Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LA HISTORIA DE UNA VIDA por Rikkathum

[Reviews - 169]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

La verdad lamento mucho haberme tardado tanto, la verdad es que he tenido mucho trabajo y apenas llegaba a la casa y a dormir, poco a poco iba escribiendo el capi, espero no tardarme tanto con los ultimos dos capis jeje

muchas gracias a:

Mary0o
dulce_kokoro
thoru kanname
amiyaoixz
pauangel85
estefania
PhanyP
SXE4EVER
Aline Phantomhive
nika071
Amethyst Tilly 

por comentar, se los agradesco mucho, aun no he podido contestarlos pero estoy en ello.

espero que les guste el capi y comente jejeje 

15.- PERDONAME.

- Shuichi yo… - tanto el escritor como el fotógrafo estaban espantados, nunca pensaron que Shuichi se fuera a enterar de esa manera, sobre todo porque las cosas se escuchaban peor de lo que realmente eran, lo sabían por como los miraba.

- ¿Cómo pudiste? – Pregunto  con sus labios temblando mirando a Eiri de forma dolorosa para después mirar a Tatsuha y entrecerrar los ojos - ¿Cómo pudieron?

- espera Shu déjame que te explique – Tatsuha estaba desesperado por explicarle como sucedieron las cosas, pero Shuichi no cambiaba de expresión – no Shu escucha…

- te considere mi amigo y de mi familia, ¿Cómo te atreviste Tatsuha? - esas palabras taladraron el corazón del azabache, realmente su intención no era esa, simplemente quería que su hermano se enamorara y fuera feliz al igual que Shuichi, pero nunca había hecho lo de la supuesta apuesta con el afán de lastimar a ninguno de los dos, lo peor es que lo estaba haciendo, había lastimado a los dos ya que si se hubiera quedado callado Eiri no tendría esa mirada de terror ante la idea de que podría perder a Shu.

- escúchame Shuichi las cosas no son como piensas  - el escritor se acerco e iba a tocarle el hombro pero el pelirrosa fue más rápido y se acerco propinándole una fuerte cachetada volteándole la cara al rubio quien se quedo en esa postura sorprendido y con un fuerte dolor en su pecho.

- te odio, ¡los odio! – dijo para salir corriendo de la cocina.

- ¡espera Shuichi! - Tatsuha fue tras de él, ya que el escritor no salía de la impresión de haber visto en ese estado a Shu; el pelirrosa corrió y tomo a su hijo en brazos sorprendiéndolo al igual que a los otros.

- nos vamos – dijo entre lagrimas sorprendiendo a Nami, Rikku y Ryu.

- Shuichi… ¿estas bien? – Pregunto el peliverde, entonces miro como Tatsuha salía de la cocina llamando al pelirrosa - ¿Qué paso?

- escúchanos Shuichi, las cosas no son como piensas – decía desesperado el pelinegro.

- yo no quiero saber nada, no quiero que tú y tu hermano se me acerquen de nuevo y mucho menos a Sota - con su hijo en brazos salió del departamento azotando la puerta, corrió hacia las escaleras bajando lo más rápido que pudo y entro a su departamento, cerró la puerta y se recargo en ella dejándose caer suavemente con su niño en brazos.

- ¿Papi? – Sota abrazaba a Shuichi permitiendo que escondiera su cara entre su cuello y el hombro, estaba muy preocupado porque escuchaba como su papi lloraba y sentía la humedad de sus lagrimas - ¿Qué tienes, porque lloras?

Shuichi se limito a abrazarlo mas y mas fuerte, Sota no dijo nada correspondiendo el abrazo, permitiéndole llorar, por otro lado en el departamento de Tatsuha, Rikku, Nami y Ryuchi miraban al dueño de este esperando una explicación de lo sucedido, pero antes de que pudieran decir algo vieron salir de la cocina al escritor de manera rápida dirigirse a la puerta, Tatsuha lo miro angustiado.

- Eiri, lo siento, te juro que no fue mi intención, yo…

- lo sé Tatsuha, no estoy molesto, de hecho – antes de salir volteo a ver a Tatsuha y de nueva cuenta metió su mano en el bolsillo del pantalón sacando las llaves de su carro – el que perdió fui yo, yo me enamore locamente de el – le aventó las llaves al moreno y después salió del departamento.

- ¿Qué sucedió Tatsuha?-pregunto Nami, mirándolo de manera seria.

- una estupidez, yo y mi maldita boca, si al fin los dos estaban juntos – Tatsuha cerró los ojos de manera frustrada y apretó sus puños, para después contarles lo que sucedió.

Mientras Shuichi seguía en la misma posición, llorando inconsolablemente y con Sota preocupado sin saber qué hacer, nunca había visto tan destrozado a su padre y se preguntaba que habría pasado para que se encontrara en ese estado, entonces la respuesta llego cuando tocaron la puerta de su departamento y los gritos del escritor se dejaron escuchar.

- ! Shuichi! por favor escúchame las cosas no son como piensas, yo nunca jugaría de esa manera contigo - el escritor tocaba desesperado la puerta, sabía que Shu estaba del otro lado ya que escucho sus sollozos.

- LARGATE, NO QUIERO ESCUCHARTE, PORQUE NO VAS Y DISFRUTAS TU MALDITO PREMIO CON TU HERMANO Y ME DEJAS DE UNA BUENA VEZ EN PAZ, GANASTE LA APUESTA VE Y FESTEJA - grito entre lagrimas el pelirrosa - YA SE BURLARON DE MI LO SUFIECIENTE.

- ¡no! nunca fue nuestra intención burlarnos de ti, ni mucho menos lastimarte Shu, por favor ábreme, dame la oportunidad de explicarte - Eiri recargo su cabeza en la puerta, el miedo a perder a Shuichi era tan grande que sentía que su mundo disminuía y se sentía sofocado.

- ¡no quiero! lárgate, lárgate, ya ganaste la apuesta, ya me llevaste a la cama que era lo que querías ahora déjame en paz.

- no es verdad, no era lo que quería, Shuichi... - el escritor estaba desesperado, no era verdad, ni siquiera la apuesta consistía en eso, consistía en que si podía o no enamorarlo, descubrió las intenciones de Tatsuha al hacer lo de la apuesta, lo supo desde el momento en que lo empezó a tratar, Shuichi era lo que el necesitaba y su hermano lo había visto, incluso se lo comento...

 

- tú ya habías perdido la apuesta inclusive antes de iniciarla... - le dijo Tatsuha.

- ¿porque dices eso? - pregunto el rubio.

- por como miraste a Shu cuando te lo presente, era la misma mirada viva que tenias cuando regresaste todo sucio porque un chico te había chocado con un jugo y te lo hecho encima, te habías prendido de Shuichi mucho antes, tal vez inconsciente y tal vez fue atracción física del momento, pero tú ya habías caído ante él y honestamente me alegro mucho de ello.

 

Shuichi... - murmuro.

- ¡vete! ¡Estás haciendo llorar a mi papi! -ese grito había sido de Sota, su voz se escuchaba entrecortada, el también estaba llorando y abrazaba fuertemente al pelirrosa.

- Shuichi... te amo - el pelirrosa abrió sus ojos sorprendido ante esas palabras - te amo con todo mi corazón, yo nunca te he querido lastimar, por favor escúchame... - su voz era suplicante, Shuichi por un momento dudo y quiso escucharlo, pero el dolor era más grande, no podía, no por lo menos en ese momento.

- vete Eiri... por favor - suplico confundido el pelirrosa.

- ... - el rubio cerró los ojos frustrado - Shuichi se que en este momento me odias al igual que a Tatsuha, pero créeme que ninguno de los dos quiso hacerte daño, créeme que las intenciones de mi hermano nunca fueron malas Shu, el te quiere y está muy agradecido contigo, jamás te pagaría de esa manera, tu lo conoces, inclusive más que a mí, pero también me conoces y sabes que soy muy idiota y cometo errores, pero nunca ruego por nada aunque sepa que cometí el error, pero esta vez no me importa nada Shuichi, soy capaz de cualquier cosa con tal de que entiendas que te amo y que no puedo vivir sin ti, te lo voy a demostrar.

- vete...

- sabes Shuichi... en todo caso yo perdí, porque me enamore perdidamente de ti... no me voy a rendir.

El rubio se marcho pero solo por esa vez, no estaba dispuesto a perder al pelirrosa, lo amaba, lo amaba demasiado para dejarlo ir, camino hacia el departamento de Tatsuha en donde este lo esperaba con Nami, Rikku y Ryuchi.

- Que demonios es eso de la apuesta rubio estúpido - dijo Nami muy molesta ante las pocas cosas que le pudo sacar a Tatsuha, pero a pesar de eso pudo saber la materia de ese embrollo.

- eso mismo, una estupidez, pero no es tan malo como se escucha - dijo el escritor, la psicóloga iba a decirle hasta de lo que se moriría, pero el rubio la interrumpió - amo a Shuichi, estoy completamente enamorado de él, lo de la apuesta fue solo una escusa de Tatsuha para yo lo conociera, él sabía que Shuichi era lo que necesitaba en mi vida así que se le ocurrió eso, pero nunca pensamos en lastimarlo, si Shu no le hubiera ni interesado el no hubiera salido lastimado y si se hubiera visto interés real solo de su parte yo me hubiera retirado antes de ocasionar un daño irreversible, no soy una persona desalmada para jugar con los sentimientos de las buenas personas, además lo de la apuesta la termine mucho antes de que Shu y yo estuviéramos juntos.

- entonces ¿porque se entero de esto?

- por mi estupidez - hablo Tatsuha - simplemente recordé lo del premio y se la di bromeando, pero ya no había apuesta ni nada por el estilo, fue una tontería de mi parte, no quise lastimarlo, lo juro, yo lo quiero mucho, es casi como un hermano para mi...yo... - Tat se dejo caer en el sofá completamente derrotado.

- lo sé Tatsuha, inclusive se lo dije pero no quiere escucharme y lo comprendo...

- ¿te rindes? - pregunto Nami.

- por supuesto que no, no me quiso escuchar ahora, pero no por eso voy a seguir intentándolo - dijo el escritor decidido.

- bueno, creo que yo será mejor que me retire, fue un placer conocerlos y lamento que las cosas se salieran de esta manera de control, Shuichi no es rencoroso y sé que cuando se calme te escuchara así que por el momento dale su espacio, por lo menos por hoy - todos miraron a Ryuchi que se disponía a marcharse, pero Nami le llamo mucho algo la atención.

- al parecer no te afecta mucho que tu hermano sea gay.

Ante eso, los dos hermanos cayeron en cuanta de ello - no, pero si me sorprende, después de todo...- se quedo pensando un momento y luego miro al escritor - después de todo mi hermano se había enamorado hace mucho tiempo de una chica, realmente la amaba aunque simulo muchas veces que no, pero en fin, eso no es algo que me concierna a mi contarte y sobre mi hermano no me concierne su vida amorosa, solo que te digo que no lo lastimes, al parecer eres sincero con tus sentimientos y es la única razón por la que no te juzgo, claro además de que yo no hice las cosas muy bien que digamos en el pasado como para ganarme el derecho de juzgar a alguien - Ryuchi sonrió y tomo su conejo - será mejor que me retire nano da.

Desde ese día el escritor no se dio por vencido, buscaba a Shuichi para tratar de hablar con él, varias veces estuvo a punto de ser violado cuando fue a visitarlo al trabajo por las fans que había en la editorial, pero aun así Shuichi se mostraba recio al no querer escucharlo, aunque ya no tan dolido como cuando se entero, además tenía otras preocupaciones, como por ejemplo el hecho de que Ryu y Sota estaban teniendo problemas para convivir, el peliverde se veía que hacia el intento pero el pequeño no quería dar su brazo a torce, además de que no hace mucho visito a su amigo Hiro encontrándose con la sorpresa de que el también se veía bastante deprimido por la situación que estaba viviendo con K, aunque si se había quitado un peso de encima casi un mes después de que Tatsuha lo arrinconara para hablar, la plática había sido larga y algo sentimental, pero había sido suficiente para que tomara una decisión con respecto a ellos dos, solo esperaba no equivocarse, sabía que pronto tenía que hablar con ellos y al parecer Ayaka le había dado la posibilidad de ello, ya que como no había ningún mensajero que hiciera una diligencia a la casa del escritor para que firmara unos papeles, al ser el editor le correspondía a él, así que después de un mes y medio ahora estaba parado frente a la puerta de su departamento pero nadie le abría, por lo que estaba seguro es que estaba con Tatsuha, camino hacia el departamento y toco, no tardo mucho para que el pelinegro abriera la puerta.

- Shuichi - dijo un pelinegro sorprendido y sinceramente feliz de verle, cosa que Shuichi noto haciéndolo sentir un poco incomodo.

- hola Tatsuha, ¿está tu hermano?, es por algo del trabajo - dijo resaltando lo ultimo porque no quería problemas.

El pelinegro sonrió melancólico, sabía que Shu estaba aun herido y no lo culpaba en lo absoluto, pero tenía fe que la conversación que tuvieron los dos hace tiempo no fue del todo un desperdicio, ya que la decepción en la mirada del pelirrosa ya no se veía - claro Shu... pasa por favor, estaba preparando algo de comer, ¿gustas? - pregunto mientras le daba el pase y se encaminaba a la cocina - ¡Eiri! te buscan - le grito a su hermano que estaba en la recamara con Rikku.

El estomago de Shu se lleno de nervios al saber que vería al rubio, pero pudo contestar la invitación del pelinegro - no creo quedarme mucho tiempo, tengo que volver a la oficina con la documentación firmada, así que no puedo.

- pero no es que no quieras ¿cierto? - pregunto sonriendo esperanzado.

Shuichi sonrió tenuemente - la verdad es que extraño no cocinar.

Tatsuha sonrió con ganas, el pelirrosa los extrañaba, esa era una buena señal, entro a la cocina al ver que Eiri salía de la recamara viendo con sorpresa al editor.

- Shu...

- vine por algo del trabajo, necesito que me firmes estos papeles - dijo el pelirrosa enseñándole la carpeta, el rubio lo miro un momento mas y de manera sumisa asintió y los tomo para después sentarse apoyando en la mesa y comenzar a firmarlos, cuando termino vio la posibilidad de hablar por fin de una buena vez por todas con el pelirrosa quien ya se esperaba algo como eso, pero cuando el rubio se había decidido el timbre de la puerta sonó y Tat salió de la cocina para ver de quien se trataba, pero entonces de nueva cuenta Eiri trato de hablar con Shu.

- Shuichi yo...

- hoy no Eiri, tengo mucho trabajo, pero...

No pudo seguir hablando porque Tatsuha venía muy alterado ya que una mujer y dos hombres entraron de mala manera al departamento.

-¿quien demonios son ustedes y porque entran de esa manera? - pregunto de manera fuerte el escritor poniendo su imponente figura.

- somos de protección infantil y venimos por el menor Rikku Kitasawa, dígame en este mismo momento en donde se encuentra - dijo la mujer de manera tajante y altanera, los hermanos y Shuichi se sorprendieron ante eso.

-¡de qué demonios están hablando! - el escritor se estaba alterando y una gran ira y miedo se combinaba en sus ojos, siendo esto notado por Shu.

- de que venimos por el niño, nos informaron que estaba viviendo en un muy mal ambiente, que su madre no tenía muy buena reputación así como ahora su padre tiene una carrera que tiene poco que desear, además de que es una persona violenta, por lo que presumo que es usted, así que el ambiente no es favorable para el pequeño, díganos donde está.

- ¿quien les dijo semejante estupidez? - pregunto Tatsuha ya que Eiri trataba de controlarse para no matarlos por las estupideces que estaba diciendo esa mujer - además enséñenme sus credenciales que los abala como tales funcionarios y la orden que tengan para llevarse al niño.

- aquí tiene... - la mujer se las enseño - fue una denuncia anónima así que será mejor que no entorpezcan mi trabajo.

- ¿denuncia anónima? - pregunto Shuichi incrédulo.

- CUAL MALDITA DENUNCIA ANONIMA, FUE ESE MALDITO VIEJO – Eiri no podía creer hasta qué extremo llego su padre para que su voluntad se hiciera, lamentablemente por el grito Rikku salió de su habitación y uno de los hombres que acompañaban a la molesta mujer logro visualizarlo, camino hacia él y lo cargo asustando así al pequeño.

- ¿PAPÁ? – pregunto asustado.

- QUITA TUS SUCIAS MANOS – el escritor ya se iba incluso a los golpes de ser necesario, pero Tatsuha lo alcanzo a detener abrazándolo por detrás mientras Shuichi lo hacía por delante, siendo este ultimo sostenido fuertemente por los hombros, era doloroso porque el escritor estaba fuera de sí, pero sabía que tenía que detenerlo ya que Tatsuha había visto con terror las credenciales como la orden, eso solo significaba que eran verdaderos.

- tranquilo Eiri, ellos realmente son de protección infantil, si les haces algo será peor para ti y para Rikku – dijo Tatsuha a un frustrado escritor ya que sabía que su hermano tenia razón.

- me alegro hacer bien mi trabajo – dijo la mujer de manera prepotente, mirando con altanería al rubio – no cabe duda de que usted es un animal, el pobre niño estará mejor con nosotros.

- que le quiten a su hijo a ver si usted no se convierte en uno – dijo Shuichi mirando a la mujer, la cual ante esas palabras no dijo nada, solo dejo una copia de la orden y se dio la vuelta para salir de la casa con los otros dos acompañantes y el pequeño rubio que pataleaba para que lo dejaran.

-¡papá!, ¡no los dejes!, ¡Shuichi!, ¡Tatsuha!, ¡no! – gritaba el pequeño con lagrimas en sus ojos de impotencia.

- Rikku – Eiri lo miraba con la angustia alojada en su garganta, no sabía qué hacer.

- dentro de dos semanas es la primera audiencia con el Juez – dijo la mujer para salir.

- TRANQUILO RIKKU, TU PAPÁ IRA POR TI, TE LO PROMETO – el pequeño asintió a las palabras de pelirrosa para después salir del departamento en los brazos de esos extraños hombres.

El departamento se quedo en un silencio muy abrumador, la respiración errática de Eiri era la clara muestra de la furia contenida de ese momento, Tat lo soltó y se sentó en el sofá completamente incrédulo a lo sucedido.

- Eiri – llamo Shuichi al escritor que aun no lo soltaba y lo seguía lastimando con sus dedos enterrados en la piel de sus hombros, el rubio al mirarlo se dio cuenta de lo que hacía, aflojo el agarre y  camino hacia atrás.

- lo siento…

- ¿verdad que no va a dejar solo a Rikku, Eiri? – pregunto Shuichi, los dos se miraron fijamente a los ojos durante un rato hasta que el rubio contesto.

- no y lo primero que voy hacer es visitar a ese maldito viejo – dijo decidido y camino hacia la entrada tomando su saco y las llaves del carro, Shuichi y Tatsuha se miraron asustados ante eso.

- espera Eiri te puedes meter en problemas – le dijo Tatsuha.

- no me importa – dijo para voltear a verlos – es mi hijo y ese maldito lunático no me lo va a quitar – se dio la vuelta dispuesto a salir del departamento hacia Kioto.

Shuichi sabía que si iba sería capaz de hasta matar a su padre, así que sin pensarlo mucho camino hasta él y lo tomo del brazo haciéndolo voltear – iré contigo, si haces alguna estupidez lo más seguro es que el que pagara las consecuencias seria Rikku.

El escritor asintió y tomaron marcha hacia el estacionamiento, Tatsuha se quedo para hablar con Seguchi de la situación, los dos se subieron al carro, el cual miro sorprendido el pelirrosa ya que se estaban subiendo a un mercedes negro y no al tan amado alfa romeo del escritor, pero no dijo nada y en silencio condujeron hacia Kioto, serian unas horas muy largas.

- ¿Y Sota? – pregunto repentinamente el escritor sin mirarlo.

Shuichi abrió los ojos sorprendido, estaba tan preocupado por Rikku que olvido que Sota estaba con Hiro y que este no lo podría cuidar esa noche, así que llamo a Ryuchi - ¿me podrías hacer un favor?

- claro Shu, ¿de qué se trata? – pregunto extrañado el peliverde

- necesito que pases por Sota a casa de Hiro y si podrías llevarlo a casa de Tatsuha, yo le llamare a Hiro para que esté enterado de que tu pasaras por él, de acuerdo.

- si… no hay problema, ¿a qué hora paso por él? – pregunto nervioso.

- a las seis de la tarde.

- de acuerdo.

Así se corto la llama y después llamo a Hiro, el escritor que solo escuchaba se preguntaba cómo iban las cosas con su hermano y Sota, lo más seguro es que no del todo bien ya que prefirió que el pequeño se quedara con Tatsuha.

- ¿Cómo van las cosas con tu hermano y Sota? – pregunto el escritor después de ver que colgaba.

- no tan bien como desearía, Sota le tiene mucha desconfianza aun – contesto de manera calmada, hace mucho que no tenían ningún tipo de conversación entre el escritor y el, últimamente se había convertido todo en puros ruegos por parte del rubio y silencios por parte suya.

- no es para menos, solo es cuestión de tiempo si es que tu hermano realmente tiene buenas intensiones, los niños saben de eso, además Sota es muy listo – dijo dándole ánimos, ánimos que Shuichi agradeció, miro el perfil del escritor, realmente era un hombre atractivo y muy orgulloso, todo en el era así.

Después de eso viajaron en silencio hasta que Shuichi se quedo profundamente dormido, siendo observado de reojo por Eiri, quien sonreía de lado al tener al pequeño pelirrosa cerca de él, solo lamentaba las circunstancias. Por otro lado Ryuchi llegaba a la casa de Hiro con los nervios a flor de piel volvería a ver al pelirrojo después de tantos años, toca la puerta y Hiro no pudo evitar realmente sorprenderse aunque ya sabía que el peliverde iría no quitaba el hecho de volver a verlo después de tantos años.

- te vez muy bien Ryuchi… cuanto tiempo sin verte – sin más abrazo a un sorprendido peliverde, pero aun así correspondió.

- creí que me odiabas…

- jajaja si Shuichi te perdono yo no tengo nada que decir – deshicieron el abrazo y se miraron con una sonrisa – vienes por Sota verdad, deja voy por él.

Ryu de nuevo se puso nervioso, mas al ver al pequeño salir, este lo miraba aun con muchas dudas, no lo culpaba él se lo gano con creces – hola Sota, vine por ti, voy a llevarte con Tatsuha.

- ¿porque tú?, ¿Por qué no vino mi papi?

- me dijo que Tatsuha se los explicaría, pero que por mientras Ryu te llevara con el – dijo Hiro pasándole la mochila  de Sota a su padre.

- gracias Hiro, será mejor irnos, no quiero que Shuichi se preocupe si le llama a Tat y no esta Sota.

Se despidieron y subieron al automóvil, el silencio era horrible, Ryu no sabía qué hacer, llegaron al complejo departamental y antes de que bajaran el peliverde tomo la mano de Sota, estelo miro sin comprender.

- se que las cosas entre tú y yo siguen siendo difíciles, pero quiero que sepas que te amo y tengo demasiados nervios porque no sé si voy bien o de plano estoy haciendo que me odies mas, yo solo quiero que me digas, que tan mal voy – le miro y le sonrió de manera melancólica – no te estoy presionando pero es que tengo una forma de ser muy difícil y…

- yo soy igual a ti, infantil y maduro a la vez, las cosas importantes muchas veces no las controlo, sobre todo pensaba que era porque soy un niño, pero viéndote a ti, creo que es hereditario, yo también me pongo nervioso, solo no te desesperes, después de todo tienes ocho años en contra, pero no es imposible…

- jajaja realmente soy patético… pero me da miedo arruinarlo todo, ya lo hice una vez… tal vez sea momento de dejar de tener miedo.

- sí, ya que quiero ver como es mi padre realmente.

Después de esa platica los dos llegaron con Tatsuha que muy preocupado les comento lo sucedido con Rikku.

- no puede ser – decía un muy sorprendido Ryu – pobre niño, de seguro estaba aterrado al no saber qué pasaba.

- sí, lo hubieras visto, estaba tan asustado que lloraba – dijo Tatsuha muy angustiado, pero el mas angustiado y asustado era el pequeño Sota que al enterarse se le llenaron los ojos de lagrimas, Ryu lo vio y lo tomo en brazos, el pequeño se le quedo mirando.

- no te preocupes, ya verás que su padre no lo dejara solo, sobre todo no es tan sencillo quitarle la custodia al padre biológico – le sonrió a su niño que ya no pudo más y se dejo a llorar – tranquilo, todo debe salir bien.

Mientras tanto Hiroshi se encontraba próximo por irse a su trabajo en el hospital, pero antes había tomado la decisión de ir hacia el departamento de su rubio amante, había tomado la resolución de que no dejaría pasar más tiempo sin saber qué demonios era lo que estaba pasando por su cabeza, el porqué lo evitaba, cuando llego a su departamento se sorprendió de que Michael fuera el que le abriera la puerta ya que no le tocaba ese día cuidarlo a K, lo sabía porque el rubio le había dicho que días eran los que le tocaba, pero no por la sorpresa se dejo de alegrar, pero cuando lo iba a saludar el pequeño rubio lo miro de una manera que no pudo descifrar al momento y se metió corriendo al departamento llamando a su padre.

El pelirrojo decidió entrar extrañado por la actitud del pequeño, pero cuando iba por el pasillo fue interceptado por K – ¡Hiro! – Dijo sorprendido, el nombrado pensó que el rubio se alegraría de verlo, pero parecía todo lo contrario - ¿Qué haces aquí?

Hiro algo decepcionado, pensando que por lo menos lo saludaría con un beso en la mejilla, vio como este se quedaba simplemente parado, mirándolo con algo de nerviosismo y mirando de vez en cuando hacia atrás, como si se sintiera incomodo con su presencia, miro hacia donde volteaba el rubio encontrándose con el pequeño que parecía algo molesto – lo siento, vine en mal momento, la verdad pensé que te alegrarías de verme, como teníamos ya algo sin vernos.

- ah… mm… claro que me alegro de verte… es solo que… - miro de nueva cuenta hacia atrás viendo como el niño fruncía mas el entrecejo.

- hola Michael –saludo de buena manera el pelirrojo y con una cálida sonrisa, el niño lo miro algo inseguro para después pasar a una mirada muy molesta y con un “jhum” y volteando la cara de mala manera se adentro mas a la casa, entonces Hiro lo comprendió todo, algo había pasado con Michael.

- lo siento Hiro… - se apresuro a decir K viendo la reacción de su hijo – Michael anda algo enojado conmigo y su madre ya que ella se fue de viaje y él no quería quedarse conmigo – trato de justificarse, pero el pelirrojo le sonrió tristemente.

- no es verdad, el problema soy yo, lo sé con solo su mirada – K sintió que su corazón se estrujo al verlo así de triste, la verdad es que Michael escucho por compañeros de la escuela que las nuevas parejas de los papis que se separan, siempre acaparan la atención de ellos haciendo que se olviden de sus hijos y Michael se sentía inseguro, porque no hace mucho había escuchado una conversación de K y su ex, en la cual hablaban de que Hiro era la pareja nueva de su padre, por lo que le agarro cierta idea, por lo que últimamente han tenido problemas, Michael rechazaba con todas sus fuerzas a Hiro exigiendo toda la atención de su padre – no le dé vueltas al asunto y dímelo de una vez.

- Hiro…

- Michael se entero que somos pareja, al parecer ese es el problema, ¿no? – K no dijo nada y Hiro comprendió que era verdad sus sospechas – y ¿Por qué demonios no me habías dicho nada K?

- Hiro lo siento – se estaba desesperando la mirada de Hiro no le auguraba cosas buenas – es solo que quería arreglar esto y…

- dejándome de lado – dijo.

- no Hiro, pero Michael es mi hijo y…

- si es tu hijo y no tiene nada que ver conmigo ¿no? – Dijo molesto – yo también le quiero K y no se me hace justo…

- se que lo quieres pero no ha de ser lo mismo y Michael está en una edad de celos y…

- ¡K! – Le interrumpió - ¡pero somos pareja! – Hiro estaba molesto, él quería ayudar a K con lo de Michael, pero si el rubio no le tenía la suficiente confianza a su relación, no sabría que esperar más adelante, inclusive, como este percance ya no le estaba viendo un futuro.

- mira Hiro no creo que sea el momento más adecuado para hablar, no quiero que Michael nos escuche, así que será mejor que… - K no quería discutir con el pelirrojo, pero no quería echarle más leña al fuego con su hijo, solo necesitaba tiempo, pero no contaba con que Hiro estuviera tan decepcionado, tan fácil era que lo involucrase aunque sea un poco, no era idiota y él sabía que si no funcionaba entonces era apartarse el mismo, pero ni siquiera un maldito voto de confianza, de nuevo, en su relación fallaba la confianza y el pelirrojo ya se estaba dejando de sentir seguro.

- terminemos K – cualquier intento por seguir hablando de parte del rubio se detuvo al momento de que Hiroshi pronuncio el “terminemos”.

-… ¿Qué?... – pregunto temeroso e incrédulo.

- lo que escuchaste, lo mejor será que tu y yo terminemos – dijo con todo el dolor en su corazón.

- estas bromeando verdad… solo te estoy pidiendo algo de tiempo no es para…

- no tiene caso K, la confianza entre nosotros al parecer es nula y el problema con Michael no es simple ya que tienes casi un mes evitándome, no me hablas y no me involucras con tu hijo en ese tipo de cosas y para mí no hay de dos opciones, te avergüenzas de tener una relación con un hombre o simplemente de plano no me tienes nada de confianza.

- …eso no es… - K estaba que no se lo creía, Hiro hablaba tan calmado pero con una mirada completamente triste y decepcionada, nunca había visto una mirada como esa en su pelirrojo dirigida hacia él, lo hacía sentir miserable.

- te amo K y amo a tu hijo y créeme que no quiero ser una piedra en tu relación con el, así que lo mejor será que nosotros terminemos, es más que obvio que los problemas comenzaron cuando Michael se entero de que tu y yo éramos pareja, así que ese es el problema – dijo comenzando a darse la vuelta para salir de ese departamento antes de quebrarse en mil pedazos delante del hombre al que amaba.

- ¡Hiro! – El rubio no lo pensó mucho y corrió hacia él y lo abrazo por la espalda – no es justo que me pongas entre la espada y la pared, yo…

- no te confundas K, no te estoy dando a elegir entre tu hijo y yo, de hecho si me escogieras por delante de el créeme que esa sería otra razón para dejarte ya que lo más importante, más que cualquier otra cosa es Michael, el problema no es eso, es la falta de confianza que has tenido para conmigo desde el principio, me sentía muy feliz cuando me dejabas cuidar a Rikku, porque creí que me tenía una  verdadera confianza, si supieras lo nervioso que estuve cuando lo conocí, temía no agradarle y que eso ocasionara problemas, pero ese niño es adorable y nada complicada para amar, estaba tan feliz, creí que habíamos dado un paso importante en nuestra relación pero me ilusione en vano, primero lo de Suguru, después el que no me dijeras que tenias este problema con Michael y ahora el que no me dejes involucrarme, la verdad creo que solo estamos perdiendo el tiempo y lastimándonos gratis, así que esto se termino y suéltame que llego tarde a trabajar.

El pelirrojo se soltó dejando a un perplejo rubio y aun pequeño que había escuchado la conversación con un gran nudo de confusiones en su joven mente, salió del departamento, corrió a su vehículo y se fue sin mirar atrás, las lagrimas por fin hicieron aparición, necesitaba calmarse ya que tenía que ir a su trabajo y no podía ir en esas condiciones, condujo durante diez minutos pero cuando ya casi iba a llegar a la clínica no vio un carro que se había pasado el semáforo y todo se volvió negro después de sentir un fuerte impacto.

Por otro lado ya habían pasado bastantes horas de camino y Eiri estaba convencido de que llegaría de noche a Kioto, lo más seguro es que tendría que quedarse en un hotel de paso, condujo por dos horas más, solo unos minutos mas y estarían en el templo de su padre, solo de pensar en ese maldito viejo y en lo que estaba haciendo lo hacía que su estomago se contrajera dolorosamente y que apretara sus manos en el volante, pero se sorprendió ante una ligera caricia en estas haciendo que se relajara, miro hacia el causante de dicho acto, pero no por  mucho ya que tenía que seguir viendo hacia el camino.

- por como reaccionas y al ver que ya estamos en Kioto, significa que estamos por llegar al templo – dijo Shuichi que tenía ya rato despierto y veía de reojo al escritor.

- así es, mira, ya estamos a unos metros – Shu miro hacia adelante y se dio cuenta de que era verdad, ya pronto estarían en el templo y sabia que no era muy alentador el resultado.

- ¿estas seguro de esto?, según lo que me has contado, tu padre no es muy razonable – decía inseguro Shu.

- solo quiero saber si realmente fue el.

- de acuerdo… - pronto entraron a los terrenos del templo y se estaciono, antes de que el rubio bajara Shuichi lo tomo del saco impidiéndolo bajar, este lo miro sin comprender – antes… prométeme que no harás ninguna estupidez.

- … solo si tú me prometes algo.

- vamos Eiri, esto es por el bien de Rikku…

- por favor.

Shu lo miro un momento y después asintió – ¿Qué es?

- que después de esto me darás una oportunidad de explicarte como son las cosas realmente.

- supongo que no me cuesta nada, de todas manera algo me dice que vamos a pasar la noche juntos ya que sería peligroso regresar de noche, después de todo has manejado todo el día, así que trato – el rubio sonrió de lado y luego suspiro pesadamente cerrando los ojos, tenía que calmarse, no era nada fácil.

Los dos salieron del vehículo y entraron a la casa principal, nunca se espero encontrarse con su hermana, Dios, si que iba a ser un muy mal momento y Shuichi ya no sabía si la promesa era suficiente para controlar al escritor.

- ¡Eiri!, sabía que recapacitarías y vendrías a hablar con papá, mira que él estará… - la mujer detuvo su palabrería al ver no venia solo – porque viene ese contigo – su tono despectivo crespo los nervios del rubio.

- ten cuidado Mika, mira que estoy haciendo un  gran esfuerzo – dijo apretando la mandíbula – VIEJO SAL DE UNA BUENA VEZ TENEMOS QUE HABLAR – grito,  no quería estar mucho tiempo en ese lugar.

- que forma de comportarse es esa Eiri, ¡respeta! – dijo alterada.

- ¿Qué es este escándalo? – dijo el padre del rubio que no estaba muy lejos de donde se encontraban y había escuchado los gritos, cuando vio quien era no pudo evitar ponerse pálido.

- ¿Qué pasa viejo? – Pregunto sonriendo de lado – parece que viste al mismo demonio o tu conciencia te está pasando factura.

- no sé de qué me estás hablando – dijo su padre tomando de nuevo compostura – no sé qué haces aquí y acompañado, espero que me traigas la agradable sorpresa de que tu junto con mi nieto vivirán aquí en el tempo.

- ¿tu nieto?, ¿sabes lo que le has hecho a tu nieto? – el rubio estaba que echaba chispas por los ojos.

_ no entiendo a que te refieres, yo solo estoy queriendo ver por el bien de ese niño, aun es muy joven y está a tiempo de seguir el buen camino y aquí es donde será mejor educado…

- tú no tenias ningún derecho a hacer lo que hiciste…

- yo hice lo correcto, tú y tu supuesta carrera no son un ejemplo a seguir y como veo que no vienes a decirme que estas arrepentido y a tratar de seguir un camino decente esta conversación no tiene sentido, ese niño podrá ser criado por Mika como su hijo, es lo mejor y el será el heredero del templo.

- es lo que estas planeado ¿CIERTO? – así que eso era lo que su padre planeaba, no le importaba en lo mas mínimo si el niño quería eso en un futuro, el ya había decidido por él, pasando inclusivo pasando sobre de él, sobre el padre biológico, hasta donde podría llegar.

- yo estoy de acuerdo contigo padre, educare bien a ese niño para volver un digno muchacho, con buenos valores, lastima de ti Eiri, la verdad de ti se esperaba mucho mas, no cabe duda de que eres una decepción, de Tatsuha realmente nunca se espero nada pero de ti, qué vergüenza, mejor recapacita y aléjate de las malas compañías que realmente… – dijo Mika mirando de arriba abajo al pelirrosa de manera despectiva – dejan mucho que desear.

- MIRA… - el rubio realmente estaba por explotar, esa gente era imposible, pero Shuichi no lo dejo.

- realmente ustedes creen en las absurdeces que dicen – decía incrédulo a todo lo que decían – su hijo – dijo mirando a su padre – su hermano – mirando a la mujer – es un escritor de talla mundial, no es ningún mediocre y es una de las carreras más antigua y bien vista, yo lo único que veo es su egoísmo, su afán de conseguir un heredero para este templo, entiendo que tiene el derecho de ver por el futuro de este lugar, pero si ese niño no está interesado ¿no les va a importar?, ¿no les importa de daño que están causándole en este momento?

- no sé quien seas pero no tienes derecho a opinar, es asunto de familia…

- usted es el único que no tiene derecho de hacer lo que está haciendo, usted no vio el terror en los ojos de ese niño al ser arrebatado de los brazos de su padre, las lagrimas que derramo – miro a Mika – y usted se siente tan miserable porque no pudo tener a un hijo que no le importa quitarle a otros los hijos, honestamente es algo patético de su parte.

La mujer lo miro con los ojos muy abierto por esas palabras e intento acercase para agarrarlo a cachetadas pero Eiri se lo impidió – ¿COMO TE ATREVES A DECIR ESAS PALABRAS?

- es lo que veo señora.

- repito no tienes ningún derecho a opinar y a faltarle el respeto a mi hija, así que ya larense de aquí, nos veremos en los juzgados – se acerco hacia donde estaba Mika quien estaba que no la calentaba ni el sol, adentrándose así mas a la casa.

- vámonos de aquí, confirmamos que él fue quien hizo ese “anonimato” – dijo Eiri sacando a Shuichi de ese lugar.

En quince minutos lograron llegar a un hotel de paso y pidieron una habitación con dos camas, al entrar el rubio suspiro frustrado y se dejo caer sentado a la cama, realmente no podía creer hasta donde llegaría su padre – ni siquiera tuve una visita de advertencia, ninguna entrevista ni nada, fueron directamente por el niño, no puedo creer que realmente quiera irse a los juzgado siendo que con alguna influencia altero todo el procedimiento.

- creo que tu padre planea usar su buen nombre y el de su hija en tu contra, pero ni siquiera tú tienes la custodia realmente, yo creo que deberías llamar a los abuelos – Shuichi se sentó a un lado del rubio – no la tiene de ganar pero está ocasionando malos recuerdos a Rikku.

- tendremos que conseguir un abogado, lo más seguro es que tendré que llamarle a Thoma y efectivamente, a los padres de Yuki – Después de eso se quedaron en silencio por un momento, cada uno en sus pensamientos, pero sabían que aun había unas cosas por aclarar – se que deberíamos estar pensando solo en Rikku, pero por el momento no podemos hacer nada por hoy, así que aprovechare este momento…

Shuichi sabía que tarde o temprano tendrían que hablar de lo suyo, pero nunca se espero que pasaría lo siguiente: Yuki se había puesto de pie y había caminado un poco alejándose de él, lo volteo a ver a los ojos y se dejo caer de rodillas, haciendo una reverencia muy pronunciada ya que había pegado su frente en el piso – PERDONDAME SHUICHI – Eiri estaba pidiendo perdón de rodillas.

- ¡Eiri! – Shuichi se puso de pie asombrado, no podía creer lo que veía.

- te juro por mi vida que nunca tuve la intención de lastimarte, te amo con toda mi alma, eres la persona que esperaba en mi vida, si hicimos esa apuesta pero no soy tan desarmado como para enamorar a alguien y después botarlo como si no valiera nada, yo simplemente si no me hubieses ni siquiera gustado y tu hubieras mostrado un mínimo interés yo simplemente me hubiera alejado, nunca te hubiera ocasionado ningún daño como ese, pero tienes que creerme – levanto su mirada, sus ojos estaban algo rojos y cristalinos – me enamore de ti como un loco, me atrajiste inclusive antes de saber tu nombre, ese incidente del elevador, tus ojos… yo…

Shuichi estaba sorprendido y sopesaba la reciente información, vea al rubio hincado en el piso, sabía que era sincero, lo miraba en sus ojos, sonrió un poco de lado, acomodo ante la situación, al parecer era momento de decir su decisión – tu hermano tenia razón… - El rubio lo miro sin comprender – logro hablar conmigo…

 

-Shuichi por favor tienes que escucharme, no te quitare mucho tiempo te lo suplico – Tatsuha por fin lo había arrinconado, no tenia salida.

- supongo que no me queda de otra… -dijo mirando hacia otro lado.

Yo estoy muy agradecido contigo por todo lo que has hecho por mi Shu, te quiero como un hermano, siempre me has apoyado en todo, creemos que lo último que quería era dañarte, la cosas si suenan muy mal, pero nunca hubo una intención de lastimarte.

- ¡apostaron mis sentimientos! – dijo molesto mirándolo.

- si fue una mala jugada, pero si no lo hacía así mi hermano hubiera huido.

El pelirrosa lo miro sin comprender – no te entiendo.

- la apuesta no era si te llevaba a la cama o no… era si te enamoraba o él se enamoraba… no era ni siquiera necesario el llevarte a la cama, el nunca hubiera hecho algo como eso si tú te hubieras enamorado y el no.

- aun sigo sin entender…

- mi hermano nunca se hubiera arriesgado a enamorarse si no se le picaba un poco el orgullo, tu eres de las personas de las cuales el evita, tu y Yuki la madre de Rikku eran personalidades diferentes pero del mismo estilo, serios, comprometidos con el amor, dando todo por los seres amados, Eiri nunca se había sentido seguro de llevar relaciones serias, después de todo había vivido el desamor de sus padres, tenía miedo de no poder cubrir expectativas, así que en cuanto te hubiera conocido hubiera conocido un poco hubiera puesto tierra de por medio, pero tú y yo sabemos que el orgullo de Eiri es su punto débil.

- así que le picaste el orgullo con un reto, estabas completamente seguro de que se enamoraría de mi, pero dime qué hubiera pasado… ¿Qué hubiera pasado si no?

- supe que no me equivoque cuando los presente formalmente, el brillo en los ojos de ambos era imposible de esconder, si no hubiera visto nada, ni un poco de química hubiera retirado la apuesta, Eiri comprendería y habría terminado todo.

- arriesgaste demasiado Tatsuha… pero recuerdo que le diste el vino, eso significa que el gano y no se enamoro – dijo triste.

- sí, te enamoraste, pero… - metió su mano a su bolsillo del pantalón y saco unas llaves, eran las del carro de Eiri y se las mostro al pelirrosa – pero el también, ahora soy dueño de un alfa romeo – Shuichi lo miro sorprendido – siempre estuve al pendiente de los dos Shu, pero desde hace mucho tiempo estaba preocupado por la soledad de mi hermano, al conocerte y tratarte supe que era lo que el necesitaba y que en parte tu también, tal vez el precio lo hice mal como celestino, pero no me equivoque con los dos, por favor piénsalo.

 

- Ahora que veo el mercedes, que aunque es buen carro no le llega a un Alfa romeo, veo que también perdiste la apuesta – sonrió de lado.

- sí, no pude y no quise evitar enamorarme – el rubio aun seguía hincado pero estaba derecho mirando al pelirrosa – nunca me había sentido así, me sentía muy bien.

- lo sé, el que me hayas perdido perdón de rodillas matando completamente a tu orgullo, dice mucho de eso Eiri, un hombre como tú nunca lo haría y no aceptaría una derrota, lo he pensado mucho…

- … - el escritor lo miro con miedo - ¿Qué has decidido?

Shuichi lo miro y le sonrió de forma tierna, con amor, como cuando al inicio de su relación – te amo Eiri, mereces el privilegio de la duda, así que sigamos con nuestra relación, PERO POBRE DE TI DONDE ME LASTIMES DE NUEV…aaah – grito de la sorpresa, el escritor se había puesto de pie rápidamente y lo tomo desprevenido ya que lo arrojo a la cama y se posiciono sobre de él y abrazándolo fuertemente.

- no tienes idea, no la tienes Shu, de lo que has hecho conmigo, te amo, te amo tanto, gracias por perdonar a este estúpido orgulloso del cual ya no queda nada  - lo miro a los ojos y le sonrió – pero no me importa porque nunca me he sentido tan bien mostrándome de esta manera ante nadie más que contigo.

El pelirrosa sonrió y acaricio el rostro de su pareja – yo también te amo, cuando pensé que todo era mentira me sentí morir, no quería creerlo, pero…

- no pienses en eso Shu, por favor, dejémoslo ya en el pasado, veras que no te arrepentirás porque esto… - tomo la mano del pelirrosa y la puso en su pecho, donde estaba su corazón latiendo desbocadamente – no es falso, así late cada vez que te veo, cada vez que te tengo cerca, cada vez que todo lo que me rodea eres tú.

 

 

 

 

Notas finales:

que tal, se merece aunque sea un pequeño review???

espero vernos la siguiente semana con el siguiente, ya solo faltan dos capis jeje, espero es guste el final de la historia, despues de terminar esta seguire con la de naruto la de curando heridas, asi que espero que aun me sigan jejeje

saluditos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).