu… - apenas el escritor iba a decir algo cuando el pelirrosa salió de esa manera - ¿pero qué demonios?

Todos se habían quedado extrañados por la reacción del pelirrosa ante las palabras de Rikku, Sota por su parte estaba bastante preocupado por su papi, se preguntaba quién era ese tipo – no puedo creerlo, ¡acaso Shuichi conoce a Sakuma Ryuchi! – decía un emocionado Tatsuha.

- quieres calmarte, ¿no se te hace raro como salió Shu de la casa? – le pregunto el escritor a hermano, el cual se intentaba controlar para no salir corriendo tras su ídolo y amor platónico.

- pues… ahora que lo dices fue extraño.

- ¿mi papi estará bien? – pregunto temeroso el pequeño azabache.

- eso espero o el estúpido del conejo se las verá conmigo – dijo el rubio molesto y preocupado, quería salir y buscarlos, pero si Shuichi había tomado la decisión de salirse del departamento fue porque no quería que ninguno estuviera presente en esa conversación, pero se preguntaba de dónde demonios se conocían esos dos.

Por otro lado, fuera del departamento aun los dos chicos se miraban intensamente, uno maravillándose de la presencia de su hermano menor, Shuichi realmente se veía más que bien, había crecido algunos centímetros y no se veía desnutrido de ninguna forma, se veía bien cuidado y saludable, eso le quitaba un gran peso de encima; Shuichi por su parte miraba a su hermano mayor intentando creerse su presencia delante de él, ocho años sin verse y ahora él se presentaba en su casa, tantas dudas pero solo una pudo responderse en ese momento, los ojos de Ryuchi no eran como la última vez que los vio, no eran esos ojos llenos de odio, dolor, resentimiento y tristeza, ahora eran diferentes, si había dolor y tristeza, pero cargados de un gran arrepentimiento y añoranza.

- Shuichi… - el primero en romper esa pesada atmosfera fue el peliverde, pero la verdad no sabía cómo empezar.

- ¿Qué haces aquí? – Shu se sentía nervioso por su presencia en ese lugar pero sobre todo quería saber que hacia su hermano frente a él.

- yo… yo necesito hablar contigo, Shu, por favor… - Shuichi seguía mirando esos ojos y sabia que su hermano realmente tenían muchas cosas que decirle, así que asintió.

- de acuerdo, pero no aquí, hablemos en la cafetería de enfrente.

Ryuchi acepto y se encaminaron a la dichosa cafetería, cuando llegaron pidieron un café el cual rápidamente fue servido por el mesero y dejándolos solos, Shuichi miraba expectante a Ryuchi mientras que Sakuma simplemente jugaba con su tasa sin beber de ella, no le gustaba el café, solo lo pidió por los nervios, algo que Shuichi sabia.

- aun sigue sin gustarte el café, creí que eso había cambiado ya que pediste uno – dijo Shuichi para ver si así lo podía hacer hablar.

- si – se rio – es solo que estoy nervioso – dijo para así mirar a Shu – te vez muy bien.

- no sé si decir lo mismo de ti, no pareces tu.

- ¿no parezco yo?

- sí, el cantante seguro y con gran presencia que siempre se ve en el escenario.

- jaja la verdad es que no, en este momento no lo soy – era la verdad, estaba, porque no decirlo, aterrado frente a Shuichi.

- te has arrepentido, ¿no es así? – Ryu lo miro sorprendido, sus labios temblaron para después bajar la mirada apenado – es verdad, después de ocho años te has arrepentido.

- yo… yo se que… no merezco, no después… después de lo que yo…

- ¿querer golpear a tu hijo hasta matarlo, deshacerte de el de alguna u otra forma porque según tu ella murió por su culpa?, ¿FUERON SUFICIENTE OCHO AÑOS PARA QUE TE ARREPINTIERAS Y PENSARAS EN TU HIJO? – Shuichi había gritado por frustración y el dolor ante los recuerdos, lo bueno es que casi no había nadie en esa cafetería – que bueno que no bebas el café, esta cafetería es pésima – dijo rascando sus cabellos, miro a Ryu el cual mordía su labio inferior, sus ojos no se veían.

- lo siento… - se escucho un susurro en conjunto con unos sollozos, Shuichi lo observaba, veía a su hermano desmoronarse frente a él, estiro una de sus manos y tomo la de Ryu que se encontraba sobre la mesa, este rápidamente la tomo y la apretó, inclino su cuerpo y su cabeza hasta apoyar su frente en la mano de Shu, ahora el llanto era un poco más fuerte.

Shuichi suspiro, sabía que tarde o temprano eso pasaría, que se arrepentiría de cómo actuó en contra de su hijo, todos esos años, desde el primer día se había preparado para enfrentarse a eso, a lo que está pasando ahora, sabía que su hermano sentiría mucho más dolor porque se daría cuenta de que no solo había perdido a la mujer que amaba, sino que también, perdió lo único que le quedaba de ella, su hijo, un ser tan importante como la misma Denia, aquella hermosa azabache de ojos verdes que había cautivado a los dos hermanos, pero solo uno había sido el merecedor de ese corazón tan puro que dio el regalo más grande que pudo, Sota.

- lo siento… lo siento tanto… no sabía – Ryuchi hablaba entre lagrimas – no tenía idea… de lo que estaba haciendo – levanto su rostro enfrentado a Shuichi por primera vez – era tanto el dolor… tanta la añoranza… ella se fue y me dejo con un hijo al cual yo ni siquiera pude mirar a los ojos por vergüenza… por no poder hacer nada por ella… fue más fácil culparlo, porque fue algo que no planeamos… y aunque me mostré feliz junto con ella, yo estaba aterrado mientras ella soñaba con su hijo…. Al dejarme solo, el miedo se convirtió dolor y odio ante todo y todos… Shuichi… me destruí cuando te puso una mano encima… me destruí cuando negué a mi hijo e intente lastimarlo…

- Ryuchi…

Los dos se quedaron en silencio por un tiempo, uno trataba de controlar sus lagrimas mientras el otro encontraba el camino a seguir frente a esa escena, las cosas que se venían eran difíciles, Shuichi lo sabia – tomemos aire – pagaron el café que no se tomaron y salieron hacia un parque que estaba cerca del complejo departamental.

- ¿Cómo se llama? – pregunto Ryuchi sentándose en una banca seguido del pelirrosa.

- creo que lo sabes muy bien – Shuichi sonrió mientras lo miraba.

- Sota… a ella le gustaba ese nombre… nunca entendí porque…

- siempre le gusto ese nombre, estaba dispuesta a luchar contra ti con tal de que así le pusieran…

- al final tú fuiste el que cumplió ese deseo… - sonrió el peliverde de forma nostálgica, los recuerdos lo inundaban, momentos felices y demasiado cómicos eran lo único que se le venían a la mente – tantas cosas que pasamos, tanta felicidad, tantos planes…en ese momento, cuando ella murió, el mundo para mi dejo de existir.

- al principio, cuando recién comenzaron a salir, nunca pensé que realmente la querías, mucho menos que la amaras, con el paso del tiempo me di cuenta que realmente te habías enamorado de ella…

- se que pensaste que era puro capricho… no te negare que al principio así fue… pero ella era maravillosa, me enamore sin saberlo y cuando lo supe era el hombre más feliz del mundo.

- ¿Qué es lo que quieres Ryuchi?

- una oportunidad Shuichi… quiero pedir perdón y tratar de hacer algo para que me perdonen, sé que no merezco ser llamado padre y hermano – lo miro a los ojos – pero quiero estar en sus vidas por lo menos como un amigo…

- no será fácil, ¿lo sabes no?

- lo se Shu…

- siempre estuve preparado para cuando regresaras, yo sé mi lugar, solo soy su tío y que tu eres su padre, yo no puedo evitar que intentes acercarte a él y no lo deseo, porque quiero que él tenga a su verdadero padre, su verdadera familia.

- tú también eres su verdadera familia Shuichi, tu eres su papi y no tengo la intención de quitarte ese lugar, eres su tío de sangre pero eres quien lo ha educado y visto por él, es mi turno ganarme un lugar en su vida, luchare con todo Shu, pero tampoco lo voy a obligar a nada y mucho menos alejarlo de ti, además, también quiero acercarme a ti, hermano…

- no será fácil… para ninguno… - Shuichi se puso de pie – dame tiempo para prepararlo, no puedes llegar de la nada diciendo que eres mi hermano y su padre… él sabe que mi hermano es su padre…

- lo sabe…

- por el momento no nos relacionara por la diferencia de apellidos, dame tiempo.

- … aquí tienes mi tarjeta, llámame… por favor…

- lo prometo.

Mientras al mismo tiempo, Eiri y Tatsuha se encontraban en la sala en lo que los niños jugaban en el cuarto de Sota.

- entonces, ¿me contaras que ya tengo cuñado? – Tatsuha sonrió, ante la pequeña sorpresa reflejada en el rostro de su hermano, el cual rápidamente se recupero.

- pues, es verdad, Shu y yo ya somos parejas, pero es lo único que te voy a contar lo demás no te interesa…

- ¡ah! Con que sucedió de todo, mira que no pierdes tiempo, aunque desde antes de irse ya se veía venir, parecían que actuaban como una pareja recién casada – se burlaba Tatsuha.

- cállate…

- bueno, no importa, así que al final lo lograste, me alegro mucho por ambos – dijo sincero.

- gracias – el rubio sonrió – realmente en el viaje no estuve muy seguro de lograrlo, me tope con la mujer esa, con la que intente molestar a Shu, por poco arruina todo, entre él y yo la pusimos en su lugar, pero sí que fue un pequeño problema.

- eso te pasa por ser tan impulsivo y haberle dado alas cuando ni siquiera tenias planeado volver a verla nunca, siendo que ella es reportera – le regaño.

- lo sé, lo sé, fue estúpido de mi parte, aprendí mi lección – dijo levantando las manos en son de paz, para después mirar el reloj - ¿no crees que ya se tardo?

- la verdad es que si, pero sabes, tengo una gran curiosidad por saber qué relación tienen esos dos, desde cuando Shuichi, dedicándose a ser editor de libros, conoce a un afamado artista como Sakuma Ryuchi.

- uhmmm – la palabra “relación” no le gusto para nada, sobre todo porque había visto como se miraban los dos de una manera tan intensa y que al parecer se conocían de años – no lo sé, pero ese baka tiene mucho que explicarme…

Mientras Shuichi caminaba de regreso al departamento, no sabía cómo sentirse, si feliz por el regreso de su hermano y que se hubiera dado cuenta de sus errores, triste al saber que tal vez en algún momento no muy lejano Sota estaría con su verdadero padre o enojado con su hermano por tardarse ocho años en regresar, suspiro y entro al complejo departamental, pero antes de ir hacia el ascensor saco su celular del pantalón y marco el numero de su amigo.

- Shuichi, me alegro que llamaras, significa que ya estás por estos lares, ¿verdad?

- Hiro…

- ¿Shu, que sucede? – inmediatamente su amigo había reconocido el tono de voz de su amigo, no era uno muy alegre, parecía compungido.

- Ryuchi regreso…

- … - la línea se quedo un momento en silencio, Hiroshi intentaba digerir esas palabras, sabía que ese era un suceso demasiado importante y preocupante - ¿hablaron?

- si…

- ¿Qué te dijo?

- en pocas palabras que quiere a su hijo y hacer las paces conmigo…

- ¿y cómo te sientes con respecto a eso?

- no lo sé – se sorprendió ante ello, había sonado demasiado sincero – me había preparado mentalmente cada día, cada mes, cada año que pasaba que ahora que paso, no sé como sentirme realmente, yo…

- sientes que vas a perder a Sota.

Las palabras exactas, esas palabras reflejaban su temor, aquello a lo que más le temía y a lo que nunca, a pesar de saber que pasaría, realmente no se pudo preparar, lo sabía, era consciente de que algún día Sota se marcharía de su lado y sin engañarse a sí mismo no estaba preparado, cada día que pasaba, el estar con ese pequeño lo hacía amarlo tanto que su corazón sufriría mucho al perderlo.

- si… - dijo en un susurro.

- Shuichi, sabíamos que esto pasaría, Ryuchi no es una mala persona y se arrepentiría de lo que hizo, después de todo es tu hermano, pero también entiende que el no te puede separar de Sota, el no te haría ese daño, además el niño te ama y te conoce a ti como padre no a él, por lo que sería más seguro es que los dos terminen compartiendo la custodia, así que no tienes porque preocuparte, no te van alejar de Sota como piensas.

- una parte de mi lo entiende pero… la otra esta aterrada Hiro.

- te entiendo Shu…

- pero no puedo negarle a Sota conocer a su padre y ni a mi hermano negarle la oportunidad de rescindir el daño que nos causo en ese tiempo, creo que los tres nos merecemos esta oportunidad, aunque no entiendo porque le llevo ocho años decidirse, cada día que pasa lo hace más difícil.

- lo sé pero  lo mejor el no sabía cómo volver Shu, después de todo asimilar lo que intento hacer no fue tan fácil, si tú te sentiste mal imagínate como se sintió el al darse cuenta de ello, se ha de haber sentido asqueado de sí mismo.

Hiro podía tener razón, suspiro – esto es demasiado complicado.

- lo sé amigo, pero debes de ser fuerte, no solo por ti, sino también porque debes de ver por lo que es mejor para Sota.

- y lo peor es que no es toda la noticia que le tengo que dar – dijo recordando a cierto rubio y sexy escritor.

-¿a qué te refieres?

- tengo pareja…

- ¡wau! Eso sí que no me lo esperaba, ¿Quién es la afortunada o debo decir afortunado? – se imaginaba de quien se trataba, después de todo lo había visto recoger a Sota en su departamento con él.

- es un hombre… se trata de mi escritor…

- Eiri Yuki ¡ja! Lo sabía…

- no te burles, no sé cómo se lo voy a decir a Sota y el cómo lo tome.

- debería de tomarlo bien, después de todo el también quería que tuvieras pareja.

- pues si pero es un hombre y…

- ¿y qué? Vamos Shu, tu y yo sabemos después de lo que paso en mi departamento que si Rikku sigue los pasos de su papá, Sota tendrá pareja en unos cuantos años, además tiene debilidad por los rubios…

- jajajaja la verdad es que sus únicos amigos y con quien se lleva bastante bien son rubios, exceptuando a Tatsuha, Nami y a ti, dime ¿Cómo van las cosas entre tú y K?

-… - Hiro suspiro, habían pasado el bache de Suguru, pero algo había pasado y no sabía que era – tuvimos un problema con Suguru que ya solucionamos, pero desde ayer en la noche que no contesta mis llamadas, no sé qué paso…

- vamos Hiro, no puedes pasar ni un minuto sin oír su voz – intento burlarse Shuichi.

- no es eso, el fue el que me dijo que le llamara, pero en fin, hablare con el después.

- me cuentas que paso, por el momento te dejo y… gracias por escucharme.

- baka, te quiero amigo.

- yo también –se despidió con una sonrisa, la verdad es que se sentía un poco mejor después de haber hablado con el pelirrojo, ahora tenía que ir a su departamento, lo más seguro es que lo bombardearan con preguntas.

Al entrar a su departamento se encontró con Tat y Eiri platicando en la sala, pregunto por los niños y estos le dijeron que estaban jugando en la habitación, el pelinegro inmediatamente se puso a bombardearlo con preguntas al pelirrosa, desde porque y cuando se conocen hasta si le podía conseguir una entrevista privada con él, el rubio lo golpeo para que lo dejara hablar, Shu suspiro sabía que era momento de contar toda la verdad.

- bueno, el cómo y desde cuando lo conozco pues… - dijo mientras se sentaba en el sofá que estaba enfrente de los hermanos – lo conozco desde que nací.

- ¿desde qué naciste? – pregunto sin comprender Tat.

- sí, el y yo somos hermanos Tat, hermanos de sangre.

Tanto Tatsuha como el escritor se quedaron sorprendidos ante esa revelación – pero el apellido… - dijo el escritor.

- misma madre, padre diferente, el padre de Ryu murió cuando el casi nacía por un accidente aéreo, mamá decidió ponerle el apellido de papá y no mucho después se volvió a casar y nací yo, me pusieron el apellido de mi papá, Ryuchi tiene el aspecto físico de mi madre a diferencia del pelo que fue herencia de su padre, yo soy una copia exacta en muchos aspectos a mi padre.

Esa era un explicación bastante lógica, además le quitaba un peso de encima al escritor, siendo hermanos significaba que no sería su rival, pero miro Tatsuha el cual estaba completamente pálido, lo miro extrañado, no era para tanto, pensaba el escritor, pero Shuichi sabia porque el pelinegro estaba de esa manera.

- eso significa que él es el padre de Sota – eso sí que sorprendió a Eiri, sabía que Sota no era hijo de Shu, lo supo cuando lo hizo por primera vez suyo, pero no sabía mucho mas de eso y parecía que Tatsuha estaba más informado – tu me había comentado una vez que el padre de Sota era tu hermano, que te lo había dejado por problemas que sucedieron en el nacimiento del niño y nunca mencionaste muchas cosas sobre su madre, solo que ella ya no estaba entre los vivos.

- y así es, Denia murió al dar a luz a Sota, ese fue el detonante para que Ryuchi perdiera el control de sí mismo y decidiera dejar el niño conmigo, bueno, las cosas son más complicadas que eso…

Shuichi les conto en breve lo que había sucedido a la muerte de Denia, los hermanos estaban sorprendidos de las cosas que les contaba el editor - ¿y porque decidió volver tan de repente, como si nada hubiera pasado? – preguntaba indignado el escritor.

- yo también me sorprendí a su regreso…

- está arrepentido – interrumpió Tatsuha, la verdad estaba sorprendido por el cantante, pero no quería juzgarlo, después de todo había perdido a una persona importante en su vida – ¿verdad?

- eso parece…

- arrepentido y una mierda, no puede venir de la nada a querer ocupar un lugar que rechazo de esa manera tan… - el escritor estaba molesto y se le notaba en sus facciones, quería golpear a ese cantante por las cosas que hizo.

- vamos hermano que tu no ganaría el premio al padre del año.

- lo sé, pero yo nunca hubiera intentado, tan siquiera intentado levantarle la mano a un bebe…

- tú no sabes cómo reaccionarias si hubieras amado a Yuki y ella hubiera muerto en el parto por complicaciones – comento dijo su hermano – además nadie sabe como actuaria uno ante el dolor por la muerte del ser amado, tal vez no hubieras sido tan extremista, pero tal vez si rechazarlo.

- yo…

- Tatsuha tiene razón Eiri, el dolor nos convierte muchas veces inclusive en monstruos, pero de igual forma entiendo también tu sentir.

- ¿y qué piensas hacer?

- decirle a Sota… yo sabía que esto pasaría algún día, no soy nadie para evitar que Ryu entre en nuestras vidas de nuevo, claro que le será difícil y debe demostrar que está arrepentido.

- eres demasiado bondadoso Shuichi… - dijo el escritor mirándolo a los ojos.

- es solo que Sota merece saber quién es su padre, inclusive quiero que empiecen a tratarse.

- porque no el fin de semana lo invitas a mi departamento a una comida y matamos a tres pájaros de un solo tiro.

- ¿tres? – preguntaron el escritor y el pelirrosa.

- sí, Sota convive con él, Sakuma-san convive con quienes formamos parte de la familia de Sota y ¡yo tengo a mi Honey en mi casa!

Los otros dos simplemente negaron con la cabeza, la idea no era mala, así que por eso no dijeron nada, después de eso, los dos hermanos se fueron junto con Rikku quedando de verse al día siguiente en la tarde ya que por la mañana Shuichi tenía que trabajar, cuando por fin Sota y el pelirrosa quedaron solos, Shu decidió hablar con su hijo, mientras más pronto mejor.

- Sota, tenemos que hablar.

Los dos estaban en el cuarto del pequeño – se trata de la visita de ese sujeto no, con el que te fuiste.

- pues sí, son dos temas lo que te quiero decir, entre esos dos él es uno.

- ¿esa persona es mi padre? – pregunto el pequeño asustando al pelirrosa ya que pensó que había oído su conversación con su pareja y Tat, eran cosas que aun no eran sanas contarse y la verdad dudaba que algún día lo fueran, si Sota jamás se enterase de ello mejor.

- tu…

- el se parece a mí, eso fue lo que me dijo Rikku, tenemos los mismos ojos y tu actuaste como si hubieras visto un fantasma… ¿me equivoco?

El pelirrosa respiro de nuevo, todo lo había sacado por conjeturas, eso era lo mejor, pero lo que le sorprendía es que el pequeño se lo tuviera tomando tan bien, aunque su mirada triste le decía que no todo estaba bien – no te equivocas Sota, no quiero mentirte, lo que esperábamos se cumplió, tu padre ha vuelto y quiere entrar en tu vida, en nuestras vidas, después de todo el es mi hermano y también quiere…

- ¡pero no puede!, ¡no así nada más!, ¡no puede alejarme de ti! – Sota solo se hacia el fuerte, sabía que tarde o temprano su padre querría volver y lo más seguro es que él tuviera que darle una oportunidad, pero no quería que lo alejaran del pelirrosa, después de todo Shu fue quien lo cuido, quien lo vistió, quien siempre ha estado a su lado para todo sea bueno o no, no quería separarse del pelirrosa, así que sin más se hecho a sus brazos a llorar desconsoladamente.

- no cariño eso nunca va a pasar, el está arrepentido y te quiere a su lado pero no te va alejar de mi, me lo dijo y sé que lo cumplirá, además esto será un proceso lento, el tiene que ganarse nuestra confianza y solo así le permitiremos entrar en nuestras vidas, te prometo que si algo no va bien lo sacaremos de nuestras vidas, te voy a proteger.

- yo… tengo miedo… yo solo quiero estar a tu lado, además estoy enojado… el me abandono… y a ti también… te dejo con la carga de cuidarme.

- no mi amor, no eres ninguna carga – Shuichi lo separo de su cuerpo y tomo su sonrojado rostro por el llanto entre sus manos – para mi eres lo más bello que pudo pasarme en la vida y sé que para Ryuchi también, solo que él se puso tan triste a la muerte de tu madre que no pudo controlar su dolor, no es escusa para lo que nos hizo, pero por lo menos debemos darle el privilegio de la duda, el no es malo, solo tuvo miedo…

- ¿y si lo vuelve a tener, nos vuelve a dejar, si solo nos ilusiona para después lastimarnos? – Sota tenía miedo a encariñarse con su padre para después ser abandonado a su suerte de nueva cuenta.

- si eso pasa cariño lo sacaremos de nuestras vidas para siempre mi niño, yo te voy a cuidar, el se tendrá que amoldar en nuestra vida, así que por favor, ya no llores sí, ya veremos qué pasa conforme a la marcha, además no obligación que lo aceptes, si le das la oportunidad y no te agrada ya veremos qué podemos hacer, pero solo darle la oportunidad, ¿si?

El pequeño asintió y se abrazo de nueva cuenta al pelirrosa, lloro un rato mas y cuando se calmo pregunto sobre el otro tema que quería tratar con él, Shuichi se tenso un poco y sonrió de manera nerviosa, Sota lo miro extrañado sin entender que sucedía, pero ese sonrojo en las mejillas de su papá, le decía que no era algo que le fuera a gustar del todo.

- pues es que… ¿conoces a Eiri verdad? – Dijo nervioso y Sota lo miro con una ceja alzada respondiendo “obvio, es el escritor pervertido que te quiere meter mano, hermano de Tatsuha” – pues… él es… mi pareja, somos novios…

Después de eso y un minuto de silencio se escucho un fuerte  “¿Qué?” en todo el edificio, dos días pasaron después de eso, Sota y Eiri se la pasaban peleando por la atención del pelirrosa, el pequeño se la pasaba sobre su papi y el rubio también haciendo que esos dos días fueran de lo más cansado, aunque en parte sabia que el pequeño había aceptado bien su relación ya que le había leído la cartilla al escrito, lo de querer acapararlo era solo por molestar, cosa que lograba con facilidad.

Shuichi ya había hablado con Ryuchi sobre la comida en el departamento de Tatsuha, este se mostraba muy emocionado y nervioso por ello por lo que acepto sin poner ningún pero, al parecer concordaba con que era bueno familiarizarse con todos los conocidos y personas importantes para el pequeño, Nami estaba incluida en ello, la cual se sorprendió al saber sobre el regreso del padre de Sota, por lo que decidió estar un poco al pendiente de los dos, tanto de Shu como del pequeño, las cosas que se les venían eran un poco complicadas, pero Shuichi nunca pensó que se fueran a complicar más, al cuarto día de la semana, había llegado casi al anochecer al departamento Tatsuha ya que era donde estaba Sota, como el pelinegro le había dado llave al igual que el escritor para que entrara cuando lo necesitara, entro sin tocar y cuando lo hizo miro sorprendido hacia la sala, en donde se encontraba el rubio sentado con Sota entre sus brazos dormido, iba a decir algo sobre la tierna escena, pero la cara de preocupación de Tatsuha y la mirada seria de Eiri lo alarmaron.

- ¿que paso?, ¿Por qué tienen esas caras?

- no te preocupes, Sota solo está dormido, lloro mucho y se quedo dormido – dijo Tatsuha ya que su hermano solo miraba al pelirrosa.

- ¿Eiri? – pregunto el pelirrosa sentando a un lado de él - ¿Por qué Sota lloro?

- el… - empezó hablar el rubio con voz algo ronca, Shu miro los ojos de amado, encontrándolos algo irritado al igual que los de Sota, eso significaba que el también había llorado - … se preocupo por Rikku…

- dame al niño Eiri, voy a llevarlo a dormir con Rikku – Tatsuha tomo al pequeño, Shuichi con timidez abrazo al escritor el cual correspondió el abrazo con más fuerza, necesitaba de su bola rosa.

- mi padre… mi padre estuvo aquí…

 

 

Eran las cuatro de la tarde, los niños ya habían comido, el rubio sabía que Shuichi llegaría tarde por lo que decidió entretener a los niños con alguna película, lo bueno es que Tatsuha no había tenido trabajo ese día, por lo que le ayudo a cuidar a los niños, estaban tan cómodos que les daba flojera levantarse e ir abrir la puerta, el escritor hubiera preferido que nade la abriera, sobre todo al ver como un hombre entrado en edad, entraba como Juana por su casa, con su mirada enojada y el seño fruncido, vestido de monje, el rubio pronto se puso de pie y encaro a su padre.

- ¡Papá! – Tatsuha se sorprendió al verlo entrar de esa manera y sobre todo por su presencia en su casa, aunque Thoma ya los había advertido no pensó que realmente eso fuera a suceder.

- ¡cállate! Vergüenza de hijo que me toco criar – le dijo con desprecio, ese hombre siempre había tenido la habilidad de lastimar mejor que nadie al moreno quien solo bajo la mirada, eso a Eiri lo fastidio de manera.

- ¿a qué has venido? – Pregunto el rubio visiblemente molesto – ¿a tratar mal a Tatsuha dentro de su propia casa?, ¿es que acaso quieres que te saquemos a patadas por ese atrevimiento?

- yo no estaría aquí si tu no lo estuvieras, ¿Cómo es posible que ni siquiera me llamaras para decirme que estabas en Japón?

- para que me fastidiaras como lo ha hecho Mika, no gracias.

- Mika solo se preocupa por ti como la hermana mayor que es, ella sabe cuál es el camino correcto de  una familia, cosa que ustedes dos no quieren ver.

-solo porque a Tatsuha y a mí no nos interesa el templo no significa que nuestros caminos sean incorrectos.

- por favor, como no lo van a ser, Tatsuha por ejemplo ha de estar de vago, metiéndose con cuanta chica fácil encuentra, tomar un montón de fotos no es una profesión, está bien como un pasatiempo pero no es una profesión, además es tan mal hecho que estoy seguro que no tiene ni talento para ello, solo para molestar –Eiri iba a decirle algo para que dejara de decir esas cosas de Tatsuha pero el viejo no lo dejo – pero dejemos de lado a Tatsuha sabemos que no debemos esperar mucho de él, después de todo siempre ha sido un fracasado y una vergüenza para la familia, tu por otro lado, eso de andar de escritor lo único bueno que te ha traído, si se podría decir así, es un hijo, el cual lo has de haber tenido con alguna prostituta, pero bueno se ve que el pequeño es rescatable – dijo mirando al pequeño rubio que estaba detrás de su papá junto con Sota, el cual fue ignorado por el mayor, los dos se habían quedado calladitos cuando vieron al rubio mayor ponerse a la defensiva, sentían el mal ambiente y más aun con las palabras de ese sujeto, palabras que habían enfurecido a Rikku ya que en cierta forma sabia el significado de esa palabra y alterado le grito.

- ¡mi mami no era eso! – grito el pequeño enojado y con lagrimas en los ojos, no entendía porque la familia de su padre, a excepción de Tatsuha decían esas cosas de su mamá.

- tu aun tienes remedio Eiri, siempre fuiste un gran estudiante y puedes aun llegar a ser algo bien en la vida, trae a ese niño contigo y regresa a casa, démosle la formación correcta, no la de libertinaje que has tenido hasta ahora, eduquemos bien a ese niño… - iba a continuar con sus palabrerías pero el escritor lo interrumpió con gran furia.

- ¡QUIERES CALLARTE DE UNA PUTA VEZ! ¿Quién te has creído para  venir y hablar como si tuvieras toda la razón del mundo?, no conociste a la madre del niño, como es posible que digas esa cosas sin siquiera saber quien fue…

- ni me interesa conocer que fue la puta que tuvo a tu bastardo, solo me interesa que no se convierta en una porquería como al parecer se convirtieron ustedes dos – refiriéndose a los hermanos, pero claro, no pudo seguir porque un puño se estampo en su rostro haciendo por la fuerza, terminara sentado en uno de los sofás, sosteniendo su cara donde fue el golpe, mirando incrédulo a su hijo varón mayor – como… ¿Cómo te has atrevido?

- ¡de la misma manera que tú te has atrevido a insultar a Yuki delante de su hijo!

- Eiri cálmate por favor, no vale la pena – Tatsuha había salido corriendo hacia los niños que veían la escena muy asustados, era la primera vez que veían a un Eiri tan violento.

- Tu y Yuki lo valen, no voy a permitir que este desgraciado venga y te insulte y encima ensucie la memoria de ella como si tuviera derecho o si por lo menos la conociera – el rubio estaba muy enojado, no solo ese hombre había insultado a la madre de su hijo, a su mejor amiga, había denigrado los esfuerzos de Tatsuha para salir adelante en su carrera, no iba a permitir tal cosa, ni aunque fuera su padre.

-no permitiré que ese niño se quede a tu lado… - dijo el señor poniéndose de pie, mirando con aparente horror al rubio – tú no eres el hijo que yo crie…

- ya basta... ¡lárgate de una buena vez!

- si tu eres de esta manera no quiero ni imaginar cómo sería la madre, debo alejarlo de ti antes de que ese niño se pierda en el mal camino – sintió una punzada en su rodilla, miro hacia abajo encontrándose con un pequeño Sota mirándolo molesto.

-¡deje de decir esas cosas viejo feo!

- no sé quien seas pero te voy a enseñar a respetar – levanto la mano y la dejo caer pesadamente, iba directo al rostro del niño, Eiri no alcanzo actuar rápido, pero Rikku si, se interpuso en el golpe recibiéndolo él en la cabeza ya que estaba de espaldas al hombre, pero el golpe había sido fuerte provocando que el niño callera al piso y comenzó a llorar por el golpe y el susto, el rubio mayor al que su hijo había sido golpeado tomo entre sus manos la ropa del hombre y comenzó a sacarlo del departamento a tirones y empujones.

- ¡LARGATE Y NUNCA SE TE OCURRA VOLVER! – Eiri  estaba más que furioso, habían golpeado a su hijo y eso no era algo que fuera a tolerar.

- ¡no puedes educarlo, eres un salvaje!, ¡ese niño no puede estar conti…!

No pudo terminar porque de un golpe en la boca termino sentado en el piso fuera del departamento de Tatsuha – ¡mas vale que te largues antes de que decida matarte atreverte a ponerle una mano encima a mi hijo!

- ¡no te dejare tener a ese niño EIRI! ¡TE LO QUITARE! – grito el hombre desde el piso.

- como si pudieras – dijo para después cerrar la puerta de un solo golpe y recargarse en ella, su padre grito un poco mas y después se marcho, al fin el rubio pudo respirar pero rápidamente recordó a su niño, fue hacia la sala encontrándose a Tatsuha con su hijo entre sus brazos, tratando de consolarlo, prácticamente se lo arranco de su lado y el pequeño lloro con más fuerza, se lo llevo a la habitación que Tat tenía para él cuando se quedaba y se encerró, hablaba con él, le decía que todo estaría bien, que no tenía nada que temer, no pudo evitar incluso que algunas lagrimas se le agolparan en los ojos, pero no se permitió llorar, debía calmarlo o si no le haría daño, el pequeño poco a poco se controlo y se quedo dormido, el salió de la habitación y se sentó en el sofá ante la atenta mirada de Tatsuha el cual no sabía que decir, era la primera vez que veía de esa manera a su hermano, nunca pensó que golpearía a su padre por protegerlos.

Sota por su parte tenía los ojos inundados de lagrimas pero no las dejaba salir, se acerco al rubio y con su voz entrecortada le hablo – lo…lo siento… si yo no hubiera…lo siento… le pego a Rikku por mi culpa… el golpe era… - no pudo seguir porque sintió como el escritor lo tomaba entre sus brazos y escondía su cabecita entre su cuello y hombro, el niño correspondió el abrazo y se soltó a llorar – ¡No dejes que se lo lleve!, ¡no dejes que te lo quite!

- no puede hacer nada, no puede quitármelo, así que no llores, te prometo que él no se irá con ese hombre… - dijo el rubio al fin liberando sus lagrimas, el niño no las veía pero Tatsuha si, este se mordía el labio inferior por frustración, ese hombre se había metido en sus vidas de todas las formas posibles y siempre con el fin de hacer daño.

- ¡ni que se vaya a ningún lado!, ¡el debe estar contigo, con su padre, con nosotros su familia!

Eso impacto a los hermanos porque sabían que el pequeño tenia razón, Rikku debía estar con su padre, el pequeño rubio ya había sufrido suficiente abandono, era momento de remediar ese error, Eiri abrazo mas al hijo de Shu jurándose a si mismo que llegaría a un acuerdo con los padres de Yuki, no importaba si tenía que arrodillarse o humillarse, pero Rikku no volvería a estar lejos de su padre.

 

 

- por Dios Eiri… es una suerte de que ese hombre sea el abuelo paterno… - comento Shuichi siendo mirado de forma extraña por los hermanos.

- ¿suerte, que tiene de suerte que ese sujeto sea el abuelo paterno? – pregunto Eiri.

- que para que el pueda hacerse de la patria potestad del niño necesitaría que no hubiera padre e inclusive abuelos maternos y según Tatsuha, a Rikku le sobreviven sus abuelos maternos – dijo Shuichi de forma seria.

- ¿eso quiere decir que me padre habría tenido posibilidad? – miro incrédulo Tatsuha a Shuichi.

- si – miro  al rubio – inclusive si va a un juzgado, como no sabía que tenía un nieto puede pedir que se comparta y el juez si así lo decide podría darle algunos días a tu padre para que vea a Rikku.

- ¿Qué? – Pregunto incrédulo el escritor – ¿ese sujeto me puede quitar a mi hijo?, es una tontería…

- no te lo puede quitar, para empezar Tatsuha me comento antes de que tu y yo nos conociéramos, cuando conocí a Rikku, que aun no se definía con quien se quedaría ya que su madre había dejado un testamento donde ella estipula quien se haría cargo del niño, así que la verdad lo más seguro se podría decir que lo dejaría con algún familiar de ella, en segundo plano, contemplando de que ella no lo dejara entonces tu serias quien debería hacerse cargo, si te negases – el escritor iba a protestar pero Shuichi le puso un dedo en sus labios para que lo dejara terminar – en dado caso, no estoy diciendo que no te quieras hacer cargo, solo estoy viendo el panorama, si no te quisieras hacer cargo se contemplaría a los abuelos maternos antes que a los paternos, mas eso no significa que los demás familiares no tengan derecho de ver al niño así que pueden pedírselo a un juez si es que quien se quedo con el niño no quiere, si el juez ve que socialmente es apto para acercarse al niño, pues puede que la custodia sea compartida.

- no puede ser, socialmente apto significa que ven su comportamiento ante la sociedad y si parece buena persona puede que no se niegue el juez o me equivoco – dijo Tatsuha captando lo de socialmente apto.

- así es, aunque hay jueces que investigan mucho mas y por protección a los niños en veces se hacen más humanizados y entran completamente al fondo del asunto y llegan a desenmascarar a los socialmente aptos y clasificándolos como personas inaptas para cuidar del niño.

- ¿Cómo es que sabes tanto de esto Shu? – pregunto curioso el moreno.

- un escritor hizo una novela de este tema, es verídica en cuanto al sistema – dijo encogiéndose de hombros – yo también investigue algunas cosas con Sota, a diferencia de ti – señalando al escritor – yo no tuve problemas de quererme quitar al niño, la madre no tenia familia y mis padres estaban muertos cuando Ryu nos abandono, se podría decir que yo era el único familiar que se podía hacer cargo.

- pero entonces…

- si el testamento dice con quien se quedara el niño, tu padre deberá respetarlo, lamentablemente eso no significa que no tenga derecho de pelear por poder verlo y a criterio del juez decidirá, pero bueno, si ese sujeto Thoma, tu futuro ex cuñado declara en contra de ese sujeto, que no es apto para criar al niño lo más seguro es que no le den la posibilidad.

- ¿Por qué dices eso? – pregunto el moreno.

- porque socialmente no lo hace apto, según se tú tienes un historial no muy favorecedor Tat, así que el juez no tomara mucho en cuenta lo que digas, si lo contemplara porque ya tienes trabajo y eres socialmente productivo, pero nada más, Eiri no se mucho de tu vida de joven pero si hiciste locuras como Tat serian el mismo caso, serian como la mayoría de los hijos que sienten que sus padres no hicieron un buen trabajo.

- y como Mika diría que es el mejor padre del mundo…

- así es…

- demonios – dijo el escritor cerrando los ojos.

- pero no te preocupes Eiri, si ese sujeto trato de esa manera a Rikku lo aconsejable seria que en dado caso pidieran una prueba psicológica al niño, lo más seguro es que le tema tanto tu padre como a tu hermana, eso sería una señal de alarma para el juez y le negaría a tu padre interferir en la vida de tu hijo.

- increíble Shuichi… ese libro te informo bien.

- bueno, yo por mi parte investigue algo por Sota – dijo sonrojándose.

- lo que más me molesta de todo esto es que Rikku tenga que pasar por todo ese trámite legal – dijo Eiri frustrado y desordenándose sus cabellos.

- pero bueno, de todas maneras tu también iniciarías un trámite legal en dado caso de quien se quede con el niño sea un familiar de su madre y no tu Eiri, claro si es que ellos por las buenas no te dejan ver al pequeño, ¿Por qué no piensas abandonarlo no?

- por supuesto que no – Shuichi sonrió dulcemente a la seguridad de esas palabras.

Había pasado al fin la semana, Rikku se veía más tranquilo y sonreía, sobre todo porque no había recibido noticia, Sota se llevaba incluso mejor con el escritor, las cosas habían llegado a un punto más confortable en esa gran familia que poco a poco se formaba, pero al final el sábado había llegado y los nervios, la curiosidad, el miedo y las ansias se hicieron presentes, ese día Ryuchi Sakuma se encontraba frente a la puerta del departamento de Tatsuha, el cual había abierto y lo miraba con admiración.

- no puedo creerlo… ¡Ryuchi Sakuma en mi casa! – dijo feliz y emocionado.

- hola – sonrió nervioso, no había podido dormir esa noche ya que al fin volvería a ver a su hijo y conocería a las personas más importantes para él y al parecer ese moreno que lo recibió era uno de ellos, veía como lo veía con admiración y se pregunto si lo seguiría mirando de la misma manera si supiera lo que hizo a su hijo al nacer, pero después se pregunto porque le importaba eso – sabes quién soy pero ¿tu quien eres na no da? – pregunto sacando un conejo rosa de quien sabe dónde, mordiendo una de sus orejitas y mirándolo con curiosidad, Tatsuha en cambio lo miro asombrado, pero una risa llamo su atención mirando hacia dentro del departamento un pelirrosa los miraba.

- con aun sigues con ese conejo, no has cambiado en nada con eso de tu doble personalidad – dijo con una cálida sonrisa, Ryuchi respiro tranquilo, al parecer su hermano podría de su parte y se lo agradecía porque sabía que no se lo merecía.

- es que Kuma-chan es mi mejor amigo no da, no pensaba dejarlo.

- ¿Kuma-chan? – pregunto Tatsuha mirándolo curioso.

- así es Tat, el es Kuma-chan – dijo el pelirrosa señalando al conejo – y ya conoces a mi hermano Ryu, Ryu el es Tatsuha un amigo y bueno vecino, además ahora mi cuñado

- ¡que bien! – el peliverde realmente estaba feliz de que el pelirrosa tuviera pareja, eso significaba que él había salido adelante después de la muerte de Denia.

- pero pasa, no te quedes en la puerta – dijo Tatsuha emocionado.

Ryuchi se sonrojo y entre a paso lento, como tanteando el terreno, camino detrás de Shu y era seguido por Tat, al llegar a la sala se encontró con dos niños y dos adultos mas, Shuichi se puso a un lado del, los presentaría, pero entonces el peliverde poso sus ojos en otros muy parecidos a los suyos.

- bueno, todos ya les comente que hoy recibiríamos la visita de mi hermano – comenzó Shu – el es Ryuchi Sakuma y el es mi hermano – Nami ya lo sabía de años atrás, era a la única persona que el pelirrosa le había contado de la relación familiar que tenia con un cantante famoso y que de igual manera era el padre de Sota; por otro lado Rikku lo miraba de arriba abajo, realmente Sota y ese sujeto se parecían, si no fuera por el color de piel serán exactas copias, inclusive el parecido entre los hermanos era indiscutible, solo parecía que Shu y Ryu habían sido bañados en diferentes colores de cabello y ojos, lo demás eran idénticos; Sota por su parte también lo analizaba, no podía evitar que le llamara la atención, su papi Shu le conto muchas cosas de él, fascinantes en muchas de ellas, pero no daría su brazo a torcer tan fácilmente, ese sujeto lo había abandonado, eso no era algo fácil de olvidar, así que esperaba ver como intentaría ganarse de nuevo la confianza perdida – bien Ryu ella es Nami – señalo a la chica – ella es Psicóloga Criminal, ella define los perfiles de los delincuentes para poder atraparlos – Nami levanta a su gata y la enseña - ¡oh!, ella es Tabata, se dedica a comerse las pechugas de pollo rellanas.

- y es muy buena – dijo con orgullo dejando a la gata en el piso de nuevo, eso hizo reír a Ryu levemente.

- bueno, el rubio con cara de estreñido es Eiri Eusugei, mejor conocido como… - iba a continuar presentándolo ante la mirada molesta del rubio, pero el peliverde lo interrumpió.

- Yuki Eiri, el mejor escritor de novelas románticas de estos tiempos, como no conocerte si eres nada más y nada menos que el protegido de Thoma y uno de los hermanos de Mika, Tatsuha ha de ser el otro hermano, ¿no?, después de todo ustedes son una copia exacta, solo que de diferente color.

“Mira quién habla” pensaron los hermanos Eusugei – el conejo no es tan tonto como pensaba.

- ¡Oh! Siempre tan amable Yuki-chan, ¿no le quieres dar un besito a Kuma? El te extraño mucho, hace años que no se ven na no da – dijo en tono infantil llamando la atención de Sota.

- nunca besaría a esa rata.

- ¡Kuma no es una rata! Es un conejo – le dijo enojado el cantante.

- jajaja bueno, no se pongan a pelear – trato de interceder Tat ayudado por Shu.

- así es, mira Ryu te presento Rikku el hijo de Eiri – eso sí que fue una sorpresa para el peliverde, miro al niño y luego al escritor, la verdad es que los parecidos entre padres e hijos y hermanos era demasiado, inclusive Nami se preguntaba si a veces los humanos se reproducían o sacaban copias – y por ultimo.

- Sota Shindou – se presento el pequeño solo, mirando desafiante al peliverde y asiendo énfasis en el apellido, esa era una clara señal de el peliverde no la iba a tener nada, pero nada fácil – y al parecer tu hijo, ¿no?

- si… mi niño – dijo en un susurro el peliverde, mirándolo o más bien dicho admirándolo, sabia porque había dicho el apellido de su hermano, sinceramente se lo esperaba y no diría nada, de hecho si su hijo decidiera nunca cambiarse de apellido no le importaría, si con eso podía verlo aunque sea un minuto al día, de solo mirarlo un segundo sabia que lo amaba, ahora que no había tanto dolor por la pérdida de Denia, la venda de sus ojos se había caído dejando ver a esa hermosa criatura que un día estuvo a punto de dañar.

- pasemos a comer – dijo Tatsuha para que el ambiente no se pusiera más tenso de lo que apostaba de que estaba, todos asintieron y pasaron al comedor, Ryu no dejaba de ver al pequeño, estaba fascinado y antes de que llegaran a sus asientos dijo algo que llamo mucho la atención pequeño.

- te pareces a tu madre.

- todos dicen que me parezco a mi papi, pero tú y papi se parecen, así que me parezco realmente a ti, aunque viendo tus ojos… soy idéntico a ti.

- no, bueno físicamente en parte, tu cabello y tu piel son como los de Denia, pero apostaría lo que fuera a que eres como ella en todo – dijo mirando a Shu.

- así es, en su forma de ser son como dos gotas de agua.

- lo supuse, la forma en que me miro es muy parecida a como ella me miro cuando me conoció.

Shuichi concordó con ello, entonces supo que aunque Ryu la iba a tener difícil lograría que su hijo en algún momento lo aceptara, después de esa interrupción todos pasaron al comedor, Sota se sentó a un lado de Shu y de Rikku, enfrente de él se encontraba su papá junto con Tatsuha y Nami, por lo que el escritor había quedado en la cabecera, Tatsuha bombardeaba de preguntas al cantante, Nami lo Psicoanalizaba declarándolo loco, haciendo que Sota se riera por ello, el escritor de repente interfería y los niños solo se reían y de vez en cuando hacían una graciosa da junto con el cantante y el conejo que traía consigo, la comida fue amena y tranquila, el pelirrosa estaba complacido, además no es que su hermano fuese malo, solo que había actuado mal en momentos críticos lo que hacía que fuera juzgado duramente, no solo por él, sino por Sota.

Al terminar la comida, todos fueron a la sala a comer el delicioso pastel que el pelirrosa había hecho, el escritor fue el que repartió dándoles una rebanada comercial a todos y él una de triple tamaño, advirtiendo que no habría repetición, siendo que el ya llevaba dos rebanadas e iba por la tercera, Sota y Ryu se divertían ante eso,  después de un rato ellos se pusieron a hablar, tenían muchas cosas en común una de ella era el amor hacia el pelirrosa, cosa que sorprendió mucho al pequeño, creyó que en dado caso vería al pelirrosa como competencia.

- no pudiste quedar en mejores manos sabes – le dijo el peliverde – increíblemente el siempre fue el más centrado de los dos, me cuidaba mucho a pesar  de yo era el mayor, siempre estuvo conmigo en todo momento, estoy muy orgulloso de él – la admiración se veía en sus ojos.

- ¿Por qué nos abandonaste? – pregunto el pequeño y Ryu lo miro a los ojos.

- porque cuando murió tu madre gran parte de mi se fue con ella, la ame tanto, ella era estupenda, la mujer más maravillosa que había visto, te voy a contar un secreto, Shu y yo fuimos rivales silenciosos – eso sí que no lo sabía el pequeño, así que se acerco más a su papá para escuchar la historia, agradecía que Shu se encontraba peleando con Yuki ya que iba por la sexta rebanada y Rikku quería otra – el la conoció primero, se le veía por todos lados que le gustaba, pero él no se declaraba, además era menor que ella, el tenia catorce o quince años, y ella diecisiete o dieciocho años no recuerdo bien, yo tenía diecinueve, entonces según yo si él se ponía celoso como quiera y se declaraba por lo que decidí presentarme y coquetear con ella para que él se animara, después de todo el es una persona muy, pero muy seria con respecto a los sentimiento, nunca apostaría nada que ver con ellos, ni siquiera un beso, así que me dije que esa chica seria afortunada si tuviera a alguien como Shuichi, una combinación perfecta de lo serio y lo divertido, pero Denia también tenía lo suyo, no solo era muy hermosa sino que su carácter contrastaba perfectamente con el de los dos, pero ella tomo su decisión y yo quise alejarme porque no quería lastimar a Shu, pero al parecer este ya sabía de la decisión de ella, el organizo todo para que los dos saliéramos juntos y nos declaráramos, intente disculparme pero el me dijo que no era necesario, que la razón por la que me dejo acercarme a ella era porque Denia se había enamorado de mi mucho antes de que nosotros nos conociéramos, nunca supe si los sentimientos de el eran fingidos para que yo me interesara en ayudarlo y así caer en las garras de esa hermosa mujer o si fueron serios.

- entonces tu conociste a mami gracias a Papi.

- así es, gracias a Shu conocí a una maravillosa mujer.

- y ¿Por qué dices que fueron rivales?

- porque creo que Shu si se enamoro de ella pero se retiro al momento de que vio que el sentimiento que Denia tenia por mi fue correspondido – puso su mirada triste – a veces creo que era mejor que ella se quedara con él.

- no – escucho la voz de Nami que al igual que Tatsuha habían escuchado la conversación – Shuichi me conto una vez que cuando los veía juntos era como ver el amor en carne y hueso, tienes razón, Shuichi quería a Denia de modo romántico, pero él se dio cuenta de que tu le amabas de verdad, además el siempre supo que ella también te amaba, fue un amor a primera vista que Shuichi noto a la distancia.

- entonces ustedes saben…

- no Nami lo sabe porque Shu la conoció primero y al ser Psicóloga no perdió la oportunidad y pidió consejo, yo no tenía idea de que él se hubiera enamorado de una mujer, eso es completamente nuevo – comento Tatsuha con una sonrisa.

- Ya veo - dijo el cantante.

- ¿y después? – pregunto Sota interesado en la historia.

- después nos hicimos pareja y Shu fue el amigo de la relación, el que nos aconsejaba, nos ayudaba y bueno tantas cosas, teníamos planes de casarnos cuando nos graduáramos pero nunca contamos con una sorpresita…

-  ¿yo?

- así es, ella estaba fascinada y yo estaba aterrado, yo ya era cantante y estaba teniendo mucho éxito, por lo que iba a empezar a viajar y empezaría a dejarla sola, no quería eso mucho menos cuando supimos que vendrías en camino, tenía miedo de no pasar el tiempo suficiente contigo, que mi carrera afectara nuestra relación, pero no malentiendas, nunca me arrepentí de ti, a pesar de que fuiste una agradable sorpresa que no esperábamos, te amamos desde el primer momento que supimos de ti – le sonrió – pero ella murió y yo me devaste, todas nuestras ilusiones y sueños murieron con ella, estaba aterrado y del miedo pase a la ira, me enoje con todos y con todo, cuando nadie tenía la culpa de nada, además me sentí muy molesto conmigo mismo por no haber podido hacer nada por ella, me aleje de ti y aleje a mi hermano.

- ¿fue culpa mía….?

- ¡no! Su mayor sueño fuiste tú, su muerte fue algo que no se pudo controlar, negligencia médica al parecer, tu no tuviste nada que ver y mucho menos de que te abandonara cuando más me necesitaras, perdóname, sé que no existe escusa, pero ella en el tiempo que estuvimos juntos fue mi vida y en lugar de hacerte tu mi vida como debió haber sido, me escondí en mi carrera y te hice mucho daño…

- pero Sota te va a dar una oportunidad de remediarlo, bueno no hay forma de remediar el pasado, pero sí de construir nuevas memorias sobre él, ¿verdad Sota? – hablo Shu que por fin había podido darle una rebanada a Rikku y hacer que el escritor dejara el pastel antes de que el hiciera daño.

El pequeño miraba a su padre analizando todo, comprendió que se había hundido en el dolor en lugar de seguir adelante, había sido un cobarde, pero ese cobarde había regresado para dejar de serlo y así ganarse un lugar en su vida, sería interesante ver como lo haría así que asintió – una oportunidad, no la arruines Papá.

Todos sonrieron ante ello, entonces Shu decidió que era momento de festejar, Eiri dijo que iría por una botella de vino a la cocina, a lo que Tatsuha recordó algo y lo siguió, Shuichi recogió unas cosas para después encaminarse a la cocina, pero lo que escucho lo dejo congelado en su lugar.

- se me había olvidado, ten hermanito, tu premio por haber ganado la apuesta – dijo Tatsuha sacando la fina botella de vino prometida – por haber enamorado a Shuichi.

- ja, quien diría, pues… - el escritor iba a sacar las llaves de su automóvil y dárselas a Tat, pero el ruido de unos platos rompiéndose lo interrumpió – ¿Shu?

El pelirrosa lo miraba incrédulo mientras finas lagrimas escaparon de sus ojos – ¿apostaste una botella de vino a que me enamorabas…?

Notas finales:

bueno, pues espero que les guste y me dejen algun review jajaja

ya comence el capi que sigue que se llama PERDONAME, habra un poquito mas de problemas para el rubio escritor espero que les guste y no tardarme en subirlo

nos vemos en el que sigue

saluditos!!


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